Un escritor que se expone* - Casa de las Américas
Un escritor que se expone* - Casa de las Américas
Un escritor que se expone* - Casa de las Américas
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
70 70<br />
70<br />
estar junto al nene mirando su boca <strong>de</strong> clavel mojado<br />
<strong>que</strong> salpicaba besos. Entonces, fui hasta la ventana <strong>de</strong><br />
su habitación, <strong>que</strong> daba a Vicuña Mackenna, y mirando<br />
el brilloso asfalto <strong>de</strong>l invierno pregunté: ¿Cuándo es<br />
tu cumpleaños? Faltan sólo veinte días, contestó interrogando<br />
con párvula emoción: ¿Me vai a regalar algo?,<br />
agregó curioso. Mira, acércate a la ventana, dije empañando<br />
el frío vidrio con mi tibio aliento. Y luego con el<br />
<strong>de</strong>do dibujé un corazón en el cristal, hablando luego<br />
con voz <strong>de</strong> terciopelo azul: El día <strong>de</strong> tu cumpleaños,<br />
exactamente a <strong>las</strong> 12 <strong>de</strong> la noche, ob<strong>se</strong>rva a través <strong>de</strong><br />
este dibujo la calle <strong>de</strong> allá abajo. Y me <strong>de</strong>spedí <strong>de</strong> él,<br />
robándole una foto suya <strong>que</strong> escondí sigiloso en mi<br />
bolsillo. Y veinte días <strong>de</strong>spués, justo a la medianoche,<br />
completamente <strong>de</strong>snudo y en medio <strong>de</strong> Vicuña Mackenna<br />
con su foto pegada en mi pecho, ahí estaba la<br />
loca enamorada en medio <strong>de</strong> un gran corazón dibujado<br />
con neoprén <strong>que</strong> encendí como molotov cardíaca. Allí<br />
estaba la loca chiflada <strong>de</strong> amor como barricada bajo su<br />
ventana en medio <strong>de</strong>l estampido <strong>de</strong> <strong>las</strong> micros y autos<br />
bocineando <strong>de</strong>tenidos por esa tarjeta <strong>de</strong> fuego humano.<br />
Quedó tal escándalo, tal cagada con los vecinos<br />
<strong>que</strong> <strong>se</strong> asomaban a <strong>las</strong> ventanas sin enten<strong>de</strong>r qué pasaba,<br />
con los choferes <strong>de</strong> micro <strong>que</strong> amenazaban con<br />
sacarme la cresta si no me movía <strong>de</strong> allí, con mi amiga<br />
Cecilia <strong>que</strong> trataba <strong>de</strong> dar explicaciones diciendo <strong>que</strong><br />
no era una protesta, con el chico <strong>que</strong> <strong>se</strong> puso pálido<br />
tras la ventana y corrió escaleras abajo llevando una<br />
frazada para cubrir mi <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z, con su carita emocionada<br />
y sus ojos llorosos diciéndome: la cagaste,<br />
SINTITUL-5 70<br />
06/07/2007, 15:33<br />
Pedro, nunca nadie me había regalado algo así. ¿Esto<br />
es una performance? Algo así, más bien un regalo <strong>de</strong><br />
cumpleaños solamente, murmuré tiritando mientras me<br />
empinaba un copete para calentar el cuerpo. A<strong>que</strong>lla<br />
fue su noche y resultó inolvidable; por eso, agra<strong>de</strong>cido,<br />
me abrazó lagrimeando y esperamos el amanecer<br />
brindando por sus ver<strong>de</strong>s años. Después <strong>de</strong> a<strong>que</strong>llo,<br />
los vecinos reclamaron tanto <strong>que</strong> al final mi amiga Cecilia<br />
tuvo <strong>que</strong> cambiar<strong>se</strong> <strong>de</strong> casa y <strong>de</strong>spedir al guapo<br />
arrendatario. Ella nunca me dijo nada, pero le cagué su<br />
hábitat con mi <strong>de</strong><strong>se</strong>nfrenada pasión. De ahí vino el amor<br />
con su violenta frescura. No podíamos <strong>de</strong>spegarnos ni<br />
un solo momento. Mandó al carajo a su bella novia,<br />
<strong>que</strong> siempre <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> coger, cuando él <strong>se</strong> fumaba<br />
un cigarro mirando el techo, preguntona insistía: ¿Estái<br />
pensando en el Pedro? No la soporté más, me dijo,<br />
contándome <strong>que</strong> la mina picada <strong>se</strong> puso a pololear con<br />
un ca<strong>de</strong>te <strong>de</strong> la Escuela Militar. Y este güevón me fue a<br />
buscar al Instituto con una pistola y me llevó a hacerme<br />
el examen <strong>de</strong>l sida. ¿Cachái, Pedro, lo <strong>que</strong> he pasado<br />
por ti? Por eso te amo, susurré con la voz lluviosa.<br />
Por eso pasaron los años y <strong>se</strong>guí amándote <strong>de</strong> lejos<br />
con la boca llena <strong>de</strong> océanos. Por eso también te fuiste<br />
a Manhattan, don<strong>de</strong> no te alcanzara mi mala fama. El<br />
invierno <strong>se</strong> acaba, hoy <strong>de</strong>scubrí el fogonazo <strong>de</strong> los aromos<br />
en mi ventana, una gota <strong>de</strong> rocío borra el corazón<br />
en el vidrio. Ya no te quiero como entonces, más bien<br />
ya no te quiero. Des<strong>de</strong> Nueva York, un mail me cuenta<br />
<strong>que</strong> regresas, justo ahora cuando me están brotando<br />
plumas migratorias para partir. c