10.04.2013 Views

EL LIBRO

EL LIBRO

EL LIBRO

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ememoró que llegó con engaños a lo que quedaba de los Teen Tops, aquella<br />

agrupación que liderara el cantante Enrique Guzmán. Ahí duró cuatro años, del<br />

80 al 84. Al final de ese periodo, se reencuentra con el cantautor Beto Ponce, a<br />

quien conoce desde 1972, y quien la invitó a un toquín para conocer a los Rupestres.<br />

“Dije: ‘Esto es lo mío, es mi generación. Me gusta cómo dicen y hacen las<br />

cosas’. Y me salí de ese grupo en el que yo no encajaba. Claro que tenía trabajo<br />

de jueves a domingo: me la pasaba en un camión, de pueblo en pueblo, de feria<br />

en feria. No me iba tan mal, pero no era lo mío. Cuando yo conozco a Rockdrigo<br />

González, Beto Ponce, Roberto González, Jaime López, al grupo Qual, Emilia Almazán,<br />

me sentí en casa de verdad. En ese periodo hice con Beto Ponce el dueto<br />

Callo y Colmillo. Estuvimos dos años juntos, más o menos. Después decido hacer<br />

mi proyecto de interpretar a todos los compositores del Movimiento Rupestre”.<br />

Sobre el mito extendido por el promotor cultural y artista plástico Víctor Ezkide,<br />

de que en sus inicios a Beto Ponce le costaba mucho trabajo cantar y desempeñarse<br />

sobre el escenario, porque se consideraba más un compositor, Nina Galindo<br />

interrumpe para señalar enfáticamente que era ella la que realmente sentía terror<br />

de cantar. Con Beto quería cantar detrás de las bocinas. Le tocó muchos años de<br />

inseguridad. En las entrevistas no hablaba; lo hacía Beto Ponce. “Nunca sabes a<br />

lo que te vas a enfrentar en el escenario. El día que tú pierdas el nervio estás perdiéndole<br />

el respeto al escenario y al público. El día que tú te sientas muy fregón,<br />

que todas las puedes, se te acaba el encanto y estás perdido”, argumentó la güera<br />

chaparrita enfundada en un suéter rojo pasión, como el blues que interpreta.<br />

Rockdrigo González, el tótem<br />

Cuando tocó el turno de hablar del Profeta del Nopal, Nina Galindo tomó un respiro<br />

y luego le dio una calada a su cigarro para enfatizar: “Conocí a Rockdrigo<br />

González en una fiesta en la casa de Roberto González, que vivía en Xochimilco.<br />

Cuando estaba platicando con Rockdrigo pensaba que me lo estaba ligando. Él era<br />

un enamorado hasta con las escobas. ‘Oye, que Alejandro Lora anda diciendo que<br />

Metro Balderas es de él y yo sé que es tuya’. Se sacó mucho de onda y a partir de ahí<br />

nos hicimos cuates. Más aún, porque alternábamos mucho en lo que era el Museo<br />

del Chopo. También recuerdo que nos juntábamos mucho en la casa de Rodrigo<br />

de Oryazabal para ensayar. Fue una época muy padre. Después de cantar algunas<br />

rolas de Roberto Ponce, le dije a Rockdrigo González que quería cantar algunas<br />

88

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!