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eDitorial
Hemos llegado al final de un año complicado que se asemeja a un
maratón. Esto ha hecho que empecemos este nuevo año con cierta
euforia constructiva, aunque un poco menos que la de años anteriores.
Sin embargo, en estos momentos nos encontramos con un
conjunto de competidores que están desorientados y agotados. Este
maratón empieza a mostrar graves síntomas y muchos de los participantes,
incluso algunos espectadores, no verán la llegada a la meta.
¿Cuáles pueden ser algunas de las causas de este desconcierto?
Personalmente, creo que en los últimos años la marcha de la construcción
ha sido demasiado fuerte. Si tenemos en cuenta que se
ha llegado a contratar 16.000 viviendas/año en las comarcas gerundenses,
que comparada con la cifra media de los últimos 15 años
que no llegaban a 10.000 viviendas/año, supone, en mi opinión una
diferencia demasiado grande que hace que todo este exceso no se
pueda absorber de una forma no traumática.
Todos decíamos que un día u otro esto pararía y además esperábamos
que fuese de un modo suave. Sabíamos que los ciclos de subida y bajada
de la construcción duraban aproximadamente entre 5 y 7 años,
pero este último período ha sido más largo y ha durado más de 10
años. Para explicar este largo período se puede alegar que han existido
muchos factores que han ayudado a la prolongación de este ciclo y
que por otra parte se dan otros que lo están parando de golpe.
Creo que sería bueno para este país elaborar un análisis exhaustivo
de todas las posibles causas que han motivado tanto la aceleración
como el frenazo brusco del sector, con el objetivo de evitar estas
puntas en ambos sentidos, pues son perjudiciales para la economía
del país y afectan a una gran cantidad de ciudadanos.
Espero que en este estudio los analistas de la economía, todos los
representantes del sector y los políticos busquen fórmulas para ir
corrigiendo y eludiendo estas situaciones extremas, pues considero
que todos somos lo bastante maduros para encontrar una solución,
ya sea a través del pacto para la vivienda, dando salida a todas las
existencias de viviendas acabadas y en construcción o incentivando
la obra pública u otras actuaciones. En todos estos casos, prestamos
sin dudarlo toda nuestra colaboración e implicación.
Por otra parte, y cambiando de tema, quisiera destacar la gran actividad
que hemos desarrollado en el CECAM, reflejando nuestra
apuesta por la calidad y el buen servicio con unos buenos resultados
económicos. Aparte de estos resultados económicos, que no son
nuestros principales objetivos, aunque sí necesarios para nuestra
subsistencia, nuestra apuesta incluye asimismo otros objetivos como
la participación en la formación y divulgación de la normativa, como
por ejemplo la divulgación del Código Técnico o la nueva ley de urbanismo.
En este sentido quisiera destacar nuestra participación y
patrocinio del III Congreso de Ingeniería Sísmica que se celebró en
Girona, tema que se explicará con más detalle en un artículo de este
número. Desearía añadir que pronto les comunicaremos la próxima
jornada que estamos preparando sobre la nueva EHE.
Dentro de nuestras apuestas, también hemos de mencionar la participación
como patrones fundadores del primer centro tecnológico en
Cataluña de la Construcción: el IMAT, donde actualmente participan
más de 20 empresas.
Otros puntos a destacar son nuestra colaboración tanto en la cesión
de espacios como a través de la contribución económica al Vivero
de Empresas de Celrà, dedicado al medio ambiente y la edificación.
Creado con la colaboración de la Universidad de Girona, el Ayuntamiento
de Celrà y el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos
de Girona nos permite decir, con mucho orgullo, que actualmente
está en pleno rendimiento.
Me gustaría poder seguir exponiendo actividades, pero no corresponde
a una editorial y sería por tanto, motivo de un artículo más
en esta revista.
TrADuCCIó AL CASTELLà
Para finalizar, aprovecho para desearles un prospero año 2008 y que
disfruten de la lectura de los artículos de este nuevo número.
MIQUEL MATAS NOGUERA
Presidente del Consejo de Administración del CECAM
pacto nacional para la ViVienDa (ver pág. 2)
El día 8 de octubre ha tenido lugar la firma del Pacto Nacional para
la Vivienda. José Montilla, presidente de la Generalitat, Francesc Baltasar,
consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Carme Trilla, secretaria
de Vivienda, la mayoría de grupos parlamentarios, promotores y
constructores, agentes sociales, entes locales, colegios profesionales
–entre los cuales están el Consejo de Colegios de Aparejadores y
Arquitectos Técnicos de Cataluña– y organizaciones ciudadanas, lo
han firmado.
Es el primer gran pacto para la vivienda que se firma en el Estado
que, partiendo de unas necesidades y de unas carencias, plantea
para los períodos 2007-2016 las políticas de vivienda del gobierno
catalán para facilitar “unas viviendas dignas y adecuadas”, reconocido
por el artículo 47 de la Constitución Española y los artículos 26
y 47 del Estatuto de Cataluña. Las acciones concretas de este pacto
se estructuran en cinco retos:
Reto 1 – Mejorar el acceso a la vivienda, en particular de los jóvenes,
a través de la provisión de un volumen suficiente de vivienda accesible
y de ayudas para el pago del alquiler.
Reto 2 – Mejorar las condiciones del parque de viviendas mediante el
fomento del mantenimiento y la rehabilitación de los edificios.
Reto 3 – Mejorar el alojamiento de la personas mayores y de las personas
con diversidad funcional mediante medidas de accesibilidad y
de soporte económico.
Reto 4 – Prevenir la exclusión social residencial mediante un sistema
universal de ayudas personales al pago de la vivienda y la dotación
suficiente de viviendas de inclusión.
Reto 5 – Garantizar una vivienda digna y adecuada a los hogares mal
alojados mediante la erradicación del fenómeno de los sin techo, la
sobreocupación de las viviendas y la infravivienda.
En cifras, el coste global es de 8.221 millones de euros. La Generalitat
aportará el 81%, el Ministerio de la Vivienda el 13% y el 6%
restantes entidades privadas. En esta legislatura (2007-2010) se invertirán
2.503 millones de euros. (ver gráficos, pág. 3).
Se prevén 835.000 actuaciones en la vivienda en 10 años, de los
cuales 393.000 se harán durante esta legislatura. Es necesario destacar
la construcción de las 160.000 nuevas viviendas de protección
oficial, en particular para jóvenes, y la movilización y puesta en el
mercado de 62.000 viviendas del parque desocupado, así como el
aumento de las ayudas directas para 140.000 hogares para el pago
del alquiler, la rehabilitación o la compra de la primera vivienda.
Este conjunto de propuestas pretende conseguir que, tanto los municipios
de más de 5.000 habitantes como las capitales de comarca,
dispongan en un plazo de 20 años, de un parque del 15% de sus
viviendas principales susceptible de ser utilizado para políticas sociales.
En cuanto al reto de mejorar la calidad del parque de vivienda, está
prevista la rehabilitación y mejora de 300.000 viviendas, garantizar
la habitabilidad del parque de vivienda y mejorar su accesibilidad
física mediante la concesión de ayudas para la instalación de 10.000
ascensores e itinerarios practicables que dotarán de servicios a
100.000 viviendas.
También se mejorará la sostenibilidad en la construcción y el comportamiento
de las viviendas, así como la mejora de la calidad de la