Engrandecer a la mujer con su femineidad, al - Universidad ...

36
FRANCISCO JAVIER ZEA AVILÉS:
PROFESIONALISMO, HONESTIDAD
Y GENTILEZA
Hilda Ángela Fernández Rojas
Facultad de Humanidades, UAEM, y
FAAPAUAEM
Distinción y privilegio es para la Federación
de Asociaciones Autónomas de Personal
Académico de la Universidad Autónoma
del Estado México (FAAPAUAEM) testimoniar
gratitud y reconocimiento a un hombre
que por su trabajo, entrega y honradez es
merecedor de figurar en las páginas de la
historia de este Organismo Sindical.
Francisco Javier Zea Avilés ingresó en 1968 a
la Universidad Autónoma del Estado México
(UAEM) como auxiliar en la rama de fútbol;
dos años más tarde fue contratado como
profesor de Educación Física. Al mismo
tiempo realizó la carrera como Entrenador
de Fútbol Soccer; más tarde concluyó la
licenciatura de Director Técnico Profesional
de Fútbol, ambas cursadas en la Federación
Mexicana de Fútbol.
Ocupó los siguientes cargos en esta Máxima
Casa de Estudios: Secretario Administrativo
de la Dirección de Educación Física, Jefe de
la Rama de Fútbol Soccer y Entrenador del
Equipo de Fútbol Profesional. Es importante
mencionar que en 1974 el equipo fue
campeón y ascendió a la segunda división
—a la fecha es el único campeonato que
se ha ganado a nivel nacional—.
En 1978 recibió el nombramiento de
Profesor de Tiempo Completo, asignado a
la hoy Dirección de Actividades Deportivas.
En este contexto, además de llevar a cabo
sus actividades académicas, fue nombrado
Presidente de Asociación de la FAAPAUAEM.
Su profesionalismo y responsabilidad
destacados hicieron que a muy poco
tiempo de la gestión como Representante
Sindical fuera invitado por la FAAPAUAEM
para formar parte en distintos Comités
Ejecutivos, ocupando las siguientes
carteras: Secretario de Actividades
Deportivas y Recreativas (1981-1982),
Secretario de Difusión Cultural y Deportes
(1982-1986) y Secretario de Comunicación
(1986-1990).
¿Qué motivó al profesor a participar en el
ámbito sindical? “La ideología del sindicato
me pareció muy interesante —afirma
Zea—. En principio porque no se iban a
manejar recursos en forma ilícita ni a vender
plazas como en otros sindicatos, sino que
el personal académico iba a entrar por
medio de concursos. Me gustó que fuera
algo blanco y limpio, sobre todo que no se
forzara a la gente a pertenecer al gremio”.
De acuerdo con su experiencia relata que
el Organismo Sindical en sus inicios no tenía
“representación legal, puesto que no había
ningún contrato firmado, entonces se hicieron
las gestiones pertinentes para que esto se
hiciera realidad. En 1981—comenta—
es cuando, a base de estar tocando