Engrandecer a la mujer con su femineidad, al - Universidad ...

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De lo anterior debemos desprender que
el ciclo menstrual tiene importantes
implicaciones en el desarrollo de tareas;
la mujer debe tener conocimiento de ello,
para considerar las terapias de hormonas
cuando se presenta el climaterio, como
medio de salud, no sólo física, sino
cognitiva.
C. Conducta agresiva
En la mujer pueden existir fuertes cambios
en la conducta agresiva (Shear, 1997) que
se deben, en gran medida, a la acción
de la organización neuronal durante la
etapa prenatal, que depende de las
hormonas sexuales (Van Goozen, 1995).
Se ha confirmado que las alteraciones
afectivas de la mujer comienzan desde
su adolescencia. Fisher (1989) indica que
los cambios en el estado de ánimo y las
alteraciones en el comportamiento y la
función social son significativamente más
frecuentes en las adolescentes (49.8%)
que en las mujeres adultas (34.4%).
En otras investigaciones se demostró que
la edad de la menarquia es un factor
de vulnerabilidad para que las jóvenes
experimenten problemas de depresión,
ansiedad, percepción de estrés y baja
autoestima, aunque los resultados de otros
estudios varían de acuerdo con el tipo y
el tamaño de la población estudiada,
la edad y la escolaridad de las mujeres,
así como las diferentes metodologías
empleadas y los aspectos psicológicos
evaluados (Patton, 1996).
La mujer en edad reproductiva experimenta
variaciones en el estado de ánimo durante
el período premenstrual. Actualmente,
está en discusión si la interrelación de las
hormonas sexuales y la densidad neuronal,
y las características en las conformaciones
de los receptores de neurotrasmisores
son la causa del síndrome premenstrual.
En la perimenopausia, la mujer presenta
mayores problemas de depresión que
la pre y posmenopáusica (Wollersheim,
1993).
La mujer, debido al ciclo menstrual y a
la edad, puede presentar cambios de
conducta agresiva que quizá tengan
implicaciones en su vida diaria; el
síndrome paramenstrual se caracteriza
por tener una personalidad con elementos
psicosomáticos disfuncionales y altos
niveles de neurosis (Walsh, 1981). Esto
podría tener implicaciones importantes si la
mujer reconoce su sensibilidad de cambios
de comportamiento para poder evitar las
disputas durante estos días. Recordemos
que el estado conductual por los cambios
hormonales del ciclo menstrual ha tenido
implicaciones en la aplicación de la ley,
como el caso de la mujer que asesinó a su
esposo durante la fase lútea, que, si bien
no la disculpa, sí fue un atenuante.
D. Ovulación y elección de la pareja
Durante el ciclo menstrual, las mujeres
evalúan diferente a los hombres que les
parecen atractivos. En los días fértiles del
ciclo, los prefieres simétricos, así como con
caras masculinas (Johnston, 2001; Penton-
Voak y Perret, 2000; Penton Voak, 1999).
Novedosos estudios han encontrado
que la mujer elige a un varón con estas
características porque le daría, en caso de
aparearse, una mejor genética a sus futuros
hijos, dado que la simetría y la masculinidad
implican un buen sistema inmune y un nivel
de testosterona adecuado.
Los cambios hormonales pueden marcarnos
una ruta de preferencia en cuanto a una
pareja desde un punto de vista evolutivo,
pero esto es controversial, porque estarían
implicados conceptos éticos; sin embargo,
siempre es importante conocer las variaciones
de preferencias a lo largo del ciclo.
E. Deseo sexual
El deseo sexual llega a su punto más alto
en coincidencia con la ovulación, a pesar
de que las mujeres no deseen quedar
embarazadas. Fuera de los días fértiles,
la frecuencia con que la mujer tiene
relaciones sexuales alcanza un promedio