Guía de la Innovación en el País Vasco

Bicicletas
ORBEA CUMPLE
175 AÑOS
AIC acoge empresas que continúan sumando componentes
innovadores para la automoción vasca.
En su proceso de internacionalización y apuesta por productos basados
en tecnología propia, ZIV dio un paso más con la apertura de
una planta especializada en contadores de tecnología PLC G3 en
Grenoble, Francia.
Buques que utilizan el gas natural
La innovación llega también al tradicional sector naval, con la
utilización del GNL (Gas natural licuado) como combustible de
los motores marinos. Actualmente se está trabajando en el Estado
en la elaboración de una norma de bunkering (suministro de
combustible a barcos) de GNL que será pionera en Europa. Y la
industria naval vasca no es ajena a esa tendencia. La sociedad
pública EVE ya ha activado un proyecto en este sentido y cuenta
con el respaldo de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Bahía de
Bizkaia Gas (BBG), el Foro Marítimo Vasco y los astilleros y los
armadores de Euskadi. Al mismo tiempo, se ha creado la sociedad
Itsas Gas Bunker Supply de distribución de combustibles, entre
el EVE, Remolcadores Ibaizabal y Astilleros Murueta. Una empresa
que va a desarrollar un punto de bunkering en el Puerto
de Bilbao, un remolcador a gas y una barcaza para distribución
de gas a los buques.
Mientras tanto, el astillero La Naval firmó un nuevo contrato para
el diseño y construcción de un buque offshore multipropósito para la
compañía belga Deme, que será entregado en 2017. El nuevo barco
trabajará para el mercado de energía offshore. Estará equipado con
un sistema de depósito de rocas vía tubería, ‘fall pipe’, así como medios
para la carga e instalación de cableado marino, incluyendo también
capacidades avanzadas de construcción en el fondo del mar. De
otro lado, La Naval botó para TESO un ferry capaz de utilizar gas natural
como combustible y firmó un acuerdo de intenciones para construir
dos ferries para Baleària, diversificando así su negocio.
Por otro lado, Midatech Biogune desembolsó 1,2 millones de euros
para adecuar sus laboratorios de producción farmacéutica con
el objetivo de obtener la certificación europea para la fabricación
de nanopartículas en las condiciones GMP (Good Manufacturing
Practice). La empresa participa en un ambicioso proyecto europeo
de ocho millones de euros para la producción de nanopartículas
Orbea, uno de los grandes fabricantes mundiales de bicicletas
de gran calidad y alta competición, ha cumplido 175
años. Fundada en 1840, en Eibar (Gipuzkoa), por los hermanos
Orbea, en un principio se dedicó a fabricar armas cortas,
pero un siglo después, en 1930, abandonó el negocio
armero empezó a producir bicicletas.
En la década de los ochenta, y tras unos años muy complicados,
la cooperativa volvió a la competición con el mismo
empeño que medio siglo antes. Orbea se abrió paso entre
las bicicletas de carreras y entró de forma decidida en el círculo
de las BTT, el producto que dio la vuelta completamente
al mercado. Los éxitos deportivos se complementan con
la internacionalización total de la marca, con más presencia
comercial en todos los grandes mercados.
En la actualidad, Orbea tiene su sede principal en Mallabia
(Bizkaia), donde se ubica su mayor planta productiva, aunque
también cuenta con otra fábrica en Portugal y una filial
propia en Estados Unidos. En conjunto, su plantilla la integran
270 personas, de las que 180 trabajan en Mallabia. La
facturación anual ronda los 73 millones de euros y los principales
mercados y clientes están en Europa y Estados Unidos,
aunque también tienen una presencia significativa en
otras zonas, como Asia.
En Orbea siempre han cuidado el detalle como forma de diferenciarse,
destacando el valor de la personalización de las
piezas. Hoy en día lleva a cabo un elaborado proceso de
configuración a medida, combinando colores, formas, accesorios
y componentes para satisfacer a sus clientes. En definitiva,
piezas únicas con las que sus propietarios se identifiquen,
se emocionen y disfruten de sus paseos.
014 GUÍA INNOVACIÓN