Engrandecer a la mujer con su femineidad, al - Universidad ...

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EXPERIENCIAS COTIDIANAS Y CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDADES
SEXUALES, EJEMPLIFICACIONES ESCUETAS PARA PÚBLICOS AJENOS A
LA EQUIDAD DE GÉNERO
Introducción
Héctor Serrano Barquín
María Gabriela Villar García
Facultad de Arquitectura y Diseño,
UAEM
Este artículo representa una hibridación entre experiencias personales de los autores y
ciertos fundamentos sobre la construcción de la identidad sexual femenina y masculina,
los cuales son planteados desde un lenguaje coloquial.
El presente trabajo pretende evidenciar algunas experiencias provenientes de cierta
cotidianidad que manifiestan iniquidades de género, habitualmente asumidas de forma
involuntaria o “natural”, sin que se reflexione sobre ciertas actitudes y conductas que
fomentan situaciones inconvenientes para una mejor convivencia entre los géneros; ello
desde el entorno familiar y que, extrañamente, permean hasta el ámbito de la educación
superior. Al asumir estas posturas androcéntricas, la sociedad continúa adoptando
actitudes machistas sumamente negativas que siguen dificultando la tolerancia social y
el acceso de la mujer a mejores oportunidades de desarrollo personal.
La estructura de este artículo alterna conceptos teóricos como la configuración de la
identidad sexual o la diferencia sexual desde la perspectiva cultural, más que biológica y,
por otra parte, se ejemplifica a partir de experiencias de vida que reflejan dichas actitudes
y hábitos que a simple vista pasan desapercibidas para el común de la gente, pero que
expresan iniquidad y, más aún, violencia simbólica, todo bajo un esquema “didáctico”
para lograr una mayor comprensión sobre el tema.
Cuando desarrollamos algunas investigaciones sobre los estudios de género y más
específicamente sobre arte, violencia y género, no imaginamos dirigirnos a un auditorio
multidisciplinario, lo cual es un reto y, tal vez, un atrevimiento, dada nuestra ignorancia
sobre la definición biológica, fisiológica o anatómica con la que se establecen las
diferenciaciones de sexo. En el campo de la medicina de épocas pasadas, solamente
contamos con algunas referencias anacrónicas y estigmatizaciones muy negativas
sobre ciertos médicos del siglo XIX que se empeñaron en demostrar que el cerebro de
las mujeres no sólo era inferior en volumen al del varón, sino también en capacidades
intelectuales. Entre otras, es imprescindible citar al célebre Dr. Charcot, quien se esforzó
en demostrar que la histeria era una enfermedad mental exclusiva de la mujer e intentó
sanar a muchas de sus pacientes recluidas de modo carcelario con terapias crueles
y equívocas; otros médicos también invirtieron mucho de su tiempo en establecer a
los genitales femeninos como una especie de copia de los órganos reproductores
masculinos, pero invertidos, todo ello siempre desde una perspectiva androcéntrica, es
decir, en función a la supuesta supremacía histórica del varón.
Sin embargo, nuestra participación aquí se relaciona con la construcción o configuración
de la identidad sexual, es decir, con aquello que constituye la suma de factores
ambientales, sociales y culturales que determinan que un ser humano se asuma, actúe,
piense y obre en consecuencia a la idea personal y grupal de lo femenino o masculino.