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10,000 años de alimentación en el Perú<br />
Fernando Cabieses<br />
3era Edición<br />
Publicada por: INMETRA<br />
INSTITUTO NACIONAL DE MEDICINA TRADICIONAL<br />
2
10,000 años de alimentación en el Perú<br />
3
4<br />
A Carmela, con amor.
3ra EDICIÓN<br />
INSTITUTO NACIONAL DE MEDICINA TRADICIONAL<br />
CIEN SIGLOS DE PAN<br />
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin la<br />
autorización escrita del autor.<br />
© DERECHO RESERVADOS - 1995,<br />
© DERECHO RESERVADOS - 1996,<br />
© DERECHO RESERVADOS -1999,<br />
PORTADA: VÍCTOR ESCALANTE<br />
Impreso en Lima - Perú Printed in Lima - Perú<br />
en talleres de T-Copia - Book Xx press<br />
5
SUMARIO<br />
Los tesoros nutricionales del Perú milenario tienen sustento en su abigarrado<br />
mosaico ecológico y geográfico de climas, relieves, altitudes y latitudes. El<br />
conocimiento del medio ambiente y las habilidades desarrolladas por el antiguo<br />
poblador andino lograron convertir la variada riqueza natural en recursos<br />
sostenidos, destacando entre el<strong>los</strong> <strong>los</strong> productos alimenticios que proporcionaron<br />
energía vital y salud. Extendieronse después las plantas Y animales andinos por<br />
todos <strong>los</strong> rincones del planeta. Estas páginas relatan las incidencias históricas de<br />
su rechazo y asimilación, así como <strong>los</strong> diversos incidentes en la transculturación<br />
alimenticia <strong>desde</strong> y hacia el territorio del Perú.<br />
6
PRÓLOGO<br />
El titulo de "Cien Sig<strong>los</strong> de Pan" es casi un plagio porque la inspiración<br />
llegó envuelta en cien años de amistad con Eduardo Estrella, que dio el título de<br />
"El Pan de América" a un excelente libro suyo sobre lo que comían <strong>los</strong> indígenas<br />
de nuestro continente antes de la llegada de <strong>los</strong> españoles. Y Estrella se inspiró a<br />
su vez en escritos de la época de la Conquista Española de la Región Andina<br />
donde se llama con el nombre genérico de "pan" a <strong>los</strong> alimentos frecuentemente<br />
empleados por la población aborigen en su sustento diario.<br />
Los cronistas de la época hablan indistintamente de "pan de la Tierra" para<br />
referirse al maíz, la papa, la yuca, etc. Hablan con frecuencia de lo que "tenían de<br />
pan" o del "pan que sembraban". Y, por otro lado, <strong>desde</strong> niños sabemos que<br />
cuando rogamos al Creador por" el pan nuestro de cada día" no nos estamos<br />
refiriendo exclusivamente a lo que todos <strong>los</strong> días comemos llamándole "pan",<br />
sino al nutriente diario y, muchas veces, inclusive al alimento espiritual que nos<br />
proporciona el sentimiento religioso.<br />
Cien sig<strong>los</strong> son diez mil años, un período que abarca <strong>desde</strong> el ayer distante<br />
hasta el ayer de ayer. Desde el tiempo remoto en que el habitante andino<br />
comenzó a dejar verdaderas huellas de su acontecer prehistórico hasta lo que<br />
comimos hoy en el almuerzo. Son diez mil años durante <strong>los</strong> cuales la cocina<br />
peruana ha estado recogiendo aquí y allá <strong>los</strong> productos de la naturaleza para su<br />
propia evolución.<br />
Son cien sig<strong>los</strong> de búsqueda y de adaptación. De estrecho contacto con la<br />
naturaleza. De tomar y de dar, porque la mano humana, la mano indígena, la<br />
mano de color de tierra le dio a la tierra nuevas semillas y seleccionó razas y<br />
variedades y transformó la especie silvestre en productos más acordes con sus<br />
propias necesidades, y regaló después esos productos a <strong>los</strong> hombres de otros<br />
mundos y recibió de aquel<strong>los</strong> hombres, en intercambio amoroso y pacífico,<br />
nuevos productos y nuevas ideas de cómo seguir alimentándose.<br />
7
"Cien Sig<strong>los</strong> de Pan" no es un libro científico. No está desprovisto tampoco<br />
de frases y párrafos explicativos de temas complejos. Pero a veces con<br />
buen humor y a veces con alguna frase altisonante, lleva a mis lectores a un viaje<br />
de diez mil años durante <strong>los</strong> cuales <strong>los</strong> humanos que vivimos en el Perú<br />
aprendimos a saciar el hambre y <strong>los</strong> caprichos de la buena mesa.<br />
8<br />
Femando Cabieses<br />
1999
PRÓLOGO A LA TERCERA EDICIÓN<br />
Ahora resulta que también se agotó la Segunda Edición y que siguen<br />
habiendo interesados en estos temas. Este es ahora un esfuerzo del Instituto<br />
Nacional de Medicina Tradicional, una rama del Ministerio de Salud.<br />
¡Salud y Buen Viaje!<br />
9<br />
Fernando Cabieses<br />
Julio -1999
INDICE<br />
__________________________________________<br />
Dedicatoria<br />
Sumario<br />
Prólogo del autor<br />
Prólogo a la 3 ra . Edición<br />
Indice<br />
CAPITULO I<br />
Desde <strong>los</strong> Sig<strong>los</strong> <strong>oscuros</strong> 14<br />
El Hombre y la Historia 15<br />
La Invasión Europea 19<br />
El Regalo de Viracocha 25<br />
El Hombre y la Tierra 34<br />
Lo que vino de afuera 49<br />
CAPITULO II<br />
El Tesoro de Ukju-Pacha 70<br />
El Camote 71<br />
La Achira 72<br />
La Maca 74<br />
La Arracha 75<br />
La Jícama 76<br />
La Mashua 77<br />
La Mauka 78<br />
La Oca 79<br />
El Olluco 80<br />
La Papa 81<br />
El Yacón 87<br />
El Maní 88<br />
La Yuca 89<br />
Las Raíces Foráneas 91<br />
CAPITULO III<br />
Los Frutos y las Frutas 92<br />
Tomate 93<br />
Tomate de árbol 97<br />
10
Pan de árbol 97<br />
La Palta 98<br />
Las Calabazas 98<br />
La Guayaba 99<br />
La Piña 102<br />
La Papaya 105<br />
La Papaya arequipeña y otras más 108<br />
El Pepino 110<br />
La Lúcuma 111<br />
Las Pasionarias 112<br />
Las Anonas 113<br />
La Cocona 114<br />
El Huito 115<br />
El Marañón 116<br />
La Fresa 116<br />
La Costilla de Adán 117<br />
Las Ciruelas Criollas 118<br />
La Tuna 118<br />
Los de Más Allá del Mar 119<br />
La Granada 121<br />
Los Cítricos 121<br />
Los Higos 122<br />
El Níspero 123<br />
El Mango 125<br />
El Plátano 125<br />
Los Dátiles 126<br />
Las Uvas 127<br />
Las rosas que comemos 129<br />
La Carambola 131<br />
CAPITULO IV<br />
Lágrimas de Sol 137<br />
Los Granos Comestibles 136<br />
La Quinua 138<br />
La Kañiwa 140<br />
La Kiwicha 141<br />
El Maíz 142<br />
El Girasol 147<br />
Los Cereales Foráneos 150<br />
El Trigo 150<br />
El Centeno 152<br />
La Cebada 152<br />
El Arroz 153<br />
Otros 154<br />
11
CAPITULO V<br />
Aromas, Sabores y Colores<br />
Los Condimentos 156<br />
El Ají 157<br />
El Molle 161<br />
La Vainilla 163<br />
El Achiote 164<br />
Otros Sabores Indígenas 169<br />
Los Condimentos que Vinieron 171<br />
El Ajo y La Cebolla 171<br />
La Canela 172<br />
La Pimienta 174<br />
El Clavo de Olor 175<br />
Las Mostazas 175<br />
Los Olivares 176<br />
El Palillo o Cúrcuma 179<br />
La Manzanilla 181<br />
La Yerba Luisa 182<br />
La Caña de Azúcar 182<br />
El Hinojo 183<br />
El Perejil 184<br />
El Anís 184<br />
El Romero 185<br />
El Comino 186<br />
El Culantro 186<br />
El Tomillo 187<br />
El Orégano y La Mejorana 188<br />
El Toronjil 188<br />
El Apio 189<br />
La Hierba Buena 190<br />
CAPITULO VI<br />
Verde que te quiero verde… 192<br />
Las Hortalizas 192<br />
La Coca 197<br />
CAPITULO VII<br />
Joyas en su Estuche 200<br />
Las Legumbres 200<br />
Los Frijoles 202<br />
El Fríjol de Palo 205<br />
Los Pallares 206<br />
El Tarwi o Chocho 208<br />
12
Las Legumbres que Vinieron 210<br />
Otras y Otras Más 213<br />
CAPITULO VIII<br />
Las Carnes 218<br />
El Pato 221<br />
El Cuyo Cobayo 223<br />
Otras Carnes Indígenas 224<br />
El Pavo y Las Pavitas 227<br />
Carnes de Ultramar 229<br />
Los Alimentos del Mar 233<br />
CAPITULO IX<br />
Las Bebidas 236<br />
Las Bebidas Gaseosas 236<br />
El Té 239<br />
El Café 240<br />
La Chicha 241<br />
Las Cervezas 247<br />
El Vino y El Pisco 249<br />
El Chocolate-Cacao 254<br />
Índice Analítico 258<br />
Bibliografía 260<br />
13
CAPÍTULO I<br />
DESDE LOS SIGLOS OSCUROS<br />
__________________________________________<br />
El laberinto del tiempo mítico es<br />
insondable. Está perdido allá en la<br />
profundidad de <strong>los</strong> sig<strong>los</strong>; y las<br />
nociones, revueltas y desorientadas,<br />
llegan a nosotros con ropaje de<br />
leyendas y de cuentos mágicos. Allá<br />
está el cuento de la mujer aquella, única<br />
sobreviviente de la total pobreza de <strong>los</strong><br />
primeros andinos, que malvivía en las<br />
arenas secas del desierto y que se quedó<br />
un día dormida bajo el calor del Sol. Y<br />
fue así fecundada y tuvo un hijo a quien<br />
cuidó como pudo y con 10 que pudo.<br />
Pero el joven murió y sus restos<br />
quedaron dispersos por la tierra... y de<br />
sus dientes creció el maíz... y de sus<br />
largos y blancos huesos surgió la yuca...<br />
y de sus molleros crecieron <strong>los</strong><br />
camotes... y de sus testícu<strong>los</strong> crecieron<br />
las papas... y de sus ojos... y de sus<br />
manos... y de su cabeza... y así se pobló<br />
la tierra de .plantas alimenticias y <strong>los</strong><br />
hombres ya nunca volvieron a morir de<br />
hambre...<br />
14<br />
No tenían, de allí en adelante, por<br />
qué fallecer de inanición; pero<br />
Viracocha-Pachacamac, el Creador del<br />
Mundo, el Hacedor de la Materia y del<br />
Tiempo, mandó en aquella época<br />
mítica, en aquella profundidad<br />
laberíntica de edades y de sig<strong>los</strong>, a sus<br />
dos hijos, Imai Maman y Tocapu, a<br />
visitar estas tierras; y les ordenó que<br />
vieran todas las plantas y vegetales de<br />
aquel mundo en que vivían <strong>los</strong> hombres,<br />
y que las clasificasen y las estudiasen<br />
todas, mostrando a <strong>los</strong> hombres las<br />
buenas y las malas, las nutritivas, las<br />
medicinales y las venenosas, y que<br />
estudiasen su cultivo y la manera de que<br />
nunca faltasen y que el hombre creado<br />
por Él, supiese usarlas bien.<br />
El laberinto del tiempo mítico es<br />
insondable. Está perdido en la<br />
profundidad de <strong>los</strong> sig<strong>los</strong>...
En las misteriosas profundidades<br />
del pasado, quizás hace unos veinte mil<br />
años, la raza humana descubrió el Perú.<br />
Son raíces profundas y<br />
robustas. El hombre primitivo<br />
vagaba por el mundo y llegó a<br />
nuestra tierra después de largas<br />
caminatas <strong>desde</strong> Siberia, pasando<br />
por lo que ahora es el estrecho de<br />
Behring, o navegando perdido durante<br />
largas semanas en las interminables<br />
aguas del Pacífico Sur.<br />
Llegó al Perú y vagó por la tierra<br />
buscando alimento. Cazaba; recolectaba<br />
raíces, hierbas y frutos; se<br />
refugiaba en las cavernas; pintaba en las<br />
paredes rocosas dibujando <strong>los</strong> animales<br />
que perseguía...<br />
El hombre descubrió el Perú<br />
hace muchos sig<strong>los</strong>.<br />
Lo descubrió al lado del<br />
océano, esa enorme extensión de<br />
agua. El hombre de ayer miró y<br />
admiró el horizonte donde el sol<br />
desaparecía cada noche. Entró<br />
en las aguas frías y jugó con las olas; y<br />
entre las rocas y la arena encontró<br />
alimento abundante. Allí había, entre las<br />
arenas y las algas, alimentos a la medida<br />
de sus necesidades.<br />
Al final del cordel, ensartado en<br />
el anzuelo, prisionero de la red,<br />
EL HOMBRE Y LA HISTORIA<br />
15<br />
mezclado con la espuma y la brisa<br />
salobre, ¡alimento, más alimento!. Y<br />
luchó valientemente contra las olas que<br />
defendían furiosamente aquel tesoro; y<br />
se refugió en las playas dormidas;<br />
y descansó de su andar interminable<br />
y continuó recogiendo<br />
la vida en el roquedal.<br />
Descubrió <strong>los</strong> ríos y las<br />
cintas fértiles de <strong>los</strong> valles; y aprendió a<br />
conducir las aguas hacia la tierra estéril<br />
y a cultivar las plantas útiles y a cuidar<br />
la tierra y a enriquecer las arenas con el<br />
limo del río; y siguió el río hasta sus<br />
fuentes y descubrió más agua en las<br />
alturas andinas...<br />
Aquel hombre descubrió el Perú<br />
hace unos veinte mil años.<br />
En el relato histórico de todas<br />
las culturas del orbe, se acepta<br />
que antes de que se comience a<br />
desarrollar la agricultura, el nivel<br />
tecnológico de cualquier grupo<br />
humano, del pasado o del<br />
presente, corresponde a un<br />
estrato universal común. En ese<br />
momento de su desarrollo cultural en el<br />
período pre-agrícola, no existen<br />
diferencias sustanciales entre el hombre<br />
de América y el de África, Europa o<br />
Asia. .<br />
Parece así que el hombre preagrícola<br />
llegó al área. andina hace
aproximadamente 20,000 años.<br />
Convivió con el pequeño caballo<br />
prehistórico, con el mastodonte, el<br />
milodonte y el megaterio y se<br />
enfrentó al esmilodón, aquel feroz<br />
tigre de colmil<strong>los</strong> de sable. El hombre<br />
andino de esa época vivía<br />
cazando la paleo-llama, una llama<br />
precursora, con toscas armas de piedra.<br />
De hace aproximadamente 10,000 años<br />
nos quedan las evidencias de ocupación<br />
humana en las cavernas de Lauricocha y<br />
Toquepala.<br />
Aunque el hombre preagrícola de<br />
Asia y Europa comenzó a diferenciarse<br />
culturalmente hace aproximadamente<br />
ocho mil años, las primeras indicaciones<br />
de desarrollo cultural se iniciaron en <strong>los</strong><br />
Andes solamente hace alrededor de seis<br />
mil años.<br />
De allí en adelante fueron apareciendo,<br />
en <strong>los</strong> sucesivos<br />
horizontes arqueológicos<br />
andinos, una serie de<br />
elementos culturales en el<br />
área agrícola y nutricional,<br />
cuya evolución y<br />
características describiremos<br />
aquí. El aspecto cronológico<br />
del desarrollo de estos elementos, sin<br />
embargo, cae totalmente dentro del<br />
marco de la prehistoria y, fuera de <strong>los</strong><br />
datos obtenidos a partir de métodos<br />
arqueológicos, no es infrecuente que el<br />
historiador se vea precisado a recurrir a<br />
la conjetura.<br />
17<br />
Solamente libros como <strong>los</strong><br />
de Vasilou, Candolle, Horkheimer,<br />
Engels y Duccio Bonavía nos<br />
ayudan a darle coherencia a nuestra<br />
visión del pasado nutricional del<br />
Perú.<br />
Sin temor a exagerar, puede<br />
decirse que casi todos <strong>los</strong> elementos<br />
tecnológicos que ostentó la Cultura Inca<br />
estuvieron ya presentes, en mayor o<br />
menor grado, en Culturas Paleo-<br />
Peruanas previas. A través del poderoso<br />
dominio político y cultural que <strong>los</strong> Incas<br />
ejercieron sobre todo el territorio<br />
peruano durante por lo menos cincuenta<br />
o sesenta años antes de que llegaran <strong>los</strong><br />
españoles (y mucho más largamente en<br />
las regiones umbilicales del Imperio),<br />
impusieron una universalización de la<br />
cultura peruana amalgamando<br />
tendencias y religiones locales y<br />
tratando de organizar el Imperio bajo un<br />
solo molde. Esto había sido<br />
ya intentado, con motivaciones<br />
quizá diferentes, por<br />
<strong>los</strong> impulsos culturales de<br />
Chavín y de Tiahuanaco-<br />
Huari lo que, en tres<br />
procesos independientes de<br />
transculturación, dio por<br />
resultado la Cultura PaleoPeruana cuya<br />
homogeneidad es solamente<br />
distorsionada en grado mínimo por variaciones<br />
en <strong>los</strong> esti<strong>los</strong> artísticos que<br />
individualizan las llamadas "Culturas<br />
locales" que son diversas tendencias,<br />
principalmente notorias
en el arte funerario.<br />
Ya sea porque <strong>los</strong><br />
Incas lo consideraron<br />
indispensable para<br />
obtener la total<br />
dominación política, o<br />
simplemente" porque<br />
conquistas de esta<br />
naturaleza implican no<br />
sólo el establecimiento de<br />
un imperialismo económico<br />
y militar sino<br />
también un imperialismo<br />
cultural, <strong>los</strong> cusqueños<br />
hicieron todo lo posible porque la<br />
historia de la cultura antes de su llegada<br />
al poder fuera despreciada, olvidada y<br />
sepultada en lo más oscuro de la<br />
prehistoria.<br />
En efecto, obliteraron hechos y<br />
destruyeron la verdad histórica a tal<br />
grado que, cuando <strong>los</strong> españoles<br />
llegaron al Perú, se les presentó un bello<br />
relato en el cual <strong>los</strong> Incas habían<br />
inventado todo lo útil al hombre (<strong>desde</strong><br />
el fútbol a la televisión, diríamos ahora)<br />
y habían rescatado a la población de un<br />
indescriptible caos social y de una vida<br />
de bestias.<br />
18<br />
Ni la cultura, ni la religión, ni el<br />
gobierno, ni la organización social, ni el<br />
arte, ni siquiera la agricultura o la<br />
textilería habían existido antes de <strong>los</strong><br />
Incas. El<strong>los</strong> eran <strong>los</strong> redentores de la<br />
humanidad, enviados por el Dios Sol y,<br />
como tales, debían ser<br />
respetados y honrados<br />
y ser agradecidos<br />
permanentemente.<br />
Y tuvieron tal<br />
éxito en su forma falaz<br />
de presentar la historia<br />
que no solamente convencieron a <strong>los</strong><br />
habitantes autóctonos y a <strong>los</strong> españoles,<br />
sino que influenciaron prácticamente a<br />
todos <strong>los</strong> historiadores occidentales<br />
hasta la última parte del siglo XIX,<br />
cuando <strong>los</strong> arqueólogos comenzaron a<br />
desenterrafla verdad.<br />
Por esta distorsión<br />
hermenéutica, no es fácil establecer<br />
claramente la cronología de algunos<br />
desarrol<strong>los</strong> tecnológicos en el Perú<br />
Antiguo; y el benevolente lector sabrá<br />
disculpar las inexactitudes en que pueda<br />
incurrir este autor.
Al finalizar el primer tercio del<br />
siglo XVI, llegaron <strong>los</strong> conquistadores<br />
españoles.<br />
Desde otra región del planeta<br />
llegó W1a nueva luz. El hombre de<br />
Génova había convertido su<br />
ensueño en otro ensueño y<br />
llegó al Caribe en un gran<br />
palacio que flotaba sobre las<br />
olas.<br />
Pero Colón murió en 1506, antes<br />
de imaginar siquiera al Perú. Recién en<br />
1532, Pizarro encontró y conquistó un<br />
Imperio... ¿Acaso un hombre diferente<br />
había realizado un descubrimiento<br />
diferente? Pizarro había encontrado,<br />
para <strong>los</strong> europeos, una nueva tierra. Es<br />
verdad. Había conquistado un Imperio.<br />
También es verdad. Pero, con todos sus<br />
grandes méritos, Pizarro y <strong>los</strong> suyos no<br />
lograron descubrir realmente el Perú.<br />
Simplemente, encontraron el<br />
Perú. La cultura del Perú fue pisoteada;<br />
su religión, abolida; la nobleza,<br />
degradada; <strong>los</strong> conocimientos de sus<br />
sabios, despreciados...<br />
Lo que pasó en esos tiempos<br />
trágicos, heroicos y dolorosos, está cien<br />
veces relatado en todos <strong>los</strong> esti<strong>los</strong> y no<br />
ha de repetirse aquí. Pero es importante<br />
LA INVASIÓN EUROPEA<br />
19<br />
enfatizar que la Conquista del Perú,<br />
como la de México y la de Yucatán, no<br />
fue una simple invasión de fuerzas<br />
extranjeras en un arranque imperialista<br />
de dominación militar y económica.<br />
Fue, en realidad, una brutal marejada de<br />
nuevos conocimientos, de<br />
nuevos elementos culturales,<br />
de nuevos dogmas religiosos,<br />
de toda una nueva cosmovisión<br />
que debió remecer en lo más<br />
profundo de sus raíces a la<br />
cultura americana. Mirándolo bien, sólo<br />
podemos darnos una visión aproximada<br />
de lo que aquí pasó, si recurrimos<br />
imaginativamente a situaciones<br />
similares en la literatura de ficción<br />
científica, cuando una civilización de<br />
otra galaxia invade nuestro planeta. ¡La<br />
brusca y sorpresiva constatación de que<br />
mas allá de nuestro mundo conocido<br />
existe una civilización poderosa que ha<br />
decidido invadimos!. La llegada de<br />
seres extraños, blancos, barbados con<br />
armas terriblemente poderosas...<br />
La destrucción de nuestras instituciones,<br />
de nuestros temp<strong>los</strong>, de<br />
nuestras deidades... La llegada de<br />
animales nunca antes vistos -el caballo,<br />
el perro mastín, la vaca, el burro, el<br />
gato, la gallina- de comidas jamás<br />
imaginadas; de árboles, flores, plantas y<br />
frutas de un exotismo inverosímil... De<br />
lenguajes crípticos... de músicas<br />
extrañas... de costumbres raras... el<br />
cañón, la armadura, el
arcabuz, la espada... la guitarra, el<br />
violín, el arpa... el arco, la bóveda, la<br />
cúpula, el ladrillo, la cal... El vidrio, la<br />
loza, la imprenta, la navegación...<br />
El impulso conquistador fue<br />
imparable, más por el monstruoso<br />
impacto cultural que por la fuerza de las<br />
armas. Desde el punto de vista<br />
tecnológico, el desequilibrio fue enorme<br />
entre <strong>los</strong> que aquí vivían y <strong>los</strong> que<br />
llegaban. Entre <strong>los</strong> recién venidos y <strong>los</strong><br />
recién vencidos. Ya pesar de que la<br />
cultura autóctona había llegado a muy<br />
20<br />
elevado sitial en su desarrollo aislado; a<br />
pesar de que la cultura invasora pudo<br />
después aprovechar algunos de <strong>los</strong><br />
logros de sus víctimas, <strong>los</strong> peruanos<br />
tuvieron que sucumbir.<br />
En esta ocasión no vamos a<br />
ocupamos sino muy someramente, y<br />
cuando sea indispensable, de la historia<br />
del desarrollo tecnológico de aquella<br />
cultura invasora. Para presentar un<br />
panorama de la transcu1turación,<br />
mostraremos algunos ejemp<strong>los</strong> de cómo<br />
fueron traídos a nuestras playas <strong>los</strong><br />
recursos nutricionales foráneos. No<br />
todos llegaron en la punta de la espada.<br />
Y también describiremos la historia de<br />
<strong>los</strong> aportes alimenticios peruanos a la<br />
cultura universal. Son muchos, y<br />
cambiaron también radicalmente el<br />
mundo de <strong>los</strong> invasores.
Durante el período colonial, la<br />
transferencia de la tecnología y el desarrollo<br />
y penetración de la ciencia<br />
foránea tuvieron lugar<br />
ante la sumersión de la<br />
tecnología y la cultura<br />
indígena que se refugiaron<br />
en <strong>los</strong> estratos más<br />
<strong>oscuros</strong> de la sociedad<br />
dominada.<br />
A pesar del mestizaje;<br />
a pesar de la<br />
transculturización incipiente, se abrió de<br />
inicio una brecha insalvable. Cultura,<br />
raza, tradiciones, cosmovisión integral,<br />
intereses dispares. Brecha profunda,<br />
oscura, abismal que por cinco sig<strong>los</strong> ha<br />
separado la cultura indígeno-mestiza de<br />
la cultura occidental. Porque <strong>los</strong> recién<br />
llegados no lograron descubrir realmente<br />
ese Perú que habían conquistado<br />
militarmente.<br />
No lograron descubrir las verdaderas<br />
riquezas de esa nación que<br />
habían violado cruelmente. No<br />
descubrieron de inmediato muchos de<br />
sus productos naturales ni<br />
su arte ni su religión ni su<br />
equilibrada convivencia<br />
con la naturaleza. La<br />
codicia de quienes habían<br />
encontrado al Perú en su<br />
afán de conquista no les<br />
permitió descubrir al inicio<br />
toda la enorme riqueza de esa gran<br />
comunidad agraria con la que habían<br />
tropezado. Era la época. Era el sino<br />
histórico de aquel<strong>los</strong> años. El hombre<br />
que llegó de ultramar acababa de luchar<br />
21<br />
en las Cruzadas; acababa d, expulsar a<br />
<strong>los</strong> árabes de su territorio; venía de recuperar<br />
con la cruz y con la espada su<br />
identidad nacional; de sacudir<br />
violentamente un yugo de<br />
sig<strong>los</strong> y estaba imponiendo<br />
su fe religiosa en <strong>los</strong> confines<br />
del mundo. Y cuando llegó al<br />
Perú quería oro, oro, oro.<br />
Rascó con la uña la<br />
superficie del Imperio<br />
conquistado y encontró tanta<br />
plata y tanto oro que no logró<br />
descubrir las verdaderas riquezas que<br />
estaban en <strong>los</strong> campos y en las mentes<br />
de esa gran comunidad agraria que<br />
había avasallado.<br />
Algunos productos de la nueva<br />
tierra fueron llevados a España como<br />
ejemp<strong>los</strong> exóticos de un Nuevo Mundo,<br />
extraño y fabu<strong>los</strong>o. Casi doscientos<br />
años después de la muerte de Pizarro, la<br />
papa fue finalmente "descubierta" por<br />
<strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> europeos tras un torbellino<br />
de hambrunas. Un siglo y medio tuvo<br />
que pasar para que <strong>los</strong> médicos europeos<br />
"descubrieran" la quina, la<br />
corteza peruana que, al<br />
derrotar a la malaria, salvó a<br />
Roma y a Londres de una<br />
destrucción cierta y permitió<br />
después la conquista del<br />
Mississippi y la construcción<br />
del Canal de Panamá. Tres<br />
sig<strong>los</strong> pasaron antes de que el hombre<br />
de occidente aceptase en su mesa al<br />
tomate.
Muchos, muchos años transcurrieron<br />
antes de que <strong>los</strong> primeros botánicos<br />
españoles llegaran al Perú para<br />
realmente comenzar a descubrir la<br />
riqueza de plantas nutritivas y<br />
medicinales de esta parte del mundo.<br />
Moría ya el siglo XVIII cuando algunos<br />
naturalistas lograron obtener permiso<br />
para venir al Perú. Hasta entonces, muy<br />
escasos científicos de sotana pudieron<br />
investigar nuestra flora y fauna<br />
nutricional. Era territorio prohibido para<br />
quienes no eran súbditos de España; y<br />
<strong>los</strong> nacionales que se atrevían a<br />
cuestionar <strong>los</strong> conceptos aceptados y<br />
consagrados sobre las leyes de la<br />
naturaleza, eran prontamente<br />
controlados por las rígidas autoridades<br />
religiosas y seglares.<br />
Como trueque del oro y de la plata<br />
que del Perú fueron a socorrer las<br />
agotadas reservas financieras de la<br />
Corona Española, llegaron al Perú<br />
muchos nuevos<br />
productos agrícolas que<br />
el labriego peruano<br />
pronto aprendió a<br />
cultivar. La caña de<br />
azúcar... el olivo... las<br />
frutas bíblicas (higo,<br />
dátil, vid, granada)... el<br />
trigo... el arroz... la cebada... la cebolla<br />
y la zanahoria... y muchos frutos<br />
nuevos... y <strong>los</strong> vacunos y <strong>los</strong> ovinos y la<br />
gallina y sus productos... y el español y<br />
su esclavo africano trajeron nuevos<br />
saborizantes y nuevas formas de<br />
preparar <strong>los</strong> alimentos.<br />
Pasados tres sig<strong>los</strong>, <strong>los</strong> des-<br />
23<br />
cendientes de <strong>los</strong> conquistadores, no <strong>los</strong><br />
indígenas nativos, lograron sacudirse de<br />
las cadenas que habían mantenido al<br />
Perú bajo el yugo español. Ante la<br />
formación de una nueva nacionalidad<br />
que afloró pujante pero desordenada<br />
hace ciento sesenta años, una nueva ola<br />
de cambios preparó a la nación peruana<br />
para la llegada de nuestro siglo.<br />
La "libertad", así entre comillas,<br />
llegó al Perú con la independencia<br />
respecto a España. Pero fue entre comillas<br />
porque solamente era una realidad<br />
global en el aspecto político. El<br />
indígena, poblador autóctono y mayoritario,<br />
y el africano, esclavo importado,<br />
no se beneficiaron directamente<br />
de las ventajas de aquella "libertad"<br />
que ondeó en bandera bicolor<br />
para la visión macroeconómica y<br />
macropolítica.<br />
El esclavo siguió siendo esclavo y<br />
el siervo indígena siguió<br />
"largo tiempo oprimido".<br />
A la mitad del siglo XIX,<br />
el africano, que junto a<br />
<strong>los</strong> moros había metido<br />
sus manos morenas en el<br />
menú nacional, fue<br />
lanzado bruscamente a<br />
<strong>los</strong> riesgos de la libertad<br />
y abandonó <strong>los</strong> campos-creando un<br />
vacío laboral que hirió gravemente a la<br />
agricultura. La crisis del agro pudo ser<br />
conjurada a medias con la importación<br />
de labradores chinos bajo contratos que<br />
disfrazaban mal una nueva forma de<br />
esclavitud, y <strong>los</strong> miles de "coolíes"<br />
llegaron a nuestras
tras costas trayéndonos nuevos<br />
conceptos que invadieron nuestra cocina,<br />
influenciando en el desarrollo de la<br />
gastronomía y de la nutrición.<br />
De estas cuatro grandes raíces, la<br />
indígena, la española, la africana y la<br />
surgió el robusto tronco de la cocina<br />
peruana que aquí describisnos Vinieron<br />
después ideas sueltas de Italia, de la<br />
24<br />
India, de Franda, de Escandinavia, del<br />
Japón... Se incorporaron al follaje<br />
de nuestra gastronomía y ahora nuestra<br />
cocina goza de bien ganada fama. En la<br />
huella histórica de su evolución quedan<br />
atrás, buscando el olvido, <strong>los</strong> dolores y<br />
crueldades de la transculturación.
Como en todas las culturas primitivas<br />
del orbe, el antiguo habitante de<br />
nuestros países andinos, apenas llegado<br />
a su nuevo territorio, se dedicó a<br />
desarrollar las incipientes técnicas que<br />
había traído con objeto de obtener<br />
alimento.<br />
En su primitivismo<br />
preagrícola y en su condición<br />
de nómada, recolectaba<br />
algunos vegetales comestibles<br />
y se dedicaba<br />
permanentemente a la caza.<br />
Desde el punto de vista<br />
climático, el Perú de<br />
entonces ofrecía excelentes condiciones<br />
para ello. En la costa y la sierra había<br />
venados oluichus (Odocoileus<br />
virginianus), ciervos o tarucas<br />
(Hippocamelus anisensis), llamas<br />
(Lama glama), guanacos (Lama<br />
guanaco), vicuñas (Vicugna vicugna),<br />
vizcachas (Lagidium peruvianun inca),<br />
aun en las zonas mas altas, tales como<br />
Lauricocha. Había muchas aves<br />
comestibles. Entre estas estaban: el<br />
hayno (Fulica ardeiaca), la huachhua<br />
(Cheophaga melanopetera), la<br />
jarhuahasaca (Fulica americana, F.<br />
peruviana), la parihuana<br />
(Phóenicopterus ruber chilensis), el<br />
pato-jerga (Anas georgica spiniacauda),<br />
la polla de agua (Gallinula chiropus<br />
germani), el pato silvestre (Carina<br />
moschata), el tsuchopato (Ana s<br />
flavirosis oxyptera), el yacututu<br />
(Oxyura jamaicensis ferrugineus), el<br />
EL REGALO DE VIRACOCHA<br />
25<br />
yacuchullush (Podiceps chilensis<br />
morrisoni),la yucsa (Anas versicolor<br />
puna), el zambullidor blanquillo<br />
(Podiceps occipitalis juninensis) y otros<br />
más que no mencionamos para no<br />
cansar al lector con <strong>los</strong> nombres de<br />
palomas, tórtolas y perdices. En as<br />
grutas de Toquepala, cuyas<br />
invalorables pinturas<br />
rupestres han sido ahora<br />
completamente destruidas<br />
por <strong>los</strong> depredadores, podía<br />
verse al cazador paleolítico<br />
rodeado de sus víctimas.<br />
Y al otro lado de <strong>los</strong><br />
enormes macizos nevados de <strong>los</strong> Andes,<br />
en las selvas impenetrables, había muchos<br />
otros mamíferos que excitaban el<br />
instinto carnívoro del cazador: el<br />
sachavaca (Tapirus terrestris), <strong>los</strong> venados<br />
de selva (Mazama sp.) el sajino y<br />
la guangana (Tayassu sp.), el majaz<br />
(Agouti sp.), <strong>los</strong> cuadrumanos (Ateles<br />
paniscus, Lagathrix sp.), el ronsoco<br />
(Hidrochaerus sp.)... yen el río, el bufeo<br />
(Inica geoggrensis), el manatí<br />
(Tricherus inanguis)... y las tortugas<br />
diversas y <strong>los</strong> batracios comestibles... y<br />
cientos de peces: paiche (Arapaima<br />
gigas), sabalo (Brucon sp.) palometa<br />
(My<strong>los</strong>soma), tucunaré (Cicla<br />
ocelaris)... y las ayes de selva: paujil<br />
(Mitu sp.), pucacunga (Penelope<br />
jacquaca), pava de monte (Pepila<br />
cumaneusis)...
Es lo más probable que,<br />
<strong>desde</strong> un comienzo, el<br />
cazador paleoandino haya<br />
marchado a sus aventuras<br />
acompañado de su perro.<br />
Todo animal cazador tiene<br />
un pseudo-parásito que lo<br />
acompaña, y a veces lo<br />
ayuda, con objeto de aprovechar las<br />
sobras y <strong>los</strong> desechos. Elléon a la hiena;<br />
el tiburón, a su pez piloto; el cocodrilo,<br />
a su pajarillo mondadientes... El perro,<br />
<strong>desde</strong> muy temprano en la prehistoria,<br />
decidió acompañar a ese hábil bípedo<br />
que sabía cazar tan exitosamente. Si<br />
algo hemos de decir, podríamos ironizar<br />
que fue el perro el que domesticó al<br />
hombre y <strong>desde</strong> entonces vive a<br />
expensas de él. Un amigo fiel de<br />
muchos sig<strong>los</strong>, el perro vino al Ande<br />
con el hombre <strong>desde</strong> las lejanas tierras<br />
asiáticas. Pero esto debió<br />
ocurrir muy temprano en<br />
la prehistoria, porque<br />
existen razas especiales<br />
que son típicas de nuestra<br />
región. El Canís íngae es el antiguo<br />
alcco de <strong>los</strong> quechuas o el anokaro de<br />
<strong>los</strong> aimaras. Hay varios tipos, unos con<br />
pelo y otros lampiños, unos de nariz<br />
puntiaguda y otros de hocico chato. Hay<br />
quien afirma que el perro lampiño es el<br />
Canís caraíbícus, proveniente de<br />
México y del Caribe. Pero hay quien<br />
rechaza tal teoría ocasionando no poca<br />
confusión por lo que dejamos el tema<br />
para tratarlo en otra oportunidad. En<br />
una discusión sobre la nutrición<br />
Paleoandina no solamente<br />
26<br />
mencionamos al perro como el<br />
ayudante del hombre sino también<br />
como fuente de alimento<br />
ya que su carne era consumida<br />
por algunos grupos, especialmente<br />
por <strong>los</strong> antiguos<br />
Huancas.<br />
Esto, que es relatado de segunda<br />
fuente en las crónicas de la Conquista,<br />
era mucho mas común entre <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong><br />
mexicanos, donde el perro era<br />
engordado para su consumo en platil<strong>los</strong><br />
muy apreciados por la nobleza.<br />
Desde un principio, las armas de<br />
caza consistían en flechas, dardos y<br />
lanzas con puntas de pedernal o de<br />
obsidiana, así como hondas para lanzar<br />
piedras. El uso de redes para cazar<br />
pájaros o para rodear mamíferos tan<br />
grandes como el venado<br />
apareció en algún momento<br />
y ya lo muestra en todo su<br />
desarrollo el dibujo<br />
mochica. La caza de aves y<br />
animales pequeños se realizaba con el<br />
"liwí", que era una especie de boleadora<br />
pequeña que enredaba a la víctima<br />
inmovilizándola. Otra forma de cazar<br />
las aves pequeñas era mediante mezclas<br />
pegajosas embadurnadas en las ramas<br />
cercanas a las fuentes alimenticias,<br />
así como lazos estáticos que<br />
entrampaban el cuello del ave cuando<br />
ésta se acercaba a comer el cebo.<br />
Más sobre armas de caza podemos<br />
intuir de las armas de gue
a, pues muchas de estas últimas<br />
fueron dedicadas a fines<br />
pacíficos en épocas de<br />
tranquilidad.<br />
Organizado ya el andino<br />
antiguo en comunidades numerosas,<br />
se desarrolló la técnica<br />
del "chaco", que consistía en<br />
rodear con un cordón humano un<br />
amplio terreno; y con tambores,<br />
trompetas y otros objetos<br />
ruidosos iban estrechando<br />
progresivamente el cerco sin<br />
dejar escapar ningún animal<br />
aprovechable. Al final, la multitud de<br />
víctimas atrapadas era fácilmente presa<br />
de <strong>los</strong> verdugos que terminaban la<br />
faena. El "chaco" era una técnica muy<br />
usada en el tiempo de <strong>los</strong> Incas, y <strong>los</strong><br />
españoles fueron testigos del éxito de<br />
estas grandes cacerías que tenían como<br />
fin proveer con carne seca y salada <strong>los</strong><br />
bien atendidos depósitos de alimentos<br />
en todo el Imperio.<br />
27<br />
.. La caza y la recolección de<br />
alimentos vegetales así como de<br />
mariscos de <strong>los</strong> lagos y arrecifes<br />
costeños, implican un primer<br />
desarrollo tecnológico. Para el<br />
éxito de estas actividades, era<br />
necesario cierto grado de<br />
conocimiento sobre las costumbres<br />
de <strong>los</strong> animales, la<br />
determinación de <strong>los</strong> lugares<br />
donde crecían <strong>los</strong> vegetales<br />
buscados y las estaciones en que<br />
éstos aparecían así como sus<br />
cualidades alimenticias o tóxicas<br />
y, en las costas y riberas, las técnicas de<br />
recolección de <strong>los</strong> productos sedentarios<br />
del mar y <strong>los</strong> lagos.<br />
La recolección de mariscos en<br />
playas y arrecifes juega un rol muy<br />
importante en la historia de la humanidad.<br />
Hay antiquísimos basurales de<br />
conchas (concha1es) en todas las costas<br />
de América y el estudio de el<strong>los</strong> es una<br />
fuente inagotable para la historia de<br />
nuestros pueb<strong>los</strong>. En la costa andina se<br />
encuentran en estos depósitos <strong>los</strong> restos<br />
de una gran variedad de concluts,<br />
almejas (Semele sp.), machas<br />
(Mesddesma sp.) choros (Mytilus sp.,<br />
Choromytilus sp.), “senorita” (Pecten<br />
sp., Argopecten sp.), chanques<br />
(Concholepas sp.), navajas. (Solen sp.),<br />
caracoles (Sbombus sp., Hexaplex sp.),<br />
así canto diversas especies de erizos,<br />
pulpos, cangrejos y algas comestibles. .<br />
En todas las civilizaciones primitivas<br />
del mundo, <strong>los</strong> conchales
indican la primera vía hacia la<br />
sedentarización. Al encontrar<br />
en el roquedal un depósito de<br />
alimentos vivos, el nómada<br />
detiene su peregrinaje y<br />
cambia sus costumbres. Por lo<br />
tanto, el conchal resulta un<br />
elemento cultural que predice la<br />
aparición de la agricultura; y, <strong>desde</strong><br />
luego, predice la aparición de la pesca.<br />
El andino antiguo vivió pronto en<br />
contacto con el mar y con <strong>los</strong> lagos.<br />
Aún las civilizaciones de las altas<br />
cumbres de <strong>los</strong> Andes consideraban <strong>los</strong><br />
productos del mar como delicados<br />
alimentos que codiciaban reyes, nobles<br />
y sacerdotes. Muy temprano aparecen<br />
también <strong>los</strong> venenos de pesca entre <strong>los</strong><br />
cuales el barbasco, de acuerdo al Padre<br />
Cobo, fue utilizado con este fin <strong>desde</strong><br />
tiempos inmemoriales. Esta sustancia,<br />
extraída de plantas de <strong>los</strong> géneros<br />
Lonchocarpus y Tephrosia, ha sido<br />
modernamente incorporada a la<br />
civilización como un insecticida<br />
29<br />
poderoso, debido a su activo<br />
alcaloide llamado rotenona.<br />
Aunque no hay evidencias<br />
de que <strong>los</strong> antiguos<br />
andinos hayan sido grandes<br />
navegantes, utilizaban embarcaciones<br />
diversas para pescar en las<br />
inmediaciones de la costa. Eran del tipo<br />
que ahora se conoce como "caballitos"<br />
y, como hoy, eran confeccionadas con<br />
tal<strong>los</strong> de totora (Scirpus americanus y<br />
Scirpus califomicus), lo que les daba<br />
una notoria flotabilidad solamente<br />
compartida por otras embarcaciones<br />
hechas a base de "palo de balsa"<br />
(Ochroma lagopus) que también siguen<br />
siendo usadas por nuestros pescadores<br />
primitivos contemporáneos. Además,<br />
para mejorar la flotabilidad de sus<br />
embarcaciones, o como ayuda a <strong>los</strong><br />
nadadores, se utilizaban odres llenos de<br />
aire, confeccionados con piel de lobos<br />
de mar (Arctocephalus australis) que<br />
eran cazados a mazazos no solamente<br />
para aprovechar su piel y su carne, sino<br />
para utilizar con fines medicinales y<br />
mágicos <strong>los</strong> "bezoares" que existen en<br />
el aparato digestivo. Se consideran<br />
bezoares, aunque no lo son en el estricto<br />
sentido de la palabra. Son piedras<br />
deglutidas. Ese es el significado de <strong>los</strong><br />
pequeños objetos redondeados que se<br />
ven en <strong>los</strong> dibujos mochicas que<br />
representan la caza del lobo marino.<br />
Hacer aquí una lista de las muchas<br />
especies de peces que pueblan
nuestro riquísimo mar, sería ocioso.<br />
Desde siempre, el peruano antiguo<br />
consumió el pescado crudo o cocido,<br />
hervido, asado, tostado, seco, cocinado<br />
bajo tierra, en sopas y locros.<br />
Las ballenas de distintas especies, muy<br />
abundantes en el litoral andino, no<br />
fueron objeto de caza pero su carne era<br />
bien utilizada cuando varaban en las<br />
playas. Sus grandes huesos fueron<br />
usados muy tempranamente por <strong>los</strong><br />
pueb<strong>los</strong> costeños para reforzar el<br />
armazón de sus chozas y habitaciones.<br />
Con el sedentarismo y el nacimiento de<br />
la agricultura apareció también la<br />
domesticación de animales y el<br />
pastoreo. Los auquénidos, al principio<br />
objetos de caza, resultaron pronto<br />
animales domésticos ideales para el<br />
antiguo peruano. Proporcionaban no<br />
solamente carne, cuero y lana sino,<br />
además, fibras para coser mediante sus<br />
tendones, abono y material combustible<br />
mediante su estiércol, y huesos para<br />
hacer toda clase de<br />
utensilios.<br />
Además, la<br />
utilidad de la llama<br />
como bestia de carga<br />
aligeró no poco las<br />
tareas del hombre que cada día se hizo<br />
más sedentario y se dedicó a mejorar<br />
sus conocimientos y su tecnología.<br />
Los antiguos andinos nunca<br />
utilizaron como alimento la leche de sus<br />
animales domésticos. Se duda también<br />
31<br />
que hayan utilizado frecuentemente <strong>los</strong><br />
huevos de ningún ave de corral. Quizás<br />
de <strong>los</strong> patos. Los huevos de las aves<br />
silvestres no eran tampoco frecuentes en<br />
la mesa peruana precolombina.<br />
Estos hechos han sido<br />
interpretados en diversas formas. Una<br />
explicación ofrecida por Horkheimeres<br />
que la marcada tendencia paleoandina<br />
por el matriarcado hacía que las<br />
hembras de todos <strong>los</strong> animales fuera<br />
protegidas, tanto en lo que se refiere al<br />
ordeñamiento como a la utilización de<br />
sus huevos. Pero<br />
quizá no es<br />
necesario ir tan alto<br />
en nuestras<br />
interpretaciones. La<br />
gallina, tal como la<br />
conocemos y<br />
empleamos, hoy, no fue conocida en el<br />
Perú Antiguo. Aún cuando llegó a<br />
Europa traída de Asia, produjo sorpresa<br />
y admiración ver un ave que pusiera un<br />
huevo casi diariamente, dando así una<br />
sobreproducción de un elemento cuyo<br />
número resultaba por eso superfluo
y dejaba de ser indispensable<br />
para la propagación de la<br />
especie. Todas las otras aves,<br />
o por lo menos todas las aves<br />
andinas, ponen un corto<br />
número de huevos en determinada<br />
época del año, y<br />
dependen de esto para mantener vivo su<br />
género. La interferencia con el proceso<br />
reproductivo de plantas y animales<br />
útiles siempre ha sido prohibida entre<br />
<strong>los</strong> grupos humanos que se benefician<br />
de el<strong>los</strong>. Aun el cazador primitivo<br />
respeta a la hembra preñada y el<br />
agricultor mas ignorante respeta la<br />
semilla. Por otro lado, <strong>los</strong> auquénidos<br />
no son grandes productores de leche, lo<br />
que debe agregarse al hecho de que <strong>los</strong><br />
niños del Antiguo Perú no eran<br />
alimentados con "leche de bestias" por<br />
razones ligadas más a la superstición y a<br />
la magia que a motivaciones utilitarias.<br />
Es importante recordar que la<br />
ausencia de leche y de huevos en la<br />
dieta del antiguo peruano no interfirió<br />
con un buen estado nutricional. El niño<br />
tomaba la leche materna hasta <strong>los</strong> dos<br />
años y de allí en adelante recibía la<br />
misma alimentación que un adulto.<br />
Alguien dice por ahí que esa es<br />
la razón por la que, genéticamente, la<br />
raza indígena no acumula cantidades<br />
33<br />
excesivas de colesterol. Vaya<br />
usted a averiguar...<br />
Otra fuente de<br />
proteínas animales en la<br />
alimentación paleoandina fue<br />
el cuy o cobayo (Cavia<br />
cobaya, C porcellus), domesticado muy<br />
tempranamente también y que continúa<br />
constituyendo un importante elemento<br />
en la alimentación de nuestros pueb<strong>los</strong>.<br />
No hay ninguna duda de que su origen<br />
como animal doméstico fue el Ande<br />
precolombino. Pero su introducción a<br />
<strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> de habla inglesa se hizo por<br />
la vía del tráfico de esclavos <strong>desde</strong> la<br />
costa de Guinea, razón por la cual es<br />
también conocido con el nombre de<br />
cochinillo de Guinea (Guinea pig),<br />
homónimo de cochinillo de Indias.<br />
En fin, Viracocha, el Creador<br />
del Mundo, Dios Omnipotente e<br />
Invisible, regaló al antiguo peruano todo<br />
lo que necesitaba para su supervivencia<br />
y le dio una tierra fértil, ávida de la<br />
mano del hombre. Pachamama, la Madre<br />
Tierra, esperaba por largos sig<strong>los</strong><br />
que el hombre se acercara a ella con la<br />
caricia de sus manos y el sudor de su<br />
frente. Ella le daría pronto su ansiada<br />
recompensa.
Entre las pocas afirmaciones<br />
concretas que puede hacerse en la<br />
antropología cultural, una de las más<br />
conocidas es que "no puede existir alta<br />
cultura sin una forma evolucionada de<br />
agricultura".<br />
No existe una idea exacta del<br />
momento en que nació la agricultura en<br />
el área andina. Diversos autores<br />
mencionan que en algunos basurales<br />
muy antiguos se encuentran plantas<br />
cultivadas dejadas ahí por habitantes<br />
sedentarios de la costa hace alrededor<br />
de seis mil años; en la costa están<br />
ubicados arqueológicamente <strong>los</strong> focos<br />
más antiguos de cultivo que se conocen<br />
en el Perú.<br />
Como en todos <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong><br />
primitivos del orbe, la agricultura<br />
andina comenzó con la disminución del<br />
nomadismo; y, como hemos visto más<br />
arriba, <strong>los</strong> sitios más frecuentes para<br />
iniciar costumbres sedentarias son las<br />
playas y <strong>los</strong> arrecifes donde abundan <strong>los</strong><br />
EL HOMBRE Y LA TIERRA<br />
34<br />
mariscos -una forma de alimento que es<br />
fácil presa del buscador de sustento.<br />
La agricultura no surge en el<br />
conocimiento humano como una<br />
respuesta al acicate del hambre. Cuando<br />
un hombre está hambriento no puede<br />
esperar a que las plantas crezcan, se<br />
desarrollen, florezcan y fructifiquen.<br />
Tiene que calmar el hambre propia y de<br />
<strong>los</strong> suyos: caza, pesca o recolecta. Por<br />
eso, la tecnología agrícola es un logro<br />
humano que aparece solamente cuando<br />
un pueblo primitivo llega a convertirse<br />
en sedentario. Y el sitio ideal de nacimiento<br />
de la agricultura es en la<br />
desembocadura de <strong>los</strong> ríos. Allí hay<br />
playas suaves, hay frecuentemente<br />
arrecifes, hay áreas de limo fértil y<br />
húmedo donde puede iniciarse el esfuerzo<br />
agrícola. (Debemos decir<br />
también que, para mala suerte de <strong>los</strong><br />
arqueológos, la desembocadura de un<br />
río es el peor sitio para la conservación<br />
de huellas de ocupación del hombre<br />
antiguo).<br />
Sin que intentemos ser dogmáticos,<br />
estudios respaldados por diversas<br />
escuelas antropológicas nos permiten<br />
asegurar con cierto grado de<br />
razonabilidad que el primer esfuerzo<br />
agrícola que realizó el hombre primitivo<br />
en el Perú es precisamente la<br />
"agricultura de avenida" o "agricultura<br />
de aluvión", cuya tecnología aparece en
la aurora andina a diferencia de la<br />
agricultura Maya, que se inició con una<br />
"agricultura de secano", o sea a base de<br />
las lluvias de las selvas. La agricultura<br />
peruana se inició en el limo humedecido<br />
dejado por el río crecido. Después, en<br />
épocas posteriores, y de acuerdo a las<br />
necesidades comunitarias de ampliar las<br />
áreas de cultivo, apareció la "agricultura<br />
de regadío".<br />
Por la ausencia de mayores datos<br />
de cronología arqueológica, es muy<br />
difícil precisar la fecha en la que el<br />
cultivo pasó de una etapa de "agricultura<br />
de avenida" a la "agricultura de<br />
regadío" a base de canales y bocatomas.<br />
Desde luego, éste debió ser un<br />
proceso heterogéneo e irregular, con<br />
zonas y épocas distintas donde el<br />
progreso aparecía. Pero, lentamente, el<br />
peruano antiguo fue transformándose en<br />
un experto agricultor cuya tecnología<br />
sobrepasó <strong>los</strong> éxitos de muchos otros<br />
pueb<strong>los</strong> del orbe. Esto requirió un<br />
esfuerzo continuo y prolongado; y a<br />
través de largos sig<strong>los</strong>, el hombre<br />
dominó la tierra mediante la cuidadosa<br />
observación del ciclo vital de las<br />
plantas, de la necesidad, uso y mal uso<br />
del agua, de la utilización de<br />
fertilizantes, del control de insectos,<br />
aves y otras pestes, de la determinación<br />
útil del tiempo de cosecha, de la<br />
acumulación, almacenamiento y<br />
protección de <strong>los</strong> productos agrícolas,<br />
de la domesticación y el<br />
perfeccionamiento genético de <strong>los</strong><br />
35<br />
vegetales útiles, etc.<br />
Aunque parece ser que <strong>los</strong><br />
grandes canales de irrigación se<br />
construyeron durante el llamado<br />
Horizonte Medio, es decir, en relación<br />
con el segundo impulso unificador de la<br />
Cultura PaleoPeruana (el influjo Huarlliahuanaco<br />
que se inició en el siglo Vil<br />
de nuestra era), es imposible establecer<br />
con ningún grado de aproximación el<br />
orden cronológico con que fueron<br />
apareciendo <strong>los</strong> diversos métodos de<br />
irrigación por medio de surcos, acequias,<br />
canales, utilización de aguas<br />
subterráneas, transporte subterráneo de<br />
aguas, etc. La majestuosidad, amplitud,<br />
exactitud de trazo y efectividad de <strong>los</strong><br />
antiguos canales de irrigación en el Perú<br />
provocan ciertamente admiración aun<br />
entre <strong>los</strong> técnicos modernos. En este<br />
sentido, debemos referir a <strong>los</strong> interesados<br />
a <strong>los</strong> excelentes estudios de<br />
Regal, Kosok, Horkheimer, Zegarra,<br />
Ravines, Moseley y otros. Algunas de<br />
estas monumentales obras de irrigación<br />
cuentan con canales de 400 a 500 millas<br />
de largo (Markham)
y ya Garcilaso nos refiere la construcción<br />
de vías de agua de una longitud<br />
¡de 150 a 200 leguas!.<br />
La red de canales subterráneos<br />
de las pampas de Nasca, aunque no tan<br />
espectacular como <strong>los</strong> gigantescos<br />
geoglifos, despierta la admiración de<br />
<strong>los</strong> técnicos hidrológicos actuales.<br />
La utilización del agua<br />
subterránea mediante pozas de<br />
captación y filtraciones, según<br />
Róger Ravines, aparece en el<br />
Antiguo Perú<br />
aproximadamente por el siglo<br />
VI A.c. Estas pozas de cultivo<br />
eran llamados malea-malea en la Costa<br />
Central y jagueyes o jaguayes en la<br />
Costa Norte. Algunas de esas hoyas<br />
tenían cien o doscientos pasos de<br />
diámetro. Existieron a lo largo de toda<br />
la Costa. Las más famosas son las de<br />
Gúlca donde aún se utilizan.<br />
Muy temprano también apareció<br />
la técnica de modificar la superficie del<br />
terreno cultivado, especialmente en las<br />
laderas de <strong>los</strong> cerros, con objeto de<br />
aprovechar mejor el agua de regadío<br />
evitando al mismo tiempo la erosión.<br />
Las enormes extensiones cubiertas de<br />
"lucres", andenes o terrazas de cultivo,<br />
que todavía pueden admirarse en las<br />
quebradas andinas, muchas de ellas aún<br />
en pleno uso después de muchos sig<strong>los</strong><br />
de existencia, son la más clara<br />
expresión de la habilidad del agricultor<br />
paleoperuano para aprovechar hasta el<br />
37<br />
último palmo de terreno cultivable.<br />
A esta obra de modificación de<br />
la orografía hay que agregar la frecuencia<br />
con la que esos andenes eran<br />
rellenados con tierra fértil transportada<br />
<strong>desde</strong> grandes distancias para mejorar el<br />
rendimiento de tos cultivos, lo que<br />
implica un Conocimiento útil de la<br />
composición de <strong>los</strong> sue<strong>los</strong>.<br />
Las andenerías son, en muchos<br />
casos, una expresión de sofisticada<br />
ingeniería hidráulica.<br />
Algunas veces el drenaje,<br />
aparentemente exagerado en un<br />
comienzo, se realizaba<br />
mediante verdaderas galerías<br />
formadas con lajas que descansaban<br />
sobre el suelo permeable.<br />
Otras veces la pared de <strong>los</strong> andenes<br />
era doble, rellena de piedras, para<br />
facilitar la circulación del agua; y no era<br />
poco común encontrar que <strong>los</strong> canales<br />
de las terrazas tenían una inclinación<br />
especial que permitía el<br />
aprovechamiento máximo del agua y al<br />
mismo tiempo daba a <strong>los</strong> agricultores<br />
un fácil medio de comunicación<br />
acústica.<br />
Diversos estudios han comprobado,<br />
por otro lado, que la distribución<br />
de <strong>los</strong> cultivos en las terrazas tenía en<br />
cuenta las características de cada<br />
especie cultivada. Aquellas que<br />
necesitaban una mayor concentración<br />
de sales en disolución en el agua de<br />
regadío se encontraban cul
tivadas en las terrazas inferiores;<br />
en cambio, las que<br />
eran menos exigentes en<br />
materias minerales estaban en<br />
las terrazas superiores.<br />
Se calcula que <strong>los</strong> Andes<br />
Peruanos nos muestran ahora alrededor<br />
de 70,000 hectáreas de andenerías<br />
agrícolas, muchas de ellas aún en uso.<br />
Otro de <strong>los</strong> métodos agrícolas<br />
inventados por el andino prehispánico<br />
es el sistema de "camellones"<br />
(waruwaru) todavía en uso en las inmediaciones<br />
del lago TIticaca. Consiste<br />
en acumular tierra en plataformas<br />
longitudinales de variado diseño,<br />
rodeadas por canales llenos permanentemente<br />
de agua. Esto permite el<br />
drenaje de pantanos y su utilización<br />
para la agricultura mediante un sistema<br />
de riego permanente pero adecuado, y el<br />
uso simultáneo del terreno para el<br />
cultivo de plantas acuáticas alimenticias<br />
y de peces y batracios usados en la<br />
alimentación.<br />
Cuando <strong>los</strong> españoles llegaron a<br />
nuestras costas, vieron con sorpresa que<br />
<strong>los</strong> sue<strong>los</strong> cultivados, especialmente <strong>los</strong><br />
del litoral, estaban sometidos al uso<br />
intenso de abonos, principalmente<br />
"guano" y restos de animales marinos.<br />
Aunque <strong>los</strong> europeos de ese tiempo ya<br />
conocían el uso de abonos, éstos eran<br />
utilizados únicamente en la pequeña<br />
escala de la horticultura; pero nunca<br />
habían sido empleados para <strong>los</strong> cultivos<br />
mayores como lo fue en el Ande, cuan-<br />
38<br />
do menos <strong>desde</strong> la época de<br />
<strong>los</strong> Mochicas (800 D.C.). Por<br />
eso surgió, <strong>desde</strong> el tiempo de<br />
la Conquista, el concepto<br />
de que el peruano prehispánico<br />
era "más horticultor<br />
que agricultor".<br />
Es decir, que trataba cada parcela de<br />
tierra con gran dedicación, con verdadero<br />
cariño, alimentando a sus plantas<br />
como quien alimenta a un niño que<br />
crece, utilizando sus propias manos o<br />
herramientas únicamente manejables<br />
con la mano. A menudo, el antiguo<br />
labrador tenía que sostener a toda su<br />
familia con terrenos menores de una<br />
hectárea, y esto lo obligaba a obtener el<br />
máximo rendimiento del suelo. Esta actitud<br />
no era compartida en Europa sino<br />
en el cultivo de hortalizas y plantas de<br />
adorno. La agricultura exhaustiva en<br />
gran escala, una agricultura intensiva<br />
como la que <strong>los</strong> españoles encontraron<br />
en todo el
Perú, no existió en esa época sino en<br />
China y en algunas regiones de México.<br />
Como hemos dicho arriba, el<br />
abono más frecuente era el "guano",<br />
excremento de las aves marinas depositado<br />
en las islas del litoral durante<br />
largos sig<strong>los</strong> sin lluvia. Las tres especies<br />
aviarias más numerosas de nuestras<br />
islas guaneras son el guanay<br />
(Phalacrocorax bougainvillae), el<br />
piquera (Sulla variegata) y el pelícano<br />
(Pellicanus thagus). Utilizado por lo<br />
menos <strong>desde</strong> el tiempo de <strong>los</strong> Mochicas,<br />
el guano fue aprovechado en forma<br />
masiva por <strong>los</strong> Incas quienes legislaron<br />
sobre la explotación de las islas<br />
guaneras, la repartición de su producto<br />
39<br />
y la tecnología de su uso.<br />
Además, se utilizaba también <strong>los</strong><br />
restos no comestibles de <strong>los</strong> peces. La<br />
cabeza de las anchovetas, por ejemplo.<br />
Cada grano de maíz, en el momento de<br />
la siembra, era enterrado con una o dos<br />
cabezas de este pescadillo.<br />
Usaron también la ceniza, adecuadas<br />
cantidades de cal y, <strong>desde</strong> luego,<br />
<strong>los</strong> excrementos del ganado auquénido e<br />
inclusive <strong>los</strong> humanos. El padre Cobo<br />
(1572 -1659) admiró el gran<br />
conocimiento que <strong>los</strong> agricultores<br />
autóctonos tenían sobre la utilización de<br />
abonos y, después de
comparado con la forma en que abonaban<br />
en España, concluyó que <strong>los</strong><br />
métodos peruanos eran mucho más<br />
efectivos.<br />
Al lado de estos abonos exógenos,<br />
no queda ninguna duda de que <strong>los</strong><br />
antiguos peruanos conocían la cualidad<br />
especial de las leguminosas de<br />
enriquecer el suelo para el cultivo de<br />
otras plantas. La asociación de diversos<br />
cultivos con las leguminosas era<br />
conocida y utilizada <strong>desde</strong> mucho<br />
tiempo antes de la llegada de <strong>los</strong><br />
españoles.<br />
Con todos estos grandes avances<br />
tecnológicos, sin embargo, el antiguo<br />
agricultor no diseñó nunca instrumentos<br />
mecánicos que lo ayudaran más allá de<br />
herramientas de mano o de pie, como la<br />
"taklla ", que le permitía romper<br />
terrones y voltear la tierra y que aún es<br />
popular en nuestros paisajes bucólicos.<br />
No conocieron el arado y nunca emplearon<br />
a <strong>los</strong> auquénidos para ayudarse<br />
en sus labores agrícolas.<br />
Del resultado de las excavaciones<br />
arqueológicas, más que de <strong>los</strong> escuetos<br />
datos históricos recogidos por <strong>los</strong><br />
españoles, podemos obtener una visión<br />
aproximada de la forma cómo el<br />
agricultor paleoperuano fue<br />
domesticando plantas y crea"ndo<br />
nuevas y mejores especies alimenticias.<br />
Desde luego, <strong>los</strong> aprontes cronológicos<br />
no abarcan toda la gama de las especies<br />
mencionadas y quizá no tienen toda la<br />
exactitud deseada.<br />
Todas las especies vegetales que<br />
constituyeron la dieta andina<br />
prehispánica fueron conocidas y uti-<br />
41<br />
lizadas <strong>desde</strong> antes del período Inca. En<br />
<strong>los</strong> tiempos incaicos aumentó<br />
significativamente la superficie cultivada,<br />
la producción agrícola y la<br />
capacidad de distribución y almacenamiento<br />
de productos de la tierra. Pero<br />
parece que no se agregó ninguna<br />
especie cultivada. La larga lista de<br />
vegetales usados en la alimentación<br />
andina precolombina es producto de la<br />
paciente búsqueda de un pueblo que<br />
durante muchos sig<strong>los</strong> vivió<br />
principalmente de la agricultura. Largas<br />
épocas transcurrieron en el comienzo de<br />
esta cuidadosa investigación basada en<br />
la determinación de la palatabilidad,<br />
seguridad, toxicidad y capacidades<br />
nutritivas de todas las plantas que<br />
rodeaban al habitante primitivo. Los<br />
excelentes trabajos de Horkheimer, de<br />
Engels y de Bonavia, que se refieren al<br />
desarrollo de la agricultura en el Perú<br />
Antiguo, nos dan una amplia y más<br />
exacta idea sobre este subyugante tema.<br />
Aquí, por razones de espacio, nos<br />
limitaremos a plantear una escueta<br />
visión panorámica de este aspecto de<br />
nuestra historia.<br />
Es también esencial recalcar que<br />
muchas de las plantas cultivadas en el<br />
Perú se diferencian muy marcadamente<br />
de las plantas silvestres que las<br />
originaron, lo que nos da una idea de la<br />
antigüedad con que se inició su cultivo.<br />
Aún más, algunas de ellas, como la<br />
papa, el camote y otras, no se cultivan<br />
mediante semillas sino mediante la<br />
utilización de tubércu<strong>los</strong> o de<br />
estaquillas lo que fija genéticamente
la variedad específica que fue<br />
obtenida mediante selección<br />
<strong>desde</strong> tiempos inmemoriales.<br />
Por otro lado, debe tenerse<br />
en cuenta que muchas<br />
plantas de origen paleoandino<br />
fueron llevadas en tiempos<br />
prehispánicos a otras zonas<br />
geográficas del continente<br />
americano y fueron primero<br />
vistas por <strong>los</strong> españoles<br />
cuando llegaron al Caribe o a México.<br />
Esto dio origen a que muchos de <strong>los</strong><br />
nombres que ahora han sido<br />
incorporados al castellano para<br />
denominar algunos vegetales<br />
alimenticios de origen andino, sean<br />
vocab<strong>los</strong> mexicanos o caribes. Son<br />
nombres mexicanos, por ejemplo:<br />
achiote, tomate, aguacate, cacachuate,<br />
etc. y son de origen<br />
antillano: chicha, maní,<br />
aji, maíz, yuca, guayaba,<br />
etc.<br />
El origen<br />
paleobotánico de<br />
cualquier especie vegetal, se determina<br />
mediante el estudio de una serie de<br />
factores de diverso orden y corresponde<br />
al área geográfica donde se produjo la<br />
mutación genética que resultó en la<br />
aparición de esa nueva especie. La zona<br />
andino amazónica, por sus especiales<br />
condiciones ecológicas, es un área de<br />
grandes mutaciones genéticas vegetales<br />
que han dado por resultado su enorme<br />
biodiversidad. Muchas plantas<br />
originadas biológicamente en nuestras<br />
vecindades fueron llevadas al<br />
42<br />
hemisferio norte por las aves<br />
migratorias, o por el nomadismo<br />
humano prehistórico,<br />
sin que esto signifique que la<br />
llegada de estas especies hasta<br />
México o hasta el Caribe haya<br />
sido el resultado del comercio<br />
o del intercambio planificado.<br />
En la bahía de Paracas<br />
se ha encontrado huellas de<br />
pueb<strong>los</strong> que vivieron hace alrededor de<br />
nueve mil años, haciendo uso y quizá<br />
cultivando calabazas (Lagenaria sp.,<br />
Cucurbita sp.) y una especie de yuca<br />
(Manihot esculenta, M. utilissima).<br />
Estos pueb<strong>los</strong> comían un tipo de<br />
guayaba (Psidium guajava), el tomatillo<br />
silvestre que hasta ahora crece en<br />
nuestros campos (Solanum licopersicum<br />
o Licopersicum esculen<br />
tum), las semillas del aliso<br />
(Alnus jorulensis) y<br />
numerosas otras frutas,<br />
raíces y tubércu<strong>los</strong> entre<br />
<strong>los</strong> cuales estaba una<br />
especie de begonia, un<br />
amancae (Cooperia albicans),<br />
la totora (Scirpus sp.) y la "cola<br />
de caballo" (Equissetum giganteum).<br />
Dos mil años más tarde recién aparecen<br />
evidencias claras de una agricultura<br />
incipiente: M.A. Townley enumera <strong>los</strong><br />
siguientes productos de esta nueva<br />
etapa: dos tipos de zapallo (Cucurbita<br />
moschata y C. fisifolia), una calabaza<br />
(Lagenaria siceraria) y el pallar<br />
(Phaseolus luna tus). Engels dice que<br />
por esa época se cultivaba también el<br />
camote (Ipomea batata)
y la achira (Canna edulis),<br />
consumiéndose y quizá<br />
cultivandose el ají (Capsicum<br />
sp.), la lúcuma<br />
(Pouterialucuma), la ciruela del fraile<br />
(Bunchosia armeniaca), la jíquima<br />
(Pachyrrhizus tuberosum) y varios tipos<br />
de yuca (Manihot sp.). Algo más tarde<br />
aún, pero dentro del mismo período,<br />
aparecen otros tipos de frijoles. En todo<br />
este tiempo se seguía recolectando<br />
muchos alimentos que después fueron<br />
cultivados. Las leguminosas<br />
constituyeron, así <strong>desde</strong> el comienzo,<br />
una fuente muy importante de alimentos<br />
para el antiguo habitante del Ande. El<br />
pallar común (Phaseolus lunatus), como<br />
hemos visto, es quizá la planta más antiguamente<br />
cultivada entre nosotros,<br />
junto con algunas calabazas (Cucurbita<br />
sp.) y la achira (Canna edulis). Pronto<br />
estuvo acompañado por diversos<br />
frijoles, casi todos variedades del<br />
Phaseolus vulgaris, aunque uno de el<strong>los</strong>,<br />
que aparece muy temprano también, ha<br />
sido clasificado como Canavalia<br />
ensidomis. Otra leguminosa con historia<br />
larga es el llamado tarwi, tarhui o<br />
chocho (Lupinus mutabilis). Ya<br />
encontraremos a todos estos vegetales<br />
en <strong>los</strong> capítu<strong>los</strong> siguientes.<br />
Los europeos de antes de la<br />
Conquista conocieron únicamente <strong>los</strong><br />
garbanzos, las lentejas, las arvejas o<br />
chicharos y las habas. Encontraron<br />
frijoles en México y el Caribe, pero <strong>los</strong><br />
pallares no fueron conocidos por el<strong>los</strong><br />
sino cuando llegaron al Perú. Su<br />
significativa antigüedad andina y sus<br />
excelentes cualidades alimenticias<br />
43<br />
justifican largamente el<br />
nombre de "frijol de Lima"<br />
(Lima bean) con que se les<br />
conoce mundialnente.<br />
Avanzado ya el período de<br />
agricultura incipiente, el agricultor<br />
paleoandino incorporó el maní (Arachis<br />
hipogea) a su lista de cultivos. Desde el<br />
punto de vista paleobotánico, parece ser<br />
que este utilísimo vegetal apareció en<br />
forma silvestre en la parte septentrional<br />
de <strong>los</strong> Andes.<br />
Como se sabe, la frecuencia con<br />
la que aparecen en la cerámica<br />
paleoperuana imágenes de vainas de<br />
leguminosas no solamente tiene su<br />
explicación en la popularidad de las<br />
legumbres anotadas como alimentos,<br />
sino también en la existencia de otras<br />
leguminosas de significación medicinal,<br />
mágico-religiosa y alucinógena que eran<br />
conocidas y utilizadas en el Antiguo<br />
Perú (Anadenanthera sp.).<br />
Tubércu<strong>los</strong>, legumbres y cereales<br />
constituían así la base esencial de la<br />
alimentación vegetal del hombre<br />
paleoperuano, que supo organizar su<br />
paciente actividad agrícola para<br />
sustentar una población que se calcula<br />
en doce a quince millones de habitantes.<br />
Pero aliado de estas cosechas básicas, el<br />
horticultor produjo una notoria variedad<br />
de frutos y frutas que complementaban<br />
la dieta del hombre común, tal como<br />
veremos más adelante.<br />
Yacovleff y Herrera, en su<br />
magnífica presentación sobre plan-
tas alimenticias del Antiguo Perú,<br />
mencionan un total de 160 especies que<br />
el indígena paleoperuano aprovechaba,<br />
en forma silvestre o cultivada, para su<br />
alimentación.<br />
Sin el hierro, sin el arado, sin la<br />
rueda, sin el buey y sin el concepto de<br />
una economía monetaria, el hombre<br />
andino' produjo alimentos para una<br />
activa población bien nutrida.<br />
Basó su significativo desarrollo<br />
agrícola en su conocimiento de <strong>los</strong><br />
sue<strong>los</strong>, el uso de abonos, su sofisticado<br />
manejo de las técnicas de irrigación, su<br />
admirable tecnología genética, su<br />
dominio de la climatología, su enorme<br />
paciencia, su capacidad de trabajo y su<br />
profundo amor por cada planta que<br />
sembraba.<br />
Falta todavía hacer un estudio<br />
integral del eficiente y masivo sistema<br />
de almacenaje de alimentos que había<br />
construido y organizado el Imperio<br />
44<br />
Inca. El notable esfuerzo hecho en este<br />
sentido por Antúnez de Mayolo nos da<br />
una somera idea de la compleja y<br />
completa organización de esta fabu<strong>los</strong>a<br />
red de depósitos donde se guardaban<br />
enormes cantidades de granos y<br />
alimentos deshidratados para atender a<br />
las necesidades de la población durante<br />
la escasez estacional o en caso de fallas<br />
en el planeamiento productivo.<br />
La casi totalidad de la fuerza<br />
laboral de todo el Imperio Inca estaba<br />
dedicada a la producción, almacenamiento,<br />
administración y<br />
distribución equitativa de <strong>los</strong> productos<br />
de primera necesidad. Todo lo<br />
planearon. Todo lo previeron. Excepto<br />
la posibilidad de un brusco colapso<br />
como el que ocasionó la llegada de<br />
fuerzas militares de otros mundos.
Nos queda solamente revisar<br />
someramente la tecnología de preparación<br />
y conservación de alimentos.<br />
El fallecido amigo Tomás Díaz<br />
Quintanilla ha dejado inédito un excelente<br />
manuscrito sobre la historia de<br />
la cocina peruana en el cual revisó toda<br />
la tecnología de preparación de<br />
alimentos, <strong>desde</strong> la época inicial hasta<br />
la actualidad. En un principio, el<br />
cazador y recolector paleoperuano<br />
cocinaba sus alimentos poniéndo<strong>los</strong><br />
directamente al fuego, o sobre piedras<br />
recalentadas. Probablemente descubrió<br />
muy tempranamente <strong>los</strong> métodos de<br />
cocinar bajo tierra (" Pachamanca", olla<br />
de tierra) o en hornil<strong>los</strong> hechos con<br />
terrones recalentados ("huaitia").<br />
Cuando no tenía todavía recipientes<br />
cerámicos y había de utilizar <strong>los</strong><br />
"mates", que no resistían el fuego ni<br />
transmitían el calor, utilizó el método de<br />
hervir agua echando en ella piedras<br />
recalentadas. Era ésa la forma en que se<br />
preparó la primera sopa de pallares<br />
durante el período de la agricultura<br />
incipiente. Después, con la aparición de<br />
la cerámica, el maíz empieza a ser<br />
servido en platos de barro cocido y<br />
45<br />
comienzan a usarse las ollas.<br />
El guisado con piedras candentes<br />
y preparado con papa seca, carne<br />
seca, ají y otras especias, es muy<br />
antiguo y se llamaba Kalapurka. Ahora<br />
ya no se usan las piedras calientes y el<br />
vocablo se ha modificado a carapulcra,<br />
un guiso muy popular de la cocina<br />
peruana contemporánea.<br />
Ludovico Bertonio nos dice en<br />
su diccionario aimara del siglo XVII<br />
(1612) que... "cocer algo con piedras<br />
calientes que echan después en agua fría<br />
donde están las comidas que quieran<br />
comer de esta manera las cuales así<br />
cocidas se llama calapurka (de "cala",<br />
piedra¡ "purka", cocción).<br />
Se realizó excelentes avances en<br />
la preservación y almacenamiento de<br />
alimentos. Para la carne, utilizaban el<br />
salado y el secado en la confección del<br />
IIcharqui " y de la "chalona", preparados<br />
a base de carne de diversos<br />
animales o peces, que puede así<br />
preservarse por muchos meses.<br />
Dos métodos típicamente andinos,<br />
muy antiguos, para la conservación<br />
de la papa, eran la preparación del<br />
"chuño" y la"morraya", que hasta ahora<br />
subsisten en nuestras serranías.<br />
Para preparar el chuño se expone<br />
la papa a la intemperie del invierno<br />
andino. Durante el día, el sol la<br />
calienta y la deshidrata; y en la noche es<br />
congelada por las bajísimas<br />
temperaturas. Se voltea con frecuencia
el tubérculo y se le pisa para exprimirlo<br />
suavemente, eliminando la humedad<br />
que queda y, de esta forma, después de<br />
repetir el procedimiento durante varios<br />
días, se obtiene una deshidratación casi<br />
total. El polvo de la papa así preparada<br />
se llama "chuño".<br />
La morraya es un preparado similar;<br />
pero una vez que se ha<br />
deshidratado la papa, se le remoja<br />
nuevamente en agua, se le rehidrata y se<br />
le cambia con frecuencia el agua con<br />
objeto de hacer desaparecer el amargor<br />
que algunas variedades de papa tienen.<br />
Obtenido este resultado, se vuelve a<br />
deshidratar.<br />
El chuño generalmente se consume<br />
en forma de harina molida. La<br />
morraya se consume rehidratando <strong>los</strong><br />
tubércu<strong>los</strong>, asándo<strong>los</strong>, tostándo<strong>los</strong>,<br />
cocinándo<strong>los</strong> o moliéndo<strong>los</strong> en morteros<br />
de piedra con lo que se obtiene una<br />
harina muy blanca y muy fina.<br />
El chuño y la morraya pueden<br />
ser almacenados por largo tiempo, aun<br />
por varios años, sin cuidados especiales<br />
ni refrigeración, cuidándo<strong>los</strong> de<br />
parásitos y roedores.<br />
La preparación del chuño o de<br />
morraya es especialmente útil para<br />
emplear en la alimentación algunas<br />
variedades muy amargas de la papa.<br />
Este amargor se debe a la presencia de<br />
glico-alcaloides solubles en agua que<br />
son lavac:Jos durante el proceso de<br />
preparación descrito.<br />
46<br />
La preparación del chuño y la<br />
morraya hace de la papa, además de un<br />
producto vigente que puede<br />
almacenarse por muchos años, un<br />
alimento de fácil transporte. Desde el<br />
punto de vista tecnológico, es un éxito<br />
paleoperuano de muchos sig<strong>los</strong> que<br />
precedió largamente <strong>los</strong> actuales<br />
sistemas de congelamiento y<br />
deshidratación de alimentos. La papa<br />
tiene 80% de agua y el resto son<br />
carbohidratos. El chuño o la morraya<br />
tienen solamente un 10% de agua.<br />
La acción de estas radicales ondulaciones<br />
de la temperatura ambiental,<br />
congelación y calentamiento alternados,<br />
produce un fraccionamiento de <strong>los</strong><br />
granos de almidón dando por resultado<br />
una excelente digestibilidad.<br />
El mismo procedimiento de<br />
congelación-deshidratación se realiza en<br />
nuestra serranía con otros tubércu<strong>los</strong>.<br />
De la oca se obtiene la caya o cah!-l.i,<br />
del olluco se prepara el llingli.<br />
Otro sistema es la deshidratación<br />
(secado) al sol después de un largo<br />
hervido. Se hierve el maíz maduro en su<br />
mazorca y después se le seca al sol. El<br />
hervor lo esteriliza y evita su corrupción<br />
con hongos o larvas; y su larga<br />
exposición al sol lo deshidrata evitando<br />
así cambios ulteriores. Este preparado<br />
se llama "chochoca". Para consumido,<br />
se rehidrata y se combina en un potaje.<br />
Este mismo procedimiento se lleva a<br />
cabo con diversos tubércu<strong>los</strong> o<br />
legumbres. Cuando es de tubércu<strong>los</strong><br />
diversos, se llama "cocopa"... de olluco,
de oca...etc.<br />
Cuando es de tarwi, se llama<br />
"kirku" . Y cuando es de papa, se llama<br />
"tamus" o simplemente "papa seca" un<br />
producto muy común en nuestros<br />
mercados.<br />
La lawa es una especie de sopa<br />
hecha con harinas crudas, ligeramente<br />
calentadas, o preparada con maíz, papa,<br />
quinua, pallares u otros ingredientes<br />
similares que son hervidos, después<br />
calentados nuevamente. El uso de este<br />
tipo de preparado es muy antiguo. En la<br />
actualidad, es muy frecuente en las<br />
zonas rurales de la sierra. Es una sopa<br />
espesa, similar al atole mexicano.<br />
Hay algunas variantes. La lawa<br />
preparada con granos tostados y con la<br />
adición de grasa, se llama "shakue" y es<br />
muy popular en la zona del lago<br />
Titicaca. Cuando la lawa se prepara con<br />
ingredientes hervidos y triturados y se<br />
hierve por largo rato aumentando su<br />
47<br />
densidad, se llama "chaque".<br />
Hay una serie de potajes o de<br />
guisos preparados a base de ají o rocoto,<br />
que reciben el nombre quechua de Uchu<br />
o Waika, y que en la comida criolla se<br />
llaman comúnmente ajiacos o picantes.<br />
El locro (originalmente rokro) era<br />
inicialmente un potaje en base a chuño,<br />
legumbres, charqui y papas o zapallo.<br />
Ahora, casi siempre, es a base de<br />
zapallo.<br />
Cuando la lawa es algo más espesa,<br />
en algunos lugares del Perú, y<br />
especialmente en la selva, se le denomina<br />
"api" .<br />
Y cuando el api es aún más<br />
espeso, prácticamente sólido, ya recibe<br />
el nombre español de mazamorra (matmora,<br />
masa-mora), una adaptación de la<br />
cocina árabe.
Es evidente que el<br />
Descubrimiento de América, y<br />
especialmente del Perú, cambió<br />
radicalmente <strong>los</strong> hábitos alimenticios de<br />
la humanidad entera. Desde luego, está<br />
claro que la llegada y permanencia de<br />
<strong>los</strong> españoles produjo modificaciones<br />
fundamentales en la alimentación del<br />
Perú. Se introdujo la carne de porcinos,<br />
vacunos, ovinos, caprinos y gallináceas.<br />
Se impuso el consumo de leche, queso y<br />
huevos. Se estableció definitivamente el<br />
empleo del trigo, del arroz y de la<br />
cebada. Se trajeron las lentejas, <strong>los</strong><br />
garbanzos, las habas y las arvejas. Y se<br />
entronizó el gusto por una serie de<br />
frutas importadas y de saborizantes<br />
foráneos.<br />
Los grupos étnicos se definen<br />
muchas veces sobre la base de su<br />
consumo alimenticio y de sus<br />
costumbres culinarias. No<br />
solamente se apoyan en el<br />
fácil acceso a determinados<br />
alimentos, sino a las técnicas<br />
de cocina, <strong>los</strong> principios<br />
saborizantes y las actitudes<br />
psicológicas, sociales,<br />
tradicionales y hasta religiosas. El ser<br />
humano tiene mecanismos fisiológicos<br />
intrínsecos que lo obligan a ingerir<br />
alimentos variados. No es puramente<br />
carnívoro ni puramente herbívoro.<br />
Come de todo: es omnívoro. Y eso lo<br />
sentimos todos en forma permanente: si<br />
LO QUE VINO DE AFUERA<br />
49<br />
ingerimos más y más de un determinado<br />
alimento que en un comienzo nos<br />
pareció delicioso; nuestra atracción por<br />
seguir comiendo lo mismo va<br />
disminuyendo progresivamente, aunque<br />
nuestro hambre no se haya saciado.<br />
Nuestra atracción por otros alimentos se<br />
mantiene invariable. El ser humano<br />
selecciona así una dieta variada.<br />
Rechaza la monotonía alimentaría y,<br />
cuando se le obliga a comer en forma<br />
continua el mismo alimento, termina<br />
por rechazado en una actitud que puede<br />
inclusive durar largo tiempo. Harto de<br />
tanta carne, ansía una fruta o un pedazo<br />
de pan. Harto de tanto pan, requiere un<br />
plato de pescado.<br />
Al lado de esto, el prestigio<br />
social de un alimento juega un rol muy<br />
importante en las preferencias que un<br />
grupo étnico pueda tener al<br />
escoger su dieta. La carne de<br />
llama, el maíz, la papa,<br />
perdieron prestigio ante<br />
alimentos que significaban una<br />
alta jerarquía por provenir de<br />
más alla de <strong>los</strong> mares y así<br />
como se creó una brecha<br />
sociológica, religiosa y médica entre <strong>los</strong><br />
españoles y <strong>los</strong> indígenas, se separó<br />
también el gusto por determinados<br />
alimentos índigenas del gusto por <strong>los</strong><br />
alimentos occidentales. Tuvo que surgir<br />
pronto la comida "criolla" que tomó<br />
fuentes e ideas de ambos
lados y se amalgamó después con <strong>los</strong><br />
productos africanos y chinos que ahora<br />
adornan nuestros deliciosos platil<strong>los</strong>.<br />
La Conquista española produjo<br />
profundas modificaciones en la<br />
nutrición peruana. Por un lado, llegaron<br />
a nuestras costas nuevas fuentes de<br />
alimento,'como hemos dicho y<br />
repetiremos más adelante.<br />
Por otro lado, el terrible vuelco<br />
que dio la economía, cambiada<br />
bruscamente de agraria a minera,<br />
produjo catastróficos resultados que,<br />
junto a otros factores, contribuyeron a<br />
una rápida despoblación con terribles<br />
hambrunas que se sumaron a las<br />
epidemias.<br />
Pocos años después de la llegada<br />
de <strong>los</strong> nuevos amos, fueron introducidos<br />
al Perú nuevos productos de la tierra<br />
que fueron cambiando la apariencia de<br />
nuestro agro y las costumbres<br />
alimenticias de nuestro pueblo. Cobo,<br />
Acosta, Garcilaso y Mendibuni son <strong>los</strong><br />
cronistas que más espacio dedican a este<br />
50<br />
proceso de transculturación agrícola, y a<br />
el<strong>los</strong> referimos al lector interesado. Los<br />
garbanzos, las lentejas, las arvejas y las<br />
habas; la zanahoria, el nabo y el rábano;<br />
la col, la lechuga, el ajo y la cebolla; el<br />
trigo, la cebada y el ajonjolí; el orégano,<br />
el anís, la menta y la hierba buena; las<br />
peras, las manzanas, la vid, <strong>los</strong> higos,<br />
las naranjas, <strong>los</strong> duraznos y las<br />
granadas; en fin, una multitud de<br />
vegetales comestibles llegaron<br />
escondidos en el equipaje de <strong>los</strong><br />
primeros españoles. Veremos pronto<br />
cómo algunos de estos productos<br />
lograron su venida a nuestras playas.<br />
Esto es normal. El forastero<br />
añora sabores y aromas de su tierra. Si<br />
no, que lo digan nuestros compatriotas<br />
que han emigrado a Miami o a New<br />
Jersey y se llevan su ajicito y su papa<br />
amarilla "con su huacatay más"…<br />
Para damos una idea de cómo<br />
esto funciona, dando inclusive un<br />
especial status social al que puede<br />
disponer de lo que le recuerda <strong>los</strong><br />
sabores de su tierra, pronto veremos<br />
cómo, en 1560, don Antonio de Rivera<br />
hizo todo un costoso esfuerzo para traer<br />
hasta el Perú, <strong>desde</strong> la lejana Sevilla,<br />
cien plantones de olivo. Fue toda una<br />
aventura y ¡oh Dios! solamente tres<br />
arbolitos llegaron vivos al Callao.<br />
La llegada de <strong>los</strong> españoles a las<br />
costas del Perú ocasionó así profundos<br />
cambios en la nutrición y, por ende, en<br />
la agricultura del Perú. Pero también en<br />
la de España y del
esto del mundo. De ambos lados<br />
surgieron de inmediato préstamos e<br />
imposiciones. La historia de estos<br />
intercambios está plagada de<br />
interesantísimas ocurrencias y<br />
anécdotas como veremos en <strong>los</strong><br />
próximos capítu<strong>los</strong>.<br />
El duro y cruel yugo castellano<br />
significó graves modificaciones en la<br />
estructura de la sociedad andina: una<br />
sociedad esencialmente agraria fue<br />
violentamente obligada a transformarse<br />
en minera. Después de la<br />
paralizante guerra fratricida<br />
entre Huáscar y Atahualpa;<br />
después de la catastrófica<br />
epidemia de sarampión<br />
ocasionada por la llegada de <strong>los</strong><br />
españoles; y en vista de la<br />
sangrienta consolidación de la<br />
conquista castellana, <strong>los</strong> intereses de <strong>los</strong><br />
conquistadores no estaban enfocados<br />
hacia <strong>los</strong> campos de labranza sino hacia<br />
las minas de oro, plata y mercurio, con<br />
lo que se llenarían las agotadas arcas del<br />
imperio español.<br />
El caos en la producción de <strong>los</strong><br />
campos, en la organización agraria, en<br />
la distribución y almacenamiento de <strong>los</strong><br />
alimentos y el desorden social y<br />
económico que devinieron con <strong>los</strong><br />
cambios de sistemas, con la diferente<br />
asignación de la propiedad de la tierra,<br />
con la nueva distribución del trabajo, el<br />
extraño reparto del producto, el mal<br />
cuidado de <strong>los</strong> sistemas de riego, abono<br />
y labranza, la desordenada<br />
sistematización de las diversas<br />
52<br />
cosechas, etc., etc., ocasionaron el<br />
colapso del agro con su consecuencia<br />
fatal de hambrunas, pobreza,<br />
disgregación social y rápida<br />
despoblación. Esto lo hemos tratado ya<br />
en otras ocasiones por lo que no<br />
repetiremos aquí <strong>los</strong> dolorosos detalles,<br />
pero hemos sí de recordar que se calcula<br />
que en <strong>los</strong> primeros cincuenta años<br />
después de la Conquista, la población<br />
del Perú se redujo al diez o quince por<br />
ciento de lo original.<br />
Fue precisamente durante<br />
este proceso doloroso y caótico<br />
que <strong>los</strong> conquistadores españoles<br />
fueron introduciendo en nuestros<br />
campos y jardines la gran<br />
variedad de vegetales alimenticios<br />
europeos que ahora conocemos.<br />
La nostalgia por la cocina<br />
española, entonces tan lejana, pronto<br />
sirvió de estímulo para <strong>los</strong> múltiples<br />
esfuerzos individuales que constituyen<br />
la base de la Transculturación<br />
alimenticia; y <strong>los</strong> agricultores peruanos,<br />
ávidos siempre de experimentar en su<br />
propia tierra, acariciaron con amor las<br />
nuevas simientes y las hicieron<br />
germinar y producir en esta agricultura,<br />
mestiza en un principio y cosmopolita<br />
ahora, que nutre la mesa peruana.<br />
La rueda, el sistema de tuberías,<br />
el hierro, el buey de labranza, el arado...<br />
todo esto se sumó a lo que en el Perú ya<br />
existía como base para el trabajo<br />
agrícola. El consumo de proteínas<br />
animales fue rápidamente incrementado<br />
con la introducción
del ganado ovino, bovino, porcino y<br />
caprino, así como de las aves de corral.<br />
Se introdujo el uso de la leche y de <strong>los</strong><br />
huevos, modificándose así, de<br />
inmediato, el equilibrio de las dietas.<br />
Mientras tanto, el desprecio por<br />
lo indígena y la admiración por <strong>los</strong><br />
vencedores hizo disminuir el interés por<br />
muchos de <strong>los</strong> alimentos que habían<br />
nutrido al pueblo en épocas anteriores.<br />
Aunque se<br />
encontraron aquí muchos<br />
alimentos farináceos, tanto<br />
cereales (maíz, quinua,<br />
kiwicha, cañihua), como<br />
frutos y tubércu<strong>los</strong> (papa,<br />
camote, racacha, zapallo, etc.), <strong>los</strong><br />
recién venidos no pudieron prescindir<br />
de sus propios alimentos tradicionales.<br />
Pero con la consolidación del<br />
poder español, llegó también la<br />
catástrofe. El gobierno colonial se<br />
interesó poco por la agricultura. Como<br />
hemos dicho más arriba, la economía de<br />
toda la región, de índole esencialmente<br />
agraria, fue brutalmente transformada<br />
en economía minera. El oro y la plata de<br />
las entrañas terrestres, objetivo principal<br />
de la codicia conquistadora,<br />
constituyeron de ahí en adelante la<br />
columna vertebral de todos <strong>los</strong><br />
esfuerzos organizados del trabajo en el<br />
Perú colonizado y el agro fue<br />
abandonado para ir flotando al garete.<br />
Los pocos colonos españoles que fijaron<br />
sus esperanzas en la fértil tierra de<br />
valles y quebradas, despojaron a <strong>los</strong><br />
53<br />
indios de sus heredades y, en la<br />
fundación de nuevas ciudades con la<br />
repartición de tierras a <strong>los</strong> nuevos<br />
vecinos, éstos se adjudicaron las<br />
parcelas más fértiles y mejor regadas<br />
para convertirlas en huertos de frutales,<br />
viñedos y olivares, dejando a <strong>los</strong> indios<br />
las tierras eriazas u obligándoles a<br />
emigrar. Quiso aplicarse en el Perú lo<br />
aprendido en México y se dijo,<br />
totalmente sin razón, que aquí como allá<br />
eran muy abundantes las tierras baldías<br />
y que sobraban para todos.<br />
El total desconocimiento de<br />
nuestra realidad geográfica<br />
terminó por desposeer a <strong>los</strong><br />
indios de toda tenencia<br />
rural. Se produjo así la<br />
instalación y profundo fracaso de<br />
nuestra primera reforma agraria.<br />
A todo esto es indispensable<br />
añadir que la mita y el servicio personal<br />
obligó a toda la fuerza laboral del agro a<br />
acudir a las minas donde el mal trato,<br />
las inclemencias del clima y la<br />
malnutrición produjeron terrible<br />
mortandad. Y aquel<strong>los</strong> indígenas que,<br />
por algún golpe de suerte, conservaban<br />
la tenencia de tierra útil, quedaban<br />
obligados a pagar tales tributos sobre lo<br />
que cosechaban que todo incentivo<br />
moría antes de nacer.<br />
Por otro lado, la otrora bien<br />
organizada distribución y<br />
almacenamiento de alimentos, orgullo<br />
del Imperio Incaico, se deterioró<br />
rápidamente.
El pillaje, la destrucción, el abuso y el<br />
desuso rompieron el engranaje de<br />
tambos y depósitos de la enorme red<br />
caminera, y despilfarraron las reservas<br />
alimenticias de <strong>los</strong> centros de<br />
almacenamiento. Los sistemas de<br />
tributación del campo, antiguamente<br />
establecidos sobre la base del Dios Sol.<br />
y del Inca, fueron reemplazados por un<br />
caótico procedimiento de explotación<br />
que terminó por desorganizar totalmente<br />
la producción agraria.<br />
La agricultura peruana<br />
desfalleció en el siglo XVI y XVII.<br />
Quedó reducida a una agricultura<br />
escondida en punas, valles y quebradas;<br />
a una economía sumergida por la<br />
marejada minera; a una actividad por<br />
momentos intensa y entusiasta, pero<br />
54<br />
desconexa y mal integrada, que lograba<br />
cubrir las necesidades alimenticias de<br />
quienes tenían la suerte de no vivir en<br />
áreas de esterilidad o de sequía.<br />
Trágicas hambrunas se produjeron en lo<br />
que antes fue el corazón del Imperio, y<br />
la consiguiente despoblación comenzó a<br />
preocupar a la Corona Española en tal<br />
forma que las ordenanzas de la época<br />
reflejan la ansiedad de la metrópoli por<br />
la progresiva falta de brazos en la<br />
colonia, lo que obligó a usar esclavos<br />
africanos a la costa Peruana como<br />
sucedió por causas similares en las islas<br />
del Caribe.<br />
Lanzados a la aventura y<br />
desconectados de la Madre Patria por<br />
largas distancias marinas, <strong>los</strong> españoles<br />
mantuvieron patente su
cordón umbilical trayendo más<br />
alimentos y saborizantes que ahogaban<br />
la nostalgia con aromas y sabores, como<br />
lo hacen ahora <strong>los</strong> peruanos emigrantes<br />
cuando esconden en su equipaje <strong>los</strong><br />
sabores del Perú y <strong>los</strong> polvos de chicha<br />
morada.<br />
Pero no solamente eso. El<br />
prestigio del poder y la invencibilidad<br />
de <strong>los</strong> recién llegados, su imagen de<br />
hombres superiores, caló<br />
profundamente en <strong>los</strong> paladares<br />
autóctonos que pronto se enamoraron de<br />
la leche, huevos, cereales y hierbas<br />
aromáticas que llegaron en <strong>los</strong> bajeles<br />
de Panamá. El hombre andino pronto<br />
adoptó a la vaca, la gallina, las cabras y<br />
las ovejas; y le volteó disimuladamente<br />
la espalda a la llama y al cuy,<br />
salpicando su abandono con<br />
superticiones absurdas (la carne de<br />
llama produce sífilis... el cuy es una rata<br />
grande y hace daño...).<br />
55<br />
Surgió así, de la transculturación<br />
agrícola y alimenticia, un arte culinario<br />
mestizo que en forma progresiva fue<br />
estableciendo su propia identidad de<br />
cocina peruana. Muchos ejemp<strong>los</strong><br />
podríamos ofrecer pero, por cuestión de<br />
espacio, nos limitamos a relatar<br />
brevemente el romance de dos de <strong>los</strong><br />
platos más peruanos: el chupe y <strong>los</strong><br />
anticuchos.<br />
Tschudi, notable peruanista<br />
suizo que nos visitó el siglo pasado, nos<br />
recuerda que el ayuno ritual era un<br />
elemento de importancia en la relación<br />
social y religiosa del Antiguo
Perú. Generalmente, cuando dos<br />
personajes de cierta alcurnia debían<br />
entrevistarse para un acto solemne, se<br />
obligaban mutuamente a ayunar.<br />
Recordemos, por ejemplo, que la<br />
primera (y fatal) entrevista entre Pizarro<br />
y Atahualpa demoró en realizarse<br />
porque el Inca no había completado el<br />
plazo de ayuno que él mismo se había<br />
impuesto. El ayuno consistía en no<br />
comer ni sal ni ají y en no gozar de<br />
compañía femenina. A esto, el<br />
ayuno ritual, se le llamaba<br />
"sast'. Cuando se realizaba<br />
entonces el acto social o<br />
religioso para el cual se<br />
habían preparado, <strong>los</strong><br />
protagonistas recibían, de<br />
manos de jóvenes anfitrionas,<br />
unas escudillas que contenían<br />
una mezcla de sal y de ají. A esto se le<br />
llamaba "chupe". Era el desayuno.<br />
Los españoles aceptaron la<br />
costumbre pero no era totalmente de su<br />
agrado esa mezcla de gusto tan peculiar.<br />
Sal con ají. Comenzaron por eso a<br />
agregarle otros componentes, pedazos<br />
de hígado o corazón de llama, por<br />
ejemplo, y pronto vino la leche y el<br />
queso y el huevo, aliado de la papa y <strong>los</strong><br />
pallares y el pescado para ir<br />
confeccionando la gran variedad de<br />
"chupes" con la que contamos en el<br />
Perú. Para quien lo quiera, hay más de<br />
treinta recetas de "chupe" según las<br />
regiones de nuestro país.<br />
Y a quien pregunte cuál era el<br />
"desayuno" del tercer elemento del<br />
56<br />
"sasi", es decir, del voto de castidad, le<br />
sugerimos ir al Cusco donde se<br />
conserva el quechua coloquial más<br />
puro. Allí le dirán que la palabra<br />
"chupe" es uno de <strong>los</strong> vocab<strong>los</strong> que se<br />
usan para denominar <strong>los</strong> genitales<br />
femeninos. Por algo será... En cambio,<br />
en el mismo Cusco, la simple salsa de<br />
ají molido con sal (a la cual puede<br />
agregarse alguna otra yerba de olor) ha<br />
perdido el nombre original de chupe,<br />
evidentemente para delimitar<br />
territorios de influencia, y<br />
ahora se llama llatán o<br />
uchukuta.<br />
El ají, en quechua, se llama<br />
"uchu". Cuando el "chupe" era<br />
preparado con una especie de<br />
"uchu" muy cáustico que se<br />
traía de la selva amazónica, es decir del<br />
ANTI (Antisuyo), recibía el nombre de<br />
"Anticuchu". A esto <strong>los</strong> españoles le'<br />
agregaron el concepto del "Shishkabob"<br />
introducido en España por <strong>los</strong> árabes; y<br />
la salsa le dio el nombre al nuevo plato<br />
de ''brochettes'', tan apetitoso al salir de<br />
toros: "Anticuchu".<br />
Por aquella tendencia a<br />
menospreciar <strong>los</strong> alimentos indígenas y<br />
a consumir <strong>los</strong> alimentos de prestigio, la<br />
mayor parte de <strong>los</strong> cultivos de panllevar<br />
autóctonos (maíz, papa, quinua,<br />
legumbres, olluco, zapallo, ají, maní,<br />
etc.) fueron relegados a aquella<br />
agricultura indígena postergada. La<br />
creciente población española, criolla,<br />
mestiza y negra demandaba trigo,<br />
cebada, avena, aceite de
oliva, azúcar, vid, arroz y todos <strong>los</strong><br />
productos que exigía el gusto<br />
occidental. Alimentos de blancos... Y<br />
alimentos para <strong>los</strong> nuevos animales...<br />
maíz forrajero, alfalfa... cabal<strong>los</strong>, vacas,<br />
gallinas... La feracidad de <strong>los</strong> valles<br />
costeños creó así abundancia<br />
alimenticia para estos estratos de la<br />
nueva sociedad, lo que llevó a un<br />
creciente comercio, primero entre <strong>los</strong><br />
valles vecinos y pronto más allá de <strong>los</strong><br />
linderos del Perú. Al lado de Cañete que<br />
tuvo su efímero triunfo triguero, Ica,<br />
Pisco y Moquegua ganaron<br />
celebridad <strong>desde</strong> entonces con<br />
sus aguardientes y vinos; y Saña,<br />
Lambayeque y Trujillo<br />
comenzaron a ofrecer a <strong>los</strong><br />
vecinos azúcar, arroz, trigo,<br />
cueros, jabón, dulces en<br />
conserva y muchos otros nuevos<br />
productos de la tierra.<br />
Pero esto no era tan bien visto<br />
por la Corona Española. Desde muy al<br />
comienzo de este repunte de la<br />
agricultura colonial, Felipe II envió<br />
instrucciones al Virrey Toledo. Allí<br />
aparecen textos delatores como: "No<br />
consintáis que se pongan viñas, por<br />
muchas causas de gran consideración y<br />
principalmente porque habiendo allá<br />
provisión bastante de estas cosas no se<br />
enflaquezca el trato y comercio con<br />
estos reinos" y, veinticinco años<br />
después, el Virrey Velasco era<br />
amonestado: "No sólo no se ha tenido la<br />
mano en esto... sino que, como si no<br />
hubiera prohibición, las viñas van en<br />
gran aumento". Cédula tras cédula<br />
57<br />
prohibía el desarrollo de la agricultura<br />
en el Perú, y cédula tras cédula<br />
recalcaba que la anterior no se había<br />
cumplido.<br />
El renacimiento de la agricultura<br />
era, sin embargo, desordenado y<br />
asimétrico. Al mismo tiempo que existía<br />
un mantenimiento vegetativo, deficiente<br />
en la producción y mercadeo de <strong>los</strong><br />
"alimentos para indígenas", y mientras<br />
se prohibía teóricamente la proliferación<br />
de cultivos que pudieran hacer<br />
competencia a la metrópoli, la<br />
exportación de estos últimos<br />
seguía creciendo.<br />
Según noticias del conde<br />
Villar en 1589, salieron de <strong>los</strong><br />
puertos del Perú 25,000 fanegas<br />
de trigo y harina en dieciocho barcos<br />
con destino a Panamá. La producción de<br />
aceitunas y aceite también se desarrolló<br />
más allá de toda previsión; y todo el<br />
Continente miró hacia el Perú como<br />
proveedor de este género, volteándole la<br />
espalda a la Península Ibérica.<br />
A pesar de las ordenanzas que<br />
llegaban <strong>desde</strong> España tratando de<br />
limitar este tráfico intracontinental, la<br />
agricultura, que había sido desatendida<br />
en un principio, continuó adquiriendo<br />
cada vez más impulso económico y más<br />
colonos españoles fueron<br />
desilusionándose dé la minería y<br />
dedicándose a las tareas campesinas.<br />
Aun <strong>los</strong> curacas indígenas, que<br />
comenzaban a comprender las reglas del<br />
juego, encontraron nuevas formas de
adaptar su situación hacia una mejor economía del campo.<br />
Hay un expediente seguido por el<br />
Cabildo Eclesiástico en 1693 exigiendo<br />
que "<strong>los</strong> indios de todos <strong>los</strong> valles<br />
vecinos a la capital paguen<br />
diezmo por la verduras y<br />
hortalizas que cultivan", y la lista<br />
de campesinos comprendidos en<br />
esta disposición es realmente<br />
impresionante.<br />
Lentamente pues, a pesar<br />
de las dificultades políticas pero<br />
en forma progresiva, la agricultura fue<br />
rehabilitándose y la economía fue<br />
diversificándose. En parte por eso y en<br />
parte porque la producción minera fue<br />
disminuyendo debido a otros factores,<br />
lo cierto es que a fines del siglo XVIII,<br />
aunque <strong>los</strong> principales productos de<br />
exportación a España continuaban<br />
siendo el oro y la plata, ya existía una<br />
creciente exportación de cobre, estaño,<br />
cacao, lana de alpaca y vicuña,<br />
cascarilla (quina), algodón, tejidos<br />
diversos y pieles de animales. y, además<br />
de este comercio con España, se<br />
exportaba (hacia Panamá, Guatemala y<br />
México) vinos, aguardientes y aceite; y<br />
se recibía de Chile el trigo. En este<br />
sentido, es muy interesante esta cita<br />
extraída del informe del virrey<br />
Ambrosio O'Higgins fechado en 1799:<br />
"las minas, fuente principal de la<br />
riqueza de otros tiempos, han venido a<br />
menos... la escasa población del Perú<br />
elige que la mayor parte de sus<br />
habitantes se dediquen a la agricultura...<br />
Por esta razón he fomentado el cultivo<br />
del lino, del cáñamo y del algodón..."<br />
58<br />
Para <strong>los</strong> que no lo saben, el<br />
algodón estaba ya aquí en el Perú <strong>desde</strong><br />
la edad paleolítica; el lino (Linum<br />
usitatissimum) lo trajo en 1560 la<br />
suegra del conquistador Francisco<br />
de Villafuerte, doña Catalina de<br />
Retes, una de las fundadoras del<br />
Convento de Santa Clara en el<br />
Cusco. Y el cáñamo, no se lo diga<br />
usted a nadie, es lo que después<br />
<strong>los</strong> soldados de Pancho Villa<br />
bautizaron como "marijuana", la que<br />
necesita la cucaracha para poder<br />
caminar. El cáñamo (Canabis sativa) es<br />
una excelente fuente de fibra para<br />
cuerdas, cordeles y textiles resistentes.<br />
Ahora usamos esta planta para otros<br />
fines.<br />
El trigo, que había reemplazado<br />
al maíz en muchos valles de la costa,<br />
comenzó a producir cada vez menos en<br />
las postrimerías del siglo XVII. El valle<br />
de Cañete había llegado a ser el granero<br />
Virreinato del Perú, pero tuvo una<br />
progresiva baja en su producción<br />
triguera que hizo crisis en 1715 cuando<br />
ya se vio necesario comenzar a importar<br />
trigo <strong>desde</strong> Chile. Desde esa época, la<br />
producción triguera del Perú fue<br />
incapaz de llenar las necesidades<br />
creadas por las nuevas costumbres<br />
alimenticias.<br />
Es un decir, no más, eso de<br />
esquematizar que todos estos cambios<br />
en la forma de alimentar a la población<br />
peruana fueron una mezcla pura y casta<br />
de la cocina indígena con la cocina<br />
española. Para aclarar
un poco esta historia, recordemos que<br />
<strong>los</strong> españoles tuvieron, hasta el siglo<br />
VIII o IX, una cocina morida en la que<br />
predominaban la raíz ibérica y la raíz<br />
romana, casi exclusivamente esta<br />
última.<br />
La ocupación árabe<br />
contribuyó mucho a modificar la<br />
cocina romano-ibérica y este<br />
refinamiento se hizo más<br />
pronunciado con influencias<br />
orientales que llegaron <strong>desde</strong><br />
Persia y otras regiones del Asia Menor,<br />
especialmente durante el gobierno de<br />
Al-Rachman II (792 - 852). Fue<br />
entonces cuando surgió el concepto de<br />
que la cocina no es solamente una<br />
forma de llenar una necesidad, sino que<br />
se trata de un verdadero arte.<br />
Fueron pues <strong>los</strong> árabes <strong>los</strong> que<br />
introdujeron en España una serie de<br />
productos agrícolas como el dátil, <strong>los</strong><br />
cítricos, el arroz, etc. Lo traían ya<br />
incorporado en su cocina a través de su<br />
largo nomadismo y sus atrevidas<br />
conquistas. Así llegaron a la península<br />
ibérica la canela, la albahaca, el<br />
culantro, el cardamomo, el clavo de<br />
olor, el jengibre, el romero, etc., etc.<br />
La influencia árabe en la cocina<br />
peruana es así muy antigua a través del<br />
gusto español. Pero esto fue reforzado<br />
especialmente en el Perú conquistado a<br />
donde emigraron gran cantidad de<br />
musulmanes conversos y de mujeres<br />
moriscas, esclavas y mancebas de <strong>los</strong><br />
conquistadores. Juan José Vega nos<br />
ilustra, con su florida pluma, sobre la<br />
59<br />
influencia con que estas bellas<br />
acompañantes de <strong>los</strong> nuevos señores<br />
agregaron sabores y trucos culinarios a<br />
esa mezcla indígeno-española que<br />
empezó a desarrollarse en la<br />
convivencia de nuestros pueb<strong>los</strong>.<br />
Es precisamente este escritor<br />
quien nos dice que nuestro<br />
"cebiche" tuvo su origen más<br />
primitivo en la forma que tenían<br />
<strong>los</strong> indígenas de nuestra costa de<br />
comer el pescado crudo,<br />
abundantemente sazonado con ají.<br />
Las mujeres moriscas que<br />
llegaron con <strong>los</strong> españoles le agregaron<br />
el ácido de <strong>los</strong> limones y las naranjas<br />
agrias y así nació ese delicioso<br />
representante de la comida criolla<br />
peruana. Nos dice también Juan José<br />
que "seviche" o "cebiche" viene de la<br />
palabra "sebech" que significa "comida<br />
ácida" en el árabe del Mediterráneo<br />
Occidental.<br />
Así será pues... Pero aunque<br />
"cebiche" no se deriva de "cebolla"<br />
como algunos se aventuran a decir,<br />
pudiera bien venir de algún vocablo<br />
antiguo del mochica o de la lengua<br />
"pescadora", como sugiere Antonio<br />
Cisneros, o del vocablo quechua<br />
"sipich" que, una vez me dijo don<br />
Rafael Aguilar, significa macera en<br />
ácido... ¿ácido sin limón ni naranja<br />
agria? ¡Claro está! Tumbo verde, camucamu,<br />
vinagre de molle... Y hasta hay<br />
por ahí quien nos dice que "cebiche" y<br />
"escabeche" es una herencia de la mala<br />
pronunciación árabe de la letra "p"<br />
cambiándola con
"b" en la expresión de "pesce" o<br />
"piscis", que significa "pescado" ¡Vaya<br />
usted a saber!.<br />
Pero ya que hablamos de <strong>los</strong> gustos<br />
españoles que vinieron al Perú,<br />
mezclados o no con <strong>los</strong> caprichos<br />
culinarios de las moriscas, recordemos<br />
que durante la Edad Media, en todo el<br />
continente europeo y <strong>desde</strong> luego en<br />
España, existía una enorme brecha entre<br />
lo que comía la nobleza y lo que comía<br />
la plebe. La base de la alimentación del<br />
pueblo común era el pan de trigo, de<br />
centeno, de cebada, etc-, el vino, el<br />
aceite y las aceitunas. El pan<br />
servía para ensopar <strong>los</strong> caldos y<br />
al pan se le agregaban pedazos<br />
de carne o de grasa proveniente<br />
por lo general de la caza o de<br />
algún animal doméstico y se<br />
mezclaba todo esto con alguna<br />
legumbre guisantes, habas, garbanzos o<br />
lentejas.<br />
En cambio, la nobleza gozaba de<br />
una mesa cada vez más sofisticada que<br />
pronto llevó a la redacción de<br />
elaborados libros de cocina y a<br />
exigencias cada vez mayores en cuanto<br />
a carnes, vegetales y : saborizantes. Fue<br />
este sainete de aromas, colores y<br />
sabores lo que condujo a Isabel la<br />
Católica a autorizar y respaldar la "loca<br />
aventura" de Colón. Y fue ese clima el<br />
que engendró El Libro de Sent Sovi, un<br />
delicioso recetario catalán del siglo XIV<br />
y más tarde el libro de Coch escrito por<br />
el maestro Roberto de Nola, cocinero de<br />
Fernando de Nápoles.<br />
60<br />
Pero esta amalgama de la cocina<br />
hispano-magrebí con la culinaria<br />
indígena del Perú se complicaría aún<br />
más después de la Independencia<br />
Nacional.<br />
Durante todo el Virreinato, la<br />
gran cantidad de esclavos africanos que<br />
<strong>los</strong> españoles trajeron para reemplazar<br />
<strong>los</strong> brazos indígenas que se habían<br />
perdido por epidemias, migraciones<br />
internas, abusos y maltratos, trajeron su<br />
música y su alegría que permaneció<br />
oculta en una prolongada<br />
incubación que hizo exp<strong>los</strong>ión a<br />
mediados del siglo XIX, cuando<br />
<strong>los</strong> esclavos fueron liberados.<br />
La contribución del esclavo<br />
africano a nuestra comida es<br />
principalmente la resultante de la<br />
marginalidad en que se mantuvo a esta<br />
etnia no solamente durante su esclavitud<br />
sino aun después de su liberación. El<strong>los</strong><br />
fueron <strong>los</strong> que le enseñaron al español y<br />
al indígena peruano a comer las vísceras<br />
de <strong>los</strong> animales, inventando platos como<br />
el choncholí, el caucau e inclusive <strong>los</strong><br />
anticuchos en una adaptación de <strong>los</strong><br />
"brochettes" marroquíes (Shish-kabob),<br />
ensartando pedazos de corazón y<br />
agregándole la salsa de ají (antic-uchu)<br />
que le ha dado personalidad peruana.<br />
El<strong>los</strong> fueron, como bien ha definido don<br />
Fernando Romero, <strong>los</strong> que mezclaron la<br />
yuca con la chancaca y fabricaron un<br />
nuevo tamal que bautizaron "chapana",<br />
el nombre de uno de
sus antiguos dioses, en nostálgico<br />
recuerdo de ritos ancestrales; y el<strong>los</strong><br />
fueron <strong>los</strong> que modificaron la chicha<br />
indígena agregándole, entre otras cosas,<br />
la nuez moscada (Myristica fragrans)<br />
que le da tono de brebaje alucinatorio y<br />
que era consumido en las jaranas de<br />
negros con el nombre de "chinchiví".<br />
Pocos fueron <strong>los</strong> vegetales<br />
alimenticios que llegaron a nosotros con<br />
el tráfico esclavista. Fue más bien el<br />
ingenioso aprovechamiento de <strong>los</strong><br />
alimentos sin prestigio (vísceras, azúcar<br />
mal refinada, cuero porcino, etc.) que<br />
fueron lentamente escalando posiciones<br />
en la sociedad multiétrúca que<br />
constituyó el Perú. Quizás ejemplo de<br />
vegetales importados es el "najú"<br />
llamado en otras partes "quimbombó",<br />
"gumbo" y "olera", y por <strong>los</strong> botánicos<br />
Hibiscus suculentus. En México y en el<br />
Caribe es mucho más popular que aquí<br />
en el Perú.<br />
Otro alimento introducido en<br />
nuestra selva, proveniente del África vía<br />
Brasil o Venezuela, es el ñame, llamado<br />
yam en el Caribe (Dioscorea trifida). No<br />
falta quien dice que en vez de haber<br />
venido del África, donde abunda, fue<br />
llevado hacia allá <strong>desde</strong> la Amazonía.<br />
Don Fernando Romero nos dice que el<br />
nombre viene de un lenguaje africano,<br />
el walof, donde ñam significa<br />
"alimento". En lo que no estamos de<br />
acuerdo con don Fernando es en el<br />
origen del vocablo "sango" que es puro<br />
quechua y que, aunque ha sido<br />
modificado en su receta por las<br />
cocineras negras, era una masa de maíz<br />
61<br />
que tenía usos rituales, tal como está<br />
descrito en noticias varias del tiempo de<br />
la Conquista.<br />
Liberadas ya las "manos<br />
morenas" de la obligatoria tarea<br />
campesina, prontamente se urbanizaron<br />
y, empleándose en <strong>los</strong> hogares<br />
acomodados, invadieron fácilmente la<br />
cocina o administraron fonduchas y<br />
cocinas ambulantes, o pregonaron por<br />
las calles chapanas, picarones,<br />
chicharrones y otras vísceras<br />
sabrosamente sazonadas.<br />
La libertad de <strong>los</strong> negros<br />
acarreó, como sabemos, una grave crisis<br />
agraria por falta de brazos, y esto<br />
desembocó en la abundante importación<br />
de labradores chinos. No fue una<br />
inmigración. Fue una vulgar<br />
importación, como quien importa una<br />
mercancía. Con todos <strong>los</strong> agravantes<br />
crueles de un disfraz de esclavitud,<br />
vinieron miles de "coolíes" con su<br />
arroz...<br />
Si bien el arroz llegó muy<br />
temprano al Perú traído por las mujeres<br />
de <strong>los</strong> conquistadores y reafirmado en<br />
su arraigo por el gusto de las moriscas<br />
(que también eran mujeres de <strong>los</strong><br />
conquistadores), nadie puede dudar que<br />
el verdadero y definitivo afianzamiento<br />
de este cereal en el diario menú de todos<br />
<strong>los</strong> peruanos ha sido el resultante de la<br />
influencia china. El hábito de<br />
alimentarse diariamente con <strong>los</strong> 700 g.<br />
de arroz por persona que <strong>los</strong> hacendados<br />
supuestamente asignaban a sus obreros<br />
culíes, se difundió en el Perú en todos<br />
<strong>los</strong> estratos sociales y permanece hasta<br />
hoy como una de las
características de la cocina peruana.<br />
Cumplido su esclavizante contrato, <strong>los</strong><br />
labradores chinos se incorporaban a la<br />
sociedad urbana como sirvientes y<br />
cocineros en <strong>los</strong> hogares de la<br />
aristocracia y de la clase media alta. Un<br />
considerable sector de el<strong>los</strong>,<br />
tradicionales practicantes de la cocina<br />
china, se transformaron fácilmente en<br />
fonderos y el sabor oriental fue<br />
invadiendo progresivamente la mesa<br />
peruana. Introdujeron así, <strong>los</strong> chinos<br />
urbanizados, algunas verduras y frutos<br />
chinos, <strong>los</strong> tallarines chinos y la<br />
combinación de sabores dulce-ácido,<br />
dulce-salado, picantedulce, etc., así<br />
como mezclas diferentes de verduras y<br />
carnes cuya descripción aquí sería<br />
inacabable y nos llevaría a territorios<br />
ajenos a nuestro objetivo.<br />
El notable antropólogo<br />
Humberto Rodríguez Pastor nos da una<br />
lista de <strong>los</strong> ingredientes más<br />
comúnmente usados en <strong>los</strong> cientos de<br />
restaurantes chinos (chifas) que hay en<br />
el Perú.<br />
Verduras: cebollita china,<br />
balsamina, calabacín chino (si-juá), col<br />
china (lon-ga-pa), pacchoi, paccho-san,<br />
arvejitas chinas (colantau), ajo chino,<br />
etc.<br />
Condimentos: pimienta china<br />
(wa-yeum), canela china (giomfam),<br />
kion o jengibre, tau-si, men-si etc.<br />
Elaborados: sillau, wantán,<br />
tallarines chinos, fideos cristalinos (fansi),<br />
queso de soya (tanfú), salsa de<br />
tamarindo, pasta de soya, etc.<br />
Alguna conjunción astrológica<br />
62<br />
ha de haber ocurrido a mediados del<br />
siglo pasado cuando estas cosas de <strong>los</strong><br />
negros y de <strong>los</strong> chinos ocurrían en el<br />
Perú para beneficio inmejorable de<br />
nuestra cocina criolla, porque en un<br />
fenómeno totalmente independiente<br />
pero contemporáneo de la liberación de<br />
<strong>los</strong> esclavos negros y de la<br />
esclavización de <strong>los</strong> labradores chinos,<br />
se inició una corriente inmigratoria<br />
italiana. Aunque no tengo al alcance<br />
estadísticas exactas, se dice que en 1860<br />
había en el Perú unos mil italianos y que<br />
en 1880 ya eran más de diez mil. Casi<br />
todos <strong>los</strong> que vinieron en esa época<br />
provenían de Liguria (alrededor de<br />
Génova) y se dedicaron a actividades<br />
comerciales y portuarias. Y, <strong>desde</strong> el<br />
punto de vista comercial, su condición<br />
de pequeños capitalistas <strong>los</strong> condujo al<br />
negocio de venta al por menor de<br />
alimentos (pulperías) y de pequeñas<br />
fondas. Esto tuvo mucha relación<br />
también con la expansión de sus<br />
actividades hacia el cultivo de pequeñas<br />
huertas, pequeños viñedos y la<br />
elaboración artesana! de vinos y licores.<br />
Una actividad inmigratoria con<br />
estas características no podía dejar de<br />
influenciar en gran medida las<br />
costumbres alimenticias del país<br />
anfitrión, y de ahí la infiltración de<br />
gustos y sabores italianos en nuestra<br />
cocina. Giovanni Bonfiglio nos describe<br />
en más detalle las características de la<br />
influencia italiana en la cultura culinaria<br />
peruana.<br />
Desde luego, prácticamente no<br />
trajeron nada nuevo en lo que se re
fiere a ingredientes. Lo que cambiaron,<br />
y en forma muy notoria, fue el uso que a<br />
esos ingredientes se les daba antes del<br />
influjo italiano. El nuevo uso de<br />
legumbres frescas, la profusión de<br />
verduras y hortalizas como la albahaca,<br />
las espinacas, las acelgas, las coles,<br />
coliflor y brócoli, las berenjenas y,<br />
sobre todo, la generalización de las<br />
pastas. Tallarines, ravioles, fideos,<br />
polenta y cuanto hay. Y las nuevas<br />
recetas de bizcochos, panes y<br />
panetones. Y la confección doméstica y<br />
la industrialización de helados y<br />
bebidas. Y <strong>los</strong> vinos jah!, ¡<strong>los</strong> vinos!. A<br />
comienzos de este siglo, prácticamente<br />
toda la industria viñera estaba en manos<br />
de familias italianas.<br />
Como curiosidad histórica, es<br />
atractivo e interesante comprobar el<br />
quién, cómo y cuándo de la<br />
transculturación agrícola pero muy<br />
frecuentemente nos encontramos con<br />
que la simple llegada de un producto<br />
exótico no constituye un verdadero<br />
aporte <strong>desde</strong> el punto de vista<br />
económico y cultural. Veremos así, en<br />
las páginas siguientes, muchos de esos<br />
datos curiosos; pero iremos constatando<br />
que, coincidentemente también, por esa<br />
imaginaria conjunción astrológica de<br />
mediados del siglo pasado, la gran<br />
explotación de <strong>los</strong> aportes agrícolas de<br />
nuestro continente hacia las otras<br />
regiones del mundo se produjo recién en<br />
ese siglo.<br />
¡Cuatro sig<strong>los</strong> después del llamado<br />
Descubrimiento!.<br />
63<br />
El camote y la yuca, por ejemplo,<br />
aunque fueron conocidos en el Viejo<br />
Mundo <strong>desde</strong> el siglo XVI, solamente<br />
fueron aprovechados en África y Asia<br />
durante el siglo pasado y ahora es en<br />
esos continentes donde se concentra el<br />
78% de la producción mundial de la<br />
yuca y el 97% de la producción mundial<br />
del camote. Esto sin mencionar que ha<br />
habido muchos años recientes durante<br />
<strong>los</strong> cuales el Perú, "el inventor de la<br />
papa", ha tenido que importar este<br />
producto por su propia incapacidad de<br />
producido en condiciones suficientes<br />
para su consumo interno. En cambio,<br />
<strong>los</strong> países europeos cosecharon<br />
millonarias toneladas de papa.<br />
Dígase otro tanto del maní que<br />
llegó también tempranamente a España,<br />
a <strong>los</strong> pocos años del Descubrimiento,<br />
pero que recién a mediados del siglo<br />
pasado comenzó su explotación en<br />
África y en Asia donde hoy se<br />
concentra el 76% de la producción<br />
mundial... y otra planta oleaginosa, el<br />
girasol, que adornaba nuestras campiñas<br />
<strong>desde</strong> hace muchos sig<strong>los</strong> y que fue<br />
llevado a España pocos años después de<br />
la Conquista, distribuye el 72% de su<br />
producción entre Europa, Asia y África;<br />
y en el Perú no va más allá de alguna<br />
aventura raquítica.<br />
No son excepciones .las que<br />
aquí mencionamos, así de pasada.<br />
Porque si es verdad que solamente el<br />
18% de las paltas del mundo se<br />
producen fuera de nuestro Continente,<br />
esta desnaturalización es del 48% de la<br />
papaya, el 70% de la puña y el 73% del<br />
marañón (cashew) de
acuerdo a <strong>los</strong> datos del Quinto<br />
Centenario estudiados por Giorgio<br />
Doria del Instituto de Historia<br />
Económica de la Universidad de<br />
Génova que también nos recuerda que<br />
casi las dos terceras partes del cacao<br />
mundial se producen en el Africa.<br />
Fue también durante el siglo<br />
pasado que la producción del caucho<br />
fue trasladada <strong>desde</strong> nuestra selva<br />
amazónica hacia Asia Y Africa y, a<br />
partir de 1841, cuando se inventó la<br />
polinización artificial de la vainilla, el<br />
900/0 de la producción de tan aromático<br />
saborizante emigró de nuestro<br />
Continente.<br />
Y para colmar el vaso, aunque<br />
aquí no hemos mencionado todas las<br />
tristes estadísticas, recordemos ese árbol<br />
que está en nuestro escudo nacional y<br />
que se llama quina (Cinchona para<strong>los</strong><br />
botánicos). Ya casi no hay... excepto<br />
silvestre y difícil de encontrar. Ahora<br />
toda se produce en el sudeste de Asia.<br />
Para adaptarse a todos estos<br />
cambios, la agricultura peruana estuvo<br />
dando tumbos, especialmente en<br />
relación a la producción de alimentos, a<br />
tal punto que no lograba cubrir la<br />
demanda nacional y se hizo necesario<br />
importar una serie de rubros.En la<br />
Convención Nacional de diciembre de<br />
1856, debido a la escasez, quedaron<br />
libres de derechos de importacióri "por<br />
18 meses" <strong>los</strong> siguientes víveres.de<br />
primera necesidad: azúcar, arroz,<br />
quesos, charqui, manteca, mantequilla,<br />
sebo, papas, frijoles, garbanzos, habas,<br />
arvejas, lentejas y cebada. El trigo<br />
64<br />
debería estar libre de derechos<br />
solamente en <strong>los</strong> puertos de Arica,<br />
Iquique y Paita. En esos años, <strong>los</strong><br />
alimentos producidos por el país no eran<br />
bastantes para el consumo pues la<br />
agricultura sufrió agudamente por falta<br />
de brazos debido a la liberación de <strong>los</strong><br />
esclavos tal como hemos visto arriba.<br />
Aliado de <strong>los</strong> planes para la importación<br />
de labriegos chinos, era indispensable<br />
mejorar la tecnología de nuestros<br />
campos y así mejorar la producción por<br />
lo cual el presidente Castilla resolvió,<br />
en 1859, liberar de derechos de<br />
importación a todo género de máquinas<br />
para facilitar la agricultura. Esto tuvo un<br />
efecto muy benéfico y repercutió<br />
especialmente sobre la producción<br />
azucarera.<br />
La primera máquina de vapor<br />
para una azucarera había sido<br />
introducida en el Perú alrededor de<br />
1837. La trajo Don José Rufino<br />
Echenique para su hacienda San Pedro.<br />
Los planos <strong>los</strong> hizo un ingeniero inglés<br />
llamado Mr. Gill Y la casa importadora<br />
fue la Casa Gibbs. Echenique fue<br />
considerado loco por hacer esta<br />
importación, pero siguió adelante.<br />
La producción de azúcar había<br />
estado limitada hasta 1860 a una<br />
pequeña cantidad que sobrepasaba<br />
ligeramente el consumo interno que era,<br />
además, muy bajo: menos de 3,000<br />
toneladas. Con la nueva ley,<br />
comenzaron a surgir empresas<br />
mecanizadas en el norte (Cayaltí, Palto)<br />
para aprovechar la tecnología que había<br />
sido desarrollada en Cuba
durante la década de 1840-1850.<br />
Como consecuencia de estas mejoras<br />
tecnológicas, la exportación de azúcar<br />
en el Perú rápidamente fue ascendiendo<br />
(*). Esto mejoró la economía de <strong>los</strong><br />
terratenientes; pero disminuyó el área<br />
agrícola dedicada a la producción de<br />
alimentos.<br />
La abundancia de azúcar, su<br />
menor precio y el ingenio de la mujer<br />
peruana se pusieron entonces de<br />
acuerdo para invadir nuestra cocina con<br />
una ingente y abrumadora profusión de<br />
recetas de dulces y postres que<br />
difícilmente encuentran paralelo en<br />
ninguna otra región de este amargo<br />
planeta. Gracias a Charito Olivas, fértil<br />
e incansable escritora de nuestro arte<br />
culinario, podemos gozar de la más<br />
dulce crónica que nadie había podido<br />
imaginar.<br />
En general, el gran negocio del<br />
azúcar produjo una ola de entusiasmo<br />
entre <strong>los</strong> empresarios del campo y de la<br />
industria alimenticia. Ya en esa época,<br />
don Alejandro Milne, un caballero<br />
inglés, había llegado al Callao y había<br />
instalado un excelente centro industrial<br />
que se llamó Compañía Molinera Santa<br />
Rosa. En esa época ya existía la fábrica<br />
de galletas (a vapor) de Arturo Field<br />
que se había establecido <strong>desde</strong> 1864.<br />
También <strong>desde</strong> 1860 se había<br />
inaugurado la primera fidelería puesta<br />
por don Luis Suito que usaba ahora la<br />
harina producida por Milne, quien<br />
amplió por eso su progresista fábrica.<br />
65<br />
Suito tenía como competidor a don Juan<br />
Falco que usaba trigo del Molino<br />
Vásquez, pero pronto surgieron otros en<br />
el mismo campo. En 1870 <strong>los</strong> hermanos<br />
Ballero instalaron su fábrica de fideos<br />
en el Molino de Piamonte, en Malambo;<br />
y en 1874 Demutti y Chiappe pusieron<br />
otra fidelería en el Molino de San Juan.<br />
No tuvieron suerte; se les incendió dos<br />
años más tarde. Pero, con tenacidad<br />
italiana, se fueron a una antigua fábrica<br />
de hielo de la calle Rifas e instalaron la<br />
fábrica de fideos y galletas denominada<br />
"Fénix" que después la vendieron a <strong>los</strong><br />
hermanos Chiarella. Paralelamente<br />
surgía la primera fábrica a vapor para<br />
hacer chocolates, de propiedad de<br />
Vignolo y Compañía.<br />
Este plausible desarrollo de la<br />
industria alimentaría originó un nuevo<br />
golpe de timón en las costumbres<br />
culinarias al poner a disposición del<br />
ama de casa toda la gama de "pastas"<br />
cuya rápida preparación, en deliciosos<br />
platil<strong>los</strong> de corte italiano, acortaba el<br />
tiempo, el esfuerzo y el consumo de<br />
combustible para el diario menú y, en<br />
cierta forma, contri;. buyó a iniciar la<br />
liberación de la mujer haciéndola menos<br />
dependiente de las labores culiriarias.<br />
(*)Nota: Aquí podemos ver la producción anual de<br />
azúcar esos años:<br />
1871 4,500 toneladas.<br />
1872 6,550 toneladas<br />
1873 15,950 toneladas.<br />
1874 23,700 toneladas.<br />
1875 50,000 toneladas.<br />
1876 55,370 toneladas.<br />
1877 63,370 toneladas.<br />
1878 60,763 toneladas.
Dentro de este resurgimiento de la<br />
agricultura y de sus industrias<br />
derivadas, <strong>los</strong> esfuerzos oficiales se<br />
dirigieron a la preparación de personal<br />
técnico. El gobierno de Balta adquirió la<br />
hacienda de Santa Beatriz (en el actual<br />
campo de Marte) y fundó allí el<br />
Instituto de Agricultura en 1869; y en<br />
1874 comenzó a funcionar en local'<br />
aparte la "Escuela Agrícola Práctica"<br />
para jóvenes sin recursos económicos.<br />
El Instituto de Santa Beatriz fue<br />
convertido en Escuela Superior de<br />
Agricultura mediante el reglamento de<br />
1876. Ésta fue la época en que <strong>los</strong><br />
gobiernos y algunos particulares<br />
iniciaron esfuerzos para ampliar las<br />
tierras de cultivo. En 1867 se hizo la<br />
primera irrigación moderna en el Perú.<br />
Fue mediante el llamado Canal de<br />
Uchusuma que trajo agua al valle de<br />
Tacna. Meiggs, el empresario<br />
norteamericano que encontramos a cada<br />
paso en la historia del transporte<br />
peruano, realizó la irrigación del valle<br />
de Azapa (Arica) en 1870; y por la<br />
misma época se realizaron irrigaciones<br />
en Lambayeque y Camaná.<br />
También por esa época, con<br />
múltiples problemas que se habían<br />
desencadenado en relación a la<br />
explotación y la comercializaclón del<br />
guano, comenzó a desarrollarse, en el<br />
sur del Perú, la creciente industria del<br />
salitre, importantísima para una<br />
agricultúra que cada día necesitaba más<br />
fertilizantes. La materia prima de donde<br />
se extraía el salitre se llamaba, caliche y<br />
se presentaba en forma de vetas en las<br />
amplias pampas al sur de Arica. El<br />
66<br />
caliche era triturado por medio de<br />
máquinas de vapor introducidas en<br />
1870. Así triturado, se disolvía en agua<br />
y se le purificaba por diversos<br />
procedimientos para obtener el salitre<br />
cristalizado tan codiciado por<br />
agricultores de todo el mundo.<br />
Constituyó una riqueza tan codiciada<br />
que, indirectamente, ocasionó una<br />
aciaga guerra entre pueb<strong>los</strong> hermanos.<br />
Para damos una idea de cómo<br />
iban variando <strong>los</strong> gustos y las<br />
inclinaciones culinarias de <strong>los</strong> peruanos,<br />
una vez rotas las ataduras políticas y<br />
comerciales con España, echemos una<br />
mirada a un menú servido en Lima, en<br />
<strong>los</strong> primeros días de enero de 1871. Se<br />
trata de un banquete que don Enrique<br />
Meiggs, el genio norteamericano que<br />
construyó <strong>los</strong> ferrocarriles del Perú, le<br />
brindó a sus amigotes de la política, el<br />
comercio y la banca para celebrar la<br />
inauguración del ferrocarril de<br />
Mollendo a Arequipa. Podía usted<br />
escoger entre dos sopas, así<br />
modestamente: una que se llamaba<br />
"Sopa a la Reina" y otra "A la<br />
consomé". Pero apenas habíamos<br />
comenzado, nos daban a escoger entre<br />
<strong>los</strong> siguientes platil<strong>los</strong>, entonces<br />
conocidos como "Hors d'Oeuvre".<br />
Mayonesa de corvina, Jamones<br />
decorados a la moderna, Galantina de<br />
pavo real a la Orleans. Pasteles de ave<br />
en costras, Chancho a la Bella Vista,<br />
Lomitos a la jardinera, Lengua a la<br />
Imperial, Ensalada de gallina a la Turca,<br />
Cabritos rellenos a la criolla, Patos a la<br />
Inglesa, Pavos rellenos a la Perigord,<br />
Pollas de Buissons, Gansos rellenos a la
Francesa, Roast-beef glacé, Sandwiches<br />
diversos y Salchichón de Lyon...<br />
Eso era no más "Hors d'Oeu<br />
vre", pero es evidente que el gringo<br />
Meiggs suponía en sus invitados un<br />
buen estómago, una especial tolerancia<br />
digestiva, y una tendencia, aceptada y<br />
promovida en las mejores familias de<br />
Lima, para que <strong>los</strong> señores invitados<br />
pudieran llevarse "para la Señora", una<br />
porción aceptable de <strong>los</strong> manjares<br />
servidos en tan formal y exclusivo<br />
banquete. Porque después venían <strong>los</strong><br />
postres: Macedonia de frutas, Queso<br />
Bavarois, Crema a la Inglesa, Pudín<br />
Diplomático, Pastelitos, Confites, Frutas<br />
de la Estación y otros quesos, todo esto<br />
acompañado con sorbetes. Imperiales de<br />
Vainilla, de Naranja, de Fruti1la, de<br />
Piña. Limonada y café. Desde luego,<br />
antes, durante y después, usted podía<br />
consumir cantidades navegables de<br />
Burdeos finos, Sauterne, Rhin, Oporto,<br />
Jerez, Champaña, Cerveza, Kirch,<br />
Pisco, Curazao, Italia, Anissette de<br />
Burdeos, Marrasquino de Turín y pare<br />
usted de contar porque de sólo leerlo ya<br />
estoy volando... Ya se imaginará usted,<br />
mi querido lector, en qué, cómo y<br />
cuándo terminó el sonado banquete del<br />
que no nos queda sino un apolillado<br />
menú. Pero en beneficio de la duda y<br />
para evitar maledicencias y<br />
tergiversaciones, sepa usted que entre<br />
<strong>los</strong> dignos invitados estaban el<br />
presidente Balta, el ministro de<br />
Hacienda don Nicolás de Piérola, el expresidente<br />
Diez Canseco y otros<br />
distinguidos caballeros de lo mejorcito<br />
de Lima y de su incipiente colonia<br />
68<br />
extranjera. En las últimas décadas, la<br />
agricultura está siendo inundada por<br />
nuevas tecnologías que han invadido<br />
también el sistema de almacenamiento,<br />
industrialización y comercialización.<br />
Los países industrializados y <strong>los</strong><br />
enclaves industrializados en nuestros<br />
países, exigen que <strong>los</strong> supermercados<br />
tengan toda clase de alimentos frescos<br />
en todas las estaciones del año. Para<br />
esto, <strong>los</strong> agricultores de todo el mundo<br />
han contribuido con nuevas variedades<br />
y nuevas razas de plantas nutritivas que<br />
soportan más tiempo después de la<br />
cosecha sin deteriorarse o malograrse.<br />
Las mazorcas que transformen más<br />
lentamente sus azúcares en almidones...<br />
las arvejas o vainitas maduran ahora<br />
más lentamente y se mantienen suaves y<br />
dulces más tiempo; <strong>los</strong> grandes<br />
pimientos dulces son ahora de todos<br />
colores, verdes, amaril<strong>los</strong>, rojos, y se<br />
mantienen lozanos y rozagantes durante<br />
más de un mes en las vitrinas<br />
comerciales... Todo cambia<br />
vertiginosamente. La agricultura y la<br />
agroindustria nos muestran cada día<br />
más y más novedades que, en una forma<br />
u otra, dan nuevas orientaciones a<br />
nuestras inclinaciones gastronómicas.<br />
Los medios de comunicación, en su<br />
exp<strong>los</strong>ivo crecimiento, nos muestran,<br />
día a día, semana tras semana, una<br />
nueva forma de cocinar, una nueva<br />
combinación de alimentos y<br />
saborizantes, un nuevo producto de la<br />
industria, un nuevo artefacto eléctrico,<br />
un nuevo concepto dietético, un nuevo,<br />
nuevo, desquiciantemente nuevo modo<br />
de alimentamos.
CAPÍTULO II<br />
EL TESORO DE UKJU-PACHA<br />
__________________________________________<br />
El Universo, en todas las<br />
culturas, está dividido en tres grandes<br />
áreas: <strong>los</strong> Cie<strong>los</strong>, la Tierra y <strong>los</strong><br />
Infiernos. El Mundo de Arriba, el<br />
Mundo de aquí y el Mundo de las<br />
Profundidades de la Tierra. Esta visión<br />
del cosmos está visceralmente enraizada<br />
en el subconsciente colectivo; en el<br />
Antiguo Perú, <strong>los</strong> tres ambientes de la<br />
Creación eran CayPacha (lo de aquí),<br />
Hanan-Pacha (el mundo de arriba) y<br />
Ukju-Pacha, (el mundo de las cavernas<br />
y de las entrañas de la tierra).<br />
¡Origen del Ser!<br />
¡Viracocha!<br />
¿Dónde estás?<br />
¿En el Hanan-Pacha?<br />
¿En el Cay-Pacha?<br />
¿En el Ukju Pacha?<br />
¿Estás aquí?<br />
¡Creador de este Mundo!<br />
¡Hacedor del Hombre!<br />
¿Donde estás?<br />
¡Oyeme!<br />
(Huamán Poma).<br />
Buscar el mensaje de Viracocha<br />
en las profundidades de la tierra tenía<br />
una raigambre permanente para el<br />
70<br />
peruano prehispánico que encontró su<br />
sustento en las raíces de muchas plantas<br />
(*). En ellas halló la respuesta a su<br />
pedido de energía vital y de salud.<br />
Venían de Ukju-Pacha; venían de las<br />
entrañas terrestres.<br />
Los productos agrícolas<br />
subterráneos son raíces, tubércu<strong>los</strong>,<br />
rizomas y bulbos o cebollas. Cualquier<br />
diccionario nos define cada una de ellas.<br />
A esto tenemos que agregar una planta<br />
biológicamente extraña como el maní,<br />
cuyo fruto, apenas comienza a madurar,<br />
inclina su tallo y se introduce bajo<br />
tierra. Por eso, <strong>los</strong> botánicos le dicen<br />
Arachis hipogea.<br />
(*) En alguna forma <strong>los</strong> hemos de ordenar y, por<br />
respeto a la nomenclatura internacional, aquí van en<br />
orden alfabético de sus nombres latinos:<br />
Arachis hipogea. (El maní) - pág 83<br />
Arracacia xanthorriza (la arracacha) -pág. 68<br />
Canna edulis (la achira) - pág. 65<br />
Ipomea batata (el camote) - pág. 64<br />
Lepidíum menyeii (la maca) - pág. 67<br />
Manihot esculenta (la yuca) - pág.84<br />
Mirabilis expansa (la yuka) - pág. 71<br />
Oxalis tuberosa (la oca) - pág. 72<br />
Pachyrrhizus sp (la jícama) - pág. 69
La región andino amazónica, base del<br />
área geográfica donde se desarrolló lo<br />
que ahora conocemos como "Antiguo<br />
Perú", es uno de <strong>los</strong> centros más<br />
importantes del mundo en el origen y<br />
desarrollo de especies vegetales<br />
nutritivas. Esto ha sido reconocido<br />
<strong>desde</strong> ya hace más de un siglo y medio<br />
por Candolle y más recientemente por<br />
Vavilov, un notable genetista ruso. Más<br />
de un centenar de especies<br />
domesticadas por el antiguo labrador<br />
andino dieron al hombre moderno<br />
raíces, granos, legumbres, hortalizas,<br />
frutos, nueces, etc. Muchos<br />
nutricionistas consideraban que el hecho<br />
más saltante en la contribución del gran<br />
eco-sistema andino a la nutrición de la<br />
humanidad es la fascinante variedad de<br />
productos vegetales subterráneos. Más<br />
de dos docenas de raíces nutritivas<br />
domesticadas por <strong>los</strong> andinos forman<br />
así el Tesoro de Ukju-Pacha, ese reino<br />
misterioso de las entrañas terrestres. La<br />
diversidad genética de este grupo de<br />
plantas es de una riqueza maravil<strong>los</strong>a y<br />
ha dado origen a miles de razas<br />
adaptadas a una fascinante variedad de<br />
nichos ecológicos en todo el mundo. La<br />
tecnología precolombina de nuestros<br />
agricultores nunca fue igualada en su<br />
capacidad para desarrollar plantas<br />
nutritivas adaptables a las mayores<br />
variaciones ecológicas y climatológicas<br />
de esta parte del mundo y, por ende,<br />
Polymnill sonchifolill (el yacón) - pág.82<br />
Solanum tuberosum (la papa) - pág.74<br />
Tropaeleum tuberosum (la mashua) - pág. 70<br />
Ullucus tuberosum (el olluco) - pág. 73<br />
71<br />
a <strong>los</strong> extremos casi inconcebibles de <strong>los</strong><br />
ambientes biológicos de todo el planeta.<br />
EL CAMOTE<br />
(Ipomea batata)<br />
Este tubérculo es precolombino<br />
en el Ande aunque parece haber estado<br />
presente simultáneamente en toda la<br />
América e inclusive la Oceanía.<br />
Hay, es verdad, una serie de<br />
publicaciones con las más diversas<br />
teorías y alegatos sobre el origen de este<br />
útil alimento, pero no creemos<br />
apropiado discutir sobre ellas ahora.<br />
Con frecuencia se apoya la tesis de que<br />
el camote fue traído de la Indonesia por<br />
navegantes solitarios... pero la posición<br />
más aceptada es que tuvo origen<br />
multicéntrico. En el Ande aparece muy<br />
temprano y ya se le encuentra en la<br />
época de
la agricultura incipiente de<br />
hace cinco o seis mil años.<br />
Las primeras noticias<br />
que tuvo Europa sobre el<br />
camote provienen del mismo<br />
Cristóbal Colón.<br />
Rápidamente fue llevado a<br />
Portugal y a Italia y ya a<br />
fines del siglo XVI era<br />
cultivado en mediana escala<br />
en el sur de España como<br />
alimento de <strong>los</strong> pobres y forraje para <strong>los</strong><br />
cerdos. Las mesas elegantes la usaban<br />
ocasionalmente para dulces y postres.<br />
Por ahí alguien tuvo la ocurrencia de<br />
rumorear que, como muchas raíces del<br />
Nuevo Mundo, el camote tenía virtudes<br />
afrodisíacas. No duró mucho tiempo el<br />
chisme, pero me dicen que ese fue el<br />
origen de simbolizar el amor con el<br />
"encamotamiento"; porque si fuera<br />
solamente por lo dulce, la remolacha se<br />
habría llevado el premio.<br />
El vocablo "camote" se deriva<br />
de la palabra nahuatl "camotli". En<br />
quechua hay dos nombres para esta<br />
planta: se llama "apichu" a la variedad<br />
muy dulce y "cjumara" a la variedad<br />
harinosa. Resulta entonces que el<br />
nombre en la Polinesia también es<br />
"Cumara", lo que sirve de asidero a <strong>los</strong><br />
que creen que nosotros lo llevamos, o<br />
el<strong>los</strong> lo trajeron <strong>desde</strong> el siglo XII. .<br />
Hay muchas variedades: blanco,<br />
amarillo, rosado, morado, salmón, etc..<br />
Todos son ricos y dulces, y se endulzan<br />
más cuando <strong>los</strong> asoleas unos días.<br />
72<br />
Es cultivado en todo<br />
el mundo, pero más en el<br />
Viejo Mundo que en el<br />
Nuevo de donde es original.<br />
Europa produce más de 100<br />
millones de toneladas<br />
anuales, lo que representa un<br />
alto porcentaje de la<br />
producción mundial.<br />
En la China, el<br />
camote constituye una de las<br />
grandes cosechas alimenticias.<br />
LA ACHIRA<br />
(Canna edulis)<br />
No es una raíz sino un rizoma.<br />
Debemos mencionar que la achira<br />
aparece como alimento cultivado <strong>desde</strong><br />
<strong>los</strong> primeros momentos de la agricultura<br />
peruana. Quien la ve ahora. adornando<br />
<strong>los</strong> jardines de Lima y de muchas<br />
grandes ciudades europeas, con sus<br />
grandes flores rojas y amarillas, sus<br />
tal<strong>los</strong> erectos y sus anchas hojas de<br />
verde alegre, frecuentemente ignora su<br />
largo pasado como uno de <strong>los</strong> alimentos<br />
más apreciados por el antiguo peruano<br />
quien la retrató en su cerámica y la llevó<br />
con frecuencia a su tumba. La achira es<br />
todavía usada como alimento entre <strong>los</strong><br />
pueb<strong>los</strong> serranos, y puede verse en<br />
grandes cantidades en <strong>los</strong> mercados<br />
indígenas durante el solsticio de<br />
invierno. A fines del siglo pasado fue<br />
llevada al otro lado del Pacífico donde<br />
se popularizó su cultivo y en la<br />
actualidad es base importante de la dieta
en el sudeste de Asia.<br />
El almidón de la<br />
achira tiene características<br />
que lo convierten en un<br />
alimento excelente para<br />
niños y ancianos y, como tal,<br />
es industrializado y comercializado en<br />
cantidades respetables en Australia, en<br />
algunas islas caribeñas (St. Kitts), en el<br />
sudeste de Asia y en Madagascar. En<br />
todos estos países se olvida con<br />
frecuencia que esta planta es de origen<br />
peruano y que su domesticación se debe<br />
al antiguo agricultor andino. En algunos<br />
sitios, como Brasil y el Hawai, se usa<br />
como forraje para animales domésticos.<br />
El rizoma de la achira puede<br />
consumirse crudo; pero generalmente se<br />
prepara hirviéndolo o asándolo. Tiene<br />
así un sabor dulce, harinoso, parecido al<br />
de las castañas asadas, pero de<br />
consistencia más suave, lo que permite<br />
la preparación de alimentos de niños,<br />
postres diversos y otros platil<strong>los</strong><br />
semejantes a <strong>los</strong> confeccionados con<br />
camote. La harina permite la<br />
preparación de galletas y, mezclada con<br />
queso, hace excelentes bocadil<strong>los</strong>.<br />
Las hojas de la achira pueden<br />
comerse cuando son muy tiernas, a<br />
manera de hortaliza; y <strong>los</strong> tal<strong>los</strong> de <strong>los</strong><br />
retoños hacen sabrosos encurtidos. Pero<br />
además de comerse, las hojas sirven<br />
para envolver alimentos para el<br />
transporte o para la cocción en forma de<br />
tamales, juanes y otras especialidades<br />
gastronómicas.<br />
73<br />
La gran ventaja de la<br />
achira como alimento<br />
subterráneo es su<br />
durabilidad dentro de un<br />
ciclo vital prolongado, su<br />
adaptabilidad a climas muy<br />
diversos y su relativa inmunidad contra<br />
pestes e insectos. Es una planta que<br />
crece rápidamente y puede ser<br />
cosechada a <strong>los</strong> seis meses de sembrada.<br />
Pero, si así se desea, espera<br />
pacientemente un año más para<br />
adaptarse a las necesidades o<br />
postergaciónes del consumo.<br />
Teóricamente, pues, puede cosecharse<br />
durante todo el año y no es obligatorio<br />
su consumo inmediato. En nuestras<br />
serranías, sin embargo, el mes de junio<br />
es el mes de la achira y ésta aparece en<br />
grandes cantidades en <strong>los</strong> mercados.<br />
Es un cultivo de buenas<br />
posibilidades económicas, tal como lo<br />
recalca el grupo de Popenoe, y puede<br />
producir un promedio de 50 toneladas<br />
de rizomas o 5 a 10 toneladas de<br />
almidón por hectárea.<br />
La achira comestible es<br />
ligeramente diferente de la achira o cana<br />
de nuestros jardines. Esta última, que<br />
también puede comerse, pero que no<br />
tiene las mejores calidades<br />
gastronómicas, se caracteriza por sus<br />
lindas flores de diversos colores y<br />
vistoso porte. La achira cultivada para<br />
alimento tiene flores pequeñas y su<br />
atractivo está oculto bajo tierra, allá en<br />
Ukju-Pacha.
A propósito de que la achira<br />
generalmente sólo está en <strong>los</strong> mercados<br />
serranos durante el mes de junio,<br />
diremos aquí que la asociación mágicoreligiosa<br />
de determinadas comidas y<br />
platil<strong>los</strong> con ciertas fechas o con algún<br />
acontecimiento en la biografía de una<br />
persona es algo que se repite en<br />
todas las culturas y adquiere<br />
ciudadanía de "costumbre" a<br />
través de largos años de<br />
enraizamiento y adaptaciones.<br />
El que piense que nosotros, <strong>los</strong><br />
de acá, no encadenamos<br />
alimentos con fechas, no tiene<br />
sino que recordar, el pavo de<br />
Navidad, el turrón de Doña Pepa en<br />
octubre, la torta con velitas para el<br />
cumpleaños, la torta de bodas, el<br />
panetón del veintiocho, el bacalao de<br />
Viernes Santo, la rosca de Reyes y sigue<br />
contando. Por otro lado, para <strong>los</strong> que no<br />
conocen la otra cara del Perú,<br />
recordaremos el "chiri uchu" del Inti-<br />
Raimi, el Picante de papas con<br />
cochayuyo para la siembra, el "patachi"<br />
para el techado de la casa, etc., etc.. La<br />
achira es para junio...<br />
LA MACA<br />
(Lepidium menyení)<br />
Hasta hace pocos años, esta<br />
nutritiva raiz de la puna, llamada<br />
"Maca", era poco o nada conocida para<br />
la gran mayoría de <strong>los</strong> habitantes del<br />
Pero moderno y claramente ignorada<br />
por el resto del mundo. Es una crucífera<br />
74<br />
que crece en <strong>los</strong> páramos andinos, más<br />
arriba de <strong>los</strong> 4000 m.s.n.m.<br />
Pronunciados fríos, frecuentes heladas,<br />
gélidos vientos, nevadas persistentes y<br />
luz solar intensa caracterizan aquellas<br />
inhóspitas regiones donde crece esa<br />
planta de aspecto insignificante y de<br />
raíz tuberosa del tamaño y<br />
forma de un rábano común;<br />
amarillenta, con rayas o pintas<br />
violáceas cuando le quitas la<br />
tierrita y la lavas bien. Por algo<br />
el Padre Cobo nos contó a<br />
principios del siglo XVII, que la<br />
maca crece en <strong>los</strong> sitios más<br />
agrestes y fríos de la puna<br />
donde no hay posibilidades de cultivar<br />
ninguna otra planta alimenticia.<br />
Solamente algunas variedades<br />
de papa de muy bajo rendimiento<br />
pueden crecer en ese ambiente tan<br />
hostil. Pero es precisamente allí donde<br />
<strong>los</strong> arqueólogos han descubierto huellas<br />
de amplios .cultivos de maca en <strong>los</strong><br />
sig<strong>los</strong> prehispánicos.<br />
Esta raíz, que puede llegar a<br />
tener 6 a 8 cm. de diámetro, con un<br />
aspecto piriforme tiene una sección<br />
externa rica en azúcares y un núcleo<br />
central formado principalmente por<br />
almidones. Es fácilmente secada al sol y<br />
mantiene sus calidades nutritivas, con<br />
altos niveles de hierro y yodo, durante<br />
varios años de almacenaje. Es un<br />
excelente alimento y siempre ha tenido<br />
fama de mejorar la capacidad<br />
reproductiva de hombres y animales,<br />
por 10 que muchos
le llaman el "ginseng andino" . Contiene<br />
alcaloides y glucosinolatos que pudieran<br />
explicar esta sostenida fama y, aunque<br />
no hay suficientes estudios científicos<br />
que respalden tales afirmaciones, el<br />
consumo de "chicha de maca", "cóctel<br />
de maca" y guisos y potajes que la<br />
contienen es muy popular en las fiestas,<br />
reuniones y banquetes de Junín y<br />
Huancayo.<br />
Su cultivo es complejo y<br />
necesita ser simplificado pues, debido a<br />
su creciente demanda, ha habido<br />
recientemente notas de alarma<br />
advirtiendo peligros de extinción.<br />
Esperamos que las medidas ya<br />
recomendadas hayan conjurado ese<br />
riesgo y que el "ginseng peruano" siga<br />
alimentando ilusiones y realidades entre<br />
<strong>los</strong> consumidores. Es un<br />
excelente alimento, repetimos,<br />
y merece la creciente atención<br />
que está recibiendo de <strong>los</strong><br />
agricultores de la puna.<br />
Cuando uno estudia la<br />
biología de la maca, no puede<br />
menos de detenerse a<br />
considerar lo largamente desandado en<br />
nuestra agricultura y en el<br />
aprovechamiento de las enormes<br />
extensiones de tierra útil en las punas de<br />
<strong>los</strong> Andes. Cientos de miles de<br />
hectáreas por encima de <strong>los</strong> 3800<br />
metros de altura, con un clima que, en<br />
principio, debería rechazar todo intento<br />
de producción agrícola. En la actualidad<br />
es tierra casi totalmente abandonada,<br />
pero <strong>los</strong> historiadores y <strong>los</strong> arquélogos<br />
75<br />
nos aseguran que en <strong>los</strong> sig<strong>los</strong> prehispánicos,<br />
fue utilizada.<br />
No sólo la maca. Hay también<br />
ambiente hospitalario para un tipo de<br />
papa, la llamada chiripapa (Solanum<br />
juzepezukii), excelente y nutritiva<br />
materia prima del chuño y de la<br />
morraya; y extensas tierras de puna para<br />
el cultivo de la kañiwua (Chenopodium<br />
pallidicaule). La industrialización de<br />
estos cultivos y la mejora de las pastas<br />
podrían constituir un atractivo rubro en<br />
el desarrollo de esas regiones<br />
aparentemente tan inhóspitas.<br />
LA ARRACACHA<br />
(Arracada xanthorrhiza)<br />
Esta raíz, tan frecuente<br />
en <strong>los</strong> mercados serranos del<br />
Perú y Colombia, es conocida<br />
en quechua como racacha y en<br />
aimara como lakachu. Se le<br />
halla en abundancia en nuestras<br />
provincias serranas y<br />
ocasionalmente se le encuentra<br />
en mercados de Lima. Es muy<br />
antigua en el Perú y se le ve reproducida<br />
en la cerámica moche y nasca; pero su<br />
ausencia de la civilización occidental es<br />
históricamente notoria pues fue recién<br />
clasificada científicamente ¡trescientos<br />
años después de la llegada de <strong>los</strong><br />
españoles!.<br />
Se llama Arracacia xanthorrhiza o A.<br />
esculenta. Es de la familia de las<br />
Umbelíferas, lo mismo que el perejil,
el apio y la<br />
zanahoria; y<br />
algo se ha<br />
contagiado del<br />
aroma de sus<br />
primas al punto<br />
que h¡¡y quien<br />
le llama apio<br />
criollo y no<br />
falta quien usa sus tal<strong>los</strong> tiernos como<br />
verdura saborizante. Algunos le llaman<br />
zanahoria blanca o zanahoria peruana.<br />
Se usa hervida, frita u horneada,<br />
en potajes, sancochados y sopas a las<br />
que da un sabor muy agradable. En<br />
rebanadas tostadas, fritas o<br />
deshidratadas, se le presenta en<br />
bocadil<strong>los</strong> y postres. Si se almacena<br />
después de la cosecha, su sabor tiende a<br />
endulzarse debido a la transformación<br />
de su almidón en azúcares. Es un<br />
almidón de grano pequeño, muy<br />
digestible y útil para la alimentación de<br />
niños y ancianos.<br />
Un vegetal de crecimiento lento,<br />
usualmente tarda un año para ser<br />
cosechado. Pero tiene la ventaja de<br />
necesitar poco cuidado agronómico.<br />
Rinde alrededor de 20 toneladas por<br />
hectárea y una planta puede dar hasta<br />
tres ki<strong>los</strong> de raíces. La cosecha no debe<br />
retardarse mucho después de la<br />
floración. Crece bien en alturas de 500 a<br />
2500 m.s.n.m.. No tolera las heladas y<br />
rinde mejor en temperaturas que oscilen<br />
alrededor de <strong>los</strong> 20°C.<br />
76<br />
LA JÍCAMA<br />
(Pachyrrhizus sp,)<br />
Por lo general, cuando hablamos<br />
de legumbres, esos vegetales que nos<br />
dan las menestras y cuyo fruto es una<br />
vaina con bien ordenadas semillas,<br />
como <strong>los</strong> frijoles, pal1ares, pacae,<br />
habas, etc., no pensamos en la<br />
leguminosa que nos ofrece alimento<br />
<strong>desde</strong> debajo de la tierra. Ya veremos<br />
que para remediar esto, el maní o<br />
inchic, una vez fecundada su flor,<br />
introduce sus frutos en el suelo y<br />
madura en forma subterránea. Pero,<br />
además, hay un grupo de leguminosas<br />
cuya raíz se engruesa con reservas de<br />
agua, azúcares y almidones. Son<br />
nutritivas y comestibles. Por eso, <strong>los</strong><br />
botánicos las han catalogado en el<br />
género Pachyrhizus (raíz gruesa).<br />
En México es muy conocida la<br />
Jícama (pachyrrhizus tuberosus) (P.<br />
erosus), cuya voluminosa raíz se ve en<br />
todos <strong>los</strong> mercados populares y es<br />
consumida cruda en ensaladas y otros<br />
platil<strong>los</strong>, aprovechándose su sabor<br />
dulce, su frescor de manzana y su tierna<br />
firmeza. Por la forma de esta raíz y las<br />
características de la planta, se acepta<br />
que apareció reducida en el dibujo y la<br />
escultura peruana de nascas y mochicas,<br />
hace más de mil años. Con esa<br />
apariencia, ya no se le ve en la costa<br />
peruana. Casi se ha extinguido. Los<br />
españoles no la encontraron al llegar.
Sin embargo, hay una prima de<br />
la jícama, que en quechua se llama<br />
ajipa, en aimara se le dice villu, y a la<br />
cual algunos botánicos han bautizado<br />
como Pachyrrhizus ahipa. Consumida<br />
en la misma forma que la jicama, esta<br />
raíz tiene características muy similares,<br />
aunque su forma difiere marcadamente:<br />
no es cónica sino alargada y bipolar.<br />
Además, la planta es pequeña (50 cm) y<br />
de rápido crecimiento, lo que la hace<br />
útil para su cultivo en gran escala.<br />
Se la encuentra generalmente en la<br />
ceja de la selva, a una altura de 1000<br />
a 2000 metros sobre el nivel del<br />
mar.<br />
En la actualidad se la cultiva<br />
en la zona oriental de <strong>los</strong> Andes.<br />
Se come cruda, sola, como<br />
postre o en ensaladas y bocadil<strong>los</strong>.<br />
Algunos la fríen en rebanadas delgadas.<br />
Las partes aéreas de la planta,<br />
especialmente sus frijoles y las hojas,<br />
son tóxicos y no aptos para el co nsumo<br />
humano. Contienen una sustancia<br />
utilizada como insecticida<br />
(probablemente rotenona).<br />
Pero no hay que ser muy<br />
dogmático al diferenciar las<br />
jícamas. Expertos peruanos muy<br />
reconocidos no se sienten muy<br />
seguros en este terreno.<br />
Es muy importante diferenciar<br />
estas jícamas, la mexicana y la peruana,<br />
del yacón (Polymia sonchifolia) que es<br />
77<br />
una planta de la familia de las<br />
compuestas descrita más adelartte.<br />
Algunos autores confunden estas dos<br />
plantas, totalmente diferentes, al punto<br />
de decir que jícama y yacón son<br />
sinónimos. Están equivocados.<br />
LA MASHUA<br />
(Tropaeolum tuberosum)<br />
Entre <strong>los</strong> diversos alimentos<br />
subterráneos que consumimos en el<br />
Perú, la mashua (Tropaeoilum<br />
tuberosum) ocupa un alto sitial tanto<br />
en la producción como en las<br />
preferencias gastronómicas de<br />
nuestros grupos indígeno-mestizos de<br />
la serranía.<br />
Es una prima cercana de nuestro<br />
mastuerzo (Tropaeolum majus), y la<br />
planta se le parece mucho, pero las<br />
hojas y las flores son más pequeñas y<br />
menos vistosas.<br />
Aunque no son dañinos cuando<br />
se consumen crudos, <strong>los</strong> tubércu<strong>los</strong> de<br />
la mashua tienen un gusto acre y picante<br />
que molesta a muchos. Esto es<br />
debido a la presencia de unos<br />
compuestos llamados<br />
"isotiocianatos" que también se<br />
encuentran: en la mostaza y en<br />
<strong>los</strong> rabanitos. Desaparecen con<br />
la cocción "y por eso la mashua se<br />
consume cocida, como parte de potajes,<br />
sopas y chupes; o sola, después de<br />
asarla o de freírla.
Algunos la mezclan con azúcar o con<br />
melaza para preparar postres. El<br />
tubérculo maduro tiene una cáscara<br />
gruesa y hay que pelarlo, lo que no es<br />
necesario cuando el producto es tierno.<br />
Las hojas también sirven para<br />
sopas y potajes, una vez hervidas, y lo<br />
mismo puede decirse de las flores. Esto<br />
último es verdad también del mastuerzo,<br />
cuyas flores en botón se preparan en<br />
curtido, con vinagre y especias, como<br />
un excelente sucedáneo de las<br />
alcaparras. Las hojas del mastuerzo<br />
también se comen en ensalada, si no te<br />
molesta el picantito tipo rábano que<br />
tienen algunas variedades.<br />
La mashua es un buen alimento.<br />
Seca, tiene más de 15% de proteínas<br />
(aunque esto es variable) y un alto<br />
porcentaje de carbohidratos. Fresca,<br />
tiene un 80% de agua.<br />
De la mashua nos dicen, tanto<br />
Garcilaso como el padre Cobo, que<br />
"disminuye el apetito venéreo" y que <strong>los</strong><br />
ejércitos del Inca llevaban gran acopio<br />
de este tubérculo para que <strong>los</strong> soldados<br />
no sufriesen tanto por la ausencia de sus<br />
mujeres. Es más, dice el cronista<br />
mestizo, esta acción inhibidora de la<br />
libido se contrarresta muy eficazmente<br />
si el galán que la come lo hace<br />
llevando en la mano un palo o una<br />
vara. No está de más la<br />
precaución....<br />
Tal fama de antiafrodisíaco<br />
parece responder a<br />
78<br />
alguna sustancia de acción hormonal. T.<br />
Johns Y sus colaboradores alimentaron<br />
con maca a un grupo de ratas y, aunque<br />
no se observó ningún descenso en la<br />
fertilidad, pudo detectarse un 45% de<br />
disminución en la producción de<br />
hormonas masculinas. Contiene además<br />
sustancias químicas que, si son<br />
consumidas en grandes cantidades,<br />
pueden ocasionar un bajo<br />
funcionamiento de la tiroides. Estos<br />
hallazgos requieren confirmación de<br />
otras fuentes y sugieren mayores<br />
estudios.<br />
La mashua es muy antigua en el<br />
Perú y aparece su imagen en la cerámica<br />
de varios grupos étnicos prehispánicos.<br />
El vocablo mashua es quechua, y en<br />
aimara se llama isañu Se conocen<br />
muchas variedades, más de cien, con<br />
diversos colores, formas y tamaños. Es<br />
un vegetal muy conveniente <strong>desde</strong> el<br />
punto de vista agronómico, siendo<br />
frecuentes las cosechas de más de 25<br />
toneladas por hectárea.<br />
LA MAUKA<br />
(Mirabilis expansa)<br />
En forma similar a la maca, la<br />
mauka o chagos ha sido poco conocida<br />
dentro de la cultura occidentalizada de<br />
<strong>los</strong> países andinos, aunque está<br />
claro que siempre constituyó una<br />
buena fuente de alimentos en <strong>los</strong><br />
grupos indígenas de la región del<br />
lago Titicaca. Últimamente, <strong>los</strong><br />
nutricionistas del Perú y de<br />
Bolivia han enfocado su
atención sobre esta planta que tiene tan<br />
alto valor nutricional por su contenido<br />
proteico.<br />
Difícilmente se le encuentra<br />
ahora en <strong>los</strong> restaurantes o en<br />
domicilios de las ciudades del Perú,<br />
pero su notoria productividad (hasta 50<br />
toneladas por hectárea) y su gran valor<br />
nutritivo permiten pronosticar una<br />
creciente aceptación futura.<br />
Para <strong>los</strong> que gustan de las flores,<br />
la mauka es prima de la que conocemos<br />
como ''buenas tardes" (Mirabilis jalapa),<br />
cuyas raíces son purgantes.<br />
Cuando se consume<br />
directamente después de ser cosechada,<br />
molesta en las mucosas de la boca<br />
porque contiene sustancias irritanteso<br />
Son parecidas a las que contienen la<br />
mostaza y <strong>los</strong> rabanitos. Estas<br />
desaparecen, sin embargo, si se asolean<br />
durante unos días, siendo reemplazadas<br />
por un sabor dulce y atractivo. Es mejor<br />
consumida hervida con azúcar o con<br />
miel, mezclándola después con maíz<br />
tostado (camcha). La mauka<br />
guardada va adquiriendo un sabor<br />
progresivamente más dulce por la<br />
conversión de sus almidones en<br />
azúcares. Pero se pueden preparar<br />
con ella platos salados,<br />
acompañándola con carne,<br />
pescado, papas y tomate. Contiene<br />
cantidades útiles de calcio, fósforo<br />
y potasio, y su harina deshidratada tiene<br />
87% de carbohidratos y 7% de<br />
proteínas. Las hojas, que también se<br />
79<br />
consumen en potajes o ensaladas, tienen<br />
hasta 17% de proteínas.<br />
En el Ecuador se le llama "miso"<br />
o "tazo". Sirve para preparar unas<br />
tortillas cocinándola primero,<br />
confeccionando un puré y, después de<br />
moldearla, horneándola.<br />
LA OCA<br />
(Oxalis tuberosa)<br />
En importancia, como producto<br />
subterráneo para la nutrición del pueblo<br />
andino, la oca sólo cede posiciones<br />
frente a la papa. Y, como la papa, era<br />
una vieja amiga del habitante<br />
prehispánico. Sin embargo, es poco<br />
conocida fuera de <strong>los</strong> Andes, aunque<br />
algunos grupos étnicos en México la<br />
adoptaron (y la mejoraron) <strong>desde</strong> hace<br />
más de dos sig<strong>los</strong>, bautizándola con el<br />
apodo de "papa roja". Y hace dos o tres<br />
décadas que <strong>los</strong> agricultores de Nueva<br />
Zelandia la están vendiendo localmente<br />
con buen éxito.<br />
La planta tiene unos treinta<br />
cm de alto y las hojas se parecen<br />
mucho a las de la acedera o<br />
vinagrillo de nuestros jardines<br />
(Oxalis acedera). Los tubércu<strong>los</strong><br />
son de tamaño variable,<br />
generalmente como <strong>los</strong> dedos de<br />
una mano rechoncha, y el color es<br />
rosado o rojo, dando un atractivo<br />
aspecto en <strong>los</strong> mercados.<br />
Como sucede con muchos de
estos vegetales, fuera de su ambiente<br />
natural la planta puede crecer bien, pero<br />
no forma tubércu<strong>los</strong>. Esto es debido a<br />
que es muy sensible a las variaciones de<br />
horas-luz, tal como sucede con nuestra<br />
papa amarilla.<br />
Su contenido en agua varía.<br />
Aunque generalmente es de<br />
80%, algunas variedades bajan hasta<br />
70%, aumentando sus componentes<br />
sólidos (11-22% del producto seco) y<br />
proteínas (9%). Como sucede con otros<br />
tubércu<strong>los</strong>, cuando se le asolea durante<br />
unos días después de la cosecha, la oca<br />
se endulza por la conversión de sus<br />
almidones en glucosa. Algunas<br />
variedades, sin embargo, tienen<br />
componentes amargos, lo que<br />
impide su consumo inmediato.<br />
Estas variedades son sometidas<br />
entonces a la misma técnica de<br />
preparación del "chuño". El producto se<br />
denomina cavi o caya; ha perdido el<br />
amargo y puede ser almacenado durante<br />
largos meses sin necesidad de<br />
refrigeración.<br />
Las variedades dulces pueden<br />
consumirse crudas, como postre o en<br />
ensaladas. Pero por lo general se<br />
cocinan como parte de sopas, guisos,<br />
chupes y potajes.<br />
Algunos nutricionistas<br />
quisquil<strong>los</strong>os pueden preocuparse por el<br />
nombre botánico (Oxalis tuberosa)<br />
pensando que el contenido de ácido<br />
oxálico es elevado, lo que la haría<br />
80<br />
tóxica. No es así. Las variedades<br />
amargas tienen un poco más que las<br />
otras; pero aun las más "oxálicas" tienen<br />
mucho menor cantidad de este ácido<br />
que la espinaca. El ácido oxálico es muy<br />
soluble, y desaparece con el agua del<br />
primer hervor.<br />
La oca es muy agradecida<br />
cuando se le cultiva con cariño.<br />
Llega a producir más de 70<br />
toneladas por hectárea y más de dos<br />
ki<strong>los</strong> de tubércu<strong>los</strong> por planta en cinco o<br />
seis meses de desarrollo.<br />
EL OLLUCO<br />
(Ullucus tuberosus.)<br />
Si uno quisiera encontrar<br />
un nombre descriptivo para este<br />
tubérculo tan popular en las<br />
regiones andinas, tendría que<br />
escoger entre más de dos docenas de<br />
apodos con que el ingenio de nuestras<br />
amas de casa ha bautizado a: las<br />
diversas variedades de esta planta:<br />
camarón de tierra... rodilla de Cristo...<br />
papa lisa… niño de cuna... picado de<br />
pulga… melloc... papa rubia...<br />
Nos quedamos con olluco o<br />
ulluco, que es el nombre quechua y<br />
aimara que le dio el antiguo campesino<br />
del Ande prehispánico y que, si vamos a<br />
creerle todo a <strong>los</strong> lingüistas, tiene cierta<br />
implicancia pomo ya que la voz "ullu"<br />
tiene mucho quehacer con el pipilín de<br />
<strong>los</strong> bebitos. Quizás esto también tiene<br />
que hacer
con la fama que goza<br />
este tubérculo en el<br />
Ecuador, donde alguien<br />
dice que es afrodisíaco.<br />
Los botánicos,<br />
respetuosos del sentir general de las<br />
gentes, le llaman Ullucus tuberosus.<br />
Es una buena planta cuyos restos<br />
han sido hallados en, tumbas<br />
prehispánicas de más de cuatro mil años<br />
de antigüedad, y ahora podemos ver sus<br />
tubércu<strong>los</strong> en <strong>los</strong> mercados de todos <strong>los</strong><br />
países andinos en una amplia gama de<br />
colores, tamaños y consistencias.<br />
Cincuenta a setenta variedades, dicen<br />
algunos, lo que hace de este popular<br />
alimento una atractiva mercancía que<br />
embellece y da policromía al ambiente<br />
del mercado y de la cocina.<br />
El olluco tiene un alto contenido<br />
de almidones y azúcares y un 15%<br />
(peso seco) de proteínas. No tiene<br />
grasas y tiene poca fibra. Contiene altas<br />
concentraciones de vitamina C.<br />
Todo peruano sabe que el plato<br />
más típico es el "olluquito con charqui"<br />
que hemos comido <strong>desde</strong> niños: un<br />
guiso de ollucos cortados en delgadas<br />
rebanadas, mezclado con carne seca<br />
desmenuzada (charqui) y sazonado al<br />
gusto. Pero hay muchas otras formas de<br />
consumirlo. Contiene demasiada agua<br />
(85%) y no responde bien al horneado.<br />
Cuando está crudo, la superficie de un<br />
corte se cubre de un mucílago gomoso<br />
81<br />
que fácilmente se suprime con el<br />
lavado en agua. Se le hierve y<br />
entonces puede prepararse en puré,<br />
en rebanadas, en trozos, rallado o<br />
entero. Molido resulta excelente<br />
para espesar la sopa, sin<br />
mostrar la consistencia<br />
arenosa de la papa.<br />
Hervido en pedazos y<br />
enfriado, resulta un buen<br />
complemento en las ensaladas, aunque<br />
debemos recordar que al ser cocinado<br />
pierde sus vivos colores (rojo, amarillo,<br />
azulado, marrón...). Tratado como la<br />
papa para hacer "chuño", da un<br />
almacenado sin 'refrigeración por<br />
mucho tiempo. Esto no es generalmente<br />
necesario, sin embargo, excepto para<br />
ahorrar espacio. El olluco fresco tiene<br />
una larga vida después de cosechado:<br />
hasta dos años en el refrigerador y<br />
largos meses en un ambiente templado.<br />
Las hojas del olluco son<br />
comestibles. Algunos las consumen en<br />
ensalada (12% de proteínas) y otros las<br />
hierven y las sirven como acelgas o<br />
espinacas, ya que su sabor es muy<br />
parecido.<br />
LA. PAPA<br />
(Solanum tuberosum, Solanum<br />
andigena y otras especies de<br />
Solanum)<br />
Entre <strong>los</strong> tubércu<strong>los</strong> comestibles<br />
que el peruano utilizó y continúa<br />
utilizando como alimento, la
papa (Solanum tuberosum) es la que se<br />
ha extendido más por todo el mundo.<br />
Su origen andino es indiscutible.<br />
En unos andenes cercanos cerros de<br />
Ancón, en sitios que han sido<br />
cronológicamente identificados<br />
con nueve mil años<br />
aproximadamente, se ha<br />
reportado la existencia de restos<br />
de “papas de <strong>los</strong> gentiles”, una<br />
variedad silvestre, antepasado<br />
prehistórico de nuestra papa.<br />
Los agricultores andinos<br />
aprendieron a cultivar muchas<br />
variedades de papa, para cada uno de<br />
<strong>los</strong> abigarrados pisos ecológicos del<br />
Ande, y dentro de una política de<br />
complementación y alternancia de las<br />
variantes climáticas (como nos enseñó a<br />
interpretar Murra), la papa sirvió de fiel<br />
en la balanza nutritiva de las<br />
poblaciones andinas prehispánicas.<br />
Valdizán y Maldonado nos dan<br />
<strong>los</strong> nombres quechuas específicos de<br />
cerca de sesenta variedades de papa.<br />
Tschudi, el siglo pasado, nos habla de<br />
unas trescientas variedades y el Centro<br />
Internacional de la Papa nos asegura<br />
haber catalogado ya cerca de cuatro mil.<br />
Dicen que el primer europeo en<br />
descubrir la papa fue un viajero<br />
portugués, don Antonio Pigafetta, quien<br />
visitó el Brasil en 1519 y formó parte de<br />
la Expedición de Magallanes.<br />
Vio la papa en el sur de Chile en<br />
82<br />
1520. Pero creo que lo que vio Pigafetta<br />
fue el camote.<br />
La papa fue encontrada por <strong>los</strong><br />
españoles apenas llegaron al Perú,<br />
especialmente cuando en 1535<br />
alcanzaron el lago Titicaca<br />
donde era ampliamente<br />
cultivada. EL cronista-soldado<br />
Pedro Cieza de León describe<br />
variados tipos de papa:<br />
“Redondas, alargadas…<br />
blancas, amarillas, moradas…<br />
excelente platillo para <strong>los</strong> indios<br />
y para algunos españoles”, dice… Hubo<br />
algunos intentos de descripción botánica<br />
por Gerolamo Cardano en 1557, Juan<br />
Gerardo en 1596 y Gaspar Bauhin en<br />
1598.<br />
Un escrito recóndito nos dice en<br />
1573 que se usaba la papa para preparar<br />
el rancho de <strong>los</strong> enfermos pobres en el<br />
Hospital de Sangre de Sevilla. Había<br />
llegado la papa a Sevilla poco tiempo<br />
antes, como una curiosidad en jardines<br />
de convento, <strong>desde</strong> donde el famoso<br />
naturalista austríaco, Car<strong>los</strong> de<br />
L'Ecluse, mejor conocido como Clusius,<br />
la contrabandeó a Francia y después la<br />
describió científicamente en 1601.<br />
Pero a pesar de que este gran<br />
botánico arriesgó el pellejo contra las<br />
ce<strong>los</strong>as leyes españolas, y a pesar de<br />
que publicó, en su libro "Rarioum<br />
Plantarum Historia", las primeras<br />
acuarelas de la papa, acompañando su<br />
descripción como buen alimento, nadie<br />
hizo caso y todo el mundo
“civilizado” trató a la cenicienta<br />
peruana con extrañeza, desprecio y<br />
hasta hostilidad.<br />
A partir de entonces, esta planta<br />
aparece aquí y allá en <strong>los</strong> jardines<br />
botánicos de diversas ciudades de<br />
Europa durante todo el siglo XVII y<br />
parte del XVIII, con un ocasional<br />
intento de cultivo, también aquí y allá,<br />
en Irlanda, Polonia, Bohemia, etc. Fue<br />
sólo lentamente que <strong>los</strong> gobiernos<br />
europeos se fueron interesando más y<br />
más en la papa como una posible<br />
solución a las frecuentes hambrunas de<br />
la región.<br />
Un gastrónomo inglés, John<br />
Parkinson, escribía en 1629 que lila<br />
patata española" podía comerse<br />
horneada con castañas, azúcar y otros<br />
ingredientes y servía para hacer tortas<br />
suntuosas.<br />
Pero tuvieron que pasar terribles<br />
hambrunas en Europa antes de que esta<br />
83<br />
planta peruana fuera aceptada en la<br />
mesa de las gentes. En 1756, Federico<br />
11 el Grande, rey de Prusia, firmó un<br />
severo decreto obligando a todos sus<br />
súbditos a plantar papas, lo que era<br />
novedad solamente en su severidad,<br />
pues, <strong>desde</strong> hacía más de cien años, <strong>los</strong><br />
sucesivos monarcas de Prusia habían<br />
recomendado blandamente el cultivo y<br />
consumo de papas para combatir las<br />
hambrunas que con frecuencia asolaban<br />
la Europa Central. Todo se había<br />
intentado, y a más de un recalcitrante<br />
campesino le habían cortado la nariz y<br />
las orejas por no cumplir con las<br />
órdenes reales. Pero todo se decía para<br />
oponerse a <strong>los</strong> malhadados caprichos<br />
del autoritario monarca: Se aseguraba<br />
que la papa producía lepra; que el hecho<br />
de no ser mencionada en la Biblia la<br />
descalificaba como alimento agradable<br />
a Dios. Se decía que era un poderoso<br />
afrodisíaco que arrastraba a <strong>los</strong><br />
humanos al desenfreno sexual; y<br />
algunos botánicos (aún el mismo<br />
Linneo), la miraban con sospechosos<br />
comentarios por pertenecer a la familia<br />
de las Solanáceas, con peligrosas primas<br />
como la belladona, la mandrágora, las<br />
daturas y que sé yo. Además, las hojas y<br />
el fruto de la papa habían envenenado a<br />
más de uno (contienen el tóxico llamado<br />
solanina que desaparece con la<br />
cocción); pero ¡no era cuestión de<br />
juego! Los soldados de Federico II<br />
vigilaban la siembra... y en el silencio<br />
de la noche las plantas eran arrancadas<br />
por <strong>los</strong> mismos dueños... misteriosas<br />
manos destructoras por inspiración<br />
divina.
Mientras la lucha a favor y en<br />
contra de la papa hacía ebullición en<br />
Alemania, comenzaron a<br />
aparecer en el resto del<br />
Continente <strong>los</strong> abanderados de<br />
esta conflictiva hija del Perú<br />
distante. En la corte de Luis XVI<br />
de Francia" un ingenioso<br />
agrónomo y farmacéutico,<br />
Antonio Augusto Parmentier, famoso<br />
por sus sabias inclinaciones<br />
gastronómicas, empezó a luchar por la<br />
papa. No estaba desprovisto de poder ni<br />
de influencia, pues llegó a ser el<br />
Inspector General del Servicio de<br />
Sanidad del Ejército, y sabía usar su<br />
autoridad para buenas causas. Fue el<br />
que implantó el uso de la vacuna<br />
antivariólica en el ejército de Francia.<br />
Parmentier había comprendido<br />
la importancia de la papa como<br />
alimento del pueblo cuando estuvo<br />
prisionero en Prusia durante la Guerra<br />
de <strong>los</strong> Siete Años (1756-1763). Un buen<br />
día, de regreso en París, sorprendió a<br />
sus nobles comensales con un menú de<br />
más de veinte platos a base de papa,<br />
entre el<strong>los</strong> la ahora muy famosa "sopa<br />
Parmentier". El entusiasmo entre la<br />
nobleza hizo impacto en el ya rebelde<br />
pueblo de Francia, y entonces<br />
Parmentier dio la estocada final:<br />
consiguió que el monarca declarase a la<br />
pápa como un manjar de uso exclusivo<br />
para la nobleza y prohibiese su consumo<br />
por el pueblo.<br />
Todos <strong>los</strong> caballeros de la corte<br />
adornaban su librea con un ramillete de<br />
84<br />
flores de papa que, además, las damas<br />
usaban en su peinado. Desde luego, para<br />
llevarle la contra al rey, la papa<br />
prohibida se generalizó en Francia<br />
como alimento popular, ¡preferido<br />
por las clases pobres! Parmentier<br />
publicó su escrito elogiando la<br />
papa, "Tratado sobre el cultivo y<br />
usos de la papa... etc", en el año<br />
1789, cuando caía la Bastilla en París.<br />
Por sus méritos, al pensar en la<br />
alimentación del pueblo, Parmentier<br />
salvó de la guillotina a pesar de su<br />
íntima relación con Luis XVI.<br />
Vicente Corrado, gran<br />
gastrónomo italiano, consejero de reyes<br />
y emperadores, publicó en 1801 un<br />
Tratado de la patata en el que presentó<br />
un amplio elenco de recetas; y <strong>los</strong><br />
historiadores de la primera mitad del<br />
siglo XIX remarcaron que las<br />
victoriosas campañas de Napoleón<br />
hubieran sido imposibles si no fuera por<br />
la papa, un alimento fácilmente<br />
transportable y de larga duración.<br />
Polonia, Alemania, Irlanda...<br />
todas las naciones europeas comenzaron<br />
así a crear platil<strong>los</strong> nacionales; y en <strong>los</strong><br />
sótanos de Rusia y de Suecia se inventó<br />
el vodka y el aquavit, licores de papa,<br />
con <strong>los</strong> que el tubérculo peruano logró<br />
finalmente triunfar sobre la alegría de<br />
las fiestas populares. Habían pasado tres<br />
sig<strong>los</strong> <strong>desde</strong> el descubrimiento del Perú.
El éxito de la papa tuvo también<br />
aspectos trágicos: pronto se desarrolló<br />
en Irlanda el monocultivo de este<br />
alimento tan conveniente. La buena<br />
nutrición de <strong>los</strong> irlandeses y su pronta<br />
independencia de las tradicionales<br />
hambrunas, produjo un aumento de la<br />
población, lo que fue uno de <strong>los</strong><br />
principales factores en la tragedia. Una<br />
peste terrible provocada por un hongo<br />
(Phytophtora infestans), destruyó las<br />
cosechas de papa y se desató el drama.<br />
En la década de 1841 a 1851 murieron<br />
en Irlanda cerca de un millón de<br />
personas por hambre, y pocos años más<br />
la población había disminuido, por<br />
muerte y por emigración masiva, a un<br />
42%. Lo que hemos visto en el África<br />
últimamente por otras causas, se<br />
produjo en Irlanda hace siglo y medio<br />
por la crisis de la papa.<br />
Con estos altos y bajos, sin<br />
embargo, la papa ganó finalmente la<br />
batalla y se estableció en Europa y en<br />
todo el mundo civilizado.<br />
Muchas variedades comestibles<br />
de papa aparecieron en el área andina<br />
<strong>desde</strong> las primeras edades; y <strong>los</strong><br />
innumerables tipos que <strong>los</strong> españoles<br />
encontraron al llegar a nuestro territorio<br />
son prueba y tributo de <strong>los</strong> grandes<br />
progresos de la tecnología agrícola que<br />
<strong>los</strong> antiguos peruanos aplicaron a la<br />
selección, domesticación y<br />
perfeccionamiento genético de las<br />
especies.<br />
85<br />
Cuando uno lee que <strong>los</strong><br />
conquistadores castellanos encontraron<br />
que <strong>los</strong> agricultores indígenas habían ya<br />
desarrollado cerca de trescientas<br />
variedades de papa, la reacción normal<br />
es de incredulidad. Y esta reacción se<br />
afianza cuando alguien nos dice<br />
seriamente que ahora <strong>los</strong> genetistas de<br />
la papa han clasificado y producido<br />
¡cerca de cuatro mil papas diferentes!<br />
Esa es la verdad, aunque usted no lo<br />
crea. Si uno visita con ojos de ver la<br />
chacra de un campesino en algún lugar<br />
de <strong>los</strong> Andes, podrá constatar que, en<br />
una parcela de mediano tamaño, el<br />
dueño cultiva simultáneamente una<br />
interesante variedad de papas. Esto le<br />
puede parecer a usted un exceso de<br />
meticu<strong>los</strong>idad botánica, pero no es así.<br />
El campesino andino sabe más que<br />
usted, amigo, y generalmente sabe<br />
también más que el botánico de<br />
escritorio. Hay variedades para todos<br />
<strong>los</strong> pisos ecológicos y para todos <strong>los</strong><br />
climas. Y las hay para todas las<br />
eventualidades y caprichos de la<br />
naturaleza. Las hay resistentes a las<br />
heladas, a las olas de calor, a la sequía o<br />
a las lluvias exageradas, a <strong>los</strong> vientos<br />
huracanados y al granizo, a las pestes<br />
por diversos virus, hongos e insectos, a<br />
la variación de horas sol y a las grandes<br />
oscilaciones diarias de la temperatura.<br />
Hay para todos <strong>los</strong> gustos, y el<br />
agricultor andino que planta diversas<br />
variedades en su parcela lo hace porque<br />
así asegura que, pase lo que pase, un<br />
alto porcentaje de su sembrío va a tener<br />
éxito y no lo va á frustrar en sus<br />
expectativas.
Al ama de casa de Lima, que no tiene<br />
que sembrar ni esperar la cosecha pase<br />
lo que pase, eso no le interesa mucho;<br />
pero sabe muy bien que hay una<br />
variación de papas en el mercado y sabe<br />
cuál es buena para cada guiso. El ama<br />
de casa de París o de Hamburgo está<br />
aún más alejada de estas<br />
complicaciones agronómicas, pero<br />
entiende muy bien que la papa que ella<br />
encuentra en el mercado ha de ser<br />
diferente de la que se siembra en el<br />
Brasil o de la que se vende en el Congo.<br />
Estas son las cosas que hay que<br />
explicarle al peruano que se ha radicado<br />
en Miami: allá no puede sembrar papa<br />
amarilla y se la tienen que enviar <strong>desde</strong><br />
acá, un poco a escondidas, para que<br />
pueda ahogar la nostalgia comiendo<br />
papas a la huancaína; o tiene que pedir<br />
discretamente que le manden unas<br />
cuantas papas "huayro" o qué se yó… y<br />
si aquí al medio se mete un botánico,<br />
nos dirá que no solamente se trata de<br />
variedades y razas del Solanum<br />
tuberosum, la papa de pura sangre, sino<br />
de otras especies de nombres latinos<br />
enrevesados que dejaremos en el<br />
bolígrafo. Para desenredar<strong>los</strong> habrá que<br />
pedir la indispensable asesoría de don<br />
Car<strong>los</strong> Ochoa, el paradigma del<br />
agricultor andino, que es el hombre que<br />
más sabe de papas en todo este planeta.<br />
Muy temprano supieron <strong>los</strong><br />
andinos entender y utilizar la<br />
propagación vegetativa que permite<br />
mantener inmutables las variedades<br />
seleccionadas. La propagación por<br />
86<br />
semillas, el cruzariuento natural y la<br />
segregación, solamente hubieran<br />
alcanzado a producir unas cuantas<br />
variedades que pronto habrían revertido<br />
a las características originales.<br />
El hecho de que <strong>los</strong> agricultores<br />
paleoperuanos hubieran descubierto<br />
oportunamente que todas las<br />
características de una nueva variedad<br />
pueden mantenerse evitando utilizar la<br />
semilla y haciendo la propagación<br />
mediante el tubérculo, fue lo que les<br />
permitió la producción de variedades<br />
estables con una diversidad que lograría<br />
adaptar la papa a todos <strong>los</strong> climas de la<br />
región andina. Los españoles<br />
encontraron papas que crecían en <strong>los</strong><br />
cálidos valles de la costa y otras que se<br />
desarrollaban a 4500 metros de altura<br />
sobre el nivel del mar.<br />
Es extraño comprobar que, a<br />
pesar de lo muy importante que era la<br />
papa en la alimentación del Perú<br />
prehispánico, no llegó a tener la enorme<br />
importancia mitológica y ritual que tuvo<br />
el maíz. No que no aparezca con trazos<br />
antropomorfos en la cerámica costeña ni<br />
que deje de ser tema de mitos, leyendas<br />
y actos mágicos. Pero,<br />
comparativamente al maíz, su influencia<br />
en esos aspectos de la cultura parece<br />
haber sido mucho menor.<br />
Como hemos visto, la historia de<br />
la papa después de la Conquista<br />
constituye un capítulo lleno de<br />
sorpresas, desilusiones, contradicciones<br />
y triunfos largamente esperados
Aunque al principio fue considerada<br />
venenosa en algunos círcu<strong>los</strong> europeos,<br />
en la actualidad la papa ha invadido el<br />
mundo.<br />
Hay casi 4000 variedades<br />
adaptadas a todos <strong>los</strong> climas, a todos <strong>los</strong><br />
sue<strong>los</strong>, resistentes a todas las plagas.<br />
Desde el Centro Internacional de la<br />
Papa que tiene como sede la ciudad de<br />
Lima y donde trabaja el genial Car<strong>los</strong><br />
Ochoa, científicos de todas las naciones<br />
reciben directivas yayuda técnica para el<br />
continuo uso de este magnífico alimento<br />
descubierto por <strong>los</strong> antiguos agricultores<br />
del Ande.<br />
EL YACÓN<br />
(Polymnia sonchifolia)<br />
El vocablo yacón es de origen<br />
quechua y corresponde al aimara<br />
aricoma y al latino Polymnia<br />
sonchifolia. Se trata de una planta cuyo<br />
tamaño varía según las condiciones de<br />
cultivo. Puede llegar a tener hasta dos<br />
metros de alto, pero generalmente llega<br />
hasta la cintura de un hombre común.<br />
Produce raíces gruesas, de 300 a 500<br />
gramos, aunque algunas pueden llegar a<br />
pesar un kg. Son raíces múltiples, que<br />
divergen del tallo principal y que<br />
alcanzan su madurez a <strong>los</strong> seis meses de<br />
edad, lo que se conoce por la<br />
aparición de las flores. Rinde<br />
entre 20 y 30 toneladas por<br />
hectárea.<br />
Los arqueólogos han<br />
87<br />
encontrado evidencias del uso de esta<br />
raíz en tumbas muy antiguas en la costa<br />
peruana. Los habitantes del área andina<br />
la consumían <strong>desde</strong> mucho antes de la<br />
llegada de <strong>los</strong> españoles.<br />
Pertenece a la familia de las<br />
Compuestas (Asteráceas), y por lo tanto<br />
resulta prima de las margaritas, del<br />
girasol y de las dalias. Estas últimas, de<br />
origen mexicano, producen también<br />
gruesos tubércu<strong>los</strong> cuya composición<br />
química se asemeja mucho a la del<br />
yacón.<br />
El yacón es una raíz muy<br />
sabrosa. Dulce, con la consistencia de la<br />
manzana, jugosa y con un aroma<br />
delicado que, alguno dice, recuerda al<br />
de la sandía. Se puede comer crudo,<br />
recién cosechado o asoleado por unos<br />
días para aumentar su dulzura. Se<br />
prepara así como fruta de postre, solo o<br />
con jugo de algún cítrico o con helados<br />
diversos. Se puede licuar y filtrar, y el<br />
jugo es deliciosamente refrescante. Se<br />
consume también en ensaladas, o<br />
hervido en guisos y potajes.<br />
Lo importante de esta raíz es que<br />
sus azucares están almacenados en<br />
forma de inulina. Éste es un polímero de<br />
la levu<strong>los</strong>a o fructuosa, un azúcar de<br />
características muy especiales que,<br />
siendo mucho más dulce que la<br />
glucosa, no tiene <strong>los</strong><br />
inconvenientes de esta última<br />
para <strong>los</strong> diabéticos. Esto es de<br />
gran interés para <strong>los</strong><br />
nutricionistas, y el enfoque
industrial del yacón se basa en la<br />
posibilidad de su uso como edulcorante<br />
en las dietas de diabéticos. El jugo del<br />
yacón, concentrado por ebullición,<br />
forma una especie de melaza que<br />
endulza <strong>los</strong> alimentos sin elevar la<br />
glucosa sanguínea.<br />
Por su agradable gusto y por sus<br />
atrayentes características como alimento<br />
dietético, el yacón ya salió de la región<br />
andina y está siendo cultivado en <strong>los</strong><br />
huertos privados de muchas ciudades en<br />
algunos países industrializados. Se le<br />
augura un interesante desarrollo<br />
industrial. Una sola planta puede dar<br />
hasta 10 kg de raíces.<br />
EL MANI<br />
(Arachis hipogea)<br />
Es de suponer que nadie que<br />
haya visto las maravil<strong>los</strong>as joyas del<br />
Señor de Sipán dudará que <strong>los</strong> antiguos<br />
peruanos cultivaban y comían el maní.<br />
Esto ya se sabía, por supuesto, antes del<br />
descubrimiento magnífico de Walter<br />
Alva: <strong>los</strong> arqueólogos peruanistas han<br />
encontrado el maní con mucha<br />
frecuencia en las tumbas prehispánicas<br />
y se acepta que "esta fruta que crece<br />
tierra", como le llama Monardes en<br />
1574, se originó en la vertiente oriental<br />
de la zona septentrional de <strong>los</strong> Andes.<br />
Su gran utilidad provocó su rápida<br />
difusión a todas las culturas<br />
prehispánicas, y <strong>los</strong> españoles la<br />
encontraron en las Antillas y en México<br />
donde se le llama “maní” (antillano) o<br />
"cacahuate" (México). Hemán Cortés,<br />
88<br />
en sus cartas al rey de España,<br />
menciona repetidamente <strong>los</strong><br />
"cacaguatales", extensos cultivos de este<br />
inmejorable alimento. Como ha<br />
sucedido con otros alimentos, <strong>los</strong><br />
conquistadores del Perú siguieron<br />
usando el vocablo antillano y no<br />
cotizaron el nombre quechua de<br />
"inchic", que todavía es muy popular en<br />
nuestras poblaciones amazónicas.<br />
Los botánicos le llaman Arachis<br />
hipogea y la clasifican, como hemos<br />
visto, en la familia de las leguminosas.<br />
En inglés le dicen pea-nut, nuez de<br />
frijol, y <strong>los</strong> alemanes Erdenuss, nuez de<br />
tierra. Pero no vengan ahora a insistir en<br />
que la palabra maníes africana o árabe<br />
alegando que este maravil<strong>los</strong>o alimento<br />
se originó en esas regiones. Lo que pasa<br />
es que este invento andino llegó al<br />
Africa por el tráfico esc1avista y fue<br />
pronto popularizado como alimento de<br />
<strong>los</strong> pobres. Junto con la yuca, el maní ha<br />
salvado a <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> africanos de<br />
muchas de sus terribles y catastróficas<br />
hambrunas.<br />
El maní fue rápidamente<br />
transferido a España <strong>desde</strong> las Antillas.<br />
Antes de que terminara el siglo<br />
XV, ya era conocido por <strong>los</strong><br />
agricultores de Sevilla. Llegó pronto<br />
también al Africa, por la costa<br />
mediterránea, pero no fue sino a<br />
principios del siglo XIX que comenzó<br />
su cultivo en gran escala en Gambia,<br />
Senegal, Sierra Leona y Nigeria. En<br />
estos países se convirtió, sin mayores<br />
dificultades, en una de las principales
cosechas alimenticias, y salvó a esos<br />
países de las grandes hambrunas que<br />
eran ya tradicionales en la zona.<br />
El maní es una de las<br />
leguminosas más versátiles <strong>desde</strong> el<br />
punto de vista culinario. Comido crudo,<br />
cocido, hervido, horneado o tostado,<br />
sirve para integrar toda clase de platil<strong>los</strong><br />
fríos y calientes, postres y bocadil<strong>los</strong>.<br />
Su alto contenido en grasas<br />
permite extraer, de esta rica semilla,<br />
aceite comestible y aceite industrial; y<br />
la llamada "mantequilla de maní" es un<br />
excelente alimento, nutritivo y<br />
digestible. Esto último, su empleo como<br />
fuente de aceite, fue lo que dio el gran<br />
impulso a su cultivo en Italia y España<br />
durante las últimas décadas del siglo<br />
pasado.<br />
LA YUCA<br />
(Manihot sp.)<br />
La yuca, conocida en todo el<br />
Continente americano <strong>desde</strong> antes de la<br />
invasión europea, es hallada en tumbas<br />
peruanas muy antiguas, <strong>desde</strong> hace tres<br />
y cuatro mil años. Es inconfundible por<br />
su forma y por las características<br />
microscópicas de su almidón. Hubo, y<br />
aún existen, diversas variedades. Unas<br />
dulces e inofensivas y otras amargas y<br />
venenosas que necesitan ser procesadas<br />
para el consumo humano. La que se<br />
consume en la costa andina es la yuca<br />
dulce, pero en la selva amazónica se<br />
usan también las otras variedades. La<br />
89<br />
cerámica precolombina de la costa la<br />
muestra a menudo con rasgos míticos<br />
indicando su importancia ritual y<br />
mágica.<br />
Esta diferencia entre yuca dulce<br />
y yuca amarga es muy importante.<br />
Tanto que ha dado origen a serias<br />
discusiones entre <strong>los</strong> botánicos, y<br />
algunos han propuesto que se trata de<br />
dos especies diferentes: a una le llaman<br />
Manihot dulcis y a la otra Manihot<br />
esculenta. Sin embargo, estas<br />
diferencias botánicas no han calado<br />
muy hondo, y casi todos <strong>los</strong> escritos<br />
sobre esta planta se refieren a una sola<br />
especie: Manihot utilissima, y aceptan<br />
dos variedades: la dulce y la brava.<br />
La razón del amargor de la yuca<br />
brava es la presencia de una sustancia<br />
química, un glucósido que se llama<br />
linimarina, que cuando lo comes se<br />
transforma en cianuro y ahí termina<br />
todo. Desde luego, hay variedades que<br />
tienen más y variedades que tienen<br />
menos, y si eres imprudente ya es<br />
cuestión de suerte. Afortunadamente,<br />
este glucósido se destruye con el calor,<br />
y basta hervir bien la yuca para quitarle<br />
todo su poder homicida.<br />
Así que a cocinar bien la yuca,<br />
por si acaso, y adelante.<br />
Otra forma de quitarle lo<br />
venenoso es rallarla o molerla y lavarla<br />
bien, una vez desmenuzada. El<br />
glucósido de marras es muy soluble
en el agua, y nos deja tranqui<strong>los</strong>.<br />
Es así como se prepara una harina<br />
con la que se hace pan y que se<br />
llama "casabe", otra palabra de<br />
las Antillas. Es un pan muy rico y<br />
muy nutritivo que, primero por el<br />
lavado y después por el<br />
cocimiento, ha sido castrado y es<br />
inofensivo.<br />
La yuca que comemos en la<br />
costa del Perú es mansa tiene<br />
pequeñísimas cantidades del compuesto<br />
ponzoñoso en la cáscara y por eso no se<br />
recomienda comer yuca con cáscara y<br />
cruda, a menos que seas ingenuo,<br />
ignorante, hambriento y apurado. Las<br />
yucas bravas son las silvestres y algunas<br />
cultivadas en la selva pero, repetimos,<br />
bien peladas, lavadas, y en manos de la<br />
cocinera, no hay problema, a pesar de<br />
que la experiencia nos demuestra con<br />
frecuencia que hay yucas y yucas.<br />
La voz "yuca" es de origen<br />
caribe y fue adoptada por <strong>los</strong> españoles<br />
que después no hicieron mucho caso del<br />
quechua "rumu". La masa hecha con la<br />
90<br />
yuca molida, o su harina, recibían<br />
en la zona quiché (Guatemala) el<br />
nombre de "mantioc" o "manioc",<br />
lo que originó la palabra<br />
"mandioca" y el término científico<br />
de Manihot utilissima.<br />
La cerveza preparada con<br />
la yuca se denomina "masato", y es una<br />
chicha que a muchos les gusta. No ha<br />
sido muy aceptada por el gusto<br />
occidental. En la región oriental del<br />
Perú, la toman para embriagarse o para<br />
pasar un buen rato.<br />
La yuca se prepara asada, frita,<br />
hervida, en potajes, sancochados,<br />
bocaditos y postres. A nadie con cierta<br />
experiencia culinaria se le ocurre comer<br />
yuca cruda. Hay que tener paciencia. Al<br />
final, la yuca resulta nutritiva y<br />
beneficiosa.<br />
Una forma de prepararla,<br />
siguiendo recetas de origen africano, es<br />
la chapana, una especie de tamal dulce<br />
de yuca con azúcar negra, que se come<br />
frío.
Los españoles que llegaron al Perú<br />
conocían varias clases de zanahorias<br />
(Daucus carota). Le llamaban zanahoria<br />
salvaje a la que crecía silvestre en <strong>los</strong><br />
campos de Castilla; zanahoria hortense<br />
era la cultivada, y había una de raíz<br />
blanca "por todas partes", otra roja, otra<br />
de color anaranjado que es la que por<br />
acá conocemos, y una, apunte usted<br />
bien, amigo gastrónomo: "por de fuera<br />
muy negra y por de dentro sanguínea".<br />
Se comían crudas o después de<br />
cocinarlas, hirviéndolas o asándolas, lo<br />
que las hacía más agradables y sabrosas.<br />
Otros las endulzaban con miel o con<br />
azúcar para "engañar a <strong>los</strong> paladares<br />
tiernos y delicados"...<br />
Esta raíz se incorporó pronto a<br />
nuestra cocina nacional y ha sido<br />
adoptada como propia en todas las<br />
regiones del Perú, <strong>desde</strong> su llegada a <strong>los</strong><br />
pocos años de la Conquista.<br />
El nabo (Brassica napus), raíz de una<br />
variedad de col, el rábano (Raphanus<br />
sativa),la betarraga (Beta vulgaris) y la<br />
LAS RAÍCES FORÁNEAS<br />
91<br />
remolacha dulce (Beta altísima)<br />
llegaron también con <strong>los</strong> primeros<br />
españoles limeños. Son de las pocas<br />
raíces que se consumían en Europa<br />
antes de Colón y a ellas solamente<br />
tenemos que agregar el ajo y la cebolla<br />
que trataremos entre <strong>los</strong> condimentos.<br />
No está de más mencionar aquí<br />
el "ñam" o "ñame", una Dioscorea que<br />
muchos consideran que es indígena de<br />
la América Tropical pero que, también<br />
muchos, dicen que fue introducida<br />
<strong>desde</strong> el Africa a comienzos del siglo<br />
XVI, vía Brasil. Al lado de ésta, hay<br />
varias aráceas de <strong>los</strong> géneros Colocasia,<br />
Xanthosoma, etc., cuyo origen es casi<br />
seguramente americano pero que<br />
algunos dudan y no descartan su posible<br />
venida <strong>desde</strong> el Africa. La "uncucha", la<br />
"papa china" están en ese grupo. Lo<br />
dejaremos así por el momento,<br />
recordando el uso de estas raíces en la<br />
dieta de nuestra población selvática.
CAPÍTULO III<br />
LOS FRUTOS Y LAS FRUTAS<br />
__________________________________________<br />
Para no ponerme a discutir con mis<br />
buenos amigos lingüistas/ diremos aquí<br />
que <strong>los</strong> otros amigos/ <strong>los</strong> botánicos,<br />
llaman fruto al órgano propio de las<br />
plantas fanerógamas, producto de la<br />
fecundación del ovario y que contiene<br />
las semillas. En cambio, se llama fruta<br />
al fruto de ciertos vegetales que es<br />
comestible, de sabor agradable y de<br />
apariencia en general vistosa. Así dice<br />
el diccionario. Pero después viene el<br />
uso de las palabras y empieza la<br />
confusión. Porque nos dicen que la papa<br />
y el camote son frutos de la tierra y en<br />
realidad son raíces. Y porque nos dicen<br />
que la cuenta bancaria que tiene mi<br />
vecino es fruto de su trabajo honrado/y<br />
porque es fruta prohibida... ¿En qué<br />
quedamos? Eso le pasa al castellano por<br />
ser un idioma tan rico/ que le pone<br />
género a todos <strong>los</strong> sustantivos y crea<br />
confusiones con el significado<br />
simbólico de <strong>los</strong> términos. Desde el<br />
punto de vista botánico, todo lo que<br />
ahora vamos a mencionar son frutos;<br />
pero, al mismo tiempo, una buena parte<br />
92<br />
de estos frutos adquieren su feminidad<br />
de frutas por su uso como postre. Aquí<br />
van, entonces, <strong>los</strong> frutos y las frutas que<br />
llegan ahora a la mesa peruana como<br />
tales. Porque hay otros frutos, como las<br />
legumbres, como algunos condimentos<br />
y no pocos cereales que, por sus usos<br />
propios y características diferenciales,<br />
van a ser tratados en capítu<strong>los</strong> aparte.<br />
Aún así, reduciendo el objetivo de este<br />
capítulo a las frutas y <strong>los</strong> frutos/ se nos<br />
han de escapar una buena cantidad de<br />
frutos de nuestra selva como las<br />
grosellas, el camu-camu, el guaraná, el<br />
sapote, etc./etc. para cuya descripción y<br />
usos el lector tendrá que acudir a<br />
lecturas especializadas.<br />
Empezaremos por las frutas y frutos que<br />
nacieron aquí. No estarán todos. En su<br />
arrolladora erudición, Eric Antúnez de<br />
Mayolo nos da una larguísima lista de<br />
frutas que formaban parte de la mesa<br />
del Inca y que ahora han desaparecido<br />
del consumo diario y son curiosidades<br />
botánicas o alimentos exóticos.
EL TOMATE<br />
(Solanum Lycopersicum) o<br />
(Lycopersicum esculentum)<br />
Hay alguna confusión sobre el<br />
origen del tomate, conocido<br />
mundialmente por este vocablo de<br />
origen mexicano. El tomate es de origen<br />
andino, donde todavía crece silvestre.<br />
En tumbas peruanas de hace casi nueve<br />
mil años, se ha hallado evidencias de<br />
que este fruto era parte de la<br />
alimentación humana <strong>desde</strong> esa época.<br />
Era, sin embargo, un tomate pequeño y<br />
silvestre. Está establecido que el tomate<br />
grande, que originó las variedades que<br />
hoy son populares en todo el mundo,<br />
fue un producto de la habilidad de <strong>los</strong><br />
agricultores mexicanos modificando,<br />
mediante el cultivo, el original tomate<br />
andino. En muchas monografías se<br />
insiste en recalcar<br />
aisladamente este último<br />
hecho y se produce así una<br />
aparente distorsión histórica<br />
sobre el verdadero origen<br />
paleobotánico<br />
Cuando el tomate entró a Italia<br />
llevado por <strong>los</strong> españoles, fue llamado<br />
en un principio "mela (manzana)<br />
peruviana". Fue recibido con mesura, y<br />
tímidamente incorporado al arte<br />
culinario de ese país; pero, como<br />
veremos, después tomó tal impulso y en<br />
tal forma que en muchos ambientes de<br />
cocina internacional se cree que el<br />
tomate es de origen italiano. A España<br />
93<br />
también había entrado sin entusiasmo,<br />
proveniente de México, con un nombre<br />
prestado de otro fruto: Los antiguos<br />
mexicanos, y aún muchos<br />
contemporáneos, llamaban "tomate" a<br />
una fruta parecida (Physalis ixocarpa) y<br />
denominaban "jitomate" al que ahora<br />
nos ocupa. Con ese nombre prestado, el<br />
Solanum lycopersicum se incorporó<br />
como condimento a la cocina española.<br />
Pero hasta el siglo pasado, por razones<br />
que ahora veremos, todos <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> de<br />
habla inglesa consideraban al tomate<br />
como un fruto de sabor repelente y<br />
potencialmente tóxico. Hoy el tomate<br />
constituye una de las cosechas más<br />
importantes de la horticultura masiva<br />
norteamericana. Largo camino <strong>desde</strong> <strong>los</strong><br />
humildes orígenes del "tomatillo<br />
silvestre" de nuestros Andes.<br />
El tomate fue llevado a España<br />
en 1523, antes del<br />
Descubrimiento del Perú. Está<br />
claro ahora que su antecesor,<br />
paleobotánico, el tomatillo<br />
silvestre, había venido de la<br />
región andina. Y está claro también que<br />
el agricultor mexicano prehispánico fue<br />
el que supo desarrollar el producto hasta<br />
convertido en esa fruta bella y extraña<br />
que llegó por primera vez a Italia en<br />
1544. Allí, Pedro Andrés Mattioli<br />
describió el tomate como una "mela<br />
insana" (manzana insalubre), y fue<br />
solamente su belleza como planta<br />
ornamental la que mantuvo el interés de<br />
<strong>los</strong> horticultores italianos.
En1586 Constanzo Felice, un<br />
gastrónomo italiano, al comentar que<br />
algunas personas de gusto extravagante<br />
lo comían en ensalada, le escribió a su<br />
amigo Ulises Adrovandi: "El pomodoro<br />
(tomate), como se le llama vulgarmente<br />
por su intenso color, o verdadera<br />
manzana del Perú, queja gente ávida de<br />
cosas nuevas come crudo o frito, a<br />
mi gusto es más bello que<br />
sabroso En España,<br />
algunos lo comían en ensalada<br />
durante la segunda mitad del<br />
siglo XVI pero un famoso libro<br />
de cocina de 1611 lo describe<br />
como alimento de inferior<br />
calidad. En Francia, el médico y<br />
botánico Dalechamps había ya escrito<br />
en 1554 que el tomate era peligroso por<br />
ser de la familia de la mandrágora..."<br />
aunque algunos lo comen con aceite, sal<br />
y pimienta y en Suiza, Teodoro<br />
Zwinger, médico y botánico de Basilea,<br />
se extrañaba en 1696 de que este fruto<br />
se comiese en Italia a pesar de ser<br />
considerado un alimento malsano. Todo<br />
esto se decía en esos tiempos y <strong>los</strong><br />
europeos dudaron muy largamente antes<br />
de decidirse a comer tomates. Alguien<br />
por a1ú decía también que era un<br />
peligroso afrodisíaco y lo apodaban<br />
"manzana del amor" "pomme d'amour"<br />
y "love-apple". Lbs científicos europeos<br />
estaban ¡como para tirarles tomates!<br />
Aún <strong>los</strong> botánicos andaban<br />
confundidos. Originalmente lo<br />
bautizaron como Solanum<br />
Lycopersicum. Ya allí se contaminaban<br />
94<br />
con ciertos prejuicios pues "solanum" lo<br />
hacía pariente carnal cercano de la<br />
belladona, de la mandrágora y de las<br />
daturas, primas de fama brujeril, y lo<br />
relacionaban con la papa que andaba en<br />
serios problemas. Lo de "lycopersicum"<br />
era peor, porque eso, en buen latín<br />
significa "melocotón de <strong>los</strong> lobos", un<br />
apodo poco elegante y solamente<br />
atractivo para la caperucita roja.<br />
Hasta ahora, algunos botánicos<br />
le siguen llamando así, aunque a<br />
otros le llaman Lycopersicum<br />
esculentum, que no es mucho<br />
cambio.<br />
La cocina italiana aceptó muy<br />
temprano el tomate aunque, si leemos<br />
con cuidado a Goethe, cuando relata su<br />
viaje a Italia en 1787, veremos que<br />
habla de "todo tipo de macarrones, una<br />
pasta delicada... servida en todas formas<br />
pero era una comida blanca…<br />
No menciona para nada el tomate que,<br />
con toda seguridad, le habría llamado la<br />
atención pues no era conocido en<br />
Alemania. Seguramente la cocinera o el<br />
anfitrión de Goethe en Venecia<br />
temieron ofender a tan delicada<br />
personalidad con algún plato de<br />
apariencia tan sanguinaria. Por otro<br />
lado, en 1760, José Quer, un famoso<br />
botánico catalán, nos contaba que "en<br />
Nápoles <strong>los</strong> comen aderezados en<br />
ensalada y entre nosotros no tienen<br />
comparación con otros vegetales en las<br />
suntuosas y delicadas mesas...<br />
sazonando <strong>los</strong> más sabrosos manjares y<br />
formando la delicada Salsa que da<br />
agradable sainete al cocido y otros platos. El pueblo (español), además de
usados en todos <strong>los</strong> guisados, <strong>los</strong> comen<br />
en ensaladas y crudos con un poco de<br />
sal.. son el general desayuno de <strong>los</strong><br />
trabajadores en la Mancha, Valencia y<br />
Andalucía... una fritada de tomates y<br />
pimientos forman la comida y la cena<br />
de <strong>los</strong> pobres que engordan y se<br />
fortalecen en la temporada de <strong>los</strong><br />
tomates... en nuestra España no sólo no<br />
son dañosos sino alimento saludable..."<br />
Como planta de adorno, Tomás<br />
Jefferson cultivaba tomates en su jardín<br />
pero está claro que no se le ocurría<br />
comerlo. Los Estados Unidos de<br />
América era, en ese entonces y <strong>desde</strong> el<br />
punto de vista gastronómico, un país<br />
sub-desarrollado.<br />
A principios del siglo XIX,<br />
Inglaterra y todo el norte de Europa<br />
mostraban poco o ningún interés<br />
gastronómico por este fruto tan<br />
sospechoso. Parte de esta actitud pasó a<br />
<strong>los</strong> Estados Unidos de América. Allí<br />
siempre se mantuvo para el tomate esa<br />
fama de fruta malsana y venenosa.<br />
En 1860, un famoso libro de<br />
consulta para amas de casa<br />
norteamericanas llamado "Godey' s<br />
Lady's Book" decía que la única forma<br />
en que el tomate no era venenoso era si<br />
se le hervía por lo menos durante tres<br />
horas. Decir que un sujeto había comido<br />
tomate equivalía a decir que se había<br />
suicidado. Se dice que eso comenzó a<br />
cambiar cuando un caballero del pueblo<br />
de Salem se paró al frente de la corte de<br />
95<br />
justicia de la población y, rodeado de<br />
una multitud de azorados espectadores,<br />
se comió dos tomates ¡Horror! Todos<br />
sabemos que es precisamente en Salem<br />
donde se hizo más notoria la cacería de<br />
brujas y donde la gente estaba más<br />
impresionada por estos arranques de<br />
magia diabólica. El excéntrico comedor<br />
de tomates, que se llamaba Robert<br />
Gibbon Johnson, no se envenenó ni lo<br />
quemaron. Murió años más tarde de<br />
muerte natural, después de una vida<br />
sana comiendo tomates. Ahora, todos<br />
<strong>los</strong> años durante el mes de agosto, en<br />
una fiesta local, un sujeto vestido a la<br />
antigua se para en el mismo sitio<br />
rodeado de una multitud que le grita".<br />
No lo comas, por favor, no lo<br />
comas!..."Aquello, y la inmigración<br />
italiana a ese país, hizo pronto inclinar<br />
la balanza. En 1856 Francesco Cirio<br />
había comenzado en Turín la<br />
producción industrial de conservas<br />
alimenticias y en 1875 inauguró la<br />
primera gran fábrica de conservas de<br />
tomate. Treinta años después, Italia se<br />
convirtióen el país líder de la<br />
producción y promoción del tomate en<br />
todo el mundo. Los Estados Unidos se<br />
subieron al carro, y el tomate se<br />
convirtió en absoluta necesidad<br />
mundial.<br />
Los gastrónomos chinos, que<br />
también comenzaron a adoptar el<br />
tomate a fines del siglo pasado,<br />
inventaron una salsa a base de este<br />
fruto. Por su parecido a otra salsa que<br />
tenían a base de una salmuera de<br />
pescado que se llamaba "Koe-chiap", <strong>los</strong> restaurantes chinos de California
popularizaron esta nueva salsa de<br />
tomate bautizándole "Ket-chup" y<br />
haciéndola el sabor nacional de <strong>los</strong><br />
Estados Unidos de América.<br />
En la actualidad, se calcula que,<br />
en <strong>los</strong> Estados Unidos de América, se<br />
venden alrededor de cuatro mil millones<br />
de dólares de tomate cada año. En<br />
cuatro o cinco años/ pagaríamos nuestra<br />
deuda nacional a tomatazos. Eso sin<br />
contar <strong>los</strong> tomates de <strong>los</strong> invernaderos<br />
de Francia, de <strong>los</strong> desiertos de Israel, de<br />
<strong>los</strong> huertos de Holanda y de <strong>los</strong> miles de<br />
hectáreas italianas dedicadas a su<br />
cultivo. La mayor parte de <strong>los</strong> tomates<br />
que se venden en <strong>los</strong> países<br />
industrializados se cosechan cuando aún<br />
están verdes...cuando empiezan a<br />
mostrar algunas manchas rosadas. Esto<br />
permite al comerciante un mayor<br />
margen para su comercialización<br />
adecuada... y si 10 tienen que enrojecer<br />
rápidamente por las necesidades del<br />
mercado, se usa el acetileno y ya está.<br />
96<br />
Lo que no es muy bueno para el<br />
gastrónomo... pero dinero es dinero.<br />
En la Universidad de California<br />
en Davis, uno de <strong>los</strong> grandes expertos<br />
en tomates, el profesor Charles M. Rick<br />
guarda ahora parte del tesoro de Imai<br />
Maman. Este caballero se ha paseado<br />
por toda la cordillera de <strong>los</strong> Andes (allí<br />
donde se originó el tomate, amigos<br />
mexicanos) y se dedicó a coleccionar<br />
todas las plantas silvestres que alguna<br />
relación pudieran tener con el origen de<br />
este fruto tan indispensable para la vida<br />
de <strong>los</strong> norteamericanos actuales. Ha<br />
encontrado once diferentes especies que<br />
pertenecen al árbol genealógico del<br />
tomate y ha acallado ya toda discusión<br />
sobre las raíces de la insalubre y<br />
venenosa manzana peruviana... Lo<br />
demás es salsa de tomate.
EL TOMATE DE ÁRBOL<br />
(Cyphomandra Sp.)<br />
Esta fruta típicamente andina se<br />
cultiva en las huertas de toda la serranía,<br />
<strong>desde</strong> Colombia hasta Bolivia. Su<br />
imagen aparece en la cerámica<br />
prehispánica del Perú, documentando su<br />
antigüedad entre nosotros. Aunque<br />
todos le decimos tomate, su nombre<br />
botánico es Cyphomandra betacea o<br />
C.crasifolia y no tiene sino un lejano<br />
parentesco con el tomate de que tanto<br />
hemos escrito. Pero aunque no sea<br />
pariente, sabe casi exactamente igual, es<br />
rojo o amarillo como el tomate, y se usa<br />
en la misma forma y en <strong>los</strong> mismos<br />
guisos que el tomate común y corriente,<br />
solamente que se produce en un árbol.<br />
Los excelentes agricultores de<br />
Nueva Zelandia lo cultivan<br />
industrialmente y lo exportan en<br />
grandes cantidades a todo el mundo. Le<br />
han puesto un nuevo nombre,<br />
"tamarillo", para separarlo del tomate en<br />
la mente de las gentes y para olvidarse<br />
un poco de su origen andino. Es un<br />
éxito. Pero como es originario de<br />
nuestro territorio, nuestros agricultores<br />
no lo cotizan. En el Cusco y en<br />
Cajamarca, le dicen "berenjenita"<br />
97<br />
PAN DE ÁRBOL<br />
(Artocarpus incisus)<br />
En nuestra selva se ha<br />
popularizado mucho el llamado "pan de<br />
árbol" o "árbol del pan", al punto que<br />
más de un sabio de salón jura que es<br />
originario de nuestro país. Pero nos ha<br />
llegado del sudeste de Asia y de la<br />
Polinesia; y quienes gustan del buen<br />
cine y de la literatura, recordarán<br />
"Motín a Bordo" con Charles Laughton<br />
caracterizando al terrible Capitán Bligh<br />
que viajó a Tahití en 1787 y fracasó en<br />
su intento de traer más de mil plantones<br />
de "árbol del pan" a Jamaica. Eso fue<br />
verdad. La dramática aventura había<br />
sido inspirada y estimulada <strong>desde</strong> 1780<br />
por <strong>los</strong> terratenientes ingleses de<br />
Jamaica, que necesitaban alimentos para<br />
sus esclavos africanos y que, por esa<br />
época, le habían pedido al rey Jorge III<br />
que trajese a Jamaica el maravil<strong>los</strong>o<br />
árbol de Tahití.<br />
Lo que no recuerda la mayoría<br />
de <strong>los</strong> que van al cine es que el capitán<br />
Bligh no se dio por Vencido. Después<br />
de su fracaso y de la secuela de<br />
problemas que tuvo que soportar, fletó<br />
nuevos l1arcos y zarpó nuevamente en<br />
1791; y casi dos años más tarde llegaba<br />
a Jamaica con 2126 plantones de<br />
diversas variedades de "árbol de pán".<br />
Desde Jamaica, esta útil planta<br />
pasó a todas las Antillas y. después a<br />
Sudamérica. Ahora, donde usted vaya<br />
en la Amazonía, alguien tiene
este árbol en su patio trasero, gracias al<br />
Capitán Bligh.<br />
Hay docenas de maneras de<br />
consumir el "pan de árbol" y podría<br />
escribirse todo un libro con recetas. Se<br />
consume aún verde o completamente<br />
maduro. El verde se cocina hirviéndolo,<br />
horneándolo o asándolo. El fruto<br />
maduro es dulce y combina bien con<br />
coco, leche, huevos, canela, nuez<br />
moscada, vainilla y azúcar para hacer<br />
postres en diversas mezclas crudas o<br />
cocidas.<br />
LA PALTA<br />
(Persea gratísima)<br />
El vocablo palta es de origen<br />
quechua y ha sido adoptado en casi toda<br />
la América del Sur para denominar la<br />
misma fruta que en México y Centro<br />
América se llama aguacate, una palabra<br />
derivada dellenguaje Nahuatl (azteca).<br />
Estirando esta última denominación, <strong>los</strong><br />
de más al norte le llaman avocado, un<br />
nombre que, por lo menos, es más<br />
respetuoso que el que le daban a<br />
principios de siglo, cuando le decían<br />
"alligator pear" (pera de lagarto)<br />
!Lagarto! Unos botánicos le llaman<br />
Persea americana y otros Persea<br />
gratísima. Eso está mejor...<br />
La "palta" o "aguacate" estaba<br />
extendida por todo el Continente<br />
cuando vino la invasión europea. Los<br />
antiguos andinos realizaban, en el<br />
tiempo de la Conquista, grandes<br />
festividades de la fertilidad en relación<br />
98<br />
con la cosecha de paltas. No es muy<br />
frecuente su representación cerámica y,<br />
aún cuando pudiera serio, es difícil<br />
diferenciar estas imágenes de ciertos<br />
tipos de calabaza. Pero en tumbas muy<br />
antiguas se han encontrado semillas de<br />
palta, clara prueba de que esta fruta era<br />
utilizada <strong>desde</strong> hace mucho tiempo en el<br />
Perú.<br />
Como sucede con muchos otros<br />
vegetales del Nuevo Mundo, la primera<br />
mención de la palta en Europa proviene<br />
de Oviedo, en el Caribe, en 1526. Esta<br />
fue seguida por diversas notas de Cieza,<br />
Sahagún, Motolinio, etc. para coronarse<br />
con la descripción botánica de Clusius<br />
en 1605. Se dice que el primer árbol de<br />
palta que floreció en Europa fue uno de<br />
un jardín botánico en Holanda al<br />
comienzo del siglo XVIII.<br />
Por su especial consistencia, que<br />
da la impresión de ser tan grasosa como<br />
una mantequilla vegetal, algunas<br />
comadres dicen que "tiene demasiada<br />
grasa" y, como es amarilla, otras dicen<br />
que "recarga el hígado".<br />
No hay razón para decir lo<br />
último. La grasa que contiene la palta es<br />
muy digestible y bien tolerada; tiene un<br />
alto contenido de grasas (520%) pero al<br />
mismo tiempo contiene sustancias que<br />
disminuyen el colesterol sanguineo.<br />
Tiene además una excelente proporción<br />
de vitaminas (A,B,e) y minerales. El<br />
fruto es muy tóxico si se consume<br />
verde. Además es amargo, lo que<br />
protege a <strong>los</strong> no avisados.
El aceite de palta es excelente<br />
para uso culinario, con elevada<br />
digestibilidad y larga estabilidad<br />
química. Pero su alto costo de<br />
producción hace que su uso principal<br />
esté en la industria de cosméticos.<br />
Es una fruta muy sana y nunca<br />
le ha hecho daño a nadie. Don Juan<br />
Fernández Ferraz nos dice que<br />
"ahuacati", el término mexicano que dio<br />
origen a su nombre mesoamericano,<br />
significa "testículo". Por la forma, dice.<br />
Los antiguos peruanos hacían grandes<br />
fiestas y orgías sexuales anualmente<br />
para celebrar la maduración y cosecha<br />
de las paltas. Se llamaban atacaymita.<br />
Se dice que esto era porque la palta<br />
tiene la forma de un útero fértil... Parece<br />
ser que esta fruta tan inocente era<br />
blanco de acusaciones sexualistas<br />
injustificadas; en 1621 el Doctor Matías<br />
de Porres escribía en Lima que la palta<br />
era "sana y útil para <strong>los</strong> recién casados".<br />
Tomaremos nota.<br />
La palta es un fruto tan<br />
conocido ahora en todo el mundo<br />
que parecería ocioso que dijéramos<br />
aquí cómo se come. Fresca, con<br />
salo con azúcar, o simplemente así<br />
como Dios te la ofrece. En<br />
ensalada, en salsas, sandwiches,<br />
puré (guacamole), partida en dos y<br />
rellena con diversas mezclas que<br />
incluyen verduras, legumbres, salsas,<br />
mariscos y embutidos; y no la cocine<br />
usted porque su contenido en taninos le<br />
juega una broma y le da un amargor que<br />
malogra todo. Pero cruda en rebanadas<br />
99<br />
la puede usted servir con cualquier sopa<br />
caliente y queda rico.<br />
La hibridación y selección de<br />
variedades ha dado origen a un gran<br />
número de cepas, razas y cultivares<br />
cuyas características y ventajas para<br />
cada clima y cada necesidad son<br />
meticu<strong>los</strong>amente descritas por Julia<br />
Morton en una lista de más de cincuenta<br />
títu<strong>los</strong>.<br />
LAS CALABAZAS<br />
(Cucurbita sp.)<br />
Desde la época de la<br />
agricultura incipiente del Perú<br />
aparecieron, aliados de <strong>los</strong> pallares,<br />
diversos tipos de calabazas y zapal<strong>los</strong>.<br />
Algunas no comestibles eran cultivadas<br />
o recolectadas con objeto de vaciar su<br />
dura cáscara y utilizar ésta como<br />
recipiente. Son llamados "mates" y<br />
precedieron a las vasijas cerámicas. El<br />
mate burilado con fuego, mostrando<br />
diseños estilizados, es producto del arte<br />
más antiguo en el Perú y todavía<br />
podemos admirarlo en algunos<br />
grupos humanos contemporáneos<br />
de nuestra Sierra Central.<br />
Todas las calabazas y<br />
zapal<strong>los</strong> que usted pueda<br />
encontrar en una mesa moderna,<br />
son originarios de la América<br />
Tropical. Esto incluye, <strong>desde</strong> luego, a<br />
gran parte de nuestro actual territorio.<br />
Más de uno, por distorsión histórica,<br />
cree que <strong>los</strong> "zapallitos italianos"
100
son italianos. "Zucchini", les dicen.<br />
Pero no es verdad. Originalmente son<br />
de por acá. En algunos escritos<br />
españoles previos al Descubrimiento de<br />
América, se menciona la "calabaza".<br />
Parece ser que el vocablo existía, pero<br />
era usado para melones, sandías y otras<br />
cucurbitáceas. No para lo que ahora en<br />
tendemos por ese nombre.<br />
Estas plantas muestran muchas<br />
razas y variedades en tamaño,<br />
color, textura, sabor y forma.<br />
Tienen cuatro troncos genéticos<br />
principales: la Cucurbita maxima<br />
(zapallo gigante), la c.pepo<br />
(zapallito), la c.moschata (zapallo<br />
loche) y la Lagenaria sp.(calabaza o<br />
mate)<br />
Son promiscuas, si las hemos de<br />
considerar puritanamente, y se cruzan y<br />
recruzan entre ellas con una ingenuidad<br />
encantadora dando origen a híbridos y<br />
mezclas genéticas que escandalizarían<br />
al chismoso más liberal. La Cucurbita<br />
maxima es nuestro zapallo, el grandote,<br />
con <strong>los</strong> frutos más gigantescos del<br />
mundo. Llega a pesar más de ochenta<br />
ki<strong>los</strong> y puede alimentar a una familia<br />
por varias semanas ya que tiene una<br />
especial resistencia al deterioro después<br />
de ser cosechado. Llegó a Europa <strong>desde</strong><br />
1544'y, aunque no es cultivada allá<br />
como representante puro de su especie,<br />
se usa su capacidad genética para<br />
muchas variedades más manejables.<br />
Una variedad es la que se cultiva en <strong>los</strong><br />
Estados Unidos de América y se<br />
101<br />
cosecha al final del otoño. Los frutos se<br />
han convertido, debidamente recortados<br />
y adornados, en el símbolo del día de<br />
"Halloween", la víspera de Todos <strong>los</strong><br />
Santos. La difusión de las calabazas y<br />
zapal<strong>los</strong> en Europa fue rápida y amplia.<br />
En 1550, ya Agustín Gallo habló de tres<br />
calabazas (zucche) en Italia: la blanca,<br />
la marina y la turca(*) y durante la<br />
segunda mitad del siglo XVI, la pintura<br />
y el dibujo de toda Europa nos muestran<br />
calabazas, zapal<strong>los</strong> y calabacines<br />
de todo tipo y para todos <strong>los</strong><br />
gustos. Todo venía de nuestra<br />
mitad del Mundo.Un escrito<br />
reciente nos dice que ahora se<br />
produce en Europa bastante más<br />
de un millón de toneladas de calabazas.<br />
En Italia, menos del 5% de la<br />
producción es de zapal<strong>los</strong> o calabazas<br />
grandes y maduras. Los italianos<br />
prefieren <strong>los</strong> zucchini... a <strong>los</strong> que<br />
nosotros, cortésmente, les llamamos<br />
"calabacitas italianas". Porcariño.<br />
El zapallo grande es de uso<br />
común en muchos guisos y potajes en el<br />
Perú. El más popular es el ''1ocro'', una<br />
adaptación criolla del original "rocro"<br />
de <strong>los</strong> antiguos quechuas que hemos<br />
mencionado anteriormente.<br />
Hay otras cucurbitáceas importantes<br />
(*) Nota: Varios alimentos provenientes de América<br />
recibieron en Europa el sobrenombre de "turcos" (el<br />
maíz, el pavo, la calabaza) por ser materia de<br />
comercio de <strong>los</strong> tomerciantes y marinos turcos que<br />
cruzaban el Mediterráneo.
en nuestra alimentación que no<br />
son de nuestro continente como la<br />
sandía que nos llegó del África y<br />
<strong>los</strong> melones que vinieron del Asia<br />
Menor. Son frutas de postre que<br />
no necesitan descripción aquí.<br />
Pero dentro de esta amplia<br />
familia botánica, nuestros visitantes<br />
necesitarán que les expliquemos que la<br />
caigua (Cyclanthera pedata) es cultivada<br />
en el Perú <strong>desde</strong> hace cerca de mil años<br />
y la seguimos usando para guisos y<br />
preparándola rellena con diversas<br />
mezclas y combinaciones. Su nombre<br />
quechua es "achoccha". El otro día me<br />
dijeron que su consumo baja el<br />
colesterol. Parece que es cierto.<br />
Nuestros zapal<strong>los</strong> no se salvaron<br />
de la obsesiva preocupación que<br />
algunos científicos de sotana tenían por<br />
la castidad de sus feligreses. En el siglo<br />
XVI, las "cuatro semillas frías" de las<br />
farmacopeas españolas eran la semilla<br />
de zapallo, de cohombrillo, de melón y<br />
de sandía. Tenían la santificante<br />
facultad "de enfriar el excesivo ardor<br />
del sexo y de disminuir la producción<br />
del semen"... Cuídense <strong>los</strong> galanes y<br />
tomen nota las señoras ce<strong>los</strong>as.<br />
Otra calabaza, llamada en<br />
México "Chayote" y entre nosotros<br />
"caigua chilena" (Sechium edule) se usa<br />
también en guisados diversos y su<br />
cáscara, vaciada del contenido con el<br />
que se hace puré, se rellena con diversas<br />
mezclas de pan, azúcar y queso para<br />
hornearla y preparar ricos entremeses.<br />
102<br />
LA GUAYABA<br />
(Psidium Guajava)<br />
Cuando <strong>los</strong> bajeles<br />
españoles llegaron a las<br />
Antillas, se encontraron con<br />
esta fruta que, en <strong>los</strong> idiomas de esa<br />
región, se denominaba con algún<br />
vocablo algo parecido a "guayaba", que<br />
fue castellanizado y absorbido. En taíno<br />
era guaiava, en calina era koyabu y en<br />
caribe era walaba.<br />
Después, como veremos, fue<br />
llevada a todo el Mundo conocido<br />
donde ha recibido nombres que suenan<br />
más o menos igual, con excepción de<br />
vocab<strong>los</strong> provenientes de lenguajes y<br />
dialectos muy circunscritos. Por de<br />
pronto, en toda la América española<br />
está generalizado el nombre de<br />
"guayaba" que le dio Fernández de<br />
Oviedo en Haití <strong>desde</strong> 1514; <strong>los</strong><br />
franceses le llamaban "goyave"; <strong>los</strong><br />
holandeses, "goeajaaba"; <strong>los</strong><br />
portugueses "goiaba". Después de<br />
cruzar el Pacífico, en las Filipinas la<br />
bautizaron "bayábas", ''bayabás'' o<br />
"guayabas" y al cruzar el Atlántico sur<br />
hacia el Continente africano, recibió el<br />
nombre de "eguaba" "oguawa", o<br />
"aguaba".<br />
Los ingleses economizaron una<br />
sílaba y se quedaron con "guava", lo<br />
que produce un problema pues ese es el<br />
nombre que <strong>los</strong> peruanos le damos al<br />
"pacae" (lnga feullei), un fruto
completamente diferente descrito en el<br />
capítulo de las leguminosas.<br />
Hay muchas variedades de<br />
guayaba, pero las dos principales se<br />
caracterizan por la forma del fruto: unas<br />
de fruto redondo y otras de fruto<br />
piriforme. La diferencia es tal que hasta<br />
hace poco tiempo <strong>los</strong> botánicos<br />
consideraban dos especies<br />
diferentes: Psidium pomiferum<br />
(redondo) y Psidium pyriferum<br />
(forma de pera).<br />
Ahora se acepta que ambas<br />
pertenecen a una sola especie<br />
Psidium guajava, y las otras<br />
son simplemente variedades.<br />
Sin embargo, la gente sigue<br />
considerando ambas guayabas un tanto<br />
diferentes y en la India, por ejemplo, la<br />
guayaba piriforme recibe el nombre de<br />
"amrud", que en persa y en hindú<br />
significa "pera". Es más, en <strong>los</strong><br />
alrededores de<br />
Bombay le dicen "perala" e inclusive<br />
algunos le llaman "perú".<br />
Uno puede ver la misma<br />
corrupción lingüística en Cuba, donde a<br />
la guayaba de esta forma le dicen<br />
"guayaba perulera" y hasta "guayaba del<br />
Perú" sin que esto signifique un<br />
reconocimiento de su origen peruano<br />
sino una facilitación idiomática que<br />
también hemos visto en México. Es<br />
perulera porque tiene forma de pera. Así<br />
quedamos y no peleamos.<br />
103<br />
Por otro lado, todos conocemos<br />
aquella fruta roja del elegante árbol que<br />
en el Perú llamamos "pomarosa". Es la<br />
Eugenia jambos que fue traída a la<br />
América tropical procedente del<br />
archipiélago malayo donde se llama<br />
vulgarmente "jambu" o "djambu" y ese<br />
vocablo cruzó <strong>los</strong> mares por lo que en<br />
algunas partes del Brasil y de<br />
las Guayanas, la guayaba es<br />
llamada simplemente<br />
"djambo". (La pomarosa y la<br />
guayaba pertenecen a la<br />
misma familia de las<br />
Mirtáceas).<br />
Oviedo, en su Historia<br />
General y Natural de las<br />
Indias, escrita entre 1514 y<br />
1557, menciona la guayaba <strong>desde</strong> Haití.<br />
El nombre de guayaba aparece en <strong>los</strong><br />
escritos de varios naturalistas que en el<br />
Siglo XVI visitaron el Caribe<br />
(Hernández, Monardes, Bauhin, etc.)<br />
No hay duda, pues, de que <strong>los</strong> españoles<br />
la descubrieron en las Antillas, aunque<br />
esto noda ningún pie para el estudio de<br />
la paleobotánica de esta planta. Por las<br />
características de su sabroso fruto y por<br />
la indigestibilidad de sus semillas, la<br />
difusión natural de esta planta, mediante<br />
las aves fruteras y <strong>los</strong> mamíferos<br />
nomádicos, ha sido muy notoria <strong>desde</strong><br />
<strong>los</strong> tiempos precolombinos. A fin de<br />
cuentas, <strong>los</strong> recién venidos de España la<br />
encontraron en toda la América<br />
Tropical. El hombre, <strong>desde</strong> luego, debe<br />
haber contribuido activamente a esta<br />
difusión; y el mar y las corrientes
marinas no han de ser totalmente<br />
inocentes.<br />
Por lo general, se dice que la<br />
guayaba es originaria de Centroamérica<br />
y México, pero nosotros hemos<br />
encontrado guayabas secas en las<br />
tumbas de Chongos, cerca de Nazca,<br />
que tienen una antigüedad de más de<br />
dos mil años.<br />
Se encontraron también<br />
guayabas en <strong>los</strong> antiquísimos<br />
cementerios de Ancón, Gallinazo, Virú,<br />
Pachacamac, Cahuachi, Estaquería,<br />
Ocucaje, etc., lo que nos asegura que si<br />
la guayaba no salió del Perú, por lo<br />
menos llegó aquí muy temprano. Total,<br />
tampoco es para pelear.<br />
Los españoles la llevaron muy<br />
pronto a las Filipinas, y de allí se<br />
generalizó a todo el archipiélago<br />
malayo y a la India, donde ahora crece<br />
silvestre o es cultivada como una fruta<br />
de alto valor comercial e industrial.<br />
También fue llevada al África a través<br />
del tráfico esc1avista, y ahora puede<br />
decirse que es una fruta de todo el<br />
Trópico sin que haya un estudio claro<br />
sobre el lugar exacto de su origen y sin<br />
que nadie pueda negar que la guayaba<br />
más antigua de que tenemos noticia es<br />
la del Perú.<br />
Ya hemos visto arriba que el hecho de<br />
que en Cuba y en México se le llama<br />
"Guayaba del Perú" a una variedad,<br />
viene de una corrupción lingüística y no<br />
de una investigación paleobotánica.<br />
El uso principal de la guayaba es<br />
el alimenticio. Sus usos medicinales,<br />
104<br />
aunque importantes, no hacen de su<br />
cultivo un atractivo comercial. Las<br />
hojas constituyen el más efectivo<br />
antidiarreico de la naturaleza.<br />
La guayaba se consume<br />
generalmente cruda, ya sea completa o<br />
quitándole la pulpa y las semillas, en<br />
pequeños trozos, preparando ensaladas<br />
de fruta o adornando otros postres.<br />
Separando la pulpa, quedan <strong>los</strong><br />
llamados "cascos de guayaba" que<br />
sirven para preparar deliciosos postres,<br />
y podría escribirse un libro entero con la<br />
multitud de recetas de toda índole para<br />
preparar la guayaba en la cocina.<br />
Además de su importante contenido en<br />
vitaminas y minerales, tiene alrededor<br />
de 40 calorías por cada 100 gr.<br />
El jugo de guayaba se prepara<br />
rebanando <strong>los</strong> frutos, hirviéndo<strong>los</strong> por<br />
10 minutos y después desmenuzándo<strong>los</strong><br />
y desliéndo<strong>los</strong> y colando la solución<br />
para servirla como refresco.<br />
Industrialmente se prepara tratando la<br />
guayaba molida con una enzima<br />
especial (patentes industriales),<br />
pasterurizándola y filtrándola después.<br />
El producto comercial más<br />
aceptado y conocido es la famosa pasta<br />
y la jalea de guayaba (llamada<br />
"goiabada" en el Brasil) y que es muy<br />
fácil de preparar en la cocina haciendo<br />
un puré de guayaba después de separar<br />
las semillas y cocinándolo a fuego lento<br />
con o sin azúcar hasta que tome punto.<br />
Para la jalea se agrega pectina o ácido<br />
tartárico.
Las guayabas enlatadas, el jugo<br />
de guayaba y la pasta y jalea de guayaba<br />
son productos industriales de gran<br />
demanda en <strong>los</strong> países desarrollados y<br />
constituyen importantes rubros de<br />
exportación de Hawai Puerto Rico y<br />
Brasil.<br />
LA PIÑA<br />
(Ananas comosus)<br />
Cuando Cristóbal Colón y sus<br />
acompañantes llegaron al Caribe, una de<br />
las frutas que más llamaron su atención<br />
fue la que ahora nos ocupa. Su forma<br />
les hacía recordar el fruto de <strong>los</strong> pinos<br />
europeos y esto hizo que la bautizaran<br />
con el nombre de "Piña", aunque<br />
también recogieron el vocablo usado<br />
por <strong>los</strong> indígenas: "naná" o "Ananás".<br />
Estos dos nombres, resultantes<br />
del encuentro de dos Mundos, han dado<br />
origen a la mayor parte de <strong>los</strong> nombres<br />
vernácu<strong>los</strong> con que esta fruta es<br />
conocida en todo el orbe. Los nombres<br />
vulgares y científicos que llevan la raíz<br />
"naná", tienen su probable origen<br />
lingüístico en el jíbaro "yananásh" o en<br />
el tupiguaraní "naná" que corresponde a<br />
las áreas geográficas donde se originó<br />
esta planta. El nombre quechua original<br />
es "achupaya" pero éste es un nombre<br />
genérico que corresponde a varias<br />
especies de bromeliáceas existentes en<br />
<strong>los</strong> Andes.<br />
En el Perú usamos en forma<br />
coloquial, y para algo distinto, una<br />
105<br />
antigua palabra quechua: "Piña". Con<br />
este vocablo se designaba en el<br />
Tahuantinsuyo a aquel<strong>los</strong> individuos del<br />
más bajel estrato social. Aquel<strong>los</strong> que<br />
no tenían derecho a nada y eran<br />
despreciados hasta por <strong>los</strong> dioses. "Piña<br />
" es ahora, en el Perú moderno, aquel<br />
sujeto rodeado de infortunios e indigno<br />
de todo respeto o consideración. En<br />
nuestro argot criollo, puedes ser "piña",<br />
o simplemente estar "piña". Pero mejor<br />
regresamos a la piña.<br />
Aunque Pedro Mártir de Anglería nos<br />
dice que el primero que habló de la piña<br />
en Europa fue el mismo Colón al<br />
haberla encontrado en la Isla de<br />
Guadalupe en el Caribe en 1493, otros<br />
dicen 'que esa primicia le correspondió<br />
a Miguel de Cúneo, un acompañante de<br />
Colón, en 1495. Después, Oviedo, en<br />
1513, nos muestra un dibujo de ella y<br />
varios otros naturalistas la describen<br />
hasta que Clusius, en 1605, en su libro<br />
"Exoticorum libri…" la describe<br />
botánicamente. Ya a fines del siglo XVI<br />
se habrían hecho esfuerzos serios por<br />
cultivarla en España e Italia. Pero antes,<br />
mucho antes de eso, ya <strong>los</strong> Nascas y <strong>los</strong><br />
Moches, al principio de la Era Cristiana,<br />
la habían mostrado en la cerámica<br />
precolombina, y <strong>los</strong> Mayas la habían<br />
esculpido en piedra en su ciudad de<br />
Tulúm. Nadie duda que la piña,.1a reina<br />
de las frutas como la bautizaron varios<br />
cronistas españoles, se originó en<br />
nuestro Continente.<br />
Parece ser que no estaba en todas las<br />
islas del Caribe cuándo llegaron <strong>los</strong><br />
españoles y que éstos, en
alguna forma, contribuyeron a<br />
diseminarla por todas las Antillas.<br />
Bartolomé de las Casas nos dice, por<br />
ejemplo, que no había piñas en la<br />
Española (Santo Domingo) cuando él<br />
llegó en 1507, aunque hay evidencia<br />
documental de que la planta era ya<br />
silvestre en 1510 y el Bachiller Enciso<br />
la describe ya como común en 1519.<br />
El misionero Francisco Jiménez<br />
opinó a comienzos del Siglo XVI que<br />
fue llevada a México <strong>desde</strong> las<br />
costas del Brasil; y Orellana, el<br />
descubridor del Amazonas, la<br />
encontró en la selva en 1542. Ya<br />
<strong>los</strong> viajeros portugueses la habían<br />
encontrado en el Brasil, donde le<br />
llamaban "naná" (en Tupi, el<br />
idioma que se hablaba en esa<br />
zona).<br />
Hay consenso, entre <strong>los</strong><br />
paleobotánicos, en que la piña es<br />
originaria de la Amazonía y, por el<br />
pedacito que nos toca, hasta podríamos<br />
decir que es peruana. Ya te dije que hay<br />
repraduccionea cerámicas de este fruto<br />
en el arte mache y en Nasca.<br />
Fue uno de <strong>los</strong> descubrimientos<br />
naturalistas que más entusiasmó a <strong>los</strong><br />
europeos de la época. Fernando el<br />
Católico, Car<strong>los</strong> V, Oliver Cromwell,<br />
Car<strong>los</strong> n de Inglaterra y un sinnúmero<br />
.de hombres famosos recibieron<br />
fascinados el regalo de una fruta tan<br />
exótica, y tan aromática, y tan deliciosa;<br />
y antes de que terminara el Siglo XVI<br />
ya había llegado a las Filipinas, a la<br />
106<br />
India y a la China y, a través del tráfico<br />
marítimo primitivo, a la Polinesia y<br />
aparentemente hasta el Hawai.<br />
Los interesados en más detalles<br />
históricos, encontrarán abundante<br />
entretenimiento y amenas descripciones<br />
en <strong>los</strong> cronistas de la Conquista del<br />
Perú: Estete, Cieza, Cobo, Garcilaso...<br />
Todos la mencionan.<br />
Permaneció largamente, sin<br />
embargo, como una fruta exótica<br />
y difícil de comercializar por la<br />
lentitud de las comunicaciones<br />
marítimas. Intentos de cultivarla<br />
en Europa no progresaron más<br />
allá de curiosidades botánicas de<br />
invernadero. Los franceses la<br />
llevaron de las Guayanas y se la<br />
vendieron a <strong>los</strong> ingleses del Kew<br />
Gardens de Londres.<br />
Pero a comienzos del Siglo XIX<br />
fue llevada <strong>desde</strong> Londres a Australia y<br />
a Jamaica dando así la vuelta al mundo<br />
y llegando pronto, en un tercer intento,<br />
a Hawai. Ya estaba allí <strong>desde</strong> el Siglo<br />
XVI. Dicen que la llevó Pedro Alvarado<br />
de Saavedra que salió de México en<br />
1547. Había sido vuelta a llevar en 1813<br />
por un señor Don Francisco de Paula y<br />
Marín. Esta vez, en 1886, la volvieron a<br />
llevar pero acompañada con la<br />
tecnología del enlatado de conservas y,<br />
en <strong>los</strong> primeros años del Siglo XX, se<br />
convirtió en la exportación principal de<br />
Hawai. Ahora resulta que mucha gente<br />
cree que la piña es originaria de por<br />
allá". ¡Ni hablar!
La fruta madura contiene más<br />
del 80% de agua y el 12 a 14% de<br />
diversos azúcares, siendo su mayor<br />
concentración en sacarosa (8-10%)-la<br />
que está acompañada de levu<strong>los</strong>a y<br />
otros azúcares reductores. Contiene<br />
menos del 0.5% de proteínas y menos<br />
del 0.3 de grasas. Tiene una cantidad<br />
apreciable de Vitaminas A y B, Y es<br />
una excelente fuente de Vitamina C.<br />
Desde comienzos del siglo<br />
(1905.Caldwell), se sabe que la piña<br />
contiene sustancias proteolíticas, es<br />
decir, compuestos químicos que rompen<br />
<strong>los</strong> enlaces internos de Jia, proteínas y<br />
destruyen sus moléculas. El<br />
conocimiento de estas sustancias, que se<br />
denominan proteasas, ha permitido<br />
compararlas en su acción la tripsina (del<br />
jugo pancreático) que permite la<br />
digestión de las proteínas en el tubo<br />
digestivo, reduciéndolas a moléculas<br />
pequeñas (aminoácidos y polipéptidos)<br />
que fácilmente pasan a la sangre al ser<br />
absorbidas por la mucosa intestinal. En<br />
el reino vegetal, las Uamqdas "Tripsinas<br />
vegetales", o encimas proteolíticas,<br />
existen en la piña (Ananas comosus), en<br />
la papaya (Carica papaya) y en el ojé<br />
{Picus antihelmíntica), tres princesas de<br />
la medicina tradicional de nuestra<br />
Amazonía. Son la bromelina, la papaína<br />
y la ficina respectivamente. Esta última<br />
se encuentra también en el higo verde<br />
(Ficus carica). Por su capacidad de<br />
suavizar la carne, estas sustancias han<br />
adquirido un notorio valor industrial<br />
después de la segunda Guerra Mundial<br />
(ablandadores de carne,<br />
107<br />
industrialización de cueros, clarificación<br />
de cervezas, etc.) pero su acción al<br />
disolver la defensa cutánea de quitinas<br />
con que muchos parásitos intestinales<br />
evitan ser digeridos en el intestino, es<br />
conocida <strong>desde</strong> tiempo inmemorial por<br />
nuestros antiguos curanderos quienes<br />
usan la piña, la papaya y el ojé como<br />
medicación antiparasitaria.<br />
Las "tripsinas vegetales" son<br />
importantes subproductos de la<br />
agronomía frutera (piña, papaya), y<br />
deben ser tomadas en cuenta para todo<br />
enfoque industrial.<br />
La piña tiene otro componente<br />
químico que es necesario tener en<br />
cuenta: es el oxalato de calcio que se<br />
encuentra diseminado en la pulpa<br />
agridulce del fruto, en forma de<br />
diminutos cristales en forma de aguja.<br />
Estas pequeñas espículas, transparentes<br />
e invisibles, son las que nos producen<br />
esa sensación quemante y ardorosa en la<br />
lengua después de comer piña cruda.<br />
Algunas variedades presentan este<br />
problema más que otras. Teóricamente,<br />
el oxalato de calcio así ingerido puede<br />
causar daño renal, aunque no se observa<br />
esto con frecuencia. El oxalato de calcio<br />
se disuelve fácilmente con un hervor o<br />
con <strong>los</strong> procedimientos habituales de la<br />
preparación de conservas de piña.<br />
La piña se consume fresca o en<br />
jugo, como fruta de postre, o como<br />
parte de ensaladas y para adornar platos<br />
de carne. Cocida, se preparan con ella<br />
compotas, mermeladas, conservas
diversas y platos calientes exóticos en la<br />
comida oriental. Para esto último, se<br />
aprovecha su cualidad ablandad ora de<br />
carnes para hacer más digerible y<br />
masticable el producto de la caza.<br />
Cuando se prepara en compotas, es<br />
conveniente descartar las primeras<br />
aguas del hervor que eliminan así el<br />
ácido oxálico de que hablamos arriba.<br />
LA PAPAYA<br />
(Carica papaya L.)<br />
Alguien le dijo a Linneo que Femández<br />
de Oviedo le había llamado a esta fruta<br />
"higo de mastuerzo" y que Hemán<br />
Cortés escribió sobre "unos higos" en la<br />
Nueva España. Por eso, no le pareció<br />
mala la idea de clasificarla como un<br />
higo; y como además dicen que las<br />
muestras que le llevaron provenían de la<br />
India, y especialmente de una región del<br />
Asia que se llamaba en ese tiempo<br />
Caria, bautizó este género con el<br />
vocablo Carica y lo apellidó con la<br />
denominación universal de papaya.<br />
Llegó así a tomar ciudadanía el nombre<br />
latino de Carica papaya que es el que<br />
usaremos en esta nota.<br />
El nombre común de "Papaya"<br />
proviene del caribe "abbabai".<br />
El vulgo adoptó el nombre de<br />
"papaya" para distribuirlo por toda<br />
América y transportarlo a las Filipinas<br />
donde se transformó en Kapaya,<br />
Lapaya, papaye, paypás, tapaya,<br />
capayo, etc., y a la India donde se<br />
disfrazó de papita, pappaiya, papeya,<br />
108<br />
payi, palipipiya y lo que se te pueda<br />
imaginar...<br />
Los africanos, más<br />
conservadores, inventaron una larga<br />
docena de otros nombres sin tomar en<br />
cuenta a <strong>los</strong> caribes, por lo que nosotros<br />
no <strong>los</strong> transcribiremos aquí. Pero no <strong>los</strong><br />
culpemos de rebeldes sin causa, porque<br />
nuestros propios indígenas de la<br />
Amazonía peruana tampoco le hicieron<br />
mucho caso a <strong>los</strong> caribes: a la papaya se<br />
le llama capaidso (culima), naimi<br />
(amahuaca), mampucha (cashibo),<br />
napucha (pano), papué (amuesha),<br />
pucha (shipiboconibo) y chamburú<br />
(indígenas del Brasil), etc.<br />
Curiosamente, ni <strong>los</strong> aztecas ni <strong>los</strong><br />
quechuas dejaron en claro cómo le<br />
llamaban a fruta tan deliciosa, aunque<br />
Hemández, el protomédico de México,<br />
menciona "Chichialxochitl" (flor de las<br />
tetas) como vocablo "nahuatl" que la<br />
designaba.<br />
Al lado de estos nombres tan<br />
diversos, la mojigatería latinoamericana<br />
ha complicado aún más la<br />
nomenclatura:<br />
Resulta que a alguien se le<br />
ocurrió usar el vocablo "papaya" para<br />
designar <strong>los</strong> genitales femeninos. No he<br />
podido averiguar quién fue el ocurrente<br />
ni por qué lo hizo, pero la idea pegó y<br />
se generalizó en <strong>los</strong> trópicos caribeños.<br />
Y, como sucedió con el culantro que en<br />
México le dicen cilantro, con perdón de<br />
usted, a la Carica papaya no le dicen<br />
papaya ¡Ave María Purísima! sino le<br />
llaman "lechosa" en Colombia y Puerto
Rico, “fruta bomba” en Cuba,<br />
"melónzapote" en algunas regiones de<br />
México, "Mamón" en la Argentina y<br />
Paraguay, "Mamao" en Brasil y siga<br />
usted diciéndome pero no le diga<br />
papaya, porque me ruborizo. Y a otra<br />
cosa.<br />
Hay consenso en que la papaya<br />
es originaria de la América Tropical,<br />
pero hay cierta confusión histórica<br />
sobre la región geográfica<br />
específica, ya que algunos<br />
favorecen a Centroamérica, otros<br />
a México y la mayoría a la Hoya<br />
Amazónica que incluye el Perú.<br />
No se trata de una votación<br />
democrática, pues en cuestiones<br />
científicas la mayoría<br />
frecuentemente es derrotada; pero<br />
en este caso debemos recordar que el<br />
Padre Oviedo, el primero que la<br />
"descubrió", dice que fue llevada a las<br />
islas del Caribe <strong>desde</strong> la Costa Norte de<br />
Sudamérica por Don Alfonso de<br />
Valverde. Lo más probable es que,<br />
como muchas especies pan-tropicales,<br />
su origen geográfico exacto quede<br />
sepultado en las oscuridades de la<br />
prehistoria pues se trata de una fruta<br />
cuyas semillas son fáciles de transportar<br />
y mantienen largamente su fertilidad.<br />
Además, la papaya es muy atractiva<br />
para las aves fruteras que se encargan de<br />
propagada. Woodson y sus<br />
colaboradores, en 1958, llegaron a la<br />
conclusión de que la papaya es<br />
originaria de las laderas occidentales de<br />
<strong>los</strong> Andes Peruanos, aunque Soms<br />
<strong>desde</strong> 1889 ha insistido que la cosa fue<br />
109<br />
en México. Como fueron <strong>los</strong> pájaros <strong>los</strong><br />
que se ocuparon de propagada, sólo <strong>los</strong><br />
pájaros saben. Nosotros, naturalmente y<br />
de puro patrioteros, respaldamos la<br />
peruanidad de la papaya. Hemos<br />
encontrado semillas inconfundibles en<br />
tumbas de Nasca, y en el Perú hay un<br />
buen número de especies del género<br />
Carica, lo que no sucede en México ni<br />
en Centroamérica.<br />
Apenas llegaron, <strong>los</strong><br />
españoles y <strong>los</strong> portugueses se<br />
encargaron de llevada a todo el<br />
trópico del orbe, empezando por<br />
las Filipinas y la India,<br />
aprovechando después el tráfico<br />
esclavista con el Africa y<br />
diseminándola además por la<br />
Malasia y por todas las islas del<br />
Pacífico.<br />
Hasta el primer cuarto del siglo<br />
XX, la papaya no pasó de ser una fruta<br />
popular en la mesa tropical y su<br />
producción fue de índole básicamente<br />
doméstica. A ningún patio trasero del<br />
trópico le faltó papaya. En todos <strong>los</strong><br />
mercados de la región, la papaya<br />
compitió en baratura con el plátano.<br />
Ya <strong>desde</strong> fines del Siglo XVIII<br />
se sabía que algunos grupos indígenas<br />
sudamericanos usaban las hojas del<br />
papayo para envolver la carne de <strong>los</strong><br />
animales que cazaban con el objeto de<br />
haceda más suave y sabrosa. Además,<br />
Edlicher y Vanquelin habían reportado,<br />
en 1756, la acción vermicida y digestiva<br />
del látex. Esto fue objeto de una serie de<br />
experimentos
que durante dos años realizó Wurtyz<br />
quien, en 1880, comunicó al mundo<br />
científico el descubrimiento de la<br />
papaína, una sustancia que Chittenden<br />
calificó como "fermento vegetal" en<br />
1883. Sobre esto ya hemos hablado<br />
cuando nos ocupamos de la piña.<br />
Hubo después una serie de<br />
investigaciones y descubrimientos<br />
complementarios que progresivamente<br />
fueron atrayendo la atención de<br />
empresarios e industriales. Hasta la<br />
cuarta década de este siglo, el país más<br />
organizado en la producción masiva de<br />
papaya para papaína era Ceilán (Sri-<br />
Lanka), pero alrededor de 1935, Becker<br />
promovió su cultivo industrial en el<br />
África. Comenzó con Tanganica<br />
(Tanzania) y siguió con Uganda, Kenya,<br />
el Congo Belga, etc., animando de paso<br />
a <strong>los</strong> australianos y a <strong>los</strong> sudafricanos.<br />
Actualmente, la industria de la<br />
papaína ocupa un importante nicho en la<br />
economía agrícola de la India, las<br />
Filipinas, México, Hawai, Jamaica,<br />
etc... Como algunos decimos que la<br />
papaya es peruana, aquí no se produce<br />
papaína...<br />
Al lado de su popular uso como<br />
fruta de postre cuando está madura, la<br />
papaya verde se usa también,<br />
debidamente cocida, como acompañante<br />
de carnes y guisos; sirve para preparar<br />
diversos encurtidos en vinagre así como<br />
salsas de tipo "curry". Su uso para el<br />
ablandamiento de carnes a nivel<br />
110<br />
doméstico es tradicional en muchos<br />
pueb<strong>los</strong> (envolver la carne en hojas<br />
majadas o hervirla con un pedazo de<br />
papaya verde o lavaria con jugo diluido<br />
de papaya verde) la industria prepara<br />
polvos y soluciones de papaína para uso<br />
comercial y doméstico. La papaína se<br />
encuentra solamente en la fruta verde y<br />
en las hojas. Desaparece en la papaya<br />
madura.<br />
Las hojas tiernas de la papaya se<br />
cocinan y se comen como espinacas. Si<br />
son hojas maduras, son amargas y hay<br />
que botar el agua del primer hervor.<br />
En la preparación industrial de<br />
cerveza, el uso de la papaína está muy<br />
generalizado para la clarificación de la<br />
bebida; y en la industria del caucho<br />
natural se usa para acelerar la<br />
maduración del producto.<br />
LA PAPAYA AREQUIPEÑA Y<br />
OTRAS MÁS<br />
(Carica cundamarcensis,etc.)<br />
Al lado de la papaya de pura<br />
sangre, con todas sus variedades hay<br />
una serie de frutas andinas del mismo<br />
género Carica que <strong>los</strong> botánicos y las<br />
amas de casa diferencian dándoles<br />
diferentes nombres. Veremos dos de<br />
ellas:<br />
En el Perú tenemos, por<br />
ejemplo, la papaya arequipeña cuya<br />
ciudadanía, con pasaporte y todo, le ha
sido conferida, sin consultas ni<br />
referéndum, por la rebelde ciudad<br />
blanca ¡Se pasaron!. Se trata de una<br />
papayita muy aromática, muy sabrosa,<br />
de gran rendimiento agronómico que se<br />
cultiva <strong>desde</strong> Panamá hasta Chile y<br />
Argentina, en las zonas altas, pero no<br />
muy altas. Un poco entre la costa y la<br />
sierra, como Arequipa. Los botánicos le<br />
llaman Carica cundamarcensis. Ningún<br />
diccionario botánico le llama Carica<br />
arequipensis, pero como <strong>los</strong> del Misti<br />
son tercos, el futuro quizás la depare un<br />
triunfo. La papayita arequipeña es<br />
deliciosa en jugos y mermeladas y el<br />
que ha ido a Arequipa y no ha bebido<br />
un buen refresco de papayita, no ha<br />
probado la mejor Carica del mundo.<br />
Para bautizarla como<br />
compatriota, <strong>los</strong> arequipeños han<br />
olvidado todos <strong>los</strong> otros nombres que<br />
recibe en el resto de <strong>los</strong> Andes:<br />
chamburo, papaya de altura, papayuela,<br />
chihuacán, etc. etc.<br />
La otra fruta peruana de este<br />
género es el Mito, (Carica candidans),<br />
muy frecuente en nuestras quebradas<br />
costeñas de media altura. Es silvestre,<br />
pero muchos hogares rurales lo anidan<br />
en la huerta. Es un árbol ramificado,<br />
resistente a las sequías y sin mayores<br />
exigencias de sue<strong>los</strong> ni cuidados<br />
agronómicos. El fruto es agridulce y,<br />
aunque algunos lo comen crudo, su<br />
mejor presentación es en jugos,<br />
ensaladas o cocido en un potaje de<br />
carne.<br />
111<br />
Otra papaya de por aquí, es el<br />
babaco (Carica pentagono) muy<br />
frecuente en <strong>los</strong> mercados de Chile<br />
donde se consume para dulces y postres<br />
preparados y se industrializa para<br />
preparar papaína; y otra más es una<br />
papayita minúscula llamada Carica<br />
angusti, conocida en Ayacucho como<br />
"Pati" y que no es comestible pero crece<br />
casi exclusivamente en forma<br />
espontánea en las ruinas Huari, razón<br />
por la cual se piensa que era fruto de<br />
usos rituales.<br />
EL PEPINO<br />
(Solanum muricatum)<br />
En cualquier país de habla<br />
castellana, decir "pepino" es referirse a<br />
un calabacín alargado y cilíndrico,<br />
originario del Mediterráneo, que<br />
algunos llaman también "cohombro" o<br />
pepinillo y que se consume crudo, en<br />
ensaladas, en curtidos y más como fruto<br />
que como fruta. Pero en el Perú<br />
llevamos siempre la contracorriente, y<br />
aunque le decimos "pepino" a lo mismo,<br />
también llamamos así a una fruta de la<br />
familia del tomate que, con mucho,<br />
algunos le decimos "pepino dulce" para<br />
no confundir. Otros dicen el "pepino<br />
fruto" y el "pepino fruta". Pero como ya<br />
nuestro pepino dulce está saliendo al<br />
extranjero, en <strong>los</strong> países de habla<br />
inglesa están aprendiendo a decirle<br />
simplemente "pepino" (pronunciado<br />
pipino, con perdón de usted) sin<br />
adjetivo que lo califique o proteja.<br />
El pepino de que hablamos se
llama "cachun" en quechua y<br />
Solanum muricatum en latín.<br />
Hasta hace unos cincuenta<br />
años, cuando existía una<br />
migración estacional en nuestra<br />
agricultura costeña y venían en el<br />
verano multitud de gentes de la sierra a<br />
ayudar en la cosecha del algodón, más<br />
de un recién llegado se comía un pepino<br />
verde y se pescaba un dolor de barriga o<br />
una intoxicación más seria que no le<br />
dejaba ganas de repetir la travesura. Por<br />
eso, algunas señoras le llaman todavía<br />
"mataserrano".<br />
Efectivamente, muchas<br />
solanáceas, incluyendo la papa y el<br />
tomate, contienen una sustancia tóxica<br />
en las hojas y en las frutas verdes. Se<br />
llama solanina y desaparece con la<br />
maduración y con la cocción. No hay<br />
peligro al comer pepino o tomate<br />
maduro, aunque usted sea serrano.<br />
En la cerámica nasca y mochica<br />
encontramos excelentes reproducciones<br />
de esta deliciosa fruta que ha<br />
acompañado al pueblo peruano <strong>desde</strong><br />
entonces. Tiene un pronunciado aroma a<br />
melón y es dulce y fresco como fruta de<br />
mano y de ensalada que es la forma más<br />
frecuente de consumo. Pero además se<br />
prepara en sopas, cebiches, potajes,<br />
salsas y guisos de carne o de pescado.<br />
Puede congelarse, deshidratarse y<br />
embotellarse o enlatarse en jugos y<br />
conservas, sobre todo ahora que ya<br />
superó <strong>los</strong> límites del Antiguo Perú y es<br />
cultivado en grandes cantidades en<br />
Nueva Zelandia y exportado al Japón<br />
112<br />
donde es una delicadeza gastronómica.<br />
Fuera de ser delicioso, el pepino es una<br />
fruta de gran futuro comercial.<br />
LA LUCUMA<br />
(Pouteria lucuma)<br />
La fruta más antigua en el gusto<br />
y costumbres del peruano antiguo es la<br />
Lúcuma o ruenta que hasta hace poco<br />
<strong>los</strong> botánicos llamaban Lucuma obovata<br />
y que ahora, por nuevas reglas del<br />
juego, le dicen Pouteria lucuma. No hay<br />
cuestión. Es peruana. Pero 10 es tanto<br />
que por más que todos la alaban, no ha<br />
salido mucho más allá de <strong>los</strong> antiguos<br />
límites del Imperio Inca.<br />
Es una fruta de tamaño variable,<br />
<strong>desde</strong> un huevo de gallina hasta un puño<br />
de hombre grande; <strong>desde</strong> 100 gr. hasta l<br />
Kg. de peso, de cáscara gruesa pero<br />
maleable, consistencia harinosa y<br />
semilla grande. Tiene un sabor<br />
inconfundible. Sabe a lúcuma. Por ahí<br />
alguien dice que tiene un aroma<br />
parecido a la miel de arce, una<br />
referencia poco útil para nosotros. Más<br />
bien, podríamos decir que la miel de<br />
arce sabe a lúcuma. Pero no tanto. El<br />
aroma de la lúcuma es sui géneris, un<br />
poco reminiscente del perfume de la<br />
tierra después de la lluvia.<br />
Muchos extranjeros la<br />
encuentran tan extraña que demoran en<br />
aceptarla con gusto. Pero una vez<br />
aceptada, es muy popular y deseable<br />
como postre, para hacer salsas dulces,<br />
helados, refrescos y diversas
confecciones sabrosas.<br />
La lúcuma tiene la ventaja de poder ser<br />
fáci1mmte deshidratada y reducida a<br />
harina que resiste largo tiempo m<br />
condiciones ambientales normales, sin<br />
deteriorarse.<br />
Por eso, m Lima puede tomar<br />
helados o batidos de lúcuma todo el<br />
año, sin interrupción estacional.<br />
LAS PASIONARIAS<br />
(Passiflora sp.)<br />
Las pasionarias se llaman así<br />
porque sus bellas flores muestran una<br />
especial conformación de sus diversos<br />
elementos que, a <strong>los</strong> hombres de buena<br />
voluntad, nos recuerdan <strong>los</strong> símbo<strong>los</strong> de<br />
la Pasión del Señor... Gentes menos<br />
místicas les llaman "ñorbos" y <strong>los</strong><br />
comparan con <strong>los</strong> amorosos ojos de<br />
bellas mujeres legendarias. El género<br />
Passiflora time una gran cantidad de<br />
especies, varias de las cuales nos<br />
proporcionan, deliciosas frutas.<br />
El nombre de Passiflora, o de<br />
flor de la pasión, parece que fue ideado<br />
por <strong>los</strong> primeros misioneros cristianos<br />
que llegaron a nuestro continente.<br />
Dentro de su misticismo colonialista,<br />
vieron m la flor de estas frutas <strong>los</strong><br />
instrumentos de la Pasión: <strong>los</strong> clavos, el<br />
martillo, las cinco heridas y la corona de<br />
espinas... También le llamaron m ese<br />
tiempo la "flor de las cinco heridas",<br />
destinada por Dios a la conversión de<br />
<strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> paganos de América.<br />
113<br />
En 1553 ya había llegado a<br />
Italia, donde adquirió pronta<br />
popularidad; y a fines del XVII la<br />
granadilla era cultivada en Inglaterra<br />
por la Duquesa de Belfort.<br />
A mediados de ese siglo, la<br />
Passiflora incarnata, una especie más<br />
resistente al frío y que se adaptó<br />
fácilmente al clima europeo y<br />
mediterráneo, ya servía para preparar<br />
una tintura roja que se utilizaba<br />
medicina1mmte como sedante.<br />
La granadilla (Passiflora<br />
lingularis), el maracuyá (Passi flora<br />
edulis), el llamado "tumbo del "norte"<br />
(Passiflora quadrangularis), el llamado<br />
"tumbo serrano" (Passiflora mollis), etc.<br />
son <strong>los</strong> miembros más notorios de este<br />
grupo de plantas. Todo este género es<br />
de origen andino, dicen <strong>los</strong> que saben,<br />
pero es indudable que las aves<br />
migratorias se encargaron, por orden de<br />
Viracocha, de repartir la simiente por<br />
toda la América tropical antes de que<br />
Colón iniciase su<br />
aventura. Los jugos y<br />
la pulpa de estas<br />
sabrosas frutas<br />
alegran banquetes y<br />
fiestas de todo el<br />
Continente.<br />
La más coman<br />
en la mesa peruana y en <strong>los</strong> mercados<br />
de Lima es la granadilla, que <strong>los</strong><br />
antiguos quechuas llamaban
tintin y que tiene una cáscara dura,<br />
quebradiza, del tamaño de un huevo de<br />
ganso y con un contenido constituido<br />
por abundantes semillas. Cada<br />
semilla está recubierta por una<br />
bolsa membranosa que <strong>los</strong><br />
botánicos llaman "arilo" y que<br />
contiene un líquido dulce, fresco<br />
y aromático. Las semillas son<br />
indigestibles. Pasan por todo el<br />
tubo digestivo humano con una<br />
tranquilidad e indiferencia<br />
pasmosas y, cuando salen por el otro<br />
extremo, mantienen su fertilidad. No<br />
causan ni reciben ningún daño y<br />
algunos agricultores dicen que, al<br />
contrario, al pasar por el ser humano,<br />
son más fértiles. Vaya usted a averiguar.<br />
El jugo de granadilla, también<br />
dicen, es muy bueno para las molestias<br />
digestivas de <strong>los</strong> niños. Por lo menos,<br />
tiene agua y tiene potasio, y eso es<br />
bueno para un niño con diarreas. Pero<br />
dejémonos de medicina. Como fruta, la<br />
granadilla es excelente, ya sea comida<br />
directamente después de abrir la<br />
cáscara, o en platil<strong>los</strong> diversos de<br />
postre, mezclado con otras frutas o<br />
hasta con un poquito de licor aromático.<br />
(Cointreau, Benedictino...). El jugo se<br />
prepara masajeando las semillas dentro<br />
de un lienzo para filtrarlo, o poniendo el<br />
contenido del fruto en una licuadora a<br />
baja velocidad. Las semillas rotas o<br />
pulverizadas mediante este<br />
procedimiento son bien digeridas y<br />
tienen una buena cantidad de proteínas.<br />
114<br />
El maracuyá tiene usos<br />
parecidos, un aroma diferente pero<br />
también muy agradable y un sabor más<br />
ácido, por lo que frecuentemente<br />
se le agrega azúcar. Es<br />
industrializado para preparar<br />
jugos que se usan para refrescos<br />
o para mezclar<strong>los</strong> con bebidas<br />
alcohólicas. Un vodka con<br />
maracuyá es ya clásico en todo<br />
el Continente y a más de un<br />
chauvinista le gusta recordar que<br />
sin la papa no se habría inventado el<br />
vodka y sin la amazonía no habría<br />
maracuyá. Nuestros primos del norte le<br />
dicen "passion fruit juice" y lo tienen en<br />
todos sus bares y super markets.<br />
Los tumbos, el grandote del<br />
norte y el pequeño de la sierra, son<br />
menos frecuentes en las mesas de Lima,<br />
pero se encuentran en <strong>los</strong> mercados y la<br />
gente <strong>los</strong> aprecia mucho para hacer<br />
refrescos y preparar postres."<br />
LAS ANONAS<br />
(Anona sp.)<br />
La Chirimoya es una fruta reina y no<br />
necesita acompañantes ni
vestiduras para triunfar en todas las<br />
mesas. Lo mejor es comerla fresca y<br />
sola. Algunos la comen rociada con<br />
jugo de naranja, otros en ensalada de<br />
frutas, otros en postres diversos. Pero el<br />
que la prueba no la deja. ¡Es una fruta<br />
inmejorable! Los botánicos le llaman<br />
Anona cherimolia, dos palabras<br />
indígenas latinizadas para impresionar<br />
bien.<br />
Aunque el Padre Coba dice que<br />
la Chirimoya fue traída al Perú <strong>desde</strong><br />
Centroamérica a fines del siglo XVI, es<br />
evidente que se equivocó pues <strong>los</strong><br />
arqueólogos han encontrado<br />
inconfundibles semillas de esta fruta en<br />
tumbas prehispánicas de la costa<br />
peruana. Ferreyra y Cerrate han<br />
demostrado variedades silvestres en el<br />
norte del Perú, con frutas de casi 2 Kg<br />
de peso.<br />
Julia Morton nos dice que la<br />
Chirimoya fue introducida en Hawai en<br />
1790 y fue llevada a Haití en 1785 y a<br />
Italia en 1797.<br />
El género botánico Anona fue<br />
bautizado inspirándose en una palabra<br />
indígena del Caribe (anón) que Oviedo<br />
deletreaba como "hanón" y el Padre de<br />
las Casas como "annón". Con una buena<br />
dosis de etnocentrismo poco frecuente<br />
en él, Linneo dijo que era "annona",<br />
palabra latina que significa "provisión<br />
de alimentos para un año". Este género<br />
tiene más de una docena de especies en<br />
el Perú, pero no vamos a describirlas<br />
todas.<br />
115<br />
De todas las especies, la<br />
A.muricata, conocida en el Perú con el<br />
nombre de guanábana es la mejor<br />
distribuida por todos <strong>los</strong> países<br />
tropicales del mundo y la que más se<br />
presta, por su fuerte aroma y su<br />
delicioso gusto agridulce, para ser<br />
industrializada en jugos y conservas. Su<br />
presencia en semillas y en la excelente<br />
escultura naturalista de <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong><br />
preincas del norte peruano nos asegura<br />
su existencia muy antigua entre<br />
nosotros. Como muchos alimentos<br />
indoamericanos, fue hallada por <strong>los</strong><br />
hombres de Colón en el Caribe y fue<br />
una de las primeras frutas de nuestro<br />
Continente que llegaron a España y, a<br />
través del Pacífico, a la China, Malasia,<br />
Indonesia y Australia.<br />
Se come cruda en todas formas,<br />
tanto fresca como en diversos<br />
preparados, mezclas y jugos, en<br />
conserva o embotellados, y es objeto de<br />
comercio internacional dada su amplia<br />
aceptación en <strong>los</strong> países<br />
industrializados.<br />
En la selva peruana, es común<br />
encontrar algún árbol de Anona<br />
reticulata en cualquier patio trasero.<br />
Poco se conoce esta especie en la sierra<br />
y en la costa. Su uso es similar al de sus<br />
primas.<br />
LA COCONA<br />
(Solanum topira)<br />
Cercana pariente del tomate es la fruta<br />
que llamamos cocona
(Solanum topiro o S. sessiliflorum).<br />
Hace tanto tiempo que es cultivada en el<br />
Perú que no se conoce ninguna variedad<br />
silvestre. Es una fruta ovoide, a veces<br />
tan grande como un puño, aunque<br />
generalmente del tamaño de un huevo<br />
de gallina. Su color rojo o intensamente<br />
amarillo, la hace llamativa en <strong>los</strong><br />
mercados. De sabor agridulce, se come<br />
fresca y sola, como fruta de mano.<br />
Agregándole sal y especias, se<br />
confeccionan salsas, y con azúcar se<br />
hacen jaleas y mermeladas. Puede<br />
cocinarse en guisos de carne o pescado<br />
y el jugo puede comercializarse fresco o<br />
enlatado.<br />
EL HUITO<br />
(Genipa americana)<br />
Esta fruta es de un árbol grande<br />
y frondoso de la selva y, aunque es muy<br />
popular entre <strong>los</strong> nativos, no llega con<br />
frecuencia a la mesa como no sea en<br />
conservas o en jugos preparados. Tiene<br />
un sabor fuertemente ácido y se sirve en<br />
refrescos diluida en agua y agregándole<br />
azúcar. Con frecuencia se hace<br />
fermentar para preparar un vino de alto<br />
contenido alcohólico. .<br />
El huito tiene el inconveniente<br />
de teñir la piel con un negro azulado<br />
indeleble yeso lo hace poco frecuente<br />
como fruta de mano o de mesa. Pero <strong>los</strong><br />
indígenas de muchas tribus selvícolas lo<br />
utilizan como cosmético para teñirse la<br />
piel con dibujos embellecedores,<br />
rituales o mágicos.<br />
116<br />
EL MARAÑÓN<br />
(Anacardium ocddentale)<br />
El marañon o cashú (cashew),<br />
es, vale decirlo, originario de la región<br />
del río Marañon, aquí en el Perú. Por lo<br />
menos, allí fue encontrado por <strong>los</strong><br />
primeros colonos y después por <strong>los</strong><br />
caucheros del siglo pasado. Es una fruta<br />
extraña: la parte pulposa, con la forma y<br />
apariencia de una manzana, no es sino<br />
el pecíolo monstruosamente<br />
desarrollado. Contiene una pulpa jugosa<br />
que puede consumirse cruda o usarse<br />
para preparar jugos, postres o ensaladas.<br />
Su jugo es muy apreciado y sirve de<br />
base a excelentes refrescos. El fruto es,<br />
en realidad, una formación que corona<br />
la "manzana" como una excrecencia o<br />
apéndice. Tiene la forma de un pequeño<br />
guante de box o la cabeza de un mono.<br />
En el centro de esta porción está la<br />
semilla que, debidamente procesada y<br />
tostada, se conoce internacionalmente<br />
como nuez de cashú o cashew-nut. Ha<br />
invadido todas las fiestas y cocteles del<br />
mundo. En estado fresco, esta nuez está<br />
recubierta por un tejido extremadamente<br />
cáustico y tóxico, formado por resinas<br />
fenólicas, que suele producir<br />
quemaduras químicas severas en manos<br />
y labios de <strong>los</strong> no advertidos y cuyos<br />
vapores, al ser asados, pueden ocasionar<br />
graves lesiones oculares o respiratorias.<br />
Se habla de ceguera y muerte como<br />
accidentes industriales en grupos<br />
inadvertidos. Corro traslado.
Se calcula que el consumo anual<br />
de la nuez cashú es de 440,000<br />
toneladas, de las cuales el 41% se<br />
produce en el Asia, 32% el Africa y<br />
solamente el 27% en nuestro continente.<br />
El Perú no exporta. Es el padre de la<br />
criatura...<br />
LA FRESA<br />
(Fragaria sp.)<br />
La pequeña fresa silvestre<br />
(Fragaria vesca) era conocida en Europa<br />
<strong>desde</strong> antes de la transculturación. Pero<br />
las fresas grandes y jugosas que ahora<br />
adornan nuestra mesa son el producto<br />
de cruces obtenidos con variedades de<br />
origen andino.<br />
No hay sino que caminar por<br />
Machu Picchu en el mes de setiembre, y<br />
uno puede comer a dos carril<strong>los</strong> las<br />
deliciosas fresas silvestres que allí<br />
crecen.<br />
Había en la Europa<br />
precolombina tres fresas pequeñas y<br />
rudimentarias. La fresa del bosque<br />
"fraise du bois", llamada .por <strong>los</strong><br />
botánicos Fragaria vesca y que crece<br />
silvestre en todo el Continente; la fresa<br />
alemana, Fragaria moschata, silvestre<br />
también en la Europa central; y otra<br />
pequeña y pálida que <strong>los</strong> científicos<br />
llaman Fragaria viridis. Todas esas<br />
pequeñas frutillas silvestres no tenían<br />
ninguna importancia alimenticia.<br />
Servían nada más para entretener a <strong>los</strong><br />
muchachos que se iban a pasear por el<br />
campo en un "día de vaca". En el siglo<br />
117<br />
XIV: había en Francia algunos cultivos<br />
domésticos.<br />
La Fragaria virginiana llegó a<br />
Francia e Inglaterra, procedente de<br />
Norteamérica, durante la primera mitad<br />
del siglo XVII. Todas estas fresas no<br />
atrajeron mayormente la atención de las<br />
amas de casa ni de <strong>los</strong> cocineros.<br />
En 1712, Amadeo Francisco<br />
Frezier, un ingeniero de fortificaciones<br />
del ejército francés, hizo un viaje a la<br />
América del Sur y, al pasar por<br />
Concepción (Chile), se llevó cinco<br />
plantitas de una fresa muy atractiva que<br />
crece silvestre en nuestra cordillera de<br />
<strong>los</strong> Andes. Por la procedencia, fue<br />
llamada por <strong>los</strong> botánicos Fragaria<br />
chiloensis. La cruzaron con la Fragaria<br />
moschata, la fresa alemana, y se obtuvo<br />
una fresa grande y muy atractiva por lo<br />
cual la región bretona se convirtió en la<br />
cuna de las mejores fresas del siglo<br />
XVIII, hasta que a finales de ese siglo<br />
un botánico francés, Antonio Nicolás<br />
Duchesne, logró un híbrido entre<br />
F.chiloensis y F. virginiana y lanzó al<br />
mercado las fresas que ahora<br />
conocemos.<br />
Este híbrido fue perfeccionado<br />
más adelante obteniéndose mutaciones<br />
más estables. Los holandeses<br />
produjeron pronto la Fragaria<br />
grandiflora y <strong>los</strong> ingleses la Fragaria<br />
ananassa. La fresa quedó <strong>desde</strong><br />
entonces consagrada como una<br />
excelente
fruta de mesa con todos sus<br />
derivados, a partir del<br />
matrimonio entre una fresa<br />
norteamericana y una fresa<br />
andina. El que quiera repasar la<br />
historia, le recomendamos ir a<br />
visitar Machu Picchu en<br />
setiembre. Allí podrá recoger del suelo<br />
todas las fresas silvestres que quiera,<br />
fresas andinas, dulces y sabrosas. ¡Son<br />
LA COSTILLA DE ADÁN<br />
(Monstera deliciosa)<br />
En la mesa de algún lugar de<br />
nuetra selva, podemos ver la deliciosa<br />
fruta de la deliciosa fruta de la Monstera<br />
deliciosa, una planta trepadora de<br />
enormes hojas con múltiples agujeros<br />
que recibe el nombre de "costilla de<br />
Adán".<br />
Por algún capricho lingüístico,<br />
<strong>los</strong> brasileños le dicen "piña japonesa"<br />
aunque no tiene nada de piña ni de<br />
japonesa. Es una planta<br />
ornamental que rara vez fructifica<br />
en Lima. Tuvo una época de<br />
popularidad entre <strong>los</strong> agricultores<br />
entre <strong>los</strong> Agricultores de Florida<br />
quienes la enviaban a <strong>los</strong><br />
restaurantes sofisticados de<br />
Washington y Nueva York. Es una fruta<br />
deliciosa, con un sabor muy aromático.<br />
Como dice Julia Morton, sabe entre<br />
plátano y piña.<br />
118<br />
pequeñas pero deliciosas!<br />
Otros la asemejan ala<br />
chirimoya. Dulce, ligeramente<br />
ácida, se sirve con crema, en<br />
ensaladas o en helados,<br />
conservas y postres. Tiene un<br />
poco de ácido oxálico y a veces hace<br />
irritar la lengua. En eso sí se parece a la<br />
piña.<br />
LAS CIRUELAS CRIOLLAS<br />
(Spondia sp; Bunchosia armeniaca)<br />
Debemos aclarar que las ciruelas<br />
llamadas "claudias" son de origen<br />
europeo y vinieron en algún momento<br />
que por ahora no he podido averiguar.<br />
Son frecuentes entre nosotros y las<br />
mejores las importamos de Chile. Las<br />
veremos cuando hablemos de las<br />
Rosáceas.<br />
Las criollas pertenecen a tres<br />
géneros. Las que vemos en nuestros<br />
mercados de Lima aparecen<br />
cuando llega el verano y hacen<br />
las delicias de niños y viejos. Es<br />
una fruta de mano que "envicia".<br />
Ya ésta es la última, pero todavía<br />
quieres una más. Generalmente le<br />
llamamos ciruela agria (Spondia<br />
purpurea) y es pantropical en todo<br />
nuestro Continente. El jugo puede<br />
obtenerse del fruto crudo o cocido. Esto<br />
último rinde más. Con este producto se<br />
hacen refrescos, pero mediante la<br />
fermentación puede prepararse
un vino O un vinagre, que son de gusto<br />
muy atractivo.<br />
En la selva tenemos la taperiba<br />
(Spondia mombin) que también es<br />
llamada ciruela-mango o ciruela de jobo<br />
y tiene <strong>los</strong> mismos usos que la ciruela<br />
agria aunque es menos popular en la<br />
costa del Perú.<br />
Por último, tenemos la "ciruela<br />
de fraile" producida por un árbol<br />
serrano. Es una fruta poco frecuente en<br />
la mesa de Lima, pero a veces aparece<br />
por ahí. Del tamaño de un huevo de<br />
gallina, tiene un atractivo color rojo y<br />
un sabor dulce pero un tanto insípido.<br />
Los botánicos le dicen Bunchosia<br />
armeniaca. El<strong>los</strong> sabrán por qué, ya que<br />
nada tiene que hacer Armenia con esta<br />
fruta peruanísima.<br />
LA TUNA<br />
(Opuntia sp.)<br />
El vocablo "tuna" procede de un<br />
lenguaje indígena del Caribe donde <strong>los</strong><br />
marineros de Colón vieron por vez<br />
primera esta fruta que <strong>los</strong> botánicos<br />
después bautizaran como Opuntia ftcus<br />
indica (higo de las Indias) adoptado,<br />
dicen, por la ciudad Opuntia, "en las<br />
costas griegas del Mediterranéo. Por si<br />
acaso, todo el género Opuntia es de<br />
origen americano y <strong>los</strong> griegos están<br />
aquí por mera cortesía (*).<br />
La misma especie tiene dos<br />
variedades, una verde, llamada también<br />
119<br />
tuna blanca, y otra roja. Si usted come<br />
dos o tres tunas rojas no se asusten<br />
como le pasó al naturalista Oviedo<br />
cuando andaba por el Caribe, en el siglo<br />
XVI, averiguando de plantas y frutas.<br />
Nos dice que..."La primera vez que la<br />
comí, y <strong>desde</strong> a una hora, quise hacer<br />
aguas, que como vi la color de la orina,<br />
me puso en tanta sospecha de mi salud<br />
que quedé como atónito y espantando,<br />
pensando que de otra causa intrínseca o<br />
nueva dolencia me hubiese recrescido; y<br />
sin duda la imaginación me pudiera<br />
causar mucha pena sino que fui avisado<br />
de <strong>los</strong> que conmigo iban y me dijeron la<br />
causa..."<br />
Casi todos <strong>los</strong> expertos están de<br />
acuerdo en que la tuna, tal como la<br />
conocemos, se originó en Mesoamérica,<br />
y todos vemos su imagen en <strong>los</strong><br />
antiguos grabados mexicanos. El águila<br />
y el nopal se han perennizado en el<br />
escudo nacional de México.<br />
Pero con frecuencia vemos<br />
imágenes en el dibujo mochica que nos<br />
demuestran que plantas similares<br />
existían en el inventario botánico de <strong>los</strong><br />
antiguos peruanos. Lo cierto es que las<br />
aves migratorias se han encargado de<br />
integrar nuestras costumbres <strong>desde</strong><br />
mucho antes de la llegada<br />
(*) Nota: Aquella ciudad griega que inspiró a Lineo<br />
ahora se llama Negroponte. Allí crecían plantas<br />
parecidas a <strong>los</strong> cactus. El vocablo "opuntia" era usado<br />
por <strong>los</strong> romanos <strong>desde</strong> el tiempo de Plinio. Fue dado<br />
a la tuna en 1752.
ibérica a nuestras costas. Por otro lado,<br />
hay otras especies muy similares, como<br />
el "airampu" (Opuntia airampu)<br />
(Opuntia petlandii) que es nopal que da<br />
unas deliciosas tunas de bellísimo color<br />
rojo, y cuya ciudadanía peruana no<br />
admite discusión. La tuna, tuna blanca<br />
para ser más específicos, .la que <strong>los</strong><br />
primos del Norte llaman "prickly pear",<br />
es una sabrosa, dulce y<br />
refrescante compañera en la mesa<br />
peruana. Se come cruda, tomadas<br />
debidamente las precauciones<br />
para evitar las diminutas pero<br />
agudas y molestosas espinas. Un<br />
delicioso postre se hace con<br />
rebanadas de tuna, higos y<br />
helados de lúcuma. y olvídese usted de<br />
que las semillas le pueden causar<br />
apendicitis. Esa superstición la inventó<br />
en 1918 un cirujano que no tenía mucho<br />
que hacer.<br />
Estos cactus tienen una notoria<br />
importancia en la alimentación, no<br />
solamente por el consumo de sus frutos,<br />
las tunas, sino porque sus tal<strong>los</strong> planos o<br />
paletas son comestibles especialmente<br />
cuando están tiernos. Se preparan en<br />
ensaladas y guisos y en México les<br />
llaman "nopalitos". Son también<br />
preparados en conservas y encurtidos.<br />
Como todos <strong>los</strong> cactus, tienen<br />
una savia mucilaginosa con una especial<br />
acción absorbente, es decir, que atrae y<br />
fija las partículas (micelas) sólidas que<br />
se encuentran en <strong>los</strong> líquidos turbios.<br />
Aprovechando esa cualidad, se ponen<br />
unos cuantos fragmentos de nopal en un<br />
120<br />
recipiente con agua turbia y, en unas<br />
cuantas horas, el líquido se aclara y las<br />
impurezas quedan absorbidas a <strong>los</strong><br />
pedazos de cactus.<br />
Otro importante aspecto<br />
nutritivo de esta planta es su calidad de<br />
huésped de un insecto llamado<br />
cochinilla (Dactylopius coccus) que<br />
produce el tinte rojo que todos<br />
conocemos, el carmín y el ácido<br />
carmínico.<br />
Después del<br />
Descubrimiento de México, la<br />
cochinilla se convirtió en un<br />
producto de primera necesidad<br />
para todos <strong>los</strong> tintoreros de Europa.<br />
Hasta entonces, conseguir un buen tinte<br />
rojo era un problema casi insoluble en<br />
la fabricación de telas de este color.<br />
La cochinilla resolvió ese<br />
problema y pronto la planta de tuna, así<br />
como otras especies (Opuntia<br />
cochenillifera), eran cultivadas en<br />
Andalucía, en las islas Canarias y en<br />
Algeria.<br />
Debido a diversos problemas<br />
agrícolas, la producción mexicana de<br />
cochinilla perdió terreno y ahora es el<br />
Perú el que produce el mejor carmín del<br />
mundo. La cochinilla era usada por <strong>los</strong><br />
antiguos peruanos que le llamaban<br />
"magno" y ahora podemos ver en<br />
nuestros museos <strong>los</strong> preciosos tapices<br />
prehispánicos teñidos con "magno" hace<br />
miles de años y sin perder un ápice de<br />
su vivo color rojo.
La cochinilla, junto con<br />
otros colorantes rojos y amaril<strong>los</strong><br />
derivados de plantas americanas,<br />
perdieron rápidamente mercado<br />
en <strong>los</strong> países industriales con el<br />
descubrimiento de las anilinas<br />
alemanas. Estos compuestos<br />
sintéticos desplazaron a la<br />
cochinilla por sus grandes ventajas<br />
económicas. Pero recientemente la<br />
cochinilla ha vuelto por sus fueros al<br />
comprobarse que sus rivales, las<br />
anilinas, son potencialmente<br />
cancerígenas. El color rojo es<br />
extremadamente importante en la<br />
industria alimenticia, como decimos al<br />
hablar del achiote y, por 10 tanto, puede<br />
usted tener la seguridad que se está<br />
LA GRANADA<br />
(Punica granatum)<br />
Esta fruta era llamada<br />
originalmente "manzana<br />
graneada" (Malum granatum) y<br />
como venía originalmente del<br />
norte de Afriea, <strong>los</strong> romanos le<br />
llamaron Malum púnicum<br />
(Manzana púnica o de Cartago),<br />
Por eso, <strong>los</strong> botánicos le llaman Punica<br />
granatum. Es una fruta bíblica.<br />
Es atractiva por el intenso color<br />
rojo de sus semillas que se asemejan a<br />
un puñado de rubíes. La constitución de<br />
estas semillas es muy parecida a las de<br />
LOS DE MÁS ALLÁ DEL MAR<br />
121<br />
usted comiendo un pedacito de<br />
insecto cuando consume bebidas,<br />
carame<strong>los</strong>, quesos, salsas,<br />
embutidos y mermeladas que la<br />
industria nos vende con color<br />
rojo.<br />
La tuna fue llevada a<br />
España y a Italia muy pronto después<br />
del Descubrimiento de Colón. Fue<br />
descrita y dibujada por Ovieido en 1535<br />
y por varios botánicos europeos durante<br />
<strong>los</strong> años siguientes y, tanto por su fruto<br />
como por su aspecto exótico de planta<br />
de adorno, como por su fácil cultivo Y<br />
sus otros usos, se generalizó<br />
rápidamente por todo el Mediterráneo.<br />
nuestra granadina, pues el núcleo fértil<br />
está envuelto en una bolsita (el arilo)<br />
que contiene líquido rojo y agridulce.<br />
Uno puede comerse toda la semilla,<br />
con arilo y jugo, pero muchos<br />
prefieren exprimida en la boca y<br />
descartar la parte sólida. Se prepara<br />
el jugo rompiendo <strong>los</strong> ari<strong>los</strong> y<br />
filtrando con una tela. En algunos<br />
países, especialmente en la india Y<br />
en las Antillas, el jugo de granada es<br />
consumido con avidez por su sabor<br />
refrescante.<br />
En todas sus partes, la granada<br />
contiene altas concentraciones de<br />
taninos, lo que la hace un buen producto
medicinal para algunos procesos<br />
diarreicos. Pero, como bien nos<br />
advierte Julia Morton, el<br />
consumo crónico de soluciones<br />
de tanino puede ser nocivo<br />
contribuyendo al desarrollo de<br />
neoplasias.<br />
Los CITRICOS<br />
(eitrus sp.)<br />
Si hablamos de las frutas que vinieron<br />
de España, no podemos continuar sin<br />
acordar a Don Antonio de Rivera y a su<br />
esposa Doña Inés Muñoz.<br />
Esta pareja de españoles son<br />
ciertamente <strong>los</strong> pioneros en la<br />
transculturación agrícola pues, tanto en<br />
su pequeño solar de la Plaza de Armas<br />
como en su chacra de San Isidro, ya<br />
tenían en 1560 uvas, higos, granadas,<br />
melones, naranjas, limas y "otras frutas<br />
y legumbres de España" que cultivaban<br />
no solamente para acallar la nostalgia<br />
sino para acumular fortuna con<br />
la venta del producto.<br />
El jesuita Cobo<br />
puntualiza que Lima ya tenía<br />
naranjas, limones, cidras y<br />
toronjas a <strong>los</strong> diez años de la<br />
Conquista y que las primeras<br />
naranjas las plantó Baltasar<br />
Gago, vecino fundador, en su huerta que<br />
quedaba a media legua de la de Don<br />
Francisco Pizarro. Seguramente, ambos<br />
122<br />
amigos intercambiaban<br />
productos de sus huertas.<br />
El género Citrus, al que<br />
pertenecen las naranjas, las<br />
cidras, toronjas, mandarinas y<br />
limones, tiene más de una<br />
docena de especies y todas<br />
vienen de diversas regiones del Asia, de<br />
donde pasaron a España. Quién trajo<br />
qué, cuándo y cómo es muy difícil de<br />
establecer ahora para cada especie.<br />
El verdadero origen del limón<br />
no se conoce, pero tenga usted la<br />
seguridad, querido lector, de que no es<br />
el Perú como algunos aseguran. Viene<br />
de algún sitio en el noroeste de la India,<br />
fue cultivado en Italia en el siglo III<br />
D.C. y en la China en el siglo VIII.<br />
Cristóbal Colón trajo semillas de limón<br />
al Caribe en su segundo viaje… A fines<br />
del siglo pasado empezó a cultivarse en<br />
Florida y tuvo un éxito inicial pero<br />
todas las plantaciones fueron destruidas<br />
en la primera helada seria (1894).<br />
Los limones no aguantan el frío.<br />
¿Verdad?<br />
Hay muchos países que<br />
producen limón no solamente para<br />
su consumo como fruta ácida sino<br />
para la producción del aceite<br />
esencial. El Perú es un buen<br />
productor de esto último y el consumo<br />
de fruta para "cebiches" y "pisco sour"<br />
es un importante rubro agrícola.
Los otros cítricos, como decimos arriba,<br />
llegaron pronto al Perú conquistado y se<br />
han establecido aquí como en su casa.<br />
Hemos perdido interés en el cultivo de<br />
la naranja agria, que ya casi no<br />
encontramos en nuestros mercados, a<br />
pesar de que es tan buena para el<br />
cebiche. Tampoco se ve frecuentemente<br />
el limón dulce y la cidra. Los<br />
demás son fruta de todos <strong>los</strong><br />
días en todo el Perú.<br />
Hay una fruta que no es<br />
cítrica, pero la mencionaremos<br />
aquí por que le decimos<br />
cariñosamente "naranjita de Quito".<br />
Sabe a naranja agria y el fruto es de<br />
color anaranjado. Es naranjita porque no<br />
crece más de 4 ó 5 cm. de diámetro. Su<br />
jugo es delicioso y sirve para hacer<br />
bebidas refrescantes. No la trajeron <strong>los</strong><br />
españoles. Es de la misma familia que la<br />
cocona y que el tomate. Se llama<br />
Solanum quitoense y algunosle dicen<br />
"lulo". Es andina.<br />
Los HIGOS<br />
(Ficus carica)<br />
Entre nosotros, <strong>los</strong> higos son<br />
consumidos frescos, como fruta de<br />
postre, generalmente sin pelados, o en<br />
diversas clases de postres crudos o<br />
cocidos, con helados, con dulces de<br />
leche y en diversos platil<strong>los</strong>. El exceso<br />
de producción es secado al sol y<br />
vendido como higo seco o deshidratado,<br />
123<br />
una forma muy efectiva de conservarlo<br />
durante largo tiempo para emplearlo en<br />
dulces diversos o comerlo como fruta<br />
seca. En el proceso de deshidratación,<br />
algunos industriales <strong>los</strong> fumigan con<br />
vapores de azufre, lo que mejora su<br />
tiempo de conservación.<br />
De algún lado salió la<br />
leyenda que dice que Don<br />
Francisco Pizarro se trajo de<br />
España una higuera que todavía<br />
vemos en el Palacio de<br />
Gobierno. El Padre Cobo no<br />
confirma tal versión. Nos dice,<br />
en cambio, que <strong>los</strong> primeros higos de<br />
Lima se plantaron en <strong>los</strong> años<br />
inmediatos a la Conquista "a media<br />
legua de la ciudad", en una chacra que<br />
quedaba cerca de lo que hoyes el Paseo<br />
de Aguas. Parece que la higuera del<br />
Palacio de Gobierno es el rezago de una<br />
aventura republicana al haber sido<br />
plantada por alguno de <strong>los</strong> efímeros<br />
huéspedes del ansiado local.<br />
J.J.Vega nos dice que lo que<br />
regalaba Pizarro a sus huéspedes no<br />
eran higos sino naranjas. Seguramente<br />
fue así, pues dadivoso era Don<br />
Francisco. Quizás <strong>los</strong> que hablan de <strong>los</strong><br />
higos del Marqués están recurriendo a<br />
algún simbolismo oscuro.<br />
El higo es fruta bíblica. Su relación con<br />
el hombre del Mediterráneo se sumerge<br />
allá atrás, en <strong>los</strong> sig<strong>los</strong>
<strong>oscuros</strong>; y su historia más reciente está<br />
plagada de anécdotas,leyendas y<br />
refranes amenamente hilvanados por<br />
Font Quer.<br />
Uno de <strong>los</strong> hechos más curiosos<br />
es que esta planta parece no tener flores.<br />
Sin ninguna preparación, nos da el fruto<br />
sin mayor trámite. ¿Has visto alguna<br />
vez la flor del higo? Ese joven es tan<br />
tacaño, que ni flores de higo le regaló a<br />
ella....<br />
La noción de que el higo no da<br />
flores fue siempre aceptada no sólo por<br />
el hombre común sino por la comunidad<br />
científica al punto que el mismo Linneo,<br />
el padre de la botánica, escribió sobre<br />
este asunto en 1737. Poco tiempo<br />
después se descubrió que, en realidad, la<br />
higuera tiene flores, pero muy<br />
pequeñitas. Las flores crecen dentro de<br />
un receptáculo en forma de fruto, muy<br />
apretadas en el interior del "higo verde",<br />
y se comunican con el exterior mediante<br />
una abertura en la base de ese<br />
receptáculo en forma de pera. A esa<br />
abertura le llaman "el ojo" del higo.<br />
Entre esa multitud de florecitas las hay<br />
masculinas y femeninas. Cuando las<br />
flores femeninas son fertilizadas con el<br />
polen masculino, se forma una miriada<br />
de pequeños frutos que empiezan a<br />
crecer y a formar la pared de lo que<br />
llamamos "higo". El higo verde es, por<br />
consiguiente, un apretado racimo de<br />
flores que,en vez de mirar hacia afuera<br />
como establecen las buenas costumbres,<br />
mira hacia adentro. Y el higo maduro es<br />
una superpoblada comunidad de frutos;<br />
y esas pelotitas duras que sentimos al<br />
mascar un higo, son las semillitas de<br />
124<br />
esos frutos. Complicado había sido el<br />
higo, lector amigo.<br />
En las costas del Mediterráneo<br />
hay higos silvestres que el vulgo ibérico<br />
llama cabrahigos. En la fecundación de<br />
las higueras que no producen sino<br />
florecitas femeninas, juega un rol<br />
importante una avispa diminuta y otros<br />
pequeños insectos que se meten por el<br />
ojo del higo verde y fertilizan las<br />
pequeñas flores con polen traído de<br />
otros higos. Los campesinos españoles,<br />
nos dice Font Quer, traen sartas de<br />
cabrahigos para fertilizar las higueras<br />
aparentemente estériles. Aquí en el<br />
Perú, tenemos la suerte, me dicen, de<br />
que nuestros higos son hermafroditas y<br />
se fertilizan a sí mismos. Aunque no<br />
estoy tan seguro de que alguna avispita<br />
no sea la responsable del amor entre <strong>los</strong><br />
higos...<br />
Los higos mejores son <strong>los</strong> que se<br />
dejan madurar en la planta. Su piel se<br />
arruga al concentrarse sus jugos, el<br />
pecíolo se marchita y el higo cuelga<br />
cabizbajo; y del ojo brota una especie<br />
de lágrima formada por el néctar. Es<br />
cuando la fruta está más dulce. Por eso<br />
dice el refrán: "El higo, para ser bueno,<br />
ha de tener cuello de ahorcado, ropa de<br />
pobre y ojo de viuda". Para <strong>los</strong> limeños,<br />
<strong>los</strong> mejores higos son <strong>los</strong> de Chilca,<br />
donde numerosas y bien cuidadas<br />
higueras crecen en <strong>los</strong> "jaguayes" o<br />
pozas de arena, cuyo subsuelo está<br />
empapado de agua freática para rendir<br />
homenaje a otro antiguo adagio español:<br />
"La higuera, con <strong>los</strong> pies en el agua y la<br />
cabeza al sol".
EL NISPERO<br />
(Eriobotrya japónica)<br />
En todos nuestros mercados<br />
costeños, en pleno verano, se ve<br />
también el níspero que es tan<br />
común en el Perú que más de<br />
uno cree que es indígena. Es<br />
original de la Oúna y, algunos piensan,<br />
del sur del Japón. En este último país ha<br />
sido cultivado <strong>desde</strong> hace más de mil<br />
años y <strong>desde</strong> allí lo trajeron, a principios<br />
de este siglo, <strong>los</strong> inmigrantes japoneses.<br />
Se comen frescos, uno a uno,<br />
quitándoles la cáscara y la semilla que<br />
se separan fácilmente. O mezclándo<strong>los</strong><br />
con jugo de naranja, con raspaduras de<br />
coco o con rodajas de plátano, o en una<br />
ensalada de frutas. Cocidos, forman<br />
salsas, rellenos de pasteles, gelatinas y<br />
hasta mermeladas. Pero fuera de ser<br />
dulzones y frescos, generalmente son<br />
insípidos por lo que se aconseja<br />
consumir<strong>los</strong> en sabrosa compañía.<br />
Adaptado a nuestro país, el níspero<br />
tiene un tamaño pequeño. Vaya usted a<br />
España y se encontrará nísperos del<br />
tamaño de una manzana.<br />
MANGO<br />
(Mangífera indica)<br />
El mango es originario de la<br />
India y fue llevado al resto del Asia<br />
Oriental por <strong>los</strong> monjes budistas <strong>desde</strong> 4<br />
ó 5 sig<strong>los</strong> antes de nuestra era. De allí<br />
125<br />
fue llevado por <strong>los</strong> portugueses a<br />
ambas costas de Sudamérica y de<br />
allí fue transferido a Centro<br />
américa y al Caribe. Su llegada al<br />
Perú, sin embargo, fue solamente<br />
a finales del siglo pasado. El<br />
Padre Soukup nos dice que el<br />
primer mango fue traído al Perú<br />
<strong>desde</strong> la India a pedido de don Andrés<br />
Delgado, propietario de la hacienda<br />
Batán Grande, cerca de Chiclayo. Ahora<br />
el Perú exporta varios tipos de mango<br />
de excelente calidad, especialmente<br />
<strong>desde</strong> el norte de la Costa.<br />
Como una gran variedad de<br />
frutas pantropicales, el mango es<br />
consumido en una amplia gama de<br />
formas, guisos, platil<strong>los</strong> y preparados<br />
diversos; y aunque este no es un libro de<br />
recetas, tenemos la tentación de<br />
mencionar algunas formas de comerlo.<br />
Lo que no podemos hacer, sin embargo,<br />
es instruir al lector de cómo comerse un<br />
mango maduro pulcramente y sin<br />
terminar con todo pintado de amarillo.<br />
Han inventado hasta tenedores<br />
especiales, con el vástago central<br />
alargado, para trinchar la fruta por el<br />
extremo del pedúnculo e irlo mondando<br />
con delicadeza y buenas maneras. Pero<br />
al final, uno cae en la tentación del<br />
último pedacito, y termina como no<br />
quería. ..Claro que se puede servir el<br />
mango pelado y en pedacitos en
diferentes combinaciones con otras<br />
frutas, en jugos, ensaladas, helados,<br />
postres y confecciones diversas, crudo o<br />
cocido. Pero así, dicen que no vale. La<br />
cosa es chupar una pepa de mango<br />
como Dios manda... y embarrarse de<br />
mango hasta las orejas.<br />
El mango verde se come con sal<br />
y ají. En pequeñas cantidades, no causa<br />
ningún daño y es rico.<br />
La semilla del mango tiene un<br />
núcleo comestible, aunque en el Perú<br />
nunca llega a la mesa. Tiene una buena<br />
proporción de proteínas yen otros países<br />
es preparado industrialmente para<br />
alimento humano o para forraje de<br />
animales domésticos.<br />
EL PLÁTANO<br />
(Musa sp.)<br />
Aunque no todos están de<br />
acuerdo, parece que <strong>los</strong> plátanos<br />
solamente llegaron al Perú cuando ya se<br />
había estabilizado el Virreinato. Unos<br />
del África, a través del tráfico<br />
esclavista, y otros <strong>desde</strong> las Filipinas.<br />
Hay quienes dicen que algún<br />
tipo de plátanos es originario de este<br />
Continente, pero no hay mucha<br />
evidencia al respecto.<br />
El plátano o banana es llamado<br />
por <strong>los</strong> botánicos Musa paradisiaca<br />
porque, nos dice Font Quer, "según las<br />
leyendas orientales era el árbol del bien<br />
y del mal" ... "y ayudado de la figura del<br />
126<br />
fruto" dio lugar a que algunos<br />
imaginaran que éste fue "el fruto vedado<br />
a nuestros primeros padres y, por la<br />
magnitud, no sin razón, presumen<br />
muchos que sus dilatadas hojas<br />
cubrieron la desnudez de Adan y Eva...<br />
"No sé por qué, quizás por simple<br />
economía, se recurrió después a la hoja<br />
de parra.<br />
Garcilaso y Acosta dicen que<br />
había plátanos en el Perú precolombino,<br />
pero toda evidencia histórica y<br />
arqueológica es contraria a esa tesis. El<br />
plátano es conocido <strong>desde</strong> muy<br />
temprano por la civilización europea,<br />
adonde fue llevado <strong>desde</strong> la India.<br />
Aunque algunos autores de la<br />
antigüedad lo mencionan como una<br />
fruta exótica <strong>desde</strong> el siglo ID A.C., fue<br />
realmente introducido y aceptado en la<br />
Europa mediterránea recién en el siglo<br />
X D.C.<br />
Cobo nos asegura que el primer<br />
plátano llegó al Nuevo Mundo en la Isla<br />
La Española (Sto. Domingo), traído<br />
<strong>desde</strong> el África por Fray
Tomás de Verlanga el año de 1516.<br />
Por su procedencia, se le llamó <strong>desde</strong><br />
entonces "guineo" y de allí vino al Perú,<br />
aunque ya vimos que algunos cronistas<br />
nos quieren convencer de que <strong>los</strong> Incas<br />
ya conocían esta fruta. Más adelante,<br />
procedente de las Filipinas, llegó otra<br />
variedad, a la que ahora le decimos<br />
"plátano de la Isla" por ese antecedente.<br />
Hay mil formas de comer el<br />
plátano, una fruta tentadora y<br />
paradisiaca que ha recolectado formas<br />
de presentación en todas las cocinas<br />
regionales del orbe. Desde comerlo así a<br />
la mano hasta servirlo en rebanadas, en<br />
ensaladas dulces y saladas, sandwiches,<br />
pasteles y gelatinas, crudo, asado, frito<br />
y en guisos diversos; en conservas,<br />
helados, panes y bizcochos. Verdes o<br />
maduros, frescos o deshidratados en<br />
rodajas en <strong>los</strong> ya famosos "chifles".<br />
Para viejos, jóvenes y papillas de<br />
lactantes, el plátano es ideal. Constituye<br />
uno de <strong>los</strong> alimentos más importantes<br />
de <strong>los</strong> habitantes de nuestra selva.<br />
LOS DÁTILES<br />
(Phoenix dactylifera)<br />
La palmera datilera es también<br />
muy antigua en su relación con el<br />
género humano. Los babilonios, <strong>los</strong><br />
asirios y <strong>los</strong> egipcios la muestran en<br />
dibujos y esculturas <strong>desde</strong> <strong>los</strong> más<br />
remotos tiempos. El dátil es también<br />
una fruta bíblica, unida a la vida del<br />
hombre nómada del desierto. Por su<br />
resistencia terca a la sequía y a las<br />
127<br />
tempestades de arena, por su respuesta<br />
siempre triunfal a las peores<br />
viscisitudes, por lo enhiesto de su porte<br />
y su victoria legendaria contra lo más<br />
hostil de la naturaleza allá en la cuna de<br />
la civilización, sus grandes hojas, las<br />
palmas, han sido siempre el símbolo del<br />
heroísmo, de la victoria y del éxito.<br />
Los dátiles maduros y secos son<br />
largamente resistentes al deterioro, y<br />
siempre constituyen una importante<br />
reserva alimenticia para el hombre del<br />
desierto.<br />
Alguien tendrá que escribir<br />
alguna vez la historia de la palmera<br />
datilera en el Perú y relatar cómo,<br />
durante el siglo pasado, un visionario<br />
que vivía por allá, al reconocer en el<br />
desierto entre Pisco e lea un ambiente<br />
similar al de <strong>los</strong> desiertos del Cercano<br />
Oriente, se le ocurrió sembrar <strong>los</strong><br />
extensos arenales con palmeras datileras<br />
y traer camel<strong>los</strong> para el transporte antes<br />
de que a alguien se le ocurriese inventar<br />
<strong>los</strong> automóviles y las carreteras. Los<br />
camel<strong>los</strong> cumplieron alguna función,<br />
me dicen, pero terminaron por<br />
extinguirse. Cuentan también que por<br />
ahí hay un cementerio de camel<strong>los</strong><br />
como lágrima final de la aventura. Sería<br />
bueno localizarlo y registrarlo<br />
adecuadamente antes de que algún<br />
arqueólogo despistado lo encuentre y<br />
nos sorprenda con una nueva teoría<br />
sobre el camélido precolombino. Las<br />
palmeras datileras están allí diezmadas<br />
y dispersas pero regalándonos todavía<br />
con sus dulces frutos.
128
Oiga usted, la idea no era mala....<br />
LAS UVAS<br />
(Vitis vinifera)<br />
Las uvas, fruto de la vid, fruta<br />
de mesa por excelencia, llegaron al Perú<br />
no como fruta sino como materia prima<br />
indispensable para hacer vino "Más<br />
pudieron <strong>los</strong> borrachos que <strong>los</strong><br />
glotones" me dijo una vez el Corregidor<br />
Mejía. Por eso, sáltese usted las<br />
páginas, amigo lector, y pásese al<br />
capítulo de las bebidas. Allá nos<br />
encontramos...<br />
LAS ROSAS QUE COMEMOS<br />
(Familia Rosáceas)<br />
Cuando éramos niños hace<br />
mucho, mucho tiempo, una pueril<br />
fanfarronada consistía en arrancarle <strong>los</strong><br />
péta<strong>los</strong> a una rosa y comer<strong>los</strong> uno a<br />
uno.<br />
Teman, tienen todavía, un sabor<br />
amarguito, no del todo desagradable,<br />
bien compensado con el perfume de la<br />
reina de las flores. Aquello ya pasó y a<br />
nadie se le ocurre tal travesura aunque<br />
más de una vez he sugerido adornar una<br />
ensalada verde con un puñado de<br />
péta<strong>los</strong> de rosa roja. Oídos sordos o<br />
mohínes de desprecio cariñoso...<br />
Pero el agua de rosas y el aceite de<br />
rosas, la pasta de rosas con miel, el<br />
jarabe de rosas, en fin, lo que quieras de<br />
las rosas, aparece por todas partes en <strong>los</strong><br />
129<br />
antiguos recetar<strong>los</strong> de cocina de la<br />
España morisca donde se generalizó su<br />
uso culinario <strong>desde</strong> el siglo XI o XII,<br />
aparentemente bajo las ceremoniosas<br />
recomendaciones del médico gastrómo<br />
persa Mohamed Abú<br />
BekribnZakariyalRazzi, aquí entre<br />
nosotros conocido como el Razzí, por<br />
cariño.<br />
Desde luego, el uso de rosas en<br />
la comida alcanzó algo a las costumbres<br />
iniciales del Virreinato del Perú, pero<br />
no prendió bien y pronto desapareció.<br />
Esto fue probablemente debido a que,<br />
por razones que desconozco, fue muy<br />
difícil adaptar la rosa (Rosa indica,<br />
Rosa centifolia) al clima de Lima.<br />
Parece ser que en ese tiempo la rosa se<br />
cultivaba por semillas y no por estacas o<br />
acodos. Vaya usted a saber. Lo cierto es<br />
que, como se afirma, el primero que<br />
logró que un rosal floreciese entre<br />
nosotros, fue el Arzobispo Loayza. Fue<br />
todo un acontecimiento y el rosal<br />
primigenio fue, por un tiempo, huésped<br />
de honor en el altar mayor de la<br />
Catedral de Lima y le dio a Don<br />
Jerónimo un puntito más para hacerlo<br />
célebre, veinte años después de la<br />
prisión de Atahualpa. En vista de tantos<br />
fracasos previos, habían traído de<br />
España a Lima semillas de rosa; las<br />
pusieron en el altar de la capilla del<br />
Hospital del Espíritu Santo, les dijeron<br />
misa y las bendijeron "para que tuvieran<br />
feliz suceso" y luego las plantaron en la<br />
huerta del hospital. Al fin tuvieron'<br />
rosas en Lima y por algo fue también<br />
que,
aunque llevaba ya flores en su apellido<br />
paterno, la mística Isabel recibió<br />
después el nombre de Santa Rosa de<br />
Lima (*).<br />
Pero volvamos a la cocina. Si<br />
quieres más detalles de cómo y cuándo<br />
alimentarte con péta<strong>los</strong> de rosa, lee el<br />
jugoso artículo de Xavier Domingo,<br />
gastrónomo y periodista, habilidades no<br />
solo compatibles sino amorosamente<br />
complementarias. Nos cuenta don<br />
Xavier que la costumbre de usar rosas<br />
en la cocina se conserva todavía en<br />
Bulgaria, lo que no se traduce en el<br />
comportamiento de sus futbolistas que<br />
no tratan a sus adversarios con péta<strong>los</strong><br />
de rosa.<br />
Aquí en el Perú ya no usamos<br />
tan lindas flores en nuestra comida.<br />
Aunque varios escritos del siglo XVI y<br />
xvn mencionan con frecuencia el aceite<br />
de rosas en sus usos medicinales, está<br />
claro que <strong>los</strong> cocineros pemanos no<br />
usaron flores en sus potajes, con<br />
excepción de las alcachofas y de las<br />
tortillas de girasol.<br />
Pero ¿ha visto usted, querido<br />
lector, qué le pasa a una rosa cuando no<br />
la cortan y la dejan marchitarse en la<br />
planta? Le pasa, yeso 10 veráusted en<br />
<strong>los</strong> jardines descuidados, 10 que le pasa<br />
a cualquier flor de cualquier planta:<br />
Viene una abeja, la poliniza, la fertiliza,<br />
se caen <strong>los</strong> péta<strong>los</strong> y empieza a crecer<br />
un fruto don de están las semillas. El<br />
fruto de la rosa es una manzanita,<br />
generalmente roja, dura y con gusto<br />
130<br />
amargo y astringente. Aquí es donde<br />
queríamos llegar. Al momento en que la<br />
rosa produce una manzanita. Porque en<br />
la gran familia botánica de las Rosáceas<br />
están las otras rosas que sí comemos en<br />
el Perú. Son rosáceas las manzanas, las<br />
peras, <strong>los</strong> duraznos, <strong>los</strong> membril<strong>los</strong> (*),<br />
etc. Esas frutas fueron todas traídas al<br />
Perú poco tiempo después de la<br />
Conquista. El Padre Cobo nos ilustra:<br />
"Los primeros membril<strong>los</strong> (Cydonia<br />
oblonga) se dieron en el tiempo del<br />
alzamiento de Gonzalo Pizarro a quien<br />
se <strong>los</strong> remitieron <strong>desde</strong> cierta población<br />
de la costa"... "todavía alcancé a<br />
conocer a personas que vieron las<br />
primeras peras (Pirus comunis) que se<br />
dieron en esta ciudad de Lima" Y junto<br />
con <strong>los</strong> membril<strong>los</strong> llegaron las<br />
manzanas (Pirus malus), <strong>los</strong><br />
melocotones (Prunus persica), las<br />
almendras (Amygdalus comunis), <strong>los</strong><br />
albaricoques (Prunus armeniaca) las<br />
cerezas (P.serotina), las ciruelas<br />
c1audias (P.domestica), las guindas<br />
(P.avium),<br />
(*) Nota:<br />
Santa Rosa de Lima fue bautizada como Isabel Flores<br />
de Oliva.<br />
(*) Nota:<br />
La rosa original, la que le da su nombre a la familia<br />
de las Rosáceas, es la rosa silvestre o "rosa de perro",<br />
"rosa canina", que solamente tiene cinco péta<strong>los</strong> y un<br />
montón de estambres como las flores de la manzana,<br />
melocotón y todas las rosáceas. Su fruto la rosa<br />
mosqueta, es delicadeza de gran consumo en la<br />
Argentina para mates, infusiones y jaleas.
y todas esas frutas foráneas que<br />
tanto nos gustan. Son todas de<br />
la familia de las Rosáceas. Son<br />
las rosas que comemos. Todas<br />
las trajeron <strong>los</strong> españoles al<br />
poco tiempo de fundar Lima.<br />
A propósito, entre todas<br />
las Rosáceas, la manzana es la<br />
que se lleva el premio como heroína de<br />
leyendas, cuentos y tradiciones... la<br />
manzana del paraíso... la que comió<br />
Blanca Nieves... la de la discordia... la<br />
de Las Tres Gracias... Quizás lo<br />
deberíamos dejar aquí para no<br />
desilusionar a <strong>los</strong> que creen firmemente<br />
en el valor de las imágenes legendarias.<br />
Pero vale la pena recordar que la<br />
palabra "manzana", que en nuestro buen<br />
castellano tiene un significado único y<br />
claro, en otros idiomas (apple, apfel,<br />
pomme, mela, etc.) significa solamente<br />
un fruto redondo. Ni más ni menos. Al<br />
tomate, ya hemos visto, sólo por ser<br />
redondo lo bautizaron como pomodoro<br />
(manzana de oro), pome d'amour<br />
(manzana del amor), love apple<br />
(manzana del amor), etc. A la papa, <strong>los</strong><br />
franceses le dicen "pomme de terre"<br />
(manzana de tierra) solamente porque es<br />
redonda. Así que todas esas "manzanas"<br />
de historia mágica y legendaria, pueden<br />
referirse a la deliciosa manzana chilena<br />
que te comiste hoy en la mañana, o a<br />
otro fruto redondo cualquiera, de<br />
costumbres dudosas. El fruto del<br />
131<br />
chamico, por ejemplo, (Datura<br />
stramonium) se llama "manzana<br />
del diablo" en el idioma de<br />
Shakespeare, y en Mesopotamia,<br />
donde dicen que estaba el<br />
Paraíso y donde se originó la<br />
noticia, se originó también una<br />
especie de chamico (Datura<br />
metel) que si la comes te hace<br />
sentirte mejor que Dios, con perdón del<br />
Padre Felipe. Así que no sería raro que<br />
Eva haya "enchamicado" a nuestro<br />
padre Adán... y la bruja fea que le dio la<br />
manzana venenosa a Blanca Nieves,<br />
quién sabe que clase de fruto redondo le<br />
habrá proporcionado. La dejódormida y<br />
le habrá ocasionado algún sueño erótico<br />
que terminó con el beso de un príncipe.<br />
Leyendas son leyendas. En castellano,<br />
puedes comer manzanas con<br />
tranquilidad y paciencia que también en<br />
inglés te dicen que es una fruta muy<br />
sana (An apple a day keeps the doctor<br />
away...)<br />
LA CARAMBOLA<br />
(Averrhoa carambola)<br />
La fruta llamada "carambola" ha<br />
sido recientemente incorporada a la<br />
mesa peruana y rápidamente está<br />
adquiriendo popularidad. Como es<br />
frecuente, hay quienes creen que es<br />
originaria de nuestra selva porque se<br />
está cultivando allá. Es originaria de<br />
Ceilán (Sri Lanka)
y ha sido cultivada en Malasia por<br />
muchos sig<strong>los</strong>. Común en Filipinas y en<br />
Australia, fue traída a nuestra selva vía<br />
Brasil. m cuidadoso inventario de<br />
Soukup no la menciona en 1970, pero<br />
ya étparece en el de Rutter en 1990. .<br />
132<br />
Es muy vistosa y atractiva; su<br />
sabor agridulce la hace popular y es<br />
frecuente en ensaladas y en la<br />
preparación de refrescos y postres,<br />
cruda o cocida, combinada con azúcar,<br />
clavo y especias y con otras frutas.
133
134
135
CAPÍTULO IV<br />
LAGRIMAS DEL SOL<br />
__________________________________________<br />
Los diccionarios nos dicen que "<strong>los</strong><br />
cereales" son "plantas gramíneas !fe<br />
semillas farináceas", etc. etc. porque así<br />
nos lo dicen <strong>los</strong> europeos, cuyos granos<br />
comestibles son todos provenientes de<br />
plantas gramíneas. Por extensión<br />
etnocentrista, y para hacer más fácil el<br />
asunto, muchos autores les dicen<br />
"cereales" también a otros granos<br />
comestibles del Perú, como la quinua, la<br />
kañiwa y la kiwicha, que no son plantas<br />
gramíneas pero que se usan igual que<br />
<strong>los</strong> cereales tradicionales y por ahí hay<br />
alguien nos incluye en la lista las<br />
semillas que el girasol Además, la<br />
industria Norteamericana de alimentos<br />
se olvidó ya de la botánica y le dice<br />
"cereal" (sírial, por si acaso) a todos <strong>los</strong><br />
preparados alimenticios que se venden<br />
para el desayuno, contengan o no<br />
cereales, confeccionados con frutas<br />
secas, semillas, nueces, granos diversos<br />
y lo que les da la imaginación. Por todas<br />
esas razones, no hablaremos aquí de<br />
"cereales" sino de "granos comestibles".<br />
Esto debería incluir al ajonjolí, las<br />
semillas de amapola, de apio y,<br />
volviendo a las gramíneas, al alpiste. No<br />
veremos a todas ellas, porque éste no es<br />
un libro de botánica; pero algo<br />
LOS GRANOS COMESTIBLES<br />
136<br />
contaremos de las más notables.<br />
Uno de <strong>los</strong> componentes más<br />
importantes de todos <strong>los</strong> organismos<br />
vivientes son las proteínas, esos<br />
compuestos químicos que forman <strong>los</strong><br />
elementos esenciales de todos nuestros<br />
órganos: Vísceras, múscu<strong>los</strong>, glándulas,<br />
sangre... todo está formado por estas<br />
sustancias que llamamos proteínas.<br />
Las proteínas son sustancias<br />
constituidas por largas cadenas de otros<br />
compuestos más sencil<strong>los</strong> que se llaman<br />
aminoácidos. Una cadena de<br />
aminoácidos es una proteína; más o<br />
menos compleja; más o menos larga;<br />
más o menos variable en el número y<br />
calidad de <strong>los</strong> aminoácidos que la<br />
forman.<br />
Los aminoácidos son <strong>los</strong><br />
ladril<strong>los</strong>, <strong>los</strong> bloques que constituyen el<br />
elemento esencial para la formación de<br />
las proteínas. Sin aminoácidos no hay<br />
proteínas; y sin proteínas no hay vida.<br />
Cada proteína puede compararse a un<br />
edificio. En ese edificio, la base de la<br />
estructura son <strong>los</strong> ladril<strong>los</strong>. Los ladril<strong>los</strong><br />
de las proteínas
se llaman aminoácidos. Hay una<br />
veintena de aminnoácidos diferentes.<br />
No tiene limitaciones en su ingreso de<br />
"ladrill.os" y puede c.onstruir to<br />
Un organismo viviente necesita fabricar<br />
sus propios aminoácidos para construir<br />
sus propias proteínas. Y <strong>los</strong> que no<br />
puede fabricar, <strong>los</strong> tiene que importar.<br />
Los tiene que obtener de <strong>los</strong><br />
alimentos que ingiere. El ser humano<br />
que come carne, pescado, leche o<br />
huevos (cualquier tejido animal)<br />
puede importar toda la gran variedad<br />
de aminoácidos que requiere para<br />
fabricar las proteínas animales que<br />
necesito su propio mantenimiento y su<br />
crecimiento. Pero si solamente consume<br />
sustancias vegetales, puede tener el<br />
déficit de algunos aminoácidos que<br />
difícilmente están integrando las<br />
proteínas vegetales. Si la dieta es<br />
exclusivamente vegetal, el déficit puede<br />
acarrear problemas en la formación de<br />
nuevas proteínas animales o en el<br />
reemplazo de las proteínas animales<br />
perdidas. A esos aminoácidos que se<br />
encuentran en cantidades demasiado<br />
pequeñas se les llama aminoácidos<br />
limitantes porque su ausencia marca el<br />
límite entre una buena y una mala<br />
nutrición. Esos aminoácidos son la<br />
lisina, la metionina u el triptofano. Tres<br />
palabrotas que pueden ser misteriosas<br />
para un ama de casa, pero que <strong>los</strong><br />
nutricionistas usan en todas sus<br />
plegarias.<br />
Cuando un niño recién nacido<br />
toma la leche de la madre, recibe todas<br />
137<br />
las proteínas que necesita para<br />
sobrevivir y para crecer. Perno es fácil<br />
encontrar una dieta totalmente<br />
vegetariana que le permita progresar a<br />
un niño recién nacido, porque <strong>los</strong><br />
vegetales que conocemos tienen poca<br />
cantidad de aquel<strong>los</strong> aminoácidos<br />
limitantes.<br />
Aunque un adulto puede<br />
sobrevivir normalmente con una<br />
dieta puramente vegetal que<br />
contenga cantidades pequeñas de<br />
esos aminoácidos limitantes, se<br />
recomienda complementar la dieta<br />
con huevo, queso y leche, que<br />
tienen proteínas animales (con <strong>los</strong><br />
aminoácidos adecuados) y que no<br />
significan ni la destrucción de una vida<br />
ni la ingestión de toxinas colaterales que<br />
el vegetariano trata de evitar. En un<br />
niño en crecimiento, este complemento<br />
de proteínas animales es indispensable,<br />
aunque es verdad que el uso de cereales<br />
.o de leguminosas que contienen una<br />
cierta cantidad de <strong>los</strong> aminoácidos<br />
limitantes, puede constituir una<br />
alternativa discutible.<br />
Ya veremos, en el capítulo de<br />
las leguminosas, que las proteínas<br />
vegetales del pallar, de <strong>los</strong> frijoles, y<br />
especialmente del tarwi tienen esas<br />
características y ahora, cuando<br />
hablamos de 1os granos comestibles, es<br />
importante entender que en tres granos<br />
del Perú: la quinua, la cañihua y la<br />
kiwicha, el contenido de lisina y de<br />
triptofano
es excelente y el contenido de metionina<br />
es adecuado. Esto hace que estos tres<br />
granos peruanos constituyan un<br />
alimento casi perfecto, a diferencia de<br />
otros cereales y muchos otros alimentos<br />
vegetales.<br />
LA QUINUA<br />
(Chenopodium quinoa)<br />
Según <strong>los</strong> señores botánicos la<br />
familia de las Quenopodiáceas, que<br />
se caracteriza por una forma<br />
especial de sus hojas que asemejan<br />
la pata de un ganso, nos da una serie de<br />
especies amigas del cocinero: la<br />
remolacha, la betarraga, la acelga, la<br />
espinaca, el paica, etc. Entre estas están<br />
dos granos alimenticios de muy antigua<br />
historia en el Perú: la quinua<br />
(Chenopodium quinoa) y la cañihua<br />
(C.pallidicaule).<br />
Al lado del maíz y de la papa, la<br />
quinua constituyó la base de la<br />
alimentación vegetal de <strong>los</strong> peruanos<br />
prehispánicos. Es un grano típico del<br />
Ande, llamado "hupa" en aimara, y<br />
138<br />
existen diversas variedades que reciben<br />
nombres específicos en quechua. Su<br />
diferenciación está basada en el color, el<br />
tiempo de maduración y la zona<br />
geográfica de su producción.<br />
De acuerdo con lo que nos<br />
dicen <strong>los</strong> paleobotánicos, la<br />
quinua es originaria de <strong>los</strong><br />
alrededores del lago Titicaca, pero<br />
hace mucho, mucho tiempo. En<br />
tumbas peruanas de más de dos<br />
mil años, <strong>los</strong> arqueólogos ya<br />
encuentran estos granos; y<br />
mayores averiguadores nos han<br />
indicado que <strong>los</strong> Incas promovieron su<br />
cultivo <strong>desde</strong> el norte de Colombia<br />
hasta el sur de Chile, en tal forma que<br />
cuando llegó Pizarra ya había quinua en<br />
todos <strong>los</strong> Andes.<br />
Es un grano de alto poder nutritivo y de<br />
excelente rendimiento como producto<br />
agrícola. Está muy arraigado en la<br />
civilización andina y su cultivo<br />
reemplaza o se alterna con el del maíz<br />
por encima de 3,000 metros sobre el<br />
nivel del mar.
Desde el punto de vista de la nutrición<br />
humana, y recordando lo que dijimos<br />
sobre las proteínas y <strong>los</strong> aminoácidos, la<br />
quinua contiene una cantidad apreciable<br />
de algunos de <strong>los</strong> "aminoácidos<br />
limitantes" de que hablamos más arriba.<br />
No quisiera entrar en el terreno<br />
bioquímico más allá de lo indispensable<br />
pero (vea el cuadro anterior) ahí van<br />
algunos números (en . gramos % de<br />
peso seco).<br />
A esto hay que agregar que la<br />
cantidad total de proteínas en la quinua<br />
sobrepasa largamente a cualquier otro<br />
cereal, con valores frecuentemente<br />
superiores al 20%. Con la quinua se<br />
preparan cenas de diversas sopas,<br />
guisos, tamales, panes y galletas, salsas,<br />
fideos, bebidas, bocadil<strong>los</strong>, etc., y hay<br />
largos y bien informados libros de<br />
cocina que nos muestran recetas y<br />
consejos para usar eficaz y<br />
plancenteramente este grano tan<br />
nutritivo.<br />
Es una planta muy útil que no<br />
solamente nos proporciona el grano sino<br />
también las hojas que, cuando tiernas,<br />
son comestibles crudas o cocidas, en<br />
ensaladas y guisos. A diferencia de sus<br />
primas, la acelga y la espinaca, su<br />
contenido en ácido oxálico y en nitratos<br />
es muy bajo y por lo tanto su consumo<br />
es mucho más saludable y seguro.<br />
El grano de quinua contiene, en<br />
su cáscara, unos compuestos químicos<br />
llamados saponinas que le dan sabor<br />
amargo, razón por la cual debe ser<br />
tratado después de la cosecha y antes de<br />
139<br />
ser preparado como alimento humano.<br />
Por supuesto, ya <strong>los</strong> genetistas<br />
intentaron con algún éxito obtener<br />
variedades de quinua que no sean<br />
amargas; pero resulta que la quinua no<br />
tiene saponinas por puro gusto sino<br />
porque esas substancias amargas la<br />
protegen contra insectos y pájaros a<br />
quienes, como al ama de casa, no les<br />
gusta la quinua amarga. Siembras<br />
quinua dulce y tu cosecha se la llevan<br />
<strong>los</strong> animalitos del campo, o le tienes que<br />
echar insecticidas y otras cosas lo que te<br />
cuesta más y la hace peligrosa. No sé si<br />
<strong>los</strong> antiguos peruanos sabían eso; pero<br />
el<strong>los</strong>, grandes genetistas, nunca<br />
produjeron quinua dulce. Nosotros<br />
también nos quedamos con la amarga y<br />
nos vamos a lo que nos recomienda<br />
Mario Tapia: procedimientos<br />
domésticos o industriales de<br />
desamargado de la quinua, lo que<br />
elimina las saponinas y nos da un<br />
producto excelente para la alimentación<br />
humana.<br />
Debe evitarse el<br />
almacenamiento prolongado de la<br />
quinua no tratada porque, además de las<br />
saponinas, <strong>los</strong> granos contienen una<br />
cierta cantidad de grasa con<br />
componentes químicos poco estables, lo<br />
que fácilmente conduce a su<br />
enranciamiento y olor desagradable.<br />
Además, tiene una gran capacidad de<br />
germinación, aun en condiciones<br />
adversas, lo que disminuye su calidad.<br />
No obstante su excelencia como<br />
alimento de humanos y animales<br />
domésticos, la quinua perdió
pronto terreno ante el arroz y el trigo,<br />
no solamente a raíz de la Conquista,<br />
sino en forma más pronunciada durante<br />
la primera mitad de este siglo. Ha<br />
habido varias razones para ello, <strong>desde</strong><br />
luego, y vale la pena enumerar algunas:<br />
su poco prestigio como "alimento de<br />
indios", su presencia en ciertos ritos<br />
religiosos perseguidos, la necesidad de<br />
su preparación para El desamargado y<br />
algunas supersticiones entre las que se<br />
menciona que puede producir<br />
parasitismo en el hombre y en <strong>los</strong><br />
animales domésticos. Esto último es un<br />
grave error basado en que tanto la<br />
triquinosis como la cisticercosis<br />
producen en <strong>los</strong> múscu<strong>los</strong> de animales y<br />
hombres lesiones que parecen granos de<br />
quinua hinchados. Nada que ver. Pero<br />
Eduardo Estrella nos dice que en el<br />
Ecuador, <strong>los</strong> campesinos le llaman<br />
erróneamente la quinua a la cisticercosis<br />
de <strong>los</strong> cerdos.<br />
140<br />
estudios y el entusiasmo de grandes<br />
líderes como Plutarco Naranjo en el<br />
Ecuador, la fama de la quinua como<br />
alimento y como producto de brillante<br />
futuro comercial ha ido ascendiendo<br />
rápidamente en <strong>los</strong> últimos años. En <strong>los</strong><br />
Estados Unidos ya se le encuentra no<br />
solamente en tiendas de naturistas sino<br />
en supermercados y restaurantes y no es<br />
desconocida en Europa, Australia y el<br />
Japón. Esto, con la ventaja de que,<br />
como pasa con la papa amarilla y el<br />
maíz morado, el éxito del cultivo de la<br />
quinua depende mucho de las horas-sol<br />
y por lo tanto no es fácil producirla<br />
fuera de <strong>los</strong> Andes.<br />
LA KAÑIWA<br />
(Chenopodium pallidicaule)<br />
Después de la Conquista, la<br />
En ese hostil ambiente de las<br />
altas punas, donde la temperatura<br />
promedio es de unos 10 grados C. y<br />
donde ocho o nueve meses al año hiela<br />
cada noche, donde <strong>los</strong> violentos aires<br />
frígidos y las nevadas y la intensa<br />
quinua fue, <strong>desde</strong> luego, un foco de radiación solar son las peores enemigas<br />
interés para <strong>los</strong> botánicos que trataron de cualquier vegetación, una prima<br />
de estudiar su cultivo. Garcilaso nos hermana de la quinua, que en quechua<br />
habla de <strong>los</strong> primeros intentos se llama kañihua y en latín le dice<br />
(frustrados, por lo demás) de introducir Chenopodium pallidicaule, crece,<br />
la quinua en Europa. De eso nada se florece, fructifica y progresa sin<br />
volvió a saber hasta <strong>los</strong> años de la importarle las terribles inclemencias del<br />
Primera Guerra Mundial, cuando en clima. Junto a la maca (ver pag),<br />
Checoslovaquia y en el Cantón de San resultan <strong>los</strong> únicos alimentos vegetales<br />
Gall en Suiza se hicieron exitosos cuyo cultivo es totalmente confiable en<br />
cultivos. Pero nuevamente el interés se esos páramos. La Kañihua, que también<br />
sumergió en el olvido.<br />
se escribe cañihua ó cañiwa, tiene una<br />
prima cercana allá muy lejos, en <strong>los</strong><br />
A pesar de eso, recientes Himalayas,<br />
que es también Chenopodium y que también aguanta fríos y nieves y es
uen alimento de reserva para <strong>los</strong><br />
pueb<strong>los</strong> que viven allá, como <strong>los</strong><br />
nuestros, en regiones tan inhóspitas.<br />
La Kañiwa es casi silvestre y su<br />
cultivo no necesita mayor cuidado. Poco<br />
se ve de ella en <strong>los</strong> mercados. Algo allá<br />
en Puno, en Sicuani en Pucará... Es que<br />
no llega fácilmente al comercio. Toda, o<br />
casi toda, es consumida por la familia<br />
que la cultiva. Generalmente la<br />
diminuta semilla, más pequeña que la<br />
quinua, es tostada y molida para hacer<br />
una harina de color oscuro a la que le<br />
agregan azúcar o la echan en la sopa<br />
para espesarla, generalmente sin saber<br />
que es uno de <strong>los</strong> granos que contiene<br />
mayor porcentaje de proteínas y de<br />
aminoácidos "limitantes". Esa harina,<br />
diluida en leche caliente, hace un rico<br />
"chocolate" que puedes tomar en el<br />
mercado de Puno para quitarte el frío. A<br />
la harina tostada le dicen "Cañihuaco".<br />
El grano, con un pequeño porcentaje de<br />
harina de pescado y otro poco de pasta<br />
de semillas de algodón, resulta un<br />
excelente alimento para las aves de<br />
corral que, dada la facilidad de cultivo<br />
en <strong>los</strong> páramos deshabitados, puede<br />
resultar en una excelente fuente de<br />
forraje ya que las hojas son también<br />
muy alimenticias para el ganado. Se<br />
consumen también como hortalizas, con<br />
un alto contenido proteico (30% de peso<br />
seco) y con buena proporción de calcio<br />
y hierro.<br />
La harina de Kañihua contiene<br />
141<br />
además un buen porcentaje de grasa<br />
(8%) lo que, por un lado, mejora su<br />
calidad nutritiva, pero tiene el<br />
inconveniente de ponerse rancia<br />
fácilmente, lo que le da mal olor y<br />
disminuye su palatabilidad.<br />
Bien cultivada, esta planta da<br />
fácilmente tres toneladas de semilla, y<br />
más de veinte toneladas de forraje por<br />
hectárea en sitios donde no crece otra<br />
cosa.<br />
LA KIWICHA<br />
(Amarantus caudatus)<br />
Los que saben de estas cosas<br />
dicen que la Kiwicha, llamada también<br />
achita, conocida por <strong>los</strong> eruditos como<br />
amaranto y por <strong>los</strong> botánicos como<br />
Amarantus caudatus, era un grano<br />
alimenticio muy difundido en el Perú<br />
prehispánico. En México, otro amaranto<br />
muy parecido era un alimento muy<br />
popular pero, como estaba incluido en<br />
una serie de ritos mágico-religiosos de<br />
<strong>los</strong> aztecas, fue prohibido por <strong>los</strong><br />
españoles. Así dicen. Pero el cuento es<br />
más largo. También dicen que aunque<br />
aquí en el Perú no tenía nuestra kiwicha<br />
ninguna implicancia sagrada, también la<br />
prohibieron <strong>los</strong> españoles. acaso... Otros<br />
dicen que <strong>los</strong> curas misioneros<br />
encontraron que la kiwicha, llamada<br />
sangorache en el Ecuador, tenía fama de<br />
afrodisíaco y que por eso la prohibieron<br />
aquí en <strong>los</strong> Andes. Plutarco Naranjo no<br />
cree esto
último. Yo tampoco. Más bien, en el<br />
Ecuador usan las hojas de la kiwicha<br />
para adornar <strong>los</strong> potajes que se ofrecen<br />
a <strong>los</strong> difuntos el Día de <strong>los</strong> Muertos (el<br />
2 de noviembre) y por ahí algo de<br />
"idolatría" queda. Quizás en el tiempo<br />
de la Conquista el asunto iba más allá...<br />
De toda forma, la cosa es que lo<br />
prohibieron o que por ser alimento<br />
desprestigiado, o por tener que competir<br />
con el arroz y el trigo, o por razones<br />
religiosas, o por defensa de la castidad<br />
amenazada, la kiwicha o sangorache<br />
desapareció largo tiempo de nuestros<br />
mercados.<br />
Quien ha visto alguna vez un<br />
campo de kiwicha con sus grandes<br />
penachos de flores y semillas maduras,<br />
rojas, violetas, amarillas, y sus anchas<br />
hojas, alegrando la brisa, nunca olvidará<br />
la belleza de esta planta que produce un<br />
grano tan nutritivo. Como hemos visto,<br />
perdió popularidad por razones que<br />
realmente se desconocen. Eso de las<br />
prohibiciones no funciona cuando se<br />
trata de un buen alimento. Pero lo cierto<br />
es que su consumo declinó<br />
marcadamente hasta hace pocos años,<br />
cuando, tanto el Estado como un grupo<br />
de agricultores entusiastas, tomaron la<br />
decisión de recobrar la popularidad de<br />
este grano comestible.<br />
La kiwicha es un grano muy<br />
pequeño. Un poco más grande que la<br />
cabeza de un alfiler. Pero, aunque es<br />
pequeña, es abundante: una planta<br />
puede producir 'más de cien mil<br />
142<br />
semillitas a <strong>los</strong> cuatro o seis meses de la<br />
siembra, y todas juntas dan alrededor de<br />
cuatro toneladas por hectárea. Contiene<br />
bastante más proteínas que el maíz, y<br />
una buena proporción de <strong>los</strong><br />
aminoácidos "limitantes" de que hemos<br />
hablado. Tiene el doble de la lisina que<br />
tiene el trigo y es rica en calcio, hierro,<br />
fósforo, potasio, zinc y vitaminas B y E.<br />
Si su harina se mezcla con la del trigo,<br />
el pan resultante tiene un elevado poder<br />
nutritivo. Pero además se usa en<br />
infinidad de recetas, sopas, guisos,<br />
salsas, galletas, etc., y como revienta<br />
como el pop-com cuando se le tuesta,<br />
sirve también para preparar dulces y<br />
bocadil<strong>los</strong> muy buscados en las ferias<br />
de pueblo. Su incorporación a la dieta<br />
de <strong>los</strong> niños en crecimiento es una<br />
exitosa tendencia en <strong>los</strong> últimos años.<br />
EL MAIZ<br />
(Zea mays)<br />
Como <strong>los</strong> mexicanos y <strong>los</strong><br />
mayas, <strong>los</strong> antiguos peruanos formaron<br />
una civilización del maíz. El cereal (este<br />
sí es una gramínea) aparece reproducido<br />
en la cerámica peruana de todas las<br />
culturas locales, aun de las muy<br />
antiguas. Bonavía ha probado que el<br />
maíz era ya cultivado entre nosotros<br />
<strong>desde</strong> la época pre-cerámica. Tiene una<br />
poderosa significación mitológica, tanto<br />
en lo que se refiere al antropomorfismo<br />
de sus imágenes como a las leyendas,<br />
mitos y ritos mágicos y religiosos en <strong>los</strong><br />
cuales intervino a todos <strong>los</strong> niveles.<br />
Quizás
esto se explica por el hecho de que con<br />
el maíz se hacía la chicha; Y esta<br />
bebida, por su contenido alcohólico y su<br />
mezcla con otras sustancias, era la base<br />
de brebajes de uso religioso.<br />
La antigüedad y la difusión del<br />
maíz en <strong>los</strong> linderos del Ande antiguo<br />
todavía es motivo de discusión. Aunque<br />
Enge1s afirmaba que en ningún punto<br />
de nuestro territorio se había encontrado<br />
restos de este cereal en una época previa<br />
a <strong>los</strong> 3300 A.C., Bonavía, en su<br />
profunda y extensa investigación, le da<br />
una vigencia mucho más larga,<br />
alrededor de 5000 años A.C. Se<br />
asegura, por otro lado, que en México el<br />
maíz apareció aproximadamente por la<br />
misma época y esto permite suponer<br />
que la domesticación de esta<br />
importantísima planta fue<br />
probablemente simultánea en México<br />
yen el Perú. El origen del maíz siempre<br />
ha sido motivo de interminables<br />
discusiones. Hay inclusive quien ha<br />
considerado, con remoto grado de<br />
probabilidad, (ver Horkheimer) que esta<br />
planta era conocida en la China antes<br />
del descubrimiento de Colón y que por<br />
lo menos una de las variedades<br />
originales del maíz proviene del Asia.<br />
Aunque <strong>los</strong> contundentes<br />
argumentos de Bonavía y de<br />
Grobman parecen ya acabar con la<br />
discusión de quién fue primero y quién<br />
después, las bases de estos alegatos en<br />
estudios genéticos, cromosómicos y que<br />
se yo, ha adquirido complicaciones más<br />
143<br />
allá del tono de estas líneas.<br />
Estas eran teorías poco<br />
compartidas, sin embargo, y la gran<br />
mayoría de <strong>los</strong> sectores eruditos<br />
consideró siempre que el maíz es<br />
totalmente de origen americano.<br />
Cuando menos, está aceptado que en<br />
ningún continente se desarrolló el<br />
cultivo de esta útil planta al grado en<br />
que fue encontrado por <strong>los</strong> españoles en<br />
América.<br />
Dentro de nuestro Continente, aunque<br />
hace cuatro o cinco décadas continuaba<br />
la discusión, se acepta ya sin muchas<br />
protestas lo que <strong>los</strong> paleobotánicos<br />
señalaban con frecuencia: México<br />
parece ser la fuente original del maíz<br />
silvestre. Pero se acepta también, sin<br />
mayor argumentación, que fue en el<br />
Perú donde <strong>los</strong> antiguos agricultores<br />
lograron la mayor sofisticación de<br />
nuevas variedades adaptables a las más<br />
diversas circunstancias geográficas y<br />
climáticas así como a las necesidades de<br />
producción y variada utilización. Hay<br />
zonas andinas donde el maíz se cultiva a<br />
una altura superior<br />
A <strong>los</strong> 4,000 metros sobre el nivel del<br />
mar y hay variedades prehispánicas para<br />
todos <strong>los</strong> climas.<br />
Valdizán y Maldonado nos<br />
dan una larga y descriptiva lista de<br />
las variedades de maíz en <strong>los</strong><br />
alrededores del Cusco. Cada una tiene<br />
su empleo específico y su nombre en el<br />
dialecto local.
Había muchas formas de<br />
consumir el maíz en el Perú<br />
prehispánico: cocido en agua<br />
le llamaban Muti que ahora se<br />
traduce a Mote; tostado le<br />
llamaban camcha, que ahora se dice<br />
cancha; a medio cocer en agua y secado<br />
después al sol, le llamaban y aún le<br />
llaman chochoca. Se preparaba con la<br />
harina unos panecil<strong>los</strong> o tortillas que<br />
llamaban tanta; el maíz molido y cocido<br />
en envolturas diversas, como tamales,<br />
se llamaba "huminta" que ahora se dice<br />
humita; y había un preparado ritual<br />
llamado zancu, que ahora se llama<br />
sango o sanguito; y que cuando era para<br />
las grandes celebraciones se mezclaba<br />
con sangre de <strong>los</strong> animales sacrificiales<br />
y se llamaba yahuarzancu. El uso ritual<br />
del maíz en esta forma ha desaparecido<br />
por la persecución religiosa del siglo<br />
XVI.<br />
Uno de <strong>los</strong> principales usos que<br />
tenía el maíz en el Antiguo Perú era en<br />
la preparación de la chicha,<br />
tal como vemos en el<br />
capítulo dedicado alas<br />
bebidas.<br />
El maíz tierno rara<br />
vez se comía crudo, excepto en maneras<br />
rituales relacionadas con la religión y el<br />
ayuno severo. La mazorca inmadura se<br />
llamaba y se sigue llamando choclo.<br />
Los mexicanos la llaman "elote".<br />
En quechua, el maíz recibía el<br />
nombre de sara que ha evolucionado a<br />
jora (chicha de jora).Y como toda la<br />
144<br />
planta estaba relacionada a<br />
la alimentación, había<br />
vocab<strong>los</strong> especiales, que<br />
todavía son usados en el<br />
Perú, para todas las partes<br />
anatómicas: choclo es la mazorca tierna,<br />
huiro es la caña fresca, dulce y<br />
refrescante; chala es el follaje seco<br />
utilizado como forraje; parhuay es .la<br />
espiga de flores masculinas; panca es la<br />
envoltura de la mazorca, etc.<br />
El maíz, encontrado en Cuba por<br />
<strong>los</strong> hombres de Colón, (*) fue pronto<br />
llevado a España antes de que el Perú<br />
fuera siquiera imaginado. Llegó a<br />
Sevilla traído por el mismo Almirante<br />
en su segundo viaje y, después de<br />
diversos intentos, se había ya extendido<br />
por toda la península ibérica hacia el<br />
año de 1525.<br />
Se le llamaba panizo o panicum,<br />
vocab<strong>los</strong> de origen italiano con el que<br />
se denominaba al mijo. Los<br />
portugueses le llamaron mijo<br />
para diseminarlo en el<br />
África. Colón lo mencionó<br />
en sus cartas <strong>desde</strong> el<br />
segundo Viaje y, si nos<br />
vamos a poner a rebuscar entre libros<br />
apolillados, encontraremos que en 1511<br />
lo describe<br />
(*) Nota:<br />
Fueron Rodriga de Jerez y Luis Torres enviados por<br />
Colón a explorar la isla de Cuba.
Pedro Martin de Anglería y en 1532 lo<br />
menciona Jean Ruel. Sí. En 1532,<br />
cuando Pizarro andaba recién por<br />
Cajamarca, <strong>los</strong> españoles ya conocían el<br />
maíz <strong>desde</strong> que lo encontraron en el<br />
Caribe y lo llevaron a Sevilla en 1495, a<br />
la Nueva Castilla en 1498 hasta que, en<br />
1532, se había extendido prácticamente<br />
por toda la península ibérica.<br />
Italia no se quedó atrás. Después<br />
de recibir el maíz de manos de algún<br />
marinero genovés en 1495, adoptó este<br />
fabu<strong>los</strong>o cereal en casi toda la península<br />
italiana aunque, cosa curiosa, toda<br />
la Liguria fue lenta y no lo aceptó<br />
hasta ya entrado el siglo XVIII.<br />
A Francia también entró<br />
cruzando rápidamente <strong>los</strong> Pirineos<br />
en pleno siglo XVI. Cruzó también<br />
<strong>los</strong> Alpes e invadió Alemania en la<br />
misma época, viajando entonces<br />
prontamente por <strong>los</strong> Balcanes y pasando<br />
a Hungría, Rumanía y Turquía.<br />
Al Africa lo llevaron <strong>los</strong><br />
portugueses y en el Asia lo introdujo el<br />
mismo Magallanes <strong>desde</strong> las costas<br />
americanas, y también otros marinos<br />
portugueses por el camino de la India y<br />
la China.<br />
Pero a pesar de que todo el<br />
mundo lo conoció tempranamente y de<br />
que se supo pronto de su mayor<br />
rendimiento agrícola, (*) el maíz no<br />
pudo derrotar al trigo, cereal engreído<br />
de Europa y durante más de un siglo fue<br />
145<br />
usado solamente para alimentar aves de<br />
corral y como forraje para bovinos y<br />
cabal<strong>los</strong>.<br />
Recién en el siglo XVIII<br />
comenzó a ser aceptado en Europa<br />
como alimento humano y como para ese<br />
entonces el maíz llegaba a Italia<br />
frecuentemente <strong>desde</strong> el extremo<br />
oriental del Mediterráneo en barco de<br />
Turquía, nuestro cereal americano<br />
recibió en ese país el apodo de "grano<br />
turco" lo que algunos interpretan como<br />
un certificado de ciudadanía de aquel<br />
país asiático. Es esta circunstancia,<br />
y el hecho de que fueron también<br />
<strong>los</strong> marinos y comerciantes lo<br />
llevaron a Inglaterra y Alemania,<br />
que nuestro maíz fue conocido<br />
como "blé de Turquía", "Turquisher<br />
Kom", "Turkey wheat", etc.<br />
Al final, Linneo zanjó las<br />
diferencias y lo bautizó Zea mays,<br />
aceptando el origen del caribe (arawak)<br />
que era mahits o como se pronunciase<br />
en un lenguaje que no tenía escritura.<br />
De todas formas, como hemos<br />
visto, algunos botánicos del siglo XVII<br />
y XVIII defendieron la teoría de que el<br />
maíz venía del Asia. Ya arriaron esas<br />
banderas.<br />
(*) Nota:<br />
50 a 150% más que el trigo, multiplicando la semilla<br />
8 a 10 veces más y proporcionando más forraje seco<br />
y más combustible.
A comienzos de siglo XVI, el<br />
gran médico-escritor Francisco Rabelais<br />
incluyó el maíz en el pantagruélico<br />
menú preparado por el cocinero<br />
Machecrut para el gigante<br />
Gargantúa, y el maíz ganó adeptos<br />
en la mesa nobiliaria de Italia a<br />
través de la polenta que pronto se<br />
convirtió en un alimento popular.<br />
A principios del siglo XVII<br />
ya era usado en todo el mundo en la<br />
alimentación humana. Pero tardó<br />
fácilmente cien años más antes de ser<br />
reconocido como un excelente alimento<br />
y un cereal de buen rendimiento. Hoy el<br />
mundo no podría vivir sin maíz. Su<br />
verdadero triunfo se afirmó en el siglo<br />
XVIII.<br />
Sobre el maíz se ha escrito<br />
mucho y se seguirá escribiendo. Si<br />
fuéramos a poner en este papel siquiera<br />
la mitad de <strong>los</strong> apuntes que se están<br />
apolillando entre mis libros y<br />
mis notas, terminaría yo<br />
escribiendo otro libro. Pasa así<br />
con la papa y el tomate y <strong>los</strong><br />
frijoles. Pero mejor dejamos<br />
esto como está y renuncio a ser<br />
enciclopedista.<br />
Cuando hablamos del maíz<br />
como alimento, debemos recalcar que,<br />
por sí solo, no llega a constituir un<br />
adecuado factor nutritivo, pues le faltan<br />
146<br />
algunos aminoácidos limitantes, de <strong>los</strong><br />
que hablamos al comienzo de este<br />
capítulo. Tiene muy poco triptofano y<br />
muy poca lisina, lo que lo hace<br />
deficiente como fuente de<br />
proteínas. Sin que supieran este<br />
importantísimo detalle, <strong>los</strong> antiguos<br />
mexicanos y peruanos siempre<br />
cultivaban el maíz con otras plantas<br />
alimenticias, como el frijol, el tarwi<br />
y las calabazas, que se aliaban al<br />
maíz para proporcionar al hombre una<br />
dieta adecuada. Esas otras plantas no<br />
solamente aportan lo que falta en<br />
aminoácidos, sino que proporcionan el<br />
ácido nicotínico y la riboflavina, que<br />
son vitaminas indispensables para el ser<br />
humano. Una dieta que tenga el maíz<br />
como base exclusiva y excluyente,<br />
provoca a corto plazo una grave<br />
enfermedad llamada pelagra, que se<br />
evita comiendo frijoles o calabazas. Los<br />
antiguos peruanos y ya sabían eso.<br />
El Maíz morado.-<br />
Muchos de nuestros amigos nos<br />
han de decir, sacando pecho, que<br />
el maíz morado es muy peruano<br />
y que fuera de nuestro territorio<br />
es muy difícil, casi imposible,<br />
cultivarlo. Eso es parcialmente<br />
cierto. Parcialmente no más.<br />
Lo que pasa es que aquí crece<br />
bien, tiene larga tradición y lo<br />
empleamos con gusto y orgullo en la
chicha y en la mazamorra morada<br />
porque tenemos un octubre morado y<br />
una procesión morada y, para nosotros<br />
<strong>los</strong> médicos peruanos, el 5 de octubre<br />
morado nos da el derecho de usar ese<br />
color como emblema de la Medicina.<br />
Está muy bien. Pero <strong>los</strong> peruanos<br />
debemos saber que sí hay maíz morado<br />
en otras partes del Continente.<br />
De acuerdo a Paul Stanley,<br />
quien publicó hace tiempo un excelente<br />
libro sobre la flora de Yucatán, el maíz<br />
morado crece muy bien en las parcelas<br />
de <strong>los</strong> campesinos mayas. Recibe allí el<br />
nombre de chikintsonot.<br />
En Nuevo México y en Arizona,<br />
por otro lado, <strong>los</strong> indios<br />
norteamericanos de las tribus Hopi y<br />
Navajo cultivan un maíz morado muy<br />
parecido al nuestro, y lo usan como<br />
fuente de modificaciones genéticas para<br />
la obtención de razas resistentes a la<br />
sequía y a la falta de abono. Uno de <strong>los</strong><br />
maíces morados más llamativos es el<br />
147<br />
cultivado por el pueblo Hopi en el<br />
noroeste de Arizona. Aunque la planta<br />
tiene solamente alrededor de un metro<br />
de altura, produce mazorcas de 40 cm.<br />
de largo. Así es que no valen<br />
fanfarronadas de que sólo <strong>los</strong> peruanos<br />
podemos cultivar maíz morado. Pero lo<br />
que sí te puedo asegurar, es que<br />
nosotros somos <strong>los</strong> que mejor le<br />
sacamos provecho con todo lo que<br />
hacemos con el "morosara" que es como<br />
le llamaban <strong>los</strong> quechuas antes de que<br />
llegase Pizarro. Además, no solo te da<br />
mazamorra y chicha morada: este maíz<br />
tiene 20 % más de proteínas que<br />
cualquier otro tipo de maíz.<br />
EL GIRASOL<br />
(Helianthus annum)<br />
Cuando digo que <strong>los</strong> girasoles son<br />
originarios del Perú, más de uno se<br />
queda mirándome como si yo fuera
un chauvinista recalcitrante que usa la<br />
paleobotánica como arma contundente.<br />
Con frecuencia me discuten,<br />
diciéndome que esta planta viene de<br />
Rusia y, hasta hace poco, creían que yo<br />
negaba tal cosa para que no me creyeran<br />
comunista. Bueno... eso ya pasó.<br />
Uno de <strong>los</strong> conquistadores más<br />
dísco<strong>los</strong> y rebeldes, don Francisco<br />
Hemández Girón, fue quien lo llevó del<br />
Perú a España y lo describió por<br />
primera vez. Más adelante perfeccionó<br />
esa descripción, en 1568, el naturalista<br />
Monardes. Es posible que haya llegado<br />
a Europa antes de esto, traído <strong>desde</strong><br />
México o <strong>desde</strong> el Caribe ya que sus<br />
semillas sirven de alimento a las aves<br />
migratorias y hay girasoles en toda<br />
América.<br />
Debemos admitir, sin embargo,<br />
que no hay ninguna indicación clara de<br />
que el girasol haya servido de alimento<br />
a <strong>los</strong> habitantes prehispánicos de<br />
148<br />
América y que, en Europa, el girasol fue<br />
considerado, al comienzo, únicamente<br />
como planta ornamental. Es solamente<br />
durante el siglo XVIII que comienza a<br />
despertarse el interés de <strong>los</strong> campesinos<br />
rusos por la semilla de esta planta que,<br />
sirviendo de alimento a <strong>los</strong> pájaros,<br />
podía dar también un buen aceite para la<br />
cocina.<br />
Es recién en 1820 cuando las<br />
provincias sureñas de Rusia comienzan<br />
el desarrollo de una poderosa<br />
agroindustria del girasol como fuente de<br />
aceite comestible y pronto este impulso<br />
se extendió a Hungría, Rumania y<br />
Bulgaria. Italia desarrolló entonces el<br />
mismo interés que hasta ahora<br />
mantiene. Lo que es aquí, en el Perú, la<br />
agroindustria del girasol ha sido de<br />
impulsos aislados, escasos
y descoordinados de tal forma que,<br />
como algunas otras cosas, no nos ha<br />
servido de mucho el ser <strong>los</strong> padres de la<br />
criatura, y está bien que Rusia se lleve<br />
algunos aplausos por ser allá donde se<br />
educó y se perfeccionó esta útil planta.<br />
Desde <strong>los</strong> comienzos de nuestra<br />
vida republicana, se utilizaba la semilla<br />
del girasol para molerla y fabricar pan o<br />
para hacer papillas para alimentar a <strong>los</strong><br />
niños y lactantes dada su fácil<br />
digestibilidad. Se comen también las<br />
flores, antes de que la semilla madure,<br />
preparándolas en potajes, tortillas de<br />
huevo y otros guisos.<br />
Su sabor, una vez cocidas,<br />
recuerda al de la alcachofa; y un libro<br />
149<br />
de cocina del siglo XVIII dice que en<br />
Andalucía era ya comida común de <strong>los</strong><br />
pueb<strong>los</strong>.<br />
La semilla de girasol alimento<br />
codiciado por todos <strong>los</strong> pájaros del<br />
mundo, se vende ahora tostada, con salo<br />
con azúcar, en la floreciente industria de<br />
bocaditos de cóctel, haciéndole<br />
competencia al maní, las almendras, el<br />
cashew y otras semillas que no por ser<br />
más grandes son más deliciosas.
El trigo… el arroz… el centeno… la<br />
cebada… base esencial de la<br />
alimentación europea en el siglo XVI,<br />
pronto invadieron <strong>los</strong> campos del Perú<br />
como alimentos de prestigio y como<br />
base de la nostalgia gastronómica que es<br />
uno de <strong>los</strong> principales motivos de la<br />
transculturación agrícola.<br />
En la desordenada marejada<br />
cultural que invadió el Perú tras <strong>los</strong><br />
cabal<strong>los</strong>, el acero y la pólvora, llegaron<br />
de inmediato otros granos farináceos,<br />
cereales puros estos sí, que pronto se<br />
enraizaron en nuestros campos y en<br />
nuestra cultura alimenticia.<br />
EL TRIGO<br />
(Triticum vulgare)<br />
El cultivo del trigo es<br />
antiquísimo en Europa y se ha<br />
encontradQ f!videncia de su uso en ese<br />
Continente <strong>desde</strong> las edades<br />
paleolíticas.<br />
Desde el Trujillo español, nos<br />
dice Garcilaso, llegó el trigo traído<br />
por doña María Escobar, esposa de<br />
Diego de Chávez. Doña María trajo<br />
medio almud (unos diez ki<strong>los</strong>) de la<br />
preciada semilla y se dedicó<br />
pacientemente a repartirla, a razón de<br />
LOS CEREALES FORÁNEOS<br />
150<br />
treinta o cuarenta granos por cabeza,<br />
entre todos <strong>los</strong> españoles con chacra en<br />
el valle de Lima y otros valles cercanos.<br />
"Habían de ser <strong>los</strong> más amigos". Parece<br />
que la primera cosecha digna de hacer<br />
noticia se obtuvo en el valle de Cañete,<br />
pero fue tan exigua que solamente tres<br />
años después se produjo cantidad<br />
suficiente para comenzar a hacer pan.<br />
Afortunadamente, las cosas mejoraron<br />
después y, unos cuantos años más tarde,<br />
Lima producía anualmente alrededor de<br />
ochenta mil fanegas (una fanega<br />
equivale a 55 litros áridos). Por esta<br />
razón, nos dice Garcilaso, Doña María<br />
recibió un repartimiento de indios como<br />
premio a sus esfuerzos...<br />
Otros alegan que la triguera fue<br />
doña Beatriz, esposa del veedor don<br />
García de Salce do, que encontró unos<br />
granos de trigo en cierta harina mal<br />
molida venida de España para hacer<br />
hostias.<br />
Y todo estaría casi perfecto<br />
para la historia, si no fuera porque el<br />
padre Cobo no le da ningún mérito a<br />
Doña María Escobar ni a Doña Beatriz<br />
de Salce do sino a Doña Inés Muñoz.<br />
Doña Inés tiene fama de haber<br />
sido la primera señora española que
pisó nuestro territorio. Parece ser así.<br />
Por ahí, alguien menciona a una tal<br />
Juana Hernández que vino con<br />
Hernando de Soto (él de entonces).<br />
Esa sería la primera mujer...<br />
pero no era muy señora, según las malas<br />
lenguas. De todas maneras, primera o<br />
segunda, la señora Doña Inés Muñoz<br />
llegó aquí casada con Don Martín de<br />
A1cántara, hermano materno de Don<br />
Francisco Pizarra. A esta pareja le tocó,<br />
en el repartimiento, un terreno en la<br />
esquina que queda "entre las casas<br />
reales y las casas del cabildo". (*)<br />
AllíDoña Inés, nos dice el Padre Coba,<br />
"hizo traer de España <strong>los</strong> más de <strong>los</strong><br />
árboles y plantas que ahora goza esta<br />
tierra". Un día de 1535, apenas fundada<br />
Lima, habiendo traído de España un<br />
barril de arroz, Doña Inés se puso a<br />
escoger y limpiar un poco del preciado<br />
grano "para hacer un potaje para regalar<br />
a su cuñado", don Francisco. En<br />
aquel<strong>los</strong> días, un guisado con arroz era<br />
un regalo extraordinario. Limpiando el<br />
arroz, la señora Inés encontró unos<br />
granos de trigo que sembró en una<br />
maceta. Esta fue la primera cosecha de<br />
trigo en el Perú, nos dice el Padre Coba,<br />
y de allí, multiplicándose, creció hasta<br />
que en 1539 se hizo el primer molino de<br />
trigo en Lima.<br />
(*) Nota:<br />
Esta parcela quedaría situada, según esta descripción,<br />
donde a1wra está el monumento ecuestre de Don<br />
Francisco.<br />
151<br />
Doña Inés Muñoz enviudó. Su<br />
esposo cayó atravesado por <strong>los</strong> aceros<br />
almagristas en el atentado que acabó<br />
con la vida de Don Francisco Pizarra.<br />
Pero tan agraciada señora no quedaría<br />
sola por mucho trecho.<br />
Casó al poco tiempo con Don<br />
Antonio de Ribera a quien encontramos<br />
al hablar de las aceitunas.<br />
De todas maneras, con trigo de<br />
Doña María, de Doña Beatriz, de Doña<br />
Inés o de algún conquistador anónimo,<br />
más de un español aficionado a la tierra<br />
sembró su pedacito de terreno. Todos se<br />
dedicaron entonces a engreír su pequeña<br />
parcela de trigo, algunos con éxito,<br />
otros con fracasos.<br />
Es evidente que <strong>los</strong> cronistas son<br />
muy dadivosos en alabanzas para las<br />
damas limeñas de entonces, pero lo<br />
cierto es que en el Cusco ya se había<br />
sembrado trigo <strong>desde</strong> 1539 y en la<br />
época de La Gasca se cosechaba en<br />
abundancia; para 1547, quince años<br />
después de la tragedia de Atahualpa ya<br />
había "molinos de pan" no solamente en<br />
Lima y en Cusca, sino en Arequipa y en<br />
Cajamarca. A fines del siglo XVI se<br />
cosechaba trigo en todo el territorio del<br />
Perú conquistado y, <strong>desde</strong> entonces,<br />
este Virreinato se convirtió en el<br />
granero de la América del Sur hasta que<br />
en 1687 una epidemia de roya destruyó<br />
todos <strong>los</strong> cultivos y paralizó la<br />
agricultura triguera por casi medio<br />
siglo.<br />
A partir de entonces, la producción<br />
triguera del Perú ha tenido
altibajos muy notorios y, por una serie<br />
de factores que no discutiremos aquí, el<br />
costo de producción ha sido con<br />
frecuencia más alto que el del trigo<br />
importado <strong>desde</strong> países que lo<br />
subsidian.<br />
EL CENTENO<br />
(Secale cereale)<br />
El centeno, otro cereal muy<br />
antiguo en el Mediterráneo,<br />
probablemente <strong>desde</strong> la Edad de<br />
Bronce, era en la Edad Media el pan de<br />
<strong>los</strong> pobres y de <strong>los</strong> anacoretas. En otra<br />
ocasión hemos escrito sobre la facilidad<br />
con la que este cereal se infesta con un<br />
hongo, el "cornezuelo de centeno", que<br />
contiene tóxicos que, al lado de<br />
ocasionar graves trastornos circulatorios<br />
de <strong>los</strong> miembros (gangrena, úlceras,<br />
etc.), llamados "fuego de San Antonio"<br />
en <strong>los</strong> antiguos escritos, producen<br />
también severos trastornos mentales con<br />
intensos y floridos procesos<br />
alucinatorios. De ese famoso hongo se<br />
obtuvo el LSD, ahora conocido por<br />
todos <strong>los</strong> psicofarmacólogos.<br />
Tratado con propiedad e higiene,<br />
el centeno es un buen alimento, pero no<br />
es muy usado entre nosotros. Font Quer<br />
nos dice que el pan de centeno es<br />
"amargo, negro y solamente grato a <strong>los</strong><br />
desperecidos de hambre".<br />
152<br />
LA CEBADA<br />
(Hordeum vulgare)<br />
La cebada ya se producía en<br />
Lima "cuando aún vivía Don Francisto<br />
Pizarro" . Varios lo afirman pero nadie<br />
dice quién y cómo lo trajeron <strong>desde</strong><br />
España.<br />
Es poco frecuente su uso entre<br />
nosotros como alimento; excepto en<br />
sopas mixtas o como base para tizanas y<br />
nuestros mal llamados "emolientes".<br />
Son infusiones con fines diuréticos que<br />
de emolientes no tienen sino el nombre,<br />
que en este caso es apodo. Busque<br />
usted, querido lector cómo, en el<br />
diccionario, emoliente es una<br />
preparación que sirve para ablandar las<br />
durezas de la piel. Pero no le quitemos<br />
méritos a la cebada que, <strong>desde</strong> Egipto y<br />
Roma, ha sido la base de las cervezas. A<br />
donde vaya usted en la sierra peruana,<br />
encontrará campos cultivados con<br />
cebada para la floreciente industria<br />
cervecera de nuestro país. En general,<br />
fuera de su uso alimenticio puro, la<br />
cebada en todo el mundo está<br />
principalmente al servido de las<br />
bebidas: cerveza y whisky. Para esto, el<br />
primer paso es la preparación de la<br />
malta.<br />
La malta se prepara con el grano<br />
de la cebada. Pueden usarse otros<br />
granos, pero la mejor malta es la de<br />
cebada. El grano se remoja en agua para<br />
provocar la germinación. Cuando<br />
aparece la pequeña raíz del germen, se<br />
sabe que las transformaciones
químicas de <strong>los</strong> almidones del grano ya<br />
han tenido lugar se han formado las<br />
dextrinas. En este momento, se seca el<br />
grano germinado y se le calienta para<br />
tostarlo.<br />
La malta tostada a poca temperatura<br />
(60-65 grados C.) adquiere un color<br />
dorado y sirve para preparar la cerveza<br />
rubia". Si se tuesta más (80 grados C) se<br />
obtiene una malta oscura o negra, con<br />
un amargor y muy aromática. Esa sirve<br />
para preparar la cerveza "negra" y<br />
algunos la usan para adulterar o para<br />
reemplazar al café.<br />
Diversos procesos patentados<br />
permiten preparar las diversas clases<br />
de cerveza o de whisky. La idea es<br />
que gran parte de la malta y del<br />
almidón restante pueda fermentar<br />
para constituir diferentes con<br />
centraciones de alcohol.<br />
El proceso para preparar la<br />
malta es muy parecido al que usamos en<br />
el Perú para preparar la "jora", base de<br />
la "chicha" o cerveza de maíz. Cómo se<br />
llegó antes de Colón a este paralelismo<br />
tecnológico es uno de esos misterios de<br />
<strong>los</strong> sig<strong>los</strong> obscuros. Más sobre este tema<br />
en el capítulo de las bebidas.<br />
EL ARROZ<br />
(Oryza sativa)<br />
El arroz era uno de <strong>los</strong> grandes<br />
cultivos en España y no fue traído<br />
primero por <strong>los</strong> chinos como alguien<br />
dice. Es verdad que el arroz se ha<br />
153<br />
cultivado en la China <strong>desde</strong> hace más de<br />
cinco mil años y se extendió por el Asia<br />
y después por toda Europa <strong>desde</strong> mucho<br />
antes del viaje de Colón. Pero, gracias a<br />
<strong>los</strong> árabes, su cultivo era ya muy<br />
popular en España cuando se descubrió<br />
el Perú, y fue traído a Lima muy poco<br />
tiempo después de la Conquista. Por<br />
limpiar su arroz, Doña Inés Muñoz<br />
encontró el trigo que la hizo famosa a<br />
través del Padre Cobo.<br />
Fueron pues <strong>los</strong> árabes <strong>los</strong> que<br />
introdujeron el, cultivo del arroz en<br />
España a partir de su origen en el<br />
Asia donde aún constituye la base<br />
alimentaria del 90% de la población y<br />
entre nosotros, aunque fue traído por<br />
<strong>los</strong> españoles, fueron <strong>los</strong> chinos del<br />
siglo pasado <strong>los</strong> que reforzaron su<br />
cultivo y su consumo por toda la<br />
población del Perú. Es un alimento muy<br />
deficiente, pero no hay peruano de pura<br />
cepa que pueda sobrevivir sin comer<br />
arroz todos <strong>los</strong> días, una costumbre<br />
profundamente arraigada en todos <strong>los</strong><br />
estratos de nuestra sociedad. Arroz<br />
blanco, arroz con choclo, arroz<br />
arvejado, arroz con pato, con leche,<br />
tacu-tacu... como quieras, cholito, pero<br />
sin arroz no caminamos.<br />
El arroz, reforzado así por <strong>los</strong><br />
chinos, ya había agarrado carne, como<br />
se dice en criollo, <strong>desde</strong> que lo trajeron<br />
<strong>los</strong> conquistadores con sus mujeres<br />
moriscas. Desde fines del siglo XVI<br />
llamaba ya la atención de <strong>los</strong> que por<br />
aquí pasaban y el Padre
Acosta nos decía que en el Perú, aunque<br />
había ya abundante trigo, "cómese el<br />
arroz por guisado y vianda, y no por<br />
pan, cociéndose en leche, o con el graso<br />
de la olla y en otras maneras..."<br />
En esos años, nos recuerda J.J.Vega,<br />
nació el "concolón" y el "aguadito" y el<br />
"arroz con leche" y se instaló la antigua<br />
costumbre árabe de lanzar arroz al aire<br />
en señal de alegría tal como lo seguimos<br />
haciendo después de celebrar unas<br />
En <strong>los</strong> primeros años después de<br />
la Conquista, se comenzaron también a<br />
cultivar en el Perú el ajonjolí (Sesamun<br />
indicum) y la avena. (Avena sativa). El<br />
primero no es un cereal. Es la semilla de<br />
una planta herbácea llamada también<br />
sésamo. Se usa principalmente para<br />
producir un aceite comestible. Es<br />
originario de la India y nos llegó vía<br />
Arabia y España. En el Perú se usa<br />
OTROS<br />
154<br />
bodas.<br />
Lo que no fue fácilmente incorporado<br />
aquí pero prendió con cariño en<br />
México, fue la ''horchata'' que ahora se<br />
hace principalmente de arroz.<br />
Era confeccionada en un comienzo a<br />
base de cebada. La cebada recibía el<br />
nombre de hordeum y el refresco<br />
original era el hordeate, de donde deriva<br />
el vocablo "horchata".<br />
como condimento y adorno de panes y<br />
confituras.<br />
La avena no es muy popular en<br />
nuestra cocina a pesar que muchos<br />
pueb<strong>los</strong> europeos la aprecian por su<br />
almidón fácilmente digestible por<br />
estómagos delicados de niños y<br />
ancianos."
155
CAPÍTULO V<br />
AROMAS, SABORES Y COLORES<br />
__________________________________________<br />
Cuando la Reina de España<br />
patrocinó el viaje de Colón, esperando<br />
que éste encontrase una vía fácil para<br />
llegar a la India, estaba pensando en las<br />
especias del Oriente que hacían más<br />
sabrosa la insípida dieta europea de esa<br />
época. Con el Renacimiento, surgió en<br />
Europa un impulso en el arte culinario,<br />
y <strong>los</strong> primeros libros de cocina de la<br />
civilización occidental son casi<br />
contemporáneos con el Descubrimiento<br />
de América.<br />
Ahí está, por ejemplo, un libro<br />
llamado "La Opera", que cualquier<br />
hombre de buena voluntad podría creer<br />
que es un tratado de música.<br />
Pero es un divertido recetario de<br />
cocina firmado por Bartolomeo Scappi<br />
que se titula a sí mismo "Cocinero<br />
secreto del Papa Pío V (que rigió Roma<br />
de 1566 a 1572). Otros libros de cocina<br />
que vale la pena hojear son "El<br />
Trinciante", publicado en 1581 por<br />
Vicente Cernío, cocinero del Cardenal<br />
Alejandro Farnesey ''BArte de la buena<br />
cocina" (1662) por Bartolomé Stefani,<br />
cocinero del Duque de Mantua. Estas<br />
obras son el resultado de la gran<br />
LOS CONDIMENTOS<br />
156<br />
revolución gastronómica ocasionada por<br />
el encuentro de <strong>los</strong> dos mundos.<br />
Antes de Colón, de las lejanas<br />
rutas de Oriente llegaban a la mesa<br />
europea un puñado de especias:<br />
pimienta, canela, clavo de olor, nuez<br />
moscada y unos cuantos más.<br />
Por la lejanía de su origen, y por<br />
lo peligroso de la ruta infestada de<br />
piratas árabes, el consumo de<br />
condimentos raros y costosos reflejaba<br />
un afán de exhibicionismo y lujo<br />
característico de las cortes europeas.<br />
Pero aunque el descubrimiento de<br />
Colón no trajo muchas especias nuevas,<br />
no solamente amplió el ámbito<br />
geográfico y económico del hombre<br />
europeo, sino que echó las bases para<br />
una nueva gastronomía. La mente<br />
española más imaginativa nunca habría<br />
previsto el tremendo impacto que la<br />
odisea del navegante genovés iba a<br />
causar en las aventuras gastronómicas<br />
de la humanidad. Aunque fueron pocos<br />
<strong>los</strong> condimentos peruanos que pudieron<br />
romper la barrera transcultural, al<br />
sentamos a la mesa de un restaurante<br />
moderno hallamos realmente muchas<br />
cosas que no podrían
gozarse hoy si no fuera por la<br />
incansable y cuidadosa investigación<br />
llevada a cabo por <strong>los</strong> agricultores<br />
indígenas en la aurora de las<br />
civilizaciones andinas. La dieta del<br />
hombre europeo fue profundamente<br />
modificada por el viaje de Colón, pero<br />
no fue nada de lo que alguna vez Isabel<br />
había proyectado.<br />
Ya Braudel nos dijo sabiamente<br />
que "un simple olor de cocina puede<br />
evocar toda una civilización" . Los<br />
aromas, <strong>los</strong> colores y <strong>los</strong> sabores<br />
caracterizan la forma de alimentar se de<br />
cada pueblo y, al despertar y reforzar<br />
raíces instintivas, enlazan memorias con<br />
placeres gastronómicos y construyen<br />
lazos sociales y étnicos a veces<br />
indestructibles. En este capítulo<br />
recordaremos algo de <strong>los</strong> principales<br />
condimentos que constituyen el núcleo<br />
de la cocina contemporánea del Perú.<br />
EL AJI<br />
(Capsicum sp.)<br />
Esta planta triunfó en Europa sin<br />
mayores problemas transculturales. La<br />
llevó Colón a España <strong>desde</strong> su primer<br />
viaje y su similaridad con la pimienta lE<br />
abrió las puertas con el nombre de<br />
pimiento americano. Al comienzo del<br />
siglo XVI el ajíya era conocido en toda<br />
España e Italia y había viajado hasta <strong>los</strong><br />
157<br />
Balcanes. Hungría lo adoptó con el<br />
nombre de "paprika" <strong>desde</strong> 1526 y en<br />
ese tiempo se originó el famoso refrán<br />
húngaro: "Algunos pueden desear la<br />
fama, otros la riqueza, pero todos<br />
desean un goulash con paprika".<br />
Después de todo, Isabel la<br />
Católica había aprobado el viaje de<br />
Colón porque le faltaba pimienta, y este<br />
fruto del Nuevo Mundo, tan fácil de<br />
cultivar en España, resultaba una buena<br />
respuesta a sus deseos. "Se seca, se<br />
pulveriza y se usa como la pimienta<br />
auténtica" decía un escrito de la época.<br />
Este cáustico saborizante, tan<br />
difundido en toda América, y tan bien<br />
recibido en Europa <strong>desde</strong> el principio de<br />
la transculturación, no podía pasar<br />
desapercibido a <strong>los</strong> naturalistas del siglo<br />
XVI. Diego Alvarez Chanca, médico de<br />
la flota de Colón, Miguel de Cúneo y<br />
Pedro de Anglería escribieron sendas<br />
comunicaciones sobre la picante<br />
respuesta a la invasión europea. Y no<br />
había terminado el siglo XVI cuando ya<br />
Leonardo Fuchs, Pedro Andrés Mattioli,<br />
Ulises Aldrovandi, Andrés Cesalpino,<br />
Juan Geralde, etc, todos el<strong>los</strong><br />
sofisticados botánicos, habían movido<br />
la pluma para saludar al cáustico recién<br />
llegado.
Al igual que el maíz, el ají cruzó<br />
cordilleras en el Continente europeo y<br />
se extendió por todos <strong>los</strong> países rectores<br />
de ese tiempo. Los portugueses se<br />
encargaron de inmediato de llevado al<br />
Africa y al Asia. En todos <strong>los</strong> idiomas<br />
europeos, recibió nombres derivados de<br />
la pimienta pues fue recibido con<br />
alborozo para reemplazar tan caro<br />
y escaso saborizante: pimiento,<br />
pimentón, pepper, peperoni, etc.<br />
Su aceptación fue tan general y tan<br />
duradera que es, de lejos, el<br />
saborizante que más se consume<br />
en todo el mundo. Aunque originario de<br />
por acá, el 90% del ají cultivado en el<br />
planeta se produce en el Viejo Mundo.<br />
Calcule usted no más, querido lector,<br />
que la ex Unión Soviética produjo en<br />
1990 unos 2.4 millones de toneladas de<br />
ají. y no le cuentes a <strong>los</strong> arequipeños.<br />
Este condimento de origen<br />
andino ha sido aprovechado en forma<br />
universal: Tenemos las diversas formas<br />
de ají (varias especias del género<br />
Capsicum) que, en una u otra forma, y<br />
aún con sus variantes poco caústicas,<br />
han llegado a la mesa cosmopolita. El<br />
uso de estos frutos de acción<br />
fuertemente irritante estaba difundido<br />
también en todo el continente<br />
americano antes del Descubrimiento, de<br />
tal manera que el primer contacto que<br />
<strong>los</strong> españoles tuvieron con este<br />
condimento fue en el Caribe, de donde<br />
proviene el vocablo "ají". En México<br />
<strong>los</strong> indígenas le llaman "chile" y esta<br />
denominación ha sido también<br />
158<br />
localmente incorporada al castellano.<br />
En el Perú se llamaba "uchu", "rocoto",<br />
etc., nombres que solamente mantienen<br />
vigencia local. El uso de este cáustico<br />
aditivo es muy antiguo en el Ande<br />
prehispánico, y las imágenes de estos<br />
frutos se repiten con profusión en la<br />
cerámica de diversas culturas<br />
precolombinas locales. Es más,<br />
como condimento, era tan<br />
importante como la sal, a tal punto<br />
que el ayuno religioso consistía en<br />
privarse de sal y ají por el tiempo<br />
que el ritual aconsejase.<br />
Desde el punto de vista botánico,<br />
pertenece al género Capsicum, que tiene<br />
alrededor de 25 especies silvestres y<br />
cinco domesticadas. Todas ellas,<br />
salvajes o mansas, son originales del<br />
Continente Americano, excepto una, el<br />
Capsicum anomalum que parece<br />
haberse originado en el sur de China;<br />
pero esto es tan raro que por eso le<br />
llaman "anomalum". Hay otra especie,<br />
el Capsicum chinense, originaria del<br />
Caribe y Sudamérica, que nadie me da<br />
información del por quéde su latinaje<br />
chino. A nosotros nos interesan<br />
principalmente dos especies: el<br />
c.anuum.que es el ají corriente con<br />
todas sus variedades y el C.pubescens,<br />
que es el rocoto. El primero es de flor<br />
blanca y el segundo es de flor morada.<br />
Además, nuestros amigos de la selva<br />
siempre nos presentan el C.Frutescens,<br />
que las personas recatadas llama "ají de<br />
pajarito" y las chicas inocentes le dicen<br />
"pipilín de mono".
No hay duda de que el<br />
rocoto es originario de <strong>los</strong> Andes,<br />
y allí dejamos que se peleen <strong>los</strong><br />
arequipeños con <strong>los</strong> cusqueños. En<br />
realidad, parece ser, según <strong>los</strong><br />
grandes botánicos, que el área<br />
focal de desarrollo de esta especie<br />
y de otras silvestres cercanas, fue en el<br />
sur de Bolivia. En esa área geográfica<br />
parecen haberse originado también las<br />
otras especies de ají que fueron<br />
evolucionando y formando razas y<br />
variedades al descender hacia la hoya<br />
amazónica, de allí hacia <strong>los</strong> afluentes<br />
del Orinoco y de allí a Centro América,<br />
México y el Caribe. Pero eso fue hace<br />
un montón de sig<strong>los</strong>, gracias a las aves<br />
que les encanta el ají y que, incapaces<br />
de digerir las semillas, las descargan<br />
enteritas en el ámbito de sus vue<strong>los</strong><br />
migratorios. Los botánicos tienen una<br />
serie de teorías; pero, como en mucho<br />
de la paleobotánica, sólo <strong>los</strong> pájaros<br />
saben...<br />
Se acepta, a partir de estos<br />
conceptos paleobotánicos, que 10<br />
que llegó a México y al Caribe fue<br />
un tipo de ají silvestre y que éste dio<br />
origen, gracias a <strong>los</strong> agricultores<br />
mexicanos, a la gran profusión de<br />
razas y variedades que allá existen. Hay,<br />
por lo tanto, dos focos de desarrollo y<br />
cultivo del ají: México y el Ande.<br />
No le voy a contar aquí, mi<br />
querido lector, a qué sabe el ají. Ese<br />
159<br />
sabor picante, cáustico, quemante<br />
(y doloroso a veces) es debido a<br />
un complejo químico que se llama<br />
capsaicina. Cuando se consume en<br />
concentraciones adecuadas<br />
produce una sensación urente muy<br />
estimulante del apetito, irritando a<br />
veces la garganta y ocasionando una<br />
agradable sensación de calor en el<br />
estómago y una tibieza placentera en<br />
todo el cuerpo. No es realmente una<br />
sensación que pueda llamarse "gusto".<br />
Es un estímulo generalizado de toda la<br />
mucosa bucal y faringea en las<br />
terminaciones nerviosas que transmiten<br />
el dolor y se conocen como fibras C que<br />
nada tienen qué hacer con las papilas<br />
gustativas. Lo único que te saben decir<br />
las papilas es si está salado, dulce,<br />
amargo ó ácido. Lo demás es aroma. Y<br />
en el caso del ají, es todo junto y<br />
revuelto, en el colmo del estímulo<br />
aperitivo pero se trata en realidad de un<br />
dolor urente.<br />
Hasta hace pocos años, la<br />
capsaicina ha sido considerada<br />
como un solo alcaloide, pero<br />
recientes estudios en el Japón han<br />
determinado que se trata en<br />
realidad de un conjunto de<br />
alcaloides (más de cinco) que forman un<br />
complejo difícil de desenredar. Por<br />
consiguiente, haciendo a un lado la<br />
filigrana química, seguiremos hablando<br />
de la capsaicina como una entidad<br />
individual ya que
así es industrializada y<br />
comercializada por su gran<br />
importancia en el mercado<br />
farmacológico y alimenticio.<br />
La industria médica lo requiere<br />
en la preparación de<br />
carminativos, aperitivos, tónicos,<br />
contrairritantes, rubefacientes y que se<br />
yo. La alimenticia bien lo sabemos,<br />
prepara salsas, cayena, tabasco, paprika,<br />
y un montón de saborizantes para todos<br />
<strong>los</strong> gustos y tolerancias.<br />
Los que nos metemos a la cocina<br />
de vez en cuando, sabemos bien que la<br />
mayor concentración de capsaicina está<br />
en las venas (o sea en lo que <strong>los</strong><br />
botánicos llaman la placenta). No está<br />
en la cáscara ni en la parte<br />
carnosa. Las semillas,<br />
aunque usted lo dude,<br />
tampoco tienen mucha<br />
capsaicina excepto en su<br />
cobertura (arilo) y en el<br />
extremo que se inserta en la placenta.<br />
Tomando todo el fruto, el<br />
contenido de estos alcaloides varía entre<br />
0.2 y1 % existiendo, <strong>desde</strong> luego,<br />
variedades sin compuestos cáusticos<br />
como son <strong>los</strong> pimientos dulces. Hay<br />
mucha información sobre la extracción<br />
industrial de que no transcribiremos<br />
aquí pero hay algunos datos que pueden<br />
interesar a <strong>los</strong> gastrónomos: el<br />
contenido de capsaicina vaaumen tando<br />
160<br />
conforme madura el fruto y es<br />
mayor cuando aparecen <strong>los</strong><br />
primeros cambios de coloración<br />
que indican una incipiente<br />
madurez. Pero la madurez total<br />
hace bajar después el contenido<br />
de capsaicina. El ají seco aumenta en<br />
capsaicina, pero ésta es destruida<br />
parcialmente por la luz del sol, por lo<br />
que, si usted quiere que pique más, no<br />
lo seque al sol como es costumbre sino<br />
en aire seco, caliente y a la sombra.<br />
Hay un gran número de razas y<br />
variedades de Capsicum anuum y <strong>los</strong><br />
que se llevan el premio en ese<br />
multiracismo son <strong>los</strong> mexicanos con su<br />
numerosa colección de "chiles". Aquí<br />
en el Perú la cosa se<br />
simplifica: Por un lado<br />
tenemos el que llamamos ají<br />
verde que en realidad es<br />
amarillo o anaranjado y que<br />
vendido seco se llama ají<br />
mirasol. Lo secan al sol. Su hermano es<br />
el ají colorado, tan colorado que es casi<br />
negro y que cuando se vende seco le<br />
llaman ají panca. Estas dos variedades<br />
del Capsicum bacatum, llamadas en <strong>los</strong><br />
círcu<strong>los</strong> botánicos "ají del Ande", tienen<br />
determinada individualidad que,<br />
considerada por algunos taxonomistas,<br />
ha sido aislada en una especie separada<br />
que recibe el nombre de Capsicum<br />
baccatum.
Al lado de éstos, que son grandes y<br />
robustos, está el ají limo con sus<br />
variedades multicolores, rojo, verde,<br />
amarillo, azul, blanco, morado y como<br />
te guste. Desde luego, <strong>los</strong> pimientos<br />
morrones son una variedad sin<br />
capsaicina y por eso no pican. y si te<br />
gusta el ají pero no quieres que pique<br />
mucho, recuerda que la capsaicina<br />
concentra en las venas y que es muy<br />
poco soluble en agua fría. Por lo tanto,<br />
lo abres, le quitas las semillas y sobre<br />
todo las venas, lo remojas en agua con<br />
sal, le das un hervor y botas el agua.<br />
Puede repetirse el procedimiento y<br />
queda un ají castrado, inofensivo y<br />
aromático. Con el rocoto puedes hacer<br />
lo mismo, pero el diminuto ají de<br />
pajarito no es tan fácil de desarmar dado<br />
su pequeño tamaño.<br />
Hay un chorro imparable de<br />
información médica y fisiológica sobre<br />
la capsaicina que no podemos incluir<br />
aquí sin sacar <strong>los</strong> pies del plato. Tiene<br />
que hacer con las fibras C, la sustancia<br />
P y las endorfinas y con la aplicación de<br />
estos conceptos en el tratamiento de<br />
muchos dolores crónicos. Anuncio por<br />
eso aquí la próxima publicación de mi<br />
próximo libro sobre la "Antropología<br />
del Ají".<br />
161<br />
EL MOLLE<br />
(Schinus molle)<br />
Este es un árbol originario del<br />
Perú y extendido a toda el área andina<br />
durante el período prehispánico.<br />
Después de la Conquista, fue llevado<br />
por <strong>los</strong> españoles a Centroamérica y a<br />
México (aprox. 1540), donde recibió,<br />
por eso, el nombre de "Perú" o de<br />
"Arbol del Perú". Posteriormente, a<br />
fines del siglo XVIII, se introdujo en<br />
California, a partir de la Misión de San<br />
Luis Rey en San Diego. Parece que,<br />
simultáneamente, llegó a Europa, ya<br />
que varios botánicos de ese siglo lo<br />
mencionan en España por entonces.<br />
En la actualidad, existe en todo<br />
el trópico y su uso es mencionado en el<br />
Mediterráneo, en Africa y en la India.<br />
El género Schinus pertenece a la<br />
familia de las Anacardiáceas, y<br />
comprende alrededor de veinte especies.<br />
Las dos especies más importantes de<br />
este especie son el Schinus molle, que<br />
nos ocupa, y. su compañero Schinus<br />
therebintífolius, llamado también Molle<br />
Brasilero. Este es originario de la costa<br />
atlántica de Sudamérica, principalmente<br />
del Brasil, pero es fácilmente adaptable<br />
y puede vérsele cada vez con mayor<br />
frecuencia en nuestros jardines.
El vocablo "molle", "molli"<br />
proviene del quechua y corresponde a la<br />
denominación habitual que el árbol<br />
tenía en el Antiguo Perú.<br />
"Cullash" es otro nombre<br />
indígena, El nombre Pirú, Pirulo Árbol<br />
del Perú, es común en México y<br />
Centroamérica en atención al origen.<br />
Debido a su parecido con la pimienta,<br />
en muchos otros países se le conoce<br />
como Pimiento Americano, Pimiento<br />
Rosacto, Pimiento de Arbol o Pimiento<br />
Falso. En el Paraguay y Argentina se le<br />
llama "Aguaraibá", y cuando ftulz y<br />
Pavón, en el siglo XVIII, -conocieron<br />
162<br />
de sus múltiples propiedades, le<br />
llamaron "Arbol de la Vida:'. En <strong>los</strong><br />
Estados Unidos se le conoce como<br />
"California Pepper Tree".<br />
Cuando llegaron <strong>los</strong> españoles al<br />
Perú encontraron que este árbol era una<br />
panacea. Servía para todo en la<br />
medicina indígena. Sin embargo, poco a<br />
poco, muchos de esos usos fueron<br />
desapareciendo para ser reemplazados<br />
por nuevas plantas o remedios<br />
provenientes de otras tierras,<br />
El uso tradicional de <strong>los</strong> frutos<br />
es en la preparación de bebidas. La
de más larga tradición es la llamada<br />
"chicha de Molle" para lo cual existen<br />
diversas recetas, según el origen<br />
geográfico. Básicamente, todas<br />
consisten en diluir la parte dulce de la<br />
semilla madura en agua tibia, para lo<br />
cual se estrujan suavemente las semillas<br />
dentro del agua hasta que sueltan <strong>los</strong><br />
azúcares (principalmente fructuosa) y<br />
las sustancias aromáticas, sin que se<br />
contamine el líquido con las sustancias<br />
amargas o picantes de la misma semilla.<br />
El agua dulce así obtenida se filtra y se<br />
deja fermentar tres o cuatro días. Se<br />
obtiene una refrescante chicha con 56%<br />
de contenido alcohólico.<br />
Filtrada esta chicha,<br />
pasteurizada, dejada decantar y<br />
embotellada constituye el "vino de<br />
molle" El aguamiel de molle, aún no<br />
fermentado, puede ser concentrado a<br />
fuego lento y se obtiene así el "jarabe de<br />
molle". Con el agregado de pectina o de<br />
ácido tartárico, puede obtenerse una<br />
jalea. Estos productos se usan como<br />
postre, pero algunos le dan empleo<br />
medicinal.<br />
La chicha de molle puede dar<br />
lugar, continuando su fermentación, al<br />
vinagre de molle, una delicadeza<br />
gastronómica. Y la maceración de <strong>los</strong><br />
frutos en aguardiente azucarado,<br />
produce un cordial digestivo muy<br />
agradable.<br />
Todos estos usos tienen un nivel<br />
artesanal, aunque su valor industrial en<br />
licorería puede tener resultado lucrativo.<br />
163<br />
Es muy importante el uso del<br />
fruto del molle como saborizante. Su<br />
sabor urente y su peculiar aroma, que lo<br />
asemeja tanto a la pimienta, han hecho<br />
que se le comercialice y se le<br />
industrialice con objeto de reemplazar,<br />
adulterar o mejorar la pimienta común.<br />
Es muy importante diferenciar<br />
<strong>los</strong> tipos de molle que arriba indicamos,<br />
pues "el molle brasilero" es<br />
frecuentemente tóxico y el peruano es<br />
inocente. Se sirve con creciente<br />
frecuencia en <strong>los</strong> más sofisticados<br />
restaurantes de Europa con el nombre<br />
de "pimienta rosada" y es considerado<br />
una delicadeza gastronómica.<br />
LA VAINILLA<br />
(Vanilla planifolia)<br />
Otro condimento de origen<br />
americano que ha adquirido importancia<br />
universal es la vainilla.<br />
La usamos en todo el mundo<br />
para aromatizar nuestros alimentos,<br />
especialmente postres y bebidas, y tiene<br />
también algún uso en la compleja<br />
industria de la perfumería. Pero cuando<br />
tomamos un delicioso helado de<br />
vainilla, pocos sabemos que nos<br />
estamos comiendo un pedacito de<br />
orquídea. Es una planta que pertenece a<br />
esa familia y que se puede encontrar en<br />
estado silvestre en nuestra selva<br />
amazónica. Los españoles la<br />
encontraron por primera vez en México.<br />
La historia de la vainilla resume<br />
dramáticamente mucho de lo
que ha sucedido con una serie de<br />
plantas útiles originarias de<br />
nuestro Continente. No hay una<br />
idea clara de dónde se originó<br />
esta planta que, como todos<br />
saben, es una orquídea silvestre<br />
en toda la América Tropical. Hay por<br />
ahí quienes favorecen su origen<br />
amazónico y eso les interesa a <strong>los</strong> que<br />
estudian paleobotánica. Pero lo cierto es<br />
que cuando llegaron <strong>los</strong> españoles, ya<br />
esta aromática planta estaba en todas las<br />
selvas de América y eran <strong>los</strong> mexicanos<br />
quienes habían aprendido muy<br />
tempranamente a aprovechar sus<br />
magníficas cualidades saborizantes.<br />
Sahagún (Bernardino Rivera, 1488-<br />
1590), un conocido cronista de la<br />
Conquista de México, habla del empleo<br />
y cultivo de esta planta en el Imperio<br />
Azteca.<br />
Francisco Hernández, médico de<br />
Felipe Segundo, quien describió muchas<br />
plantas útiles de México, también prestó<br />
especial atención a la vainilla.<br />
Desde el siglo XVI, <strong>los</strong><br />
españoles empezaron a importar <strong>desde</strong><br />
México este aromático producto que fue<br />
utilizado en la preparación de postres y<br />
bebidas; y hasta mediados del siglo<br />
XIX, México mantuvo el monopolio de<br />
la producción. Se dice que esto era<br />
debido a que no se había logrado el<br />
cultivo de la vainilla en ninguna otra<br />
parte del mundo, porque la polinización<br />
de las flores de esta planta se lograba<br />
solamente por la presencia de una<br />
164<br />
especie muy particular de avispa ó<br />
de una clase especial de colibrí.<br />
Cierto o no cierto, resulta que en<br />
<strong>los</strong> años 40 de ese siglo se inventó<br />
una forma artificial de polinización<br />
y se logró el cultivo en Java y su<br />
extensión a otras regiones del sudeste de<br />
Asia y Oceanía. De allí se extendió más<br />
tarde a Madagascar y otras regiones del<br />
África. Terminó así el monopolio<br />
mexicano.<br />
Durante el primer cuarto de<br />
nuestro siglo, la producción mundial de<br />
vainilla llegaba a 600 toneladas anuales<br />
de las cuales solamente el 25 %<br />
provenía de América, 40% del Asia y<br />
35% del África. Y en pocos años más,<br />
con una producción de 900 toneladas, el<br />
África tomó la delantera con 75 %<br />
dejando a América con 15 % Y al Asia<br />
con 10%.<br />
En la década de <strong>los</strong> 70,<br />
Madagascar produjo el 90% de toda la<br />
producción mundial de vainilla natural<br />
cuya demanda comenzó a disminuir, sin<br />
embargo, a partir de 1874, cuando <strong>los</strong><br />
químicos aprendieron a sintetizar la<br />
vainilina.<br />
De todas maneras, <strong>los</strong> que<br />
tenemos buen paladar sabemos<br />
diferenciar la deliciosa vainilla natural<br />
de la vulgar esencia sintética.<br />
EL ACHIOTE<br />
(Bixa orellana)<br />
Para darle un nombre científico
a esta planta, Linneo utilizó dos<br />
términos que tienen importancia<br />
histórica y quizás es por eso que su<br />
denominación original es la que ha<br />
persistido: la llamó Bixa porque ese fue<br />
el nombre indígena original que <strong>los</strong><br />
hombres de Colón encontraron en la isla<br />
La Española (ahora Sto. Domingo). Y la<br />
apellidó Orellana, en honor al<br />
aventurero compinche de Pizarra que<br />
descubrió el Amazonas.<br />
Quedó así bautizada la<br />
planta que nos ocupa con el<br />
nombre científico de Bixa orellana,<br />
Linneo, que es el que usaremos en<br />
este apunte.<br />
Los nombres vulgares, como es<br />
natural, también son múltiples. En el<br />
lenguaje taíno de <strong>los</strong> indígenas de la<br />
Española, el nombre era "Bixa"<br />
(pronunciado bisha) lo que dio origen a<br />
"bija", '!bixia", "bisha". Esto parece<br />
haber dado origen también, en el siglo<br />
XVI, a un vocablo que se incorporó al<br />
castellano por un corto tiempo: "bixio"<br />
significó entonces lo cárdeno, rojizo o<br />
amoratado. "Embijarse" significa<br />
pintarse la piel de rojo con la bija.<br />
Del Caribe, <strong>los</strong> bajeles españoles<br />
pasaron a México donde encontraron<br />
que la planta recibía el nombre nahuatl<br />
de "achiote". Esto dio origen a una serie<br />
de nombres locales encabezados por<br />
"achiote", que es el que usaremos en<br />
este apunte. Surgieron así: achiote,<br />
achiotillo, achite amarillo, achite<br />
colorado, achihuiti, etc.<br />
165<br />
Cuando <strong>los</strong> ingleses se<br />
posesionaron de las islas del norte del<br />
Caribe, encontraron que <strong>los</strong> indígenas<br />
de esa región llamaban El esta planta<br />
"Onoto", y de allí se derivó el término<br />
"Annatto" con que es conocida en la<br />
literatura inglesa y en mucho del<br />
mercado internacional. De allí se derivó<br />
también arnato, onoto, onotillo, etc.<br />
Por último, <strong>los</strong> indígenas del<br />
norte del Brasil y de la cuenca del<br />
Orinoco le llamaban "urucú", de lo<br />
que se derivó "urcú", "uru uva", y<br />
<strong>los</strong> viajeros franceses lo adoptaron<br />
y lo escribieron a su manera, por lo que<br />
nuestro achiote es conocido en Francia<br />
como "roucou".<br />
El achiote fue llevado a las<br />
Filipinas y de allí al sureste de Asia, a la<br />
India, al Medio Oriente y al África. Allí<br />
recibió a su turno diversos nombres que<br />
no transcribiremos aquí. Solamente<br />
recordaremos algunos nombres<br />
indígenas americanos, aunque no todos:<br />
Los mayas le llamaban "kubuk", <strong>los</strong><br />
quechuas "mantur" o "Shambu", <strong>los</strong><br />
ashánincas "potsoti", <strong>los</strong> aimaras<br />
"waturu ", <strong>los</strong> shipibos "atase"...<br />
Nadie duda de su antiguo origen<br />
en la América Tropical y de su<br />
primordial hallazgo en el Caribe por <strong>los</strong><br />
hombres de Colón. Pero hay pocos<br />
datos sobre su historia paleobotánica y<br />
su migración prehispánica. Hay quienes<br />
insisten en sus raíces
mesoamericanas, y hay partidarios de su<br />
ciudadanía amazónica (Candolle). Lo<br />
cierto es que, cuando llegaron <strong>los</strong><br />
españoles a todas las regiones<br />
americanas, encontraron esta planta no<br />
solamente en uso, sino en forma<br />
silvestre, lo que hace un tanto bizantino<br />
prolongar la discusión. Es una planta de<br />
la América Tropical, y a otra cosa.<br />
Como hemos visto, <strong>los</strong> activos<br />
exploradores y navegantes ibéricos la<br />
llevaron a las Filipinas, de allí pasó a<br />
Indonesia vía las Molucas, y de allí a la<br />
India. Pero también fue directamente a<br />
España, de allí fue al Mediterráneo, al<br />
Medio Oriente y por último al África y<br />
a la India. Ahora se conoce en todo el<br />
orbe tropical y es silvestre en la mayor<br />
parte de las regiones mencionadas. El<br />
achiote es por eso una planta pantropical.<br />
Cuando las tripulaciones de<br />
Colón la encontraron, esta planta era<br />
utilizada principalmente con fines<br />
cosméticos. Fernández de Oviedo, el<br />
primer naturalista que llegó del Viejo<br />
Mundo, así 10 declaró en La Española<br />
(Sto. Domingo) y en las Costas del<br />
Caribe en 1535.<br />
Pero no debemos olvidar que el<br />
fin de <strong>los</strong> cosméticos no era siempre,<br />
como es ahora, un asunto de adornar o<br />
de embellecer el cuerpo humano.<br />
Originalmente, <strong>los</strong> cosméticos tenían<br />
fines rituales, bélicos, defensivos,<br />
religiosos, mágicos y que se yo. Su<br />
color de sangre hacía que <strong>los</strong> guerreros<br />
lo usaran para atemorizar a sus<br />
enen1igos o para disimular sus heridas o<br />
166<br />
para atraer las fuerzas sobrenaturales<br />
que decidían la suerte en el fragor de la<br />
batalla. Y <strong>los</strong> sacerdotes y hechiceros<br />
usaban .su color de sangre para<br />
dramatizar <strong>los</strong> ritos y actos litúrgicos<br />
que tenían que ver con la vida y la<br />
muerte. Era así como, además de ser<br />
usada para embadurnar la piel, la<br />
usaban también <strong>los</strong> nativos de<br />
Nicaragua para preparar bebidas<br />
litúrgicas a base de cacao con un color<br />
rojo de sangre que era consumido<br />
ritualmente en forma simbólica en<br />
solemnes ceremonias religiosas.<br />
Esta tendencia colectiva de<br />
simbolizar la sangre (subconsciente en<br />
forma solamente parcial), no era<br />
exclusiva del Nuevo Mundo. Desde que<br />
el hombre es hombre, sus tendencias<br />
carnívoras se han traducido en sus<br />
preferencias gastronómicas y, al escoger<br />
sus alimentos, ha jugado siempre un<br />
importante papel el color de la sangre.<br />
A nadie se le ocurre, por ejemplo,<br />
comer alimentos azules. Los europeos<br />
que llegaron a América traían ya en sus<br />
costumbres el uso del azafrán para dar<br />
un tinte recordatorio de la sangre diluida<br />
a <strong>los</strong> guisos y fiambres. Cuando<br />
llegaron a América, encontraron en el<br />
achiote un excelente sucedáneo del<br />
azafrán y lo comenzaron a usar como<br />
colorante de alimentos, no precisamente<br />
como condimento saborizante.<br />
Debemos ahora aclarar que el,<br />
achiote no tiene gusto ni aroma. Es<br />
simplemente un colorante que hace más<br />
atractivos <strong>los</strong> alimentos. En vez de<br />
comer arroz blanco, muchos grupos<br />
humanos lo prefieren con el color
que le da el azafrán o el achiote. La<br />
carne cocida o salada toma un color gris<br />
o bruno. Para mantener su apariencia de<br />
carne fresca y sangrante, gústenos o no,<br />
le ponemos algo que le dé color rojo o<br />
rojizo. En esto hay tonos, variaciones e<br />
intensidades dictadas por la costumbre;<br />
o la moda; pero en el fondo está el<br />
rezago atávico de nuestras antiguas<br />
raíces carnívoras.<br />
Muy pronto, pero gradualmente,<br />
en todos <strong>los</strong> países tropicales, el achiote<br />
se convirtió así en el colorante ideal de<br />
la cocina. Y esta tendencia pronto<br />
contaminó a <strong>los</strong> países de clima<br />
templado donde las carnes curadas y <strong>los</strong><br />
productos lácteos o <strong>los</strong> licores fueron<br />
teñidos de rojo bajo ese potente impulso<br />
en el subconsciente colectivo del<br />
humano carnívoro. Quesos y<br />
mantequillas, jamones y embutidos,<br />
recogieron así el rubor del achiote<br />
compartido en algún momento (como<br />
hemos visto al hablar de la tuna en el<br />
capítulo de las frutas) con la rubicundez<br />
de la cochinilla, otro producto<br />
americano de color rojo.<br />
Esto produjo un floreciente<br />
comercio del achiote en todo el mundo.<br />
Las exportaciones de achiote hacia<br />
Europa y a <strong>los</strong> Estados Unidos de<br />
América se incrementaron hasta<br />
constituir uno de <strong>los</strong> rubros más<br />
importantes del intercambio norte-sur<br />
durante el siglo XIX. Los usos de esta<br />
planta como colorante alimentaría se<br />
complementaron con su empleo en la<br />
industria textil. Aunque su durabilidad y<br />
resistencia como colorante no son<br />
167<br />
ideales, se diseñaron diversos<br />
procedimientos en tintorería que<br />
popularizaron su uso en algunos grupos<br />
humanos y el achiote llegó a ocupar un<br />
nicho interesante en este aspecto<br />
industrial. Esto fue iniciado en Europa<br />
por Barcroft, una tintorera británica en<br />
1775. Es un buen tinte para la seda y la<br />
lana, resistente al jabón, ácidos y<br />
álcalis; pero muy sensible a la luz del<br />
sol que lo destiñe. Excelente para teñir<br />
la ropa interior, allí donde no da el sol...<br />
Pero todo esto se vino<br />
bruscamente abajo. A fines del siglo<br />
pasado (1884), la invención de las<br />
anilinas por la pujante industria alemana<br />
(el rojo del Congo) causó un destructivo<br />
terremoto en el ambiente industrial y, de<br />
pronto, el achiote y la cochinilla<br />
perdieron el amplio terreno que habían<br />
ganado durante <strong>los</strong> tres sig<strong>los</strong><br />
precedentes. Los rojos y amaril<strong>los</strong> de<br />
anilina <strong>los</strong> destronaron en forma<br />
catastrófica. En 1917, la revista<br />
"Scientific American", prestigiosa<br />
publicación norteamericana, nos decía:<br />
"... en <strong>los</strong> últimos años, el uso del<br />
achiote (anatto) ha declinado y no es<br />
improbable que, antes de que pase<br />
mucho tiempo, la mayor parte de esta<br />
industria que ha sido tan floreciente,<br />
quedará abandonada. Esto es debido a la<br />
competencia de tintes sintéticos más<br />
baratos...".<br />
Así fue. Pero la cosa no quedó<br />
allí. Recientemente, <strong>los</strong> colorantes<br />
anilínicos han sido declarados nocivos<br />
debido a su toxicidad crónica y su<br />
tendencia a provocar el cáncer. Tal cosa<br />
no sucede con <strong>los</strong> colorantes naturales
como el achiote, y por eso esta planta<br />
está ahora en una trayectoria<br />
rápidamente ascendente que la lleva a<br />
recuperar mercados y prestigio. Como<br />
base para la fabricación de bixina y<br />
orellina, excelentes colorantes<br />
industriales, el achiote resulta en el Perú<br />
un rubro presente explotado de<br />
agricultura de exportación.<br />
Su importancia industrial,<br />
repetimos, crece cada vez más<br />
rápidamente por una serie de<br />
circunstancias relacionadas<br />
principalmente a la especial atracción<br />
que el ser humano tiene por el color rojo<br />
en sus alimentos/ en sus tegumentos yen<br />
sus adornos. Ya en parte hemos<br />
mencionado algunas de las razones que<br />
respaldan esta atracción <strong>desde</strong> el<br />
subconsciente colectivo de toda la<br />
humanidad.<br />
A esto debemos agregar antiguos<br />
atavismos refugiados en su persticiones<br />
ocultas o expresas.<br />
El color rojo en <strong>los</strong> alimentos,<br />
cosméticos, adornos y pertenencias así<br />
como en objetos de rito/ etc., tiene<br />
mucho que hacer con la sangre y con la<br />
vida. Las vestiduras de <strong>los</strong> cardenales/<br />
la alfombra roja con que se recibe a <strong>los</strong><br />
huéspedes ilustres, la tinta roja con que<br />
se escriben o su brayan las heridas<br />
económicas, el color rojo de joyas y<br />
adornos, la cinta roja con la que se<br />
protege a <strong>los</strong> seres indefensos contra la<br />
mirada hostil de <strong>los</strong> extraños, el rojo del<br />
peligro/ del diablo, de la violencia, del<br />
patriotismo y de <strong>los</strong> reclamos políticos/<br />
168<br />
y el rojo con él que teñimos carnes/<br />
guisos y productos lácteos, son<br />
solamente una corta enumeración de<br />
cómo el rojo, que simboliza la sangre,<br />
es buscado por el ser humano para<br />
despertar emociones e instintos.<br />
La invención de tintes rojos y<br />
anaranjados sintéticos a base de anilinas<br />
en las postrimerías del siglo pasado<br />
produjo, como hemos visto, el rápido<br />
desplazamiento de <strong>los</strong> pigmentos<br />
naturales en el campo comercial e<br />
industrial. Sin embargo la reciente<br />
condena de las anilinas con elementos<br />
nocivos, la prohibición de su uso y su<br />
desprestigio alimentado por la<br />
cancerofobia universal nos hace<br />
recordar que aquí está el achiote, la<br />
cochinilla y la cúrcuma pigmentos de<br />
fácil producción en el Perú.<br />
Pintarse de rojo la piel y <strong>los</strong><br />
labios, que en su expresión más<br />
primitiva parece haber tenido relación<br />
íntima con la sangre en sus aspectos<br />
violentos, vitales y místicos, sufrió muy<br />
temprano una adaptación menos<br />
truculenta: El color rosado y rojo de <strong>los</strong><br />
carril<strong>los</strong> y labios se convirtió así en<br />
signo de salud y belleza y <strong>los</strong> pigmentos<br />
de ese color fueron pronto utilizados<br />
para cosméticos en escala industrial. Por<br />
eso el achiote es ahora utilizado en<br />
grandes cantidades en la preparación de<br />
lápiz de labios, coloretes y arreboles,<br />
barniz de uñas, lociones contra la luz<br />
del sol y aceites para el pelo.<br />
Lo mismo sucede en la<br />
preparación de alimentos. Desde que el<br />
achiote fue descubierto por la<br />
civilización occidental su uso para dar
color rojo, anaranjado o amarillo a <strong>los</strong><br />
alimentos se generalizó en el mundo<br />
entero. Las naciones mediterráneas<br />
habían estado usando el azafrán y las<br />
naciones del sudeste asiático empleaban<br />
con el mismo fin la cúrcuma (el palillo).<br />
En la actualidad, prohibidas ya las<br />
anilinas, el achiote es uno de <strong>los</strong> pocos<br />
colorantes aceptados legalmente en la<br />
preparación de alimentos.<br />
Gran importancia industrial y<br />
económica tiene por eso el uso del<br />
achiote y sus derivados en la<br />
preparación de productos lácteos o sus<br />
sucedáneos como la mantequilla, el<br />
queso y la margarina, el chocolate, <strong>los</strong><br />
aceites comestibles, helados, bizcochos,<br />
postres preparados, salsas, conservas de<br />
carne y pescado, embutidos y otros<br />
productos cárneos, licores, vinos y<br />
bebidas gaseosas de tinte anaranjado,<br />
etc. etc. La coloración de tendencia<br />
rojiza despierta escondidas preferencias<br />
instintivas y hace que <strong>los</strong> huevos cuya<br />
yema es pálida o la carne de ave poco<br />
pigmentada tengan menos aceptación en<br />
el mercado, por lo que la adición de<br />
carotenoides a <strong>los</strong> alimentos de las aves<br />
de corral se ha convertido en una<br />
necesidad industrial imprescindible.<br />
Esto se obtiene con achiote, cúrcuma,<br />
marigold o mezclas purificadas de<br />
carotenos. El uso de las semillas del<br />
achiote en la dieta de las aves de corral<br />
tiene la ventaja de agregar un apreciable<br />
porcentaje de vitamina A, lo que acelera<br />
el crecimiento y la productividad de <strong>los</strong><br />
animales, además de hacerles producir<br />
huevos de color atractivo.<br />
169<br />
OTROS SABORES INDÍGENAS<br />
Muchos otros condimentos y<br />
aditivos eran utilizados y continúan<br />
siendo usados en el Perú primitivo<br />
contemporáneo.<br />
Algunos de el<strong>los</strong> llegan a las<br />
elegantes mesas de nuestros estratos<br />
sociales superiores, como sucede con el<br />
"huacatay" (Tagetes minuta) y el<br />
"Paico" (Chenopodium ambrosoides).<br />
Otros no han roto la barrera aún. No <strong>los</strong><br />
mencionaremos todos por no cansar al<br />
lector; pero no podemos dejar de<br />
nombrar por lo menos a la "muña"<br />
(Minthostacus se tosa), una labiada muy<br />
aromática que, además de haber sido<br />
usada como condimento, fue utilizada<br />
para preservar <strong>los</strong> tubércu<strong>los</strong> almacena<br />
dos. Las propiedades antiparasitarias de<br />
sus hojas protegen <strong>los</strong> alimentos contra<br />
<strong>los</strong> insectos depredadores.<br />
Todo el género Tagetes al que<br />
pertenece el huacatay, es de origen<br />
americano. Font Quer dice que el<br />
huacatay (T.minuta) llegó<br />
tempranamente a España, no se sabe<br />
cómo. Fue "traído subrepticiamente",<br />
dice, y a mediados del siglo pasado era<br />
silvestre en <strong>los</strong> cañaverales de Málaga<br />
donde le dicen chinchilla o menta<br />
americana y tiene usos medicinales.<br />
Otro primo hermano del huacatay, el<br />
llamado "chincho" (Tagetes elliptica) se<br />
une a <strong>los</strong> saborizantes
indígenas que encontramos en las<br />
sabrosas sopas serranas al lado de otros<br />
primos Tagetes menos conocidos en la<br />
cocina de la costa. Aún otro, el Tagetes<br />
patula, llamado marigold, se usa como<br />
colorante en <strong>los</strong> alimentos para aves de<br />
corral.<br />
Tenemos también el Paico<br />
(Chenopodium ambrosoides). No cabe<br />
la menor duda de que esta importante<br />
planta medicinal era conocida antes de<br />
Colón por las culturas prehispánicas de<br />
toda América. Los españoles entraron<br />
en contacto con ella en el Caribe y en<br />
México, pero ya antes del viaje de<br />
Colón era bien conocida en el Perú. Los<br />
Aztecas y otros pueb<strong>los</strong> mexicanos le<br />
llamaban apazote y la usaban como<br />
saborizante de sus alimentos, pero<br />
170<br />
conocían además su buen efecto como<br />
digestivo y tomaban una infusión de la<br />
hierba para controlar "la disentería y<br />
otras- inilamaciones". Los antiguos<br />
mayas lo llamaban "Luxumxiu" que<br />
puede traducirse como "hierba de <strong>los</strong><br />
gusanos". Yen el Perú, Garcilaso y el<br />
Padre Valera nos cuentan que cuando<br />
Atahualpa estuvo enfermo mientras<br />
Pizarro lo tenía prisionero, el médico<br />
indígena que fue llamado para atenderlo<br />
le dio un preparado "a base de paico" y<br />
lo sanó prontamente.<br />
Esta aromática hierba, tan<br />
popular como condimento entre <strong>los</strong><br />
mexicanos, fue llevada a España poco<br />
tiempo después de la invasión de<br />
Mesoamérica.
Está aquí también, la altamisa, el<br />
pampa-orégano, el ajo-sacha y unos<br />
cuantos más que rara vez cruzan la<br />
brecha para llegar a la mesa de un<br />
restaurante limeño. Algo tenemos que<br />
dejar en el bolígrafo para justificar una<br />
tercera edición...<br />
LOS CONDIMENTOS QUE<br />
VINIERON<br />
Carlomagno, el gran Emperador,<br />
hijo del Rey Pepino, empleaba sus ratos<br />
de ocio cultivando plantas medicinales<br />
en <strong>los</strong> jardines de su palacio en<br />
Aquisgrán (Aache) y un grupo de estas<br />
plantas que despedían agradable aroma<br />
y que eran también usadas como<br />
saborizantes en la cocina, recibían del<br />
Emperador un cuidado especial porque<br />
eran "las amigas del médico y el<br />
cocinero".<br />
La necesidad de saborizantes en<br />
la Europa Medieval era tan notoria y<br />
tenía tal significación social, que ya<br />
sabemos cómo Isabel la Católica se<br />
decidió a ayudar a Colón porque pensó<br />
que el terco navegante encontraría una<br />
vía más expedita para traer a España <strong>los</strong><br />
saborizantes que se cultivaban en la<br />
India.<br />
Cuando <strong>los</strong> españoles vinieron a<br />
conquistar y a dominar América, una de<br />
las primeras cosas que trajeron a nuestro<br />
Continente fueron esas amigas del<br />
cocinero y del médico cuyo sabor les<br />
recordaba el terruño.<br />
171<br />
Con la Conquista también<br />
llegaron el ajo y la cebolla. Cuando<br />
Pizarro fue asesinado, ambos productos<br />
podían verse en el mercado de Lima,<br />
traídos de las chacras cercanas. Y junto<br />
a estos dos saborizantes, también ya se<br />
cultivaban el comino, la albahaca, el<br />
anís, el orégano, la hierba buena, el<br />
perejil... El romero, más bien, tardó en<br />
llegar; recién vino en 1579. Y el<br />
jengibre (el popular Kion) fue traído al<br />
Perú a fines del siglo XVTII,<br />
proveniente de la China, vía Guayaquil.<br />
EL AJO y LA CEBOLLA<br />
(Allium sativam y Allium cepa).<br />
Entre <strong>los</strong> múltiples saborizantes<br />
traídos por <strong>los</strong> españoles, el ajo y la<br />
cebolla constituyen una pareja que no<br />
solamente ha sido <strong>desde</strong> siempre<br />
utilizada como condimento, sino<br />
también como alimento en la<br />
confección de sopas y guisos muy<br />
populares en todos <strong>los</strong> niveles sociales<br />
de las costas mediterráneas.<br />
Oriundas del Asia, llegaron<br />
ambas plantas al cercano Oriente <strong>desde</strong><br />
hace más de cuatro mil años. Antiguas<br />
noticias de Egipto nos hablan ya de<br />
sopas de ajo, y de cebollas asadas que<br />
no dejan de ser mencionadas por <strong>los</strong><br />
judíos del Antiguo Testamento. Y en<br />
España, esencial contribuyente de<br />
nuestra cocina peruana, antiguos<br />
adagios tantan su importancia como<br />
alimento: “Contigo, pan y<br />
cebollas"..."tomer ajo y beber vino no es<br />
desatino”… “ajo crudo y vino puro<br />
llevan a puerto seguro”....
No hemos de entretener al lector<br />
con la descripción de estos excelentes<br />
compañeros de la cocina criolla del<br />
Perú. Una mención solamente de las ya<br />
reconocidas propiedades medicinales<br />
del ajo y una nota sobre una sustancia<br />
química, el disulfuro de alilpropilo, que<br />
es quien le da a la cebolla cruda esa<br />
esencia que se difunde en el aire<br />
cuandola cortamos y nos hace llorar. A<br />
mediados del siglo XVI, Don Andrés<br />
Laguna nos decía que con esa esencia<br />
de cebolla..." alcohólanse las mujeres<br />
cuando, no pudiendo llorar, quieren<br />
provocar lágrimas para enternecer a sus<br />
asnos maridos”… Y la cosa se complica<br />
cuando Don Andrés nos dice que el<br />
comer cebollas... "acrecienta la esperma<br />
aunque ofusca la razón y el sentido. Lo<br />
172<br />
cierto es que eso es ya meterse en<br />
camisa de once varas al considerar<br />
asuntos de tanta intimidad. Yo me<br />
quedo con el refrán: “come cebolla y no<br />
te de pena, cuida tu casa y deja la ajena"<br />
y si no lo haces así, un día tu mejor<br />
amigo te va a recibir" con ajos y<br />
cebollas". Si quieres que te cuente de<br />
dónde viene ese dicho, avísame...<br />
LA CANELA<br />
(Cinnaamomum zeylanicum)<br />
Una de las especies más<br />
apreciadas en la Corte de España en la<br />
época de Colón era la canela, corteza de<br />
un árbol de Ceilán (Sri-Lanka) que<br />
llegaba a la mesa de <strong>los</strong> Reyes
Católicos a través de distantes viajes por<br />
regiones infestadas de piratas árabes y<br />
turcos. Se trata de un árbol largamente<br />
cultivado en la India oriental, y el uso<br />
de su corteza sigue siendo muy popular<br />
en la cocina de todo el mundo conocido,<br />
para aromatizar postres bebidas y guisos<br />
de todos <strong>los</strong> gustós. Hay una prima<br />
suya, la canela china (Cinnamomum<br />
cassia) también de amplio cultivo, que<br />
muy frecuentemente reemplaza ahora a<br />
la canela original. Otras canelas, la de<br />
Birmania, la de Saigón, etc., especies<br />
botánicas diferentes, tienen aroma y<br />
usos parecidos y entre todas ellas se<br />
reemplazan y se intercambian<br />
competitivamente en el mercado<br />
mundial. Todo queda en familia.<br />
Pero el ver ahora tanta canela en<br />
todas partes no debe permitimos olvidar<br />
que en el siglo XVI eso no era como<br />
hoy. La búsqueda de la canela en aquel<br />
tiempo era una verdadera obsesión en<br />
las motivaciones exploratorias de <strong>los</strong><br />
conquistadores castellanos y muchos de<br />
el<strong>los</strong> murieron en la tenaz tarea de<br />
descubrir el "País de la Canela", allá en<br />
la inconquistable región amazónica.<br />
Díganlo si no <strong>los</strong> que han leído de las<br />
aventuras de Gonzalo Pizarro, Orellana<br />
y Lope de Aguirre.<br />
En la cuenca del Amazonas, lo<br />
sabemos ahora, no hay ni una sola<br />
prima, ni siquiera una pariente lejana,<br />
de la canela que ansiaba la Reina Isabel.<br />
Pero la cosa era encontrar algo que por<br />
lo menos se le pareciera.<br />
Entre <strong>los</strong> muchos árboles que<br />
173<br />
presentaban algunos aroma evocador de<br />
la canela, está uno llamado Espingo,<br />
ishpingo o moena (Ocotea quixos),<br />
prohibido <strong>desde</strong> el comienzo por el<br />
Padre Arriaga en sus instrucciones para<br />
extirpar las idolatrías en 1621. Era<br />
usado por <strong>los</strong> indígenas para dar sabor a<br />
algunos brebajes alcohólicos de uso<br />
religioso y mágico y "era ordinaria<br />
ofrenda para las huacas". Suficiente.<br />
Fue prohibido. cuando Jorge Juan y<br />
Antonio de Ulloa llegaron por aquí a<br />
comienzo del siglo XVIII, describieron<br />
"interminables bosques incultos" "de<br />
este árbol y se lamentaron de la poca<br />
estima que <strong>los</strong> españoles tenían por esta<br />
planta... a pesar de que "en la fragancia<br />
y dulzura excede a la de Zeylán". Y,<br />
fijarse bien <strong>los</strong> amigos de la música<br />
fascinante de Chabuca Granda, estos<br />
exploradores nos dicen: "el ishpingo es<br />
la flor de la canela". Por si acaso, la<br />
canela de Ceilán tiene una florecilla que<br />
ni mirarla ni por qué dedicarle una<br />
canción. Pero para <strong>los</strong> botánicos<br />
debemos recordar que Chabuca no se<br />
refería a ninguna flor de ningún árbol<br />
sino al erótico tono canela de la piel de<br />
una linda mulata de "bajo el puente". Y<br />
aquí no hay pleito. Además si quieres<br />
intoxicarte de canela, lee la nota de la<br />
página 228.<br />
Como nos contaba Eduardo<br />
Estrella, a fines del siglo XVIII creció el<br />
interés por la explotación comercial del<br />
espingo que se producía en <strong>los</strong> bosques<br />
de la región nor-oriental del Ecuador.<br />
Es una lástima que <strong>los</strong> apuntes<br />
históricos de Eduardo no hayan sido<br />
todavía publicados,
pero él nos hizo saber sobre las<br />
expediciones geográficas, botánicas y<br />
comerciales que se interesaron en el<br />
espingo y la formación de una<br />
Compañía de Explotación en Quito que<br />
fracasó después por complicaciones<br />
burocráticas en España.<br />
Seguiremos, por un tiempo,<br />
consumiendo la' canela importada del<br />
Asia, cultivando en pequeña escala la<br />
canela asiática en Pucallpa y en<br />
Tarapoto, y cantándole a la flor de la<br />
canela que es la tibia piel de la<br />
muchacha que lleva jazmines en el pelo<br />
y rosas en la cara...<br />
LA PIMIENTA<br />
(Piper nigrum)<br />
Para el ama de casa, hay dos<br />
pimientas: la negra y la blanca. Para <strong>los</strong><br />
botánicas solo hay una. Si dejas<br />
madurar y secar la semilla, la cáscara<br />
adquiere un color negro. Si las cosechas<br />
cuando está madura pero fresca, la<br />
remojas en agua por varios días y<br />
cuando está así suavizada le quitas la<br />
cáscara y la secas después, te queda<br />
blanca y un poco menos picante. Te la<br />
venden negra, blanca o una mezcla de<br />
ambas; en grano ó molida. Y si eres<br />
muy exigente, te venden también un<br />
aceite esencial de pimienta que es un<br />
extracto industrial que se usa en la<br />
industria alimenticia.<br />
A la Reina Isabel, ya lo hemos<br />
comentado, le gustaba la pimienta que<br />
es originaria del Malabar, región litoral<br />
174<br />
del suroeste de la India, bañada por el<br />
Mar Arábigo donde pululaban <strong>los</strong><br />
piratas árabes que andaban muy<br />
resentidos con <strong>los</strong> españoles que <strong>los</strong><br />
habían expulsado de la península<br />
ibérica. Ahora, <strong>desde</strong> hace 500 años, la<br />
pimienta se cultiva en el África y <strong>desde</strong><br />
hace 20 Ó 30 años la cultivamos en<br />
varios países sudamericanos. Vaya<br />
usted a Pucallpa, querido lector, y verá<br />
<strong>los</strong> plantíos de pimienta.<br />
Para <strong>los</strong> que les gusta la botánica<br />
y las plantas medicinales, les<br />
recordaremos que el género Piper, al<br />
que pertenece la pimienta, tiene varios<br />
socios peruanos, uno de <strong>los</strong> cuales es el<br />
Piper elongatum mejor conocido como<br />
matico o hierba del soldado. El nombre<br />
quechua es moccomocco y muchos lo<br />
llaman cordoncillo y hasta hay quien le<br />
dice pipilongo. Por la forma del fruto....<br />
El nombre de matico fue puesto<br />
por <strong>los</strong> españoles. Se trata de uno de <strong>los</strong><br />
mejores cicatrizantes de heridas que hay<br />
en la naturaleza. Y cuando llegaron las<br />
tropas españolas, uno de <strong>los</strong> soldados<br />
traía una herida infectada que no<br />
cicatrizaba por nada del mundo. Un<br />
curandero indígena lo curó en una<br />
semana con mocco mocco. El soldado<br />
se llamaba Matico.<br />
Pero regresemos a la olla.<br />
Ahora, en <strong>los</strong> mejores restaurantes<br />
europeos, le ponen a uno pimienta<br />
negra, pimienta blanca y pimienta<br />
rosada. La rosada es el Molle Peruano<br />
de la página 162.
EL CLAVO DE OLOR<br />
(Eugenia caryophyIlata)<br />
Un archipiélago de Indonesia,<br />
entre las Célebes y la Nueva Guinea,<br />
tiene fama de ser el origen de muchas<br />
hierbas de olor. Son las Islas de las<br />
Especias. Se llaman Las Molucas. De<br />
allá viene el famoso clavo de olor que<br />
vemos arriba cómo se llama en latín,<br />
pero que muchos botánicos le llaman<br />
también Syzygium aromaticum. Corro<br />
traslado y no me meto en la discusión.<br />
Pasada ya la época del siglo XVI<br />
en que no llegaba fácilmente a España,<br />
ahora se cultiva en el África,<br />
especialmente en Madagascar y<br />
Tanzania. Hay también grandes plantíos<br />
en lava.<br />
Esta aromática especia es ya<br />
mencionada en la literatura china tres<br />
sig<strong>los</strong> antes de Cristo y apareció en<br />
España, llevada por <strong>los</strong> árabes, en el<br />
siglo VIII. Es el botón de la flor de un<br />
árbol grande, de unos diez metros de<br />
alto. Las hojas son también aromáticas,<br />
pero no tanto como las flores<br />
imnaduras.<br />
"Azúcar, canela y clavo", verso<br />
de rigor en el cante jondo, es la fórmula<br />
para aromatizar un vino que se esté<br />
torciendo. Y el uso del clavo de especia<br />
para saborizar guisos y postres está<br />
profundamente arraigado (enclavado<br />
podríamos decir) en nuestra comida<br />
175<br />
criolla.<br />
En la selva tenemos una liana<br />
cuyos tal<strong>los</strong> tienen un aroma muy<br />
similar al del clavo de olor. Le dicen<br />
"clavo-huasca" (Mandevilla scabra) y<br />
tiene diversos usos medicinales. Se<br />
prepara en una agradable mistela que<br />
alegra las fiestas de por allá y dicen que<br />
da energías para lo que viene después<br />
de la fiesta.<br />
LAS MOSTAZAS<br />
(Brassica sp.)<br />
Ya hemos visto, en el capítulo<br />
de las hortalizas, que el género botánico<br />
Brassica es de una admirable<br />
versatilidad y no solamente nos ofrece<br />
la col, el repollo, la coliflor, el brócoli y<br />
la col morada sino también nos da el<br />
nabo, el colinabo y sigue contando.<br />
Aquí no para: Los botánicos más serios<br />
nos dicen que Brassica nigra y Brassica<br />
alba son <strong>los</strong> latinajos oficiales de la<br />
mostaza negra
y la mostaza blanca que algún rebelde<br />
por ahí pone en el género Sinapis por<br />
que así se le llama a las mostazas en <strong>los</strong><br />
tratados antiguos y en <strong>los</strong> libros sa<br />
grados. De allí viene el vocablo<br />
sinapismo, que es un cataplasma hecho<br />
de harina de mostaza y que, puesta<br />
sobre la piel, me dicen que hace bien,<br />
pero te hace ver a Judas. .<br />
Ambas, la negra y la blanca, son<br />
originarias del Medio Oriente y de la<br />
Eurasia. La negra tiene semillas de<br />
cáscara marrón oscuro y son amarillas<br />
por dentro; la blanca las tiene marrón<br />
claro y son blancas por dentro. La<br />
diferencia entre ambas es de interés para<br />
<strong>los</strong> botánicos, pero ambas crecen<br />
silvestres entre el campo cultivado,<br />
como mala hierba, y se han adaptado<br />
muy bien a nuestros climas serranos<br />
donde molestan al agricultor pero<br />
embellecen el paisaje con sus flores<br />
amarillas. Para cosechar las semillas,<br />
deben recogerse cuando empiezan a<br />
madurar, antes de que la vaina se abra<br />
espontáneamente dejando caer las<br />
simientes que son muy pequeñas. Se<br />
muelen para producir el polvo o harina<br />
de mostaza que, mezclada con agua o<br />
con leche, constituye el saborizante que<br />
toda ama de casa conoce.<br />
Es muy común el preparado<br />
francés de mostaza que consiste en una<br />
pasta suelta de harina de mostaza con<br />
vinagre, sal y cúrcuma (palillo) para<br />
darle color. Las mostazas vinieron con<br />
<strong>los</strong> españoles, sus semillas<br />
probablemente mezcladas con algún<br />
176<br />
cereal que llegó encostalado. Nadie sabe<br />
cómo ni cuando, pero como se trata de<br />
plantas muy vivaces y adaptables, se<br />
han generalizado y ahora son silvestres<br />
en todo el Perú, para molestia de<br />
muchos agricultores que las consideran<br />
malas plagas.<br />
LOS OLIVARES<br />
(Olea europea)<br />
Nadie discute ahora que don<br />
Antonio de Rivera, de <strong>los</strong> primeros<br />
vecinos de Lima, fue el que trajo el<br />
olivo al Perú. Lo que se discute, y no sé<br />
a quien más preguntarle, es si la chacra<br />
donde puso <strong>los</strong> primeros olivos fue la<br />
que ahora llamamos "el Olivar de San<br />
Isidro", o fue en algún otro sitio por ahí<br />
cerca.<br />
La historia peruana del olivo es<br />
un poco conflictiva y Garcilaso tiene<br />
aquí el campo libre: parece que don<br />
Antonio, esposo segundo de
nuestra ya conocida Doña Inés Muñoz,<br />
la del trigo, hizo un viaje a España y, en<br />
1560, trajo más de cien arbolil<strong>los</strong> de<br />
olivo. No tuvo mucha suerte, y<br />
solamente llegaron vivas tres plantas<br />
que recibieron, de allí en adelante, toda<br />
clase de protección contra la envidia y<br />
la codicia de sus vecinos. Las plantó en<br />
una linda chacra que tenía "en las<br />
afueras de Lima" y puso a cuidar<strong>los</strong> a<br />
"un gran ejército que tenía más de cien<br />
negros y treinta perros". Pero la mala<br />
suerte y algún descuido o complicidad<br />
de negros o de perros resultó, ¡Dios nos<br />
ayude! en la misteriosa desaparición de<br />
una dejas tres sobrevivientes que, días<br />
más tarde, apareció en Chile.<br />
Don Antonio averiguó,<br />
investigó, castigó a justos, inocentes y<br />
sospechosos, y hasta logró varios<br />
edictos de excomunión contra quienes<br />
le habían privado de su plantita, pero<br />
todo fue inútil. Con argucias legales no<br />
desprovistas de buen humor, el olivo<br />
secuestrado quedó en Chile donde dio<br />
una buena cantidad de hijue<strong>los</strong> en el<br />
término de tres años; y con esta nutrida<br />
descendencia, <strong>los</strong> españoles de Chile<br />
cultivaron sus olivares. Un buendía ¡oh<br />
sorpresa! el olivo viajero apareció<br />
puesto "en el mismo lugar de donde lo<br />
habían sacado, con tan buena maña y<br />
secreto, que ni el hurto ni la restitución<br />
supo su dueño jamás quién lo hubiese<br />
hecho"....<br />
¡Seguían allí <strong>los</strong> cien negros y<br />
<strong>los</strong> treinta perros!.<br />
177<br />
A partir de <strong>los</strong> tres olivos, se<br />
plantó así el primer u1ivar de Lima y el<br />
primero de Chile. Peto parece ser que<br />
dos de <strong>los</strong> olivos no vivieron largamente<br />
y sólo uno sobrevivió ¿Sería el de<br />
Chile? Porque, cuando vino por acá el<br />
Padre Cobo, unos cincuenta años más<br />
tarde, en medio del olivar de Don<br />
Antonio sólo había un precioso olivo<br />
viejo que era, se decía, el padre de todos<br />
<strong>los</strong> otros olivos. De <strong>los</strong> otros dos<br />
originales no había memoria.<br />
Los deseos de monopolio que<br />
alimentaba Don Antonio en sus entrañas<br />
debieron sufrir, sin embargo, otro fuerte<br />
golpe: Profundo devoto como era el<br />
buen caballero, quiso honrar una<br />
solemne procesión que salía de la<br />
Catedral y, cortando una rama de su<br />
famoso olivo (por podarlo dicen<br />
algunos y no por devoción), la puso en<br />
las andas del Santísimo Sacramento<br />
para realzar quizás la pacificación del<br />
país, emulando así, con su rama de<br />
olivo, a la palomita de Noé. Terminada<br />
la procesión, un canónigo llamado<br />
Bartolomé Leones se llevó<br />
disimuladamente la rama de olivo y se<br />
la dio a un tal Gonzalo Guillén, "muy<br />
dado a la agricultura", para que lo<br />
plantase y fuesen <strong>los</strong> dos a medias en la<br />
ganancia que de él se sacase. Ese fue el<br />
origen del segundo olivar de Lima, en lo<br />
que ahora es el Convento de <strong>los</strong><br />
Descalzos. Guillén le compró después<br />
su parte al canónigo por una barra de<br />
plata y logró pingües ganancias.<br />
Haber pasado tanto problema
por sus olivos, solamente se justifica<br />
por la gran importancia que la oliva y su<br />
aceite tenían, y siguen teniendo, para el<br />
pueblo español.<br />
El olivo crece silvestre en gran<br />
parte del territorio de España. Cuando<br />
es silvestre, le dicen acebuche, sus<br />
aceitunas son acebuchinas y <strong>los</strong> bosques<br />
de olivos son <strong>los</strong> acebuchales. El olivo<br />
cultivado. y su relación con el hombre<br />
es muy antigua. Se acordará usted,<br />
amigo lector, que el Padre Noé, después<br />
del diluvio, consideró que la paz con<br />
Dios se había consolidado cuando la<br />
palomita le trajo en el pico una rama de<br />
olivo. Lo dice la Biblia y debe ser<br />
cierto. Por eso, para que hagas la paz<br />
con Dios antes de morirte, el sacerdote<br />
te unge con <strong>los</strong> santos óleos que no son<br />
otra cosa que aceite de olivo "oleado y<br />
sacramentado". Una antigua costumbre<br />
judía en recuerdo simbólico de Noé. La<br />
palomita fue suprimida por cuestiones<br />
de austeridad.<br />
Pero regresemos a la cocina. La<br />
aceituna contiene una buena cantidad de<br />
aceite que se extrae por compresión.<br />
Una compresión moderada hace exudar<br />
un aceite fino, llamado flor del aceite o<br />
aceite virgen. Es el buscado por <strong>los</strong><br />
gastrónomos. El aceite com\1n u<br />
ordinario se saca después,<br />
é\provechando las aceitunas de la<br />
primera prensadura que, metidas en<br />
sacos, se sumergen en agua caliente y<br />
vuelven a prensarse. Una tercera<br />
prensada, más severa y definitiva, da<br />
aceites más groseros destinados a la<br />
industria y a la fabricación de jabón. Por<br />
178<br />
ultimo, también puede sacarse aceite de<br />
las semillas de la aceituna, trituradas y<br />
prensadas.<br />
El español de la Conquista<br />
nunca conoció de ningún aceite<br />
comestible que no fuera de oliva. Y <strong>los</strong><br />
peruanos de la Conquista nunca usaron<br />
ninguna clase de aceite en sus comidas.<br />
De allí la ansiedad de Don Antonio de<br />
Rivera por obtener y mantener su<br />
monopolio.<br />
Por lo general, en España<br />
siempre se consumió la aceituna ya<br />
desarrollada pero aún ligeramente<br />
inmadura. Es la aceituna "verde". La<br />
aceituna madura es negra, como todos<br />
sabemos. Pero la costumbre de comer<br />
aceitunas negras la trajo nuestro<br />
contacto con las mujeres moriscas que<br />
así nos transmitieron la antigua forma<br />
de consumo en el Medio Oriente. El<br />
gusto por la aceituna negra es mucho<br />
más común en el Perú que en el resto de<br />
América, pues, fue reforzado el siglo<br />
pasado por una breve ola inmigratoria<br />
de familias de Jordania y Líbano.<br />
La aceituna en punto de madurez<br />
o ya madura, tiene un pronunciado<br />
amargor debido a una substancia<br />
llamada oleuropeína que es bastante<br />
soluble en agua por lo cual, para<br />
"endulzar" las olivas, es necesario<br />
sumergidas en agua dulce o salada y<br />
cambiarles el agua con frecuencia hasta<br />
que pierden el amargor. Después, se<br />
conservan muy bien en salmuera, a la<br />
que se agregan hierbas de olor y otros<br />
condimentos.
EL PALILLO O CÚRCUMA<br />
(Cúrcunna longa)<br />
Esta planta es antiquísima en su<br />
relación con el ser humano y, por 10<br />
tanto, tiene decenas de nombres<br />
diferentes en <strong>los</strong> dialectos indios,<br />
malayos, filipinos, árabes, africanos y,<br />
<strong>desde</strong> luego, en el español de <strong>los</strong><br />
diversos países de Indoamérica.<br />
Hay dos nombres vulgares que<br />
predominan: Cúrcuma y turmérico. El<br />
primero es el más antiguo y fue<br />
adoptado por Linneo en el Siglo XVIII<br />
para bautizar técnicamente a la planta<br />
con la denominación de Cúrcuma longa<br />
L. con que es conocida mundialmente.<br />
Nosotros le decimos "palillo ".<br />
El vocablo "Cúrcuma" proviene<br />
de una palabra semítica para denominar<br />
el color: amarillo.<br />
El vocablo Turmeric, con el que<br />
es conocido en todos <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> de<br />
habla inglesa y algunos de sus vecinos,<br />
proviene en realidad del francés. Los<br />
que leemos retazos de la historia de <strong>los</strong><br />
medicamentos nos hemos de acordar<br />
que durante la Edad Media, y un poco<br />
más acá, era frecuente hablar de<br />
diversas "tierras" que tenían valor<br />
curativo. Se prescribían y se<br />
comercializaban en medallones, obleas,<br />
comprimidos, paquetil<strong>los</strong> y cajitas para<br />
multitud de síntomas y enfermedades<br />
(tierra de la tumba de San Fulano, tierra<br />
de Jerusalén, etc.) Una de esas tierras<br />
era un buen anti-inflamatorio y hacía<br />
bien para el hígado y mejoraba la<br />
179<br />
menstruación. Tenía muchos méritos y<br />
<strong>los</strong> franceses le decían "Terra merita".<br />
Mis amigos lingüistas me dicen que de<br />
allí <strong>los</strong> ingleses la bautizaron como<br />
Terr-merit, Turmeric. Corro traslado.<br />
Lo que no hemos podido<br />
averiguar con certeza, es el por qué del<br />
apodo peruano de "palillo", con que<br />
todos lo conocen aquí. Llamarle palillo<br />
a una planta que ni siquiera tiene tallo<br />
es el colmo del optimismo. Pero esa<br />
denominación se la damos <strong>los</strong> peruanos<br />
a varios vegetales que tienen el común<br />
denominador de ser amaril<strong>los</strong> como si<br />
quisiéramos abreviar "palo amarillo".<br />
Le decimos así, por ejemplo a dos<br />
plantas de la familia de las<br />
Escrofulariáceas, la Escobedia<br />
grandiflora Kuntze y la E. scabrifolia<br />
Ky P. Probablemente es a esta planta de<br />
nuestra Selva a la que el Padre Cobo le<br />
llamó "Azafrán de <strong>los</strong> Andes". Le<br />
llaman "palillo" porque sus raíces son<br />
como unos palitos que se usan para dar<br />
color a las comidas. Quizás de allí viene<br />
el nombre de "palillo" que ahora le<br />
damos a la cúrcuma....<br />
Otro "Palillo" es la<br />
Campomanesa lineatifolia Ky P., una<br />
mirtácea. El fruto, que es una guayabita<br />
casi inconfundible, es hallado en las<br />
tumbas del Antiguo Perú <strong>desde</strong> la época<br />
precerámica. Soukup nos dice que las<br />
raspaduras de la madera (de <strong>los</strong> palitos)<br />
tienen valor medicinal. Este "palillo" da<br />
también un color amarillo. Para rematar<br />
a <strong>los</strong> curiosos, Richard Rutter nos<br />
enumera nueve especies de<br />
Campomanesia que recibian el nombre<br />
de “palillo”.
Mencionemos también la<br />
SeJaginella stellata Kuntze, una<br />
Selaginácea que recibe también el<br />
nombre de "palillo" o el más mágico de<br />
"sapomaqui", y la Capparis prisca que<br />
también ha sido bautizada como<br />
"palillo" y se encuentra en el Cerro<br />
Campana, al norte de Trujillo. Hay<br />
inclusive un plátano también amarillo<br />
(Musa acuminata), que le dicen "palillo"<br />
o "guayabo" para damos mayor idea de<br />
lo inoperante que resulta el uso de <strong>los</strong><br />
nombres vulgares de las<br />
plantas. La gente inventa un<br />
nombre que le gusta y se lo<br />
pone a cosas muy diferentes<br />
entre si. O a una misma cosa le<br />
ponen nombres diferentes en<br />
diversos sitios.<br />
Al lado de su importante<br />
pigmento anaranjado (la curcumina) y<br />
de su aromático aceite esencial, la<br />
Cúrcuma Janga tiene una apreciable<br />
cantidad de almidones que, cuando son<br />
industrializados y comercializados, caen<br />
dentro de una denominación<br />
generalizada que en inglés se llama<br />
"arrow root" y en castellano se arrulla<br />
con "arru-rruz". Por lo general, ese<br />
producto es una mezcla de almidones<br />
provenientes de varias especies con<br />
rizomas harinosos entre <strong>los</strong> cuales está<br />
la cúrcuma, pero destaca la Maranta<br />
arundinacea, y otras de <strong>los</strong> géneros<br />
Zamia, Taca, Canna y Musa... .<br />
Como la cúrcuma es la base<br />
180<br />
esencial en la preparación de la<br />
combinación de especias llamada<br />
"Curry", este nombre sirve para<br />
identificarla en muchos países europeos<br />
aunque, como veremos, no es ni casi lo<br />
mismo.<br />
La cúrcuma es originaria del<br />
Sureste de Asia, donde existen especies<br />
silvestres del género Cúrcuma, aunque<br />
pocos son <strong>los</strong> que alegan haber<br />
encontrado ejemplares silvestres de la<br />
planta que nos ocupa (Ingle,<br />
Ochse, Safford) pues hay casi<br />
total consenso en que esta es un<br />
triploide estéril que solamente<br />
puede reproducirse por sus<br />
rizomas, para lo cual le es<br />
indispensable la mano del<br />
hombre. Esto, naturalmente,<br />
implica que la relación entre la especie<br />
humana y Cúrcuma Janga es muy<br />
antigua y esto es fácil de comprobar<br />
porque aparece mencionada <strong>desde</strong> muy<br />
antiguo en la historia de la India.<br />
La cúrcuma llegó a América con<br />
<strong>los</strong> bajeles españoles, pero su cultivo y<br />
su utilización en este Continente se<br />
generalizó a raíz del tráfico esclavista<br />
africano y se reforzócon el comercio<br />
con las Filipinas y con la India. A<br />
mediados del siglo XVII, el Padre<br />
Bemabé Cobo menciona el "Azafrán de<br />
<strong>los</strong> Andes", lo que ha dado pie para que<br />
algunos piensen que en alguna forma la<br />
cúrcuma ya era conocida en nuestra<br />
Selva antes de la Conquista. Pero ya
hemos visto más arriba, que <strong>los</strong> que<br />
saben de estas cosas, nos dicen que lo<br />
que vio Coba fue el "palillo" de la Selva<br />
que es una Escobedia.<br />
Las amas de casa usan la<br />
cúrcuma para colorear <strong>los</strong> alimentos<br />
diarios: el arroz, <strong>los</strong> guisos, las salsas...<br />
y el gastrónomo occidental ya encontró<br />
el gusto del "curry", esa mezcla<br />
abigarrada de especias cuyas variadas<br />
recetas a base de cúrcuma sirven de<br />
condimento y de digestivo a la vez, en<br />
un laberinto de sabores con culantro,<br />
canela, comino, jengibre, cardamón, aji,<br />
pimentón, pimienta, clavo, hinojo, nuez<br />
moscada... Y el almidón de la cúrcuma,<br />
formando parte del arrurruz con <strong>los</strong><br />
almidones de otros rizomas<br />
emparentados, para alimentar <strong>los</strong><br />
estómagos delicados de inválidos y<br />
convalecientes.<br />
Todo va amarillo en la India y la<br />
cúrcuma le regala luz del sol de Oriente<br />
al hombre que la usó <strong>desde</strong> tiempo<br />
inmemorial para teñir la lana y la seda y<br />
el algodón con un amarillo anaranjado<br />
que el sol destiñe con su luz como si<br />
quisiera rescatar el color que el hombre<br />
le robó... y la madera, y el cuero y la<br />
canasteria... Por último, <strong>los</strong> cosméticos,<br />
<strong>los</strong> jabones, las cremas faciales, <strong>los</strong><br />
dentífricos y la perfumería sofisticada.<br />
Todo lleva cúrcuma en la India. El<br />
amarillo de cúrcuma es un color sagrado<br />
que se usa <strong>desde</strong> las vestiduras de <strong>los</strong><br />
monjes budistas hasta <strong>los</strong> más variados<br />
objetos rituales. Pero aquí en el Perú, la<br />
181<br />
cúrcuma ha perdido toda su magia y no<br />
sirve sino para teñir de amarillo <strong>los</strong> más<br />
variados platil<strong>los</strong>.<br />
LA MANZANILLA<br />
(Matricaria Chamomilla)<br />
(Anthemis nobi1is)<br />
La denominación de<br />
"Manzanilla" es utilizada para teferirse<br />
a diversas especies bothücas,<br />
generalmente complementándola con un<br />
adjetivo que las clasifica de acuerdo a<br />
sus propiedades específicas.<br />
Las dos "manzanillas" más<br />
comunes son la llamada "manzanilla<br />
común" o "manzanilla alemana", cuyo<br />
nombre botánico es Matricaria<br />
chamomilla; y la "manzanilla romana",<br />
cuya denominación científica es<br />
Anthemis nobilis. Ambas pertenecen a<br />
la familia de las Asteráceas<br />
(Compuestas) aunque a géneros<br />
diferentes. Las características<br />
organolépticas de ambas son muy<br />
similares por lo que sus usos populares<br />
se superponen.<br />
El nombre de Matricaria<br />
chamomilla fue acuñado por Linneo<br />
atendiendo a su uso frecuente, en ese<br />
tiempo, para las enfermedades uterinas.<br />
La planta es originaria del<br />
Mediterráneo, y es muy común en<br />
Grecia. La palabra "chamomilla" es la<br />
traducción del griego "chamaimeIon"<br />
que significa "manzana enana" y que<br />
alude al botón floral
que despide un olor a manzana y es<br />
redondo.<br />
Esta planta era conocida y usada<br />
con fines medicinales en Egipto, Grecia<br />
y la Roma Antigua. Dioscórides la<br />
describe <strong>desde</strong> el Siglo I de nuestra era.<br />
En la industria alimenticia se usa como<br />
saborizante. En el Perú, es empleada, se<br />
dice, en la preparación de algunas<br />
bebidas gaseosas. En Europa es<br />
empleada en licorería. El Benedictino<br />
D.O.M. es basado en extractos de<br />
manzanilla. Se usa también en la<br />
saborización de helados, carame<strong>los</strong>,<br />
chicles, y pasteles y otros dulces<br />
producidos industrialmente.<br />
LA YERBA LUISA<br />
(Cymbopogon citratus)<br />
El género Cymbopogon, de la<br />
familia de las Gramineas, tiene<br />
alrededor de setenta especies, y ninguna<br />
de ellas es originana del Perú.<br />
El origen del género, y<br />
probablemente del C.citratus, es el<br />
Norte de África (Libia, Egipto) <strong>desde</strong><br />
donde se supone que pasó a la India.<br />
Hay varias especies, que no existen en<br />
el Perú, que tienen usos industriales<br />
similares y cultivo parecido, por lo que<br />
pueden ser de interés para nuestro país<br />
en el futuro.<br />
Aquí vamos a tratar únicamente<br />
del Cimbopogon citratus, que es<br />
182<br />
conocido entre nosotros como "yerba<br />
luisa".<br />
Aunque se dice frecuentemente<br />
que es originaria de la India, no hay<br />
mayores datos confirmatorios. Hemos<br />
visto que otros autores nos dicen que<br />
proviene del Norte de Africa de donde<br />
fue llevado a la India. Su venida a<br />
nuestro Continente parece originarse<br />
<strong>desde</strong> la India y parece que el primer<br />
lugar a donde llegó fue a las islas del<br />
Caribe, probablemente a Jamaica o a<br />
Trinidad, a principios del siglo pasado.<br />
Tomado en infusión tibia es un<br />
buen digestivo, combate <strong>los</strong> gases<br />
intestinales y es antiespasmódico. A<br />
estos usos, debemos agregar algunos<br />
que son muy populares tanto en el Perú<br />
como en algunos países de nuestro<br />
continente: Es conocido su uso como<br />
saborizante. Se emplea como<br />
condimento en platil<strong>los</strong> y en bebidas en<br />
el hogar, pero además se usa<br />
artesanalmente para la preparación de<br />
salsas y conservas y algunas mezclas de<br />
tabaco.<br />
LA CAÑA DE AZÚCAR<br />
(Sacharum officinale)<br />
La caña de azúcar se<br />
consideraba, <strong>desde</strong> el tiempo de la<br />
Antigua Roma, como una especia<br />
saborizante muy apreciada en la India y<br />
en Arabia.
Pero el sabor dulce se le daba a<br />
<strong>los</strong> alimentos en ese entonces<br />
principalmente con miel y frutas dulces<br />
como las pasas y <strong>los</strong> higos. El azúcar de<br />
caña, llamada entonces "sacaro" (de<br />
donde viene azúcar, sacarosa, sugar,<br />
etc.), fue una de las especias que<br />
llegaban a España <strong>desde</strong> la India para el<br />
regocijo de la nobleza española y me<br />
dicen que estaba en la lista de<br />
saborizantes que Isabella Católica le<br />
había encargado a Colón. Resultó lo<br />
contrario, pues Colón llevó la caña de<br />
azúcar <strong>desde</strong> España hasta el Caribe.<br />
Venía de allá lejos, a través de<br />
Creta, Chipre, Egipto y Arabia y fue<br />
llevada a España en el siglo VII<br />
precisamente por <strong>los</strong> árabes quienes<br />
empezaron su cultivo en Andalucía. Al<br />
llegar <strong>los</strong> españoles al Caribe, se<br />
generalizó su cultivo en las Antillas y<br />
en el Continente Americano, y se<br />
extendió su uso en tal forma que ahora<br />
el empleo de la sacarosa es considerado<br />
como una costumbre malsana y<br />
prácticamente un fármaco-dependencia<br />
dañino en toda la civilización moderna.<br />
La caña de azúcar fue traída a<br />
América por Cristóbal Colón en su<br />
segundo viaje, en 1493, a la Hispaniola<br />
(Santo Domingo).<br />
Al Perú llegó traída directamente<br />
<strong>desde</strong> México por Don Diego de Mora,<br />
uno de <strong>los</strong> primeros vecinos de nuestra<br />
ciudad de Trujillo. Don Diego era<br />
encomendero de Chicama, y es allí<br />
donde se desarrolló primero este cultivo<br />
en el siglo XVI.<br />
183<br />
Ya hemos visto, al final del<br />
primer capítulo, cómo evolucionó el<br />
cultivo y la industria del azúcar durante<br />
el siglo XIX.<br />
EL HINOJO<br />
(Foeniculum vulgare)<br />
También esta planta aromática<br />
está entre las de más longeva historia en<br />
el Viejo Mundo, especialmente como<br />
planta medicinal. Como sucedió con<br />
otras plantas aromáticas, <strong>los</strong> monjes<br />
benedictinos la llevaron como<br />
saborizante de licores a la Europa<br />
Central y <strong>los</strong> colonizadores españoles la<br />
trajeron a América donde se generalizó<br />
y escapó el cultivo haciéndose silvestre<br />
en las pampas argentinas. Aunque en la<br />
actualidad su empleo más generalizado<br />
es el de saborizante de alimentos y<br />
bebidas, su uso más conocido es como<br />
digestivo, carminativo y aperitivo,<br />
sustituyendo frecuentemente al anís<br />
tanto en infusiones como en licores.<br />
El cultivo tiene como objetivo la<br />
obtención de la semilla, pero <strong>los</strong> brotes<br />
tiernos son consumidos en ensalada por<br />
<strong>los</strong> gastrónomos europeos. No es muy<br />
exigente en la calidad de la tierra y en<br />
España crece silvestre en eriales y<br />
ribazos. Pero cuando se le abona y se le<br />
trata bien, es una planta muy<br />
agradecida.
EL PEREJIL<br />
(Petroselinum hortense)<br />
La historia del perejil es muy<br />
antigua como planta medicinal. Es<br />
originario del Meditarráneo y fue traído<br />
a América por <strong>los</strong> españoles.<br />
Al lado de su empleo culinario<br />
como saborizante y como adorno de<br />
manjares sofisticados, tanto el tallo<br />
como la raíz de esta planta tienen uso<br />
popular como aperitivo y estimulante.<br />
El jugo de perejil, obtenido por<br />
expresión de las partes verdes, es<br />
aperitivo a la dosis de 15 a 20 cc.<br />
diarios.<br />
El perejil es de cultivo sencillo,<br />
a partir de la semilla. Escapa fácilmente<br />
al cultivo y crece silvestre en zonas<br />
soleadas y con buen riego. Básicamente,<br />
es una planta anual. Puede durar más de<br />
un año, pero nunca dos.<br />
EL ANIS<br />
(Pimpinella anisum L.)<br />
La historia del anís se sumerge<br />
también en la antigüedad del<br />
Mediterráneo pues era ya mencionado<br />
por <strong>los</strong> egipcios veinte sig<strong>los</strong> antes de<br />
nuestra Era. Ha sido usado como<br />
saborizante y como planta medicinal<br />
por griegos y romanos <strong>desde</strong> tiempos<br />
inmemoriales.<br />
Pedanio Dioscórides, en el<br />
primer siglo después de Cristo, nos dice<br />
184<br />
que el anís mejora el aliento, mitiga el<br />
dolor, provoca la orina... es útil contra<br />
las ventosidades, restriñe el vientre y las<br />
purgaciones blancas de las mujeres,<br />
acrecienta la leche yestimula la lujuria.<br />
¿Qué más puede pedirse? Y como<br />
saborizante, Andrés de Laguna nos dice<br />
en el siglo XVI, <strong>desde</strong> España, que el<br />
anís es "buen condimento de muchas y<br />
muy diversas viandas da buen gusto al<br />
pan, se enjuagan las botas de vino para<br />
dar buen sabor y olor al contenido, se<br />
perfuman pozos y aljibes para evitar el<br />
mal olor de las aguas guardadas y se<br />
corrige la corrupción y hediondez del<br />
aliento". Esto último no debió ser factor<br />
despreciable para la popularidad del<br />
anís pues <strong>los</strong> árabes lo llevaron a<br />
España y, en el siglo XI, lo catalogaban<br />
entre las plantas "tornamaritos" porque"<br />
devuelven <strong>los</strong> maridos a las esposas<br />
abandonadas, tanto por acción mágica<br />
como por la desaparición del mal<br />
aliento..."<br />
El anís fue llevado a Europa<br />
Central por <strong>los</strong> monjes benedictinos en<br />
tiempos de Carlomagno, y fue traído al<br />
Perú por <strong>los</strong> bajeles españoles. Al lado<br />
de sus conocidas cualidades<br />
saborizantes ha sido empleado durante<br />
muchos sig<strong>los</strong> como digestivo,<br />
carminativo y expectorante. Es decir,<br />
"se toma una infusión de una<br />
cucharadita de semilla de anís en una<br />
taza de agua después de la comida para<br />
mejorar la digestión y eliminar <strong>los</strong><br />
gases" y como <strong>los</strong> compuestos activos<br />
del anís se eliminan por la leche, la<br />
madre puede tomar
anís antes de lactar a su niño si éste<br />
tiene problemas de indigestión o<br />
diarrea; "pues como tiene la propiedad<br />
de provocar la producción de leche (en<br />
la mujer y en el ganado lechero), la<br />
dulce madre matará dos pájaros de un<br />
tiro" . Las cabras mejoran su producción<br />
lechera con 15 grs. diarios de semilla;<br />
las vacas con 50 grs. diarios.<br />
No está demás recordar aquí que<br />
el anís es usado para la preparación de<br />
licores de diversa fórmula. El más<br />
conocido entre nosotros es el "anisado".<br />
El aceite esencial de anís es muy<br />
soluble en alcohol, pero es<br />
prácticamente insoluble en el agua. Por<br />
eso, cuando una solución alcohólica de<br />
anís (anisado) se vierte sobre un poco<br />
de agua, ésta se pone lechosa<br />
("conejito") y es usada como digestivo<br />
(bajativo) en todos <strong>los</strong> grupos sociales<br />
del Perú.<br />
Los frutos del anís tienen entre<br />
un 2 a 6% de aceite esencial que está<br />
más concentrado en las semillas (20%)<br />
al lado de almidones, azúcares y<br />
proteínas. El olor característico está<br />
dado por el anetol, llamado también<br />
alcanfor de anís, purificado<br />
industrialmente en la forma de escamas.<br />
EL ROMERO<br />
(Rosmarinus officinalis,L)<br />
En la antigüedad humana, el<br />
romero estaba considerado, como el<br />
incienso y otras sustancias productos<br />
naturales llamados "libanotis", que<br />
185<br />
servían para preparar soluciones<br />
empleadas en el acto de libar.<br />
Libar, que en el lenguaje diario<br />
significa beber, en esos tiempos era otra<br />
cosa. Consistía en el acto de llenar una<br />
copa con líquido ritual, beber un<br />
pequeño sorbo y derramar el resto sobre<br />
algún objeto, algún animal sacrificia1 o<br />
simplemente sobre el piso como una<br />
ofrenda a la Madre Tierra. Era pues, el<br />
romero, una planta con empleo<br />
religioso.<br />
El nombre "romero" (en inglés<br />
"rosemary") viene del griego rhops<br />
(arbusto); y myrinos (aromático).<br />
Hay otras interpretaciones, pero<br />
ésta parece ser la cierta.<br />
Se recomienda el romero en una<br />
infusión de 30-40 gm. por litro de agua.<br />
Tomando tres o cuatro tazas al día, abre<br />
el apetito, tonifica el organismo y se'<br />
dice que tiene acción excitante sobre la<br />
producción de bilis.<br />
El romero llegó a Lima en 1579<br />
traído por don Alonso Gutiérrez. Lo<br />
plantó en su huerta y se dice que,<br />
cuando había logrado su cultivo, el<br />
virrey Toledo se encantó tanto con la<br />
noticia que "vino a la huerta e<br />
hincándose de rodillas la besó..."<br />
El romero escapa fácilmente al<br />
cultivo volviéndose silvestre. Es una<br />
planta perenne, que vive varios años
si es bien cuidada. Crece <strong>desde</strong> el nivel<br />
del mar hasta <strong>los</strong> 1500 mts. de altura.<br />
El objetivo del cultivo es la<br />
cosecha de hojas, flores y tal<strong>los</strong> jóvenes.<br />
Se expende fresco o seco para su<br />
empleo como condimento o como<br />
hierba medicinal y sirve como<br />
sucedáneo del incienso en <strong>los</strong> ritos<br />
religiosos.<br />
EL COMINO<br />
(Cuminum cyminum L.)<br />
Es un condimento usado también<br />
<strong>desde</strong> muy antiguo en el Viejo Mundo y<br />
se le menciona en <strong>los</strong> papiros egipcios.<br />
Se usa casi exclusivamente <strong>los</strong><br />
frutos secos que guardan sus<br />
características saborizantes durante<br />
mucho tiempo sin mayor deterioro.<br />
Tiene un claro efecto excitante<br />
sobre el peristaltismo intestinal y<br />
gástrico y en ese sentido es un buen<br />
aperitivo y, por lo tanto, tiene fama de<br />
reconstituyente. Desde el tiempo del<br />
Imperio Romano, se menciona el efecto<br />
que tiene el comino provocando la<br />
salida de gases digestivos ya sea en<br />
eructos o en ventosidades, lo que hacía<br />
poco recomendable servir platos con<br />
comino en una mesa elegante. Pero al<br />
Emperador Claudio (10 A.C.-54 D.C.)<br />
le gustaba tanto que mediante un<br />
decreto permitió servirlo en <strong>los</strong><br />
banquetes más sofisticados de la corte.<br />
Y al diablo con <strong>los</strong> gases.<br />
186<br />
Se emplea en polvo (1 gr.) o en<br />
infusión de las semillas machacadas (2<br />
gr.), antes de las comidas como<br />
aperitivo, o después de ellas como<br />
digestivo. Desde luego, su uso como<br />
saborizante está descrito en todos <strong>los</strong><br />
libros de cocina.<br />
Industrialmente, se le emplea en<br />
la confección de alimentos preparados y<br />
en la fabricación de licores diversos.<br />
Es una hierba anual cuyo cultivo<br />
es fácil. Tan fácil que, según Teofrasto<br />
(372-287 A.C.) en su "Tratado de las<br />
causas de la vegetación", es una de las<br />
plantas que mejor se logran en las<br />
peores condiciones y es conveniente<br />
sembrada "echando maldiciones" ...<br />
Requiere, sin embargo, buen sol y riego<br />
frecuente.<br />
EL CULANTRO<br />
(Coriandrun sativum)<br />
Prácticamente todos <strong>los</strong><br />
naturalistas de la antigüedad, <strong>desde</strong> <strong>los</strong><br />
autores egipcios del famoso Papiro
de Ebers hasta Teofrasto, Galeno, Plinio<br />
y Dioscórides, mencionan las virtudes<br />
del cu1antro así como su relativa<br />
toxicidad a muy altas dosis,<br />
produciendo una especie de borrachera<br />
que ha dado lugar al conocido dicho de<br />
"bueno es cu1antro, pero no tanto". Fue<br />
traído al Perú por <strong>los</strong> españoles.<br />
Se emplean las hojas frescas<br />
como saborizante; <strong>los</strong> frutos secos y<br />
pulverizados en dosis de 4 a S gramos,<br />
pueden tomarse con miel o como base<br />
para una infusión aperitiva.<br />
Su beneficiosa acción digestiva<br />
parece consistir básicamente en una<br />
excitación de <strong>los</strong> movimientos<br />
peristálticos intestinales aunque hay<br />
quien lo recomienda como un tónico<br />
general. Esto último puede ser<br />
consecuencia de lo primero, al abrir el<br />
apetito y mejorar la digestión.<br />
Los efectos tóxicos se hacen<br />
notar con dosis superiores a <strong>los</strong> 80<br />
gramos, cantidad rara vez consumida<br />
con excepción de grandes comilonas<br />
condimentadas fuertemente con esta<br />
planta aromática. El seco de cabrito y el<br />
arroz con pato a la chiclayana, por<br />
ejemplo.<br />
Pero aún. así, no es realmente<br />
peligroso: puede provocar muy marcada<br />
somnolencia, mareos y descoordinación<br />
motora, aunque no se han reportado<br />
secuelas o Consecuencias graves.<br />
En la industria, el culantro se usa<br />
187<br />
también como saborizante de alimentos<br />
preparados, quesos, mantequilla, panes<br />
y bizcochos y hasta ciertas marcas de<br />
cerveza o licores y aperitivos.<br />
Su cultivo es fácil. Es hierba<br />
anual que crece en tierras de<br />
preferencias calcáreas, poco arcil<strong>los</strong>as y<br />
bien drenadas. Los frutos se cosechan<br />
cuando empiezan a tomar un color<br />
amarillento. Las semillas se secan y<br />
pueden mantener su viabilidad durante<br />
varios años.<br />
Si acaso va usted a México, allá<br />
se dice "cilantro" y no "culantro" (con<br />
perdón de usted) para no despertar<br />
recónditas memorias de la anatomía<br />
pudorosa.<br />
EL TOMILLO<br />
(Thymus vulgaris L.)<br />
Aunque hay consenso en que<br />
esta planta es originaria del<br />
Mediterráneo Occidental, no es<br />
mencionada por ninguno de <strong>los</strong><br />
naturalistas de la antigüedad grecoromana<br />
y muchos opinan que su<br />
incorporación al uso culinario y<br />
medicinal español es relativamente<br />
reciente, quizás durante la Edad Media.<br />
Está claro que fue traída a América por<br />
<strong>los</strong> europeos.<br />
Su aroma, que inunda el<br />
ambiente cuando se arroja sobre<br />
carbones encendidos, parece ser que<br />
inclinó a Linneo a darle ese nombre<br />
latino al género, pues "Thymus" se dice<br />
en griego de una ofrenda incinerada
que se convertía en humo.<br />
Probablemente el tomillo fue usado<br />
originalmente en ceremonias religiosas<br />
pues "Thymus" es también una raíz<br />
griega relacionada al alma y a las<br />
emociones. Pero bautizado así, por una<br />
razón o por otra, <strong>desde</strong> hace varios<br />
sig<strong>los</strong> esta hierba es usada en infusión<br />
como digestiva y aperitiva.<br />
Una fonna práctica de usado<br />
como aperitivo es una sopa de tomillo<br />
preparada por una buena cocinera, o una<br />
copita de una mistela de tomillo para<br />
cuya preparación hay muchas fórmulas.<br />
EL ORÉGANO y LA MEJORANA<br />
(Origanum vulgare y, Origanum<br />
mejorana)<br />
Hay varias plantas que se llaman<br />
"Orégano", dos de las cuales hemos<br />
incluido en esta lista. Estas dos tienen<br />
aproximadamente <strong>los</strong> mismos usos en la<br />
cocina y, <strong>desde</strong> el punto de vista<br />
práctico, son intercambiables al punto<br />
que aun en <strong>los</strong> más importantes<br />
diccionarios ingleses, son tratadas<br />
en pareja y Linneo las colocó en<br />
el mismo género. Otros oréganos<br />
en América son el orégano de<br />
monte o pampa-orégano (Lantana<br />
involucrata, L.) (Hyptis capitata),<br />
el orégano de burro (Lippia alba),<br />
el orégano de cerro (Lippia<br />
graveolens ), el orégano poleo<br />
(Lippia micromera), el orégano<br />
cimarrón (Lippia origianoides) (Hyptis<br />
pectinata), e. orégano de Cartagena<br />
188<br />
(Coleus aromaticus), etc., etc. Algunos<br />
de estos oréganos son plantas<br />
originarias de América.<br />
Los dos oréganos que aquí<br />
describimos son originarios del<br />
Mediterráneo y fueron traídos a<br />
América por <strong>los</strong> españoles.<br />
Ambas tienen uso popular como<br />
saborizantes de guisos, sopas y dulces, y<br />
ambos son considerados buenos<br />
digestivos, aperitivos y carminativos,<br />
con alguna acción antiespasmódica y<br />
sedante.<br />
En general, se dice que el<br />
orégano vulgar es silvestre en España y<br />
la mejorana es silvestre en el Medio<br />
Oriente.<br />
Ambos son fáciles de cultivar y<br />
muy agradecidos por <strong>los</strong> buenos<br />
cuidados. Deben cosecharse cuando<br />
empiezan a florecer, se secan a la<br />
sombra y se guardan en sitio seco o en<br />
frascos bien tapados, conservándose<br />
bien el aroma durante largas<br />
semanas.<br />
EL TORONJIL<br />
(Melissa officinalis)<br />
Para darle nombre<br />
oficial a esta planta, Linneo<br />
no vaciló en tener en cuenta<br />
cuán atractivo era su aroma para las<br />
abejas que fabrican
la mejor miel a partir de su néctar. Ya<br />
<strong>desde</strong> Dioscórides su relación con la<br />
miel era conocida: le llamaban melisa y<br />
también apiastro por las mismas<br />
razones.<br />
En tiempos del Virrey Toledo,<br />
trajo de España el cultivo de Toronjil un<br />
religioso jesuita...<br />
Su delicioso aroma, que en algo<br />
recuerda al de <strong>los</strong> cítricos (fue llamado<br />
también citronela), ha llegado a ocupar<br />
la casi totalidad de su imagen como<br />
yerba útil y por lo tanto como<br />
saborizante de bebidas y alimentos.<br />
Desde comienzos del siglo XVI,<br />
<strong>los</strong> monjes Carmelitas Descalzos<br />
popularizaron un cordial que era en<br />
realidad un "Alcoholato de Melisa" que<br />
llegó a constituir, como dice Leclerc, "el<br />
antiespasmódico más popular, aquél al<br />
que recurren todas las clases de la<br />
sociedad en <strong>los</strong> momentos patéticos de<br />
la existencia: indigestiones, síncopes,<br />
crisis de nervios, escaramuzas<br />
matrimoniales, etc..." El que quiera<br />
prepararla ahora deberá poner una<br />
buena cantidad de toronjil en buen ron y<br />
agregarle cáscara de limón y naranja,<br />
nuez moscada, culantro y canela. Filtrar<br />
y ponerle azúcar al gusto. Dado el bajo<br />
rendimiento de la planta, no es<br />
infrecuente la adulteración comercial de<br />
la esencia de toronjil con aceite de<br />
limón o de naranja.<br />
En España, y en general en el<br />
Mediterráneo, esta planta crece silvestre<br />
189<br />
en <strong>los</strong> bordes de ríos y torrenteras. Se<br />
recomienda reproducirla por esquejes<br />
durante el rebrote primaveral.<br />
Es una planta perenne que se<br />
renueva anualmente con brotes tiernos.<br />
Los tal<strong>los</strong> permanentes se en maderan<br />
fácilmente y pueden llegar a constituir<br />
pequeños arbustos hasta cerca de un<br />
metro de altura. Las hojas se cosechan<br />
antes de la floración y se desecan para<br />
su comercialización o industrialización.<br />
EL APIO<br />
(Apium graveolens)<br />
Egipcios, griegos y romanos<br />
hablan de varios "apios" o "selinos",<br />
uno de <strong>los</strong> cuales debe ser la planta que<br />
nos ocupa. El vocablo "selinos" que,<br />
con diversos apelativos agrupa a estas<br />
plantas, dio origen al "seleri" o "celeri"<br />
de <strong>los</strong> franceses y al "celery" de <strong>los</strong><br />
ingleses. Es más, un "apio" que crece<br />
silvestre entre las piedras recibió de<br />
Linneo el nombre de "Petroselinumtl y<br />
resulta ahora nuestro perejil.<br />
Originalmente, el apio motivo de este<br />
apunte no fue usado sino como planta<br />
medicinal. Su uso como saborizante es<br />
más reciente. En el siglo XVI, el gran<br />
naturalista español, Don Andrés de<br />
Laguna, nos dice que el apio "nadie lo<br />
mezcla en las viandas por dar de sí un<br />
olor muy hediondo y ser muy ingrato al<br />
gusto ti. Font Quer nos dice que,<br />
durante la Edad Media en España, el<br />
apio era una planta medicinal muy<br />
popular y que originó el comentario<br />
irónico de esos tiempos:
"El hijo muerto; y el apio ¿ en el<br />
huerto?"<br />
El apio fue traído al Perú por <strong>los</strong><br />
españoles. Además de sus muchos usos<br />
culinarios actuales, crudo en ensaladas,<br />
cocido en potajes, y en semilla como<br />
condimento, el apio es considerado un<br />
buen aperitivo y su raiz forma parte del<br />
compuesto español llamado "cinco<br />
raíces" (apio, espárrago, hinojo, perejil<br />
y arrayán) que se prepara con 15<br />
gramos de cada componente en medio<br />
litro de agua hirviendo, macerando 24<br />
horas y formando después un jarabe con<br />
cantidad suficiente de azúcar (1 kg.),<br />
para ser administrado por cucharadas<br />
como aperitivo.<br />
El apio crece silvestre en el sur<br />
de Europa, en las tierras húmedas, en<br />
<strong>los</strong> bordes de acequias y arroyue<strong>los</strong>,<br />
mostrando una gran tolerancia a la<br />
salinidad de <strong>los</strong> sue<strong>los</strong>. Crece así bien<br />
en salinas, marismas y terrenos<br />
salobres, pero crece mejor en terrenos<br />
bien cultivados. El color blanco de <strong>los</strong><br />
tal<strong>los</strong> se obtiene cultivándolo en la<br />
oscuridad (un procedimiento poco<br />
práctico) o cubriendo con tierra, la parte<br />
190<br />
inferior de la planta un mes antes de la<br />
cosecha.<br />
Es una hierba anual que solo<br />
forma tallo al empezar el segundo año<br />
de su desarrollo, muriendo después.<br />
LA HIERBA BUENA<br />
(Mentha viridis, M.piperita)<br />
Una hija de Cócito, el dios de <strong>los</strong><br />
ríos, resultó, de la noche a la mañana o<br />
de la mañana a la noche, amante de<br />
Plutón, el dios de <strong>los</strong> parajes<br />
subterráneos donde habitan <strong>los</strong> muertos:<br />
dios de <strong>los</strong> infiernos y hermano de Zeus.<br />
Ella se llamaba Menta y, por su<br />
seductor comportamiento, despertó <strong>los</strong><br />
terribles ce<strong>los</strong> de Proserpina, la esposa<br />
de Plutón. En mal momento, porque la<br />
reina del infierno convirtió a la pobre<br />
Menta en una planta y allí la dejó en la<br />
orilla dé <strong>los</strong> ríos, para la satisfacción del<br />
olfato humano y solaz de <strong>los</strong> buenos<br />
cocineros.<br />
Hasta aquí la mitología griega;<br />
pero buen maestro de amores ha de<br />
haber sido Plutón y buenas razones<br />
habrán asistido a la cruel Proserpina,<br />
pues Menta ha continuado sus<br />
travesuras y todos sus descendientes<br />
constituyen ahora una tribu de niñas<br />
promiscuas que se mezclan y<br />
entremezclan en la forma más<br />
escanda<strong>los</strong>a posible, produciendo entre<br />
<strong>los</strong> pobres botánicos una caótica con-
fusión de la que no se salvan ni<br />
encomendando su alma a Proserpina.<br />
Para que no me crean mojigato ni<br />
exagerado, vale la pena transcribir aquí<br />
un párrafo del muy serio botánico<br />
catalán Don Pío Font Quer: “Cuando las<br />
mentas se entrecrían,lo cual ocurre con<br />
frecuencia porque todas andan en pos de<br />
la frescura y la humedad, nunca dejan<br />
de mestizar; sus estirpes se adulteran y,<br />
a menudo, menguando o perdiéndose<br />
sus progenitores sin mezcla, <strong>los</strong> híbridos<br />
pasan por nobles y <strong>los</strong> padres por<br />
corrompidos”<br />
En esa mezcla de hijas bastardas,<br />
adulterinas, incestuosas, ilegítimas,<br />
fomecinas y caricarillas estála deliciosa<br />
hierba buena que todos conocemos. Por<br />
lo general, es un producto híbrido, muy<br />
rara vez una legítima descendiente de<br />
uno de <strong>los</strong> troncos principales de la<br />
comunidad de las mentas que son la<br />
Mentha viridis y la Mentha piperita. Y<br />
no me voy a pelear, por supuesto, con el<br />
primero que me diga que él sí tiene en<br />
su jardín una que es hija legítima y fruto<br />
de una bendición sacramental de alguna<br />
menta de buenas costumbres. Le creeré<br />
a pie juntillas, y a otra cosa.<br />
Las mentas llegaron a España<br />
<strong>desde</strong> la época de <strong>los</strong> romanos, y la<br />
hierba buena está aquí en el Perú <strong>desde</strong><br />
191<br />
pocos años después de la llegada de<br />
Pizarro. La sembraron por primera vez<br />
en el Hospital de Santa Ana. El que no<br />
sepa cómo se usa la hierba buena, mejor<br />
que no lea este libro. Está en la calle.<br />
La Menta piperita, si se puede<br />
conseguir pura, casta y fiel, es la base<br />
para todas las buenas esencias de menta<br />
y para el mentol que todos conocemos.<br />
Pero ahora lo hacen sintético para<br />
complicar aún más la enrevesada moral<br />
genealógica de la compleja familia de<br />
las mentas.<br />
Seguramente, alguno de mis<br />
amigos botánicos ha de protestar por mi<br />
irreverente difamación de las mentas.<br />
Mi querida Julia Morton, con su<br />
enciclopédica erudición, nos menciona<br />
una, dos... ¡diecinueve!, cada una con su<br />
latinajo, identificándolas con el cariño y<br />
la paciencia de hada madrina. En su<br />
respetuoso amor por las mentas y por<br />
todas las hierbas aromáticas, nos dice<br />
que la hierba buena debe ser llamada<br />
Mentha nemorosa o, si mucho apura,<br />
Mentha sylvestris, varo nemorosa. La<br />
verdad es que yo nunca le discuto a<br />
Julia porque me destruye con el dedo<br />
meñique de su mano izquierda.
CAPÍTULO VI<br />
VERDE TE QUIERO VERDE…<br />
__________________________________________<br />
Basta revisar superficialmente<br />
<strong>los</strong> escritos españoles y mestizos del<br />
Perú del siglo XVI y xvn para darnos<br />
cuenta de que <strong>los</strong> antiguos peruanos<br />
consumían como hortalizas<br />
prácticamente toda hierba a la que<br />
podían echar mano. Las frescas y<br />
dulces, las comían crudas; las amargas<br />
las procesaban para quitarles el mal<br />
gusto; las hervían y las secaban para<br />
guardarlas y comerlas en mejor<br />
momento. Yuyos, llamaban en forma<br />
genérica a las hierbas comestibles, un<br />
vocablo que el ama de casa perúana de<br />
hoy usa casi exclusivamente para hablar<br />
de las algas. Pero en aquel entonces,<br />
yuyos eran todas las hierbas; y aunque<br />
cada una tenía su nombre, la gran<br />
mayoría de <strong>los</strong> que en ese tiempo<br />
escribieron confiesan haber olvidado tan<br />
compleja nomenclatura. Antúnez de<br />
Mayolo recuperó una larga serie de esos<br />
nombres perdidos, algunos todavía<br />
vigentes.<br />
Escasamente unos cuantos han<br />
resistido el embate de la<br />
transculturación, especialmente <strong>los</strong> que,<br />
como la muña, el huacatay, el paica, el<br />
chincho, el pucherí, y otros, fueron<br />
LAS HORTALIZAS<br />
192<br />
defendidos de hi catástrofe por su<br />
peculiar aroma y sus cualidades<br />
saborizantes. Nos ocupamos de ellas en<br />
el capítulo anterior.<br />
En su excelente libro sobre la<br />
Nutrición en el Antiguo Perú, este sabio<br />
peruanista nos da lo que él considera<br />
una lista resumida de las muchas plantas<br />
silvestres que el habitante prehispánico<br />
consumía rutinariamente.<br />
Debemos aclarar, <strong>desde</strong> luego,<br />
que el concepto de "hortalizas" que<br />
nosotros tenemos ahora es muy<br />
diferente del que tuvo el peruano<br />
prehispánico. Hoy en día, las hortalizas<br />
que comemos son provenientes de<br />
plantas especialmente seleccionadas por<br />
la calidad de sus hojas, y cultivadas con<br />
objeto de consumir precisamente esas<br />
hojas: lechuga, col, escarola, acelga,<br />
espinaca, etc. En cambio, <strong>los</strong> peruanos<br />
antiguos usaban, como hortaliza, las<br />
hojas de vegetales cultivados con otro<br />
propósito: hojas de quinua, de kiwicha,<br />
de papa, de olluco, de oca, etc.etc. y, al<br />
lado de eso, de cuanta planta silvestre<br />
pudieran echar mano, más aún si se<br />
trataba de vegetación colateral o<br />
invasora. Era ya cuestión gastronómica<br />
si recolectaban las hojas maduras o <strong>los</strong> cogol<strong>los</strong>; las hojas tiernas o las que ya
amarilleaban.<br />
Las hojas de la Kiwicha son<br />
utilizadas como hortaliza (generalmente<br />
cocidas en agua), y reciben el nombre<br />
de Lliccha en el Cuzco y de chiwa en<br />
Puno. Las hojas del tarwi se agregan a<br />
las sopas y <strong>los</strong> guisos, recibiendo el<br />
nombre de kanchiyuyo; y las hojas del<br />
oyuco se denominan Llutush. Así es que<br />
todas estas hortalizas no son<br />
simplemente hojas de talo cual planta<br />
sino que adquieren personalidad propia<br />
por la popularidad que les confiere el<br />
uso.<br />
Existió en el antiguo Ande una<br />
especial predileccción por las hojas<br />
verdes. Muchas de estas eran<br />
simplemente recolectadas, y no hay<br />
seguridad de cuáles fueron cultivadas.<br />
Cuando uno recurre a <strong>los</strong> léxicos<br />
quechuas del siglo XVI encuentra<br />
docenas de vocab<strong>los</strong> que<br />
identifican estas hierbas<br />
comestibles que el indígena<br />
consumía diariamente. Los<br />
cronistas de la Conquista dicen<br />
por eso que <strong>los</strong> guerreros<br />
autóctonos podían subsistir largos días<br />
en el campo con un puñado de maíz y<br />
unas cuantas hojas de coca,<br />
alimentándose de las hierbas que<br />
recogían. En el estudio moderno de<br />
recursos naturales que llevan a cabo<br />
Ciro Hurtado y Berta Balbín muchas de<br />
estas plantas han sido ya identificadas.<br />
Incluyen además muchos tipos de algas<br />
193<br />
de agua dulce y de mar y se estudia en<br />
la actualidad su valor nutritivo que<br />
resulta sorpresivamente elevado.<br />
Algunas plantas silvestres de<br />
antaño son ahora cultivadas e<br />
industrializadas, como sucede con <strong>los</strong><br />
cogol<strong>los</strong> del Pijuayo (Bactris gassipae)<br />
que aquí en el Perú llamamos "palmito".<br />
Son ahora, aquí y en el extranjero, una<br />
delicadeza gastronómica, crudos o<br />
cocidos, frescos o en conserva. Es<br />
admirable comprobar que vegetales tan<br />
suaves y delicados puedan ser <strong>los</strong><br />
formadores de una de las maderas más<br />
duras y más resistentes, la "chonta", que<br />
sirve para fabricar instrumentos y armas<br />
de caza.<br />
Dentro del mecanismo de la<br />
transculturación, el gusto por las<br />
hortalizas introducidas por <strong>los</strong> españoles<br />
se afianzó prontamente después de la<br />
Conquista. El desarrollo reciente de la<br />
industria de <strong>los</strong> espárragos puede<br />
hacerle pensar a algún ingenuo que esa<br />
planta (Asparragus offcinale) es<br />
más o menos nueva entre nosotros.<br />
Pero Garcilaso de la Vega dice que<br />
en 1555 Don García de Melo, del<br />
Trujillo español, le regaló un día al<br />
padre del cronista tres deliciosos<br />
"espárragos de España", cultivados en<br />
su chacra de Lima: Cómo y cuándo<br />
llegó esta verdura al Perú, queda oscuro<br />
en la historia de esos días. Además, las<br />
verduras de ensalada, la lechuga, <strong>los</strong><br />
berros, la col, la coliflor, etc., llegaron,<br />
vieron y vencieron antes de que Manco<br />
Inca fuese asesinado.
Los espárragos aparecen<br />
ya en las pinturas de algunas<br />
tumbas egipcias hace cinco o seis<br />
mil años. De Egipto pasaron a<br />
Grecia, a Roma y por fin a<br />
España. De allá <strong>los</strong> trajo García<br />
de Melo y aquí nuestros<br />
agricultQres han logrado variedades de<br />
excelente rendimiento.<br />
Entre estas hortalizas que<br />
llegaron con <strong>los</strong> españoles, tenemos un<br />
género botánico, perteneciente a la<br />
familia de las Crucíferas, que es el<br />
género Brassica de gran antigüedad en<br />
las costas mediterráneas. Es un grupo de<br />
especies de lo más útil en la<br />
alimentación europea adaptada a<br />
nuestro territorio y a él pertenece<br />
la Brassica olerácea que tiene<br />
diversas variantes: la capitata es<br />
la col con su hermana llamada<br />
repollo y la botrys es la coliflor y<br />
el brócoli. Al lado de éstas, la<br />
Brassica napus y la Brassica rapa<br />
son dos formas de nabo;' y la Brassica<br />
juncea y la Brassica nigra son las<br />
mostazas, tan usadas como condimento.<br />
Desde el tiempo de Dioscórides,<br />
aquel gran botánico que era médico de<br />
<strong>los</strong> ejércitos de Nerón, se sabe que la<br />
lechuga era consumida por <strong>los</strong> romanos<br />
y el Dr. Laguna, durante el siglo XVI,<br />
nos dice que esta planta es amiga del<br />
estómago, provoca sueño, ablanda el<br />
vientre y acrecienta la leche. Cocida,<br />
dice, es mejor. La verdad, yo nunca la<br />
comí cocida. ¿Tú?....<br />
194<br />
La semilla de lechuga "es<br />
útil a <strong>los</strong> que sueñan<br />
continuamente sueños muy<br />
lujuriosos y refrena <strong>los</strong> apetitos<br />
venéreos". Apunte usted, padre.<br />
Las acelgas también están<br />
clasificadas por <strong>los</strong> botánicos en un<br />
género denominado Beta, que las<br />
incluye junto a la betarraga y a la<br />
remolacha dulce, como hemos visto<br />
entre las raíces. Como hojas<br />
comestibles, deben ser hervidas primero<br />
para disolver algunos componentes que<br />
se descartan con la primera agua.<br />
La albahaca, por otro<br />
lado, es también de antiquísima<br />
estirpe mediterránea. Los<br />
botánicos le llaman Ocimum<br />
basillicum porque en griego<br />
okiman significa perfumado.<br />
Vaya si lo es.<br />
Aunque esta hortaliza llegó<br />
tempranamente en la colonia, su<br />
popularidad se hizo más notoria a raíz<br />
de la inmigración genovesa, a mediados<br />
del siglo pasado.<br />
Las espinacas (Spinacia<br />
oleracen) son de historia enrevesada<br />
aunque al fin de cuentas la mayoría<br />
coincide en que fueron introducidas a<br />
España por <strong>los</strong> árabes que las llamaban<br />
"isfinaj". Ya llevaban varios sig<strong>los</strong> en la<br />
península ibérica cuando se hizo el<br />
contacto con América,
y algún español o española anónimo la<br />
trajo por acá. 'Es una buena fuente de<br />
hierro, pero no mejor que otras<br />
verduras. Lo que pasa es que se<br />
popularizaron mucho como<br />
energizantes <strong>desde</strong> la época de<br />
Popeye, el marinero peleador de<br />
hace seis décadas.<br />
y cuando digo: más arriba<br />
que ahora cultivamos todas<br />
nuestras hortalizas, es un decir. Lo<br />
cierto es que nuestros gastrónomos no<br />
leen suficiente y no tienen imaginación,<br />
pues fui y una serie de hierbas que<br />
.crecen por ahí y que son muy sabrosas<br />
verduras de ensalada.<br />
El "Diente de León", por<br />
ejemplo, (Taraxacum officfuale) no era<br />
muy frecuente en la mesa europea hasta<br />
después del siglo XI, cuando sus<br />
propiedades medicinales y su sabor<br />
amargo como aperitivo lo hizo más<br />
popular en su consumo como hortaliza.<br />
Mucha gente de muy buen gusto en<br />
Europa sale ahora a pasear por el campo<br />
y recolecta las hojas tiernas, que no son<br />
tan amargas, y hacen ensaladas<br />
195<br />
riquísimas, o les quitan el amargo con la<br />
primera agua de un hervor y <strong>los</strong> comen<br />
como acelgas. Todos nuestros parques<br />
están llenos de esa planta cosmopolita,<br />
con sus lindas flores amarillas y sus<br />
motas blancas de semillas<br />
voladoras.<br />
Y más allá tenemos <strong>los</strong><br />
berros, la verdolaga, el mastuerzo,<br />
la lengua de vaca o ataco, el canayuyo<br />
o amargón ¡ah! y la alfalfa...<br />
Todos creen, aquí en el Perú,<br />
que la alfalfa es para que coman <strong>los</strong><br />
animales domésticos. Pero olvidan que<br />
es un alimento estupendo, con alto<br />
contenido de proteínas, de hierro y de<br />
vitaminas. Su gran valor fue reconocido<br />
<strong>desde</strong> hace doscientos años cuando <strong>los</strong><br />
botánicos la bautizaron Medicago<br />
sativa, o sea, "la medicina que se<br />
come". La alfalfa fue traída <strong>desde</strong><br />
Valencia (España) por un portugués,<br />
soldado de Almagro, llamado Cristóbal<br />
Gago. Si la comes en ensalada o en<br />
guisos, ya verás que no eres burro.
196
En un libro sobre nutrición no<br />
podemos olvidamos de la coca. Y<br />
alguien dice por ahí que Cabieses no<br />
puede escribir más de dos páginas si no<br />
menciona a la coca. Ambas cosas son<br />
verdad pero, en este caso particular,<br />
tenemos que hablar de la coca porque el<br />
uso tradicional de este estimulante<br />
andino ha sido siempre relacionado con<br />
el estado de nutrición de nuestro pueblo,<br />
y este es un libro sobre nutrición.<br />
Mucho se ha escrito sobre este<br />
arbusto andino. Hay una abundante y<br />
florida leyenda negra sobre esta planta<br />
que <strong>los</strong> Incas consideraban sagrada. Y<br />
hay suficiente evidencia científica que<br />
prueba que esa leyenda negra es un<br />
cajón de sastre dentro del cual se han<br />
acumulado, disfrazadas de coca, todas<br />
las lacras sociales que la historia nos<br />
relata en sus catastróficos resultados<br />
antropológicoso La coca resulta así<br />
responsable del abandono, explotación,<br />
pobreza, marginación, hambre y falta de<br />
educación de que ha sido víctima<br />
durante cuatro sig<strong>los</strong> el indígena<br />
peruano. Pero vamos al grano. Sobre<br />
una sólida base: aquí hablamos<br />
solamente de coca. No hablamos del<br />
consumo fatídico de la cocaína, uno de<br />
<strong>los</strong> catorce alcaloides de la coca.<br />
Las hojas de coca, consumidas<br />
en la forma tradicional de <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong><br />
andinos, constituyen un estimulante<br />
social que combate la fatiga, disminuye<br />
el sueño y anula la sensación de<br />
LA COCA<br />
197<br />
hambre.<br />
Con un puñado de hojas de coca<br />
bajo el carrillo, el consumidor indígena<br />
puede caminar o trabajar sin sufrir con<br />
la fatiga ni la sed ni el hambre. Es por<br />
eso que muchos sabios de salón dicen<br />
que el consumo de coca, al suprimir el<br />
hambre, contribuye a la desnutrición.<br />
Pero no tienen en cuenta que la acción<br />
farmacológica de <strong>los</strong> principios activos<br />
de la coca desaparece en diez o quince<br />
minutos tan pronto como se descarta el<br />
bolo de hojas. La sangre y el hígado,<br />
mediante bien estudiados procesos<br />
químicos, destruyen la pequeña<br />
cantidad de alcaloides que se ha<br />
absorbido; y el apetito, la sed y la fatiga<br />
regresan. El coquero consume<br />
alimentos, cuando <strong>los</strong> hay, en cantidad y<br />
calidad normales. La desnutrición del<br />
andino tiene sus causas en la pobreza, la<br />
marginación y la ignorancia. No en la<br />
coca.<br />
Se dice también que la coca se<br />
ha utilizado, en el sistema de<br />
explotación del trabajador indígena,<br />
como parte del salario. Esto también es<br />
verdad. Pero si fue o si es aceptada<br />
como parte del salario, ha sido porque el<br />
valor de cambio, el valor del trueque de<br />
la coca, siempre fue más estable, más<br />
confiable y más comprensible para el<br />
indígena que el valor del dinero. En<br />
gran medida, la aceptación de la coca<br />
como parte del salario no reflejó nunca<br />
un deseo de consumir más coca, sino un
conocimiento de que la coca ha sido y<br />
sigue siendo un elemento útil en el<br />
intercambio comercial en el entorno de<br />
la economía rural de muchas regiones<br />
andinas. Vale más que el dinero, por su<br />
valor de cambio, para adquirir<br />
productos de primera necesidad en la<br />
economía rural.<br />
Poco a poco, lentamente, la<br />
aceptación de la coca por la sociedad<br />
occidentalizada de nuestro país ha<br />
tomado el camino de la herboristería.<br />
Aprovechando sus propiedades<br />
medicinales, especialmente sobre el<br />
aparato digestivo, el "mate de coca" o el<br />
"té de coca" (no es mate ni es té), es<br />
decir, la infusión de coca, ha tomado<br />
carta de ciudadanía en restaurantes y<br />
hoteles modernos de nuestro país. Es<br />
tanto una ayuda a la digestión, como un<br />
útil amigo para tolerar mejor las<br />
inclemencias de la altura sobre el nivel<br />
del mar.<br />
198<br />
Desde luego, algunos<br />
nutricionistas, panegiristas de la coca<br />
que también <strong>los</strong> hay, alegan que la hoja<br />
de coca es nutritiva porque <strong>los</strong> análisis<br />
químicos prueban que tiene un alto<br />
contenido de proteínas y de vitaminas.<br />
Linda idea. Pero tampoco es tan verdad,<br />
porque nadie deglute la coca y, si<br />
analizamos el bolo de hojas que el<br />
coquero descarta después de haberlo<br />
exprimido durante dos horas bajo el<br />
carrillo, veremos que las proteínas, y<br />
probablemente las vitaminas, se van al<br />
canasto.
199
CAPÍTULO VII<br />
JOYAS EN SU ESTUCHE<br />
__________________________________________<br />
A ese fruto alargado, que se abre<br />
en dos valvas y muestra adentro una fila<br />
muy ordenada de semillas redondas,<br />
ovaladas o arriñonadas, en número<br />
variable, se le llama legumbre. Otro<br />
nombre menos conflictivo es el de<br />
"vaina" para el cual más abajo tenemos<br />
una graciosa anécdota. Pero el vocablo<br />
“legumbre”, que es el término<br />
adecuado, muchas personas lo usan por<br />
extensión para denominar cualquier<br />
vegetal comestible cultivado en el patio<br />
trasero. La corrupción lingüística así<br />
producida es tan frecuente que hasta<br />
algunos diccionarios bajan la cabeza y<br />
la aceptan.<br />
Pero <strong>los</strong> botánicos no toleran esa<br />
generalización y solo aceptan la palabra<br />
“legumbre” para esos frutos en forma de<br />
vaina o de estuche que caracterizan a la<br />
amplia familia de las leguminosas.<br />
Otros les llaman "menestras" a<br />
las legumbres secas, lo que está bien.<br />
Entre, nosotros <strong>los</strong> peruanos, menestras<br />
es lo que <strong>los</strong> botánicos entienden por<br />
legumbres. Pero en otros países de<br />
habla castellana, menestra puede ser<br />
cualquier sopa de hortalizas con<br />
LAS LEGUMBRES<br />
200<br />
pedazos de carne. Eso nos viene del<br />
italiano con su "minestrone".<br />
El autor de estas líneas se<br />
enamoró de la botánica <strong>desde</strong> allá por<br />
1939 cuando llevábamos en la Facultad<br />
de Ciencias el curso regentado por el<br />
gran científico alemán Don Augusto<br />
Weberbauer, profundo y tenaz estudioso<br />
de la flora peruana, con quien salíamos<br />
todos <strong>los</strong> sábados a <strong>los</strong> campos para<br />
aprender a reconocer lo verde que nos<br />
rodeaba. Una vez, el genial viejito,<br />
como cariñosamente yo lo llamaba, se<br />
agachó y recogió el fruto de una<br />
leguminosa y, en su castellano<br />
chapurreado, le preguntó a uno de <strong>los</strong><br />
estudiantes:<br />
- ¿Cómo se llama este fruto?<br />
El joven, que despues llegó a ser<br />
un excelente biólogo pero que no había<br />
estudiado mucho las aburridas clases de<br />
Don Augusto, se quedó estático y<br />
desorientado sin saber qué responder. y<br />
ante su avergonzado silencio, el<br />
profesor le dijo un tanto molesto:<br />
-¡Esto es una legumbre! Es una<br />
vaina!
Compungido, el joven aceptó:<br />
- Si, profesor, Usted tiene razón<br />
¡Soy una vaina! No he tenido tiempo de<br />
estudiar.<br />
Siempre me quedé con la<br />
sospecha de que el sabio teutón nunca<br />
apreció debidamente la carcajada<br />
general que rubricó aquella escena.<br />
Volviendo a las vainas de la<br />
enorme familia de las leguminosas,<br />
éstas son tan pequeñas como la de la<br />
alfalfa o tan grandes como la del pacae,<br />
pasando por <strong>los</strong> frijoles y <strong>los</strong> pallares.<br />
En esta numerosísima familia hay de<br />
todo; <strong>desde</strong> las más alimenticias hasta<br />
las más venenosas; <strong>desde</strong> las más<br />
inocentes hasta las que te producen<br />
alucinaciones y locura farmacológica;<br />
<strong>desde</strong> las más inútiles hasta las más<br />
provechosas; <strong>desde</strong> plantas rastreras<br />
hasta árboles enormes.<br />
Nos ocuparemos aquí solamente<br />
de las que comemos, no sólo porque de<br />
eso trata este libro sino porque una de<br />
las mejores cosas que este Continente le<br />
ha dado al resto del Mundo, son<br />
precisamente Leguminosas. Los frijoles,<br />
<strong>los</strong> pallares, el maní, el tarwi... Pero<br />
antes de sentamos a la mesa vale la pena<br />
señalar aquí que las plantas de esta<br />
familia tienen la particularidad química<br />
de fijar el nitrógeno del aire y<br />
acumulado en sus raíces en fórmulas<br />
fácilmente digestibles por ellas mismas<br />
y por las plantas vecinas. Eso no lo<br />
puede hacer cualquier planta. Como<br />
usted sabe, amigo lector, el aire que<br />
201<br />
respiramos está principalmente<br />
compuesto de Nitrógeno (78%) y de<br />
Oxígeno (21%). Usted y yo, y todos <strong>los</strong><br />
seres vivos, aprovechamos el Oxígeno<br />
mediante la respiración. Nuestro<br />
organismo no puede usar el Nitrógeno.<br />
Sería estupendo que pudiéramos<br />
hacerlo, porque el nitrógeno sirve para<br />
formar las proteínas que son tan<br />
importantes para la vida. Pero nadie<br />
puede aprovechar tanto nitrógeno que<br />
nos rodea. Excepto las leguminosas que<br />
toman el nitrógeno del aire y lo fijan en<br />
unos nódu<strong>los</strong> que se forman en sus<br />
raíces, de donde lo recuperan conforme<br />
lo van necesitando. El nitrógeno así<br />
acumulado en las raíces del fríjol, por<br />
ejemplo, le puede servir muy bien como<br />
excelente abono a una planta de maíz<br />
que sea su vecina. Esto lo 'descubrieron<br />
<strong>los</strong> mexicanos hace muchos sig<strong>los</strong> y<br />
parece que <strong>los</strong> andinos también sabían<br />
algo de eso con sus pallares, sus frijoles<br />
y su tarwi. Sembraban una línea de<br />
tarwi por cada dos de quinua y decían<br />
que el primero le daba "calor" a la<br />
segunda, protegiéndola del frío de la<br />
puna y permitiéndole crecer mejor. Y<br />
todos sabemos que cuando comienza a<br />
cultivar una parcela en el desierto<br />
arenoso, para "enriquecer" la tierra<br />
conviene sembrarla primero con alfalfa<br />
que es una leguminosa. Todas estas son<br />
formas empíricas y muy antiguas de<br />
aprovechar las sustancias nitrogenadas<br />
que las leguminosas saben formar a<br />
partir del aire.<br />
Antes de llegar a nuestro<br />
Continente, <strong>los</strong> europeos no conocían
sino las habas, <strong>los</strong> garbanzos, las arvejas<br />
y la lenteja. Había, <strong>desde</strong> luego, muchas<br />
otras leguminosas en Europa, pero<br />
solamente éstas eran las que llegaban<br />
con frecuencia a la cocina. Cuando<br />
llegaron a América, nuestras<br />
leguminosas invadieron Europa.<br />
LOS FRIJOLES<br />
(Phaseolus vulgaris)<br />
Unos le dicen frijoles, otros<br />
frejoles y otros le ponen acento en la é y<br />
pronuncian fréjoles. A todos <strong>los</strong> acoge<br />
el diccionario de la Academia. Además,<br />
se aceptan también otros sinónimos. En<br />
España se les dice alubias y en toda la<br />
literatura hasta hace algunos años se les<br />
llama judías. Además les puedes decir<br />
faseo<strong>los</strong>, fasoles, fresoles, frisoles,<br />
frégoles y qué se yo. Aquí en el Perú, la<br />
mayoría les dice frijoles y, por<br />
extensión, "ganarse <strong>los</strong> frijoles" quiere<br />
decir ganarse el sustento como quien se<br />
"gana el pan" aunque todavía no<br />
pedimos a Dios <strong>los</strong> frijoles nuestros de<br />
cada día.<br />
Font Quer nos dice que el<br />
vocablo "frijol" y sus sinónimos<br />
similares derivan del latín<br />
"phaseolus" que era antes el<br />
vocablo griego con el que <strong>los</strong> 'del<br />
Peloponeso llamaban a unas<br />
plantas muy similares que <strong>los</strong><br />
botánicos han puesto ahora en el género<br />
Dolichos. Linneo plagió el término<br />
202<br />
Phaseolus para todo el género de <strong>los</strong><br />
faseo<strong>los</strong>, fresoles y frijoles.<br />
No hay un consenso entre <strong>los</strong><br />
expertos sobre el origen paleobotánico<br />
de <strong>los</strong> frijoles. Hay quien dice<br />
alegremente que se originaron en el<br />
Perúporque en tumbas pre-hispánicas<br />
muy antiguas se encuentran muestras de<br />
estas legumbres. Otros dicen, también<br />
muy entusiastas, que fueron <strong>los</strong> mayas o<br />
<strong>los</strong> antiguos mexicanos <strong>los</strong> que primero<br />
cultivaron estos utilísimos vegetales.<br />
Desde luego, su "descubrimiento" por<br />
<strong>los</strong> españoles fue en el Caribe, como la<br />
mayoría de <strong>los</strong> alimentos americanos,<br />
por haber sido esa región visitada por<br />
el<strong>los</strong> antes de haber llegado al Perú. Y<br />
aunque en el Perú hay mas especies y<br />
variedades afines al fríjol domesticado,<br />
debemos aceptar que fueron <strong>los</strong><br />
mexicanos <strong>los</strong> que más provecho<br />
sacaron de <strong>los</strong> frijoles al cultivar<strong>los</strong> en<br />
estrecha relación con el maíz. Esta<br />
combinación es ideal, como hemos<br />
visto. No sólo porque la presencia del<br />
fríjol mejora el cultivo del maíz, sino<br />
porque la combinación dietética<br />
maíz-fríjol es una excelente<br />
amalgama nutricional.<br />
Cristóbal Colón llevó<br />
frijoles a España en su segundo<br />
viaje, y Alvaro Núñez Cabeza de<br />
Vaca <strong>los</strong> hizo llegar a Europa<br />
<strong>desde</strong> la Florida en 1528, antes de que<br />
Pizarro conquistara
el Perú. Después, <strong>los</strong> primeros que<br />
describieron botánicamente <strong>los</strong> frijoles<br />
fueron Hieronimus Bock en 1539 y<br />
Leonardo Fuchs en 1542.<br />
Ya en 1544, Pedro Andrés<br />
Mattioli nos dice que en Italia "<strong>los</strong><br />
frijoles son vulgares... <strong>los</strong> hay de todas<br />
clases...blancos, rojos, amaril<strong>los</strong>, de<br />
diversos colores y, <strong>desde</strong> entonces, este<br />
gastrónomo italiano nos recomienda<br />
diversas formas de<br />
preparar<strong>los</strong>...cocinar<strong>los</strong> con leche... usar<br />
mostaza...<br />
Ya <strong>desde</strong> 1528 se había iniciado<br />
el cultivo de <strong>los</strong> frijoles en <strong>los</strong> jardines<br />
del Vaticano y el Papa Clemente VII,<br />
que excomulgó a Enrique VIII de<br />
Inglaterra, recibió como regalo de<br />
Car<strong>los</strong> V, a quien había hostilizado, una<br />
buena cantidad de frijoles traídos de<br />
América. El Papa se volvió entonces un<br />
gran propagandista de esta alimenticia<br />
semilla e inició su cultivo en mediana<br />
escala.<br />
Por esa época, ya <strong>los</strong> frijoles<br />
habían llegado a todo el Mediterráneo y<br />
eran cultivados en mayor escala en el<br />
cercano Oriente. Por eso, algunos<br />
escritos de entonces les dicen "habas<br />
turcas" y otros generalizaron la<br />
costumbre de llamar<strong>los</strong> "judías".<br />
En 1550, Agustín Gallo remarca<br />
ya que son "muy abundantes, se<br />
conservan por largo tiempo... y gustan a<br />
todos universalmente... aunque es<br />
verdad que generan demasiadas<br />
203<br />
ventosidades y son difíciles de<br />
digerir...".<br />
Esto es algo que continúa siendo<br />
una de esas cualidades innatas a <strong>los</strong><br />
frijoles que <strong>los</strong> aficionados a esas<br />
legumbres toleran mal que bien. La<br />
cáscara del frijol tiene una substancia<br />
que interfiere con la buena digestión de<br />
algunas proteínas, lo que produce la<br />
acumulación de gases intestinales<br />
generalmente de mal olor. Aquí no hay<br />
nada qué decir: frijoles y lentejas, o <strong>los</strong><br />
comes o <strong>los</strong> dejas... Don Andrés<br />
Laguna, famoso botánico, humanista y<br />
médico de Car<strong>los</strong> V y del Papa Julio III,<br />
nos decía que <strong>los</strong> frijoles no sólo<br />
producen ventosidades sino que con<br />
frecuencia se acompañan de pesadillas<br />
engendran humor melancólico el cual<br />
suele después ser la causa de aquel<strong>los</strong><br />
sueños terríficos......<br />
Los inconvenientes digestivos de<br />
<strong>los</strong> frijoles y otras leguminosas han sido<br />
estudiados en detalle por la ciencia<br />
bromatológica. No <strong>los</strong> detallaremos<br />
aquí pero debemos recalcar que algunos<br />
de estos problemas son ocasionados por<br />
la presencia de sustancias llamadas<br />
"antinutrientes" que actúan a diversos<br />
niveles en la química digestiva.<br />
En fin, lo cierto es que con estos<br />
inconvenientes y con las grandes<br />
ventajas que todos conocemos, <strong>los</strong><br />
frijoles de América llegaron a instalarse<br />
en las mejores cocinas de Europa.<br />
Diversas noticias desparramadas aquí y<br />
allá en las fuentes de la Historia nos
dicen, por ejemplo, que en un banquete<br />
.ofrecido en 1570 por el Papa Pío V,<br />
ocupaba un lugar prominente en el<br />
menú una "torta de frijoles".<br />
En 1587, Baltazar Pisanelli, un<br />
gastrónomo italiano, decía que <strong>los</strong><br />
frijoles eran buen alimento para <strong>los</strong><br />
labriegos pero no para personas de<br />
licadas y estudiosas. Por supuesto, es<br />
cuestión de opiniones y <strong>desde</strong> entonces<br />
hasta la actualidad, todos conocemos a<br />
cogotudos intelectuales y a delicadas<br />
damitas que saben gozar muy bien de<br />
una buena frijolada.<br />
El famoso gourmet napolitano<br />
Vicente Corrado, que escribió "El<br />
cocinero galante", recomendaba en<br />
1781 comer <strong>los</strong> frijoles fritos en aceite y<br />
condimentados con pimienta y jugo de<br />
limón o en potajes con perejil, jamón,<br />
ají entero y jugo de carne....<br />
Lo cierto es que <strong>los</strong> frijoles, y la<br />
mayor parte de las leguminosas de<br />
semillas comestibles, son un excelente<br />
alimento, con un alto porcentaje de<br />
proteínas, gracias a su capacidad para<br />
procesar el nitrógeno atmosférico. En<br />
nuestro país, hay un gran consumo,<br />
tanto en la costa como en la selva. En la<br />
sierra, sin embargo, <strong>los</strong> frijoles son poco<br />
populares por una razón puramente<br />
física.<br />
Una vez maduras y secas, las<br />
semillas de las leguminosas tienen una<br />
cubierta dura y resistente, y su<br />
ablandamiento mediante la cocción<br />
204<br />
generalmente toma un período<br />
prolongado. En la sierra, donde el agua<br />
hierve a temperaturas mucho menores,<br />
mientras mayor es la altura sobre el<br />
nivel del mar, el consumo de estos<br />
alimentos es menor pues toman un largo<br />
período para cocinarse bien, lo que<br />
implica no solamente una pérdida de<br />
tiempo sino un mayor consumo de<br />
combustible.<br />
Hay muchas variedades de fríjol.<br />
De todos <strong>los</strong> colores: blancos, negros,<br />
más negros, bayos, rojos, amaril<strong>los</strong>, con<br />
pintas, grises y lo que se te ocurra. Cada<br />
uno de el<strong>los</strong> es conocido por las amas<br />
de casa con diferentes nombres y<br />
apodos que no enumeraremos aquí<br />
porque muchas de estas denominaciones<br />
tienen grandes variaciones localistas.<br />
Pero hay uno que sí vale la pena<br />
mencionar y se le llama "ñuño". Ese<br />
tiene la gran ventaja de necesitar muy<br />
poco combustible para ser cocinado. No<br />
se hierve. Se tuesta en una plancha<br />
caliente o en una sartén seca, con un<br />
poco de grasa o aceite, y revienta como<br />
el "pop-corn" proporcionando un<br />
agradable entretenimiento gastronómico<br />
sin mayor gasto de combustible.<br />
Aunque lo mencionamos de<br />
último, quizás debimos de iniciar este<br />
capítulo con esta variedad, pues parece<br />
ser el más antiguo de <strong>los</strong> frijoles. En un<br />
depósito arqueológico de hace algo más<br />
de 10,000 años (Guitarrero), se han<br />
encontrado evidencias de su cultivo.<br />
Ahora es fácilmente cultivado entre <strong>los</strong><br />
2000 y 3000 metros de altura.
EL FRIJOL DE PALO<br />
(Erythrina edulis)<br />
Hay un poco de confusión con<br />
este apodo popular que se usa<br />
principalmente para dos especies<br />
totalmente diferentes.<br />
El más conocido en <strong>los</strong> valles de<br />
la costa, es un fríjol pequeño, redondo,<br />
del tamaño de una arveja, que es el<br />
producto de un arbusto muy<br />
comúnmente cultivado en jardines y<br />
huertos <strong>desde</strong> Tumbes hasta Tacna. Es<br />
llamado por <strong>los</strong> botánicos Cajanus<br />
cajanus. Es una planta introducida<br />
recientemente en el Perú, pero gracias a<br />
su muy fácil cultivo y su gran<br />
productividad, se ha hecho muy popular<br />
entre nosotros.<br />
El que sí es peruano, también<br />
llamado Fríjol de palo, fríjol de árbol,<br />
anteporoto, basul, canaro, pajuro, etc.,<br />
es llamado por <strong>los</strong> botánicos Erythrina<br />
edulis y es un árbol en toda la extensión<br />
del término. Grande, robusto, de gran<br />
vitalidad, que se reproduce fácilmente<br />
por estacas y sirve para hacer cercos<br />
vivos y adornar el paisaje con sus bellas<br />
flores rojas de abundante néctar.<br />
Produce un frijol delicioso.<br />
Lo malo de este útil árbol son<br />
<strong>los</strong> parientes. El género Erythrina tiene<br />
una serie de especies que, siendo<br />
también árboles muy bel<strong>los</strong>, atractivos y<br />
útiles en variados aspectos, producen<br />
semillas venenosas. Los botánicos,<br />
205<br />
<strong>desde</strong> luego, no las confunden y las<br />
tienen claramente identificadas. La<br />
Erythrina crista-galli por ejemplo, es<br />
llamado entre nosotros "pisonay" o<br />
"árbol sagrado de <strong>los</strong> Incas", y lo<br />
podemos ver en toda su majestuosidad<br />
en Calca, en Urubamba y en el camino a<br />
Machu Picchu. Los argentinos se<br />
enamoraron de él y lo han adoptado<br />
como árbol nacional. El<strong>los</strong> nos dieron a<br />
Don José de San Martín y lo menos que<br />
podíamos hacer es corresponderles con<br />
un bello árbol. La corteza, por si acaso,<br />
contiene alcaloides sedantes del sistema<br />
nervioso... Erythrina coralodendron, con<br />
semillas rojas, como huayruros, y muy<br />
venenosas... Erythrina falcata, toda ella<br />
con alcaloides que paralizan <strong>los</strong><br />
múscu<strong>los</strong>... Erythrina poepigiana, tan<br />
frecuente en toda la selva como árbol de<br />
sombra... en fin... diez o doce más. Y el<br />
problema no es con <strong>los</strong> botánicos que se<br />
defienden bien con sus latinajos y con la<br />
cuidadosa descripción de cada especie.<br />
El problema está con nosotros que<br />
muchas veces dependemos del nombre<br />
vulgar, de la denominación vemácula,
que confunde todo y que<br />
frecuentemente se repite peligrosamente<br />
señalando diyersas plantas con el<br />
mismo apodo. Y le dicen amasisa a<br />
diversas Erythrinas, y le dicen pisonay a<br />
otro grupo de especies diferentes, y le<br />
dicen oropel a cualquiera de ellas, y le<br />
dicen huayruro a otras tres más... y le<br />
dicen basul a otras, sin tener en cuenta<br />
su composición química.<br />
La Erythrina edulis, el árbol que<br />
nos interesa ahora, una vez claramente<br />
identificado, es una excelente fuente de<br />
alimento. Crece en la vertiente oriental<br />
de <strong>los</strong> Andes, entre 1500 Y 2500 mts.<br />
de altura. Produce unas vainas enormes,<br />
hasta de 50 cm. de largo, conteniendo<br />
semillas grandes, de 4 a 5 cm. de<br />
diámetro, relativamente blandas,<br />
suculentas que no deben consumirse<br />
crudas por ser tóxicas. Después de todo,<br />
tú no comes frijoles crudos, ni<br />
garbanzos, ni habas, ni lentejas, ni<br />
papas, ni yuca cruda ¿algo más? Así que<br />
las semillas del fríjol de palo, a<br />
cocinarlas bien. Bien cocidas, son muy<br />
alimenticias y contienen un 20% de<br />
proteínas. Es una leguminosa excelente<br />
y el árbol es muy fácil de cultivar ya sea<br />
en la forma de cercos vivos, en<br />
posquecil<strong>los</strong> pequeños Ó como árboles<br />
de sombra para proteger otros cultivos<br />
muy sensibles al sol (café, hortalizas,<br />
etc.). El árbol vive largos años y puede<br />
dar hasta 200 kgs de frijoles por año, sin<br />
mayores cuidados agronómicos, lo que<br />
lo señalé, como una excelente especie<br />
forestal, fuente de alimento y otros<br />
productos (madera, miel, etc.).<br />
206<br />
LOS PALLARES<br />
(Phaseolus lunatus)<br />
El pallar común, como hemos<br />
visto, es quizás la planta más<br />
antiguamente cultivada entre nosotros,<br />
junto con algunas calabazas y la achira<br />
(Canna edulis). Pronto, en <strong>los</strong> sig<strong>los</strong><br />
<strong>oscuros</strong>, estuvo acompañado por<br />
diversos frijoles, casi todos variedades<br />
del Phaseolus vulgaris.<br />
Pero el Viejo Mundo nunca tuvo<br />
noticias claras del pallar antes de que<br />
<strong>los</strong> españoles llegaran al Perú. Junto con<br />
la papa, esta legumbre fue poco<br />
conocida fuera de nuestro territorio en<br />
la época pre-hispánica y por eso se<br />
justifica el nombre de "Lima-bean" o<br />
"Frijol de Lima" con que es conocido en<br />
Norteamérica y Europa. .<br />
Hay una variedad de grano<br />
pequeño que era cultivada hace unos<br />
2,500 años en Centroamérica, pero el<br />
verdadero pallar aparece en <strong>los</strong> restos<br />
arqueológicos del Perú fechados hace 7<br />
y 8,000 años. Además, en toda el área<br />
andina, incluyendo al actual territorio<br />
argentino, se han encontrado pallares<br />
silvestres, lo que atestigua su antigua<br />
estirpe sudamericana. Los pallares se<br />
consumen en el Perú <strong>desde</strong> <strong>los</strong> sig<strong>los</strong><br />
más <strong>oscuros</strong>. Tienen, como todas las<br />
leguminosas, un alto contenido de<br />
proteínas y se comen verdes o maduros,<br />
después de ser des amargados. El<br />
amargor que presentan es debido a la<br />
presencia de glucósidos cianogénicos<br />
que son tóxicos. Por eso es necesario
emojar largamente <strong>los</strong> pallares<br />
y darles un primer hervor botando el<br />
agua después.<br />
Estas legumbres fueron llevadas<br />
muy pronto al resto del Mundo, después<br />
del Descubrimiento del Perú. Llegaron<br />
primero a las Filipinas <strong>desde</strong> donde<br />
alcanzaron pronto el Sudeste de Asia; Y<br />
a través del Brasil llegaron al África.<br />
Madagascar cultiva pallares en gran<br />
escala y es el mayor exportador de esta<br />
legumbre a Europa. Allá le llaman<br />
"White butter beans" (frijoles de<br />
mantequilla blanca) y ya se olvidaron de<br />
Lima. En <strong>los</strong> Estados Unidos de<br />
América son muy populares y Se<br />
cultivan con gran éxito para su consumo<br />
como legumbre fresca (verde),<br />
legumbre seca y la confección; de<br />
conservas. Se calcula que en ese pais se<br />
producen alrededor de 100,000<br />
toneladas anuales, principalmente en<br />
California.<br />
Aunque el pallar que<br />
consumimos es de color blanco, existen<br />
muchas variedades de color marrón o<br />
negro y, sobre todo, variedades con<br />
pintas negras, marrones o rojizas sobre<br />
207<br />
fondo blanco. Sobre estas variedades se<br />
ha especulado mucho. El notable<br />
arqueólogo y escritor Don Rafael Larco<br />
Hoyle, al constatar la presencia de esos<br />
pallares "pintados" en la iconografía<br />
Mochica e inclusive en Paracas,<br />
estructuró la hipótesis de que podía<br />
tratarse de una especie de escritura. Esta<br />
idea no ha sido compartida por otros y<br />
no ha ido más allá de una posibilidad<br />
sin mayores intentos de interpretación.<br />
La identificación de estas "pintas" como<br />
un proceso natural, intrínseco a la<br />
pigmentación propia de la cáscara de la<br />
semilla, ha restado posibilidades a la<br />
hipótesis original. Es posible, sin<br />
embargo, que hayan tenido mucho uso<br />
mágico-religioso y que la gran<br />
variabilidad individual de <strong>los</strong> pallares<br />
pintados haya servido para ritos de<br />
adivinación o de augurio cuya huella se<br />
ha perdido.
EL TARWI o CHOCHO<br />
(Lupinus mutabilis)<br />
Esta leguminosa de nuestras<br />
serranías es, sin lugar a dudas, la mejor<br />
fuente vegetal de proteínas que existe en<br />
el mundo. La única que le hace<br />
competencia es la soya.<br />
Y es también una excelente<br />
fuente de grasas, igual que la soya y que<br />
el maní.<br />
Sin embargo, por diversas<br />
circunstancias, relacionadas con su<br />
propia historia, es una planta que<br />
bien puede compararse con la<br />
Cenicienta, tanto en su actual<br />
condición como en relación a sus<br />
excelentes posibilidades futuras.<br />
Cuando Colón se lanzó a su<br />
fantástica aventura, <strong>los</strong> campesinos de<br />
España consumían unas especies de<br />
Lupino que el<strong>los</strong> llamaban<br />
"altramuces". Al llegar a la región<br />
andina, <strong>los</strong> cronistas de la Conquista<br />
mencionaron frecuentemente que <strong>los</strong><br />
indígenas comían unos altramuces de<br />
estas tierras. Los altramuces o lupinos,<br />
pertenecen al género botánico Lupinus.<br />
Los lupinos europeos comestibles son el<br />
L.luteus y el L.albus que cultivaban <strong>los</strong><br />
faraones egipcios. Nuestro lupino, el<br />
altramuz de <strong>los</strong> cronistas, ilamado por<br />
nosotros el tarwi o chocho, es el<br />
Lupinus mutabilis. Los botánicos han<br />
clasificado alrededor de trescientas<br />
especies de Lupinus. El nombrecito, que<br />
yo creía que venía de lupus (lobo), dice<br />
208<br />
el Padre Soukup que viene de lypes<br />
(amargo). Así será pues. Hay en el Perú<br />
cerca de un centenar de Lupinus, pero el<br />
que comemos es el L. mutabilis. Los<br />
otros son generalmente silvestres y<br />
algunos, de atractivas flores azules y<br />
violetas, adornan en primavera <strong>los</strong><br />
caminos de la sierra.<br />
El tarwi es una planta bellísima<br />
que inunda de color la campiña serrana<br />
en la época de la floración. Son lindas<br />
columnas de flores azules que después<br />
dan lugar a pequeñas vainas que hacen<br />
el estuche de 3 a S semillas redondas,<br />
ligeramente puntiagudas en su<br />
ombligo, y de diversos colores<br />
según la variedad, que va <strong>desde</strong><br />
blanco puro a pintas o pequeñas<br />
manchas abigarradas de color<br />
marrón o negro. Los antiguos<br />
nazcas lo muestran con frecuencia<br />
en <strong>los</strong> dibujos de su cerámica funeraria.<br />
El tarwi tiene un 40% de<br />
proteínas y un 20% de aceite<br />
comestible. Es, por eso, una inmejorable<br />
fuente alimenticia. Aunque parece ser<br />
que su uso humano era bastante<br />
generalizado en el Ande pre-hispánico,<br />
su cultivo y mercadeo ha quedado<br />
relegado a las zonas de refugio de la<br />
cultura indígena y no se ha popularizado<br />
en las zonas urbanas del Perú. Esto es<br />
un contrasentido. Pero en <strong>los</strong> últimos<br />
años, está apareciendo un mayor interés<br />
en <strong>los</strong> mercados y se ha desarrollado<br />
una benéfica tendencia hacia la<br />
investigación
agronómica y bromatológica que augura<br />
una pronta ampliación de su consumo.<br />
La industrialización de su harina, sola o<br />
integrando mezclas nutritivas, permite<br />
asegurar una expansión del interés<br />
comercial en esta planta; y su<br />
utilización como recurso genético en la<br />
mejora de <strong>los</strong> lupinos europeos,<br />
especialmente en Polonia, debería servir<br />
de acicate a <strong>los</strong> genetistas locales para<br />
la producción de nuevas variedades.<br />
El tarwi tiene el inconveniente<br />
de contener sustancias muy amargas en<br />
su cáscara. Para consumirlo, es por eso<br />
necesario "desamargarlo", lo que <strong>desde</strong><br />
hace muchos sig<strong>los</strong> hace el campesino<br />
peruano poniendo una buena cantidad<br />
de tarwi en un saco y colocando el saco<br />
en la corriente de una acequia por varios<br />
días, o utilizando cantidades menores<br />
para remojarlas en un recipiente con<br />
agua cambiada diariamente. Las<br />
sustancias amargas son muy solubles en<br />
agua y mediante estos procedimientos<br />
se obtiene un tarwi listo para ser<br />
incorporado a sopas y guisos diversos.<br />
La sustancia amarga está<br />
formada por varios alcaloides, siendo el<br />
principal la lupinina. Es un tóxico que<br />
produce náuseas, vómitos y diarreas,<br />
209<br />
pero que, a mi buen entender, no es<br />
letal. Algunos grupos étnicos usan el<br />
agua amarga del primer lavado para<br />
curar a <strong>los</strong> niños con parásitos<br />
intestinales. Esto no ha sido bien<br />
investigado y no es del todo<br />
recomendable. Pero también se usa esa<br />
misma agua para lavarse el pelo y en el<br />
aseo de la piel, una excelente forma de<br />
acabar con <strong>los</strong> piojos y con la sama. Se<br />
usa también esta agua para regar el piso<br />
de las viviendas y eliminar las pulgas.<br />
En otras palabras, es un excelente<br />
insecticida.<br />
Una vez desamargado, el tarwi<br />
es fácil de cocinar hirviéndolo y pasa a<br />
formar parte de diversos guisos de la<br />
culinaria serrana. Sopas, ensaladas,<br />
bocaditos, etc.<br />
Las plantas de tarwi, como todas<br />
las leguminosas, constituyen un<br />
excelente "abono verde" por su<br />
capacidad de fijar nitrógeno. Además, la<br />
robustez de su raíz hace que su cultivo<br />
contribuya a soltar la tierra,<br />
suavizándola para cultivos ulteriores. Su<br />
sembrío combinado con la quinua o con<br />
el maíz no sólo mejora la calidad de<br />
estos vegetales sino conduce a una dieta<br />
mixta de excelente valor nutricional.
Desde que Esaú vendió su<br />
primogenitura (Génesis 25:30-34) por<br />
un plato de lentejas (Lens culinaris),<br />
sabemos que estas menestras no se<br />
originaron en el Continente Americano<br />
y que eran un potaje por el cUal se<br />
jugaron importantes privilegios entre <strong>los</strong><br />
antiguos judíos del Medio Oriente.<br />
Quién, cómo y cuándo trajo las lentejas<br />
al territorio peruano es un dato que está<br />
sumergido en el período inicial de<br />
transcu1turación alimenticia que tuvo<br />
lugar durante el siglo XVI. Lo mismo<br />
ocurre, sin metemos con el Antiguo<br />
Testamento, con las habas (Vicia fava),<br />
<strong>los</strong> garbanzos (Cicerarietinum) y las<br />
arvejas, chícharos o guisantes, (Pisum<br />
sativum), como quieras Hamar<strong>los</strong>, que a<br />
mí y al diccionario nos da lo mismo.<br />
Las que más se han metido en la<br />
cocina peruana son las habas, la<br />
menestra más consumida en nuestras<br />
regiones serranas, dado su fácil cultivo<br />
y rápida cocción por hervido cuando es<br />
tierna, o por tostado cuando está seca.<br />
Hasta hace relativamente poco tiempo,<br />
y antes de que viniese la revolución de<br />
<strong>los</strong> plásticos, el hollejo o cáscara del<br />
haba, que es resistente y<br />
relativamente impermeable, era<br />
utilizado por <strong>los</strong> farmacéuticos<br />
como pequeño estuche o bolsa<br />
para preparar obleas de<br />
medicamentos amargos o<br />
desagradables.<br />
LAS LEGUMBRES QUE VINIERON<br />
210<br />
Desde el tiempo de Dioscórides,<br />
ese gran botánico que fue médico de<br />
Nerón, se sabe que las habas<br />
"engendran muchas ventosidades". Para<br />
<strong>los</strong> curiosos de creencias y<br />
supersticiones en el curso de la historia,<br />
apuntaremos aquí que en aquel<strong>los</strong><br />
tiempos se decía que <strong>los</strong> alimentos que<br />
producen ventosidades "irritan la<br />
sensualidad de la carne estimulando la<br />
lujuria porque el vapor que por una<br />
parte no halla libre salida, por fuerza<br />
tiene de divertir a otra..." En este<br />
sentido, Dioscórides agrega que las<br />
habas "no solamente perturban<br />
gravemente <strong>los</strong> cuerpos, empero<br />
también alteran <strong>los</strong> ánimos..." Demás de<br />
esto, conviértanse en humor<br />
melancólico..." Afortunadamente, ya<br />
pasaron aquel<strong>los</strong> tiempos de la corte de<br />
Nerón y para excitar .nuestra lujuria no<br />
son necesarios ni prudentes las habas o<br />
<strong>los</strong> garbanzos rojos que, según la<br />
edición salamantina de 1570, también<br />
despiertan las tendencias eróticas.<br />
Las leguminosas en general, y<br />
esto va para las que vinieron y para las<br />
que estaban aquí, tiene, cuando están<br />
crudas, una gran variedad de<br />
productos químicos<br />
antifisiológicoso Perturban la<br />
digestión. Quizás el que más tiene<br />
de estos anti-nutrientes es el frijol<br />
de soya. Estas sustancias son en<br />
su mayoría termolábiles, es decir,
son destruidas por el calor de la<br />
cocción. Entre ellas, están factores<br />
inhibidores de la tripsina pancreática,<br />
hemoaglutininas y factores<br />
baciogénicos (perdón por las palabrotas)<br />
<strong>los</strong> que, si se consumen con frecuencia,<br />
interfieren con la asimilación de las<br />
proteínas y, por lo tanto, disminuyen el<br />
crecimiento de <strong>los</strong> niños. Hay otras<br />
sustancias que no desaparecen tan<br />
fácilmente con la cocción entre las<br />
cuales están las saponinas, <strong>los</strong><br />
flatulantes y pequeñas cantidades de<br />
estrógenos que pueden explicar lo que<br />
deáan <strong>los</strong> botánicos antiguos sobre la<br />
asociación entre las flatulencias y <strong>los</strong><br />
deseos sexuales. Algo habrá de cierto en<br />
<strong>los</strong> libros antiguos...<br />
El consumo de garbanzos fue<br />
especialmente favorecido por <strong>los</strong><br />
conquistadores españoles pues era un<br />
producto de "Castilla que viajaba bien"<br />
y podía ser guardado largo tiempo;<br />
además es muy nutritivo y, por su<br />
digestión lenta y retardada, suprime el<br />
hambre por muchas horas. En el tiempo<br />
de la Conquista había en España varios<br />
tipos de garbanzos, algunos de <strong>los</strong><br />
cuales tenían diversos usos medicinales.<br />
Garbanzos "blancos" como <strong>los</strong> que<br />
ahora comemos en el Perú, garbanzos<br />
rojos y garbanzos negros. Don Andrés<br />
de Laguna, en el siglo XVI, insiste en<br />
211<br />
que <strong>los</strong> garbanzos, cualquiera de el<strong>los</strong>,<br />
"son productivos de esperma, por donde<br />
no es maravilla que inciten a fornicar..."<br />
y a una docena más de acciones<br />
salutarias y medicinales.<br />
Como todas las leguminosas,<br />
estas cuatro menestras, introducidas a<br />
nuestro país por <strong>los</strong> españoles, son<br />
productos vegetales que, cuando están<br />
bien preparados, son muy nutritivos y<br />
contienen una apreciable cantidad de<br />
aquel<strong>los</strong> aminoácidos "limitantes" que<br />
no existen en el maíz, el trigo o el arroz.<br />
A falta de proteínas de origen animal,<br />
son un excelente complemento<br />
alimentario. Por otro lado, son<br />
relativamente fáciles de cocinar si están<br />
tiernos e inmaduros como comemos<br />
generalmente las habas y las arvejas, o<br />
constituyen un agradable<br />
acompañamiento cuando se tuestan y<br />
fríen. Si se les deja madurar y secar,<br />
pueden almacenarse largamente sin<br />
deterioro espontáneo y por eso<br />
constituyen un estupendo alimento de<br />
reserva. Los inconvenientes que ya han<br />
sido señalados por la presencia de "antinutrientes",<br />
y por su cáscara tan dura,<br />
son fácilmente superados en la<br />
preparación y en su apropiado consumo.
Si vamos a escribir sendos<br />
capítu<strong>los</strong> para cada una de las<br />
leguminosas que consumimos en el<br />
Perú como parte de nuestra dieta,<br />
caeremos fácilmente en la trampa<br />
enciclopédica. Mencionaremos<br />
simplemente, así como de paso, algunas<br />
más de estas vainas que nos rodean y se<br />
meten de vez en cuando a nuestra<br />
cocina.<br />
Hay en todo el mundo,<br />
especialmente en las zonas áridas o<br />
desérticas, unos árboles y arbustos de la<br />
familia de las leguminosas que<br />
producen vainas que encierran sus<br />
semillas dentro de una sustancia<br />
resinosa y dulce. A todos estos árboles<br />
les llamamos en castellano "algarrobos",<br />
un vocablo que viene del árabe "alcarob".<br />
Si vamos a ser puristas de la<br />
traducción, el nombre español debería<br />
ser simplemente carobo o garrobo como<br />
es en inglés (carob tree) o en italiano<br />
(carrubio). Pero el uso ya consagró el<br />
vocablo algarrobo, y así nos quedamos<br />
sin mover más el piso. Los algarrobos<br />
son árboles muy parecidos entre sí, pero<br />
de diversas especies. Entre nosotros,<br />
son del género Prosopis. Pero en otras<br />
partes le dicen algarrobo a otros árboles<br />
de <strong>los</strong> géneros Gleditsia, Hymenea,<br />
Parkia, Robinia, Acacia, Ceratonia, etc.<br />
Si quieres saber más consulta con Don<br />
Angel Díaz, el gran botánico de<br />
Lambayeque.<br />
La vaina madura y el follaje de<br />
OTRAS Y OTRAS MÁS<br />
212<br />
nuestros algarrobos son usados por lo<br />
general para alimentar el ganado.<br />
El consumo humano del fruto es<br />
muy ocasional, un tanto exótico, y casi<br />
nunca llega a la mesa. Pero, a partir de<br />
las sustancias dulces que contiene, se<br />
prepara una miel espesa y dulce llamada<br />
"algarrobina" que se emplea como base<br />
para mezclas tónicas y alcohólicas de<br />
gran consumo en el Norte del país.<br />
Estos árboles nuestros nada<br />
tienen que hacer con <strong>los</strong> algarrobos de<br />
España que pertenecen al género<br />
Ceratonia. Pero su presencia en <strong>los</strong><br />
desiertos cercanos al mar y su parecido<br />
en porte y figura, hizo que <strong>los</strong> primeros<br />
españoles bautizaran a <strong>los</strong> nuestros con<br />
el vocablo de origen árabe que venía<br />
<strong>desde</strong> las costas de Marruecos. Esos<br />
algarrobos de origen marroquí y español<br />
dan unas vainas llenas de semillas de un<br />
tamaño muy uniforme que en la Edad<br />
Media se conocían como "quilates". Su<br />
uniformidad es tan regular y notoria que<br />
casi siempre caben cinco en un gramo y<br />
<strong>desde</strong> entonces fueron usadas para pesar<br />
joyas y medicamentos. ¿De cuantos<br />
quilates es su brillante, señora? En el<br />
sistema métrico, un quilate tiene 205<br />
mg.<br />
Otras leguminosas usadas como<br />
alimento en el Perú, son las que <strong>los</strong><br />
botánicos han clasificado en el género<br />
Canavalia. Son frijoles de
diverso tamaño, con un ombligo largo, y<br />
se encuentran con frecuencia en las<br />
tumbas pre-hispánicas pues es evidente<br />
que en aquello tiempos eran de uso<br />
frecuente en la alimentación. Parece que<br />
su consumo declinó o llegó a<br />
desaparecer en algunas partes del Perú,<br />
pero ahora se está haciendo nuevamente<br />
popular especialmente en el Norte<br />
costeño y en muchas partes de la selva.<br />
Se le encuentra en <strong>los</strong> mercados con el<br />
nombre de parca, cazza, pallar de <strong>los</strong><br />
gentíles, lentejón, etc. Por lo general es<br />
de la especie Canavalia ensifornís,<br />
aunque hay especies selváticas que dan<br />
vainas y frijoles de gran tamaño que,<br />
precisamente por su tamaño o por sus<br />
efectos, el vulgo llama "frijol-bomba".<br />
Los antiguos peruanos no<br />
conocían aquella otra leguminosa muy<br />
frecuente también en el norte: La Plaza<br />
de Armas de Piura muestra lindos<br />
árboles que producen abundantes<br />
tamarindos, que fueron traídos al Perú<br />
recién durante el siglo pasado. En árabe,<br />
el nombre del dátil es "tamar"; y a un<br />
dátil que creían que venía de la India,<br />
<strong>los</strong> árabes le llamaron "tamar-hindi" que<br />
se convirtió después en "tamarindo" a<br />
pesar de que había sido conocido y<br />
cultivado por <strong>los</strong> egipcios y que <strong>los</strong><br />
griegos lo habían consumido <strong>desde</strong><br />
cuatro sig<strong>los</strong> antes de Cristo y que todo<br />
el mundo sabe ahora que este fruto se<br />
originó en el Sudán."Cría fama y échate<br />
a la cama" . Sigue siendo tamarindo,<br />
dátil de la India. Nosotros lo usamos<br />
poco en nuestra cocina, excepto cuando<br />
hacemos honor a las influencias chinas<br />
213<br />
de nuestro arte culinario y pedimos<br />
salsa de tamarindo o guisos agridulces<br />
de diversas carnes. En Piura y en<br />
Tumbes <strong>los</strong> muchachos comen la fruta<br />
madura y las señoras hacen a veces la<br />
pasta de tamarindo, un postre poco<br />
frecuente pero delicioso, muy popular<br />
en otras regiones de la América<br />
Tropical. Los refrescos de tamarindo<br />
son buenos para la sed del verano<br />
piurano y tienen un efecto laxante<br />
buscado con frecuencia por las señoritas<br />
estreñidas.<br />
Hay otros árboles de la familia<br />
de las leguminosas que son, éstos sí,<br />
completamente peruanos. Se trata de un<br />
género botánico que, por poderosas<br />
razones, <strong>los</strong> científicos han bautizado<br />
Inga. Tiene un montón de especies, y la<br />
más conocidas por nosotros es Inga<br />
feuilleí, que todos conocemos como<br />
pacae o guava y que algún anglohablante<br />
muy ocurrente ha bautizado<br />
como "ice-cream bean" (frijol de<br />
helado) (?)<br />
Nos quedamos con pacae,<br />
aunque en el norte le dicen guava por<br />
ser esta la denominación caribeña. Lo<br />
malo de guava es que <strong>los</strong> ingleses le<br />
dicen así a la guayaba y contribuyen<br />
malévolamente a la confusión de <strong>los</strong><br />
pobres peruanos que viven en Miami.<br />
Los árboles del género Inga (I.<br />
feuilleí, I. Vera, I. edulis, I. densifora, I.<br />
adenophylla, y una larga serie más) son<br />
buenos productores de fruta, madera y<br />
sombra. El que vemos más en la costa
peruana, como decimos arriba, es I.<br />
feuílleí, una vaina que llega a medir<br />
entre 60 y 70 cm. de largo, con semillas<br />
grandes cubiertas con una envoltura<br />
algodonosa y dulce que es la delicia de<br />
<strong>los</strong> niños <strong>desde</strong> <strong>los</strong> 4 a <strong>los</strong> 80 años de<br />
edad. A quí en el Perú, la semilla se<br />
descarta; pero en algunas partes de<br />
Mesoamérica se come hervida o tostada,<br />
como bocadil<strong>los</strong> a la salida de misa.<br />
Hay quienes piensan que es algo<br />
indigesta. Lo cierto es que, con un poco<br />
de imaginación, el algodón dulce del<br />
pacae puede ser presentado en una gran<br />
variedad de postres o de ensaladas.<br />
Los antiguos peruanos,<br />
especialmente <strong>los</strong> pre-Incas de la costa,<br />
tenían una especial predilección por el<br />
pacae y no solamente lo mostraban en<br />
su cerámica con mucha frecuencia, sino<br />
que utilizaban sus hojas en grandes<br />
cantidades para envolver sus momias.<br />
Su importancia como elemento<br />
funerario no ha sido suficientemente<br />
estudiada.<br />
La rápida y eficaz germinación<br />
de sus semillas (que forman un embrión<br />
aún cuando la fruta está en el árbol)<br />
debió quizás tener un valor simbólico en<br />
el deseado renacimiento de la vida<br />
perdida. Y la facilidad con que fermenta<br />
la dulce envoltura de las semillas pudo<br />
haber servido en la preparación de<br />
bebidas rituales relacionadas con la<br />
muerte y el viaje al más allá. Vaya usted<br />
a averiguar.<br />
214<br />
En la selva amazónica es donde<br />
mayor variedad de Ingas vemos. Por lo<br />
general se trata de vainas delgadas,<br />
largas y con frecuencia retorcidas, en<br />
árboles robustos y frondosos de hasta<br />
veinte metros de alto.<br />
No nos olvidemos, al tratar de<br />
las leguminosas, de otras dos plantas ya<br />
mencionadas y descritas en el capítulo<br />
n. El maní y la jícama. Son leguminosas<br />
que mencionamos al describir<strong>los</strong><br />
alimentos subterráneos y ya el lector<br />
habrá satisfecho parte de su curiosidad<br />
con aquel<strong>los</strong> renglones.<br />
Por último, para despedimos<br />
transitoriamente de esta familia botánica<br />
tan numerosa y tan útil, y aunque nada<br />
tengan que hacer sus efectos con la<br />
nutrición, mencionaremos a la Willka<br />
(Anadenanthera colubrina), un árbol<br />
sagrado de <strong>los</strong> antiguos Huari y de <strong>los</strong><br />
antiguos qüribayas y de <strong>los</strong> antiguos<br />
Nascas. Con <strong>los</strong> frijolil<strong>los</strong> de la Willka,<br />
<strong>los</strong> sacerdotes de esas culturas<br />
preparaban un rapé alucinógeno que les<br />
permitía ponerse en contacto con el<br />
mundo mágico-religioso de su cultura.<br />
Su mención ahora se justifica porque<br />
más de un interpretador de huacos te<br />
dice que esas vainas que aparecen<br />
dibujadas en las manos de <strong>los</strong><br />
sacerdotes o en el pico de <strong>los</strong> picaflores<br />
eran leguminosas comestibles. Los<br />
picaflores no comen frijoles. Son las<br />
aves simbólicas del vuelo alucinatorio.
215
216
217
CAPÍTULO VIII<br />
LAS CARNES<br />
__________________________________________<br />
Llamaremos así, genéricamente,<br />
a todos <strong>los</strong> alimentos de origen<br />
animal, tanto marinos como<br />
terrestres, tanto silvestres como<br />
domésticos, sin detenemos<br />
mayormente en <strong>los</strong> productos<br />
secundarios como la leche y <strong>los</strong><br />
huevos, que ya hemos visto en el<br />
primer capítulo, no jugaron mayor<br />
papel en la nutrición del peruano<br />
prehispánico y fueron introducidos a<br />
la cocina peruana como un subproducto<br />
de dos fuentes de carne, <strong>los</strong><br />
bovinos y las gallinas.<br />
Nos hemos ocupado ya también<br />
de <strong>los</strong> productos de la caza y de la pesca<br />
que, formando en un comienzo el<br />
sustento diario de <strong>los</strong> grupos nómadas<br />
en la aurora de las civilizaciones<br />
andinas, continuaron llegando a la mesa<br />
durante <strong>los</strong> cien sig<strong>los</strong> que abarcan estas<br />
páginas. .<br />
Veremos solamente, para no<br />
caer en redundancia, algunas especies<br />
domésticas que han mantenido y siguen<br />
manteniendo nuestros instintos<br />
218<br />
carnívoros, y revisaremos en forma<br />
somera algo de la historia de estos<br />
animalitos que siguen alegrando<br />
nuestra cocina diaria.<br />
Como fuente de alimentos,<br />
la ganadería de camélidos alcanzó<br />
notable desarrollo en el Perú<br />
Antiguo.<br />
Más arriba hemos<br />
mencionado, al hablar de la<br />
caza, la presencia en el<br />
paleolítico de auquénidos<br />
que fueron después domesticados. La<br />
llama, la alpaca y la vicuña continúan<br />
hasta ahora siendo objeto de cría y<br />
explotación para su carne, lana, piel y<br />
huesos. Son animales totalmente útiles y<br />
lo han sido siempre. Cuando <strong>los</strong><br />
españoles llegaron, grandes rebaños de<br />
auquénidos pastaban en las altas<br />
mesetas y en <strong>los</strong> valles costeños de<br />
donde ahora han desaparecido. Todos<br />
<strong>los</strong> arqueólogos nos muestran<br />
evidencias de que las llamas y las<br />
alpacas eran comunes en
las culturas costeñas; y <strong>los</strong><br />
cronistas no hacen distinción de<br />
costa y sierra cuando hablan de<br />
estos útiles animales. Ahora<br />
solamente están en las alturas<br />
Es evidente que <strong>los</strong> auquénidos,<br />
como fuente de proteínas animales,<br />
tienen una serie de ventajas sobre <strong>los</strong><br />
ovinos y caprinos introducidos en el<br />
siglo XVI. El resumen presentado por<br />
Antúnez de Mayolo nos recuerda que,<br />
por su especial metabolismo, una llama<br />
requiere tan solo 6 a 7.5 kgs de forraje<br />
para formar un kilo de carne, mientras<br />
que una oveja necesita de 10 a 12 kgs.<br />
Y mientras una llama de dos años de<br />
edad pesa un promedio de 100 kgs., una<br />
oveja en el mismo<br />
lapso sólo llega a<br />
pesar 25 kgs.<br />
La poca<br />
utilización actual de<br />
estos camélidos en la cocina peruana<br />
se explica por una serie de factores<br />
que enumeraremos:<br />
Las crónicas de la época nos<br />
cuentan que, apenas llegaron <strong>los</strong><br />
españoles, se les ocurrió que un<br />
buen platillo para la mesa conquistadora<br />
eran <strong>los</strong> sesos de llama para lo cual<br />
sacrificaban <strong>los</strong> animales y dejaban la<br />
carne para que comiesen <strong>los</strong> sirvientes y<br />
esclavos. Esto ya ocasionó un abusivo<br />
desperdicio y un desprestigio de la<br />
219<br />
carne de llama.<br />
Antes de la Conquista, el<br />
manejo de <strong>los</strong> camélidos como<br />
fuente alimenticia se encontraban muy<br />
cuidadosamente regulado y el consumo<br />
de su carne estaba organizado por reglas<br />
sociales y rituales, privilegios y<br />
limitaciones, que mantenían, como<br />
todas las fuentes de alimento, un<br />
abastecimiento adecuadamente<br />
reglamentado. En el caos económico y<br />
social que sucedió al colapso del<br />
Imperio, reinó el desorden y el abuso y<br />
esto fue seguido de escasez. Por otro<br />
lado, la organización del trajín minero,<br />
que se hizo necesaria por las nuevas<br />
orientaciones de la economía, requirió<br />
el uso de las llamas como bestia<br />
de carga e hizo que su consumo<br />
como fuente alimenticia se<br />
viera fuertemente restringido.<br />
Vino después, a <strong>los</strong><br />
pocos años de la<br />
consolidación del yugo<br />
español una terrible<br />
epidemia que diezmó<br />
trágicamente a la<br />
población auquénida. Fue<br />
una penosa infección de<br />
la piel, una fatal "caracha" que no<br />
solamente mató muchos animales por lo<br />
severo de sus consecuencias di rectas,<br />
sino que obligó a matar e incinerar a<br />
todos aquel<strong>los</strong> que presentaban
el menor síntoma de haber sido<br />
contaminados.<br />
Y encima de todo esto, alguien<br />
inició el rumor-que aún resuena en<br />
nuestras quebradas serranas- de que el<br />
consumo de la carne de llama era una<br />
forma segura de contagiarse con la<br />
sífilis. Esto consagró definitivamente el<br />
desprestigio de la carne de llama como<br />
un "alimento de indios sucios",<br />
afirmándose como consecuencia la<br />
popularidad de la carne de <strong>los</strong> anima1es<br />
importados: bovinos, ovinos, caprinos,<br />
porcinos...<br />
No hay nutricionista, ni siquiera<br />
una pepona seria, que alimente hoy esas<br />
220<br />
ideas. Todo el mundo en el Perú sabe, o<br />
debería saber, que la carne de llama o de<br />
alpaca es un excelente alimento, y <strong>los</strong><br />
esfuerzos de <strong>los</strong> últimos treinta años<br />
coinciden en revitalizar la ganadería<br />
auquénida. Pero la costumbre es la<br />
costumbre, y las preferencias<br />
nutricionales necesitan un manejo mejor<br />
coordinado para aprovechar esta<br />
excelente fuente de proteínas para<br />
nuestra población, quizás no como<br />
carne fresca -lo que podría resultar un<br />
poco forzado-sino en embutidos,<br />
conservas y otros preparados<br />
industriales.
EL PATO<br />
(Cairina moschata)<br />
El pato doméstico, llamado<br />
ñuñuma en quechua, es muy antiguo en<br />
el Perú y aparece no solamente en<br />
nuestras tumbas pre-hispánicas, sino<br />
repetidamente retratado en la cerámica<br />
pre-Inca.<br />
Los patos, ánades, ocas, gansos<br />
y cisnes, por lo general, son aves<br />
migratorias y no entraremos aquí a<br />
disquisiciones paleontológicas para<br />
saber dónde se originó cada pato.<br />
Recordemos sí que las aves emigran de<br />
norte a sur y viceversa, pero no en el<br />
sentido transversal. Por eso, <strong>los</strong> patos y<br />
gansos y otras aves migratorias de<br />
América se quedaron en este lado del<br />
Mundo hasta que vino Colón a<br />
trastornar el programa.<br />
Hay alguna discusión sobre el<br />
verdadero origen del ñuñuma y no falta<br />
quien alega, con buenas razones, que<br />
apareció por primera vez en la América<br />
Central. Pero nadie discute el hecho,<br />
totalmente comprobado,<br />
que su domesticación<br />
tuvo lugar a quíen el<br />
Perú y que cuando<br />
llegaron <strong>los</strong> españoles<br />
encontraron que era criado en <strong>los</strong><br />
hogares, como lo sigue siendo ahora,<br />
con objeto de aprovechar su carne.<br />
221<br />
En estado silvestre y migratorio,<br />
ya lo había encontrado Colón; y Pedro<br />
Mártir de Anglería lo describió en 1493<br />
como un pato "más grande que el<br />
nuestro, blanco como el cisne y de<br />
cabeza roja"...<br />
En 1526, Oviedo lo<br />
encontró en Cartagena y<br />
aclaró que tenía diversas<br />
variedades de plumaje, y<br />
que las verrugas rojas de la cabeza eran<br />
solamente de la variedad doméstica.<br />
Desde luego,<br />
como pato doméstico,<br />
tenía ventaja sobre el<br />
pato de las regiones<br />
norteñas del mundo, no<br />
domesticado aún cuando llegaron <strong>los</strong><br />
europeos a nuestro continente. Me<br />
refiero a ese pato tan bonito de cuerpo<br />
pardo, cabeza verde, tornasolado y de<br />
collar blanco (Anas platyrhynchudes).<br />
Este lindo pato ahora domesticado en<br />
parte, ha sido el segundo tronco<br />
genético de todos <strong>los</strong> patos domésticos<br />
del mundo actual. El nuestro toleraba<br />
muy bien <strong>los</strong> calores del<br />
Mediterráneo y al mismo<br />
tiempo, refugiándose en el<br />
hogar humano, sobrevivía<br />
el frío. Nuestro buen pato<br />
fue llevado a España y, por la cercanía,<br />
llegó al. norte de Africa donde se adaptó<br />
a las mil maravillas. De peruano se<br />
convirtió en egipcio
y, cuando fue reimportado a<br />
Europa, Ulises Aldrovandi lo<br />
bautizó con ellatinajo de Cairina<br />
(del Cairo) moschata, que es el<br />
nombre que ahora le dan <strong>los</strong><br />
naturalistas serios. Otros le quisieron<br />
llamar pato de Guinea, pato de Libia, de<br />
México, del Perú, etc. Pero ganó el<br />
Cairo por ser más carismático en pleno<br />
Renacimiento. Lo de Cairina resultó<br />
entonces un apodo porque nadie nos<br />
quita que el pato doméstico del Cairo<br />
fue el bisnieto de un pato peruano.<br />
El Cairina moschata es una<br />
especie muy robusta y adaptable, al lado<br />
de que su incapacidad de rechazar<br />
amores es ejemplar y proverbial.<br />
Gracias a ello, <strong>los</strong> criadores de patos<br />
han promovido cualquier<br />
cantidad de infidelidades,<br />
cruces y relaciones promiscuas,<br />
lo que ha contribuido a una<br />
interesante proliferación de<br />
bastardías, hibridaciones, variedades y<br />
razas al exponer a estos pobres animales<br />
a las tentaciones de la carne. Pero así es<br />
la vida. La carne de pato, dicen <strong>los</strong><br />
expertos, ha ido mejorando.<br />
Si te paseas por el mundo ahora,<br />
222<br />
vas a encontrar una profusión de<br />
descendientes con diverso grado de<br />
parentesco y variados apodos: pato<br />
turco, pato moscovita, pato<br />
almizclado, pato pekinés, pato<br />
mudo... Todos el<strong>los</strong> el resultado tardío<br />
de que...<br />
la pata voló<br />
y el pato también<br />
y allá entre <strong>los</strong> juncos<br />
no sé qué pasó...<br />
Lo cierto es que uno de <strong>los</strong><br />
primeros contactos que Pizarro tuvo en<br />
la costa con las autoridades Incas, en su<br />
entrevista con el embajador de<br />
Atahualpa en las afueras de Sarán, éste<br />
le trajo de regalo unos patos asados....<br />
- "Estos patos tienen el<br />
aroma de la cocina del<br />
Inca…"<br />
Y uno de <strong>los</strong> soldados de Pizarro<br />
comentó en voz baja:<br />
- "Esa es la forma como el indio<br />
éste quisiera vemos a todos <strong>los</strong><br />
cristianos: muertecitos y bien asados<br />
¡Dios nos proteja!"
EL CUY o COBAYO<br />
(Cavia porcelus)<br />
Más de mil años antes de la<br />
llegada de <strong>los</strong> españoles al Perú, este<br />
dócil roedor había sido ya<br />
domesticado por el antiguo<br />
peruano que lo usaba como<br />
fuente de proteínas animales. Su<br />
origen es inconfundiblemente<br />
andino, aunque el sitio exacto donde lo<br />
puso el Creador no está muy claro. Se<br />
sospecha que fue en la vertiente oriental<br />
de <strong>los</strong> Andes, por ahí por Colombia o<br />
por el norte del Ecuador. Aunque las<br />
tropas españolas lo encontraron<br />
conviviendo con el hombre en <strong>los</strong><br />
hogares indígenas, también<br />
comprobaron que habían razas y<br />
variedades silvestres que casi han<br />
desaparecido en el Perú pero que son<br />
vistos en algunas zonas rurales de esos<br />
países hermanos. Aquí <strong>los</strong> vemos sin<br />
mucho buscar, en el lago de Junín.<br />
Alrededor de 1570, el<br />
Licenciado Salazar de Villasante<br />
escribía que en algunas regiones de la<br />
sierra la población de cuyes<br />
silvestres era tal que un grupo de<br />
muchachos armados con<br />
garrotes trajo un día cerca de<br />
300 cuyes apaleados; y don Jacinto<br />
Ignacio Lequanda recalca que en el<br />
valle de Trujillo <strong>los</strong> cuyes silvestres<br />
eran casi una plaga.<br />
No necesitaba exagerar. Estos<br />
223<br />
animalitos gozan reproduciéndose y un<br />
grupo de dos cuyes machos y veinte<br />
hembras, a diez por cabeza para no<br />
pelear, estando bien cuidados, pueden<br />
proporcionar suficiente número de<br />
animales para que una familia<br />
humana pueda comer un cuy cada<br />
día durante todo el año.<br />
Como decimos arriba, el<br />
cobaya había sido domesticado en el<br />
Perú alrededor de mil años antes de la<br />
llegada de <strong>los</strong> españoles, pero en el<br />
momento de la Conquista y muchos<br />
años después, seguía existiendo una<br />
raza silvestre que casi ha desaparecido<br />
en el Perú, excepto en Junín. El cobayo<br />
llegó al Caribe como animal doméstico,<br />
traído por <strong>los</strong> españoles <strong>desde</strong> el Perú,<br />
poco tiempo después de la Conquista.<br />
Desde allá, tras una interesante<br />
descripción hecha por Oviedo en 1547,<br />
fue llevado a España como animal de<br />
mascota. En esta función llegó pronto a<br />
Holanda e Inglaterra, donde nunca fue<br />
aceptado como alimento.<br />
Para llegar a Inglaterra, me<br />
dicen, utilizó el tráfico esclavista<br />
e hizo escala en Guinea, por lo<br />
que recibió el apodo de Guinea<br />
pig. Sin embargo, en un libro de<br />
cocina escrito en 1570 por Scappi, el<br />
cocinero del Papa Pío V, se dan<br />
instrucciones de cómo cocinarlo y se<br />
dice que no sólo en Roma sino en otras<br />
ciudades itálicas era considerado un<br />
platillo agradable.
No tuvo mayor éxito como<br />
alimento en <strong>los</strong> demás países europeos,<br />
sin embargo, pero es incalculable el<br />
bien que este animalito peruano le ha<br />
hecho a la humanidad al ser utilizado<br />
"como conejillo de Indias" en todos <strong>los</strong><br />
más importantes experimentos de<br />
bacteriología, farmacología,<br />
toxicología, infectología y genética. La<br />
salud del género humano le debe todo<br />
esto al antiguo habitante peruano que lo<br />
domesticó tempranamente en su<br />
historia.<br />
224<br />
OTRAS CARNES INDÍGENAS<br />
Las crónicas del siglo XVI nos<br />
hablan, casi al pasar, de otros animales<br />
domesticados que eran criados para la<br />
alimentación. Al lado de <strong>los</strong> patos, que<br />
llamaron especialmente la atención de<br />
<strong>los</strong> ibéricos, había palomas, perdices y<br />
gallipavos que ahora son silvestres y<br />
objetos de caza.<br />
Otra fuente de proteínas<br />
animales en la selva eran las tortugas
Que en cada villorino<br />
eran criadas en grandes<br />
cantidades en pozas y lagunas<br />
artificiales como nos lo<br />
refieren <strong>los</strong><br />
conquistadores y<br />
misioneros de esta<br />
zona.<br />
La huangana (Tayassu pecari), el<br />
agutí (Agouti sp.) y el sajino (Tayassu<br />
tacaju), especie de cerdo salvaje que<br />
vemos reproducido en la cerámica<br />
Vicús de cactus como y que ahora<br />
encontramos salvaje en hace el<br />
mocherito la selva, era domesti"cado<br />
por <strong>los</strong> habitantes pre-hispánicos de<br />
Tumbes. Ahora sólo lo vemos como<br />
producto de la caza aunque es fácil de<br />
domesticar.<br />
También se recurría, como<br />
fuente de proteínas animales, a <strong>los</strong><br />
caracoles de tierra, de una especie<br />
particular, frecuente en el Perú. Son del<br />
género Scutálus. Reconocidos <strong>desde</strong><br />
hace mucho tiempo por <strong>los</strong> arqueólogos<br />
como un producto alimenticio qué te<br />
encuentra en las tumbas pre-hispánicas<br />
y está retratado en la cerámica Mochica<br />
como objeto de ceremoniosas y<br />
bien organizadas cosechas,<br />
continúa siendo objeto de consumo<br />
como una delicadeza gastronómica<br />
entre <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> Iqueños.<br />
Es un producto estacional en<br />
225<br />
relación con las ocasionales<br />
temporadas lluviosas (fenómeno del<br />
Niño), durante las cuales proliferan en<br />
asombrosas cantidades. Basta con<br />
recoger<strong>los</strong>, lavar<strong>los</strong> y<br />
hervir<strong>los</strong> y se comen<br />
como se hace en París con<br />
<strong>los</strong> “escargots” que no son<br />
otra cosa que <strong>los</strong> caracoles<br />
que te malogran el jardin. Es ya<br />
cuestión de sacar<strong>los</strong> de su cáscara con el<br />
pinchito especial que usa el gourmet<br />
huarango o de cactus como hace el<br />
mocherito.<br />
La salsa también es cuestión de<br />
gustos y te aseguro que un cebiche de<br />
caracoles te lo sirven en Virú como lo<br />
pide Dios (que dicen que nació por ahí).<br />
Algunos, <strong>los</strong> más, toman la<br />
precaución de "purgar" a <strong>los</strong> caracoles<br />
antes de mandar<strong>los</strong> a la olla. Dicen que<br />
es para quitarles la baba que es amarga.<br />
Para "purgar<strong>los</strong>", <strong>los</strong> ponen vivos en un<br />
recipiente ancho con harina de maíz<br />
durante tres o cuatro días. Eso les hace<br />
comer maíz y botar la baba. Otros dicen<br />
que basta con lavar<strong>los</strong> bien y cortarles<br />
"la colita" que es donde guardan el<br />
amargor como algunas niñas que<br />
conozco. Pero eso de "purgados"<br />
parece que tiene además otra causa<br />
que valdría la pena investigar: Los<br />
caracoles se alimentan de la corteza<br />
y de la savia de <strong>los</strong> vegetales donde se<br />
crían y uno de sus alimentos
226
más apreciados son <strong>los</strong> cactus<br />
columnares cuyo representante más<br />
atractivo es el sanpedro (Trichocereus<br />
pachanoi). El contenido de éste en<br />
sustancias alucinógemis lo conocen<br />
hasta <strong>los</strong> turistas más ingenuos.<br />
Un cebiche de caracoles no<br />
"purgados" te puede hacer volar<br />
!Agárrate Catalina!<br />
EL PAVO Y LAS PAVITAS<br />
Como hemos<br />
mencionado aquí y allá, una<br />
especie muy parecida al "pavo<br />
de Navidad", la pavita de ala<br />
blanca (Penelope albipense), fue<br />
hallada muy frecuentemente y<br />
consumida ávidamente por <strong>los</strong><br />
primeros españoles y sus<br />
seguidores en el norte del Perú. Fue<br />
cazada y perseguida con malévola<br />
persistencia a tal grado que pronto se<br />
llegó a su casi total extinción y recién<br />
ahora se está recuperando gracias al<br />
esfuerzo privado del señor del Solar en<br />
su hacienda de Olmos.<br />
En <strong>los</strong> tiempos pre-hispánicos y<br />
probablemente también durante <strong>los</strong><br />
primeros años del Virreinato, existieron<br />
en <strong>los</strong> valles costeños otras primas de la<br />
pava de ala blanca que ahora vemos con<br />
frecuencia en la selva, donde son objeto<br />
de la caza y con frecuencia de la<br />
domesticación hogareña. Se trata de la<br />
227<br />
pucacunga (Penelope jacquaca) o cuello<br />
colorado, de la pava de monte (Pepila<br />
cumanensis) y del Paujil (Mitu-Mitu).<br />
Con cualquiera de estas deliciosas<br />
carnes podemos retar a lli1 cocinero<br />
amigo que nos reciba con una gallinácea<br />
común y corriente. Pero en Lima, estas<br />
pavitas ya son exóticas y no podemos<br />
presumir con ellas.<br />
El pavo que ahora engordamos<br />
para sacrificado en diciembre se llama<br />
en latín Meleagris gallopavo.<br />
Es indudablemente de<br />
origen mexicano. Fue<br />
encontrado por <strong>los</strong> colonizadores<br />
europeos en forma<br />
silvestre <strong>desde</strong> el<br />
sur del Canadá<br />
hasta Centroamérica.<br />
Todavía es objeto de caza en<br />
Norteamérica donde es una especie<br />
restringida por medida precautoria<br />
contra su extinción. Pero hoy, todos lo<br />
sabemos bien, la variedad doméstica es<br />
más robusta, de mejor carne y de<br />
apariencia más ceremoniosa que la de<br />
algún político que acaba de ganar una<br />
elección.<br />
Esta variedad doméstica es el<br />
resultado de un largo proceso de<br />
selección realizado por <strong>los</strong> habitantes<br />
prehispánicos de México, por lo menos<br />
<strong>desde</strong> dos sig<strong>los</strong> antes de Cristo.
En 1499 llegó el pavo mexicano<br />
a Europa llevado por Pedro Alonso<br />
Niño que lo había encontrado en las<br />
costas caribeñas. En México ya<br />
encontraron pavos domésticos por todas<br />
partes y de allí fue llevado a todo el<br />
Mundo. Hernán Cortés habla de el<strong>los</strong> en<br />
sus cartas y les dice simplemente<br />
gallinas de la tierra. En Sevilla se hizo<br />
pronto muy popular como ave<br />
doméstica y era comprado en cantidades<br />
comerciales por <strong>los</strong> marineros y<br />
comerciantes turcos que llegaban <strong>desde</strong><br />
el Medio Oriente haciendo escala allí y<br />
en Cádiz con destino a puertos del<br />
Atlántico y a Inglaterra. Llegando así al<br />
pueblo ang<strong>los</strong>ajón, esta ave de<br />
porte tan extraño y de carne tan<br />
deliciosa recibió pronto el apodo<br />
de "ave de Turquía", o "Turkeybird"<br />
que muy pronto se abrevió<br />
a "Turkey" como todavía lo<br />
228<br />
conoce todo el mundo de habla inglesa.<br />
Algo parecido les pasó a <strong>los</strong><br />
brasileros que ya conocían las pavitas<br />
que les llegaban <strong>desde</strong> el Perú. Cuando<br />
el pavo mexicano vino a nuestras costas<br />
traído por <strong>los</strong> españoles y cruzó después<br />
hacia el Brasil, fue bautizado como<br />
"Ave del Perú" y se quedó con "Perú"<br />
que ahora muestra en sus tarjetas de<br />
visita brasileras. Una injusticia histórica<br />
de la que no somos culpables.<br />
Como nosotros con el pato,<br />
México ha invadido todo el mundo con<br />
su pavo. Se calcula que solamente en<br />
Europa, durante el mes<br />
de Noviembre, 250<br />
millones de pavos<br />
esperan la Navidad. Aquí<br />
en el Perú, pasamos de<br />
tres millones.
CARNES DE ULTRAMAR<br />
No he podido encontrar<br />
suficiente información sobre cómo<br />
llegaron las carnes europeas al Perú.<br />
Quién trajo el primer cerdo, la primera<br />
cabra, la primera vaca, la<br />
primera oveja, la primera<br />
gallina... No es que no se sepa.<br />
Yo no lo sé. No porque a Pizarro<br />
le cuelguen el cuento de que era<br />
hijo de una criadora de puercos,<br />
lo vamos a colmar de laureles por <strong>los</strong><br />
buenos chicharrones que ahora<br />
comemos en la Tablada de Lurín.<br />
Los cerdos constituían, en la<br />
España de la Conquista, una excelente<br />
industria ganadera, muy socorrida. El<br />
papá del que sería después conquistador<br />
del Perú, parece que tenía intereses en<br />
ese negocio y algún entendimiento<br />
tendría con la señora administradora de<br />
su ganado porcino, una ocupación muy<br />
honesta y lucrativa. Parece ser también<br />
que de ese entendimiento nació Don<br />
Francisco y después <strong>los</strong> almagristas<br />
ampliaron el chisme para<br />
crear la leyenda negra que<br />
trató de opacar <strong>los</strong> méritos<br />
del bastardo Marqués. Y a<br />
otra cosa. Cierto que comer<br />
carne de cerdo en España<br />
durante el siglo XVI era<br />
229<br />
una especie de certificado permanente<br />
de que no eras ni judío ni musulmán, lo<br />
que era mucho cuento. Así que la<br />
primera carne viva que llegó al Caribe-y<br />
de allí a toda América-fue la carne de<br />
cerdo.<br />
Esto no resultó tan ventajoso<br />
como ahora podríamos suponer<br />
porque <strong>los</strong> primeros cerdos que<br />
cruzaron el Atlántico trajeron al<br />
Caribe el virus de la encefalitis<br />
porcina, terrible destructor de<br />
vidas indígenas, lo que acarreó<br />
una rápida despoblación de<br />
las Antillas y obligó a la<br />
pronta y masiva importación<br />
de esclavos africanos para las<br />
tareas agrícolas. Alguien dijo<br />
entonces que si no fuera por <strong>los</strong><br />
chanchos no habría tanto negro en Haití.<br />
Pero tampoco es así, porque al lado de<br />
la encefalitis porcina llegó el sarampión<br />
y llegaron las viruelas y llegó el<br />
paludismo y <strong>los</strong> pobres indígenas<br />
sufrieron el horrendo impacto de la<br />
primera guerra bacteriológica de la<br />
historia americana.<br />
Esta cuestión de<br />
comer o no comer carne de<br />
cerdo es algo que se viene<br />
debatiendo <strong>desde</strong> hace<br />
largos sig<strong>los</strong>. Hay quien<br />
afirma que ya hace cinco<br />
mil
años <strong>los</strong> chinos decían que mejor no;<br />
pero casi nadie niega ya que el tabú de<br />
comer cerdo viene por lo menos de<br />
1800 A.C. basado, dicen <strong>los</strong> que saben,<br />
en que es un animal que no se<br />
acostumbra a una dieta vegetariana y<br />
que no le gusta vivir en rebaño,<br />
teniendo en cuenta que todos<br />
<strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> que poblaron<br />
Europa eran nómades que<br />
vivían de sus rebaños. Por<br />
alguna razón, <strong>desde</strong> hace<br />
muchísimo tiempo, el género<br />
humano no come animales<br />
carnívoros. No comen gato ni perro<br />
y mucho menos tigre, hiena, lobo o<br />
león.<br />
Una serie de otras<br />
recomendaciones incorporadas como<br />
leyes en las regulaciones mosaicas, y<br />
cuya racionalización no trataremos<br />
ahora, fueron conformando<br />
recomendaciones interpretadas<br />
diversamente por las tres grandes<br />
religiones: Judaísmo, Cristianismo y el<br />
Islam. "No pondrás a una madre y a su<br />
hijo en la misma olla, ni en la misma<br />
cama"... una ley basada en la<br />
prohibición del incesto llevó a prohibir<br />
cocinar el cabrito en leche de cabra....<br />
"Y añadió Dios: Ved que os he<br />
dado todas las hierbas que producen<br />
simiente sobre la tierra, y todos <strong>los</strong><br />
árboles que tienen en sí mismos<br />
simiente de su especie, para que os<br />
sirvan de alimento" (Génesis 1:29), lo<br />
que fue interpretado como una<br />
230<br />
invitación al vegetarianismo excepto<br />
que, después del Diluvio, Jehová revisó<br />
sus conceptos nutricionales y le dijo a<br />
Noé: "… todos <strong>los</strong> animales de la tierra<br />
y todas las aves del cielo y todo cuanto<br />
se mueve sobre la tierra; y todos <strong>los</strong><br />
peces del mar estén sujetos a<br />
vuestro poder. Y todo lo que<br />
tiene movimiento y vida os<br />
servirá de alimento; todas estas<br />
cosas os las entrego así como<br />
las legumbres y yerbas..."<br />
(Génesis 9:2 y 3) pero le<br />
dijo bien claro: "Excepto<br />
que no habréis de comer<br />
la carne con sangre"<br />
(Génesis 9:4) lo que<br />
<strong>desde</strong> entonces obliga a<br />
<strong>los</strong> judíos a comer<br />
animales sacrificados en tal forma que<br />
toda la sangre salga de su carne, como<br />
lo hace el rabino que cumple el rito<br />
Kosher. Y en <strong>los</strong> mismos libros santos,<br />
Jehová les dijo a <strong>los</strong> judíos: "Separad,<br />
pues, también vosotros el animal puro<br />
del impuro y el ave limpia de la<br />
inmunda; no contaminéis vuestras almas<br />
por causa de <strong>los</strong> animales y de las aves<br />
y demás vivientes que se mueven sobre<br />
la tierra y que yo os he señalado como<br />
inmundos" (Levítico 20:25) y como<br />
consecuencia de ello pronto <strong>los</strong> doctores<br />
de la ley decidieron que animales puros,<br />
<strong>los</strong> que se podían comer, eran <strong>los</strong><br />
herbívoros y, entre el<strong>los</strong>, <strong>los</strong> rumiantes<br />
y, entre el<strong>los</strong>, <strong>los</strong> que tenían <strong>los</strong> cascos<br />
partidos. Ni el caballo, ni el camello ni<br />
el burro... Ni el cerdo ¡Por Dios! que no<br />
es herbívoro, ni la liebre
que no tiene cascos. Y así, si el<br />
lector quiere seguir averiguando sobre<br />
prohibiciones dietéticas, agarre usted su<br />
Biblia y póngase a leer. Si no encuentra<br />
lo que busca, de todas maneras le hará<br />
bien.<br />
¿Y el pan sin levadura? ¿Y el<br />
cordero pascual? Lea usted,<br />
amigo, todo el capítulo Xli<br />
del Libro del Exodo, y verá<br />
por qué <strong>los</strong> judíos usan<br />
solamente ese pan durante<br />
siete días de la Semana<br />
Santa y porqué <strong>los</strong><br />
cristianos usamos pan sin<br />
levadura para las hostias de<br />
consagrar. A leer la Biblia, amigo mío.<br />
Y no creas que sólo <strong>los</strong> judíos y<br />
sus seguidores nos han llenado la<br />
cabeza con prohibiciones y tabúes<br />
culinarios. Nada te digo de las diversas<br />
castas de la India donde eso de comer y<br />
no comer es todo un problema. Por de<br />
pronto, hay que ver quién te ha<br />
preparado el alimento. Si lo hizo un<br />
asesino, acuérdate que eso es<br />
contagioso. Si lo preparó una<br />
persona de casta inferior, su<br />
consumo es intolerable; yeso<br />
de quién lo cocina o quién lo<br />
prepara abarca una serie de personas<br />
prohibidas como <strong>los</strong> eunucos, las<br />
prostitutas, <strong>los</strong> usureros y ¡agárrate! <strong>los</strong><br />
maridos que se dejan mandar por sus<br />
mujeres y la forma de prepararlo puede<br />
hacer que el alimento quede impuro y<br />
231<br />
esté prohibido consumirlo. Además,<br />
<strong>desde</strong> luego, no puedes matar ningún<br />
animal para comértelo porque puede ser<br />
la reencarnación de algún buen señor<br />
que se está preparando para ser tu nieto.<br />
Con todo respeto.<br />
Con las aves no había problema,<br />
fuera de la nostalgia por <strong>los</strong> sabores de<br />
la lejana patria. Aquí en América<br />
encontraron <strong>los</strong> españoles las palomas,<br />
las perdices, <strong>los</strong> pavos y <strong>los</strong> patos, que<br />
de más compensarían la ausencia de<br />
las gallinas. En un bajel español<br />
nunca fue difícil traer gallinas porque<br />
hasta servían para amenizar alguna<br />
celebración a bordo durante el largo<br />
viaje. Cabras y ovejas sí resultaban<br />
bienvenidas en el Caribe y en<br />
Mesoamérica durante <strong>los</strong> largos<br />
cuarenta años que pasaron entre la<br />
llegada a las Antillas y el<br />
descubrimiento del Perú, la única parte<br />
del Nuevo Mundo que tenía "carneros<br />
de la tierra" (llamas, alpacas, vicuñas,<br />
guanacos).<br />
Y las vacas y <strong>los</strong> toros también<br />
llegaron temprano, mezclados<br />
con <strong>los</strong> cabal<strong>los</strong> tan<br />
indispensables para las acciones<br />
de descubrimiento y conquista.<br />
No tengo datos sobre la primera vaca,<br />
pero a <strong>los</strong> pocos años de fundada Lima<br />
(en 1535), ya Don Francisco Pizarro se<br />
daba el lujo de rejonear un toro en la<br />
flamante Plaza de Armas de la nueva<br />
capital ¡olé!.
232
Ya hemos visto que la<br />
civilización andina tuvo su ancla en el<br />
mar. Fueron el mar, el roquedal,<br />
la arena y la brisa salobre <strong>los</strong> que<br />
detuvieron al nómada ancestral y<br />
le ofrecieron alimento y reposo<br />
en un océano que, aún ahora, es<br />
el más rico del planeta. No hay<br />
en el Perú asentamiento humano<br />
prehistórico que no haya dejado<br />
abundantes conchales y montones de<br />
basura acumulada donde figura<br />
profusamente el residuo marino. El<br />
antiguo peruano se alimentó de<br />
mariscos, moluscos, erizos, cangrejos,<br />
LOS ALIMENTOS DEL MAR<br />
233<br />
peces de toda figura y tamaño,<br />
mamíferos acuáticos, tortugas, en fin,<br />
toda la biología marina de este<br />
ubérrimo mar nuestro formó,<br />
hizo crecer y fortaleció tejidos<br />
humanos y forjó así, en <strong>los</strong><br />
sig<strong>los</strong> obscuros, la civilización<br />
andina que siguió buscando su<br />
sustento en <strong>los</strong> ríos y <strong>los</strong> lagos<br />
de la sierra y de la selva.<br />
No hemos de detenemos ahora a<br />
detallar las múltiples maneras en que el<br />
peruano pre-hispánico obtuvo y<br />
consumió <strong>los</strong> alimentos acuáticos.
Sería ocioso, además de interminable, y<br />
caeríamos fácilmente en la culinaria<br />
enciclopédica.<br />
Pero sí caben aquí unos<br />
renglones de rechazo a la ingratitud. Un<br />
ceño fruncido para quienes alguna vez<br />
generalizaron la idea de que el pescado<br />
es dañino ¡Dañino! Que el pescado<br />
"encona" las heridas. Que <strong>los</strong> niños y<br />
<strong>los</strong> viejos se enferman si comen<br />
pescados o mariscos ¡Horror de<br />
ingratitud! Malévola especie dejada caer<br />
siglo tras siglo en el seno de una nación<br />
que siempre vivió del mar. Gran<br />
mentira, gran calumnia surgida de las<br />
entrañas del demonio. Depredación del<br />
mar, no para alimentar a nuestros<br />
hermanos sino para formar miles de<br />
toneladas de harina maloliente que ha<br />
de alimentar <strong>los</strong> cerdos de más allá del<br />
mar. Un bofetón de desprecio a la<br />
historia del hombre andino que forjó<br />
imperios y civilizaciones solamente<br />
porque un nómada hambriento y<br />
fatigado encontró su alimento jugando<br />
con las olas ¡Horror de ingratitud!.<br />
En toda el área andina se<br />
conoce, <strong>desde</strong> comienzo de la<br />
234<br />
civilización, el consumo de algas de<br />
mar (y de agua dulce) en la<br />
alimentación humana. Poco llega este<br />
consumo a las mesas sofisticadas de las<br />
grandes ciudades, excepto como adorno<br />
comestible de platil<strong>los</strong> diversos. En la<br />
costa, es frecuente acompañar el<br />
cebiche con unas cuantas ramitas de<br />
"yuyo" un alga verde, de trazos finos<br />
(Ulvapurpurea) que con este fin se<br />
expende en <strong>los</strong> mercados de productos<br />
del mar. Es una delicadeza culinaria del<br />
buen gusto criollo. En la sierra se usan<br />
unas algas de agua dulce, de hojas muy<br />
pequeñas, que sobrenadan en las aguas<br />
estancadas. Les llaman "llullucha"<br />
(Nostroc sp.).<br />
Las algas constituyen un recurso<br />
alimenticio de enorme importancia que<br />
es poco aprovechado todavía. El trabajo<br />
pionero del maestro Augusto Aldave ha<br />
trazado ya el camino hacia el desarrollo,<br />
cultivo e industrialización de esta<br />
riquísima fuente alimentaria de nuestro<br />
pueblo.
235
CAPÍTULO IX<br />
LAS BEBIDAS<br />
__________________________________________<br />
Cuando éramos muchachos,<br />
después de jugar un partido de tenis, nos<br />
íbamos al chino de la esquina (que<br />
ahora se llama Wong) a tomamos "una<br />
cola inglesa en dos vasos", lo que<br />
costaba siete centavos: un níquel y un<br />
gordo. Ya para entonces se había<br />
generalizado el consumo de gaseosas en<br />
todo el Perú. Y eso de cola inglesa era<br />
el resultado de la invasión encabezada<br />
por la Coca-Cola en un país que<br />
proporcionaba la coca en forma honesta<br />
y con genuino interés comercial.<br />
Veamos cómo, por el año de<br />
1863, la coca encontró un camino en la<br />
civilización occidental, independiente<br />
de su diabólica hija, la cocaína.<br />
Un sujeto de <strong>los</strong> más pintorescos<br />
y genial, aunque de dudosa moralidad,<br />
el doctor Angelo Mariani, originario de<br />
Córcega, instaló en las afueras de Paris<br />
lo que se consideró en ese tiempo el<br />
Santuario de Mama Coca, la misteriosa<br />
planta del Antiguo Perú. En <strong>los</strong><br />
invernaderos, jardines y amplias<br />
instalaciones de Mariani, sé veneraba la<br />
Planta Sagrada de <strong>los</strong> Incas como<br />
alguna vez soñaron <strong>los</strong> antiguos<br />
LAS BEBIDAS GASEOSAS<br />
236<br />
sacerdotes del Cusco. El culto a la coca<br />
se enseñoreó en París como nunca nadie<br />
lo imaginó entre <strong>los</strong> viejos curanderos<br />
peruanos.<br />
Mariani inventó varios<br />
preparados de coca entre <strong>los</strong> cuales<br />
había un cordial y un té. Pero el más<br />
importante y popular, fue el vino<br />
Mariani cuya comercialización y<br />
popularización fue abrumadora,<br />
utilizando todos <strong>los</strong> medios que en ese<br />
tiempo eran considerados más útiles y<br />
más efectivos para hacer conocer las<br />
bondades del preparado de Mariani.<br />
La fórmula exacta del "Vino de<br />
<strong>los</strong> Incas" nunca fue conocida.<br />
Evidentemente, contenía dos elementos<br />
básicos: la coca y el vino: Pero <strong>los</strong> que<br />
atisbaron alguna vez su preparación<br />
guiñaban el ojo cuando relataban que el<br />
último toque que Mariani daba a su vino<br />
era agregarle subrepticiamente una<br />
porción adecuada de un polvito blanco<br />
de composición secreta... Lo cierto es<br />
que, debido a sus excelentes<br />
propiedades euforizantes, antifatigantes,<br />
antidepresivas y que sé yo y, por otro
lado, debido a la exitosísima campaña<br />
publicitaria de Mariani las grandes<br />
personalidades del mundo intelectual y<br />
político estamparon su firma<br />
recomendando sin limitaciones el uso<br />
del vino Mariani.<br />
El Zar de Rusia, La Princesa de<br />
Gales, El Presidente Mac<br />
Kinley, Alejandro Dumas,<br />
Emilio Zola, Tomás<br />
Edison...; M. Roty,<br />
Presidente de la<br />
Academia de Bellas Artes<br />
de París, rindió<br />
públicamente un especial homenaje a la<br />
coca premiándola con una artística<br />
medalla de oro "Al Mérito", se<br />
diseñada especialmente por él rodeaba<br />
de lujos y honores en París, Músicos de<br />
la talla de Gounod, Massenet y Faure,<br />
asiduos concurrentes al Santuario de<br />
Mariani, cantaron dulces melodías las<br />
grandes cualidades de la planta peruana<br />
que hasta el sumo Pontífice, Leon XIII,<br />
envió a Mariani una medalla de oro con<br />
la mas entusiasta aprobación<br />
eclesiástica del uso de la coca. Los<br />
tiempos habían cambiado <strong>desde</strong> el<br />
concilio Limonense de 1551 que la<br />
había condenado. Según las noticias de<br />
la época, el Santo Padre encontraba un<br />
útil apoyo a su ascética vida en un<br />
frasquito que siempre llevaba consigo y<br />
contenía un cordial hojas de coca que<br />
Mariani le hacía llegar regularmente<br />
como una cortesía hacia su alta<br />
investidura.<br />
Naturalmente, la fama europea<br />
237<br />
del vino Mariani llegó a las playas de<br />
Norteamérica. La industria<br />
norteamericana, encabezada<br />
entusiastamente por Parke Davis,<br />
también comercializó sus cordiales de<br />
coca y otros laboratorios intentaron<br />
ganar el mercado con otros productos;<br />
pero por una razón o por otra, el vino<br />
Mariani continuó<br />
manteniendo su prestigio<br />
en <strong>los</strong> altos círcu<strong>los</strong>. Las<br />
recomendaciones de<br />
Tomás Edison y del<br />
Presidente Mac Kinley no<br />
eran letra muerta.<br />
Por <strong>los</strong> años en que Mariani se<br />
rodeaba de lujos y honores en París, un<br />
hombre de 50 años, que <strong>desde</strong> hacia ya<br />
tres lustros se había radicado en Atlanta,<br />
Georgia (EE.UU.), tuvo la infusión de<br />
lo que el “vino de Mariani” podia llegar<br />
a significar: John Styth Pemberton,<br />
farmacéutico que andaba siempre en<br />
busca de formulas interesantes para su<br />
clientela, registro oficialmente en <strong>los</strong><br />
EE.UU. en el año 1880 el “Vino<br />
Francés de coca, tónico y estimulante<br />
ideal”.<br />
Pronto, con. El impulso inicial<br />
que este descubrimiento le dio a su<br />
negocio, se formo la Pemberton<br />
Chemical Company que, al año<br />
Siguiente, lanzo al mercado un nuevo<br />
producto que revolucionaria al mercado.<br />
En realidad, fue una total modificación<br />
del vino francés: para poder inscribirla<br />
como una mezcla no alcohólica
le quitó el vino; para hacerla más<br />
estimulante, le agregócafeína, y como el<br />
líquido resultante sabía a diab<strong>los</strong>, le<br />
agregó una serie de esencias y de<br />
aceites aromáticos. Por último, teniendo<br />
en cuenta que la odisea de Livingstone<br />
y Stanley en el Africa había atraído la<br />
atención del mundo hacia otro<br />
gran estimulante y antifatigante<br />
africano, la nuez de cola, le<br />
agregó también este<br />
componente y registró la marca<br />
CocaCola.<br />
Nunca se ha llegado a saber con<br />
exactitud la fórmula original que<br />
Pemberton utilizó, pero hay listas que<br />
provienen del inventario oficial del<br />
primer laboratorio donde se preparaba<br />
la Coca-Cola original. Contienen<br />
diversas esencias y aceites, pero lo más<br />
notorio es la presencia de la coca, de la<br />
cola y de la cafeína.<br />
Al principio, esta nueva bebida<br />
se expendía en forma de jarabe para ser<br />
mezclado con agua gaseosa en las<br />
llamadas fuentes de soda. El primer<br />
vaso de Coca-Cola fue vendido a un<br />
cliente desconocido en la fuente de soda<br />
de la farmacia Jacobs de Atlanta en<br />
Mayo de 1886.<br />
Era un tónico estimulante y un<br />
excelente remedio para contrarrestar, el<br />
lunes por la mañana, <strong>los</strong> efectos de un<br />
domingo divertido. Pronto se hizo muy<br />
popular. Era, con puritánico disfraz de<br />
esencias, una agradable mezcla de<br />
cocaína y cafeína.<br />
238<br />
En 1873, había llegado a Atlanta<br />
un señor llamado Asa G. Candler,<br />
hombre legendario que, a su llegada a la<br />
cuna de la Coca-Cola, no tenía sino un<br />
dólar con 75 centavos en su bolsillo.<br />
Movió ruedas, jaló hi<strong>los</strong>, hizo pases y,<br />
en 1889, le compró la fórmula del<br />
tónico a Pemberton. Un año<br />
después fundó la Coca Cola<br />
Company, y quince años más<br />
adelante, tenía un capital de<br />
cincuenta millones de dólares.<br />
Fue Candler, el religioso y<br />
puritano líder industrial de Atlanta,<br />
quien dio el impulso para embotellar la<br />
bebida y fue el que hizo de la Coca-<br />
Cola una necesidad internacional.<br />
A fines de siglo, la Coca-Cola<br />
comenzó a variar su imagen con el logo<br />
que nunca ha abandonado después y que<br />
diseñó el Sr. Robinson, contador de la<br />
firma. Ya no era un tónico para <strong>los</strong><br />
nervios ni un remedio para la<br />
"perseguidora". Ya no era recomendable<br />
para la jaqueca o para la indigestión.<br />
Ahora era un refresco: una pausa que<br />
refresca.<br />
Manteniendo su nombre y su<br />
composición a base de hojas de coca y<br />
nuez de cola, Candler logró allanar <strong>los</strong><br />
serios conflictos que enfrentaron a la<br />
Coca-Cola con la legislación<br />
norteamericana y mundial relacionada<br />
con <strong>los</strong> alcaloides. Se eliminó así de la<br />
bebida todo trazo de cocaína (según lo<br />
exigía la ley de 1914) y quedó esa<br />
mezcla carbonatada que
campea por todo el mundo y que<br />
tiene cafeína, nuez de cola (que contiene<br />
más cafeína), esencias diversas, azúcar<br />
y todos <strong>los</strong> componentes no alcaloidicos<br />
de la hoja de coca en lo que se llama<br />
oficialmente: "un extracto no narcótico<br />
de hojas de coca descocainizadas".<br />
Que la Coca-Cola tiene coca,<br />
que no tiene cocaína, es indudable y<br />
fácil de comprobar. Pero como están las<br />
cosas ahora, calculen ustedes cuántas<br />
toneladas de coca serían necesarias para<br />
poner una hojita de coca en cada botella<br />
de <strong>los</strong> miles de millones de Coca-Cola<br />
que se venden en el mundo entero: ¡toda<br />
la producción lícita e ilícita de coca del<br />
Perú, Bolivia y Brasil!.<br />
Pero no es así tampoco. A través<br />
de canales oficiales, notariales,<br />
legalizados y sacramentados, el Perú<br />
envía a New Jersey una cantidad muy<br />
apreciable de coca de Trujillo. Allí le<br />
quitan la cocaína y así, debidamente<br />
castrada, como componente de una<br />
mezcla secretísima llamada compuesto<br />
7x, la envían a Atlanta para ponerle una<br />
pequeña cantidad en cada botella y<br />
poder decir que la Coca-Cola tiene<br />
coca, pues de otra manera se verían<br />
obligados a quitarle el nombre a lo que<br />
constituye la marca registrada más<br />
exitosa de la economía consumista. Las<br />
leyes norteamericanas (Pure Food and<br />
Drug Act) prohiben usar el nombre de<br />
un producto natural si no lo contiene el<br />
producto comercializado.<br />
En un principio, la Coca-Cola<br />
239<br />
vendida como jarabe se mezclaba en las<br />
"fuentes de soda" en presencia del<br />
cliente. Pero Asa Candler pronto la<br />
embotelló en una horrible botella que<br />
tenía tapa de caucho contenida por un<br />
resorte. Alguien por ahí inventó la tapa<br />
en corona que revolucionó la venta de<br />
bebidas envasadas y, poco después de la<br />
Primera Guerra Mundial, Asa Candler<br />
en cargó a un señor Samuelson que<br />
diseñara una nueva botella.<br />
La imagen actual de la CocaCola<br />
apareció así en 1915. Pocos saben que<br />
la fuente de inspiración de Samuelson<br />
fue precisamente la forma de la semilla<br />
de la coca que el diseñador encontró en<br />
un grabado de la Enciclopedia<br />
Británica.<br />
Llevando en su seno la historia<br />
de la planta sagrada de <strong>los</strong> Incas, con un<br />
envase que se inspiró en su semilla y<br />
con <strong>los</strong> colores rojo y blanco de la<br />
bandera peruana, la CocaCola ha<br />
invadido de sabor peruano <strong>los</strong> cinco<br />
continentes y <strong>los</strong> rincones más<br />
olvidados de la tierra.<br />
Hemos creído que entrar a<br />
relatar la historia de todas las bebidas<br />
gaseosas habría sido pecado de<br />
prolijidad. Todas las "colas" negras o de<br />
colores diversos, son copia, imitación o<br />
rivalidad de la Coca-Cola original.<br />
EL TE<br />
Desde hace muchos sig<strong>los</strong><br />
(Dinastía Tang, sig<strong>los</strong> IX y X), el té ha
ha sido una popular bebida en la China<br />
y en el Japón y fue primero conocido en<br />
Europa <strong>desde</strong> mediados del siglo XVI<br />
cuando <strong>los</strong> viajeros comenzaron a traer<br />
noticias y raras mercancías <strong>desde</strong> el<br />
Lejano Oriente. Parece ser que las<br />
noticias más consistentes y las primeras<br />
remesas comerciales llegaron a Holanda<br />
<strong>desde</strong> el Japón a comienzos del siglo<br />
XVII. Como toda hierba rara que<br />
llegaba <strong>desde</strong> tan lejos, <strong>los</strong> comerciantes<br />
crearon alrededor del té una atmósfera<br />
de excelente medicamento que fue<br />
vendido como un cúralo-todo: para la<br />
jaqueca, la apoplejía, la parálisis, el<br />
vértigo, la epilepsia, la tubercu<strong>los</strong>is, <strong>los</strong><br />
cálcu<strong>los</strong> billares, <strong>los</strong> cólicos y que se<br />
yó. Los ingleses fueron <strong>los</strong> que más se<br />
entusiasmaron con esa propaganda y<br />
pronto lo adoptaron casi como una<br />
bebida nacional cuya demanda creó y<br />
crió serios problemas internacionales<br />
entre <strong>los</strong> cuales no solamente está el<br />
detonante de la Independencia<br />
Norteamericana sino la Guerra del opio<br />
con China y <strong>los</strong> problemas económicos<br />
de la India y de Ceilán.<br />
Otro país que pronto se<br />
involucró en la economía del té fue la<br />
Rusia Imperial. Según algunos viajeros<br />
de la época, <strong>los</strong> nómades de las estepas<br />
de Siberia tenían una especial forma de<br />
preparar el té, en esas frígidas regiones,<br />
con sal, mantequilla y leche.<br />
Probablemente esto seria desaprobado<br />
por las exquisitas damas londinenses.<br />
Pero cuando reinó Catalina la Grande ya<br />
el té en infusión, como lo conocemos<br />
hoy, era popular en toda Rusia.<br />
240<br />
El té se hizo conocido en el Perú<br />
a partir de mediados del siglo pasado,<br />
cuando <strong>los</strong> inmigrantes ingleses, que<br />
siempre estuvieron bien colocados en el<br />
seno de la alta sociedad limeña, fueron<br />
imponiendo esa buena costumbre del<br />
"five o' dock tea", acompañado de<br />
bocaditos y sandwiches diversos lo que<br />
completaba la agenda del día a cuatro<br />
comidas. La de las cinco de la tarde,<br />
para honrar la costumbre del té, pronto<br />
se acriolló para tener lugar a las seis, y<br />
<strong>los</strong> salones de té proliferaron en Lima<br />
para reunir a caballeros con objeto de<br />
discutir la política y <strong>los</strong> chismes<br />
sociales. En las casonas de Lima, las<br />
señoras "decentes" se reunían a la<br />
misma hora "a tomar el té".<br />
Como nos gusta cambiado todo,<br />
ya por <strong>los</strong> años treinta era una<br />
costumbre muy popular eso de hacer<br />
una pequeña reunión a las 6 p.m. y la<br />
cena se servía a las 9 p.m. Pero poco a<br />
poco hubo quienes cambiaron el té por<br />
el chocolate o por café con leche o<br />
quienes cambiaron por alguna bebida<br />
gaseosa, desvirtuando así la buena<br />
intención de <strong>los</strong> ingleses, y olvidando el<br />
"five o clock tea” que era muy difícil de<br />
pronunciar y más de recordar. Por eso<br />
se comenzó a utilizar la palabrita<br />
"lunch", menos específica respecto a la<br />
bebida, más amplia para el contenido<br />
sólido, y más adaptada al lenguaje<br />
limeño que lo transformó en "lonche".<br />
Así es que, aunque no tomes té, pásate<br />
por mi casa mañana
"gargajo", "escupitajo", "salivazo" y<br />
para de contar. Dejémos<strong>los</strong> discutir<br />
asquerosidades y lleguemos pronto a la<br />
conclusión común y de consenso de que<br />
"chicha" es una palabra que encontraron<br />
<strong>los</strong> españoles en el Caribe para definir<br />
las cervezas, generalmente a base de<br />
maíz, que <strong>los</strong> diversos grupos étnicos<br />
indoamericanos obtenían mediante la<br />
fermentación alcohólica de soluciones<br />
amiláceas. Aquí en el Perú, la chicha<br />
recibía el nombre común de "acca" o<br />
como quiera usted escribirlo, pero que<br />
suene así: acca, akha, aga, aka, acar,<br />
acap, azua, etc. Y no vayamos al aimara<br />
ni a <strong>los</strong> diversos guajes y dialectos<br />
locales porque nos vamos a desviar<br />
enciclopédicamente. Lo que importa<br />
aquí es saber que la palabra "chicha" no<br />
es peruana sino caribeña; pero junto con<br />
muchos vocab<strong>los</strong> de ese origen (maní,<br />
ají, maíz, yuca, etc., etc.) la adoptamos<br />
cariñosamente en el uso vernáculo de<br />
este lindo país nuestro.<br />
Y no sólo para la cerveza de<br />
maíz a la cual, como veremos, <strong>los</strong><br />
peruanos le llamamos "chicha de jora",<br />
sino también para otras cervezas de<br />
productos amiláceos o azucarados, e<br />
inclusive para refrescos no alcohólicos<br />
como resulta con nuestra incomparable<br />
"chicha morada". Para ejemplo, basta<br />
con recordar las siguientes:<br />
En el Norte, se hace una<br />
deliciosa chicha dulce a base de <strong>los</strong><br />
frutos del algarrobo. En Ayacucho, ya<br />
lo hemos visto al hablar del Molle, se<br />
prepara una riquísima chicha de esta<br />
241<br />
frutilla tan aromática. También se<br />
prepara una "chicha de siete semillas",<br />
con trigo, cebada, arroz, maíz, molle,<br />
quinua y kiwicha. En Huánuco, <strong>desde</strong><br />
hace cuatro sig<strong>los</strong>, se hace una chicha<br />
con jugo de caña de azúcar a la que<br />
llaman "huarapo". Hay otra chicha<br />
hecha a base de higos secos que se<br />
originó en Chilca y después se extendió<br />
por toda la costa hacia el sur. Se le<br />
llama "chimbango" o "chicha de higos";<br />
algunos le agregan cáscara de naranja o<br />
de chirimoya, y no falta quien la destila<br />
para hacer el aguardiente de higos que<br />
para qué te cuento. Pero no dejemos<br />
atrás al "masato", chicha de yuca de la<br />
que ya hemos hablado en el capítulo<br />
correspondiente; y a la chicha de cebada<br />
que conocen en el Cusco y Puno como<br />
"mama-acca" según nos cuentan<br />
Valdizán y Maldonado; y la chicha de<br />
frutas que todavía preparan algunas<br />
familias arequipeñas con un prolongado<br />
cocimiento de huiñapo, cebada tostada,<br />
polvo de maíz blanco, anís, ajonjolí,<br />
maní molido, pan tostado, higos secos,<br />
nueces molidas, pasas, canela, pimienta,<br />
orejones de durazno, cáscara de naranja<br />
y chirimoya, piña, membril<strong>los</strong><br />
machacados, manzanas, uvas, ramas de<br />
hinojo y chancaca (azúcar negra). La<br />
fermentas tres días y verás lo que es<br />
bueno... si es que te olvidaste ya del<br />
"chinchiví", la alucinante chicha de las<br />
jaranas "de color" con su buena dosis de<br />
nuez moscada (*).<br />
(*) Nota:<br />
Es conocida la capacidad alucinógena de la nuez<br />
mascada en dosis altas así como su relación con las<br />
anfetaminas y otras sustancias neuroestimulantes.
242
En el Perú pre-hispánico, la<br />
chicha más común era, <strong>desde</strong> luego, la<br />
chicha de maíz. Hemos visto en su<br />
oportunidad que el nombre quechua del<br />
maíz es "Sara" y que el maíz germinado<br />
se llama "jora". Ahora siempre decimos<br />
"chicha de jora" para no confundida con<br />
las otras chichas. La chicha de jora era<br />
la bebida habitual en todos <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong><br />
pre-hispánicos en el Perú. De acuerdo<br />
con la información a nuestro alcance, el<br />
hombre común nunca consumía agua<br />
pura. O hacía sopas, hirviéndolas con<br />
diversos alimentos, o preparaba chicha<br />
que llevaba en calabazos o recipientes<br />
cerámicos. Verse obligado a consumir<br />
agua era signo de la pobreza más<br />
abyecta. Esto, <strong>desde</strong> luego, nada tiene<br />
qué hacer con la bacteriología del agua<br />
común y corriente. Cuando uno lee la<br />
historia, con la mente contaminada por<br />
el pensamiento moderno, cae fácilmente<br />
en una trampa interpretativa y elabora<br />
conclusiones atractivas pero<br />
frecuentemente falsas. Pasa así, por<br />
ejemplo, cuando nos dicen que <strong>los</strong><br />
judíos no comían carne de cerdo <strong>desde</strong><br />
el comienzo de su historia, porque<br />
"sabían" o porque "intuían" que el cerdo<br />
tiene parásitos que hacen daño al ser<br />
humano. Lo cierto es que no comían<br />
chancho porque ese era el animal<br />
sacrificial de <strong>los</strong> idólatras de<br />
Mesopotamia. El Padre Abraham inició<br />
esta prohibición por razones religiosas y<br />
usó al cordero como animal sacrificial.<br />
También nos dicen que <strong>los</strong><br />
antiguos curanderos usaban telarañas<br />
para hacer cicatrizar las heridas porque<br />
243<br />
"sabían" o porque "intuían" que en la<br />
telaraña hay hongos de esos que<br />
producen la penicilina y otros<br />
antibióticos. La cantidad de antibiótico<br />
que contiene una telaraña es tan irrisoria<br />
como la conclusión de <strong>los</strong> imaginativos<br />
intérpretes de nuestra historia médica.<br />
Lo mismo, o algo parecido, pasa<br />
con la chicha peruana. Es cierto que <strong>los</strong><br />
antiguos peruanos nunca tomaban agua<br />
pura sino en casos de emergencia. Es<br />
cierto también que sus necesidades de<br />
agua en la alimentación las cubrían<br />
ampliamente con su consumo de chicha<br />
y sopas. Pero eso no nos autoriza para<br />
decir que el<strong>los</strong> "sabían" que el agua en<br />
su forma natural podía contener<br />
parásitos dañinos que desaparecían con<br />
la fermentación de la chicha o con la<br />
ebullición de la sopa. El hombre de<br />
campo en Francia rara vez toma agua en<br />
las comidas. Toma vino o toma sopas<br />
como el antiguo peruano, yeso lo hace<br />
<strong>desde</strong> mucho antes de que Pasteur nos<br />
hiciera tenerle miedo a lo invisible.<br />
La chicha o el vino, en gran<br />
parte debido a su bajo contenido<br />
alcohólico o a su agradable sabor<br />
cuando se trata de preparados no<br />
fermentados, son un elemento<br />
socializador que hace que comer o<br />
beber en grupo constituida un<br />
importante factor en la cohesión de las<br />
relaciones humanas y además, estos<br />
líquidos ligeramente alcoholizados,<br />
bebidos en gran cantidad o mezclados<br />
con aditivos psicoactivos, se convierten
fácilmente en elementos que favorecen<br />
la aparición de estados alterados de la<br />
conciencia y el desencadenamiento de<br />
estados de trance que favorecen el amor<br />
humano, el misticismo y la<br />
comunicación con <strong>los</strong> misteriosos<br />
espacios sobrenaturales. Esta es la razón<br />
del simbolismo del vino en actos<br />
religiosos contemporáneos. Esta es la<br />
razón del alcohol en todas las mezclas<br />
llamadas afrodisíacas. La posible acción<br />
del alcohol como desinfectante no es<br />
sino una graciosa e irresponsable<br />
conclusión de las mentes cientifistas<br />
modernas.<br />
En el Antiguo Perú, la cerveza o<br />
chicha (ambos son vocab<strong>los</strong> foráneos<br />
para decir lo mismo) fue preparada con<br />
diversas materias primas. Lo más<br />
frecuente era usar el maíz germinado<br />
que ahora llamamos "Jora". La chicha<br />
de jora sigue siendo la bebida más<br />
popular en el Perú profundo. Pero<br />
también había chicha de chuño (papa),<br />
oca, camote, yuca, quinua, maní,<br />
cañihua, molle, pijuayo, algarrobo, etc.<br />
etc.<br />
Quizás es por eso que muchos de<br />
<strong>los</strong> recipientes cerámicos ("huacos")<br />
que se encuentran en las tumbas y que<br />
evidentemente estaban diseñados para<br />
contener líquidos, tienen esculturas con<br />
la efigie de estos diversos vegetales.<br />
Todos el<strong>los</strong> servían quizás para preparar<br />
líquidos que favorecían la comunicación<br />
con <strong>los</strong> mundos sobrenaturales del<br />
trance y de la inspiración mágica. Todos<br />
el<strong>los</strong> le servían al difunto para viajar al<br />
más allá.<br />
244<br />
Grandes cantidades de chicha de<br />
maíz eran consumidas en comidas,<br />
banquetes y ceremonias; y chichas<br />
especiales eran la base de <strong>los</strong> ritos<br />
sociales y religiosos en las grandes<br />
ocasiones y festividades. La chicha era<br />
uno de <strong>los</strong> productos más<br />
frecuentemente usados en las<br />
ceremonias sacrificiales para el Sol, la<br />
Madre Tierra, las huacas y las<br />
divinidades. Dos formas frecuentes eran<br />
empleadas en estas ofrendas:<br />
Una era la versión individual<br />
que se llamaba "Ttinca" y que consistía<br />
en mojar en chicha el dedo medio de la<br />
mano derecha y a continuación dar un<br />
"papirotazo" al aire, lanzando así unas<br />
gotas del líquido ofrecido en dirección<br />
al objetivo de la ofrenda. Se "tinca"<br />
antes de cruzar un abra o una<br />
encrucijada del camino, antes de<br />
dirigirse a un objeto sagrado, a una<br />
huaca o hacia algún accidente<br />
geográfico de importancia mágica. Y en<br />
ese momento, se murmura una plegaria,<br />
o una ofrenda, o una promesa... o puede<br />
pedirse un favor o la solución a una<br />
incógnita o a un dilema... ¿Cómo<br />
resolviste ese problema?... Me tincó,<br />
pues, me tincó... El apu me lo dijo...<br />
La otra forma de ofrenda es<br />
derramar un poco de la chicha<br />
ofrendada sobre el suelo, para que la<br />
Madre Tierra, la Pacha-mama, con<br />
suma el líquido ofrendado. Objetos<br />
sagrados para este aspecto litúrgico eran<br />
sitios especialmente labrados en<br />
temp<strong>los</strong> y santuarios, rodeando un<br />
agujero en el cual el sacerdote<br />
derramaba la chicha sagrada. El agujero
conducía el líquido sacrificial a las<br />
entrañas profundas de la tierra, al Ukju-<br />
Pacha, el mundo de las cavernas y de<br />
las oscuridades insondables. Mire usted,<br />
por ejemplo, la cabeza del cóndor<br />
sagrado en Macchu Pichu. Pero ahora<br />
ya no hay eso. Ahora el respetuoso de<br />
las antiguas tradiciones "paga la tierra"<br />
derramando sobre ella parte de la chicha<br />
que ha bebido y cumple así con la<br />
ofrenda ancestral. Y si usted va a una<br />
fiesta criolla y estamos tomando<br />
cerveza, verá usted cómo todos, al<br />
terminar de beber lo que le fue ofrecido<br />
en el vaso común, derraman al suelo<br />
una pequeña parte sobrante,<br />
generalmente sin darse cuenta que se<br />
está cumpliendo con el antiguo rito<br />
mágico de "pagar la tierra".<br />
Eso de "pagar la tierra" y<br />
derramar un poco o mucho del líquido<br />
ofrecido sobre el piso no es solamente<br />
peruano. Quizás somos <strong>los</strong> de por acá<br />
<strong>los</strong> que más lo hemos conservado, a<br />
sabiendas o no. Pero es un acto que nos<br />
viene a todos <strong>los</strong> grupos étnicos <strong>desde</strong><br />
el antiquísimo subconsciente colectivo.<br />
Los antiguos griegos y romanos<br />
hacían lo mismo. Bebían un poco del<br />
líquido de la ofrenda, y derramaban el<br />
resto sobre la tierra o sobre un animal<br />
sacrificial o sobre una parte del cuerpo<br />
que querían así santificar. A ese acto de<br />
derramar el líquido se denominaba libar<br />
y el acto se llamaba libación. Libar es<br />
un acto religioso. Vaya usted al<br />
diccionario si no lo cree. Pero ahora<br />
libar, por extensión hedonística, es<br />
245<br />
ingerir una bebida intoxicante o, en todo<br />
caso, tomar cualquier líquido agradable<br />
porque hasta las abejas y las mariposas<br />
liban el néctar de una flor, sin pensar en<br />
las deidades de la naturaleza. Pero<br />
régresemos a la chicha.<br />
La acción intoxicante de la<br />
chicha sagrada, que favorecía el<br />
desencadenamiento del trance místico,<br />
era reforzada, en el Perú del tiempo de<br />
la Conquista, con una sustancia<br />
evidentemente alucinatoria que en aquel<br />
tiempo se llamó "yale" o "espingo"<br />
según nos ha contado el Padre<br />
Villagómez. Ahora ya no sabemos qué<br />
era el "espingo". Este es uno de <strong>los</strong> más<br />
claros ejemp<strong>los</strong> de confusión histórica<br />
que ilustran una de las formas en las<br />
cuales <strong>los</strong> antiguos misioneros<br />
cristianos lograron hacer desaparecer<br />
muchas costumbres y ritos que<br />
integraban las "idolatrías" autóctonas.<br />
Si usted quiere ahora reforzar su<br />
chicha con espingo o ishpingo, va a<br />
entrar en un laberinto botánico
donde 10 único alucinante es el<br />
soberano desorden. Porque ahora le<br />
dicen espingo hasta a la madera con que<br />
han hecho la silla donde está usted<br />
sentado. El padre Soukup nos cuenta<br />
sobre las diversas especies vegetales<br />
que ahora se llaman así (*).<br />
Otra cosa que le agregaban a la<br />
chicha para obtener el trance místico era<br />
la Willka, que ahora ha sido identificada<br />
botánicamente como la semilla de un<br />
árbol que <strong>los</strong> botánicos llaman<br />
Anadenanthera colubrina.<br />
Fuera de las diversas chichas<br />
arriba mencionadas y que tienen una<br />
cierta identificación localística, en el<br />
Perú moderno se usa comúnmente la<br />
chicha de jora y la chicha morada.<br />
La chicha de jora, como hemos<br />
visto, está preparada a base de maíz<br />
germinado. Se produce la germinación<br />
en recipientes (crecederas) o "poyos"<br />
amplios, con humedad y tibieza que<br />
favorece ese proceso. Al germinar, <strong>los</strong><br />
almidones del maíz se transforman en<br />
azúcares. Cuando el grano se abre y el<br />
embrión con sus raicillas se muestra ya<br />
claramente,<br />
(*)Nota:<br />
Varias Lauráceas de <strong>los</strong> géneros Aniba, Ajonea,<br />
Eendlichera y Ocotea así como la Amburana<br />
cearensis (una Leguminosa) y la Jacaranda Copaia<br />
(una Bignoniácea) son llamadas vulgarmente espingo<br />
o ishpingo. Ninguna de ellas es alucin6gena. Todas<br />
huelen a canela.<br />
246<br />
se interrumpe el proceso y se seca el<br />
producto al solo tostándolo muy<br />
ligeramente. Se muele después, se le<br />
agrega abundante agua y se hierve<br />
largamente para después filtrado y<br />
dejado fermentar el tiempo necesario<br />
para obtener el grado alcohólico<br />
deseado.<br />
En diversas regiones del Perú,<br />
este proceso puede variarse agregándole<br />
azúcar blanca o negra, y modificando<br />
diversamente <strong>los</strong> pasos arriba descritos.<br />
La chicha morada es,<br />
generalmente, un refresco dulce, no<br />
fermentado, a base de maíz morado,<br />
azúcar y especias, generalmente canela<br />
y clavo. Y no me pregunte usted,<br />
querido lector, por qué le dicen "chicha"<br />
a un ritmo musical y por qué le dicen lo<br />
mismo a una imitación o falsificación<br />
de alguna obra artística. Si vamos a<br />
hablar también de eso, el de la imprenta<br />
nos va a cobrar más por la edición de<br />
estas páginas.<br />
Todas las chichas que bebemos<br />
en el Perú son en realidad cervezas. La<br />
cerveza de cebada fue traída por <strong>los</strong><br />
españoles y perfeccionada en el Perú<br />
por la tecnología alemana. Regrese<br />
usted, querido lector, al capítulo de la<br />
cebada para leer algo sobre la<br />
preparación de la malta. (pág. 153)
LAS CERVEZAS<br />
Hasta el siglo XVI, la única<br />
bebida alcohólica que se consumía en el<br />
Perú era la chicha, chicha de jora, de<br />
molle, de chuño, de yuca (mas ato ),<br />
etc., etc.. Era, como sigue siendo ahora,<br />
una bebida de contenido alcohólico<br />
relativamente bajo, similar al "ale" de<br />
<strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> primitivos europeos. A<br />
partir del siglo XVII, y ya iniciada la<br />
producción de vino, se inició la<br />
producción de pisco y de aguardiente de<br />
caña. Durante el siglo XVIII, el pueblo<br />
seguía consumiendo chicha en su gran<br />
mayoría indígeno-mestiza, con el vino y<br />
el pisco consumido principalmente por<br />
la élite criolla y europea, y el<br />
aguardiente de caña invadiendo<br />
lentamente <strong>los</strong> gustos de <strong>los</strong> estratos<br />
sociales inferiores. Con la<br />
Independencia, y a través de todo el<br />
siglo XIX, comenzó a desarrollarse el<br />
gusto por la cerveza de tipo europeo y, a<br />
finales de siglo, ya esta bebida echó<br />
raíces entre nosotros. Ahora, durante el<br />
siglo XX se enseñoreó en nuestro país<br />
invadiendo todas las capas de la<br />
sociedad y desplazando inclusive a la<br />
chicha, aún en <strong>los</strong> más alejados<br />
villorios.<br />
La primera fábrica de cerveza en<br />
el Perú, pasada ya la mitad del siglo<br />
XIX fue la del señor Aloyse Kiefer, un<br />
ciudadano de Alsacia, tronco de una<br />
notable familia peruana. El señor Kiefer<br />
se lanzó al ruedo en vista de la<br />
popularidad que iban adquiriendo las<br />
cervezas europeas y norteamericanas<br />
que llegaban en cantidades crecientes al<br />
247<br />
puerto del Callao.<br />
Luis Alberto Sánchez nos ha<br />
dejado un travieso libro sobre la historia<br />
de la cerveza en el Perú, especialmente<br />
enfocando la industria de <strong>los</strong> señores<br />
Backus y Johnston, que es una amplia<br />
fuente de información sobre cómo<br />
evolucionó el gusto y el consumo<br />
peruano de esta bebida.<br />
Después del señor Kiefer y de<br />
algún otro industrial que escapa a<br />
nuestra búsqueda, quienes realmente<br />
fueron <strong>los</strong> responsables por la<br />
instalación de una industria cervecera,<br />
como Dios manda, fueron <strong>los</strong> señores<br />
Jacobo Backus y John H. Johnston,<br />
nombres tan íntimamente ligados a la<br />
cerveza peruana.<br />
Ambos ciudadanos<br />
norteamericanos vinieron, ingenieros<br />
el<strong>los</strong>, como asistentes de Henry (don<br />
Enrique) Meiggs, a construir<br />
ferrocarriles por gestión del Presidente<br />
Balta. Les fue bien. Se enamoraron del<br />
Perú y metieron parte de su plata en<br />
comprar una fábrica de hielo que<br />
convirtieron después en la industria que<br />
hasta ahora sigue liderando la cerveza<br />
del país.<br />
Por si acaso no lo sabe usted, la<br />
fábrica de hielo, y la de cerveza que la<br />
heredó, estaba en lo que había sido la<br />
casa que el Virrey Amat le había<br />
regalado a la Sra. Micaela Villegas (es<br />
decir, la casa de la Perricholi,<br />
sonsonazo) y lo que usted ahora conoce<br />
como la cervecería más famosa del<br />
Perú, que ahora embriaga y divierte a un<br />
chorro de peruanos, fue el mismo sitio<br />
donde Doña Micaela hizo soñar
paradisíacos momentos al catalán virrey<br />
que un día se calentó y le clavó el<br />
epíteto peyorativo de Perricholí perra<br />
chola, y que es la digna antecesora de<br />
toditos <strong>los</strong> Amat de Lima. Brindemos<br />
pues, con un buen vaso de cerveza, a la<br />
memoria de Micaela y de todos <strong>los</strong><br />
Amat, y olvidémonos de 10 que algún<br />
guía turístico o algún intelectual<br />
trasnochado nos quiera mostrar, en la<br />
quinta Presa o en algún otro rincón<br />
apolillado de Lima, como la "casa de la<br />
Perricholi". Aquel<strong>los</strong> tórridos amores se<br />
diluyeron en hielo y en cerveza.<br />
La cerveza la inventó el hombre<br />
antes que el vino de uva; y el hecho de<br />
que <strong>los</strong> peruanos la hayamos<br />
descubierto tan tardíamente es culpa de<br />
nuestras propias circunstancias<br />
históricas. En la mitología griega anda<br />
escondido el dato que el dios Dionisio<br />
(Baco para <strong>los</strong> romanos) huyó de la<br />
Mesopotamia por que estaba hastiado<br />
de ver a <strong>los</strong> sumerios tan enviciados con<br />
una porquería de cerveza que fabricaban<br />
nada menos que con más del 40% de<br />
toda su producción de cereales. Tenían<br />
siete u ocho tipos de esa cerveza<br />
primitiva hecha de cebada y otras tantas<br />
variedades fabricadas con trigo y otros<br />
cereales y de acuerdo al código de<br />
Hammurabi (1750 a.c.), la calidad de<br />
estas cervezas primitivas pronto requirió<br />
una dura reglamentación en el control<br />
de calidad.<br />
Los egipcios aprendieron de <strong>los</strong><br />
sumerios, y en <strong>los</strong> antiguos jeroglíficos<br />
del Nilo vemos que preparaban el "hag",<br />
una cerveza cruda hecha de la cebada<br />
roja de aquel valle maravil<strong>los</strong>o. Y no<br />
248<br />
debió ser una cerveza de despreciar. Ya<br />
<strong>los</strong> faraones tenían vino de uva, pero la<br />
cerveza mantenía sus posiciones aún en<br />
las mesas nobles, y su contenido<br />
alcohólico era bien reconocido al punto<br />
de que un papiro egipcio de 1400 a.c.<br />
citado por Tannahill nos recomienda:<br />
"No te embriagues en las tabernas<br />
donde se vende la cerveza ("ale") pues<br />
la gente puede repetir las palabras que<br />
salieron de tu boca sin que te hayas<br />
dado cuenta de que las pronunciaste...".<br />
Durante el resto de la historia, la<br />
cerveza, fabricada generalmente a base<br />
de cebada germinada, fue la base del<br />
consumo alcohólico en <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong><br />
europeos. En la Edad Media, comenzó a<br />
fabricarse una cerveza más parecida a la<br />
actual, gracias a la adición de hierbas<br />
aromáticas y especialmente del lúpulo,<br />
un componente indispensable de la<br />
cerveza moderna.<br />
A <strong>los</strong> que les queda un poco de<br />
fibra patriotera, les diré que la cerveza<br />
moderna de todo el mundo no sería<br />
posible sin una antigua contribución<br />
peruana: Antes de terminar su<br />
preparación, la cerveza presenta un<br />
aspecto turbio debido a la presencia en<br />
su seno de partículas y filamentos<br />
proteicos como residuo de la<br />
fermentación. Para que a usted le<br />
puedan servir un vaso de ese líquido<br />
rubio y transparente que le gusta, es<br />
necesario destruir esas impurezas, 10<br />
que se logra agregándole una pequeña<br />
cantidad de papaína, una enzima<br />
proteolítica que se extrae de la papaya,<br />
fruta que parece haberse originado en el<br />
Antiguo Perú.
En realidad nadie ha dicho en<br />
serio que Noé "inventó" el vino. La<br />
Biblia es muy clara: "Y Noé, que era un<br />
labrador, comenzó a labrar la tierra, y<br />
plantó una viña... y bebiendo de su vino,<br />
quedó embriagado, y echóse<br />
desnudo dentro de su tienda".<br />
(Génesis 9: 20 y 21). La vid,<br />
madre del vino, era conocida<br />
<strong>desde</strong> hace más de 5,000 años<br />
en Mesopotamia. Y el vino, como tal,<br />
era anterior al vino de uva, pues lo<br />
hacían de dátiles y de higos <strong>los</strong><br />
sumerios primigenios.<br />
Diez años después del asesinato<br />
de Pizarro, cuando ya las cosas parecía<br />
que se estaban calmando, (¡vana<br />
esperanza!) y mientras se fundaba la<br />
Universidad de San Marcos, apareció en<br />
el mercado de la Lima naciente un buen<br />
cargamento de uvas, y unos pajecil<strong>los</strong><br />
tocaron la puerta de las nuevas casas<br />
para ofrecer a <strong>los</strong> caballeros españoles<br />
esa maravilla de fruta, largo tiempo<br />
ansiada en estas tierras tan alejadas de<br />
la Madre Patria. Don Hernando de<br />
Montenegro, uno de <strong>los</strong> primeros<br />
pobladores de esta joven ciudad de <strong>los</strong><br />
Reyes, había traído poco tiempo antes<br />
algunos sarmientos y el cariño con que<br />
<strong>los</strong> cuidó había dado el resultado<br />
apetecido en 1551.<br />
A la hora de cobrar, vino el lío.<br />
A raíz del reparto del botín de<br />
EL VINO Y EL PISCO<br />
249<br />
Cajamarca, casi veinte años atrás, <strong>los</strong><br />
precios de las cosas y el valor de <strong>los</strong><br />
metales preciosos habían entrado en un<br />
caos inflacionario digno de nuestros<br />
tiempos recientes pero escanda<strong>los</strong>o y,<br />
desquiciador entonces. Según<br />
las teorías en boga, hubo<br />
necesidad de controlar <strong>los</strong><br />
precios de bienes y servicios. El<br />
malo de la película, el que tenía<br />
tan penosa tarea, era el Licenciado Niño<br />
que sabía como viejo. Sin más ni más,<br />
le puso precio oficial a las uvas de Don<br />
Hernando: ¡Medio peso de oro la libra!<br />
Blasfemias, voto a tales, maldiciones.<br />
Pero la leyes la lee y el que es terco es<br />
terco. Los dos eran tercos y el asunto,<br />
dice el Padre Cobo, llegó hasta la Real<br />
Audiencia. No sé en qué paró todo esto,<br />
pero ya vemos aquí que esta clase de<br />
líos no son nuevos entre nosotros.<br />
La cuestión no ha de haber sido<br />
solamente cuestión de precios pues, en<br />
esos tiempos, había también el asunto<br />
de quién y cómo había sido el primero<br />
en cultivar qué. Desde 1522, diez años<br />
antes de lo de Cajamarca, existía una<br />
ordenanza dada por la Casa de<br />
Contratación de Sevilla en la cual se<br />
mandaba que "todos <strong>los</strong> barcos que<br />
salgan hacia el Nuevo Mundo, deberán<br />
llevar cepas" y no solamente era la vid.<br />
Los Reyes Católicos y Car<strong>los</strong> V habían<br />
mandado que se diesen dos barras
de plata al primero que en<br />
cualquier pueblo de españoles<br />
en el Nuevo Mundo lograse<br />
producir un fruto de España<br />
en la cantidad reglamentaria<br />
que, para el caso del vino,<br />
"había de ser cuatro arrobas".<br />
Debe haber habido mucho pleito<br />
y pocas barras de plata pues, hasta<br />
ahora, hay alguna discusión sobre quién<br />
o quiénes se llevaron el premio.<br />
Garcilaso nos habla de Francisco de<br />
Caravantes, uno de <strong>los</strong> primeros<br />
conquistadores (aunque no parece haber<br />
estado en Cajamarca). Era un caballero<br />
de Toledo, aparentemente de sangre<br />
azul, que hizo traer cepas <strong>desde</strong> las islas<br />
Canarias, así un poco más cerca, para<br />
que sufrieran menos acortando la larga<br />
travesía de dos anchos mares. Fue uva<br />
negra, como toda la que llegó en<br />
un principio, y todos coinciden en<br />
señalar que durante <strong>los</strong> primeros<br />
años de la Colonia solamente se<br />
tomó vino tinto o, a lo más,<br />
aloque que es como se llamaba lo<br />
que ahora denominamos vino<br />
"rosé".<br />
Otro que disputa la primacía de<br />
la uva es Bartolomé de Terrazas. En<br />
realidad, su nombre era Bartolomé<br />
Sánchez, así no más. Pero hubo en ese<br />
tiempo, aquí en el Perú, varios<br />
homónimos, por lo menos dos más. Y<br />
para diferenciarse y darse cierto tono<br />
nobiliario, este Sánchez adoptó el<br />
250<br />
nombre de su lugar de origen.<br />
No era tan de sangre azul,<br />
pero era hijo de un boticario<br />
allá en España,<br />
probablemente un hombre<br />
cultivado y estudioso que dio<br />
a su vástago una buena<br />
educación que le hizo decir a<br />
Garcilaso que era un hombre noble.<br />
Llegó con Almagro, fue fundador del<br />
Cusco, viajó a Chile y al regresar a la<br />
Ciudad Imperial, supo conservar el<br />
equilibrio entre pizarristas y almagristas<br />
y llegó a ser regidor de la ciudad.<br />
Dadivoso y amiguero, regalaba<br />
abundantemente las uvas de sus parrales<br />
a cuanto caballero de importancia<br />
estaba a su alcance, entre el<strong>los</strong> al<br />
Capitán Garcilaso, padre de nuestro<br />
cronista.<br />
Por último,<br />
mencionaremos también a<br />
Pedro López de Cazalla que<br />
hizo todo lo posible por ganar el<br />
premio, no por las barras de<br />
plata sino por el honor histórico,<br />
como nos dice Garcilaso. No<br />
que hubiera él cultivado las<br />
primeras uvas del Perú. Pero resulta que<br />
todos se comían la fruta y nadie hacía<br />
vino suficiente para juntar las cuatro<br />
arrobas de reglamento. Don Pedro, que<br />
había sido secretario del presidente La<br />
Gasca, era vecino del Cusco y tenía<br />
unas tierras en Marcahuasi (a unos<br />
cuarenta kilómetros de la ciudad)<br />
donde,
con la ayuda de un agrónomo<br />
portugués, Alfonso Vaez, cultivó<br />
amplios viñedos, prohibió que nadie<br />
comiera la fruta, y se dedicó, ahora sí, a<br />
producir vino.<br />
Lo cierto es que, cuando el<br />
cronista-soldado Cieza paseaba por el<br />
Perú de 1553, encontró viñas en todo el<br />
territorio nacional, pero también<br />
encontró que el vino era muy<br />
escaso. Hasta entonces, <strong>los</strong><br />
glotones ganaban a <strong>los</strong><br />
borrachos. La escasez era tan<br />
severa que en 1555 no había<br />
vino ni para decir misa y la<br />
Consagración se hacía con unas<br />
gotas de vino en un copón lleno<br />
de agua. Felizmente, en una<br />
búsqueda casi inquisitorial, el<br />
Arzobispo Gerónimo Loayza logró<br />
encontrar media botija del precioso<br />
líquido escondida en algún desván y con<br />
eso se medio solucionó la horrenda<br />
crisis. Al poco tiempo arribó al Callao<br />
un bajel con dos mil botijas que fueron<br />
vendidas a precio de oro y<br />
administradas cuidadosamente de allí en<br />
adelante. Para dar nos una idea, basta<br />
leer <strong>los</strong> relatos de esa época cuando era<br />
frecuente que el anfitrión ostentoso<br />
sirviese copas llenas de vino a todos sus<br />
comensales y era de buen gusto y<br />
excelente educación no tocar el vino<br />
ofrecido para que éste pudiera ser<br />
devuelto intacto a las bodegas del<br />
dadivoso dueño de casa.<br />
Pero como todo pasa en el Perú,<br />
esto también pasó. Los agricultores se<br />
251<br />
crecieron ante el reto y, pocas décadas<br />
más tatdll, tos valles de la costa<br />
peruana, Uma, Pisco, Chincha, lea,<br />
Moquegua, Locumba, etc., comenzaron<br />
a producir tal cantidad de vino que se<br />
convirtieron en la fuente inacabable de<br />
este regalo de <strong>los</strong> dioses. Baco se<br />
enseñoreó en las costas del Perú y el<br />
Padre Cobo nos dice, a mediados del<br />
siglo XVII, que de aquí salían cada año<br />
lo menos cien navíos cargados<br />
de vino para Chile, Panamá y<br />
Guatemala. La cosa se puso<br />
brava y <strong>los</strong> que de España<br />
mandaban vinos al Nuevo<br />
Mundo vieron agotarse sus<br />
entradas y protestaron<br />
amargamente, lo que indujo a la<br />
Corona a prohibir la<br />
exportación de vino peruano a Panamá<br />
y a Centroamérica, mandato que no<br />
duró mucho tiempo porque el Nuevo<br />
Mundo protestó ya que el vino de<br />
España resultaba muy caro y "viajaba<br />
mal". En 1630, salieron de Pisco<br />
150,000 botijas de vino y <strong>desde</strong><br />
entonces, hasta fines del siglo pasado, el<br />
Perú a través de Pisco, lea y Moquegua<br />
se transformó en el mayor productor de<br />
vino y de aguardiente en este<br />
Continente. Vea todo esto, el lector<br />
interesado, en el excelente libro sobre<br />
"El Pisco" que editó el Banco Latino en<br />
1990. Pero hablemos ahora del Pisco:<br />
!Oh néctar de <strong>los</strong> dioses!<br />
!Oh, divino portento!<br />
¿Qué haces afuera?<br />
!Métete adentro!
Ya sabemos, por las Sagradas<br />
Escrituras, que el vino lo usaba ya Noé,<br />
lo que le produjo un serio conflicto<br />
doméstico por haberse embriagado.<br />
Sabemos también que las uvas no las<br />
descubrió él sino que eran conocidas<br />
<strong>desde</strong> <strong>los</strong> más antiguos tiempos de<br />
Mesopotamia y de Egipto tal como<br />
podemos ver en <strong>los</strong> antiquísimos<br />
grabados de las viejas civilizaciones.<br />
Pero ni a Noé ni a <strong>los</strong> faraones se les<br />
ocurrió destilar el vino o el mosto para<br />
obtener el aguardiente. Para eso tuvo<br />
que pasar mucho tiempo y recién al<br />
final de la Edad Media <strong>los</strong> alquimistas<br />
empezaron a buscar el espíritu de las<br />
cosas y a averiguar por dónde andaban<br />
esas sustancias que ahora llamamos<br />
"principios activos".<br />
El espíritu del vino es el alcohol.<br />
Por eso, nuestros primos del Norte le<br />
252<br />
dicen "spirits" a las bebidas de alcohol<br />
destilado. Y usted y yo nos<br />
emborrachamos si consumimos bebidas<br />
espirituosas. Noé no sabía nada de eso y<br />
<strong>los</strong> españoles aprendieron a fabricar<br />
bebidas espirituosas gracias a <strong>los</strong><br />
alquimistas y a <strong>los</strong> árabes. Alcohol y<br />
alambique son palabras árabes, mi<br />
querido lector. Desde luego, cuando ya<br />
<strong>los</strong> borrachos ganaron a <strong>los</strong> glotones y<br />
las uvas se emplearon en grandes<br />
cantidades para hacer vino, a alguien<br />
con más ansias de pachanga se le<br />
ocurrió empezar a destilar el vino y el<br />
mosto. No sabemos realmente quién fue<br />
el primero, pero sí tenemos noticia de la<br />
primera noticia, que fue el testamento<br />
de un señor griego, Pedro Manuel, que<br />
vivía en lea y que dejó cuidadosamente<br />
escrita su última voluntad inventariando<br />
una buena cantidad de "botijuelas" de<br />
aguardiente
y todo el equipo necesario para destilar<br />
y preparar tan importante producto. El<br />
testamento, encontrado por Don<br />
Lorenzo de Huertas hace poco tiempo<br />
está fechado en 1613, pero es claro que<br />
el griego iqueño estaba preparando el<br />
“puro de Ica” <strong>desde</strong> algunos años a esa<br />
parte. Así es que bien podemos decir<br />
que el aguardiente peruano<br />
comienzos de sig<strong>los</strong> XVII.<br />
Pero lea queda tierra adentro<br />
y, para exportar sus productos, ha<br />
dependido siempre del puerto de Pisco.<br />
Un paréntesis para recordar que el<br />
vocablo “pisco” es el nombre con el que<br />
se denominan unos lindos pajaritos de<br />
colores muy comunes en grandes<br />
cantidades en ese valle. Ya no hay (pero<br />
ahora, si tomas un buen pisco en<br />
cantidades adecuadas, ves pajaritos de<br />
colores). Antes había, de verdad, y por<br />
grandes bandadas pero, por una razón o<br />
por otra, se han extinguido y solamente<br />
253<br />
quedan, en toda la costa, las enormes<br />
bandadas de aves guaneras, grandes<br />
pajarracos grises, que a veces hasta<br />
oscurecen la luz del sol. Más de un<br />
literato daltónico dice que esos son <strong>los</strong><br />
“piscos”, pero no es así.<br />
De todas formas, Pisco es<br />
Pisco, el puerto lindo de <strong>los</strong><br />
pajaritos y pajarrotes. Y por esa<br />
lindarada, <strong>desde</strong> el siglo XVII,<br />
salen <strong>los</strong> navíos cargados del<br />
famoso aguardiente de uva que en<br />
todo el mundo se conoce como “pisco”<br />
y que, con la patente que da la historia,<br />
con el buen comportamiento comercial<br />
y con el respeto por la ética y por la<br />
cultura, es peruano hasta lo mas<br />
espirituoso de su aromática sustancia. El<br />
nombre de “pisco” aparece así en<br />
docenas de documentos antiguos y ese<br />
nombre esta ligado a la tradición del<br />
buen beber en el Perú como puede usted<br />
ver, querido lector, revisando la<br />
literatura a su alcance, que es abundante<br />
y amena.<br />
El pisco, ya sin comillas y con el<br />
orgullo de su ciudadanía peruana, no<br />
tuvo que competir, a partir del siglo<br />
pasado, con el aguardiente de caña de<br />
azúcar que se producía en grandes<br />
cantidades en el valle vecino de Nasca.<br />
Muchos le llamaban “nasca” a ese ron<br />
tan embriagador, y de allí viene el<br />
comentario de que un amigo mío anda<br />
siempre “entre pisco y nasca”. Es un<br />
decir… Lo cierto
es que a mi amigo le gusta el<br />
aguardiente. De uva, de caña o de lo que<br />
buenamente venga. Y, como decía el<br />
siglo pasado "El Murciélago", le gusta<br />
tomar "las once". No a las once de la<br />
mañana o de la noche, sino "las once".<br />
Las once letras del "a-g-u-a-r-d-i-e-n-te"<br />
Y volviendo al pisco. Este es un<br />
nombre geográfico, en relación directa<br />
con la rada de Pisco, unida<br />
históricamente al aguardiente de uva<br />
que allí se producía. Es como hablar de<br />
"champagne" o de "Cognac". Si el<br />
producto no está físicamente unido a<br />
esas regiones geográficas de Francia,<br />
podrás fabricar imitaciones de vino<br />
blanco espumoso "tipo champagne" o<br />
de aguardiente "tipo cognac", pero no<br />
plagiar irresponsablemente una<br />
denominación consagrada por la<br />
tradición y la historia.<br />
EL CHOCOLATE CACAO<br />
(Theobroma cacao)<br />
Cuando Colón recorría las costas<br />
de Honduras en su cuarto viaje,<br />
comentó que las "dos cosas nuevas" que<br />
más habían impresionado a las gentes<br />
de buen gusto en el Viejo Mundo (entre<br />
las cuales se incluía el mismo Don<br />
Cristóbal), eran el pavo y el cacao. Del<br />
pavo ya hemos hablado al tratar sobre<br />
las carnes. Dediquemos ahora unas<br />
líneas a esa maravil<strong>los</strong>a contribución<br />
americana a la alimentación mundial<br />
254<br />
que es el cacao y, como su original<br />
empleo era como bebida, la estamos<br />
poniendo en este capítulo, aunque ahora<br />
comemos el cacao sólido, líquido y en<br />
todas las formas posibles, y no falta<br />
quien lo usa en forma gaseosa, como<br />
escondido componente en la industria<br />
perfumera.<br />
No había pasado ni un año de la<br />
llegada de Don Hemán Cortés al<br />
Imperio Azteca cuando ya el<br />
conquistador le había enviado a Car<strong>los</strong><br />
V una muestra de cacao diciéndole que<br />
<strong>los</strong> aztecas usaban estas "almendras"<br />
como moneda y que tostadas, molidas y<br />
desleídas en agua constituían un "agua<br />
amarga" (chocol-atl) que era muy<br />
estimulante, y reconfortaba a la élite<br />
imperial mexicana y a <strong>los</strong> deportistas y<br />
guerreros fatigados.<br />
Bemandino de Sahagún escribió,<br />
poco tiempo después, que <strong>los</strong> .naturales<br />
de México tomaban esta bebida con pan<br />
de maíz y la preparaban con diversos<br />
aditivos: miel... varias clases de frutas...<br />
y, aunque usted no lo crea, con diversos<br />
tipos de ají. Esta última combinación no
es del todo bizarra como podría parecer.<br />
En la comida típica mexicana<br />
contemporánea, el "mole negro" es una<br />
salsa a base de cacao y tres clases<br />
diferentes de ají ¡Delicioso!<br />
De acuerdo con lo que hemos<br />
podido averiguar, <strong>los</strong> aztecas recibían el<br />
cacao <strong>desde</strong> regiones situadas al sur de<br />
su imperio y algunos piensan que fue<br />
importado <strong>desde</strong> las etnias mayas de<br />
Chiapas. Ahora, <strong>los</strong> de Chiapas les están<br />
sacando el chocolate a <strong>los</strong> mexicanos<br />
del norte. Es más, <strong>los</strong> paleobotánicos<br />
nos dicen que lo más probable es que el<br />
cacao se haya originado en la hoya<br />
amazónica donde viven muchos<br />
parientes cercanos a esta especie. Pero<br />
no por eso hemos de quitarle la más<br />
pequeña dosis de mérito a <strong>los</strong><br />
mexicanos que realizaron todas las<br />
modificaciones, recetas y aplicaciones<br />
para el consumo humano del cacao.<br />
En su "Historia del Nuevo<br />
Mundo", publicada en 1565, Gerolamo<br />
Benzoni hace ascos a aquella mezcla<br />
preparada con cacao y con ají que "más<br />
parece una bebida de cerdos que de<br />
hombres". Pero alguien lo convenció<br />
después, porque más adelante nos<br />
cuenta que la bebió un día a falta de<br />
vino y que, a pesar del mal sabor..."<br />
sacia y conforta el cuerpo sin<br />
embriagar…"<br />
Recién en 1631 aparece por ahí<br />
una receta que en algo se aproxima a lo<br />
que ahora hacemos con el cacao: Don<br />
Antonio. Colmenero de Ledesma es el<br />
primero que recomienda echarle azúcar,<br />
255<br />
vainilla, canela, rosas en polvo y,<br />
todavía, su buena dosis de ají. De otra<br />
fuente contemporánea nos llega la<br />
receta más completa: "Para cada cien<br />
semillas de cacao tostado debe<br />
agregarse dos pimientos picantes (ají),<br />
una taza de flores de vainilla, seis rosas<br />
pulverizadas, dos dracmas de canela,<br />
una docena de almendras, otra de<br />
nueces y media libra de azúcar." ...<br />
Todo eso se molía mezclándolo bien y<br />
se desleía después en agua caliente.<br />
Dicen que la princesa castellana<br />
María Teresa de Austria, que casócon<br />
Luis XIV, era muy go<strong>los</strong>a y que ella fue<br />
la responsable de la introducción del<br />
chocolate en Francia a mediados del<br />
siglo XVII. Hay quien duda de esto, sin<br />
embargo, diciendo que en esa época no<br />
era todavía popular esta bebida en<br />
España. Lo era, sí, en las nobles mesas<br />
de Florencia. En la segunda mitad de<br />
ese siglo, Francesco Redi, que era<br />
médico de Cósimo Medici,<br />
recomendaba las buenas propiedades<br />
medicinales del chocolate.<br />
Pero aún no se le ocurría a nadie<br />
mezclar el chocolate con la leche. Lo<br />
mezclaban con té, con café, con<br />
diversas especias, pero siempre con<br />
agua. Caliente o fría... La leche llegó al<br />
chocolate recién a mediados del siglo<br />
XVIII. Muy pronto <strong>los</strong> españoles,<br />
cediendo al empuje de <strong>los</strong> que habían<br />
residido en México y en el Perú,<br />
adoptaron esta estimulante sustancia<br />
mezc1ándola con cuanto pudieron<br />
imaginar para confeccionar con el cacao<br />
no solamente "aguas
amargas" sino bebidas calientes, dulces,<br />
postres y salsas. La confitería francesa,<br />
suiza e italiana se subieron al carro y<br />
ahora se pelean el mérito de preparar<br />
industrialmente <strong>los</strong> mejores chocolates,<br />
cocoa, bombones y todo 10 que ves al<br />
entrar a una tienda de comestibles.<br />
Solamente para dejar una nota<br />
chauvinista, y prometiendo<br />
solemnemente no regresar con esta<br />
impertinencia, apuntaremos aquí que<br />
son oriundas de nuestra selva<br />
amazónica dos primas hermanas del<br />
cacao: el cupuazú (Theobroma<br />
grandiflora) y el macambo (Theobroma<br />
bicolor) que, junto con otras parientes<br />
que merodean por ahí, hacen pensar a<br />
algunos botánicos que, si bien el<br />
chocolate preparado es mero, mero<br />
mexicano, el cacao primitivo parece<br />
haberse originado por aquí cerca.<br />
Sea cual sea su origen en la<br />
profundidad de <strong>los</strong> sig<strong>los</strong> <strong>oscuros</strong>, lo<br />
cierto es que, a partir de la Conquista<br />
Española, el centro de cultivo del cacao,<br />
con miras hacia el consumo europeo, se<br />
centró en la costa caribeña de<br />
Sudamérica, especialmente en<br />
Venezuela y en Curazao; y a fines del<br />
siglo pasado, el mayor productor<br />
mundial era el Ecuador que, por<br />
desgracia, cayó víctima del monocultivo<br />
y sufrió una dolorosa tragedia<br />
económica con el drama inexorable de<br />
una epidemia que, en 1918, destruyó en<br />
pocos años la mayor parte de las<br />
plantaciones.<br />
256<br />
El Brasil, la Isla Trinidad, la<br />
costa occidental del África, Ceilán y la<br />
Malasia han ocupado después sucesivos<br />
primeros puestos en la producción<br />
mundial de este vegetal que es ahora un<br />
producto de primera necesidad que,<br />
<strong>desde</strong> el tiempo de Linneo, recibió el<br />
nombre técnico de Theobroma, es decir,<br />
"alimento de <strong>los</strong> dioses" .<br />
Fuera de <strong>los</strong> dulces y otros<br />
preparados industriales de cacao, el<br />
consumo doméstico del chocolate con<br />
leche es tradicional tanto en México<br />
como en el Perú. Una taza de chocolate<br />
para iniciar una linda tertulia familiar da<br />
calor de amistad al grupo más frío al<br />
comienzo de la noche. Pero a cada uno<br />
le gusta un poco diferente de 10 que le<br />
gusta al vecino. Yo tenía una vieja tía<br />
que, cuando invitaba a su casa, a la hora<br />
del chocolate, le preguntaba a cada uno<br />
de sus invitados cómo le gustaba<br />
tomado. A éste le gustaba espeso, al de<br />
allá con bastante azúcar, al de por acá le<br />
gustaba ralito, al otro amargo... en fin.<br />
Ella apuntaba religiosamente y con<br />
benevolente acuciosidad <strong>los</strong> deseos de<br />
cada uno. Llegaba así a la cocina y<br />
preparaba una olla de chocolate como le<br />
daba la gana. Servía las tazas<br />
individuales con la mezcla homogénea,<br />
las ponía a todas en una bandeja y salía<br />
a la sala...<br />
- "A usted, espesito ¿no? " le<br />
daba cualquier taza.<br />
- " y a usted medio amarguito<br />
¿verdad?" y le endilgaba otra taza<br />
cualquiera.<br />
Créame usted, amigo, que todo
el mundo quedaba encantado de la<br />
cuidadosa y amable hospitalidad de la<br />
257<br />
tía Sarita...
ÍNDICE ANALÍTICO<br />
Achiote 164 Chocolate 240<br />
Achira 72 Ciruelas 118<br />
Ají 157 Cítricos 122<br />
Ajo 171 Coca 197<br />
Ajonjolí 136 Coca-Cola 236<br />
Algarrobo 212 Cocona 115<br />
Anís 184 Comino 186<br />
Anonas 114 Costilla de Adán 118<br />
Apio 189 Chocho 208<br />
Arracacha 75 Clavo de olor 175<br />
Arroz 153 Culantro 186<br />
Avena 154 Cúrcuma 179<br />
Betarraga 91 Cuy 223<br />
Cacao 254 Dátil 127<br />
Fresa 117<br />
Café 240 Frijoles 202<br />
Calabazas 99 Fríjol de palo 205<br />
Camote 71 Girasol 147<br />
Canela 172 Granada 121<br />
Caña de azúcar 182 Granadilla 113<br />
Guanábano 115<br />
Carambola 131 Guava 102<br />
Carnes 218 Guayaba 216<br />
Cebada 152 Hierba Buena 190<br />
Cebolla 171 Higo 123<br />
Centeno 152 Hinojo 183<br />
Cerveza 247 Hortalizas 192<br />
Chicha. 241 Huacatay 169<br />
Chincho 169 Huito 116<br />
Chirimoya 114 Jícama 76<br />
Kañiwa 140 Papaya 108<br />
Kiwicha 141 Papaya arequipeña 110<br />
Legumbres 200 Pasionarias 113<br />
Limón 122 Pato 217<br />
Lúcuma 112 Pavo 223<br />
Pepino 111<br />
Maca 74 Perejil 184<br />
258
Maíz 142 Pimienta 174<br />
Maní 88 Piña 105<br />
Mango 125 Pisco 249<br />
Manzanilla 181 Plátano 126<br />
Maracuyá 114<br />
Marañón 116 Quinua 138<br />
Mashua 77 Rábano 91<br />
Mauka 78 Remolacha 91<br />
Mejorana 188 Romero 185<br />
Menestras 200 Sajino 229<br />
Menta 190 Tamarindo<br />
Tarwi 208<br />
Molle 161 Té 239<br />
Mostaza 175 Tomate 93<br />
Nabo 91 Tomate de Arbol 97<br />
Naranjo 122 Tomillo 187<br />
Naranjo de Quito 123 Toronjil 188<br />
Níspero 125 Trigo 150<br />
Oca 79 Tumbo 114<br />
Oliva 176 Tuna 119<br />
Olluco 80 Uvas 129<br />
Orégano 188 Vainilla 163<br />
Pacae Vino 249<br />
Paico 169 Willka 214<br />
Palillo 179 Yacón 87<br />
Palta 98 Yerba Luisa 182<br />
Pallares 206 Yuca 89<br />
Pan de Árbol 97 Zanahoria 75<br />
Papa 81<br />
259
BIBLIOGRAFIA Y<br />
LECTURAS RECOMENDADAS<br />
ALDAVE PAJARES A. Algas.- Editorial Libertad. Trujillo. 1989<br />
ANTÚNEZ DE MAYOLO, S.E.- La Nutrición en el Antiguo Perú.- Bco. Central de<br />
Reserva. Perú. 1981.<br />
ARROWHEAD, M.- Puple pancakes.- American Health. March 1987.<br />
BONAVÍA, D.- Los Gavilanes. COFIDE. Lima. 1982.<br />
BONAVÍA. D y A. GROBMAN.- Andean maize: its origins and domestication.<br />
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