Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
90<br />
Es un cometa la imagen, es un mapa de vapor.<br />
‘Voy por cigarros’ le dijo, se puso el sombrero y jamás regresó.<br />
‘Ya no arañes las nubes’, le recetó algún doctor.<br />
Pero ella estruja lugares que dan a solares... baldíos de amor.<br />
Solares baldíos, de Rockdrigo González<br />
“Rockdrigo me decía: ‘Te voy a encargar este cassette como la niña de tus ojos,<br />
para que lo copies y saques las rolas con las que vas a trabajar’. Yo vivía en Paseos<br />
de Taxqueña, donde para hablar por teléfono había que cruzar el río y llegar a la<br />
Prado Tasqueña para poder hacer contacto con un teléfono público. Total que voy<br />
un día, no me contesta, voy otro día y tampoco. Él vivía en ese entonces donde<br />
murió, en la colonia Juárez. No te miento, hice como tres o cuatro intentos. Y de<br />
pronto viene el terremoto. Entonces, donde vivíamos, que era atrás de la Ibero, se<br />
nos cayó una pared de un cuarto piso y estuvo duro, pero no nos pasó nada, sólo<br />
tuvimos que salir de ahí y nos dieron refugio unos amigos. Nadie se atrevía a decirme<br />
que Rockdrigo ya no estaba vivo. La que me lo dijo fue mi mamá. Para mí fue<br />
algo muy fuerte. Yo quise ir a donde lo iban a velar; fui a buscar su cuerpo, pero no<br />
di con nada y nadie me dijo nada. Fue espantoso”, explicó con angustia una Nina<br />
Galindo extraviada en sus recuerdos y con las expresiones propias de alguien que<br />
perdió a un ser memorable.<br />
Por momentos logro sacarla de esos instantes distantes para que dé una nueva<br />
calada a su cigarro, y después arremetió: “A los dos días de eso, no acababa de<br />
entender nada. Luego de su muerte me quedé sola. Cierto día en mi casa me puse<br />
a escuchar el cassette que me encargó. En la casa había una gatita de mi amiga<br />
Gabriela, con la que vivía, y que erizó toda, como yo, cuando escuché las rolas<br />
de Rockdrigo. En ese momento entiendo que Rockdrigo se fue a despedir de mí.<br />
Llegué a la conclusión de que ese cassette era para mí, le guste a quien le guste. Ese<br />
material estuvo por años conmigo, hasta hace cinco o seis años cuando Discos<br />
Pentagrama sacó al mercado No estoy loco. Habló conmigo Mireya Escalante, en<br />
paz descanse, también Modesto López, dueño de Pentagrama, quien me dijo que<br />
todas las regalías se iban a donar, y yo acepté con gusto. Sé que el disco salió con<br />
otras canciones de otras grabaciones, porque no quedó tal cual está el cassette, lo<br />
cual no lo vi nunca mal, porque para eso estaba el material. Yo sólo quería sacar<br />
de este cassette las rolas Solares baldíos y Tiempos de híbridos. Lo importante es<br />
que se me pidió el permiso y salió el disco para placer de todos los seguidores de<br />
Rockdrigo González”.