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desde los siglos oscuros

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10,000 años de alimentación en el Perú<br />

Fernando Cabieses<br />

3era Edición<br />

Publicada por: INMETRA<br />

INSTITUTO NACIONAL DE MEDICINA TRADICIONAL<br />

2


10,000 años de alimentación en el Perú<br />

3


4<br />

A Carmela, con amor.


3ra EDICIÓN<br />

INSTITUTO NACIONAL DE MEDICINA TRADICIONAL<br />

CIEN SIGLOS DE PAN<br />

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin la<br />

autorización escrita del autor.<br />

© DERECHO RESERVADOS - 1995,<br />

© DERECHO RESERVADOS - 1996,<br />

© DERECHO RESERVADOS -1999,<br />

PORTADA: VÍCTOR ESCALANTE<br />

Impreso en Lima - Perú Printed in Lima - Perú<br />

en talleres de T-Copia - Book Xx press<br />

5


SUMARIO<br />

Los tesoros nutricionales del Perú milenario tienen sustento en su abigarrado<br />

mosaico ecológico y geográfico de climas, relieves, altitudes y latitudes. El<br />

conocimiento del medio ambiente y las habilidades desarrolladas por el antiguo<br />

poblador andino lograron convertir la variada riqueza natural en recursos<br />

sostenidos, destacando entre el<strong>los</strong> <strong>los</strong> productos alimenticios que proporcionaron<br />

energía vital y salud. Extendieronse después las plantas Y animales andinos por<br />

todos <strong>los</strong> rincones del planeta. Estas páginas relatan las incidencias históricas de<br />

su rechazo y asimilación, así como <strong>los</strong> diversos incidentes en la transculturación<br />

alimenticia <strong>desde</strong> y hacia el territorio del Perú.<br />

6


PRÓLOGO<br />

El titulo de "Cien Sig<strong>los</strong> de Pan" es casi un plagio porque la inspiración<br />

llegó envuelta en cien años de amistad con Eduardo Estrella, que dio el título de<br />

"El Pan de América" a un excelente libro suyo sobre lo que comían <strong>los</strong> indígenas<br />

de nuestro continente antes de la llegada de <strong>los</strong> españoles. Y Estrella se inspiró a<br />

su vez en escritos de la época de la Conquista Española de la Región Andina<br />

donde se llama con el nombre genérico de "pan" a <strong>los</strong> alimentos frecuentemente<br />

empleados por la población aborigen en su sustento diario.<br />

Los cronistas de la época hablan indistintamente de "pan de la Tierra" para<br />

referirse al maíz, la papa, la yuca, etc. Hablan con frecuencia de lo que "tenían de<br />

pan" o del "pan que sembraban". Y, por otro lado, <strong>desde</strong> niños sabemos que<br />

cuando rogamos al Creador por" el pan nuestro de cada día" no nos estamos<br />

refiriendo exclusivamente a lo que todos <strong>los</strong> días comemos llamándole "pan",<br />

sino al nutriente diario y, muchas veces, inclusive al alimento espiritual que nos<br />

proporciona el sentimiento religioso.<br />

Cien sig<strong>los</strong> son diez mil años, un período que abarca <strong>desde</strong> el ayer distante<br />

hasta el ayer de ayer. Desde el tiempo remoto en que el habitante andino<br />

comenzó a dejar verdaderas huellas de su acontecer prehistórico hasta lo que<br />

comimos hoy en el almuerzo. Son diez mil años durante <strong>los</strong> cuales la cocina<br />

peruana ha estado recogiendo aquí y allá <strong>los</strong> productos de la naturaleza para su<br />

propia evolución.<br />

Son cien sig<strong>los</strong> de búsqueda y de adaptación. De estrecho contacto con la<br />

naturaleza. De tomar y de dar, porque la mano humana, la mano indígena, la<br />

mano de color de tierra le dio a la tierra nuevas semillas y seleccionó razas y<br />

variedades y transformó la especie silvestre en productos más acordes con sus<br />

propias necesidades, y regaló después esos productos a <strong>los</strong> hombres de otros<br />

mundos y recibió de aquel<strong>los</strong> hombres, en intercambio amoroso y pacífico,<br />

nuevos productos y nuevas ideas de cómo seguir alimentándose.<br />

7


"Cien Sig<strong>los</strong> de Pan" no es un libro científico. No está desprovisto tampoco<br />

de frases y párrafos explicativos de temas complejos. Pero a veces con<br />

buen humor y a veces con alguna frase altisonante, lleva a mis lectores a un viaje<br />

de diez mil años durante <strong>los</strong> cuales <strong>los</strong> humanos que vivimos en el Perú<br />

aprendimos a saciar el hambre y <strong>los</strong> caprichos de la buena mesa.<br />

8<br />

Femando Cabieses<br />

1999


PRÓLOGO A LA TERCERA EDICIÓN<br />

Ahora resulta que también se agotó la Segunda Edición y que siguen<br />

habiendo interesados en estos temas. Este es ahora un esfuerzo del Instituto<br />

Nacional de Medicina Tradicional, una rama del Ministerio de Salud.<br />

¡Salud y Buen Viaje!<br />

9<br />

Fernando Cabieses<br />

Julio -1999


INDICE<br />

__________________________________________<br />

Dedicatoria<br />

Sumario<br />

Prólogo del autor<br />

Prólogo a la 3 ra . Edición<br />

Indice<br />

CAPITULO I<br />

Desde <strong>los</strong> Sig<strong>los</strong> <strong>oscuros</strong> 14<br />

El Hombre y la Historia 15<br />

La Invasión Europea 19<br />

El Regalo de Viracocha 25<br />

El Hombre y la Tierra 34<br />

Lo que vino de afuera 49<br />

CAPITULO II<br />

El Tesoro de Ukju-Pacha 70<br />

El Camote 71<br />

La Achira 72<br />

La Maca 74<br />

La Arracha 75<br />

La Jícama 76<br />

La Mashua 77<br />

La Mauka 78<br />

La Oca 79<br />

El Olluco 80<br />

La Papa 81<br />

El Yacón 87<br />

El Maní 88<br />

La Yuca 89<br />

Las Raíces Foráneas 91<br />

CAPITULO III<br />

Los Frutos y las Frutas 92<br />

Tomate 93<br />

Tomate de árbol 97<br />

10


Pan de árbol 97<br />

La Palta 98<br />

Las Calabazas 98<br />

La Guayaba 99<br />

La Piña 102<br />

La Papaya 105<br />

La Papaya arequipeña y otras más 108<br />

El Pepino 110<br />

La Lúcuma 111<br />

Las Pasionarias 112<br />

Las Anonas 113<br />

La Cocona 114<br />

El Huito 115<br />

El Marañón 116<br />

La Fresa 116<br />

La Costilla de Adán 117<br />

Las Ciruelas Criollas 118<br />

La Tuna 118<br />

Los de Más Allá del Mar 119<br />

La Granada 121<br />

Los Cítricos 121<br />

Los Higos 122<br />

El Níspero 123<br />

El Mango 125<br />

El Plátano 125<br />

Los Dátiles 126<br />

Las Uvas 127<br />

Las rosas que comemos 129<br />

La Carambola 131<br />

CAPITULO IV<br />

Lágrimas de Sol 137<br />

Los Granos Comestibles 136<br />

La Quinua 138<br />

La Kañiwa 140<br />

La Kiwicha 141<br />

El Maíz 142<br />

El Girasol 147<br />

Los Cereales Foráneos 150<br />

El Trigo 150<br />

El Centeno 152<br />

La Cebada 152<br />

El Arroz 153<br />

Otros 154<br />

11


CAPITULO V<br />

Aromas, Sabores y Colores<br />

Los Condimentos 156<br />

El Ají 157<br />

El Molle 161<br />

La Vainilla 163<br />

El Achiote 164<br />

Otros Sabores Indígenas 169<br />

Los Condimentos que Vinieron 171<br />

El Ajo y La Cebolla 171<br />

La Canela 172<br />

La Pimienta 174<br />

El Clavo de Olor 175<br />

Las Mostazas 175<br />

Los Olivares 176<br />

El Palillo o Cúrcuma 179<br />

La Manzanilla 181<br />

La Yerba Luisa 182<br />

La Caña de Azúcar 182<br />

El Hinojo 183<br />

El Perejil 184<br />

El Anís 184<br />

El Romero 185<br />

El Comino 186<br />

El Culantro 186<br />

El Tomillo 187<br />

El Orégano y La Mejorana 188<br />

El Toronjil 188<br />

El Apio 189<br />

La Hierba Buena 190<br />

CAPITULO VI<br />

Verde que te quiero verde… 192<br />

Las Hortalizas 192<br />

La Coca 197<br />

CAPITULO VII<br />

Joyas en su Estuche 200<br />

Las Legumbres 200<br />

Los Frijoles 202<br />

El Fríjol de Palo 205<br />

Los Pallares 206<br />

El Tarwi o Chocho 208<br />

12


Las Legumbres que Vinieron 210<br />

Otras y Otras Más 213<br />

CAPITULO VIII<br />

Las Carnes 218<br />

El Pato 221<br />

El Cuyo Cobayo 223<br />

Otras Carnes Indígenas 224<br />

El Pavo y Las Pavitas 227<br />

Carnes de Ultramar 229<br />

Los Alimentos del Mar 233<br />

CAPITULO IX<br />

Las Bebidas 236<br />

Las Bebidas Gaseosas 236<br />

El Té 239<br />

El Café 240<br />

La Chicha 241<br />

Las Cervezas 247<br />

El Vino y El Pisco 249<br />

El Chocolate-Cacao 254<br />

Índice Analítico 258<br />

Bibliografía 260<br />

13


CAPÍTULO I<br />

DESDE LOS SIGLOS OSCUROS<br />

__________________________________________<br />

El laberinto del tiempo mítico es<br />

insondable. Está perdido allá en la<br />

profundidad de <strong>los</strong> sig<strong>los</strong>; y las<br />

nociones, revueltas y desorientadas,<br />

llegan a nosotros con ropaje de<br />

leyendas y de cuentos mágicos. Allá<br />

está el cuento de la mujer aquella, única<br />

sobreviviente de la total pobreza de <strong>los</strong><br />

primeros andinos, que malvivía en las<br />

arenas secas del desierto y que se quedó<br />

un día dormida bajo el calor del Sol. Y<br />

fue así fecundada y tuvo un hijo a quien<br />

cuidó como pudo y con 10 que pudo.<br />

Pero el joven murió y sus restos<br />

quedaron dispersos por la tierra... y de<br />

sus dientes creció el maíz... y de sus<br />

largos y blancos huesos surgió la yuca...<br />

y de sus molleros crecieron <strong>los</strong><br />

camotes... y de sus testícu<strong>los</strong> crecieron<br />

las papas... y de sus ojos... y de sus<br />

manos... y de su cabeza... y así se pobló<br />

la tierra de .plantas alimenticias y <strong>los</strong><br />

hombres ya nunca volvieron a morir de<br />

hambre...<br />

14<br />

No tenían, de allí en adelante, por<br />

qué fallecer de inanición; pero<br />

Viracocha-Pachacamac, el Creador del<br />

Mundo, el Hacedor de la Materia y del<br />

Tiempo, mandó en aquella época<br />

mítica, en aquella profundidad<br />

laberíntica de edades y de sig<strong>los</strong>, a sus<br />

dos hijos, Imai Maman y Tocapu, a<br />

visitar estas tierras; y les ordenó que<br />

vieran todas las plantas y vegetales de<br />

aquel mundo en que vivían <strong>los</strong> hombres,<br />

y que las clasificasen y las estudiasen<br />

todas, mostrando a <strong>los</strong> hombres las<br />

buenas y las malas, las nutritivas, las<br />

medicinales y las venenosas, y que<br />

estudiasen su cultivo y la manera de que<br />

nunca faltasen y que el hombre creado<br />

por Él, supiese usarlas bien.<br />

El laberinto del tiempo mítico es<br />

insondable. Está perdido en la<br />

profundidad de <strong>los</strong> sig<strong>los</strong>...


En las misteriosas profundidades<br />

del pasado, quizás hace unos veinte mil<br />

años, la raza humana descubrió el Perú.<br />

Son raíces profundas y<br />

robustas. El hombre primitivo<br />

vagaba por el mundo y llegó a<br />

nuestra tierra después de largas<br />

caminatas <strong>desde</strong> Siberia, pasando<br />

por lo que ahora es el estrecho de<br />

Behring, o navegando perdido durante<br />

largas semanas en las interminables<br />

aguas del Pacífico Sur.<br />

Llegó al Perú y vagó por la tierra<br />

buscando alimento. Cazaba; recolectaba<br />

raíces, hierbas y frutos; se<br />

refugiaba en las cavernas; pintaba en las<br />

paredes rocosas dibujando <strong>los</strong> animales<br />

que perseguía...<br />

El hombre descubrió el Perú<br />

hace muchos sig<strong>los</strong>.<br />

Lo descubrió al lado del<br />

océano, esa enorme extensión de<br />

agua. El hombre de ayer miró y<br />

admiró el horizonte donde el sol<br />

desaparecía cada noche. Entró<br />

en las aguas frías y jugó con las olas; y<br />

entre las rocas y la arena encontró<br />

alimento abundante. Allí había, entre las<br />

arenas y las algas, alimentos a la medida<br />

de sus necesidades.<br />

Al final del cordel, ensartado en<br />

el anzuelo, prisionero de la red,<br />

EL HOMBRE Y LA HISTORIA<br />

15<br />

mezclado con la espuma y la brisa<br />

salobre, ¡alimento, más alimento!. Y<br />

luchó valientemente contra las olas que<br />

defendían furiosamente aquel tesoro; y<br />

se refugió en las playas dormidas;<br />

y descansó de su andar interminable<br />

y continuó recogiendo<br />

la vida en el roquedal.<br />

Descubrió <strong>los</strong> ríos y las<br />

cintas fértiles de <strong>los</strong> valles; y aprendió a<br />

conducir las aguas hacia la tierra estéril<br />

y a cultivar las plantas útiles y a cuidar<br />

la tierra y a enriquecer las arenas con el<br />

limo del río; y siguió el río hasta sus<br />

fuentes y descubrió más agua en las<br />

alturas andinas...<br />

Aquel hombre descubrió el Perú<br />

hace unos veinte mil años.<br />

En el relato histórico de todas<br />

las culturas del orbe, se acepta<br />

que antes de que se comience a<br />

desarrollar la agricultura, el nivel<br />

tecnológico de cualquier grupo<br />

humano, del pasado o del<br />

presente, corresponde a un<br />

estrato universal común. En ese<br />

momento de su desarrollo cultural en el<br />

período pre-agrícola, no existen<br />

diferencias sustanciales entre el hombre<br />

de América y el de África, Europa o<br />

Asia. .<br />

Parece así que el hombre preagrícola<br />

llegó al área. andina hace


aproximadamente 20,000 años.<br />

Convivió con el pequeño caballo<br />

prehistórico, con el mastodonte, el<br />

milodonte y el megaterio y se<br />

enfrentó al esmilodón, aquel feroz<br />

tigre de colmil<strong>los</strong> de sable. El hombre<br />

andino de esa época vivía<br />

cazando la paleo-llama, una llama<br />

precursora, con toscas armas de piedra.<br />

De hace aproximadamente 10,000 años<br />

nos quedan las evidencias de ocupación<br />

humana en las cavernas de Lauricocha y<br />

Toquepala.<br />

Aunque el hombre preagrícola de<br />

Asia y Europa comenzó a diferenciarse<br />

culturalmente hace aproximadamente<br />

ocho mil años, las primeras indicaciones<br />

de desarrollo cultural se iniciaron en <strong>los</strong><br />

Andes solamente hace alrededor de seis<br />

mil años.<br />

De allí en adelante fueron apareciendo,<br />

en <strong>los</strong> sucesivos<br />

horizontes arqueológicos<br />

andinos, una serie de<br />

elementos culturales en el<br />

área agrícola y nutricional,<br />

cuya evolución y<br />

características describiremos<br />

aquí. El aspecto cronológico<br />

del desarrollo de estos elementos, sin<br />

embargo, cae totalmente dentro del<br />

marco de la prehistoria y, fuera de <strong>los</strong><br />

datos obtenidos a partir de métodos<br />

arqueológicos, no es infrecuente que el<br />

historiador se vea precisado a recurrir a<br />

la conjetura.<br />

17<br />

Solamente libros como <strong>los</strong><br />

de Vasilou, Candolle, Horkheimer,<br />

Engels y Duccio Bonavía nos<br />

ayudan a darle coherencia a nuestra<br />

visión del pasado nutricional del<br />

Perú.<br />

Sin temor a exagerar, puede<br />

decirse que casi todos <strong>los</strong> elementos<br />

tecnológicos que ostentó la Cultura Inca<br />

estuvieron ya presentes, en mayor o<br />

menor grado, en Culturas Paleo-<br />

Peruanas previas. A través del poderoso<br />

dominio político y cultural que <strong>los</strong> Incas<br />

ejercieron sobre todo el territorio<br />

peruano durante por lo menos cincuenta<br />

o sesenta años antes de que llegaran <strong>los</strong><br />

españoles (y mucho más largamente en<br />

las regiones umbilicales del Imperio),<br />

impusieron una universalización de la<br />

cultura peruana amalgamando<br />

tendencias y religiones locales y<br />

tratando de organizar el Imperio bajo un<br />

solo molde. Esto había sido<br />

ya intentado, con motivaciones<br />

quizá diferentes, por<br />

<strong>los</strong> impulsos culturales de<br />

Chavín y de Tiahuanaco-<br />

Huari lo que, en tres<br />

procesos independientes de<br />

transculturación, dio por<br />

resultado la Cultura PaleoPeruana cuya<br />

homogeneidad es solamente<br />

distorsionada en grado mínimo por variaciones<br />

en <strong>los</strong> esti<strong>los</strong> artísticos que<br />

individualizan las llamadas "Culturas<br />

locales" que son diversas tendencias,<br />

principalmente notorias


en el arte funerario.<br />

Ya sea porque <strong>los</strong><br />

Incas lo consideraron<br />

indispensable para<br />

obtener la total<br />

dominación política, o<br />

simplemente" porque<br />

conquistas de esta<br />

naturaleza implican no<br />

sólo el establecimiento de<br />

un imperialismo económico<br />

y militar sino<br />

también un imperialismo<br />

cultural, <strong>los</strong> cusqueños<br />

hicieron todo lo posible porque la<br />

historia de la cultura antes de su llegada<br />

al poder fuera despreciada, olvidada y<br />

sepultada en lo más oscuro de la<br />

prehistoria.<br />

En efecto, obliteraron hechos y<br />

destruyeron la verdad histórica a tal<br />

grado que, cuando <strong>los</strong> españoles<br />

llegaron al Perú, se les presentó un bello<br />

relato en el cual <strong>los</strong> Incas habían<br />

inventado todo lo útil al hombre (<strong>desde</strong><br />

el fútbol a la televisión, diríamos ahora)<br />

y habían rescatado a la población de un<br />

indescriptible caos social y de una vida<br />

de bestias.<br />

18<br />

Ni la cultura, ni la religión, ni el<br />

gobierno, ni la organización social, ni el<br />

arte, ni siquiera la agricultura o la<br />

textilería habían existido antes de <strong>los</strong><br />

Incas. El<strong>los</strong> eran <strong>los</strong> redentores de la<br />

humanidad, enviados por el Dios Sol y,<br />

como tales, debían ser<br />

respetados y honrados<br />

y ser agradecidos<br />

permanentemente.<br />

Y tuvieron tal<br />

éxito en su forma falaz<br />

de presentar la historia<br />

que no solamente convencieron a <strong>los</strong><br />

habitantes autóctonos y a <strong>los</strong> españoles,<br />

sino que influenciaron prácticamente a<br />

todos <strong>los</strong> historiadores occidentales<br />

hasta la última parte del siglo XIX,<br />

cuando <strong>los</strong> arqueólogos comenzaron a<br />

desenterrafla verdad.<br />

Por esta distorsión<br />

hermenéutica, no es fácil establecer<br />

claramente la cronología de algunos<br />

desarrol<strong>los</strong> tecnológicos en el Perú<br />

Antiguo; y el benevolente lector sabrá<br />

disculpar las inexactitudes en que pueda<br />

incurrir este autor.


Al finalizar el primer tercio del<br />

siglo XVI, llegaron <strong>los</strong> conquistadores<br />

españoles.<br />

Desde otra región del planeta<br />

llegó W1a nueva luz. El hombre de<br />

Génova había convertido su<br />

ensueño en otro ensueño y<br />

llegó al Caribe en un gran<br />

palacio que flotaba sobre las<br />

olas.<br />

Pero Colón murió en 1506, antes<br />

de imaginar siquiera al Perú. Recién en<br />

1532, Pizarro encontró y conquistó un<br />

Imperio... ¿Acaso un hombre diferente<br />

había realizado un descubrimiento<br />

diferente? Pizarro había encontrado,<br />

para <strong>los</strong> europeos, una nueva tierra. Es<br />

verdad. Había conquistado un Imperio.<br />

También es verdad. Pero, con todos sus<br />

grandes méritos, Pizarro y <strong>los</strong> suyos no<br />

lograron descubrir realmente el Perú.<br />

Simplemente, encontraron el<br />

Perú. La cultura del Perú fue pisoteada;<br />

su religión, abolida; la nobleza,<br />

degradada; <strong>los</strong> conocimientos de sus<br />

sabios, despreciados...<br />

Lo que pasó en esos tiempos<br />

trágicos, heroicos y dolorosos, está cien<br />

veces relatado en todos <strong>los</strong> esti<strong>los</strong> y no<br />

ha de repetirse aquí. Pero es importante<br />

LA INVASIÓN EUROPEA<br />

19<br />

enfatizar que la Conquista del Perú,<br />

como la de México y la de Yucatán, no<br />

fue una simple invasión de fuerzas<br />

extranjeras en un arranque imperialista<br />

de dominación militar y económica.<br />

Fue, en realidad, una brutal marejada de<br />

nuevos conocimientos, de<br />

nuevos elementos culturales,<br />

de nuevos dogmas religiosos,<br />

de toda una nueva cosmovisión<br />

que debió remecer en lo más<br />

profundo de sus raíces a la<br />

cultura americana. Mirándolo bien, sólo<br />

podemos darnos una visión aproximada<br />

de lo que aquí pasó, si recurrimos<br />

imaginativamente a situaciones<br />

similares en la literatura de ficción<br />

científica, cuando una civilización de<br />

otra galaxia invade nuestro planeta. ¡La<br />

brusca y sorpresiva constatación de que<br />

mas allá de nuestro mundo conocido<br />

existe una civilización poderosa que ha<br />

decidido invadimos!. La llegada de<br />

seres extraños, blancos, barbados con<br />

armas terriblemente poderosas...<br />

La destrucción de nuestras instituciones,<br />

de nuestros temp<strong>los</strong>, de<br />

nuestras deidades... La llegada de<br />

animales nunca antes vistos -el caballo,<br />

el perro mastín, la vaca, el burro, el<br />

gato, la gallina- de comidas jamás<br />

imaginadas; de árboles, flores, plantas y<br />

frutas de un exotismo inverosímil... De<br />

lenguajes crípticos... de músicas<br />

extrañas... de costumbres raras... el<br />

cañón, la armadura, el


arcabuz, la espada... la guitarra, el<br />

violín, el arpa... el arco, la bóveda, la<br />

cúpula, el ladrillo, la cal... El vidrio, la<br />

loza, la imprenta, la navegación...<br />

El impulso conquistador fue<br />

imparable, más por el monstruoso<br />

impacto cultural que por la fuerza de las<br />

armas. Desde el punto de vista<br />

tecnológico, el desequilibrio fue enorme<br />

entre <strong>los</strong> que aquí vivían y <strong>los</strong> que<br />

llegaban. Entre <strong>los</strong> recién venidos y <strong>los</strong><br />

recién vencidos. Ya pesar de que la<br />

cultura autóctona había llegado a muy<br />

20<br />

elevado sitial en su desarrollo aislado; a<br />

pesar de que la cultura invasora pudo<br />

después aprovechar algunos de <strong>los</strong><br />

logros de sus víctimas, <strong>los</strong> peruanos<br />

tuvieron que sucumbir.<br />

En esta ocasión no vamos a<br />

ocupamos sino muy someramente, y<br />

cuando sea indispensable, de la historia<br />

del desarrollo tecnológico de aquella<br />

cultura invasora. Para presentar un<br />

panorama de la transcu1turación,<br />

mostraremos algunos ejemp<strong>los</strong> de cómo<br />

fueron traídos a nuestras playas <strong>los</strong><br />

recursos nutricionales foráneos. No<br />

todos llegaron en la punta de la espada.<br />

Y también describiremos la historia de<br />

<strong>los</strong> aportes alimenticios peruanos a la<br />

cultura universal. Son muchos, y<br />

cambiaron también radicalmente el<br />

mundo de <strong>los</strong> invasores.


Durante el período colonial, la<br />

transferencia de la tecnología y el desarrollo<br />

y penetración de la ciencia<br />

foránea tuvieron lugar<br />

ante la sumersión de la<br />

tecnología y la cultura<br />

indígena que se refugiaron<br />

en <strong>los</strong> estratos más<br />

<strong>oscuros</strong> de la sociedad<br />

dominada.<br />

A pesar del mestizaje;<br />

a pesar de la<br />

transculturización incipiente, se abrió de<br />

inicio una brecha insalvable. Cultura,<br />

raza, tradiciones, cosmovisión integral,<br />

intereses dispares. Brecha profunda,<br />

oscura, abismal que por cinco sig<strong>los</strong> ha<br />

separado la cultura indígeno-mestiza de<br />

la cultura occidental. Porque <strong>los</strong> recién<br />

llegados no lograron descubrir realmente<br />

ese Perú que habían conquistado<br />

militarmente.<br />

No lograron descubrir las verdaderas<br />

riquezas de esa nación que<br />

habían violado cruelmente. No<br />

descubrieron de inmediato muchos de<br />

sus productos naturales ni<br />

su arte ni su religión ni su<br />

equilibrada convivencia<br />

con la naturaleza. La<br />

codicia de quienes habían<br />

encontrado al Perú en su<br />

afán de conquista no les<br />

permitió descubrir al inicio<br />

toda la enorme riqueza de esa gran<br />

comunidad agraria con la que habían<br />

tropezado. Era la época. Era el sino<br />

histórico de aquel<strong>los</strong> años. El hombre<br />

que llegó de ultramar acababa de luchar<br />

21<br />

en las Cruzadas; acababa d, expulsar a<br />

<strong>los</strong> árabes de su territorio; venía de recuperar<br />

con la cruz y con la espada su<br />

identidad nacional; de sacudir<br />

violentamente un yugo de<br />

sig<strong>los</strong> y estaba imponiendo<br />

su fe religiosa en <strong>los</strong> confines<br />

del mundo. Y cuando llegó al<br />

Perú quería oro, oro, oro.<br />

Rascó con la uña la<br />

superficie del Imperio<br />

conquistado y encontró tanta<br />

plata y tanto oro que no logró<br />

descubrir las verdaderas riquezas que<br />

estaban en <strong>los</strong> campos y en las mentes<br />

de esa gran comunidad agraria que<br />

había avasallado.<br />

Algunos productos de la nueva<br />

tierra fueron llevados a España como<br />

ejemp<strong>los</strong> exóticos de un Nuevo Mundo,<br />

extraño y fabu<strong>los</strong>o. Casi doscientos<br />

años después de la muerte de Pizarro, la<br />

papa fue finalmente "descubierta" por<br />

<strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> europeos tras un torbellino<br />

de hambrunas. Un siglo y medio tuvo<br />

que pasar para que <strong>los</strong> médicos europeos<br />

"descubrieran" la quina, la<br />

corteza peruana que, al<br />

derrotar a la malaria, salvó a<br />

Roma y a Londres de una<br />

destrucción cierta y permitió<br />

después la conquista del<br />

Mississippi y la construcción<br />

del Canal de Panamá. Tres<br />

sig<strong>los</strong> pasaron antes de que el hombre<br />

de occidente aceptase en su mesa al<br />

tomate.


Muchos, muchos años transcurrieron<br />

antes de que <strong>los</strong> primeros botánicos<br />

españoles llegaran al Perú para<br />

realmente comenzar a descubrir la<br />

riqueza de plantas nutritivas y<br />

medicinales de esta parte del mundo.<br />

Moría ya el siglo XVIII cuando algunos<br />

naturalistas lograron obtener permiso<br />

para venir al Perú. Hasta entonces, muy<br />

escasos científicos de sotana pudieron<br />

investigar nuestra flora y fauna<br />

nutricional. Era territorio prohibido para<br />

quienes no eran súbditos de España; y<br />

<strong>los</strong> nacionales que se atrevían a<br />

cuestionar <strong>los</strong> conceptos aceptados y<br />

consagrados sobre las leyes de la<br />

naturaleza, eran prontamente<br />

controlados por las rígidas autoridades<br />

religiosas y seglares.<br />

Como trueque del oro y de la plata<br />

que del Perú fueron a socorrer las<br />

agotadas reservas financieras de la<br />

Corona Española, llegaron al Perú<br />

muchos nuevos<br />

productos agrícolas que<br />

el labriego peruano<br />

pronto aprendió a<br />

cultivar. La caña de<br />

azúcar... el olivo... las<br />

frutas bíblicas (higo,<br />

dátil, vid, granada)... el<br />

trigo... el arroz... la cebada... la cebolla<br />

y la zanahoria... y muchos frutos<br />

nuevos... y <strong>los</strong> vacunos y <strong>los</strong> ovinos y la<br />

gallina y sus productos... y el español y<br />

su esclavo africano trajeron nuevos<br />

saborizantes y nuevas formas de<br />

preparar <strong>los</strong> alimentos.<br />

Pasados tres sig<strong>los</strong>, <strong>los</strong> des-<br />

23<br />

cendientes de <strong>los</strong> conquistadores, no <strong>los</strong><br />

indígenas nativos, lograron sacudirse de<br />

las cadenas que habían mantenido al<br />

Perú bajo el yugo español. Ante la<br />

formación de una nueva nacionalidad<br />

que afloró pujante pero desordenada<br />

hace ciento sesenta años, una nueva ola<br />

de cambios preparó a la nación peruana<br />

para la llegada de nuestro siglo.<br />

La "libertad", así entre comillas,<br />

llegó al Perú con la independencia<br />

respecto a España. Pero fue entre comillas<br />

porque solamente era una realidad<br />

global en el aspecto político. El<br />

indígena, poblador autóctono y mayoritario,<br />

y el africano, esclavo importado,<br />

no se beneficiaron directamente<br />

de las ventajas de aquella "libertad"<br />

que ondeó en bandera bicolor<br />

para la visión macroeconómica y<br />

macropolítica.<br />

El esclavo siguió siendo esclavo y<br />

el siervo indígena siguió<br />

"largo tiempo oprimido".<br />

A la mitad del siglo XIX,<br />

el africano, que junto a<br />

<strong>los</strong> moros había metido<br />

sus manos morenas en el<br />

menú nacional, fue<br />

lanzado bruscamente a<br />

<strong>los</strong> riesgos de la libertad<br />

y abandonó <strong>los</strong> campos-creando un<br />

vacío laboral que hirió gravemente a la<br />

agricultura. La crisis del agro pudo ser<br />

conjurada a medias con la importación<br />

de labradores chinos bajo contratos que<br />

disfrazaban mal una nueva forma de<br />

esclavitud, y <strong>los</strong> miles de "coolíes"<br />

llegaron a nuestras


tras costas trayéndonos nuevos<br />

conceptos que invadieron nuestra cocina,<br />

influenciando en el desarrollo de la<br />

gastronomía y de la nutrición.<br />

De estas cuatro grandes raíces, la<br />

indígena, la española, la africana y la<br />

surgió el robusto tronco de la cocina<br />

peruana que aquí describisnos Vinieron<br />

después ideas sueltas de Italia, de la<br />

24<br />

India, de Franda, de Escandinavia, del<br />

Japón... Se incorporaron al follaje<br />

de nuestra gastronomía y ahora nuestra<br />

cocina goza de bien ganada fama. En la<br />

huella histórica de su evolución quedan<br />

atrás, buscando el olvido, <strong>los</strong> dolores y<br />

crueldades de la transculturación.


Como en todas las culturas primitivas<br />

del orbe, el antiguo habitante de<br />

nuestros países andinos, apenas llegado<br />

a su nuevo territorio, se dedicó a<br />

desarrollar las incipientes técnicas que<br />

había traído con objeto de obtener<br />

alimento.<br />

En su primitivismo<br />

preagrícola y en su condición<br />

de nómada, recolectaba<br />

algunos vegetales comestibles<br />

y se dedicaba<br />

permanentemente a la caza.<br />

Desde el punto de vista<br />

climático, el Perú de<br />

entonces ofrecía excelentes condiciones<br />

para ello. En la costa y la sierra había<br />

venados oluichus (Odocoileus<br />

virginianus), ciervos o tarucas<br />

(Hippocamelus anisensis), llamas<br />

(Lama glama), guanacos (Lama<br />

guanaco), vicuñas (Vicugna vicugna),<br />

vizcachas (Lagidium peruvianun inca),<br />

aun en las zonas mas altas, tales como<br />

Lauricocha. Había muchas aves<br />

comestibles. Entre estas estaban: el<br />

hayno (Fulica ardeiaca), la huachhua<br />

(Cheophaga melanopetera), la<br />

jarhuahasaca (Fulica americana, F.<br />

peruviana), la parihuana<br />

(Phóenicopterus ruber chilensis), el<br />

pato-jerga (Anas georgica spiniacauda),<br />

la polla de agua (Gallinula chiropus<br />

germani), el pato silvestre (Carina<br />

moschata), el tsuchopato (Ana s<br />

flavirosis oxyptera), el yacututu<br />

(Oxyura jamaicensis ferrugineus), el<br />

EL REGALO DE VIRACOCHA<br />

25<br />

yacuchullush (Podiceps chilensis<br />

morrisoni),la yucsa (Anas versicolor<br />

puna), el zambullidor blanquillo<br />

(Podiceps occipitalis juninensis) y otros<br />

más que no mencionamos para no<br />

cansar al lector con <strong>los</strong> nombres de<br />

palomas, tórtolas y perdices. En as<br />

grutas de Toquepala, cuyas<br />

invalorables pinturas<br />

rupestres han sido ahora<br />

completamente destruidas<br />

por <strong>los</strong> depredadores, podía<br />

verse al cazador paleolítico<br />

rodeado de sus víctimas.<br />

Y al otro lado de <strong>los</strong><br />

enormes macizos nevados de <strong>los</strong> Andes,<br />

en las selvas impenetrables, había muchos<br />

otros mamíferos que excitaban el<br />

instinto carnívoro del cazador: el<br />

sachavaca (Tapirus terrestris), <strong>los</strong> venados<br />

de selva (Mazama sp.) el sajino y<br />

la guangana (Tayassu sp.), el majaz<br />

(Agouti sp.), <strong>los</strong> cuadrumanos (Ateles<br />

paniscus, Lagathrix sp.), el ronsoco<br />

(Hidrochaerus sp.)... yen el río, el bufeo<br />

(Inica geoggrensis), el manatí<br />

(Tricherus inanguis)... y las tortugas<br />

diversas y <strong>los</strong> batracios comestibles... y<br />

cientos de peces: paiche (Arapaima<br />

gigas), sabalo (Brucon sp.) palometa<br />

(My<strong>los</strong>soma), tucunaré (Cicla<br />

ocelaris)... y las ayes de selva: paujil<br />

(Mitu sp.), pucacunga (Penelope<br />

jacquaca), pava de monte (Pepila<br />

cumaneusis)...


Es lo más probable que,<br />

<strong>desde</strong> un comienzo, el<br />

cazador paleoandino haya<br />

marchado a sus aventuras<br />

acompañado de su perro.<br />

Todo animal cazador tiene<br />

un pseudo-parásito que lo<br />

acompaña, y a veces lo<br />

ayuda, con objeto de aprovechar las<br />

sobras y <strong>los</strong> desechos. Elléon a la hiena;<br />

el tiburón, a su pez piloto; el cocodrilo,<br />

a su pajarillo mondadientes... El perro,<br />

<strong>desde</strong> muy temprano en la prehistoria,<br />

decidió acompañar a ese hábil bípedo<br />

que sabía cazar tan exitosamente. Si<br />

algo hemos de decir, podríamos ironizar<br />

que fue el perro el que domesticó al<br />

hombre y <strong>desde</strong> entonces vive a<br />

expensas de él. Un amigo fiel de<br />

muchos sig<strong>los</strong>, el perro vino al Ande<br />

con el hombre <strong>desde</strong> las lejanas tierras<br />

asiáticas. Pero esto debió<br />

ocurrir muy temprano en<br />

la prehistoria, porque<br />

existen razas especiales<br />

que son típicas de nuestra<br />

región. El Canís íngae es el antiguo<br />

alcco de <strong>los</strong> quechuas o el anokaro de<br />

<strong>los</strong> aimaras. Hay varios tipos, unos con<br />

pelo y otros lampiños, unos de nariz<br />

puntiaguda y otros de hocico chato. Hay<br />

quien afirma que el perro lampiño es el<br />

Canís caraíbícus, proveniente de<br />

México y del Caribe. Pero hay quien<br />

rechaza tal teoría ocasionando no poca<br />

confusión por lo que dejamos el tema<br />

para tratarlo en otra oportunidad. En<br />

una discusión sobre la nutrición<br />

Paleoandina no solamente<br />

26<br />

mencionamos al perro como el<br />

ayudante del hombre sino también<br />

como fuente de alimento<br />

ya que su carne era consumida<br />

por algunos grupos, especialmente<br />

por <strong>los</strong> antiguos<br />

Huancas.<br />

Esto, que es relatado de segunda<br />

fuente en las crónicas de la Conquista,<br />

era mucho mas común entre <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong><br />

mexicanos, donde el perro era<br />

engordado para su consumo en platil<strong>los</strong><br />

muy apreciados por la nobleza.<br />

Desde un principio, las armas de<br />

caza consistían en flechas, dardos y<br />

lanzas con puntas de pedernal o de<br />

obsidiana, así como hondas para lanzar<br />

piedras. El uso de redes para cazar<br />

pájaros o para rodear mamíferos tan<br />

grandes como el venado<br />

apareció en algún momento<br />

y ya lo muestra en todo su<br />

desarrollo el dibujo<br />

mochica. La caza de aves y<br />

animales pequeños se realizaba con el<br />

"liwí", que era una especie de boleadora<br />

pequeña que enredaba a la víctima<br />

inmovilizándola. Otra forma de cazar<br />

las aves pequeñas era mediante mezclas<br />

pegajosas embadurnadas en las ramas<br />

cercanas a las fuentes alimenticias,<br />

así como lazos estáticos que<br />

entrampaban el cuello del ave cuando<br />

ésta se acercaba a comer el cebo.<br />

Más sobre armas de caza podemos<br />

intuir de las armas de gue


a, pues muchas de estas últimas<br />

fueron dedicadas a fines<br />

pacíficos en épocas de<br />

tranquilidad.<br />

Organizado ya el andino<br />

antiguo en comunidades numerosas,<br />

se desarrolló la técnica<br />

del "chaco", que consistía en<br />

rodear con un cordón humano un<br />

amplio terreno; y con tambores,<br />

trompetas y otros objetos<br />

ruidosos iban estrechando<br />

progresivamente el cerco sin<br />

dejar escapar ningún animal<br />

aprovechable. Al final, la multitud de<br />

víctimas atrapadas era fácilmente presa<br />

de <strong>los</strong> verdugos que terminaban la<br />

faena. El "chaco" era una técnica muy<br />

usada en el tiempo de <strong>los</strong> Incas, y <strong>los</strong><br />

españoles fueron testigos del éxito de<br />

estas grandes cacerías que tenían como<br />

fin proveer con carne seca y salada <strong>los</strong><br />

bien atendidos depósitos de alimentos<br />

en todo el Imperio.<br />

27<br />

.. La caza y la recolección de<br />

alimentos vegetales así como de<br />

mariscos de <strong>los</strong> lagos y arrecifes<br />

costeños, implican un primer<br />

desarrollo tecnológico. Para el<br />

éxito de estas actividades, era<br />

necesario cierto grado de<br />

conocimiento sobre las costumbres<br />

de <strong>los</strong> animales, la<br />

determinación de <strong>los</strong> lugares<br />

donde crecían <strong>los</strong> vegetales<br />

buscados y las estaciones en que<br />

éstos aparecían así como sus<br />

cualidades alimenticias o tóxicas<br />

y, en las costas y riberas, las técnicas de<br />

recolección de <strong>los</strong> productos sedentarios<br />

del mar y <strong>los</strong> lagos.<br />

La recolección de mariscos en<br />

playas y arrecifes juega un rol muy<br />

importante en la historia de la humanidad.<br />

Hay antiquísimos basurales de<br />

conchas (concha1es) en todas las costas<br />

de América y el estudio de el<strong>los</strong> es una<br />

fuente inagotable para la historia de<br />

nuestros pueb<strong>los</strong>. En la costa andina se<br />

encuentran en estos depósitos <strong>los</strong> restos<br />

de una gran variedad de concluts,<br />

almejas (Semele sp.), machas<br />

(Mesddesma sp.) choros (Mytilus sp.,<br />

Choromytilus sp.), “senorita” (Pecten<br />

sp., Argopecten sp.), chanques<br />

(Concholepas sp.), navajas. (Solen sp.),<br />

caracoles (Sbombus sp., Hexaplex sp.),<br />

así canto diversas especies de erizos,<br />

pulpos, cangrejos y algas comestibles. .<br />

En todas las civilizaciones primitivas<br />

del mundo, <strong>los</strong> conchales


indican la primera vía hacia la<br />

sedentarización. Al encontrar<br />

en el roquedal un depósito de<br />

alimentos vivos, el nómada<br />

detiene su peregrinaje y<br />

cambia sus costumbres. Por lo<br />

tanto, el conchal resulta un<br />

elemento cultural que predice la<br />

aparición de la agricultura; y, <strong>desde</strong><br />

luego, predice la aparición de la pesca.<br />

El andino antiguo vivió pronto en<br />

contacto con el mar y con <strong>los</strong> lagos.<br />

Aún las civilizaciones de las altas<br />

cumbres de <strong>los</strong> Andes consideraban <strong>los</strong><br />

productos del mar como delicados<br />

alimentos que codiciaban reyes, nobles<br />

y sacerdotes. Muy temprano aparecen<br />

también <strong>los</strong> venenos de pesca entre <strong>los</strong><br />

cuales el barbasco, de acuerdo al Padre<br />

Cobo, fue utilizado con este fin <strong>desde</strong><br />

tiempos inmemoriales. Esta sustancia,<br />

extraída de plantas de <strong>los</strong> géneros<br />

Lonchocarpus y Tephrosia, ha sido<br />

modernamente incorporada a la<br />

civilización como un insecticida<br />

29<br />

poderoso, debido a su activo<br />

alcaloide llamado rotenona.<br />

Aunque no hay evidencias<br />

de que <strong>los</strong> antiguos<br />

andinos hayan sido grandes<br />

navegantes, utilizaban embarcaciones<br />

diversas para pescar en las<br />

inmediaciones de la costa. Eran del tipo<br />

que ahora se conoce como "caballitos"<br />

y, como hoy, eran confeccionadas con<br />

tal<strong>los</strong> de totora (Scirpus americanus y<br />

Scirpus califomicus), lo que les daba<br />

una notoria flotabilidad solamente<br />

compartida por otras embarcaciones<br />

hechas a base de "palo de balsa"<br />

(Ochroma lagopus) que también siguen<br />

siendo usadas por nuestros pescadores<br />

primitivos contemporáneos. Además,<br />

para mejorar la flotabilidad de sus<br />

embarcaciones, o como ayuda a <strong>los</strong><br />

nadadores, se utilizaban odres llenos de<br />

aire, confeccionados con piel de lobos<br />

de mar (Arctocephalus australis) que<br />

eran cazados a mazazos no solamente<br />

para aprovechar su piel y su carne, sino<br />

para utilizar con fines medicinales y<br />

mágicos <strong>los</strong> "bezoares" que existen en<br />

el aparato digestivo. Se consideran<br />

bezoares, aunque no lo son en el estricto<br />

sentido de la palabra. Son piedras<br />

deglutidas. Ese es el significado de <strong>los</strong><br />

pequeños objetos redondeados que se<br />

ven en <strong>los</strong> dibujos mochicas que<br />

representan la caza del lobo marino.<br />

Hacer aquí una lista de las muchas<br />

especies de peces que pueblan


nuestro riquísimo mar, sería ocioso.<br />

Desde siempre, el peruano antiguo<br />

consumió el pescado crudo o cocido,<br />

hervido, asado, tostado, seco, cocinado<br />

bajo tierra, en sopas y locros.<br />

Las ballenas de distintas especies, muy<br />

abundantes en el litoral andino, no<br />

fueron objeto de caza pero su carne era<br />

bien utilizada cuando varaban en las<br />

playas. Sus grandes huesos fueron<br />

usados muy tempranamente por <strong>los</strong><br />

pueb<strong>los</strong> costeños para reforzar el<br />

armazón de sus chozas y habitaciones.<br />

Con el sedentarismo y el nacimiento de<br />

la agricultura apareció también la<br />

domesticación de animales y el<br />

pastoreo. Los auquénidos, al principio<br />

objetos de caza, resultaron pronto<br />

animales domésticos ideales para el<br />

antiguo peruano. Proporcionaban no<br />

solamente carne, cuero y lana sino,<br />

además, fibras para coser mediante sus<br />

tendones, abono y material combustible<br />

mediante su estiércol, y huesos para<br />

hacer toda clase de<br />

utensilios.<br />

Además, la<br />

utilidad de la llama<br />

como bestia de carga<br />

aligeró no poco las<br />

tareas del hombre que cada día se hizo<br />

más sedentario y se dedicó a mejorar<br />

sus conocimientos y su tecnología.<br />

Los antiguos andinos nunca<br />

utilizaron como alimento la leche de sus<br />

animales domésticos. Se duda también<br />

31<br />

que hayan utilizado frecuentemente <strong>los</strong><br />

huevos de ningún ave de corral. Quizás<br />

de <strong>los</strong> patos. Los huevos de las aves<br />

silvestres no eran tampoco frecuentes en<br />

la mesa peruana precolombina.<br />

Estos hechos han sido<br />

interpretados en diversas formas. Una<br />

explicación ofrecida por Horkheimeres<br />

que la marcada tendencia paleoandina<br />

por el matriarcado hacía que las<br />

hembras de todos <strong>los</strong> animales fuera<br />

protegidas, tanto en lo que se refiere al<br />

ordeñamiento como a la utilización de<br />

sus huevos. Pero<br />

quizá no es<br />

necesario ir tan alto<br />

en nuestras<br />

interpretaciones. La<br />

gallina, tal como la<br />

conocemos y<br />

empleamos, hoy, no fue conocida en el<br />

Perú Antiguo. Aún cuando llegó a<br />

Europa traída de Asia, produjo sorpresa<br />

y admiración ver un ave que pusiera un<br />

huevo casi diariamente, dando así una<br />

sobreproducción de un elemento cuyo<br />

número resultaba por eso superfluo


y dejaba de ser indispensable<br />

para la propagación de la<br />

especie. Todas las otras aves,<br />

o por lo menos todas las aves<br />

andinas, ponen un corto<br />

número de huevos en determinada<br />

época del año, y<br />

dependen de esto para mantener vivo su<br />

género. La interferencia con el proceso<br />

reproductivo de plantas y animales<br />

útiles siempre ha sido prohibida entre<br />

<strong>los</strong> grupos humanos que se benefician<br />

de el<strong>los</strong>. Aun el cazador primitivo<br />

respeta a la hembra preñada y el<br />

agricultor mas ignorante respeta la<br />

semilla. Por otro lado, <strong>los</strong> auquénidos<br />

no son grandes productores de leche, lo<br />

que debe agregarse al hecho de que <strong>los</strong><br />

niños del Antiguo Perú no eran<br />

alimentados con "leche de bestias" por<br />

razones ligadas más a la superstición y a<br />

la magia que a motivaciones utilitarias.<br />

Es importante recordar que la<br />

ausencia de leche y de huevos en la<br />

dieta del antiguo peruano no interfirió<br />

con un buen estado nutricional. El niño<br />

tomaba la leche materna hasta <strong>los</strong> dos<br />

años y de allí en adelante recibía la<br />

misma alimentación que un adulto.<br />

Alguien dice por ahí que esa es<br />

la razón por la que, genéticamente, la<br />

raza indígena no acumula cantidades<br />

33<br />

excesivas de colesterol. Vaya<br />

usted a averiguar...<br />

Otra fuente de<br />

proteínas animales en la<br />

alimentación paleoandina fue<br />

el cuy o cobayo (Cavia<br />

cobaya, C porcellus), domesticado muy<br />

tempranamente también y que continúa<br />

constituyendo un importante elemento<br />

en la alimentación de nuestros pueb<strong>los</strong>.<br />

No hay ninguna duda de que su origen<br />

como animal doméstico fue el Ande<br />

precolombino. Pero su introducción a<br />

<strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> de habla inglesa se hizo por<br />

la vía del tráfico de esclavos <strong>desde</strong> la<br />

costa de Guinea, razón por la cual es<br />

también conocido con el nombre de<br />

cochinillo de Guinea (Guinea pig),<br />

homónimo de cochinillo de Indias.<br />

En fin, Viracocha, el Creador<br />

del Mundo, Dios Omnipotente e<br />

Invisible, regaló al antiguo peruano todo<br />

lo que necesitaba para su supervivencia<br />

y le dio una tierra fértil, ávida de la<br />

mano del hombre. Pachamama, la Madre<br />

Tierra, esperaba por largos sig<strong>los</strong><br />

que el hombre se acercara a ella con la<br />

caricia de sus manos y el sudor de su<br />

frente. Ella le daría pronto su ansiada<br />

recompensa.


Entre las pocas afirmaciones<br />

concretas que puede hacerse en la<br />

antropología cultural, una de las más<br />

conocidas es que "no puede existir alta<br />

cultura sin una forma evolucionada de<br />

agricultura".<br />

No existe una idea exacta del<br />

momento en que nació la agricultura en<br />

el área andina. Diversos autores<br />

mencionan que en algunos basurales<br />

muy antiguos se encuentran plantas<br />

cultivadas dejadas ahí por habitantes<br />

sedentarios de la costa hace alrededor<br />

de seis mil años; en la costa están<br />

ubicados arqueológicamente <strong>los</strong> focos<br />

más antiguos de cultivo que se conocen<br />

en el Perú.<br />

Como en todos <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong><br />

primitivos del orbe, la agricultura<br />

andina comenzó con la disminución del<br />

nomadismo; y, como hemos visto más<br />

arriba, <strong>los</strong> sitios más frecuentes para<br />

iniciar costumbres sedentarias son las<br />

playas y <strong>los</strong> arrecifes donde abundan <strong>los</strong><br />

EL HOMBRE Y LA TIERRA<br />

34<br />

mariscos -una forma de alimento que es<br />

fácil presa del buscador de sustento.<br />

La agricultura no surge en el<br />

conocimiento humano como una<br />

respuesta al acicate del hambre. Cuando<br />

un hombre está hambriento no puede<br />

esperar a que las plantas crezcan, se<br />

desarrollen, florezcan y fructifiquen.<br />

Tiene que calmar el hambre propia y de<br />

<strong>los</strong> suyos: caza, pesca o recolecta. Por<br />

eso, la tecnología agrícola es un logro<br />

humano que aparece solamente cuando<br />

un pueblo primitivo llega a convertirse<br />

en sedentario. Y el sitio ideal de nacimiento<br />

de la agricultura es en la<br />

desembocadura de <strong>los</strong> ríos. Allí hay<br />

playas suaves, hay frecuentemente<br />

arrecifes, hay áreas de limo fértil y<br />

húmedo donde puede iniciarse el esfuerzo<br />

agrícola. (Debemos decir<br />

también que, para mala suerte de <strong>los</strong><br />

arqueológos, la desembocadura de un<br />

río es el peor sitio para la conservación<br />

de huellas de ocupación del hombre<br />

antiguo).<br />

Sin que intentemos ser dogmáticos,<br />

estudios respaldados por diversas<br />

escuelas antropológicas nos permiten<br />

asegurar con cierto grado de<br />

razonabilidad que el primer esfuerzo<br />

agrícola que realizó el hombre primitivo<br />

en el Perú es precisamente la<br />

"agricultura de avenida" o "agricultura<br />

de aluvión", cuya tecnología aparece en


la aurora andina a diferencia de la<br />

agricultura Maya, que se inició con una<br />

"agricultura de secano", o sea a base de<br />

las lluvias de las selvas. La agricultura<br />

peruana se inició en el limo humedecido<br />

dejado por el río crecido. Después, en<br />

épocas posteriores, y de acuerdo a las<br />

necesidades comunitarias de ampliar las<br />

áreas de cultivo, apareció la "agricultura<br />

de regadío".<br />

Por la ausencia de mayores datos<br />

de cronología arqueológica, es muy<br />

difícil precisar la fecha en la que el<br />

cultivo pasó de una etapa de "agricultura<br />

de avenida" a la "agricultura de<br />

regadío" a base de canales y bocatomas.<br />

Desde luego, éste debió ser un<br />

proceso heterogéneo e irregular, con<br />

zonas y épocas distintas donde el<br />

progreso aparecía. Pero, lentamente, el<br />

peruano antiguo fue transformándose en<br />

un experto agricultor cuya tecnología<br />

sobrepasó <strong>los</strong> éxitos de muchos otros<br />

pueb<strong>los</strong> del orbe. Esto requirió un<br />

esfuerzo continuo y prolongado; y a<br />

través de largos sig<strong>los</strong>, el hombre<br />

dominó la tierra mediante la cuidadosa<br />

observación del ciclo vital de las<br />

plantas, de la necesidad, uso y mal uso<br />

del agua, de la utilización de<br />

fertilizantes, del control de insectos,<br />

aves y otras pestes, de la determinación<br />

útil del tiempo de cosecha, de la<br />

acumulación, almacenamiento y<br />

protección de <strong>los</strong> productos agrícolas,<br />

de la domesticación y el<br />

perfeccionamiento genético de <strong>los</strong><br />

35<br />

vegetales útiles, etc.<br />

Aunque parece ser que <strong>los</strong><br />

grandes canales de irrigación se<br />

construyeron durante el llamado<br />

Horizonte Medio, es decir, en relación<br />

con el segundo impulso unificador de la<br />

Cultura PaleoPeruana (el influjo Huarlliahuanaco<br />

que se inició en el siglo Vil<br />

de nuestra era), es imposible establecer<br />

con ningún grado de aproximación el<br />

orden cronológico con que fueron<br />

apareciendo <strong>los</strong> diversos métodos de<br />

irrigación por medio de surcos, acequias,<br />

canales, utilización de aguas<br />

subterráneas, transporte subterráneo de<br />

aguas, etc. La majestuosidad, amplitud,<br />

exactitud de trazo y efectividad de <strong>los</strong><br />

antiguos canales de irrigación en el Perú<br />

provocan ciertamente admiración aun<br />

entre <strong>los</strong> técnicos modernos. En este<br />

sentido, debemos referir a <strong>los</strong> interesados<br />

a <strong>los</strong> excelentes estudios de<br />

Regal, Kosok, Horkheimer, Zegarra,<br />

Ravines, Moseley y otros. Algunas de<br />

estas monumentales obras de irrigación<br />

cuentan con canales de 400 a 500 millas<br />

de largo (Markham)


y ya Garcilaso nos refiere la construcción<br />

de vías de agua de una longitud<br />

¡de 150 a 200 leguas!.<br />

La red de canales subterráneos<br />

de las pampas de Nasca, aunque no tan<br />

espectacular como <strong>los</strong> gigantescos<br />

geoglifos, despierta la admiración de<br />

<strong>los</strong> técnicos hidrológicos actuales.<br />

La utilización del agua<br />

subterránea mediante pozas de<br />

captación y filtraciones, según<br />

Róger Ravines, aparece en el<br />

Antiguo Perú<br />

aproximadamente por el siglo<br />

VI A.c. Estas pozas de cultivo<br />

eran llamados malea-malea en la Costa<br />

Central y jagueyes o jaguayes en la<br />

Costa Norte. Algunas de esas hoyas<br />

tenían cien o doscientos pasos de<br />

diámetro. Existieron a lo largo de toda<br />

la Costa. Las más famosas son las de<br />

Gúlca donde aún se utilizan.<br />

Muy temprano también apareció<br />

la técnica de modificar la superficie del<br />

terreno cultivado, especialmente en las<br />

laderas de <strong>los</strong> cerros, con objeto de<br />

aprovechar mejor el agua de regadío<br />

evitando al mismo tiempo la erosión.<br />

Las enormes extensiones cubiertas de<br />

"lucres", andenes o terrazas de cultivo,<br />

que todavía pueden admirarse en las<br />

quebradas andinas, muchas de ellas aún<br />

en pleno uso después de muchos sig<strong>los</strong><br />

de existencia, son la más clara<br />

expresión de la habilidad del agricultor<br />

paleoperuano para aprovechar hasta el<br />

37<br />

último palmo de terreno cultivable.<br />

A esta obra de modificación de<br />

la orografía hay que agregar la frecuencia<br />

con la que esos andenes eran<br />

rellenados con tierra fértil transportada<br />

<strong>desde</strong> grandes distancias para mejorar el<br />

rendimiento de tos cultivos, lo que<br />

implica un Conocimiento útil de la<br />

composición de <strong>los</strong> sue<strong>los</strong>.<br />

Las andenerías son, en muchos<br />

casos, una expresión de sofisticada<br />

ingeniería hidráulica.<br />

Algunas veces el drenaje,<br />

aparentemente exagerado en un<br />

comienzo, se realizaba<br />

mediante verdaderas galerías<br />

formadas con lajas que descansaban<br />

sobre el suelo permeable.<br />

Otras veces la pared de <strong>los</strong> andenes<br />

era doble, rellena de piedras, para<br />

facilitar la circulación del agua; y no era<br />

poco común encontrar que <strong>los</strong> canales<br />

de las terrazas tenían una inclinación<br />

especial que permitía el<br />

aprovechamiento máximo del agua y al<br />

mismo tiempo daba a <strong>los</strong> agricultores<br />

un fácil medio de comunicación<br />

acústica.<br />

Diversos estudios han comprobado,<br />

por otro lado, que la distribución<br />

de <strong>los</strong> cultivos en las terrazas tenía en<br />

cuenta las características de cada<br />

especie cultivada. Aquellas que<br />

necesitaban una mayor concentración<br />

de sales en disolución en el agua de<br />

regadío se encontraban cul


tivadas en las terrazas inferiores;<br />

en cambio, las que<br />

eran menos exigentes en<br />

materias minerales estaban en<br />

las terrazas superiores.<br />

Se calcula que <strong>los</strong> Andes<br />

Peruanos nos muestran ahora alrededor<br />

de 70,000 hectáreas de andenerías<br />

agrícolas, muchas de ellas aún en uso.<br />

Otro de <strong>los</strong> métodos agrícolas<br />

inventados por el andino prehispánico<br />

es el sistema de "camellones"<br />

(waruwaru) todavía en uso en las inmediaciones<br />

del lago TIticaca. Consiste<br />

en acumular tierra en plataformas<br />

longitudinales de variado diseño,<br />

rodeadas por canales llenos permanentemente<br />

de agua. Esto permite el<br />

drenaje de pantanos y su utilización<br />

para la agricultura mediante un sistema<br />

de riego permanente pero adecuado, y el<br />

uso simultáneo del terreno para el<br />

cultivo de plantas acuáticas alimenticias<br />

y de peces y batracios usados en la<br />

alimentación.<br />

Cuando <strong>los</strong> españoles llegaron a<br />

nuestras costas, vieron con sorpresa que<br />

<strong>los</strong> sue<strong>los</strong> cultivados, especialmente <strong>los</strong><br />

del litoral, estaban sometidos al uso<br />

intenso de abonos, principalmente<br />

"guano" y restos de animales marinos.<br />

Aunque <strong>los</strong> europeos de ese tiempo ya<br />

conocían el uso de abonos, éstos eran<br />

utilizados únicamente en la pequeña<br />

escala de la horticultura; pero nunca<br />

habían sido empleados para <strong>los</strong> cultivos<br />

mayores como lo fue en el Ande, cuan-<br />

38<br />

do menos <strong>desde</strong> la época de<br />

<strong>los</strong> Mochicas (800 D.C.). Por<br />

eso surgió, <strong>desde</strong> el tiempo de<br />

la Conquista, el concepto<br />

de que el peruano prehispánico<br />

era "más horticultor<br />

que agricultor".<br />

Es decir, que trataba cada parcela de<br />

tierra con gran dedicación, con verdadero<br />

cariño, alimentando a sus plantas<br />

como quien alimenta a un niño que<br />

crece, utilizando sus propias manos o<br />

herramientas únicamente manejables<br />

con la mano. A menudo, el antiguo<br />

labrador tenía que sostener a toda su<br />

familia con terrenos menores de una<br />

hectárea, y esto lo obligaba a obtener el<br />

máximo rendimiento del suelo. Esta actitud<br />

no era compartida en Europa sino<br />

en el cultivo de hortalizas y plantas de<br />

adorno. La agricultura exhaustiva en<br />

gran escala, una agricultura intensiva<br />

como la que <strong>los</strong> españoles encontraron<br />

en todo el


Perú, no existió en esa época sino en<br />

China y en algunas regiones de México.<br />

Como hemos dicho arriba, el<br />

abono más frecuente era el "guano",<br />

excremento de las aves marinas depositado<br />

en las islas del litoral durante<br />

largos sig<strong>los</strong> sin lluvia. Las tres especies<br />

aviarias más numerosas de nuestras<br />

islas guaneras son el guanay<br />

(Phalacrocorax bougainvillae), el<br />

piquera (Sulla variegata) y el pelícano<br />

(Pellicanus thagus). Utilizado por lo<br />

menos <strong>desde</strong> el tiempo de <strong>los</strong> Mochicas,<br />

el guano fue aprovechado en forma<br />

masiva por <strong>los</strong> Incas quienes legislaron<br />

sobre la explotación de las islas<br />

guaneras, la repartición de su producto<br />

39<br />

y la tecnología de su uso.<br />

Además, se utilizaba también <strong>los</strong><br />

restos no comestibles de <strong>los</strong> peces. La<br />

cabeza de las anchovetas, por ejemplo.<br />

Cada grano de maíz, en el momento de<br />

la siembra, era enterrado con una o dos<br />

cabezas de este pescadillo.<br />

Usaron también la ceniza, adecuadas<br />

cantidades de cal y, <strong>desde</strong> luego,<br />

<strong>los</strong> excrementos del ganado auquénido e<br />

inclusive <strong>los</strong> humanos. El padre Cobo<br />

(1572 -1659) admiró el gran<br />

conocimiento que <strong>los</strong> agricultores<br />

autóctonos tenían sobre la utilización de<br />

abonos y, después de


comparado con la forma en que abonaban<br />

en España, concluyó que <strong>los</strong><br />

métodos peruanos eran mucho más<br />

efectivos.<br />

Al lado de estos abonos exógenos,<br />

no queda ninguna duda de que <strong>los</strong><br />

antiguos peruanos conocían la cualidad<br />

especial de las leguminosas de<br />

enriquecer el suelo para el cultivo de<br />

otras plantas. La asociación de diversos<br />

cultivos con las leguminosas era<br />

conocida y utilizada <strong>desde</strong> mucho<br />

tiempo antes de la llegada de <strong>los</strong><br />

españoles.<br />

Con todos estos grandes avances<br />

tecnológicos, sin embargo, el antiguo<br />

agricultor no diseñó nunca instrumentos<br />

mecánicos que lo ayudaran más allá de<br />

herramientas de mano o de pie, como la<br />

"taklla ", que le permitía romper<br />

terrones y voltear la tierra y que aún es<br />

popular en nuestros paisajes bucólicos.<br />

No conocieron el arado y nunca emplearon<br />

a <strong>los</strong> auquénidos para ayudarse<br />

en sus labores agrícolas.<br />

Del resultado de las excavaciones<br />

arqueológicas, más que de <strong>los</strong> escuetos<br />

datos históricos recogidos por <strong>los</strong><br />

españoles, podemos obtener una visión<br />

aproximada de la forma cómo el<br />

agricultor paleoperuano fue<br />

domesticando plantas y crea"ndo<br />

nuevas y mejores especies alimenticias.<br />

Desde luego, <strong>los</strong> aprontes cronológicos<br />

no abarcan toda la gama de las especies<br />

mencionadas y quizá no tienen toda la<br />

exactitud deseada.<br />

Todas las especies vegetales que<br />

constituyeron la dieta andina<br />

prehispánica fueron conocidas y uti-<br />

41<br />

lizadas <strong>desde</strong> antes del período Inca. En<br />

<strong>los</strong> tiempos incaicos aumentó<br />

significativamente la superficie cultivada,<br />

la producción agrícola y la<br />

capacidad de distribución y almacenamiento<br />

de productos de la tierra. Pero<br />

parece que no se agregó ninguna<br />

especie cultivada. La larga lista de<br />

vegetales usados en la alimentación<br />

andina precolombina es producto de la<br />

paciente búsqueda de un pueblo que<br />

durante muchos sig<strong>los</strong> vivió<br />

principalmente de la agricultura. Largas<br />

épocas transcurrieron en el comienzo de<br />

esta cuidadosa investigación basada en<br />

la determinación de la palatabilidad,<br />

seguridad, toxicidad y capacidades<br />

nutritivas de todas las plantas que<br />

rodeaban al habitante primitivo. Los<br />

excelentes trabajos de Horkheimer, de<br />

Engels y de Bonavia, que se refieren al<br />

desarrollo de la agricultura en el Perú<br />

Antiguo, nos dan una amplia y más<br />

exacta idea sobre este subyugante tema.<br />

Aquí, por razones de espacio, nos<br />

limitaremos a plantear una escueta<br />

visión panorámica de este aspecto de<br />

nuestra historia.<br />

Es también esencial recalcar que<br />

muchas de las plantas cultivadas en el<br />

Perú se diferencian muy marcadamente<br />

de las plantas silvestres que las<br />

originaron, lo que nos da una idea de la<br />

antigüedad con que se inició su cultivo.<br />

Aún más, algunas de ellas, como la<br />

papa, el camote y otras, no se cultivan<br />

mediante semillas sino mediante la<br />

utilización de tubércu<strong>los</strong> o de<br />

estaquillas lo que fija genéticamente


la variedad específica que fue<br />

obtenida mediante selección<br />

<strong>desde</strong> tiempos inmemoriales.<br />

Por otro lado, debe tenerse<br />

en cuenta que muchas<br />

plantas de origen paleoandino<br />

fueron llevadas en tiempos<br />

prehispánicos a otras zonas<br />

geográficas del continente<br />

americano y fueron primero<br />

vistas por <strong>los</strong> españoles<br />

cuando llegaron al Caribe o a México.<br />

Esto dio origen a que muchos de <strong>los</strong><br />

nombres que ahora han sido<br />

incorporados al castellano para<br />

denominar algunos vegetales<br />

alimenticios de origen andino, sean<br />

vocab<strong>los</strong> mexicanos o caribes. Son<br />

nombres mexicanos, por ejemplo:<br />

achiote, tomate, aguacate, cacachuate,<br />

etc. y son de origen<br />

antillano: chicha, maní,<br />

aji, maíz, yuca, guayaba,<br />

etc.<br />

El origen<br />

paleobotánico de<br />

cualquier especie vegetal, se determina<br />

mediante el estudio de una serie de<br />

factores de diverso orden y corresponde<br />

al área geográfica donde se produjo la<br />

mutación genética que resultó en la<br />

aparición de esa nueva especie. La zona<br />

andino amazónica, por sus especiales<br />

condiciones ecológicas, es un área de<br />

grandes mutaciones genéticas vegetales<br />

que han dado por resultado su enorme<br />

biodiversidad. Muchas plantas<br />

originadas biológicamente en nuestras<br />

vecindades fueron llevadas al<br />

42<br />

hemisferio norte por las aves<br />

migratorias, o por el nomadismo<br />

humano prehistórico,<br />

sin que esto signifique que la<br />

llegada de estas especies hasta<br />

México o hasta el Caribe haya<br />

sido el resultado del comercio<br />

o del intercambio planificado.<br />

En la bahía de Paracas<br />

se ha encontrado huellas de<br />

pueb<strong>los</strong> que vivieron hace alrededor de<br />

nueve mil años, haciendo uso y quizá<br />

cultivando calabazas (Lagenaria sp.,<br />

Cucurbita sp.) y una especie de yuca<br />

(Manihot esculenta, M. utilissima).<br />

Estos pueb<strong>los</strong> comían un tipo de<br />

guayaba (Psidium guajava), el tomatillo<br />

silvestre que hasta ahora crece en<br />

nuestros campos (Solanum licopersicum<br />

o Licopersicum esculen<br />

tum), las semillas del aliso<br />

(Alnus jorulensis) y<br />

numerosas otras frutas,<br />

raíces y tubércu<strong>los</strong> entre<br />

<strong>los</strong> cuales estaba una<br />

especie de begonia, un<br />

amancae (Cooperia albicans),<br />

la totora (Scirpus sp.) y la "cola<br />

de caballo" (Equissetum giganteum).<br />

Dos mil años más tarde recién aparecen<br />

evidencias claras de una agricultura<br />

incipiente: M.A. Townley enumera <strong>los</strong><br />

siguientes productos de esta nueva<br />

etapa: dos tipos de zapallo (Cucurbita<br />

moschata y C. fisifolia), una calabaza<br />

(Lagenaria siceraria) y el pallar<br />

(Phaseolus luna tus). Engels dice que<br />

por esa época se cultivaba también el<br />

camote (Ipomea batata)


y la achira (Canna edulis),<br />

consumiéndose y quizá<br />

cultivandose el ají (Capsicum<br />

sp.), la lúcuma<br />

(Pouterialucuma), la ciruela del fraile<br />

(Bunchosia armeniaca), la jíquima<br />

(Pachyrrhizus tuberosum) y varios tipos<br />

de yuca (Manihot sp.). Algo más tarde<br />

aún, pero dentro del mismo período,<br />

aparecen otros tipos de frijoles. En todo<br />

este tiempo se seguía recolectando<br />

muchos alimentos que después fueron<br />

cultivados. Las leguminosas<br />

constituyeron, así <strong>desde</strong> el comienzo,<br />

una fuente muy importante de alimentos<br />

para el antiguo habitante del Ande. El<br />

pallar común (Phaseolus lunatus), como<br />

hemos visto, es quizá la planta más antiguamente<br />

cultivada entre nosotros,<br />

junto con algunas calabazas (Cucurbita<br />

sp.) y la achira (Canna edulis). Pronto<br />

estuvo acompañado por diversos<br />

frijoles, casi todos variedades del<br />

Phaseolus vulgaris, aunque uno de el<strong>los</strong>,<br />

que aparece muy temprano también, ha<br />

sido clasificado como Canavalia<br />

ensidomis. Otra leguminosa con historia<br />

larga es el llamado tarwi, tarhui o<br />

chocho (Lupinus mutabilis). Ya<br />

encontraremos a todos estos vegetales<br />

en <strong>los</strong> capítu<strong>los</strong> siguientes.<br />

Los europeos de antes de la<br />

Conquista conocieron únicamente <strong>los</strong><br />

garbanzos, las lentejas, las arvejas o<br />

chicharos y las habas. Encontraron<br />

frijoles en México y el Caribe, pero <strong>los</strong><br />

pallares no fueron conocidos por el<strong>los</strong><br />

sino cuando llegaron al Perú. Su<br />

significativa antigüedad andina y sus<br />

excelentes cualidades alimenticias<br />

43<br />

justifican largamente el<br />

nombre de "frijol de Lima"<br />

(Lima bean) con que se les<br />

conoce mundialnente.<br />

Avanzado ya el período de<br />

agricultura incipiente, el agricultor<br />

paleoandino incorporó el maní (Arachis<br />

hipogea) a su lista de cultivos. Desde el<br />

punto de vista paleobotánico, parece ser<br />

que este utilísimo vegetal apareció en<br />

forma silvestre en la parte septentrional<br />

de <strong>los</strong> Andes.<br />

Como se sabe, la frecuencia con<br />

la que aparecen en la cerámica<br />

paleoperuana imágenes de vainas de<br />

leguminosas no solamente tiene su<br />

explicación en la popularidad de las<br />

legumbres anotadas como alimentos,<br />

sino también en la existencia de otras<br />

leguminosas de significación medicinal,<br />

mágico-religiosa y alucinógena que eran<br />

conocidas y utilizadas en el Antiguo<br />

Perú (Anadenanthera sp.).<br />

Tubércu<strong>los</strong>, legumbres y cereales<br />

constituían así la base esencial de la<br />

alimentación vegetal del hombre<br />

paleoperuano, que supo organizar su<br />

paciente actividad agrícola para<br />

sustentar una población que se calcula<br />

en doce a quince millones de habitantes.<br />

Pero aliado de estas cosechas básicas, el<br />

horticultor produjo una notoria variedad<br />

de frutos y frutas que complementaban<br />

la dieta del hombre común, tal como<br />

veremos más adelante.<br />

Yacovleff y Herrera, en su<br />

magnífica presentación sobre plan-


tas alimenticias del Antiguo Perú,<br />

mencionan un total de 160 especies que<br />

el indígena paleoperuano aprovechaba,<br />

en forma silvestre o cultivada, para su<br />

alimentación.<br />

Sin el hierro, sin el arado, sin la<br />

rueda, sin el buey y sin el concepto de<br />

una economía monetaria, el hombre<br />

andino' produjo alimentos para una<br />

activa población bien nutrida.<br />

Basó su significativo desarrollo<br />

agrícola en su conocimiento de <strong>los</strong><br />

sue<strong>los</strong>, el uso de abonos, su sofisticado<br />

manejo de las técnicas de irrigación, su<br />

admirable tecnología genética, su<br />

dominio de la climatología, su enorme<br />

paciencia, su capacidad de trabajo y su<br />

profundo amor por cada planta que<br />

sembraba.<br />

Falta todavía hacer un estudio<br />

integral del eficiente y masivo sistema<br />

de almacenaje de alimentos que había<br />

construido y organizado el Imperio<br />

44<br />

Inca. El notable esfuerzo hecho en este<br />

sentido por Antúnez de Mayolo nos da<br />

una somera idea de la compleja y<br />

completa organización de esta fabu<strong>los</strong>a<br />

red de depósitos donde se guardaban<br />

enormes cantidades de granos y<br />

alimentos deshidratados para atender a<br />

las necesidades de la población durante<br />

la escasez estacional o en caso de fallas<br />

en el planeamiento productivo.<br />

La casi totalidad de la fuerza<br />

laboral de todo el Imperio Inca estaba<br />

dedicada a la producción, almacenamiento,<br />

administración y<br />

distribución equitativa de <strong>los</strong> productos<br />

de primera necesidad. Todo lo<br />

planearon. Todo lo previeron. Excepto<br />

la posibilidad de un brusco colapso<br />

como el que ocasionó la llegada de<br />

fuerzas militares de otros mundos.


Nos queda solamente revisar<br />

someramente la tecnología de preparación<br />

y conservación de alimentos.<br />

El fallecido amigo Tomás Díaz<br />

Quintanilla ha dejado inédito un excelente<br />

manuscrito sobre la historia de<br />

la cocina peruana en el cual revisó toda<br />

la tecnología de preparación de<br />

alimentos, <strong>desde</strong> la época inicial hasta<br />

la actualidad. En un principio, el<br />

cazador y recolector paleoperuano<br />

cocinaba sus alimentos poniéndo<strong>los</strong><br />

directamente al fuego, o sobre piedras<br />

recalentadas. Probablemente descubrió<br />

muy tempranamente <strong>los</strong> métodos de<br />

cocinar bajo tierra (" Pachamanca", olla<br />

de tierra) o en hornil<strong>los</strong> hechos con<br />

terrones recalentados ("huaitia").<br />

Cuando no tenía todavía recipientes<br />

cerámicos y había de utilizar <strong>los</strong><br />

"mates", que no resistían el fuego ni<br />

transmitían el calor, utilizó el método de<br />

hervir agua echando en ella piedras<br />

recalentadas. Era ésa la forma en que se<br />

preparó la primera sopa de pallares<br />

durante el período de la agricultura<br />

incipiente. Después, con la aparición de<br />

la cerámica, el maíz empieza a ser<br />

servido en platos de barro cocido y<br />

45<br />

comienzan a usarse las ollas.<br />

El guisado con piedras candentes<br />

y preparado con papa seca, carne<br />

seca, ají y otras especias, es muy<br />

antiguo y se llamaba Kalapurka. Ahora<br />

ya no se usan las piedras calientes y el<br />

vocablo se ha modificado a carapulcra,<br />

un guiso muy popular de la cocina<br />

peruana contemporánea.<br />

Ludovico Bertonio nos dice en<br />

su diccionario aimara del siglo XVII<br />

(1612) que... "cocer algo con piedras<br />

calientes que echan después en agua fría<br />

donde están las comidas que quieran<br />

comer de esta manera las cuales así<br />

cocidas se llama calapurka (de "cala",<br />

piedra¡ "purka", cocción).<br />

Se realizó excelentes avances en<br />

la preservación y almacenamiento de<br />

alimentos. Para la carne, utilizaban el<br />

salado y el secado en la confección del<br />

IIcharqui " y de la "chalona", preparados<br />

a base de carne de diversos<br />

animales o peces, que puede así<br />

preservarse por muchos meses.<br />

Dos métodos típicamente andinos,<br />

muy antiguos, para la conservación<br />

de la papa, eran la preparación del<br />

"chuño" y la"morraya", que hasta ahora<br />

subsisten en nuestras serranías.<br />

Para preparar el chuño se expone<br />

la papa a la intemperie del invierno<br />

andino. Durante el día, el sol la<br />

calienta y la deshidrata; y en la noche es<br />

congelada por las bajísimas<br />

temperaturas. Se voltea con frecuencia


el tubérculo y se le pisa para exprimirlo<br />

suavemente, eliminando la humedad<br />

que queda y, de esta forma, después de<br />

repetir el procedimiento durante varios<br />

días, se obtiene una deshidratación casi<br />

total. El polvo de la papa así preparada<br />

se llama "chuño".<br />

La morraya es un preparado similar;<br />

pero una vez que se ha<br />

deshidratado la papa, se le remoja<br />

nuevamente en agua, se le rehidrata y se<br />

le cambia con frecuencia el agua con<br />

objeto de hacer desaparecer el amargor<br />

que algunas variedades de papa tienen.<br />

Obtenido este resultado, se vuelve a<br />

deshidratar.<br />

El chuño generalmente se consume<br />

en forma de harina molida. La<br />

morraya se consume rehidratando <strong>los</strong><br />

tubércu<strong>los</strong>, asándo<strong>los</strong>, tostándo<strong>los</strong>,<br />

cocinándo<strong>los</strong> o moliéndo<strong>los</strong> en morteros<br />

de piedra con lo que se obtiene una<br />

harina muy blanca y muy fina.<br />

El chuño y la morraya pueden<br />

ser almacenados por largo tiempo, aun<br />

por varios años, sin cuidados especiales<br />

ni refrigeración, cuidándo<strong>los</strong> de<br />

parásitos y roedores.<br />

La preparación del chuño o de<br />

morraya es especialmente útil para<br />

emplear en la alimentación algunas<br />

variedades muy amargas de la papa.<br />

Este amargor se debe a la presencia de<br />

glico-alcaloides solubles en agua que<br />

son lavac:Jos durante el proceso de<br />

preparación descrito.<br />

46<br />

La preparación del chuño y la<br />

morraya hace de la papa, además de un<br />

producto vigente que puede<br />

almacenarse por muchos años, un<br />

alimento de fácil transporte. Desde el<br />

punto de vista tecnológico, es un éxito<br />

paleoperuano de muchos sig<strong>los</strong> que<br />

precedió largamente <strong>los</strong> actuales<br />

sistemas de congelamiento y<br />

deshidratación de alimentos. La papa<br />

tiene 80% de agua y el resto son<br />

carbohidratos. El chuño o la morraya<br />

tienen solamente un 10% de agua.<br />

La acción de estas radicales ondulaciones<br />

de la temperatura ambiental,<br />

congelación y calentamiento alternados,<br />

produce un fraccionamiento de <strong>los</strong><br />

granos de almidón dando por resultado<br />

una excelente digestibilidad.<br />

El mismo procedimiento de<br />

congelación-deshidratación se realiza en<br />

nuestra serranía con otros tubércu<strong>los</strong>.<br />

De la oca se obtiene la caya o cah!-l.i,<br />

del olluco se prepara el llingli.<br />

Otro sistema es la deshidratación<br />

(secado) al sol después de un largo<br />

hervido. Se hierve el maíz maduro en su<br />

mazorca y después se le seca al sol. El<br />

hervor lo esteriliza y evita su corrupción<br />

con hongos o larvas; y su larga<br />

exposición al sol lo deshidrata evitando<br />

así cambios ulteriores. Este preparado<br />

se llama "chochoca". Para consumido,<br />

se rehidrata y se combina en un potaje.<br />

Este mismo procedimiento se lleva a<br />

cabo con diversos tubércu<strong>los</strong> o<br />

legumbres. Cuando es de tubércu<strong>los</strong><br />

diversos, se llama "cocopa"... de olluco,


de oca...etc.<br />

Cuando es de tarwi, se llama<br />

"kirku" . Y cuando es de papa, se llama<br />

"tamus" o simplemente "papa seca" un<br />

producto muy común en nuestros<br />

mercados.<br />

La lawa es una especie de sopa<br />

hecha con harinas crudas, ligeramente<br />

calentadas, o preparada con maíz, papa,<br />

quinua, pallares u otros ingredientes<br />

similares que son hervidos, después<br />

calentados nuevamente. El uso de este<br />

tipo de preparado es muy antiguo. En la<br />

actualidad, es muy frecuente en las<br />

zonas rurales de la sierra. Es una sopa<br />

espesa, similar al atole mexicano.<br />

Hay algunas variantes. La lawa<br />

preparada con granos tostados y con la<br />

adición de grasa, se llama "shakue" y es<br />

muy popular en la zona del lago<br />

Titicaca. Cuando la lawa se prepara con<br />

ingredientes hervidos y triturados y se<br />

hierve por largo rato aumentando su<br />

47<br />

densidad, se llama "chaque".<br />

Hay una serie de potajes o de<br />

guisos preparados a base de ají o rocoto,<br />

que reciben el nombre quechua de Uchu<br />

o Waika, y que en la comida criolla se<br />

llaman comúnmente ajiacos o picantes.<br />

El locro (originalmente rokro) era<br />

inicialmente un potaje en base a chuño,<br />

legumbres, charqui y papas o zapallo.<br />

Ahora, casi siempre, es a base de<br />

zapallo.<br />

Cuando la lawa es algo más espesa,<br />

en algunos lugares del Perú, y<br />

especialmente en la selva, se le denomina<br />

"api" .<br />

Y cuando el api es aún más<br />

espeso, prácticamente sólido, ya recibe<br />

el nombre español de mazamorra (matmora,<br />

masa-mora), una adaptación de la<br />

cocina árabe.


Es evidente que el<br />

Descubrimiento de América, y<br />

especialmente del Perú, cambió<br />

radicalmente <strong>los</strong> hábitos alimenticios de<br />

la humanidad entera. Desde luego, está<br />

claro que la llegada y permanencia de<br />

<strong>los</strong> españoles produjo modificaciones<br />

fundamentales en la alimentación del<br />

Perú. Se introdujo la carne de porcinos,<br />

vacunos, ovinos, caprinos y gallináceas.<br />

Se impuso el consumo de leche, queso y<br />

huevos. Se estableció definitivamente el<br />

empleo del trigo, del arroz y de la<br />

cebada. Se trajeron las lentejas, <strong>los</strong><br />

garbanzos, las habas y las arvejas. Y se<br />

entronizó el gusto por una serie de<br />

frutas importadas y de saborizantes<br />

foráneos.<br />

Los grupos étnicos se definen<br />

muchas veces sobre la base de su<br />

consumo alimenticio y de sus<br />

costumbres culinarias. No<br />

solamente se apoyan en el<br />

fácil acceso a determinados<br />

alimentos, sino a las técnicas<br />

de cocina, <strong>los</strong> principios<br />

saborizantes y las actitudes<br />

psicológicas, sociales,<br />

tradicionales y hasta religiosas. El ser<br />

humano tiene mecanismos fisiológicos<br />

intrínsecos que lo obligan a ingerir<br />

alimentos variados. No es puramente<br />

carnívoro ni puramente herbívoro.<br />

Come de todo: es omnívoro. Y eso lo<br />

sentimos todos en forma permanente: si<br />

LO QUE VINO DE AFUERA<br />

49<br />

ingerimos más y más de un determinado<br />

alimento que en un comienzo nos<br />

pareció delicioso; nuestra atracción por<br />

seguir comiendo lo mismo va<br />

disminuyendo progresivamente, aunque<br />

nuestro hambre no se haya saciado.<br />

Nuestra atracción por otros alimentos se<br />

mantiene invariable. El ser humano<br />

selecciona así una dieta variada.<br />

Rechaza la monotonía alimentaría y,<br />

cuando se le obliga a comer en forma<br />

continua el mismo alimento, termina<br />

por rechazado en una actitud que puede<br />

inclusive durar largo tiempo. Harto de<br />

tanta carne, ansía una fruta o un pedazo<br />

de pan. Harto de tanto pan, requiere un<br />

plato de pescado.<br />

Al lado de esto, el prestigio<br />

social de un alimento juega un rol muy<br />

importante en las preferencias que un<br />

grupo étnico pueda tener al<br />

escoger su dieta. La carne de<br />

llama, el maíz, la papa,<br />

perdieron prestigio ante<br />

alimentos que significaban una<br />

alta jerarquía por provenir de<br />

más alla de <strong>los</strong> mares y así<br />

como se creó una brecha<br />

sociológica, religiosa y médica entre <strong>los</strong><br />

españoles y <strong>los</strong> indígenas, se separó<br />

también el gusto por determinados<br />

alimentos índigenas del gusto por <strong>los</strong><br />

alimentos occidentales. Tuvo que surgir<br />

pronto la comida "criolla" que tomó<br />

fuentes e ideas de ambos


lados y se amalgamó después con <strong>los</strong><br />

productos africanos y chinos que ahora<br />

adornan nuestros deliciosos platil<strong>los</strong>.<br />

La Conquista española produjo<br />

profundas modificaciones en la<br />

nutrición peruana. Por un lado, llegaron<br />

a nuestras costas nuevas fuentes de<br />

alimento,'como hemos dicho y<br />

repetiremos más adelante.<br />

Por otro lado, el terrible vuelco<br />

que dio la economía, cambiada<br />

bruscamente de agraria a minera,<br />

produjo catastróficos resultados que,<br />

junto a otros factores, contribuyeron a<br />

una rápida despoblación con terribles<br />

hambrunas que se sumaron a las<br />

epidemias.<br />

Pocos años después de la llegada<br />

de <strong>los</strong> nuevos amos, fueron introducidos<br />

al Perú nuevos productos de la tierra<br />

que fueron cambiando la apariencia de<br />

nuestro agro y las costumbres<br />

alimenticias de nuestro pueblo. Cobo,<br />

Acosta, Garcilaso y Mendibuni son <strong>los</strong><br />

cronistas que más espacio dedican a este<br />

50<br />

proceso de transculturación agrícola, y a<br />

el<strong>los</strong> referimos al lector interesado. Los<br />

garbanzos, las lentejas, las arvejas y las<br />

habas; la zanahoria, el nabo y el rábano;<br />

la col, la lechuga, el ajo y la cebolla; el<br />

trigo, la cebada y el ajonjolí; el orégano,<br />

el anís, la menta y la hierba buena; las<br />

peras, las manzanas, la vid, <strong>los</strong> higos,<br />

las naranjas, <strong>los</strong> duraznos y las<br />

granadas; en fin, una multitud de<br />

vegetales comestibles llegaron<br />

escondidos en el equipaje de <strong>los</strong><br />

primeros españoles. Veremos pronto<br />

cómo algunos de estos productos<br />

lograron su venida a nuestras playas.<br />

Esto es normal. El forastero<br />

añora sabores y aromas de su tierra. Si<br />

no, que lo digan nuestros compatriotas<br />

que han emigrado a Miami o a New<br />

Jersey y se llevan su ajicito y su papa<br />

amarilla "con su huacatay más"…<br />

Para damos una idea de cómo<br />

esto funciona, dando inclusive un<br />

especial status social al que puede<br />

disponer de lo que le recuerda <strong>los</strong><br />

sabores de su tierra, pronto veremos<br />

cómo, en 1560, don Antonio de Rivera<br />

hizo todo un costoso esfuerzo para traer<br />

hasta el Perú, <strong>desde</strong> la lejana Sevilla,<br />

cien plantones de olivo. Fue toda una<br />

aventura y ¡oh Dios! solamente tres<br />

arbolitos llegaron vivos al Callao.<br />

La llegada de <strong>los</strong> españoles a las<br />

costas del Perú ocasionó así profundos<br />

cambios en la nutrición y, por ende, en<br />

la agricultura del Perú. Pero también en<br />

la de España y del


esto del mundo. De ambos lados<br />

surgieron de inmediato préstamos e<br />

imposiciones. La historia de estos<br />

intercambios está plagada de<br />

interesantísimas ocurrencias y<br />

anécdotas como veremos en <strong>los</strong><br />

próximos capítu<strong>los</strong>.<br />

El duro y cruel yugo castellano<br />

significó graves modificaciones en la<br />

estructura de la sociedad andina: una<br />

sociedad esencialmente agraria fue<br />

violentamente obligada a transformarse<br />

en minera. Después de la<br />

paralizante guerra fratricida<br />

entre Huáscar y Atahualpa;<br />

después de la catastrófica<br />

epidemia de sarampión<br />

ocasionada por la llegada de <strong>los</strong><br />

españoles; y en vista de la<br />

sangrienta consolidación de la<br />

conquista castellana, <strong>los</strong> intereses de <strong>los</strong><br />

conquistadores no estaban enfocados<br />

hacia <strong>los</strong> campos de labranza sino hacia<br />

las minas de oro, plata y mercurio, con<br />

lo que se llenarían las agotadas arcas del<br />

imperio español.<br />

El caos en la producción de <strong>los</strong><br />

campos, en la organización agraria, en<br />

la distribución y almacenamiento de <strong>los</strong><br />

alimentos y el desorden social y<br />

económico que devinieron con <strong>los</strong><br />

cambios de sistemas, con la diferente<br />

asignación de la propiedad de la tierra,<br />

con la nueva distribución del trabajo, el<br />

extraño reparto del producto, el mal<br />

cuidado de <strong>los</strong> sistemas de riego, abono<br />

y labranza, la desordenada<br />

sistematización de las diversas<br />

52<br />

cosechas, etc., etc., ocasionaron el<br />

colapso del agro con su consecuencia<br />

fatal de hambrunas, pobreza,<br />

disgregación social y rápida<br />

despoblación. Esto lo hemos tratado ya<br />

en otras ocasiones por lo que no<br />

repetiremos aquí <strong>los</strong> dolorosos detalles,<br />

pero hemos sí de recordar que se calcula<br />

que en <strong>los</strong> primeros cincuenta años<br />

después de la Conquista, la población<br />

del Perú se redujo al diez o quince por<br />

ciento de lo original.<br />

Fue precisamente durante<br />

este proceso doloroso y caótico<br />

que <strong>los</strong> conquistadores españoles<br />

fueron introduciendo en nuestros<br />

campos y jardines la gran<br />

variedad de vegetales alimenticios<br />

europeos que ahora conocemos.<br />

La nostalgia por la cocina<br />

española, entonces tan lejana, pronto<br />

sirvió de estímulo para <strong>los</strong> múltiples<br />

esfuerzos individuales que constituyen<br />

la base de la Transculturación<br />

alimenticia; y <strong>los</strong> agricultores peruanos,<br />

ávidos siempre de experimentar en su<br />

propia tierra, acariciaron con amor las<br />

nuevas simientes y las hicieron<br />

germinar y producir en esta agricultura,<br />

mestiza en un principio y cosmopolita<br />

ahora, que nutre la mesa peruana.<br />

La rueda, el sistema de tuberías,<br />

el hierro, el buey de labranza, el arado...<br />

todo esto se sumó a lo que en el Perú ya<br />

existía como base para el trabajo<br />

agrícola. El consumo de proteínas<br />

animales fue rápidamente incrementado<br />

con la introducción


del ganado ovino, bovino, porcino y<br />

caprino, así como de las aves de corral.<br />

Se introdujo el uso de la leche y de <strong>los</strong><br />

huevos, modificándose así, de<br />

inmediato, el equilibrio de las dietas.<br />

Mientras tanto, el desprecio por<br />

lo indígena y la admiración por <strong>los</strong><br />

vencedores hizo disminuir el interés por<br />

muchos de <strong>los</strong> alimentos que habían<br />

nutrido al pueblo en épocas anteriores.<br />

Aunque se<br />

encontraron aquí muchos<br />

alimentos farináceos, tanto<br />

cereales (maíz, quinua,<br />

kiwicha, cañihua), como<br />

frutos y tubércu<strong>los</strong> (papa,<br />

camote, racacha, zapallo, etc.), <strong>los</strong><br />

recién venidos no pudieron prescindir<br />

de sus propios alimentos tradicionales.<br />

Pero con la consolidación del<br />

poder español, llegó también la<br />

catástrofe. El gobierno colonial se<br />

interesó poco por la agricultura. Como<br />

hemos dicho más arriba, la economía de<br />

toda la región, de índole esencialmente<br />

agraria, fue brutalmente transformada<br />

en economía minera. El oro y la plata de<br />

las entrañas terrestres, objetivo principal<br />

de la codicia conquistadora,<br />

constituyeron de ahí en adelante la<br />

columna vertebral de todos <strong>los</strong><br />

esfuerzos organizados del trabajo en el<br />

Perú colonizado y el agro fue<br />

abandonado para ir flotando al garete.<br />

Los pocos colonos españoles que fijaron<br />

sus esperanzas en la fértil tierra de<br />

valles y quebradas, despojaron a <strong>los</strong><br />

53<br />

indios de sus heredades y, en la<br />

fundación de nuevas ciudades con la<br />

repartición de tierras a <strong>los</strong> nuevos<br />

vecinos, éstos se adjudicaron las<br />

parcelas más fértiles y mejor regadas<br />

para convertirlas en huertos de frutales,<br />

viñedos y olivares, dejando a <strong>los</strong> indios<br />

las tierras eriazas u obligándoles a<br />

emigrar. Quiso aplicarse en el Perú lo<br />

aprendido en México y se dijo,<br />

totalmente sin razón, que aquí como allá<br />

eran muy abundantes las tierras baldías<br />

y que sobraban para todos.<br />

El total desconocimiento de<br />

nuestra realidad geográfica<br />

terminó por desposeer a <strong>los</strong><br />

indios de toda tenencia<br />

rural. Se produjo así la<br />

instalación y profundo fracaso de<br />

nuestra primera reforma agraria.<br />

A todo esto es indispensable<br />

añadir que la mita y el servicio personal<br />

obligó a toda la fuerza laboral del agro a<br />

acudir a las minas donde el mal trato,<br />

las inclemencias del clima y la<br />

malnutrición produjeron terrible<br />

mortandad. Y aquel<strong>los</strong> indígenas que,<br />

por algún golpe de suerte, conservaban<br />

la tenencia de tierra útil, quedaban<br />

obligados a pagar tales tributos sobre lo<br />

que cosechaban que todo incentivo<br />

moría antes de nacer.<br />

Por otro lado, la otrora bien<br />

organizada distribución y<br />

almacenamiento de alimentos, orgullo<br />

del Imperio Incaico, se deterioró<br />

rápidamente.


El pillaje, la destrucción, el abuso y el<br />

desuso rompieron el engranaje de<br />

tambos y depósitos de la enorme red<br />

caminera, y despilfarraron las reservas<br />

alimenticias de <strong>los</strong> centros de<br />

almacenamiento. Los sistemas de<br />

tributación del campo, antiguamente<br />

establecidos sobre la base del Dios Sol.<br />

y del Inca, fueron reemplazados por un<br />

caótico procedimiento de explotación<br />

que terminó por desorganizar totalmente<br />

la producción agraria.<br />

La agricultura peruana<br />

desfalleció en el siglo XVI y XVII.<br />

Quedó reducida a una agricultura<br />

escondida en punas, valles y quebradas;<br />

a una economía sumergida por la<br />

marejada minera; a una actividad por<br />

momentos intensa y entusiasta, pero<br />

54<br />

desconexa y mal integrada, que lograba<br />

cubrir las necesidades alimenticias de<br />

quienes tenían la suerte de no vivir en<br />

áreas de esterilidad o de sequía.<br />

Trágicas hambrunas se produjeron en lo<br />

que antes fue el corazón del Imperio, y<br />

la consiguiente despoblación comenzó a<br />

preocupar a la Corona Española en tal<br />

forma que las ordenanzas de la época<br />

reflejan la ansiedad de la metrópoli por<br />

la progresiva falta de brazos en la<br />

colonia, lo que obligó a usar esclavos<br />

africanos a la costa Peruana como<br />

sucedió por causas similares en las islas<br />

del Caribe.<br />

Lanzados a la aventura y<br />

desconectados de la Madre Patria por<br />

largas distancias marinas, <strong>los</strong> españoles<br />

mantuvieron patente su


cordón umbilical trayendo más<br />

alimentos y saborizantes que ahogaban<br />

la nostalgia con aromas y sabores, como<br />

lo hacen ahora <strong>los</strong> peruanos emigrantes<br />

cuando esconden en su equipaje <strong>los</strong><br />

sabores del Perú y <strong>los</strong> polvos de chicha<br />

morada.<br />

Pero no solamente eso. El<br />

prestigio del poder y la invencibilidad<br />

de <strong>los</strong> recién llegados, su imagen de<br />

hombres superiores, caló<br />

profundamente en <strong>los</strong> paladares<br />

autóctonos que pronto se enamoraron de<br />

la leche, huevos, cereales y hierbas<br />

aromáticas que llegaron en <strong>los</strong> bajeles<br />

de Panamá. El hombre andino pronto<br />

adoptó a la vaca, la gallina, las cabras y<br />

las ovejas; y le volteó disimuladamente<br />

la espalda a la llama y al cuy,<br />

salpicando su abandono con<br />

superticiones absurdas (la carne de<br />

llama produce sífilis... el cuy es una rata<br />

grande y hace daño...).<br />

55<br />

Surgió así, de la transculturación<br />

agrícola y alimenticia, un arte culinario<br />

mestizo que en forma progresiva fue<br />

estableciendo su propia identidad de<br />

cocina peruana. Muchos ejemp<strong>los</strong><br />

podríamos ofrecer pero, por cuestión de<br />

espacio, nos limitamos a relatar<br />

brevemente el romance de dos de <strong>los</strong><br />

platos más peruanos: el chupe y <strong>los</strong><br />

anticuchos.<br />

Tschudi, notable peruanista<br />

suizo que nos visitó el siglo pasado, nos<br />

recuerda que el ayuno ritual era un<br />

elemento de importancia en la relación<br />

social y religiosa del Antiguo


Perú. Generalmente, cuando dos<br />

personajes de cierta alcurnia debían<br />

entrevistarse para un acto solemne, se<br />

obligaban mutuamente a ayunar.<br />

Recordemos, por ejemplo, que la<br />

primera (y fatal) entrevista entre Pizarro<br />

y Atahualpa demoró en realizarse<br />

porque el Inca no había completado el<br />

plazo de ayuno que él mismo se había<br />

impuesto. El ayuno consistía en no<br />

comer ni sal ni ají y en no gozar de<br />

compañía femenina. A esto, el<br />

ayuno ritual, se le llamaba<br />

"sast'. Cuando se realizaba<br />

entonces el acto social o<br />

religioso para el cual se<br />

habían preparado, <strong>los</strong><br />

protagonistas recibían, de<br />

manos de jóvenes anfitrionas,<br />

unas escudillas que contenían<br />

una mezcla de sal y de ají. A esto se le<br />

llamaba "chupe". Era el desayuno.<br />

Los españoles aceptaron la<br />

costumbre pero no era totalmente de su<br />

agrado esa mezcla de gusto tan peculiar.<br />

Sal con ají. Comenzaron por eso a<br />

agregarle otros componentes, pedazos<br />

de hígado o corazón de llama, por<br />

ejemplo, y pronto vino la leche y el<br />

queso y el huevo, aliado de la papa y <strong>los</strong><br />

pallares y el pescado para ir<br />

confeccionando la gran variedad de<br />

"chupes" con la que contamos en el<br />

Perú. Para quien lo quiera, hay más de<br />

treinta recetas de "chupe" según las<br />

regiones de nuestro país.<br />

Y a quien pregunte cuál era el<br />

"desayuno" del tercer elemento del<br />

56<br />

"sasi", es decir, del voto de castidad, le<br />

sugerimos ir al Cusco donde se<br />

conserva el quechua coloquial más<br />

puro. Allí le dirán que la palabra<br />

"chupe" es uno de <strong>los</strong> vocab<strong>los</strong> que se<br />

usan para denominar <strong>los</strong> genitales<br />

femeninos. Por algo será... En cambio,<br />

en el mismo Cusco, la simple salsa de<br />

ají molido con sal (a la cual puede<br />

agregarse alguna otra yerba de olor) ha<br />

perdido el nombre original de chupe,<br />

evidentemente para delimitar<br />

territorios de influencia, y<br />

ahora se llama llatán o<br />

uchukuta.<br />

El ají, en quechua, se llama<br />

"uchu". Cuando el "chupe" era<br />

preparado con una especie de<br />

"uchu" muy cáustico que se<br />

traía de la selva amazónica, es decir del<br />

ANTI (Antisuyo), recibía el nombre de<br />

"Anticuchu". A esto <strong>los</strong> españoles le'<br />

agregaron el concepto del "Shishkabob"<br />

introducido en España por <strong>los</strong> árabes; y<br />

la salsa le dio el nombre al nuevo plato<br />

de ''brochettes'', tan apetitoso al salir de<br />

toros: "Anticuchu".<br />

Por aquella tendencia a<br />

menospreciar <strong>los</strong> alimentos indígenas y<br />

a consumir <strong>los</strong> alimentos de prestigio, la<br />

mayor parte de <strong>los</strong> cultivos de panllevar<br />

autóctonos (maíz, papa, quinua,<br />

legumbres, olluco, zapallo, ají, maní,<br />

etc.) fueron relegados a aquella<br />

agricultura indígena postergada. La<br />

creciente población española, criolla,<br />

mestiza y negra demandaba trigo,<br />

cebada, avena, aceite de


oliva, azúcar, vid, arroz y todos <strong>los</strong><br />

productos que exigía el gusto<br />

occidental. Alimentos de blancos... Y<br />

alimentos para <strong>los</strong> nuevos animales...<br />

maíz forrajero, alfalfa... cabal<strong>los</strong>, vacas,<br />

gallinas... La feracidad de <strong>los</strong> valles<br />

costeños creó así abundancia<br />

alimenticia para estos estratos de la<br />

nueva sociedad, lo que llevó a un<br />

creciente comercio, primero entre <strong>los</strong><br />

valles vecinos y pronto más allá de <strong>los</strong><br />

linderos del Perú. Al lado de Cañete que<br />

tuvo su efímero triunfo triguero, Ica,<br />

Pisco y Moquegua ganaron<br />

celebridad <strong>desde</strong> entonces con<br />

sus aguardientes y vinos; y Saña,<br />

Lambayeque y Trujillo<br />

comenzaron a ofrecer a <strong>los</strong><br />

vecinos azúcar, arroz, trigo,<br />

cueros, jabón, dulces en<br />

conserva y muchos otros nuevos<br />

productos de la tierra.<br />

Pero esto no era tan bien visto<br />

por la Corona Española. Desde muy al<br />

comienzo de este repunte de la<br />

agricultura colonial, Felipe II envió<br />

instrucciones al Virrey Toledo. Allí<br />

aparecen textos delatores como: "No<br />

consintáis que se pongan viñas, por<br />

muchas causas de gran consideración y<br />

principalmente porque habiendo allá<br />

provisión bastante de estas cosas no se<br />

enflaquezca el trato y comercio con<br />

estos reinos" y, veinticinco años<br />

después, el Virrey Velasco era<br />

amonestado: "No sólo no se ha tenido la<br />

mano en esto... sino que, como si no<br />

hubiera prohibición, las viñas van en<br />

gran aumento". Cédula tras cédula<br />

57<br />

prohibía el desarrollo de la agricultura<br />

en el Perú, y cédula tras cédula<br />

recalcaba que la anterior no se había<br />

cumplido.<br />

El renacimiento de la agricultura<br />

era, sin embargo, desordenado y<br />

asimétrico. Al mismo tiempo que existía<br />

un mantenimiento vegetativo, deficiente<br />

en la producción y mercadeo de <strong>los</strong><br />

"alimentos para indígenas", y mientras<br />

se prohibía teóricamente la proliferación<br />

de cultivos que pudieran hacer<br />

competencia a la metrópoli, la<br />

exportación de estos últimos<br />

seguía creciendo.<br />

Según noticias del conde<br />

Villar en 1589, salieron de <strong>los</strong><br />

puertos del Perú 25,000 fanegas<br />

de trigo y harina en dieciocho barcos<br />

con destino a Panamá. La producción de<br />

aceitunas y aceite también se desarrolló<br />

más allá de toda previsión; y todo el<br />

Continente miró hacia el Perú como<br />

proveedor de este género, volteándole la<br />

espalda a la Península Ibérica.<br />

A pesar de las ordenanzas que<br />

llegaban <strong>desde</strong> España tratando de<br />

limitar este tráfico intracontinental, la<br />

agricultura, que había sido desatendida<br />

en un principio, continuó adquiriendo<br />

cada vez más impulso económico y más<br />

colonos españoles fueron<br />

desilusionándose dé la minería y<br />

dedicándose a las tareas campesinas.<br />

Aun <strong>los</strong> curacas indígenas, que<br />

comenzaban a comprender las reglas del<br />

juego, encontraron nuevas formas de


adaptar su situación hacia una mejor economía del campo.<br />

Hay un expediente seguido por el<br />

Cabildo Eclesiástico en 1693 exigiendo<br />

que "<strong>los</strong> indios de todos <strong>los</strong> valles<br />

vecinos a la capital paguen<br />

diezmo por la verduras y<br />

hortalizas que cultivan", y la lista<br />

de campesinos comprendidos en<br />

esta disposición es realmente<br />

impresionante.<br />

Lentamente pues, a pesar<br />

de las dificultades políticas pero<br />

en forma progresiva, la agricultura fue<br />

rehabilitándose y la economía fue<br />

diversificándose. En parte por eso y en<br />

parte porque la producción minera fue<br />

disminuyendo debido a otros factores,<br />

lo cierto es que a fines del siglo XVIII,<br />

aunque <strong>los</strong> principales productos de<br />

exportación a España continuaban<br />

siendo el oro y la plata, ya existía una<br />

creciente exportación de cobre, estaño,<br />

cacao, lana de alpaca y vicuña,<br />

cascarilla (quina), algodón, tejidos<br />

diversos y pieles de animales. y, además<br />

de este comercio con España, se<br />

exportaba (hacia Panamá, Guatemala y<br />

México) vinos, aguardientes y aceite; y<br />

se recibía de Chile el trigo. En este<br />

sentido, es muy interesante esta cita<br />

extraída del informe del virrey<br />

Ambrosio O'Higgins fechado en 1799:<br />

"las minas, fuente principal de la<br />

riqueza de otros tiempos, han venido a<br />

menos... la escasa población del Perú<br />

elige que la mayor parte de sus<br />

habitantes se dediquen a la agricultura...<br />

Por esta razón he fomentado el cultivo<br />

del lino, del cáñamo y del algodón..."<br />

58<br />

Para <strong>los</strong> que no lo saben, el<br />

algodón estaba ya aquí en el Perú <strong>desde</strong><br />

la edad paleolítica; el lino (Linum<br />

usitatissimum) lo trajo en 1560 la<br />

suegra del conquistador Francisco<br />

de Villafuerte, doña Catalina de<br />

Retes, una de las fundadoras del<br />

Convento de Santa Clara en el<br />

Cusco. Y el cáñamo, no se lo diga<br />

usted a nadie, es lo que después<br />

<strong>los</strong> soldados de Pancho Villa<br />

bautizaron como "marijuana", la que<br />

necesita la cucaracha para poder<br />

caminar. El cáñamo (Canabis sativa) es<br />

una excelente fuente de fibra para<br />

cuerdas, cordeles y textiles resistentes.<br />

Ahora usamos esta planta para otros<br />

fines.<br />

El trigo, que había reemplazado<br />

al maíz en muchos valles de la costa,<br />

comenzó a producir cada vez menos en<br />

las postrimerías del siglo XVII. El valle<br />

de Cañete había llegado a ser el granero<br />

Virreinato del Perú, pero tuvo una<br />

progresiva baja en su producción<br />

triguera que hizo crisis en 1715 cuando<br />

ya se vio necesario comenzar a importar<br />

trigo <strong>desde</strong> Chile. Desde esa época, la<br />

producción triguera del Perú fue<br />

incapaz de llenar las necesidades<br />

creadas por las nuevas costumbres<br />

alimenticias.<br />

Es un decir, no más, eso de<br />

esquematizar que todos estos cambios<br />

en la forma de alimentar a la población<br />

peruana fueron una mezcla pura y casta<br />

de la cocina indígena con la cocina<br />

española. Para aclarar


un poco esta historia, recordemos que<br />

<strong>los</strong> españoles tuvieron, hasta el siglo<br />

VIII o IX, una cocina morida en la que<br />

predominaban la raíz ibérica y la raíz<br />

romana, casi exclusivamente esta<br />

última.<br />

La ocupación árabe<br />

contribuyó mucho a modificar la<br />

cocina romano-ibérica y este<br />

refinamiento se hizo más<br />

pronunciado con influencias<br />

orientales que llegaron <strong>desde</strong><br />

Persia y otras regiones del Asia Menor,<br />

especialmente durante el gobierno de<br />

Al-Rachman II (792 - 852). Fue<br />

entonces cuando surgió el concepto de<br />

que la cocina no es solamente una<br />

forma de llenar una necesidad, sino que<br />

se trata de un verdadero arte.<br />

Fueron pues <strong>los</strong> árabes <strong>los</strong> que<br />

introdujeron en España una serie de<br />

productos agrícolas como el dátil, <strong>los</strong><br />

cítricos, el arroz, etc. Lo traían ya<br />

incorporado en su cocina a través de su<br />

largo nomadismo y sus atrevidas<br />

conquistas. Así llegaron a la península<br />

ibérica la canela, la albahaca, el<br />

culantro, el cardamomo, el clavo de<br />

olor, el jengibre, el romero, etc., etc.<br />

La influencia árabe en la cocina<br />

peruana es así muy antigua a través del<br />

gusto español. Pero esto fue reforzado<br />

especialmente en el Perú conquistado a<br />

donde emigraron gran cantidad de<br />

musulmanes conversos y de mujeres<br />

moriscas, esclavas y mancebas de <strong>los</strong><br />

conquistadores. Juan José Vega nos<br />

ilustra, con su florida pluma, sobre la<br />

59<br />

influencia con que estas bellas<br />

acompañantes de <strong>los</strong> nuevos señores<br />

agregaron sabores y trucos culinarios a<br />

esa mezcla indígeno-española que<br />

empezó a desarrollarse en la<br />

convivencia de nuestros pueb<strong>los</strong>.<br />

Es precisamente este escritor<br />

quien nos dice que nuestro<br />

"cebiche" tuvo su origen más<br />

primitivo en la forma que tenían<br />

<strong>los</strong> indígenas de nuestra costa de<br />

comer el pescado crudo,<br />

abundantemente sazonado con ají.<br />

Las mujeres moriscas que<br />

llegaron con <strong>los</strong> españoles le agregaron<br />

el ácido de <strong>los</strong> limones y las naranjas<br />

agrias y así nació ese delicioso<br />

representante de la comida criolla<br />

peruana. Nos dice también Juan José<br />

que "seviche" o "cebiche" viene de la<br />

palabra "sebech" que significa "comida<br />

ácida" en el árabe del Mediterráneo<br />

Occidental.<br />

Así será pues... Pero aunque<br />

"cebiche" no se deriva de "cebolla"<br />

como algunos se aventuran a decir,<br />

pudiera bien venir de algún vocablo<br />

antiguo del mochica o de la lengua<br />

"pescadora", como sugiere Antonio<br />

Cisneros, o del vocablo quechua<br />

"sipich" que, una vez me dijo don<br />

Rafael Aguilar, significa macera en<br />

ácido... ¿ácido sin limón ni naranja<br />

agria? ¡Claro está! Tumbo verde, camucamu,<br />

vinagre de molle... Y hasta hay<br />

por ahí quien nos dice que "cebiche" y<br />

"escabeche" es una herencia de la mala<br />

pronunciación árabe de la letra "p"<br />

cambiándola con


"b" en la expresión de "pesce" o<br />

"piscis", que significa "pescado" ¡Vaya<br />

usted a saber!.<br />

Pero ya que hablamos de <strong>los</strong> gustos<br />

españoles que vinieron al Perú,<br />

mezclados o no con <strong>los</strong> caprichos<br />

culinarios de las moriscas, recordemos<br />

que durante la Edad Media, en todo el<br />

continente europeo y <strong>desde</strong> luego en<br />

España, existía una enorme brecha entre<br />

lo que comía la nobleza y lo que comía<br />

la plebe. La base de la alimentación del<br />

pueblo común era el pan de trigo, de<br />

centeno, de cebada, etc-, el vino, el<br />

aceite y las aceitunas. El pan<br />

servía para ensopar <strong>los</strong> caldos y<br />

al pan se le agregaban pedazos<br />

de carne o de grasa proveniente<br />

por lo general de la caza o de<br />

algún animal doméstico y se<br />

mezclaba todo esto con alguna<br />

legumbre guisantes, habas, garbanzos o<br />

lentejas.<br />

En cambio, la nobleza gozaba de<br />

una mesa cada vez más sofisticada que<br />

pronto llevó a la redacción de<br />

elaborados libros de cocina y a<br />

exigencias cada vez mayores en cuanto<br />

a carnes, vegetales y : saborizantes. Fue<br />

este sainete de aromas, colores y<br />

sabores lo que condujo a Isabel la<br />

Católica a autorizar y respaldar la "loca<br />

aventura" de Colón. Y fue ese clima el<br />

que engendró El Libro de Sent Sovi, un<br />

delicioso recetario catalán del siglo XIV<br />

y más tarde el libro de Coch escrito por<br />

el maestro Roberto de Nola, cocinero de<br />

Fernando de Nápoles.<br />

60<br />

Pero esta amalgama de la cocina<br />

hispano-magrebí con la culinaria<br />

indígena del Perú se complicaría aún<br />

más después de la Independencia<br />

Nacional.<br />

Durante todo el Virreinato, la<br />

gran cantidad de esclavos africanos que<br />

<strong>los</strong> españoles trajeron para reemplazar<br />

<strong>los</strong> brazos indígenas que se habían<br />

perdido por epidemias, migraciones<br />

internas, abusos y maltratos, trajeron su<br />

música y su alegría que permaneció<br />

oculta en una prolongada<br />

incubación que hizo exp<strong>los</strong>ión a<br />

mediados del siglo XIX, cuando<br />

<strong>los</strong> esclavos fueron liberados.<br />

La contribución del esclavo<br />

africano a nuestra comida es<br />

principalmente la resultante de la<br />

marginalidad en que se mantuvo a esta<br />

etnia no solamente durante su esclavitud<br />

sino aun después de su liberación. El<strong>los</strong><br />

fueron <strong>los</strong> que le enseñaron al español y<br />

al indígena peruano a comer las vísceras<br />

de <strong>los</strong> animales, inventando platos como<br />

el choncholí, el caucau e inclusive <strong>los</strong><br />

anticuchos en una adaptación de <strong>los</strong><br />

"brochettes" marroquíes (Shish-kabob),<br />

ensartando pedazos de corazón y<br />

agregándole la salsa de ají (antic-uchu)<br />

que le ha dado personalidad peruana.<br />

El<strong>los</strong> fueron, como bien ha definido don<br />

Fernando Romero, <strong>los</strong> que mezclaron la<br />

yuca con la chancaca y fabricaron un<br />

nuevo tamal que bautizaron "chapana",<br />

el nombre de uno de


sus antiguos dioses, en nostálgico<br />

recuerdo de ritos ancestrales; y el<strong>los</strong><br />

fueron <strong>los</strong> que modificaron la chicha<br />

indígena agregándole, entre otras cosas,<br />

la nuez moscada (Myristica fragrans)<br />

que le da tono de brebaje alucinatorio y<br />

que era consumido en las jaranas de<br />

negros con el nombre de "chinchiví".<br />

Pocos fueron <strong>los</strong> vegetales<br />

alimenticios que llegaron a nosotros con<br />

el tráfico esclavista. Fue más bien el<br />

ingenioso aprovechamiento de <strong>los</strong><br />

alimentos sin prestigio (vísceras, azúcar<br />

mal refinada, cuero porcino, etc.) que<br />

fueron lentamente escalando posiciones<br />

en la sociedad multiétrúca que<br />

constituyó el Perú. Quizás ejemplo de<br />

vegetales importados es el "najú"<br />

llamado en otras partes "quimbombó",<br />

"gumbo" y "olera", y por <strong>los</strong> botánicos<br />

Hibiscus suculentus. En México y en el<br />

Caribe es mucho más popular que aquí<br />

en el Perú.<br />

Otro alimento introducido en<br />

nuestra selva, proveniente del África vía<br />

Brasil o Venezuela, es el ñame, llamado<br />

yam en el Caribe (Dioscorea trifida). No<br />

falta quien dice que en vez de haber<br />

venido del África, donde abunda, fue<br />

llevado hacia allá <strong>desde</strong> la Amazonía.<br />

Don Fernando Romero nos dice que el<br />

nombre viene de un lenguaje africano,<br />

el walof, donde ñam significa<br />

"alimento". En lo que no estamos de<br />

acuerdo con don Fernando es en el<br />

origen del vocablo "sango" que es puro<br />

quechua y que, aunque ha sido<br />

modificado en su receta por las<br />

cocineras negras, era una masa de maíz<br />

61<br />

que tenía usos rituales, tal como está<br />

descrito en noticias varias del tiempo de<br />

la Conquista.<br />

Liberadas ya las "manos<br />

morenas" de la obligatoria tarea<br />

campesina, prontamente se urbanizaron<br />

y, empleándose en <strong>los</strong> hogares<br />

acomodados, invadieron fácilmente la<br />

cocina o administraron fonduchas y<br />

cocinas ambulantes, o pregonaron por<br />

las calles chapanas, picarones,<br />

chicharrones y otras vísceras<br />

sabrosamente sazonadas.<br />

La libertad de <strong>los</strong> negros<br />

acarreó, como sabemos, una grave crisis<br />

agraria por falta de brazos, y esto<br />

desembocó en la abundante importación<br />

de labradores chinos. No fue una<br />

inmigración. Fue una vulgar<br />

importación, como quien importa una<br />

mercancía. Con todos <strong>los</strong> agravantes<br />

crueles de un disfraz de esclavitud,<br />

vinieron miles de "coolíes" con su<br />

arroz...<br />

Si bien el arroz llegó muy<br />

temprano al Perú traído por las mujeres<br />

de <strong>los</strong> conquistadores y reafirmado en<br />

su arraigo por el gusto de las moriscas<br />

(que también eran mujeres de <strong>los</strong><br />

conquistadores), nadie puede dudar que<br />

el verdadero y definitivo afianzamiento<br />

de este cereal en el diario menú de todos<br />

<strong>los</strong> peruanos ha sido el resultante de la<br />

influencia china. El hábito de<br />

alimentarse diariamente con <strong>los</strong> 700 g.<br />

de arroz por persona que <strong>los</strong> hacendados<br />

supuestamente asignaban a sus obreros<br />

culíes, se difundió en el Perú en todos<br />

<strong>los</strong> estratos sociales y permanece hasta<br />

hoy como una de las


características de la cocina peruana.<br />

Cumplido su esclavizante contrato, <strong>los</strong><br />

labradores chinos se incorporaban a la<br />

sociedad urbana como sirvientes y<br />

cocineros en <strong>los</strong> hogares de la<br />

aristocracia y de la clase media alta. Un<br />

considerable sector de el<strong>los</strong>,<br />

tradicionales practicantes de la cocina<br />

china, se transformaron fácilmente en<br />

fonderos y el sabor oriental fue<br />

invadiendo progresivamente la mesa<br />

peruana. Introdujeron así, <strong>los</strong> chinos<br />

urbanizados, algunas verduras y frutos<br />

chinos, <strong>los</strong> tallarines chinos y la<br />

combinación de sabores dulce-ácido,<br />

dulce-salado, picantedulce, etc., así<br />

como mezclas diferentes de verduras y<br />

carnes cuya descripción aquí sería<br />

inacabable y nos llevaría a territorios<br />

ajenos a nuestro objetivo.<br />

El notable antropólogo<br />

Humberto Rodríguez Pastor nos da una<br />

lista de <strong>los</strong> ingredientes más<br />

comúnmente usados en <strong>los</strong> cientos de<br />

restaurantes chinos (chifas) que hay en<br />

el Perú.<br />

Verduras: cebollita china,<br />

balsamina, calabacín chino (si-juá), col<br />

china (lon-ga-pa), pacchoi, paccho-san,<br />

arvejitas chinas (colantau), ajo chino,<br />

etc.<br />

Condimentos: pimienta china<br />

(wa-yeum), canela china (giomfam),<br />

kion o jengibre, tau-si, men-si etc.<br />

Elaborados: sillau, wantán,<br />

tallarines chinos, fideos cristalinos (fansi),<br />

queso de soya (tanfú), salsa de<br />

tamarindo, pasta de soya, etc.<br />

Alguna conjunción astrológica<br />

62<br />

ha de haber ocurrido a mediados del<br />

siglo pasado cuando estas cosas de <strong>los</strong><br />

negros y de <strong>los</strong> chinos ocurrían en el<br />

Perú para beneficio inmejorable de<br />

nuestra cocina criolla, porque en un<br />

fenómeno totalmente independiente<br />

pero contemporáneo de la liberación de<br />

<strong>los</strong> esclavos negros y de la<br />

esclavización de <strong>los</strong> labradores chinos,<br />

se inició una corriente inmigratoria<br />

italiana. Aunque no tengo al alcance<br />

estadísticas exactas, se dice que en 1860<br />

había en el Perú unos mil italianos y que<br />

en 1880 ya eran más de diez mil. Casi<br />

todos <strong>los</strong> que vinieron en esa época<br />

provenían de Liguria (alrededor de<br />

Génova) y se dedicaron a actividades<br />

comerciales y portuarias. Y, <strong>desde</strong> el<br />

punto de vista comercial, su condición<br />

de pequeños capitalistas <strong>los</strong> condujo al<br />

negocio de venta al por menor de<br />

alimentos (pulperías) y de pequeñas<br />

fondas. Esto tuvo mucha relación<br />

también con la expansión de sus<br />

actividades hacia el cultivo de pequeñas<br />

huertas, pequeños viñedos y la<br />

elaboración artesana! de vinos y licores.<br />

Una actividad inmigratoria con<br />

estas características no podía dejar de<br />

influenciar en gran medida las<br />

costumbres alimenticias del país<br />

anfitrión, y de ahí la infiltración de<br />

gustos y sabores italianos en nuestra<br />

cocina. Giovanni Bonfiglio nos describe<br />

en más detalle las características de la<br />

influencia italiana en la cultura culinaria<br />

peruana.<br />

Desde luego, prácticamente no<br />

trajeron nada nuevo en lo que se re


fiere a ingredientes. Lo que cambiaron,<br />

y en forma muy notoria, fue el uso que a<br />

esos ingredientes se les daba antes del<br />

influjo italiano. El nuevo uso de<br />

legumbres frescas, la profusión de<br />

verduras y hortalizas como la albahaca,<br />

las espinacas, las acelgas, las coles,<br />

coliflor y brócoli, las berenjenas y,<br />

sobre todo, la generalización de las<br />

pastas. Tallarines, ravioles, fideos,<br />

polenta y cuanto hay. Y las nuevas<br />

recetas de bizcochos, panes y<br />

panetones. Y la confección doméstica y<br />

la industrialización de helados y<br />

bebidas. Y <strong>los</strong> vinos jah!, ¡<strong>los</strong> vinos!. A<br />

comienzos de este siglo, prácticamente<br />

toda la industria viñera estaba en manos<br />

de familias italianas.<br />

Como curiosidad histórica, es<br />

atractivo e interesante comprobar el<br />

quién, cómo y cuándo de la<br />

transculturación agrícola pero muy<br />

frecuentemente nos encontramos con<br />

que la simple llegada de un producto<br />

exótico no constituye un verdadero<br />

aporte <strong>desde</strong> el punto de vista<br />

económico y cultural. Veremos así, en<br />

las páginas siguientes, muchos de esos<br />

datos curiosos; pero iremos constatando<br />

que, coincidentemente también, por esa<br />

imaginaria conjunción astrológica de<br />

mediados del siglo pasado, la gran<br />

explotación de <strong>los</strong> aportes agrícolas de<br />

nuestro continente hacia las otras<br />

regiones del mundo se produjo recién en<br />

ese siglo.<br />

¡Cuatro sig<strong>los</strong> después del llamado<br />

Descubrimiento!.<br />

63<br />

El camote y la yuca, por ejemplo,<br />

aunque fueron conocidos en el Viejo<br />

Mundo <strong>desde</strong> el siglo XVI, solamente<br />

fueron aprovechados en África y Asia<br />

durante el siglo pasado y ahora es en<br />

esos continentes donde se concentra el<br />

78% de la producción mundial de la<br />

yuca y el 97% de la producción mundial<br />

del camote. Esto sin mencionar que ha<br />

habido muchos años recientes durante<br />

<strong>los</strong> cuales el Perú, "el inventor de la<br />

papa", ha tenido que importar este<br />

producto por su propia incapacidad de<br />

producido en condiciones suficientes<br />

para su consumo interno. En cambio,<br />

<strong>los</strong> países europeos cosecharon<br />

millonarias toneladas de papa.<br />

Dígase otro tanto del maní que<br />

llegó también tempranamente a España,<br />

a <strong>los</strong> pocos años del Descubrimiento,<br />

pero que recién a mediados del siglo<br />

pasado comenzó su explotación en<br />

África y en Asia donde hoy se<br />

concentra el 76% de la producción<br />

mundial... y otra planta oleaginosa, el<br />

girasol, que adornaba nuestras campiñas<br />

<strong>desde</strong> hace muchos sig<strong>los</strong> y que fue<br />

llevado a España pocos años después de<br />

la Conquista, distribuye el 72% de su<br />

producción entre Europa, Asia y África;<br />

y en el Perú no va más allá de alguna<br />

aventura raquítica.<br />

No son excepciones .las que<br />

aquí mencionamos, así de pasada.<br />

Porque si es verdad que solamente el<br />

18% de las paltas del mundo se<br />

producen fuera de nuestro Continente,<br />

esta desnaturalización es del 48% de la<br />

papaya, el 70% de la puña y el 73% del<br />

marañón (cashew) de


acuerdo a <strong>los</strong> datos del Quinto<br />

Centenario estudiados por Giorgio<br />

Doria del Instituto de Historia<br />

Económica de la Universidad de<br />

Génova que también nos recuerda que<br />

casi las dos terceras partes del cacao<br />

mundial se producen en el Africa.<br />

Fue también durante el siglo<br />

pasado que la producción del caucho<br />

fue trasladada <strong>desde</strong> nuestra selva<br />

amazónica hacia Asia Y Africa y, a<br />

partir de 1841, cuando se inventó la<br />

polinización artificial de la vainilla, el<br />

900/0 de la producción de tan aromático<br />

saborizante emigró de nuestro<br />

Continente.<br />

Y para colmar el vaso, aunque<br />

aquí no hemos mencionado todas las<br />

tristes estadísticas, recordemos ese árbol<br />

que está en nuestro escudo nacional y<br />

que se llama quina (Cinchona para<strong>los</strong><br />

botánicos). Ya casi no hay... excepto<br />

silvestre y difícil de encontrar. Ahora<br />

toda se produce en el sudeste de Asia.<br />

Para adaptarse a todos estos<br />

cambios, la agricultura peruana estuvo<br />

dando tumbos, especialmente en<br />

relación a la producción de alimentos, a<br />

tal punto que no lograba cubrir la<br />

demanda nacional y se hizo necesario<br />

importar una serie de rubros.En la<br />

Convención Nacional de diciembre de<br />

1856, debido a la escasez, quedaron<br />

libres de derechos de importacióri "por<br />

18 meses" <strong>los</strong> siguientes víveres.de<br />

primera necesidad: azúcar, arroz,<br />

quesos, charqui, manteca, mantequilla,<br />

sebo, papas, frijoles, garbanzos, habas,<br />

arvejas, lentejas y cebada. El trigo<br />

64<br />

debería estar libre de derechos<br />

solamente en <strong>los</strong> puertos de Arica,<br />

Iquique y Paita. En esos años, <strong>los</strong><br />

alimentos producidos por el país no eran<br />

bastantes para el consumo pues la<br />

agricultura sufrió agudamente por falta<br />

de brazos debido a la liberación de <strong>los</strong><br />

esclavos tal como hemos visto arriba.<br />

Aliado de <strong>los</strong> planes para la importación<br />

de labriegos chinos, era indispensable<br />

mejorar la tecnología de nuestros<br />

campos y así mejorar la producción por<br />

lo cual el presidente Castilla resolvió,<br />

en 1859, liberar de derechos de<br />

importación a todo género de máquinas<br />

para facilitar la agricultura. Esto tuvo un<br />

efecto muy benéfico y repercutió<br />

especialmente sobre la producción<br />

azucarera.<br />

La primera máquina de vapor<br />

para una azucarera había sido<br />

introducida en el Perú alrededor de<br />

1837. La trajo Don José Rufino<br />

Echenique para su hacienda San Pedro.<br />

Los planos <strong>los</strong> hizo un ingeniero inglés<br />

llamado Mr. Gill Y la casa importadora<br />

fue la Casa Gibbs. Echenique fue<br />

considerado loco por hacer esta<br />

importación, pero siguió adelante.<br />

La producción de azúcar había<br />

estado limitada hasta 1860 a una<br />

pequeña cantidad que sobrepasaba<br />

ligeramente el consumo interno que era,<br />

además, muy bajo: menos de 3,000<br />

toneladas. Con la nueva ley,<br />

comenzaron a surgir empresas<br />

mecanizadas en el norte (Cayaltí, Palto)<br />

para aprovechar la tecnología que había<br />

sido desarrollada en Cuba


durante la década de 1840-1850.<br />

Como consecuencia de estas mejoras<br />

tecnológicas, la exportación de azúcar<br />

en el Perú rápidamente fue ascendiendo<br />

(*). Esto mejoró la economía de <strong>los</strong><br />

terratenientes; pero disminuyó el área<br />

agrícola dedicada a la producción de<br />

alimentos.<br />

La abundancia de azúcar, su<br />

menor precio y el ingenio de la mujer<br />

peruana se pusieron entonces de<br />

acuerdo para invadir nuestra cocina con<br />

una ingente y abrumadora profusión de<br />

recetas de dulces y postres que<br />

difícilmente encuentran paralelo en<br />

ninguna otra región de este amargo<br />

planeta. Gracias a Charito Olivas, fértil<br />

e incansable escritora de nuestro arte<br />

culinario, podemos gozar de la más<br />

dulce crónica que nadie había podido<br />

imaginar.<br />

En general, el gran negocio del<br />

azúcar produjo una ola de entusiasmo<br />

entre <strong>los</strong> empresarios del campo y de la<br />

industria alimenticia. Ya en esa época,<br />

don Alejandro Milne, un caballero<br />

inglés, había llegado al Callao y había<br />

instalado un excelente centro industrial<br />

que se llamó Compañía Molinera Santa<br />

Rosa. En esa época ya existía la fábrica<br />

de galletas (a vapor) de Arturo Field<br />

que se había establecido <strong>desde</strong> 1864.<br />

También <strong>desde</strong> 1860 se había<br />

inaugurado la primera fidelería puesta<br />

por don Luis Suito que usaba ahora la<br />

harina producida por Milne, quien<br />

amplió por eso su progresista fábrica.<br />

65<br />

Suito tenía como competidor a don Juan<br />

Falco que usaba trigo del Molino<br />

Vásquez, pero pronto surgieron otros en<br />

el mismo campo. En 1870 <strong>los</strong> hermanos<br />

Ballero instalaron su fábrica de fideos<br />

en el Molino de Piamonte, en Malambo;<br />

y en 1874 Demutti y Chiappe pusieron<br />

otra fidelería en el Molino de San Juan.<br />

No tuvieron suerte; se les incendió dos<br />

años más tarde. Pero, con tenacidad<br />

italiana, se fueron a una antigua fábrica<br />

de hielo de la calle Rifas e instalaron la<br />

fábrica de fideos y galletas denominada<br />

"Fénix" que después la vendieron a <strong>los</strong><br />

hermanos Chiarella. Paralelamente<br />

surgía la primera fábrica a vapor para<br />

hacer chocolates, de propiedad de<br />

Vignolo y Compañía.<br />

Este plausible desarrollo de la<br />

industria alimentaría originó un nuevo<br />

golpe de timón en las costumbres<br />

culinarias al poner a disposición del<br />

ama de casa toda la gama de "pastas"<br />

cuya rápida preparación, en deliciosos<br />

platil<strong>los</strong> de corte italiano, acortaba el<br />

tiempo, el esfuerzo y el consumo de<br />

combustible para el diario menú y, en<br />

cierta forma, contri;. buyó a iniciar la<br />

liberación de la mujer haciéndola menos<br />

dependiente de las labores culiriarias.<br />

(*)Nota: Aquí podemos ver la producción anual de<br />

azúcar esos años:<br />

1871 4,500 toneladas.<br />

1872 6,550 toneladas<br />

1873 15,950 toneladas.<br />

1874 23,700 toneladas.<br />

1875 50,000 toneladas.<br />

1876 55,370 toneladas.<br />

1877 63,370 toneladas.<br />

1878 60,763 toneladas.


Dentro de este resurgimiento de la<br />

agricultura y de sus industrias<br />

derivadas, <strong>los</strong> esfuerzos oficiales se<br />

dirigieron a la preparación de personal<br />

técnico. El gobierno de Balta adquirió la<br />

hacienda de Santa Beatriz (en el actual<br />

campo de Marte) y fundó allí el<br />

Instituto de Agricultura en 1869; y en<br />

1874 comenzó a funcionar en local'<br />

aparte la "Escuela Agrícola Práctica"<br />

para jóvenes sin recursos económicos.<br />

El Instituto de Santa Beatriz fue<br />

convertido en Escuela Superior de<br />

Agricultura mediante el reglamento de<br />

1876. Ésta fue la época en que <strong>los</strong><br />

gobiernos y algunos particulares<br />

iniciaron esfuerzos para ampliar las<br />

tierras de cultivo. En 1867 se hizo la<br />

primera irrigación moderna en el Perú.<br />

Fue mediante el llamado Canal de<br />

Uchusuma que trajo agua al valle de<br />

Tacna. Meiggs, el empresario<br />

norteamericano que encontramos a cada<br />

paso en la historia del transporte<br />

peruano, realizó la irrigación del valle<br />

de Azapa (Arica) en 1870; y por la<br />

misma época se realizaron irrigaciones<br />

en Lambayeque y Camaná.<br />

También por esa época, con<br />

múltiples problemas que se habían<br />

desencadenado en relación a la<br />

explotación y la comercializaclón del<br />

guano, comenzó a desarrollarse, en el<br />

sur del Perú, la creciente industria del<br />

salitre, importantísima para una<br />

agricultúra que cada día necesitaba más<br />

fertilizantes. La materia prima de donde<br />

se extraía el salitre se llamaba, caliche y<br />

se presentaba en forma de vetas en las<br />

amplias pampas al sur de Arica. El<br />

66<br />

caliche era triturado por medio de<br />

máquinas de vapor introducidas en<br />

1870. Así triturado, se disolvía en agua<br />

y se le purificaba por diversos<br />

procedimientos para obtener el salitre<br />

cristalizado tan codiciado por<br />

agricultores de todo el mundo.<br />

Constituyó una riqueza tan codiciada<br />

que, indirectamente, ocasionó una<br />

aciaga guerra entre pueb<strong>los</strong> hermanos.<br />

Para damos una idea de cómo<br />

iban variando <strong>los</strong> gustos y las<br />

inclinaciones culinarias de <strong>los</strong> peruanos,<br />

una vez rotas las ataduras políticas y<br />

comerciales con España, echemos una<br />

mirada a un menú servido en Lima, en<br />

<strong>los</strong> primeros días de enero de 1871. Se<br />

trata de un banquete que don Enrique<br />

Meiggs, el genio norteamericano que<br />

construyó <strong>los</strong> ferrocarriles del Perú, le<br />

brindó a sus amigotes de la política, el<br />

comercio y la banca para celebrar la<br />

inauguración del ferrocarril de<br />

Mollendo a Arequipa. Podía usted<br />

escoger entre dos sopas, así<br />

modestamente: una que se llamaba<br />

"Sopa a la Reina" y otra "A la<br />

consomé". Pero apenas habíamos<br />

comenzado, nos daban a escoger entre<br />

<strong>los</strong> siguientes platil<strong>los</strong>, entonces<br />

conocidos como "Hors d'Oeuvre".<br />

Mayonesa de corvina, Jamones<br />

decorados a la moderna, Galantina de<br />

pavo real a la Orleans. Pasteles de ave<br />

en costras, Chancho a la Bella Vista,<br />

Lomitos a la jardinera, Lengua a la<br />

Imperial, Ensalada de gallina a la Turca,<br />

Cabritos rellenos a la criolla, Patos a la<br />

Inglesa, Pavos rellenos a la Perigord,<br />

Pollas de Buissons, Gansos rellenos a la


Francesa, Roast-beef glacé, Sandwiches<br />

diversos y Salchichón de Lyon...<br />

Eso era no más "Hors d'Oeu<br />

vre", pero es evidente que el gringo<br />

Meiggs suponía en sus invitados un<br />

buen estómago, una especial tolerancia<br />

digestiva, y una tendencia, aceptada y<br />

promovida en las mejores familias de<br />

Lima, para que <strong>los</strong> señores invitados<br />

pudieran llevarse "para la Señora", una<br />

porción aceptable de <strong>los</strong> manjares<br />

servidos en tan formal y exclusivo<br />

banquete. Porque después venían <strong>los</strong><br />

postres: Macedonia de frutas, Queso<br />

Bavarois, Crema a la Inglesa, Pudín<br />

Diplomático, Pastelitos, Confites, Frutas<br />

de la Estación y otros quesos, todo esto<br />

acompañado con sorbetes. Imperiales de<br />

Vainilla, de Naranja, de Fruti1la, de<br />

Piña. Limonada y café. Desde luego,<br />

antes, durante y después, usted podía<br />

consumir cantidades navegables de<br />

Burdeos finos, Sauterne, Rhin, Oporto,<br />

Jerez, Champaña, Cerveza, Kirch,<br />

Pisco, Curazao, Italia, Anissette de<br />

Burdeos, Marrasquino de Turín y pare<br />

usted de contar porque de sólo leerlo ya<br />

estoy volando... Ya se imaginará usted,<br />

mi querido lector, en qué, cómo y<br />

cuándo terminó el sonado banquete del<br />

que no nos queda sino un apolillado<br />

menú. Pero en beneficio de la duda y<br />

para evitar maledicencias y<br />

tergiversaciones, sepa usted que entre<br />

<strong>los</strong> dignos invitados estaban el<br />

presidente Balta, el ministro de<br />

Hacienda don Nicolás de Piérola, el expresidente<br />

Diez Canseco y otros<br />

distinguidos caballeros de lo mejorcito<br />

de Lima y de su incipiente colonia<br />

68<br />

extranjera. En las últimas décadas, la<br />

agricultura está siendo inundada por<br />

nuevas tecnologías que han invadido<br />

también el sistema de almacenamiento,<br />

industrialización y comercialización.<br />

Los países industrializados y <strong>los</strong><br />

enclaves industrializados en nuestros<br />

países, exigen que <strong>los</strong> supermercados<br />

tengan toda clase de alimentos frescos<br />

en todas las estaciones del año. Para<br />

esto, <strong>los</strong> agricultores de todo el mundo<br />

han contribuido con nuevas variedades<br />

y nuevas razas de plantas nutritivas que<br />

soportan más tiempo después de la<br />

cosecha sin deteriorarse o malograrse.<br />

Las mazorcas que transformen más<br />

lentamente sus azúcares en almidones...<br />

las arvejas o vainitas maduran ahora<br />

más lentamente y se mantienen suaves y<br />

dulces más tiempo; <strong>los</strong> grandes<br />

pimientos dulces son ahora de todos<br />

colores, verdes, amaril<strong>los</strong>, rojos, y se<br />

mantienen lozanos y rozagantes durante<br />

más de un mes en las vitrinas<br />

comerciales... Todo cambia<br />

vertiginosamente. La agricultura y la<br />

agroindustria nos muestran cada día<br />

más y más novedades que, en una forma<br />

u otra, dan nuevas orientaciones a<br />

nuestras inclinaciones gastronómicas.<br />

Los medios de comunicación, en su<br />

exp<strong>los</strong>ivo crecimiento, nos muestran,<br />

día a día, semana tras semana, una<br />

nueva forma de cocinar, una nueva<br />

combinación de alimentos y<br />

saborizantes, un nuevo producto de la<br />

industria, un nuevo artefacto eléctrico,<br />

un nuevo concepto dietético, un nuevo,<br />

nuevo, desquiciantemente nuevo modo<br />

de alimentamos.


CAPÍTULO II<br />

EL TESORO DE UKJU-PACHA<br />

__________________________________________<br />

El Universo, en todas las<br />

culturas, está dividido en tres grandes<br />

áreas: <strong>los</strong> Cie<strong>los</strong>, la Tierra y <strong>los</strong><br />

Infiernos. El Mundo de Arriba, el<br />

Mundo de aquí y el Mundo de las<br />

Profundidades de la Tierra. Esta visión<br />

del cosmos está visceralmente enraizada<br />

en el subconsciente colectivo; en el<br />

Antiguo Perú, <strong>los</strong> tres ambientes de la<br />

Creación eran CayPacha (lo de aquí),<br />

Hanan-Pacha (el mundo de arriba) y<br />

Ukju-Pacha, (el mundo de las cavernas<br />

y de las entrañas de la tierra).<br />

¡Origen del Ser!<br />

¡Viracocha!<br />

¿Dónde estás?<br />

¿En el Hanan-Pacha?<br />

¿En el Cay-Pacha?<br />

¿En el Ukju Pacha?<br />

¿Estás aquí?<br />

¡Creador de este Mundo!<br />

¡Hacedor del Hombre!<br />

¿Donde estás?<br />

¡Oyeme!<br />

(Huamán Poma).<br />

Buscar el mensaje de Viracocha<br />

en las profundidades de la tierra tenía<br />

una raigambre permanente para el<br />

70<br />

peruano prehispánico que encontró su<br />

sustento en las raíces de muchas plantas<br />

(*). En ellas halló la respuesta a su<br />

pedido de energía vital y de salud.<br />

Venían de Ukju-Pacha; venían de las<br />

entrañas terrestres.<br />

Los productos agrícolas<br />

subterráneos son raíces, tubércu<strong>los</strong>,<br />

rizomas y bulbos o cebollas. Cualquier<br />

diccionario nos define cada una de ellas.<br />

A esto tenemos que agregar una planta<br />

biológicamente extraña como el maní,<br />

cuyo fruto, apenas comienza a madurar,<br />

inclina su tallo y se introduce bajo<br />

tierra. Por eso, <strong>los</strong> botánicos le dicen<br />

Arachis hipogea.<br />

(*) En alguna forma <strong>los</strong> hemos de ordenar y, por<br />

respeto a la nomenclatura internacional, aquí van en<br />

orden alfabético de sus nombres latinos:<br />

Arachis hipogea. (El maní) - pág 83<br />

Arracacia xanthorriza (la arracacha) -pág. 68<br />

Canna edulis (la achira) - pág. 65<br />

Ipomea batata (el camote) - pág. 64<br />

Lepidíum menyeii (la maca) - pág. 67<br />

Manihot esculenta (la yuca) - pág.84<br />

Mirabilis expansa (la yuka) - pág. 71<br />

Oxalis tuberosa (la oca) - pág. 72<br />

Pachyrrhizus sp (la jícama) - pág. 69


La región andino amazónica, base del<br />

área geográfica donde se desarrolló lo<br />

que ahora conocemos como "Antiguo<br />

Perú", es uno de <strong>los</strong> centros más<br />

importantes del mundo en el origen y<br />

desarrollo de especies vegetales<br />

nutritivas. Esto ha sido reconocido<br />

<strong>desde</strong> ya hace más de un siglo y medio<br />

por Candolle y más recientemente por<br />

Vavilov, un notable genetista ruso. Más<br />

de un centenar de especies<br />

domesticadas por el antiguo labrador<br />

andino dieron al hombre moderno<br />

raíces, granos, legumbres, hortalizas,<br />

frutos, nueces, etc. Muchos<br />

nutricionistas consideraban que el hecho<br />

más saltante en la contribución del gran<br />

eco-sistema andino a la nutrición de la<br />

humanidad es la fascinante variedad de<br />

productos vegetales subterráneos. Más<br />

de dos docenas de raíces nutritivas<br />

domesticadas por <strong>los</strong> andinos forman<br />

así el Tesoro de Ukju-Pacha, ese reino<br />

misterioso de las entrañas terrestres. La<br />

diversidad genética de este grupo de<br />

plantas es de una riqueza maravil<strong>los</strong>a y<br />

ha dado origen a miles de razas<br />

adaptadas a una fascinante variedad de<br />

nichos ecológicos en todo el mundo. La<br />

tecnología precolombina de nuestros<br />

agricultores nunca fue igualada en su<br />

capacidad para desarrollar plantas<br />

nutritivas adaptables a las mayores<br />

variaciones ecológicas y climatológicas<br />

de esta parte del mundo y, por ende,<br />

Polymnill sonchifolill (el yacón) - pág.82<br />

Solanum tuberosum (la papa) - pág.74<br />

Tropaeleum tuberosum (la mashua) - pág. 70<br />

Ullucus tuberosum (el olluco) - pág. 73<br />

71<br />

a <strong>los</strong> extremos casi inconcebibles de <strong>los</strong><br />

ambientes biológicos de todo el planeta.<br />

EL CAMOTE<br />

(Ipomea batata)<br />

Este tubérculo es precolombino<br />

en el Ande aunque parece haber estado<br />

presente simultáneamente en toda la<br />

América e inclusive la Oceanía.<br />

Hay, es verdad, una serie de<br />

publicaciones con las más diversas<br />

teorías y alegatos sobre el origen de este<br />

útil alimento, pero no creemos<br />

apropiado discutir sobre ellas ahora.<br />

Con frecuencia se apoya la tesis de que<br />

el camote fue traído de la Indonesia por<br />

navegantes solitarios... pero la posición<br />

más aceptada es que tuvo origen<br />

multicéntrico. En el Ande aparece muy<br />

temprano y ya se le encuentra en la<br />

época de


la agricultura incipiente de<br />

hace cinco o seis mil años.<br />

Las primeras noticias<br />

que tuvo Europa sobre el<br />

camote provienen del mismo<br />

Cristóbal Colón.<br />

Rápidamente fue llevado a<br />

Portugal y a Italia y ya a<br />

fines del siglo XVI era<br />

cultivado en mediana escala<br />

en el sur de España como<br />

alimento de <strong>los</strong> pobres y forraje para <strong>los</strong><br />

cerdos. Las mesas elegantes la usaban<br />

ocasionalmente para dulces y postres.<br />

Por ahí alguien tuvo la ocurrencia de<br />

rumorear que, como muchas raíces del<br />

Nuevo Mundo, el camote tenía virtudes<br />

afrodisíacas. No duró mucho tiempo el<br />

chisme, pero me dicen que ese fue el<br />

origen de simbolizar el amor con el<br />

"encamotamiento"; porque si fuera<br />

solamente por lo dulce, la remolacha se<br />

habría llevado el premio.<br />

El vocablo "camote" se deriva<br />

de la palabra nahuatl "camotli". En<br />

quechua hay dos nombres para esta<br />

planta: se llama "apichu" a la variedad<br />

muy dulce y "cjumara" a la variedad<br />

harinosa. Resulta entonces que el<br />

nombre en la Polinesia también es<br />

"Cumara", lo que sirve de asidero a <strong>los</strong><br />

que creen que nosotros lo llevamos, o<br />

el<strong>los</strong> lo trajeron <strong>desde</strong> el siglo XII. .<br />

Hay muchas variedades: blanco,<br />

amarillo, rosado, morado, salmón, etc..<br />

Todos son ricos y dulces, y se endulzan<br />

más cuando <strong>los</strong> asoleas unos días.<br />

72<br />

Es cultivado en todo<br />

el mundo, pero más en el<br />

Viejo Mundo que en el<br />

Nuevo de donde es original.<br />

Europa produce más de 100<br />

millones de toneladas<br />

anuales, lo que representa un<br />

alto porcentaje de la<br />

producción mundial.<br />

En la China, el<br />

camote constituye una de las<br />

grandes cosechas alimenticias.<br />

LA ACHIRA<br />

(Canna edulis)<br />

No es una raíz sino un rizoma.<br />

Debemos mencionar que la achira<br />

aparece como alimento cultivado <strong>desde</strong><br />

<strong>los</strong> primeros momentos de la agricultura<br />

peruana. Quien la ve ahora. adornando<br />

<strong>los</strong> jardines de Lima y de muchas<br />

grandes ciudades europeas, con sus<br />

grandes flores rojas y amarillas, sus<br />

tal<strong>los</strong> erectos y sus anchas hojas de<br />

verde alegre, frecuentemente ignora su<br />

largo pasado como uno de <strong>los</strong> alimentos<br />

más apreciados por el antiguo peruano<br />

quien la retrató en su cerámica y la llevó<br />

con frecuencia a su tumba. La achira es<br />

todavía usada como alimento entre <strong>los</strong><br />

pueb<strong>los</strong> serranos, y puede verse en<br />

grandes cantidades en <strong>los</strong> mercados<br />

indígenas durante el solsticio de<br />

invierno. A fines del siglo pasado fue<br />

llevada al otro lado del Pacífico donde<br />

se popularizó su cultivo y en la<br />

actualidad es base importante de la dieta


en el sudeste de Asia.<br />

El almidón de la<br />

achira tiene características<br />

que lo convierten en un<br />

alimento excelente para<br />

niños y ancianos y, como tal,<br />

es industrializado y comercializado en<br />

cantidades respetables en Australia, en<br />

algunas islas caribeñas (St. Kitts), en el<br />

sudeste de Asia y en Madagascar. En<br />

todos estos países se olvida con<br />

frecuencia que esta planta es de origen<br />

peruano y que su domesticación se debe<br />

al antiguo agricultor andino. En algunos<br />

sitios, como Brasil y el Hawai, se usa<br />

como forraje para animales domésticos.<br />

El rizoma de la achira puede<br />

consumirse crudo; pero generalmente se<br />

prepara hirviéndolo o asándolo. Tiene<br />

así un sabor dulce, harinoso, parecido al<br />

de las castañas asadas, pero de<br />

consistencia más suave, lo que permite<br />

la preparación de alimentos de niños,<br />

postres diversos y otros platil<strong>los</strong><br />

semejantes a <strong>los</strong> confeccionados con<br />

camote. La harina permite la<br />

preparación de galletas y, mezclada con<br />

queso, hace excelentes bocadil<strong>los</strong>.<br />

Las hojas de la achira pueden<br />

comerse cuando son muy tiernas, a<br />

manera de hortaliza; y <strong>los</strong> tal<strong>los</strong> de <strong>los</strong><br />

retoños hacen sabrosos encurtidos. Pero<br />

además de comerse, las hojas sirven<br />

para envolver alimentos para el<br />

transporte o para la cocción en forma de<br />

tamales, juanes y otras especialidades<br />

gastronómicas.<br />

73<br />

La gran ventaja de la<br />

achira como alimento<br />

subterráneo es su<br />

durabilidad dentro de un<br />

ciclo vital prolongado, su<br />

adaptabilidad a climas muy<br />

diversos y su relativa inmunidad contra<br />

pestes e insectos. Es una planta que<br />

crece rápidamente y puede ser<br />

cosechada a <strong>los</strong> seis meses de sembrada.<br />

Pero, si así se desea, espera<br />

pacientemente un año más para<br />

adaptarse a las necesidades o<br />

postergaciónes del consumo.<br />

Teóricamente, pues, puede cosecharse<br />

durante todo el año y no es obligatorio<br />

su consumo inmediato. En nuestras<br />

serranías, sin embargo, el mes de junio<br />

es el mes de la achira y ésta aparece en<br />

grandes cantidades en <strong>los</strong> mercados.<br />

Es un cultivo de buenas<br />

posibilidades económicas, tal como lo<br />

recalca el grupo de Popenoe, y puede<br />

producir un promedio de 50 toneladas<br />

de rizomas o 5 a 10 toneladas de<br />

almidón por hectárea.<br />

La achira comestible es<br />

ligeramente diferente de la achira o cana<br />

de nuestros jardines. Esta última, que<br />

también puede comerse, pero que no<br />

tiene las mejores calidades<br />

gastronómicas, se caracteriza por sus<br />

lindas flores de diversos colores y<br />

vistoso porte. La achira cultivada para<br />

alimento tiene flores pequeñas y su<br />

atractivo está oculto bajo tierra, allá en<br />

Ukju-Pacha.


A propósito de que la achira<br />

generalmente sólo está en <strong>los</strong> mercados<br />

serranos durante el mes de junio,<br />

diremos aquí que la asociación mágicoreligiosa<br />

de determinadas comidas y<br />

platil<strong>los</strong> con ciertas fechas o con algún<br />

acontecimiento en la biografía de una<br />

persona es algo que se repite en<br />

todas las culturas y adquiere<br />

ciudadanía de "costumbre" a<br />

través de largos años de<br />

enraizamiento y adaptaciones.<br />

El que piense que nosotros, <strong>los</strong><br />

de acá, no encadenamos<br />

alimentos con fechas, no tiene<br />

sino que recordar, el pavo de<br />

Navidad, el turrón de Doña Pepa en<br />

octubre, la torta con velitas para el<br />

cumpleaños, la torta de bodas, el<br />

panetón del veintiocho, el bacalao de<br />

Viernes Santo, la rosca de Reyes y sigue<br />

contando. Por otro lado, para <strong>los</strong> que no<br />

conocen la otra cara del Perú,<br />

recordaremos el "chiri uchu" del Inti-<br />

Raimi, el Picante de papas con<br />

cochayuyo para la siembra, el "patachi"<br />

para el techado de la casa, etc., etc.. La<br />

achira es para junio...<br />

LA MACA<br />

(Lepidium menyení)<br />

Hasta hace pocos años, esta<br />

nutritiva raiz de la puna, llamada<br />

"Maca", era poco o nada conocida para<br />

la gran mayoría de <strong>los</strong> habitantes del<br />

Pero moderno y claramente ignorada<br />

por el resto del mundo. Es una crucífera<br />

74<br />

que crece en <strong>los</strong> páramos andinos, más<br />

arriba de <strong>los</strong> 4000 m.s.n.m.<br />

Pronunciados fríos, frecuentes heladas,<br />

gélidos vientos, nevadas persistentes y<br />

luz solar intensa caracterizan aquellas<br />

inhóspitas regiones donde crece esa<br />

planta de aspecto insignificante y de<br />

raíz tuberosa del tamaño y<br />

forma de un rábano común;<br />

amarillenta, con rayas o pintas<br />

violáceas cuando le quitas la<br />

tierrita y la lavas bien. Por algo<br />

el Padre Cobo nos contó a<br />

principios del siglo XVII, que la<br />

maca crece en <strong>los</strong> sitios más<br />

agrestes y fríos de la puna<br />

donde no hay posibilidades de cultivar<br />

ninguna otra planta alimenticia.<br />

Solamente algunas variedades<br />

de papa de muy bajo rendimiento<br />

pueden crecer en ese ambiente tan<br />

hostil. Pero es precisamente allí donde<br />

<strong>los</strong> arqueólogos han descubierto huellas<br />

de amplios .cultivos de maca en <strong>los</strong><br />

sig<strong>los</strong> prehispánicos.<br />

Esta raíz, que puede llegar a<br />

tener 6 a 8 cm. de diámetro, con un<br />

aspecto piriforme tiene una sección<br />

externa rica en azúcares y un núcleo<br />

central formado principalmente por<br />

almidones. Es fácilmente secada al sol y<br />

mantiene sus calidades nutritivas, con<br />

altos niveles de hierro y yodo, durante<br />

varios años de almacenaje. Es un<br />

excelente alimento y siempre ha tenido<br />

fama de mejorar la capacidad<br />

reproductiva de hombres y animales,<br />

por 10 que muchos


le llaman el "ginseng andino" . Contiene<br />

alcaloides y glucosinolatos que pudieran<br />

explicar esta sostenida fama y, aunque<br />

no hay suficientes estudios científicos<br />

que respalden tales afirmaciones, el<br />

consumo de "chicha de maca", "cóctel<br />

de maca" y guisos y potajes que la<br />

contienen es muy popular en las fiestas,<br />

reuniones y banquetes de Junín y<br />

Huancayo.<br />

Su cultivo es complejo y<br />

necesita ser simplificado pues, debido a<br />

su creciente demanda, ha habido<br />

recientemente notas de alarma<br />

advirtiendo peligros de extinción.<br />

Esperamos que las medidas ya<br />

recomendadas hayan conjurado ese<br />

riesgo y que el "ginseng peruano" siga<br />

alimentando ilusiones y realidades entre<br />

<strong>los</strong> consumidores. Es un<br />

excelente alimento, repetimos,<br />

y merece la creciente atención<br />

que está recibiendo de <strong>los</strong><br />

agricultores de la puna.<br />

Cuando uno estudia la<br />

biología de la maca, no puede<br />

menos de detenerse a<br />

considerar lo largamente desandado en<br />

nuestra agricultura y en el<br />

aprovechamiento de las enormes<br />

extensiones de tierra útil en las punas de<br />

<strong>los</strong> Andes. Cientos de miles de<br />

hectáreas por encima de <strong>los</strong> 3800<br />

metros de altura, con un clima que, en<br />

principio, debería rechazar todo intento<br />

de producción agrícola. En la actualidad<br />

es tierra casi totalmente abandonada,<br />

pero <strong>los</strong> historiadores y <strong>los</strong> arquélogos<br />

75<br />

nos aseguran que en <strong>los</strong> sig<strong>los</strong> prehispánicos,<br />

fue utilizada.<br />

No sólo la maca. Hay también<br />

ambiente hospitalario para un tipo de<br />

papa, la llamada chiripapa (Solanum<br />

juzepezukii), excelente y nutritiva<br />

materia prima del chuño y de la<br />

morraya; y extensas tierras de puna para<br />

el cultivo de la kañiwua (Chenopodium<br />

pallidicaule). La industrialización de<br />

estos cultivos y la mejora de las pastas<br />

podrían constituir un atractivo rubro en<br />

el desarrollo de esas regiones<br />

aparentemente tan inhóspitas.<br />

LA ARRACACHA<br />

(Arracada xanthorrhiza)<br />

Esta raíz, tan frecuente<br />

en <strong>los</strong> mercados serranos del<br />

Perú y Colombia, es conocida<br />

en quechua como racacha y en<br />

aimara como lakachu. Se le<br />

halla en abundancia en nuestras<br />

provincias serranas y<br />

ocasionalmente se le encuentra<br />

en mercados de Lima. Es muy<br />

antigua en el Perú y se le ve reproducida<br />

en la cerámica moche y nasca; pero su<br />

ausencia de la civilización occidental es<br />

históricamente notoria pues fue recién<br />

clasificada científicamente ¡trescientos<br />

años después de la llegada de <strong>los</strong><br />

españoles!.<br />

Se llama Arracacia xanthorrhiza o A.<br />

esculenta. Es de la familia de las<br />

Umbelíferas, lo mismo que el perejil,


el apio y la<br />

zanahoria; y<br />

algo se ha<br />

contagiado del<br />

aroma de sus<br />

primas al punto<br />

que h¡¡y quien<br />

le llama apio<br />

criollo y no<br />

falta quien usa sus tal<strong>los</strong> tiernos como<br />

verdura saborizante. Algunos le llaman<br />

zanahoria blanca o zanahoria peruana.<br />

Se usa hervida, frita u horneada,<br />

en potajes, sancochados y sopas a las<br />

que da un sabor muy agradable. En<br />

rebanadas tostadas, fritas o<br />

deshidratadas, se le presenta en<br />

bocadil<strong>los</strong> y postres. Si se almacena<br />

después de la cosecha, su sabor tiende a<br />

endulzarse debido a la transformación<br />

de su almidón en azúcares. Es un<br />

almidón de grano pequeño, muy<br />

digestible y útil para la alimentación de<br />

niños y ancianos.<br />

Un vegetal de crecimiento lento,<br />

usualmente tarda un año para ser<br />

cosechado. Pero tiene la ventaja de<br />

necesitar poco cuidado agronómico.<br />

Rinde alrededor de 20 toneladas por<br />

hectárea y una planta puede dar hasta<br />

tres ki<strong>los</strong> de raíces. La cosecha no debe<br />

retardarse mucho después de la<br />

floración. Crece bien en alturas de 500 a<br />

2500 m.s.n.m.. No tolera las heladas y<br />

rinde mejor en temperaturas que oscilen<br />

alrededor de <strong>los</strong> 20°C.<br />

76<br />

LA JÍCAMA<br />

(Pachyrrhizus sp,)<br />

Por lo general, cuando hablamos<br />

de legumbres, esos vegetales que nos<br />

dan las menestras y cuyo fruto es una<br />

vaina con bien ordenadas semillas,<br />

como <strong>los</strong> frijoles, pal1ares, pacae,<br />

habas, etc., no pensamos en la<br />

leguminosa que nos ofrece alimento<br />

<strong>desde</strong> debajo de la tierra. Ya veremos<br />

que para remediar esto, el maní o<br />

inchic, una vez fecundada su flor,<br />

introduce sus frutos en el suelo y<br />

madura en forma subterránea. Pero,<br />

además, hay un grupo de leguminosas<br />

cuya raíz se engruesa con reservas de<br />

agua, azúcares y almidones. Son<br />

nutritivas y comestibles. Por eso, <strong>los</strong><br />

botánicos las han catalogado en el<br />

género Pachyrhizus (raíz gruesa).<br />

En México es muy conocida la<br />

Jícama (pachyrrhizus tuberosus) (P.<br />

erosus), cuya voluminosa raíz se ve en<br />

todos <strong>los</strong> mercados populares y es<br />

consumida cruda en ensaladas y otros<br />

platil<strong>los</strong>, aprovechándose su sabor<br />

dulce, su frescor de manzana y su tierna<br />

firmeza. Por la forma de esta raíz y las<br />

características de la planta, se acepta<br />

que apareció reducida en el dibujo y la<br />

escultura peruana de nascas y mochicas,<br />

hace más de mil años. Con esa<br />

apariencia, ya no se le ve en la costa<br />

peruana. Casi se ha extinguido. Los<br />

españoles no la encontraron al llegar.


Sin embargo, hay una prima de<br />

la jícama, que en quechua se llama<br />

ajipa, en aimara se le dice villu, y a la<br />

cual algunos botánicos han bautizado<br />

como Pachyrrhizus ahipa. Consumida<br />

en la misma forma que la jicama, esta<br />

raíz tiene características muy similares,<br />

aunque su forma difiere marcadamente:<br />

no es cónica sino alargada y bipolar.<br />

Además, la planta es pequeña (50 cm) y<br />

de rápido crecimiento, lo que la hace<br />

útil para su cultivo en gran escala.<br />

Se la encuentra generalmente en la<br />

ceja de la selva, a una altura de 1000<br />

a 2000 metros sobre el nivel del<br />

mar.<br />

En la actualidad se la cultiva<br />

en la zona oriental de <strong>los</strong> Andes.<br />

Se come cruda, sola, como<br />

postre o en ensaladas y bocadil<strong>los</strong>.<br />

Algunos la fríen en rebanadas delgadas.<br />

Las partes aéreas de la planta,<br />

especialmente sus frijoles y las hojas,<br />

son tóxicos y no aptos para el co nsumo<br />

humano. Contienen una sustancia<br />

utilizada como insecticida<br />

(probablemente rotenona).<br />

Pero no hay que ser muy<br />

dogmático al diferenciar las<br />

jícamas. Expertos peruanos muy<br />

reconocidos no se sienten muy<br />

seguros en este terreno.<br />

Es muy importante diferenciar<br />

estas jícamas, la mexicana y la peruana,<br />

del yacón (Polymia sonchifolia) que es<br />

77<br />

una planta de la familia de las<br />

compuestas descrita más adelartte.<br />

Algunos autores confunden estas dos<br />

plantas, totalmente diferentes, al punto<br />

de decir que jícama y yacón son<br />

sinónimos. Están equivocados.<br />

LA MASHUA<br />

(Tropaeolum tuberosum)<br />

Entre <strong>los</strong> diversos alimentos<br />

subterráneos que consumimos en el<br />

Perú, la mashua (Tropaeoilum<br />

tuberosum) ocupa un alto sitial tanto<br />

en la producción como en las<br />

preferencias gastronómicas de<br />

nuestros grupos indígeno-mestizos de<br />

la serranía.<br />

Es una prima cercana de nuestro<br />

mastuerzo (Tropaeolum majus), y la<br />

planta se le parece mucho, pero las<br />

hojas y las flores son más pequeñas y<br />

menos vistosas.<br />

Aunque no son dañinos cuando<br />

se consumen crudos, <strong>los</strong> tubércu<strong>los</strong> de<br />

la mashua tienen un gusto acre y picante<br />

que molesta a muchos. Esto es<br />

debido a la presencia de unos<br />

compuestos llamados<br />

"isotiocianatos" que también se<br />

encuentran: en la mostaza y en<br />

<strong>los</strong> rabanitos. Desaparecen con<br />

la cocción "y por eso la mashua se<br />

consume cocida, como parte de potajes,<br />

sopas y chupes; o sola, después de<br />

asarla o de freírla.


Algunos la mezclan con azúcar o con<br />

melaza para preparar postres. El<br />

tubérculo maduro tiene una cáscara<br />

gruesa y hay que pelarlo, lo que no es<br />

necesario cuando el producto es tierno.<br />

Las hojas también sirven para<br />

sopas y potajes, una vez hervidas, y lo<br />

mismo puede decirse de las flores. Esto<br />

último es verdad también del mastuerzo,<br />

cuyas flores en botón se preparan en<br />

curtido, con vinagre y especias, como<br />

un excelente sucedáneo de las<br />

alcaparras. Las hojas del mastuerzo<br />

también se comen en ensalada, si no te<br />

molesta el picantito tipo rábano que<br />

tienen algunas variedades.<br />

La mashua es un buen alimento.<br />

Seca, tiene más de 15% de proteínas<br />

(aunque esto es variable) y un alto<br />

porcentaje de carbohidratos. Fresca,<br />

tiene un 80% de agua.<br />

De la mashua nos dicen, tanto<br />

Garcilaso como el padre Cobo, que<br />

"disminuye el apetito venéreo" y que <strong>los</strong><br />

ejércitos del Inca llevaban gran acopio<br />

de este tubérculo para que <strong>los</strong> soldados<br />

no sufriesen tanto por la ausencia de sus<br />

mujeres. Es más, dice el cronista<br />

mestizo, esta acción inhibidora de la<br />

libido se contrarresta muy eficazmente<br />

si el galán que la come lo hace<br />

llevando en la mano un palo o una<br />

vara. No está de más la<br />

precaución....<br />

Tal fama de antiafrodisíaco<br />

parece responder a<br />

78<br />

alguna sustancia de acción hormonal. T.<br />

Johns Y sus colaboradores alimentaron<br />

con maca a un grupo de ratas y, aunque<br />

no se observó ningún descenso en la<br />

fertilidad, pudo detectarse un 45% de<br />

disminución en la producción de<br />

hormonas masculinas. Contiene además<br />

sustancias químicas que, si son<br />

consumidas en grandes cantidades,<br />

pueden ocasionar un bajo<br />

funcionamiento de la tiroides. Estos<br />

hallazgos requieren confirmación de<br />

otras fuentes y sugieren mayores<br />

estudios.<br />

La mashua es muy antigua en el<br />

Perú y aparece su imagen en la cerámica<br />

de varios grupos étnicos prehispánicos.<br />

El vocablo mashua es quechua, y en<br />

aimara se llama isañu Se conocen<br />

muchas variedades, más de cien, con<br />

diversos colores, formas y tamaños. Es<br />

un vegetal muy conveniente <strong>desde</strong> el<br />

punto de vista agronómico, siendo<br />

frecuentes las cosechas de más de 25<br />

toneladas por hectárea.<br />

LA MAUKA<br />

(Mirabilis expansa)<br />

En forma similar a la maca, la<br />

mauka o chagos ha sido poco conocida<br />

dentro de la cultura occidentalizada de<br />

<strong>los</strong> países andinos, aunque está<br />

claro que siempre constituyó una<br />

buena fuente de alimentos en <strong>los</strong><br />

grupos indígenas de la región del<br />

lago Titicaca. Últimamente, <strong>los</strong><br />

nutricionistas del Perú y de<br />

Bolivia han enfocado su


atención sobre esta planta que tiene tan<br />

alto valor nutricional por su contenido<br />

proteico.<br />

Difícilmente se le encuentra<br />

ahora en <strong>los</strong> restaurantes o en<br />

domicilios de las ciudades del Perú,<br />

pero su notoria productividad (hasta 50<br />

toneladas por hectárea) y su gran valor<br />

nutritivo permiten pronosticar una<br />

creciente aceptación futura.<br />

Para <strong>los</strong> que gustan de las flores,<br />

la mauka es prima de la que conocemos<br />

como ''buenas tardes" (Mirabilis jalapa),<br />

cuyas raíces son purgantes.<br />

Cuando se consume<br />

directamente después de ser cosechada,<br />

molesta en las mucosas de la boca<br />

porque contiene sustancias irritanteso<br />

Son parecidas a las que contienen la<br />

mostaza y <strong>los</strong> rabanitos. Estas<br />

desaparecen, sin embargo, si se asolean<br />

durante unos días, siendo reemplazadas<br />

por un sabor dulce y atractivo. Es mejor<br />

consumida hervida con azúcar o con<br />

miel, mezclándola después con maíz<br />

tostado (camcha). La mauka<br />

guardada va adquiriendo un sabor<br />

progresivamente más dulce por la<br />

conversión de sus almidones en<br />

azúcares. Pero se pueden preparar<br />

con ella platos salados,<br />

acompañándola con carne,<br />

pescado, papas y tomate. Contiene<br />

cantidades útiles de calcio, fósforo<br />

y potasio, y su harina deshidratada tiene<br />

87% de carbohidratos y 7% de<br />

proteínas. Las hojas, que también se<br />

79<br />

consumen en potajes o ensaladas, tienen<br />

hasta 17% de proteínas.<br />

En el Ecuador se le llama "miso"<br />

o "tazo". Sirve para preparar unas<br />

tortillas cocinándola primero,<br />

confeccionando un puré y, después de<br />

moldearla, horneándola.<br />

LA OCA<br />

(Oxalis tuberosa)<br />

En importancia, como producto<br />

subterráneo para la nutrición del pueblo<br />

andino, la oca sólo cede posiciones<br />

frente a la papa. Y, como la papa, era<br />

una vieja amiga del habitante<br />

prehispánico. Sin embargo, es poco<br />

conocida fuera de <strong>los</strong> Andes, aunque<br />

algunos grupos étnicos en México la<br />

adoptaron (y la mejoraron) <strong>desde</strong> hace<br />

más de dos sig<strong>los</strong>, bautizándola con el<br />

apodo de "papa roja". Y hace dos o tres<br />

décadas que <strong>los</strong> agricultores de Nueva<br />

Zelandia la están vendiendo localmente<br />

con buen éxito.<br />

La planta tiene unos treinta<br />

cm de alto y las hojas se parecen<br />

mucho a las de la acedera o<br />

vinagrillo de nuestros jardines<br />

(Oxalis acedera). Los tubércu<strong>los</strong><br />

son de tamaño variable,<br />

generalmente como <strong>los</strong> dedos de<br />

una mano rechoncha, y el color es<br />

rosado o rojo, dando un atractivo<br />

aspecto en <strong>los</strong> mercados.<br />

Como sucede con muchos de


estos vegetales, fuera de su ambiente<br />

natural la planta puede crecer bien, pero<br />

no forma tubércu<strong>los</strong>. Esto es debido a<br />

que es muy sensible a las variaciones de<br />

horas-luz, tal como sucede con nuestra<br />

papa amarilla.<br />

Su contenido en agua varía.<br />

Aunque generalmente es de<br />

80%, algunas variedades bajan hasta<br />

70%, aumentando sus componentes<br />

sólidos (11-22% del producto seco) y<br />

proteínas (9%). Como sucede con otros<br />

tubércu<strong>los</strong>, cuando se le asolea durante<br />

unos días después de la cosecha, la oca<br />

se endulza por la conversión de sus<br />

almidones en glucosa. Algunas<br />

variedades, sin embargo, tienen<br />

componentes amargos, lo que<br />

impide su consumo inmediato.<br />

Estas variedades son sometidas<br />

entonces a la misma técnica de<br />

preparación del "chuño". El producto se<br />

denomina cavi o caya; ha perdido el<br />

amargo y puede ser almacenado durante<br />

largos meses sin necesidad de<br />

refrigeración.<br />

Las variedades dulces pueden<br />

consumirse crudas, como postre o en<br />

ensaladas. Pero por lo general se<br />

cocinan como parte de sopas, guisos,<br />

chupes y potajes.<br />

Algunos nutricionistas<br />

quisquil<strong>los</strong>os pueden preocuparse por el<br />

nombre botánico (Oxalis tuberosa)<br />

pensando que el contenido de ácido<br />

oxálico es elevado, lo que la haría<br />

80<br />

tóxica. No es así. Las variedades<br />

amargas tienen un poco más que las<br />

otras; pero aun las más "oxálicas" tienen<br />

mucho menor cantidad de este ácido<br />

que la espinaca. El ácido oxálico es muy<br />

soluble, y desaparece con el agua del<br />

primer hervor.<br />

La oca es muy agradecida<br />

cuando se le cultiva con cariño.<br />

Llega a producir más de 70<br />

toneladas por hectárea y más de dos<br />

ki<strong>los</strong> de tubércu<strong>los</strong> por planta en cinco o<br />

seis meses de desarrollo.<br />

EL OLLUCO<br />

(Ullucus tuberosus.)<br />

Si uno quisiera encontrar<br />

un nombre descriptivo para este<br />

tubérculo tan popular en las<br />

regiones andinas, tendría que<br />

escoger entre más de dos docenas de<br />

apodos con que el ingenio de nuestras<br />

amas de casa ha bautizado a: las<br />

diversas variedades de esta planta:<br />

camarón de tierra... rodilla de Cristo...<br />

papa lisa… niño de cuna... picado de<br />

pulga… melloc... papa rubia...<br />

Nos quedamos con olluco o<br />

ulluco, que es el nombre quechua y<br />

aimara que le dio el antiguo campesino<br />

del Ande prehispánico y que, si vamos a<br />

creerle todo a <strong>los</strong> lingüistas, tiene cierta<br />

implicancia pomo ya que la voz "ullu"<br />

tiene mucho quehacer con el pipilín de<br />

<strong>los</strong> bebitos. Quizás esto también tiene<br />

que hacer


con la fama que goza<br />

este tubérculo en el<br />

Ecuador, donde alguien<br />

dice que es afrodisíaco.<br />

Los botánicos,<br />

respetuosos del sentir general de las<br />

gentes, le llaman Ullucus tuberosus.<br />

Es una buena planta cuyos restos<br />

han sido hallados en, tumbas<br />

prehispánicas de más de cuatro mil años<br />

de antigüedad, y ahora podemos ver sus<br />

tubércu<strong>los</strong> en <strong>los</strong> mercados de todos <strong>los</strong><br />

países andinos en una amplia gama de<br />

colores, tamaños y consistencias.<br />

Cincuenta a setenta variedades, dicen<br />

algunos, lo que hace de este popular<br />

alimento una atractiva mercancía que<br />

embellece y da policromía al ambiente<br />

del mercado y de la cocina.<br />

El olluco tiene un alto contenido<br />

de almidones y azúcares y un 15%<br />

(peso seco) de proteínas. No tiene<br />

grasas y tiene poca fibra. Contiene altas<br />

concentraciones de vitamina C.<br />

Todo peruano sabe que el plato<br />

más típico es el "olluquito con charqui"<br />

que hemos comido <strong>desde</strong> niños: un<br />

guiso de ollucos cortados en delgadas<br />

rebanadas, mezclado con carne seca<br />

desmenuzada (charqui) y sazonado al<br />

gusto. Pero hay muchas otras formas de<br />

consumirlo. Contiene demasiada agua<br />

(85%) y no responde bien al horneado.<br />

Cuando está crudo, la superficie de un<br />

corte se cubre de un mucílago gomoso<br />

81<br />

que fácilmente se suprime con el<br />

lavado en agua. Se le hierve y<br />

entonces puede prepararse en puré,<br />

en rebanadas, en trozos, rallado o<br />

entero. Molido resulta excelente<br />

para espesar la sopa, sin<br />

mostrar la consistencia<br />

arenosa de la papa.<br />

Hervido en pedazos y<br />

enfriado, resulta un buen<br />

complemento en las ensaladas, aunque<br />

debemos recordar que al ser cocinado<br />

pierde sus vivos colores (rojo, amarillo,<br />

azulado, marrón...). Tratado como la<br />

papa para hacer "chuño", da un<br />

almacenado sin 'refrigeración por<br />

mucho tiempo. Esto no es generalmente<br />

necesario, sin embargo, excepto para<br />

ahorrar espacio. El olluco fresco tiene<br />

una larga vida después de cosechado:<br />

hasta dos años en el refrigerador y<br />

largos meses en un ambiente templado.<br />

Las hojas del olluco son<br />

comestibles. Algunos las consumen en<br />

ensalada (12% de proteínas) y otros las<br />

hierven y las sirven como acelgas o<br />

espinacas, ya que su sabor es muy<br />

parecido.<br />

LA. PAPA<br />

(Solanum tuberosum, Solanum<br />

andigena y otras especies de<br />

Solanum)<br />

Entre <strong>los</strong> tubércu<strong>los</strong> comestibles<br />

que el peruano utilizó y continúa<br />

utilizando como alimento, la


papa (Solanum tuberosum) es la que se<br />

ha extendido más por todo el mundo.<br />

Su origen andino es indiscutible.<br />

En unos andenes cercanos cerros de<br />

Ancón, en sitios que han sido<br />

cronológicamente identificados<br />

con nueve mil años<br />

aproximadamente, se ha<br />

reportado la existencia de restos<br />

de “papas de <strong>los</strong> gentiles”, una<br />

variedad silvestre, antepasado<br />

prehistórico de nuestra papa.<br />

Los agricultores andinos<br />

aprendieron a cultivar muchas<br />

variedades de papa, para cada uno de<br />

<strong>los</strong> abigarrados pisos ecológicos del<br />

Ande, y dentro de una política de<br />

complementación y alternancia de las<br />

variantes climáticas (como nos enseñó a<br />

interpretar Murra), la papa sirvió de fiel<br />

en la balanza nutritiva de las<br />

poblaciones andinas prehispánicas.<br />

Valdizán y Maldonado nos dan<br />

<strong>los</strong> nombres quechuas específicos de<br />

cerca de sesenta variedades de papa.<br />

Tschudi, el siglo pasado, nos habla de<br />

unas trescientas variedades y el Centro<br />

Internacional de la Papa nos asegura<br />

haber catalogado ya cerca de cuatro mil.<br />

Dicen que el primer europeo en<br />

descubrir la papa fue un viajero<br />

portugués, don Antonio Pigafetta, quien<br />

visitó el Brasil en 1519 y formó parte de<br />

la Expedición de Magallanes.<br />

Vio la papa en el sur de Chile en<br />

82<br />

1520. Pero creo que lo que vio Pigafetta<br />

fue el camote.<br />

La papa fue encontrada por <strong>los</strong><br />

españoles apenas llegaron al Perú,<br />

especialmente cuando en 1535<br />

alcanzaron el lago Titicaca<br />

donde era ampliamente<br />

cultivada. EL cronista-soldado<br />

Pedro Cieza de León describe<br />

variados tipos de papa:<br />

“Redondas, alargadas…<br />

blancas, amarillas, moradas…<br />

excelente platillo para <strong>los</strong> indios<br />

y para algunos españoles”, dice… Hubo<br />

algunos intentos de descripción botánica<br />

por Gerolamo Cardano en 1557, Juan<br />

Gerardo en 1596 y Gaspar Bauhin en<br />

1598.<br />

Un escrito recóndito nos dice en<br />

1573 que se usaba la papa para preparar<br />

el rancho de <strong>los</strong> enfermos pobres en el<br />

Hospital de Sangre de Sevilla. Había<br />

llegado la papa a Sevilla poco tiempo<br />

antes, como una curiosidad en jardines<br />

de convento, <strong>desde</strong> donde el famoso<br />

naturalista austríaco, Car<strong>los</strong> de<br />

L'Ecluse, mejor conocido como Clusius,<br />

la contrabandeó a Francia y después la<br />

describió científicamente en 1601.<br />

Pero a pesar de que este gran<br />

botánico arriesgó el pellejo contra las<br />

ce<strong>los</strong>as leyes españolas, y a pesar de<br />

que publicó, en su libro "Rarioum<br />

Plantarum Historia", las primeras<br />

acuarelas de la papa, acompañando su<br />

descripción como buen alimento, nadie<br />

hizo caso y todo el mundo


“civilizado” trató a la cenicienta<br />

peruana con extrañeza, desprecio y<br />

hasta hostilidad.<br />

A partir de entonces, esta planta<br />

aparece aquí y allá en <strong>los</strong> jardines<br />

botánicos de diversas ciudades de<br />

Europa durante todo el siglo XVII y<br />

parte del XVIII, con un ocasional<br />

intento de cultivo, también aquí y allá,<br />

en Irlanda, Polonia, Bohemia, etc. Fue<br />

sólo lentamente que <strong>los</strong> gobiernos<br />

europeos se fueron interesando más y<br />

más en la papa como una posible<br />

solución a las frecuentes hambrunas de<br />

la región.<br />

Un gastrónomo inglés, John<br />

Parkinson, escribía en 1629 que lila<br />

patata española" podía comerse<br />

horneada con castañas, azúcar y otros<br />

ingredientes y servía para hacer tortas<br />

suntuosas.<br />

Pero tuvieron que pasar terribles<br />

hambrunas en Europa antes de que esta<br />

83<br />

planta peruana fuera aceptada en la<br />

mesa de las gentes. En 1756, Federico<br />

11 el Grande, rey de Prusia, firmó un<br />

severo decreto obligando a todos sus<br />

súbditos a plantar papas, lo que era<br />

novedad solamente en su severidad,<br />

pues, <strong>desde</strong> hacía más de cien años, <strong>los</strong><br />

sucesivos monarcas de Prusia habían<br />

recomendado blandamente el cultivo y<br />

consumo de papas para combatir las<br />

hambrunas que con frecuencia asolaban<br />

la Europa Central. Todo se había<br />

intentado, y a más de un recalcitrante<br />

campesino le habían cortado la nariz y<br />

las orejas por no cumplir con las<br />

órdenes reales. Pero todo se decía para<br />

oponerse a <strong>los</strong> malhadados caprichos<br />

del autoritario monarca: Se aseguraba<br />

que la papa producía lepra; que el hecho<br />

de no ser mencionada en la Biblia la<br />

descalificaba como alimento agradable<br />

a Dios. Se decía que era un poderoso<br />

afrodisíaco que arrastraba a <strong>los</strong><br />

humanos al desenfreno sexual; y<br />

algunos botánicos (aún el mismo<br />

Linneo), la miraban con sospechosos<br />

comentarios por pertenecer a la familia<br />

de las Solanáceas, con peligrosas primas<br />

como la belladona, la mandrágora, las<br />

daturas y que sé yo. Además, las hojas y<br />

el fruto de la papa habían envenenado a<br />

más de uno (contienen el tóxico llamado<br />

solanina que desaparece con la<br />

cocción); pero ¡no era cuestión de<br />

juego! Los soldados de Federico II<br />

vigilaban la siembra... y en el silencio<br />

de la noche las plantas eran arrancadas<br />

por <strong>los</strong> mismos dueños... misteriosas<br />

manos destructoras por inspiración<br />

divina.


Mientras la lucha a favor y en<br />

contra de la papa hacía ebullición en<br />

Alemania, comenzaron a<br />

aparecer en el resto del<br />

Continente <strong>los</strong> abanderados de<br />

esta conflictiva hija del Perú<br />

distante. En la corte de Luis XVI<br />

de Francia" un ingenioso<br />

agrónomo y farmacéutico,<br />

Antonio Augusto Parmentier, famoso<br />

por sus sabias inclinaciones<br />

gastronómicas, empezó a luchar por la<br />

papa. No estaba desprovisto de poder ni<br />

de influencia, pues llegó a ser el<br />

Inspector General del Servicio de<br />

Sanidad del Ejército, y sabía usar su<br />

autoridad para buenas causas. Fue el<br />

que implantó el uso de la vacuna<br />

antivariólica en el ejército de Francia.<br />

Parmentier había comprendido<br />

la importancia de la papa como<br />

alimento del pueblo cuando estuvo<br />

prisionero en Prusia durante la Guerra<br />

de <strong>los</strong> Siete Años (1756-1763). Un buen<br />

día, de regreso en París, sorprendió a<br />

sus nobles comensales con un menú de<br />

más de veinte platos a base de papa,<br />

entre el<strong>los</strong> la ahora muy famosa "sopa<br />

Parmentier". El entusiasmo entre la<br />

nobleza hizo impacto en el ya rebelde<br />

pueblo de Francia, y entonces<br />

Parmentier dio la estocada final:<br />

consiguió que el monarca declarase a la<br />

pápa como un manjar de uso exclusivo<br />

para la nobleza y prohibiese su consumo<br />

por el pueblo.<br />

Todos <strong>los</strong> caballeros de la corte<br />

adornaban su librea con un ramillete de<br />

84<br />

flores de papa que, además, las damas<br />

usaban en su peinado. Desde luego, para<br />

llevarle la contra al rey, la papa<br />

prohibida se generalizó en Francia<br />

como alimento popular, ¡preferido<br />

por las clases pobres! Parmentier<br />

publicó su escrito elogiando la<br />

papa, "Tratado sobre el cultivo y<br />

usos de la papa... etc", en el año<br />

1789, cuando caía la Bastilla en París.<br />

Por sus méritos, al pensar en la<br />

alimentación del pueblo, Parmentier<br />

salvó de la guillotina a pesar de su<br />

íntima relación con Luis XVI.<br />

Vicente Corrado, gran<br />

gastrónomo italiano, consejero de reyes<br />

y emperadores, publicó en 1801 un<br />

Tratado de la patata en el que presentó<br />

un amplio elenco de recetas; y <strong>los</strong><br />

historiadores de la primera mitad del<br />

siglo XIX remarcaron que las<br />

victoriosas campañas de Napoleón<br />

hubieran sido imposibles si no fuera por<br />

la papa, un alimento fácilmente<br />

transportable y de larga duración.<br />

Polonia, Alemania, Irlanda...<br />

todas las naciones europeas comenzaron<br />

así a crear platil<strong>los</strong> nacionales; y en <strong>los</strong><br />

sótanos de Rusia y de Suecia se inventó<br />

el vodka y el aquavit, licores de papa,<br />

con <strong>los</strong> que el tubérculo peruano logró<br />

finalmente triunfar sobre la alegría de<br />

las fiestas populares. Habían pasado tres<br />

sig<strong>los</strong> <strong>desde</strong> el descubrimiento del Perú.


El éxito de la papa tuvo también<br />

aspectos trágicos: pronto se desarrolló<br />

en Irlanda el monocultivo de este<br />

alimento tan conveniente. La buena<br />

nutrición de <strong>los</strong> irlandeses y su pronta<br />

independencia de las tradicionales<br />

hambrunas, produjo un aumento de la<br />

población, lo que fue uno de <strong>los</strong><br />

principales factores en la tragedia. Una<br />

peste terrible provocada por un hongo<br />

(Phytophtora infestans), destruyó las<br />

cosechas de papa y se desató el drama.<br />

En la década de 1841 a 1851 murieron<br />

en Irlanda cerca de un millón de<br />

personas por hambre, y pocos años más<br />

la población había disminuido, por<br />

muerte y por emigración masiva, a un<br />

42%. Lo que hemos visto en el África<br />

últimamente por otras causas, se<br />

produjo en Irlanda hace siglo y medio<br />

por la crisis de la papa.<br />

Con estos altos y bajos, sin<br />

embargo, la papa ganó finalmente la<br />

batalla y se estableció en Europa y en<br />

todo el mundo civilizado.<br />

Muchas variedades comestibles<br />

de papa aparecieron en el área andina<br />

<strong>desde</strong> las primeras edades; y <strong>los</strong><br />

innumerables tipos que <strong>los</strong> españoles<br />

encontraron al llegar a nuestro territorio<br />

son prueba y tributo de <strong>los</strong> grandes<br />

progresos de la tecnología agrícola que<br />

<strong>los</strong> antiguos peruanos aplicaron a la<br />

selección, domesticación y<br />

perfeccionamiento genético de las<br />

especies.<br />

85<br />

Cuando uno lee que <strong>los</strong><br />

conquistadores castellanos encontraron<br />

que <strong>los</strong> agricultores indígenas habían ya<br />

desarrollado cerca de trescientas<br />

variedades de papa, la reacción normal<br />

es de incredulidad. Y esta reacción se<br />

afianza cuando alguien nos dice<br />

seriamente que ahora <strong>los</strong> genetistas de<br />

la papa han clasificado y producido<br />

¡cerca de cuatro mil papas diferentes!<br />

Esa es la verdad, aunque usted no lo<br />

crea. Si uno visita con ojos de ver la<br />

chacra de un campesino en algún lugar<br />

de <strong>los</strong> Andes, podrá constatar que, en<br />

una parcela de mediano tamaño, el<br />

dueño cultiva simultáneamente una<br />

interesante variedad de papas. Esto le<br />

puede parecer a usted un exceso de<br />

meticu<strong>los</strong>idad botánica, pero no es así.<br />

El campesino andino sabe más que<br />

usted, amigo, y generalmente sabe<br />

también más que el botánico de<br />

escritorio. Hay variedades para todos<br />

<strong>los</strong> pisos ecológicos y para todos <strong>los</strong><br />

climas. Y las hay para todas las<br />

eventualidades y caprichos de la<br />

naturaleza. Las hay resistentes a las<br />

heladas, a las olas de calor, a la sequía o<br />

a las lluvias exageradas, a <strong>los</strong> vientos<br />

huracanados y al granizo, a las pestes<br />

por diversos virus, hongos e insectos, a<br />

la variación de horas sol y a las grandes<br />

oscilaciones diarias de la temperatura.<br />

Hay para todos <strong>los</strong> gustos, y el<br />

agricultor andino que planta diversas<br />

variedades en su parcela lo hace porque<br />

así asegura que, pase lo que pase, un<br />

alto porcentaje de su sembrío va a tener<br />

éxito y no lo va á frustrar en sus<br />

expectativas.


Al ama de casa de Lima, que no tiene<br />

que sembrar ni esperar la cosecha pase<br />

lo que pase, eso no le interesa mucho;<br />

pero sabe muy bien que hay una<br />

variación de papas en el mercado y sabe<br />

cuál es buena para cada guiso. El ama<br />

de casa de París o de Hamburgo está<br />

aún más alejada de estas<br />

complicaciones agronómicas, pero<br />

entiende muy bien que la papa que ella<br />

encuentra en el mercado ha de ser<br />

diferente de la que se siembra en el<br />

Brasil o de la que se vende en el Congo.<br />

Estas son las cosas que hay que<br />

explicarle al peruano que se ha radicado<br />

en Miami: allá no puede sembrar papa<br />

amarilla y se la tienen que enviar <strong>desde</strong><br />

acá, un poco a escondidas, para que<br />

pueda ahogar la nostalgia comiendo<br />

papas a la huancaína; o tiene que pedir<br />

discretamente que le manden unas<br />

cuantas papas "huayro" o qué se yó… y<br />

si aquí al medio se mete un botánico,<br />

nos dirá que no solamente se trata de<br />

variedades y razas del Solanum<br />

tuberosum, la papa de pura sangre, sino<br />

de otras especies de nombres latinos<br />

enrevesados que dejaremos en el<br />

bolígrafo. Para desenredar<strong>los</strong> habrá que<br />

pedir la indispensable asesoría de don<br />

Car<strong>los</strong> Ochoa, el paradigma del<br />

agricultor andino, que es el hombre que<br />

más sabe de papas en todo este planeta.<br />

Muy temprano supieron <strong>los</strong><br />

andinos entender y utilizar la<br />

propagación vegetativa que permite<br />

mantener inmutables las variedades<br />

seleccionadas. La propagación por<br />

86<br />

semillas, el cruzariuento natural y la<br />

segregación, solamente hubieran<br />

alcanzado a producir unas cuantas<br />

variedades que pronto habrían revertido<br />

a las características originales.<br />

El hecho de que <strong>los</strong> agricultores<br />

paleoperuanos hubieran descubierto<br />

oportunamente que todas las<br />

características de una nueva variedad<br />

pueden mantenerse evitando utilizar la<br />

semilla y haciendo la propagación<br />

mediante el tubérculo, fue lo que les<br />

permitió la producción de variedades<br />

estables con una diversidad que lograría<br />

adaptar la papa a todos <strong>los</strong> climas de la<br />

región andina. Los españoles<br />

encontraron papas que crecían en <strong>los</strong><br />

cálidos valles de la costa y otras que se<br />

desarrollaban a 4500 metros de altura<br />

sobre el nivel del mar.<br />

Es extraño comprobar que, a<br />

pesar de lo muy importante que era la<br />

papa en la alimentación del Perú<br />

prehispánico, no llegó a tener la enorme<br />

importancia mitológica y ritual que tuvo<br />

el maíz. No que no aparezca con trazos<br />

antropomorfos en la cerámica costeña ni<br />

que deje de ser tema de mitos, leyendas<br />

y actos mágicos. Pero,<br />

comparativamente al maíz, su influencia<br />

en esos aspectos de la cultura parece<br />

haber sido mucho menor.<br />

Como hemos visto, la historia de<br />

la papa después de la Conquista<br />

constituye un capítulo lleno de<br />

sorpresas, desilusiones, contradicciones<br />

y triunfos largamente esperados


Aunque al principio fue considerada<br />

venenosa en algunos círcu<strong>los</strong> europeos,<br />

en la actualidad la papa ha invadido el<br />

mundo.<br />

Hay casi 4000 variedades<br />

adaptadas a todos <strong>los</strong> climas, a todos <strong>los</strong><br />

sue<strong>los</strong>, resistentes a todas las plagas.<br />

Desde el Centro Internacional de la<br />

Papa que tiene como sede la ciudad de<br />

Lima y donde trabaja el genial Car<strong>los</strong><br />

Ochoa, científicos de todas las naciones<br />

reciben directivas yayuda técnica para el<br />

continuo uso de este magnífico alimento<br />

descubierto por <strong>los</strong> antiguos agricultores<br />

del Ande.<br />

EL YACÓN<br />

(Polymnia sonchifolia)<br />

El vocablo yacón es de origen<br />

quechua y corresponde al aimara<br />

aricoma y al latino Polymnia<br />

sonchifolia. Se trata de una planta cuyo<br />

tamaño varía según las condiciones de<br />

cultivo. Puede llegar a tener hasta dos<br />

metros de alto, pero generalmente llega<br />

hasta la cintura de un hombre común.<br />

Produce raíces gruesas, de 300 a 500<br />

gramos, aunque algunas pueden llegar a<br />

pesar un kg. Son raíces múltiples, que<br />

divergen del tallo principal y que<br />

alcanzan su madurez a <strong>los</strong> seis meses de<br />

edad, lo que se conoce por la<br />

aparición de las flores. Rinde<br />

entre 20 y 30 toneladas por<br />

hectárea.<br />

Los arqueólogos han<br />

87<br />

encontrado evidencias del uso de esta<br />

raíz en tumbas muy antiguas en la costa<br />

peruana. Los habitantes del área andina<br />

la consumían <strong>desde</strong> mucho antes de la<br />

llegada de <strong>los</strong> españoles.<br />

Pertenece a la familia de las<br />

Compuestas (Asteráceas), y por lo tanto<br />

resulta prima de las margaritas, del<br />

girasol y de las dalias. Estas últimas, de<br />

origen mexicano, producen también<br />

gruesos tubércu<strong>los</strong> cuya composición<br />

química se asemeja mucho a la del<br />

yacón.<br />

El yacón es una raíz muy<br />

sabrosa. Dulce, con la consistencia de la<br />

manzana, jugosa y con un aroma<br />

delicado que, alguno dice, recuerda al<br />

de la sandía. Se puede comer crudo,<br />

recién cosechado o asoleado por unos<br />

días para aumentar su dulzura. Se<br />

prepara así como fruta de postre, solo o<br />

con jugo de algún cítrico o con helados<br />

diversos. Se puede licuar y filtrar, y el<br />

jugo es deliciosamente refrescante. Se<br />

consume también en ensaladas, o<br />

hervido en guisos y potajes.<br />

Lo importante de esta raíz es que<br />

sus azucares están almacenados en<br />

forma de inulina. Éste es un polímero de<br />

la levu<strong>los</strong>a o fructuosa, un azúcar de<br />

características muy especiales que,<br />

siendo mucho más dulce que la<br />

glucosa, no tiene <strong>los</strong><br />

inconvenientes de esta última<br />

para <strong>los</strong> diabéticos. Esto es de<br />

gran interés para <strong>los</strong><br />

nutricionistas, y el enfoque


industrial del yacón se basa en la<br />

posibilidad de su uso como edulcorante<br />

en las dietas de diabéticos. El jugo del<br />

yacón, concentrado por ebullición,<br />

forma una especie de melaza que<br />

endulza <strong>los</strong> alimentos sin elevar la<br />

glucosa sanguínea.<br />

Por su agradable gusto y por sus<br />

atrayentes características como alimento<br />

dietético, el yacón ya salió de la región<br />

andina y está siendo cultivado en <strong>los</strong><br />

huertos privados de muchas ciudades en<br />

algunos países industrializados. Se le<br />

augura un interesante desarrollo<br />

industrial. Una sola planta puede dar<br />

hasta 10 kg de raíces.<br />

EL MANI<br />

(Arachis hipogea)<br />

Es de suponer que nadie que<br />

haya visto las maravil<strong>los</strong>as joyas del<br />

Señor de Sipán dudará que <strong>los</strong> antiguos<br />

peruanos cultivaban y comían el maní.<br />

Esto ya se sabía, por supuesto, antes del<br />

descubrimiento magnífico de Walter<br />

Alva: <strong>los</strong> arqueólogos peruanistas han<br />

encontrado el maní con mucha<br />

frecuencia en las tumbas prehispánicas<br />

y se acepta que "esta fruta que crece<br />

tierra", como le llama Monardes en<br />

1574, se originó en la vertiente oriental<br />

de la zona septentrional de <strong>los</strong> Andes.<br />

Su gran utilidad provocó su rápida<br />

difusión a todas las culturas<br />

prehispánicas, y <strong>los</strong> españoles la<br />

encontraron en las Antillas y en México<br />

donde se le llama “maní” (antillano) o<br />

"cacahuate" (México). Hemán Cortés,<br />

88<br />

en sus cartas al rey de España,<br />

menciona repetidamente <strong>los</strong><br />

"cacaguatales", extensos cultivos de este<br />

inmejorable alimento. Como ha<br />

sucedido con otros alimentos, <strong>los</strong><br />

conquistadores del Perú siguieron<br />

usando el vocablo antillano y no<br />

cotizaron el nombre quechua de<br />

"inchic", que todavía es muy popular en<br />

nuestras poblaciones amazónicas.<br />

Los botánicos le llaman Arachis<br />

hipogea y la clasifican, como hemos<br />

visto, en la familia de las leguminosas.<br />

En inglés le dicen pea-nut, nuez de<br />

frijol, y <strong>los</strong> alemanes Erdenuss, nuez de<br />

tierra. Pero no vengan ahora a insistir en<br />

que la palabra maníes africana o árabe<br />

alegando que este maravil<strong>los</strong>o alimento<br />

se originó en esas regiones. Lo que pasa<br />

es que este invento andino llegó al<br />

Africa por el tráfico esc1avista y fue<br />

pronto popularizado como alimento de<br />

<strong>los</strong> pobres. Junto con la yuca, el maní ha<br />

salvado a <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> africanos de<br />

muchas de sus terribles y catastróficas<br />

hambrunas.<br />

El maní fue rápidamente<br />

transferido a España <strong>desde</strong> las Antillas.<br />

Antes de que terminara el siglo<br />

XV, ya era conocido por <strong>los</strong><br />

agricultores de Sevilla. Llegó pronto<br />

también al Africa, por la costa<br />

mediterránea, pero no fue sino a<br />

principios del siglo XIX que comenzó<br />

su cultivo en gran escala en Gambia,<br />

Senegal, Sierra Leona y Nigeria. En<br />

estos países se convirtió, sin mayores<br />

dificultades, en una de las principales


cosechas alimenticias, y salvó a esos<br />

países de las grandes hambrunas que<br />

eran ya tradicionales en la zona.<br />

El maní es una de las<br />

leguminosas más versátiles <strong>desde</strong> el<br />

punto de vista culinario. Comido crudo,<br />

cocido, hervido, horneado o tostado,<br />

sirve para integrar toda clase de platil<strong>los</strong><br />

fríos y calientes, postres y bocadil<strong>los</strong>.<br />

Su alto contenido en grasas<br />

permite extraer, de esta rica semilla,<br />

aceite comestible y aceite industrial; y<br />

la llamada "mantequilla de maní" es un<br />

excelente alimento, nutritivo y<br />

digestible. Esto último, su empleo como<br />

fuente de aceite, fue lo que dio el gran<br />

impulso a su cultivo en Italia y España<br />

durante las últimas décadas del siglo<br />

pasado.<br />

LA YUCA<br />

(Manihot sp.)<br />

La yuca, conocida en todo el<br />

Continente americano <strong>desde</strong> antes de la<br />

invasión europea, es hallada en tumbas<br />

peruanas muy antiguas, <strong>desde</strong> hace tres<br />

y cuatro mil años. Es inconfundible por<br />

su forma y por las características<br />

microscópicas de su almidón. Hubo, y<br />

aún existen, diversas variedades. Unas<br />

dulces e inofensivas y otras amargas y<br />

venenosas que necesitan ser procesadas<br />

para el consumo humano. La que se<br />

consume en la costa andina es la yuca<br />

dulce, pero en la selva amazónica se<br />

usan también las otras variedades. La<br />

89<br />

cerámica precolombina de la costa la<br />

muestra a menudo con rasgos míticos<br />

indicando su importancia ritual y<br />

mágica.<br />

Esta diferencia entre yuca dulce<br />

y yuca amarga es muy importante.<br />

Tanto que ha dado origen a serias<br />

discusiones entre <strong>los</strong> botánicos, y<br />

algunos han propuesto que se trata de<br />

dos especies diferentes: a una le llaman<br />

Manihot dulcis y a la otra Manihot<br />

esculenta. Sin embargo, estas<br />

diferencias botánicas no han calado<br />

muy hondo, y casi todos <strong>los</strong> escritos<br />

sobre esta planta se refieren a una sola<br />

especie: Manihot utilissima, y aceptan<br />

dos variedades: la dulce y la brava.<br />

La razón del amargor de la yuca<br />

brava es la presencia de una sustancia<br />

química, un glucósido que se llama<br />

linimarina, que cuando lo comes se<br />

transforma en cianuro y ahí termina<br />

todo. Desde luego, hay variedades que<br />

tienen más y variedades que tienen<br />

menos, y si eres imprudente ya es<br />

cuestión de suerte. Afortunadamente,<br />

este glucósido se destruye con el calor,<br />

y basta hervir bien la yuca para quitarle<br />

todo su poder homicida.<br />

Así que a cocinar bien la yuca,<br />

por si acaso, y adelante.<br />

Otra forma de quitarle lo<br />

venenoso es rallarla o molerla y lavarla<br />

bien, una vez desmenuzada. El<br />

glucósido de marras es muy soluble


en el agua, y nos deja tranqui<strong>los</strong>.<br />

Es así como se prepara una harina<br />

con la que se hace pan y que se<br />

llama "casabe", otra palabra de<br />

las Antillas. Es un pan muy rico y<br />

muy nutritivo que, primero por el<br />

lavado y después por el<br />

cocimiento, ha sido castrado y es<br />

inofensivo.<br />

La yuca que comemos en la<br />

costa del Perú es mansa tiene<br />

pequeñísimas cantidades del compuesto<br />

ponzoñoso en la cáscara y por eso no se<br />

recomienda comer yuca con cáscara y<br />

cruda, a menos que seas ingenuo,<br />

ignorante, hambriento y apurado. Las<br />

yucas bravas son las silvestres y algunas<br />

cultivadas en la selva pero, repetimos,<br />

bien peladas, lavadas, y en manos de la<br />

cocinera, no hay problema, a pesar de<br />

que la experiencia nos demuestra con<br />

frecuencia que hay yucas y yucas.<br />

La voz "yuca" es de origen<br />

caribe y fue adoptada por <strong>los</strong> españoles<br />

que después no hicieron mucho caso del<br />

quechua "rumu". La masa hecha con la<br />

90<br />

yuca molida, o su harina, recibían<br />

en la zona quiché (Guatemala) el<br />

nombre de "mantioc" o "manioc",<br />

lo que originó la palabra<br />

"mandioca" y el término científico<br />

de Manihot utilissima.<br />

La cerveza preparada con<br />

la yuca se denomina "masato", y es una<br />

chicha que a muchos les gusta. No ha<br />

sido muy aceptada por el gusto<br />

occidental. En la región oriental del<br />

Perú, la toman para embriagarse o para<br />

pasar un buen rato.<br />

La yuca se prepara asada, frita,<br />

hervida, en potajes, sancochados,<br />

bocaditos y postres. A nadie con cierta<br />

experiencia culinaria se le ocurre comer<br />

yuca cruda. Hay que tener paciencia. Al<br />

final, la yuca resulta nutritiva y<br />

beneficiosa.<br />

Una forma de prepararla,<br />

siguiendo recetas de origen africano, es<br />

la chapana, una especie de tamal dulce<br />

de yuca con azúcar negra, que se come<br />

frío.


Los españoles que llegaron al Perú<br />

conocían varias clases de zanahorias<br />

(Daucus carota). Le llamaban zanahoria<br />

salvaje a la que crecía silvestre en <strong>los</strong><br />

campos de Castilla; zanahoria hortense<br />

era la cultivada, y había una de raíz<br />

blanca "por todas partes", otra roja, otra<br />

de color anaranjado que es la que por<br />

acá conocemos, y una, apunte usted<br />

bien, amigo gastrónomo: "por de fuera<br />

muy negra y por de dentro sanguínea".<br />

Se comían crudas o después de<br />

cocinarlas, hirviéndolas o asándolas, lo<br />

que las hacía más agradables y sabrosas.<br />

Otros las endulzaban con miel o con<br />

azúcar para "engañar a <strong>los</strong> paladares<br />

tiernos y delicados"...<br />

Esta raíz se incorporó pronto a<br />

nuestra cocina nacional y ha sido<br />

adoptada como propia en todas las<br />

regiones del Perú, <strong>desde</strong> su llegada a <strong>los</strong><br />

pocos años de la Conquista.<br />

El nabo (Brassica napus), raíz de una<br />

variedad de col, el rábano (Raphanus<br />

sativa),la betarraga (Beta vulgaris) y la<br />

LAS RAÍCES FORÁNEAS<br />

91<br />

remolacha dulce (Beta altísima)<br />

llegaron también con <strong>los</strong> primeros<br />

españoles limeños. Son de las pocas<br />

raíces que se consumían en Europa<br />

antes de Colón y a ellas solamente<br />

tenemos que agregar el ajo y la cebolla<br />

que trataremos entre <strong>los</strong> condimentos.<br />

No está de más mencionar aquí<br />

el "ñam" o "ñame", una Dioscorea que<br />

muchos consideran que es indígena de<br />

la América Tropical pero que, también<br />

muchos, dicen que fue introducida<br />

<strong>desde</strong> el Africa a comienzos del siglo<br />

XVI, vía Brasil. Al lado de ésta, hay<br />

varias aráceas de <strong>los</strong> géneros Colocasia,<br />

Xanthosoma, etc., cuyo origen es casi<br />

seguramente americano pero que<br />

algunos dudan y no descartan su posible<br />

venida <strong>desde</strong> el Africa. La "uncucha", la<br />

"papa china" están en ese grupo. Lo<br />

dejaremos así por el momento,<br />

recordando el uso de estas raíces en la<br />

dieta de nuestra población selvática.


CAPÍTULO III<br />

LOS FRUTOS Y LAS FRUTAS<br />

__________________________________________<br />

Para no ponerme a discutir con mis<br />

buenos amigos lingüistas/ diremos aquí<br />

que <strong>los</strong> otros amigos/ <strong>los</strong> botánicos,<br />

llaman fruto al órgano propio de las<br />

plantas fanerógamas, producto de la<br />

fecundación del ovario y que contiene<br />

las semillas. En cambio, se llama fruta<br />

al fruto de ciertos vegetales que es<br />

comestible, de sabor agradable y de<br />

apariencia en general vistosa. Así dice<br />

el diccionario. Pero después viene el<br />

uso de las palabras y empieza la<br />

confusión. Porque nos dicen que la papa<br />

y el camote son frutos de la tierra y en<br />

realidad son raíces. Y porque nos dicen<br />

que la cuenta bancaria que tiene mi<br />

vecino es fruto de su trabajo honrado/y<br />

porque es fruta prohibida... ¿En qué<br />

quedamos? Eso le pasa al castellano por<br />

ser un idioma tan rico/ que le pone<br />

género a todos <strong>los</strong> sustantivos y crea<br />

confusiones con el significado<br />

simbólico de <strong>los</strong> términos. Desde el<br />

punto de vista botánico, todo lo que<br />

ahora vamos a mencionar son frutos;<br />

pero, al mismo tiempo, una buena parte<br />

92<br />

de estos frutos adquieren su feminidad<br />

de frutas por su uso como postre. Aquí<br />

van, entonces, <strong>los</strong> frutos y las frutas que<br />

llegan ahora a la mesa peruana como<br />

tales. Porque hay otros frutos, como las<br />

legumbres, como algunos condimentos<br />

y no pocos cereales que, por sus usos<br />

propios y características diferenciales,<br />

van a ser tratados en capítu<strong>los</strong> aparte.<br />

Aún así, reduciendo el objetivo de este<br />

capítulo a las frutas y <strong>los</strong> frutos/ se nos<br />

han de escapar una buena cantidad de<br />

frutos de nuestra selva como las<br />

grosellas, el camu-camu, el guaraná, el<br />

sapote, etc./etc. para cuya descripción y<br />

usos el lector tendrá que acudir a<br />

lecturas especializadas.<br />

Empezaremos por las frutas y frutos que<br />

nacieron aquí. No estarán todos. En su<br />

arrolladora erudición, Eric Antúnez de<br />

Mayolo nos da una larguísima lista de<br />

frutas que formaban parte de la mesa<br />

del Inca y que ahora han desaparecido<br />

del consumo diario y son curiosidades<br />

botánicas o alimentos exóticos.


EL TOMATE<br />

(Solanum Lycopersicum) o<br />

(Lycopersicum esculentum)<br />

Hay alguna confusión sobre el<br />

origen del tomate, conocido<br />

mundialmente por este vocablo de<br />

origen mexicano. El tomate es de origen<br />

andino, donde todavía crece silvestre.<br />

En tumbas peruanas de hace casi nueve<br />

mil años, se ha hallado evidencias de<br />

que este fruto era parte de la<br />

alimentación humana <strong>desde</strong> esa época.<br />

Era, sin embargo, un tomate pequeño y<br />

silvestre. Está establecido que el tomate<br />

grande, que originó las variedades que<br />

hoy son populares en todo el mundo,<br />

fue un producto de la habilidad de <strong>los</strong><br />

agricultores mexicanos modificando,<br />

mediante el cultivo, el original tomate<br />

andino. En muchas monografías se<br />

insiste en recalcar<br />

aisladamente este último<br />

hecho y se produce así una<br />

aparente distorsión histórica<br />

sobre el verdadero origen<br />

paleobotánico<br />

Cuando el tomate entró a Italia<br />

llevado por <strong>los</strong> españoles, fue llamado<br />

en un principio "mela (manzana)<br />

peruviana". Fue recibido con mesura, y<br />

tímidamente incorporado al arte<br />

culinario de ese país; pero, como<br />

veremos, después tomó tal impulso y en<br />

tal forma que en muchos ambientes de<br />

cocina internacional se cree que el<br />

tomate es de origen italiano. A España<br />

93<br />

también había entrado sin entusiasmo,<br />

proveniente de México, con un nombre<br />

prestado de otro fruto: Los antiguos<br />

mexicanos, y aún muchos<br />

contemporáneos, llamaban "tomate" a<br />

una fruta parecida (Physalis ixocarpa) y<br />

denominaban "jitomate" al que ahora<br />

nos ocupa. Con ese nombre prestado, el<br />

Solanum lycopersicum se incorporó<br />

como condimento a la cocina española.<br />

Pero hasta el siglo pasado, por razones<br />

que ahora veremos, todos <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> de<br />

habla inglesa consideraban al tomate<br />

como un fruto de sabor repelente y<br />

potencialmente tóxico. Hoy el tomate<br />

constituye una de las cosechas más<br />

importantes de la horticultura masiva<br />

norteamericana. Largo camino <strong>desde</strong> <strong>los</strong><br />

humildes orígenes del "tomatillo<br />

silvestre" de nuestros Andes.<br />

El tomate fue llevado a España<br />

en 1523, antes del<br />

Descubrimiento del Perú. Está<br />

claro ahora que su antecesor,<br />

paleobotánico, el tomatillo<br />

silvestre, había venido de la<br />

región andina. Y está claro también que<br />

el agricultor mexicano prehispánico fue<br />

el que supo desarrollar el producto hasta<br />

convertido en esa fruta bella y extraña<br />

que llegó por primera vez a Italia en<br />

1544. Allí, Pedro Andrés Mattioli<br />

describió el tomate como una "mela<br />

insana" (manzana insalubre), y fue<br />

solamente su belleza como planta<br />

ornamental la que mantuvo el interés de<br />

<strong>los</strong> horticultores italianos.


En1586 Constanzo Felice, un<br />

gastrónomo italiano, al comentar que<br />

algunas personas de gusto extravagante<br />

lo comían en ensalada, le escribió a su<br />

amigo Ulises Adrovandi: "El pomodoro<br />

(tomate), como se le llama vulgarmente<br />

por su intenso color, o verdadera<br />

manzana del Perú, queja gente ávida de<br />

cosas nuevas come crudo o frito, a<br />

mi gusto es más bello que<br />

sabroso En España,<br />

algunos lo comían en ensalada<br />

durante la segunda mitad del<br />

siglo XVI pero un famoso libro<br />

de cocina de 1611 lo describe<br />

como alimento de inferior<br />

calidad. En Francia, el médico y<br />

botánico Dalechamps había ya escrito<br />

en 1554 que el tomate era peligroso por<br />

ser de la familia de la mandrágora..."<br />

aunque algunos lo comen con aceite, sal<br />

y pimienta y en Suiza, Teodoro<br />

Zwinger, médico y botánico de Basilea,<br />

se extrañaba en 1696 de que este fruto<br />

se comiese en Italia a pesar de ser<br />

considerado un alimento malsano. Todo<br />

esto se decía en esos tiempos y <strong>los</strong><br />

europeos dudaron muy largamente antes<br />

de decidirse a comer tomates. Alguien<br />

por a1ú decía también que era un<br />

peligroso afrodisíaco y lo apodaban<br />

"manzana del amor" "pomme d'amour"<br />

y "love-apple". Lbs científicos europeos<br />

estaban ¡como para tirarles tomates!<br />

Aún <strong>los</strong> botánicos andaban<br />

confundidos. Originalmente lo<br />

bautizaron como Solanum<br />

Lycopersicum. Ya allí se contaminaban<br />

94<br />

con ciertos prejuicios pues "solanum" lo<br />

hacía pariente carnal cercano de la<br />

belladona, de la mandrágora y de las<br />

daturas, primas de fama brujeril, y lo<br />

relacionaban con la papa que andaba en<br />

serios problemas. Lo de "lycopersicum"<br />

era peor, porque eso, en buen latín<br />

significa "melocotón de <strong>los</strong> lobos", un<br />

apodo poco elegante y solamente<br />

atractivo para la caperucita roja.<br />

Hasta ahora, algunos botánicos<br />

le siguen llamando así, aunque a<br />

otros le llaman Lycopersicum<br />

esculentum, que no es mucho<br />

cambio.<br />

La cocina italiana aceptó muy<br />

temprano el tomate aunque, si leemos<br />

con cuidado a Goethe, cuando relata su<br />

viaje a Italia en 1787, veremos que<br />

habla de "todo tipo de macarrones, una<br />

pasta delicada... servida en todas formas<br />

pero era una comida blanca…<br />

No menciona para nada el tomate que,<br />

con toda seguridad, le habría llamado la<br />

atención pues no era conocido en<br />

Alemania. Seguramente la cocinera o el<br />

anfitrión de Goethe en Venecia<br />

temieron ofender a tan delicada<br />

personalidad con algún plato de<br />

apariencia tan sanguinaria. Por otro<br />

lado, en 1760, José Quer, un famoso<br />

botánico catalán, nos contaba que "en<br />

Nápoles <strong>los</strong> comen aderezados en<br />

ensalada y entre nosotros no tienen<br />

comparación con otros vegetales en las<br />

suntuosas y delicadas mesas...<br />

sazonando <strong>los</strong> más sabrosos manjares y<br />

formando la delicada Salsa que da<br />

agradable sainete al cocido y otros platos. El pueblo (español), además de


usados en todos <strong>los</strong> guisados, <strong>los</strong> comen<br />

en ensaladas y crudos con un poco de<br />

sal.. son el general desayuno de <strong>los</strong><br />

trabajadores en la Mancha, Valencia y<br />

Andalucía... una fritada de tomates y<br />

pimientos forman la comida y la cena<br />

de <strong>los</strong> pobres que engordan y se<br />

fortalecen en la temporada de <strong>los</strong><br />

tomates... en nuestra España no sólo no<br />

son dañosos sino alimento saludable..."<br />

Como planta de adorno, Tomás<br />

Jefferson cultivaba tomates en su jardín<br />

pero está claro que no se le ocurría<br />

comerlo. Los Estados Unidos de<br />

América era, en ese entonces y <strong>desde</strong> el<br />

punto de vista gastronómico, un país<br />

sub-desarrollado.<br />

A principios del siglo XIX,<br />

Inglaterra y todo el norte de Europa<br />

mostraban poco o ningún interés<br />

gastronómico por este fruto tan<br />

sospechoso. Parte de esta actitud pasó a<br />

<strong>los</strong> Estados Unidos de América. Allí<br />

siempre se mantuvo para el tomate esa<br />

fama de fruta malsana y venenosa.<br />

En 1860, un famoso libro de<br />

consulta para amas de casa<br />

norteamericanas llamado "Godey' s<br />

Lady's Book" decía que la única forma<br />

en que el tomate no era venenoso era si<br />

se le hervía por lo menos durante tres<br />

horas. Decir que un sujeto había comido<br />

tomate equivalía a decir que se había<br />

suicidado. Se dice que eso comenzó a<br />

cambiar cuando un caballero del pueblo<br />

de Salem se paró al frente de la corte de<br />

95<br />

justicia de la población y, rodeado de<br />

una multitud de azorados espectadores,<br />

se comió dos tomates ¡Horror! Todos<br />

sabemos que es precisamente en Salem<br />

donde se hizo más notoria la cacería de<br />

brujas y donde la gente estaba más<br />

impresionada por estos arranques de<br />

magia diabólica. El excéntrico comedor<br />

de tomates, que se llamaba Robert<br />

Gibbon Johnson, no se envenenó ni lo<br />

quemaron. Murió años más tarde de<br />

muerte natural, después de una vida<br />

sana comiendo tomates. Ahora, todos<br />

<strong>los</strong> años durante el mes de agosto, en<br />

una fiesta local, un sujeto vestido a la<br />

antigua se para en el mismo sitio<br />

rodeado de una multitud que le grita".<br />

No lo comas, por favor, no lo<br />

comas!..."Aquello, y la inmigración<br />

italiana a ese país, hizo pronto inclinar<br />

la balanza. En 1856 Francesco Cirio<br />

había comenzado en Turín la<br />

producción industrial de conservas<br />

alimenticias y en 1875 inauguró la<br />

primera gran fábrica de conservas de<br />

tomate. Treinta años después, Italia se<br />

convirtióen el país líder de la<br />

producción y promoción del tomate en<br />

todo el mundo. Los Estados Unidos se<br />

subieron al carro, y el tomate se<br />

convirtió en absoluta necesidad<br />

mundial.<br />

Los gastrónomos chinos, que<br />

también comenzaron a adoptar el<br />

tomate a fines del siglo pasado,<br />

inventaron una salsa a base de este<br />

fruto. Por su parecido a otra salsa que<br />

tenían a base de una salmuera de<br />

pescado que se llamaba "Koe-chiap", <strong>los</strong> restaurantes chinos de California


popularizaron esta nueva salsa de<br />

tomate bautizándole "Ket-chup" y<br />

haciéndola el sabor nacional de <strong>los</strong><br />

Estados Unidos de América.<br />

En la actualidad, se calcula que,<br />

en <strong>los</strong> Estados Unidos de América, se<br />

venden alrededor de cuatro mil millones<br />

de dólares de tomate cada año. En<br />

cuatro o cinco años/ pagaríamos nuestra<br />

deuda nacional a tomatazos. Eso sin<br />

contar <strong>los</strong> tomates de <strong>los</strong> invernaderos<br />

de Francia, de <strong>los</strong> desiertos de Israel, de<br />

<strong>los</strong> huertos de Holanda y de <strong>los</strong> miles de<br />

hectáreas italianas dedicadas a su<br />

cultivo. La mayor parte de <strong>los</strong> tomates<br />

que se venden en <strong>los</strong> países<br />

industrializados se cosechan cuando aún<br />

están verdes...cuando empiezan a<br />

mostrar algunas manchas rosadas. Esto<br />

permite al comerciante un mayor<br />

margen para su comercialización<br />

adecuada... y si 10 tienen que enrojecer<br />

rápidamente por las necesidades del<br />

mercado, se usa el acetileno y ya está.<br />

96<br />

Lo que no es muy bueno para el<br />

gastrónomo... pero dinero es dinero.<br />

En la Universidad de California<br />

en Davis, uno de <strong>los</strong> grandes expertos<br />

en tomates, el profesor Charles M. Rick<br />

guarda ahora parte del tesoro de Imai<br />

Maman. Este caballero se ha paseado<br />

por toda la cordillera de <strong>los</strong> Andes (allí<br />

donde se originó el tomate, amigos<br />

mexicanos) y se dedicó a coleccionar<br />

todas las plantas silvestres que alguna<br />

relación pudieran tener con el origen de<br />

este fruto tan indispensable para la vida<br />

de <strong>los</strong> norteamericanos actuales. Ha<br />

encontrado once diferentes especies que<br />

pertenecen al árbol genealógico del<br />

tomate y ha acallado ya toda discusión<br />

sobre las raíces de la insalubre y<br />

venenosa manzana peruviana... Lo<br />

demás es salsa de tomate.


EL TOMATE DE ÁRBOL<br />

(Cyphomandra Sp.)<br />

Esta fruta típicamente andina se<br />

cultiva en las huertas de toda la serranía,<br />

<strong>desde</strong> Colombia hasta Bolivia. Su<br />

imagen aparece en la cerámica<br />

prehispánica del Perú, documentando su<br />

antigüedad entre nosotros. Aunque<br />

todos le decimos tomate, su nombre<br />

botánico es Cyphomandra betacea o<br />

C.crasifolia y no tiene sino un lejano<br />

parentesco con el tomate de que tanto<br />

hemos escrito. Pero aunque no sea<br />

pariente, sabe casi exactamente igual, es<br />

rojo o amarillo como el tomate, y se usa<br />

en la misma forma y en <strong>los</strong> mismos<br />

guisos que el tomate común y corriente,<br />

solamente que se produce en un árbol.<br />

Los excelentes agricultores de<br />

Nueva Zelandia lo cultivan<br />

industrialmente y lo exportan en<br />

grandes cantidades a todo el mundo. Le<br />

han puesto un nuevo nombre,<br />

"tamarillo", para separarlo del tomate en<br />

la mente de las gentes y para olvidarse<br />

un poco de su origen andino. Es un<br />

éxito. Pero como es originario de<br />

nuestro territorio, nuestros agricultores<br />

no lo cotizan. En el Cusco y en<br />

Cajamarca, le dicen "berenjenita"<br />

97<br />

PAN DE ÁRBOL<br />

(Artocarpus incisus)<br />

En nuestra selva se ha<br />

popularizado mucho el llamado "pan de<br />

árbol" o "árbol del pan", al punto que<br />

más de un sabio de salón jura que es<br />

originario de nuestro país. Pero nos ha<br />

llegado del sudeste de Asia y de la<br />

Polinesia; y quienes gustan del buen<br />

cine y de la literatura, recordarán<br />

"Motín a Bordo" con Charles Laughton<br />

caracterizando al terrible Capitán Bligh<br />

que viajó a Tahití en 1787 y fracasó en<br />

su intento de traer más de mil plantones<br />

de "árbol del pan" a Jamaica. Eso fue<br />

verdad. La dramática aventura había<br />

sido inspirada y estimulada <strong>desde</strong> 1780<br />

por <strong>los</strong> terratenientes ingleses de<br />

Jamaica, que necesitaban alimentos para<br />

sus esclavos africanos y que, por esa<br />

época, le habían pedido al rey Jorge III<br />

que trajese a Jamaica el maravil<strong>los</strong>o<br />

árbol de Tahití.<br />

Lo que no recuerda la mayoría<br />

de <strong>los</strong> que van al cine es que el capitán<br />

Bligh no se dio por Vencido. Después<br />

de su fracaso y de la secuela de<br />

problemas que tuvo que soportar, fletó<br />

nuevos l1arcos y zarpó nuevamente en<br />

1791; y casi dos años más tarde llegaba<br />

a Jamaica con 2126 plantones de<br />

diversas variedades de "árbol de pán".<br />

Desde Jamaica, esta útil planta<br />

pasó a todas las Antillas y. después a<br />

Sudamérica. Ahora, donde usted vaya<br />

en la Amazonía, alguien tiene


este árbol en su patio trasero, gracias al<br />

Capitán Bligh.<br />

Hay docenas de maneras de<br />

consumir el "pan de árbol" y podría<br />

escribirse todo un libro con recetas. Se<br />

consume aún verde o completamente<br />

maduro. El verde se cocina hirviéndolo,<br />

horneándolo o asándolo. El fruto<br />

maduro es dulce y combina bien con<br />

coco, leche, huevos, canela, nuez<br />

moscada, vainilla y azúcar para hacer<br />

postres en diversas mezclas crudas o<br />

cocidas.<br />

LA PALTA<br />

(Persea gratísima)<br />

El vocablo palta es de origen<br />

quechua y ha sido adoptado en casi toda<br />

la América del Sur para denominar la<br />

misma fruta que en México y Centro<br />

América se llama aguacate, una palabra<br />

derivada dellenguaje Nahuatl (azteca).<br />

Estirando esta última denominación, <strong>los</strong><br />

de más al norte le llaman avocado, un<br />

nombre que, por lo menos, es más<br />

respetuoso que el que le daban a<br />

principios de siglo, cuando le decían<br />

"alligator pear" (pera de lagarto)<br />

!Lagarto! Unos botánicos le llaman<br />

Persea americana y otros Persea<br />

gratísima. Eso está mejor...<br />

La "palta" o "aguacate" estaba<br />

extendida por todo el Continente<br />

cuando vino la invasión europea. Los<br />

antiguos andinos realizaban, en el<br />

tiempo de la Conquista, grandes<br />

festividades de la fertilidad en relación<br />

98<br />

con la cosecha de paltas. No es muy<br />

frecuente su representación cerámica y,<br />

aún cuando pudiera serio, es difícil<br />

diferenciar estas imágenes de ciertos<br />

tipos de calabaza. Pero en tumbas muy<br />

antiguas se han encontrado semillas de<br />

palta, clara prueba de que esta fruta era<br />

utilizada <strong>desde</strong> hace mucho tiempo en el<br />

Perú.<br />

Como sucede con muchos otros<br />

vegetales del Nuevo Mundo, la primera<br />

mención de la palta en Europa proviene<br />

de Oviedo, en el Caribe, en 1526. Esta<br />

fue seguida por diversas notas de Cieza,<br />

Sahagún, Motolinio, etc. para coronarse<br />

con la descripción botánica de Clusius<br />

en 1605. Se dice que el primer árbol de<br />

palta que floreció en Europa fue uno de<br />

un jardín botánico en Holanda al<br />

comienzo del siglo XVIII.<br />

Por su especial consistencia, que<br />

da la impresión de ser tan grasosa como<br />

una mantequilla vegetal, algunas<br />

comadres dicen que "tiene demasiada<br />

grasa" y, como es amarilla, otras dicen<br />

que "recarga el hígado".<br />

No hay razón para decir lo<br />

último. La grasa que contiene la palta es<br />

muy digestible y bien tolerada; tiene un<br />

alto contenido de grasas (520%) pero al<br />

mismo tiempo contiene sustancias que<br />

disminuyen el colesterol sanguineo.<br />

Tiene además una excelente proporción<br />

de vitaminas (A,B,e) y minerales. El<br />

fruto es muy tóxico si se consume<br />

verde. Además es amargo, lo que<br />

protege a <strong>los</strong> no avisados.


El aceite de palta es excelente<br />

para uso culinario, con elevada<br />

digestibilidad y larga estabilidad<br />

química. Pero su alto costo de<br />

producción hace que su uso principal<br />

esté en la industria de cosméticos.<br />

Es una fruta muy sana y nunca<br />

le ha hecho daño a nadie. Don Juan<br />

Fernández Ferraz nos dice que<br />

"ahuacati", el término mexicano que dio<br />

origen a su nombre mesoamericano,<br />

significa "testículo". Por la forma, dice.<br />

Los antiguos peruanos hacían grandes<br />

fiestas y orgías sexuales anualmente<br />

para celebrar la maduración y cosecha<br />

de las paltas. Se llamaban atacaymita.<br />

Se dice que esto era porque la palta<br />

tiene la forma de un útero fértil... Parece<br />

ser que esta fruta tan inocente era<br />

blanco de acusaciones sexualistas<br />

injustificadas; en 1621 el Doctor Matías<br />

de Porres escribía en Lima que la palta<br />

era "sana y útil para <strong>los</strong> recién casados".<br />

Tomaremos nota.<br />

La palta es un fruto tan<br />

conocido ahora en todo el mundo<br />

que parecería ocioso que dijéramos<br />

aquí cómo se come. Fresca, con<br />

salo con azúcar, o simplemente así<br />

como Dios te la ofrece. En<br />

ensalada, en salsas, sandwiches,<br />

puré (guacamole), partida en dos y<br />

rellena con diversas mezclas que<br />

incluyen verduras, legumbres, salsas,<br />

mariscos y embutidos; y no la cocine<br />

usted porque su contenido en taninos le<br />

juega una broma y le da un amargor que<br />

malogra todo. Pero cruda en rebanadas<br />

99<br />

la puede usted servir con cualquier sopa<br />

caliente y queda rico.<br />

La hibridación y selección de<br />

variedades ha dado origen a un gran<br />

número de cepas, razas y cultivares<br />

cuyas características y ventajas para<br />

cada clima y cada necesidad son<br />

meticu<strong>los</strong>amente descritas por Julia<br />

Morton en una lista de más de cincuenta<br />

títu<strong>los</strong>.<br />

LAS CALABAZAS<br />

(Cucurbita sp.)<br />

Desde la época de la<br />

agricultura incipiente del Perú<br />

aparecieron, aliados de <strong>los</strong> pallares,<br />

diversos tipos de calabazas y zapal<strong>los</strong>.<br />

Algunas no comestibles eran cultivadas<br />

o recolectadas con objeto de vaciar su<br />

dura cáscara y utilizar ésta como<br />

recipiente. Son llamados "mates" y<br />

precedieron a las vasijas cerámicas. El<br />

mate burilado con fuego, mostrando<br />

diseños estilizados, es producto del arte<br />

más antiguo en el Perú y todavía<br />

podemos admirarlo en algunos<br />

grupos humanos contemporáneos<br />

de nuestra Sierra Central.<br />

Todas las calabazas y<br />

zapal<strong>los</strong> que usted pueda<br />

encontrar en una mesa moderna,<br />

son originarios de la América<br />

Tropical. Esto incluye, <strong>desde</strong> luego, a<br />

gran parte de nuestro actual territorio.<br />

Más de uno, por distorsión histórica,<br />

cree que <strong>los</strong> "zapallitos italianos"


100


son italianos. "Zucchini", les dicen.<br />

Pero no es verdad. Originalmente son<br />

de por acá. En algunos escritos<br />

españoles previos al Descubrimiento de<br />

América, se menciona la "calabaza".<br />

Parece ser que el vocablo existía, pero<br />

era usado para melones, sandías y otras<br />

cucurbitáceas. No para lo que ahora en<br />

tendemos por ese nombre.<br />

Estas plantas muestran muchas<br />

razas y variedades en tamaño,<br />

color, textura, sabor y forma.<br />

Tienen cuatro troncos genéticos<br />

principales: la Cucurbita maxima<br />

(zapallo gigante), la c.pepo<br />

(zapallito), la c.moschata (zapallo<br />

loche) y la Lagenaria sp.(calabaza o<br />

mate)<br />

Son promiscuas, si las hemos de<br />

considerar puritanamente, y se cruzan y<br />

recruzan entre ellas con una ingenuidad<br />

encantadora dando origen a híbridos y<br />

mezclas genéticas que escandalizarían<br />

al chismoso más liberal. La Cucurbita<br />

maxima es nuestro zapallo, el grandote,<br />

con <strong>los</strong> frutos más gigantescos del<br />

mundo. Llega a pesar más de ochenta<br />

ki<strong>los</strong> y puede alimentar a una familia<br />

por varias semanas ya que tiene una<br />

especial resistencia al deterioro después<br />

de ser cosechado. Llegó a Europa <strong>desde</strong><br />

1544'y, aunque no es cultivada allá<br />

como representante puro de su especie,<br />

se usa su capacidad genética para<br />

muchas variedades más manejables.<br />

Una variedad es la que se cultiva en <strong>los</strong><br />

Estados Unidos de América y se<br />

101<br />

cosecha al final del otoño. Los frutos se<br />

han convertido, debidamente recortados<br />

y adornados, en el símbolo del día de<br />

"Halloween", la víspera de Todos <strong>los</strong><br />

Santos. La difusión de las calabazas y<br />

zapal<strong>los</strong> en Europa fue rápida y amplia.<br />

En 1550, ya Agustín Gallo habló de tres<br />

calabazas (zucche) en Italia: la blanca,<br />

la marina y la turca(*) y durante la<br />

segunda mitad del siglo XVI, la pintura<br />

y el dibujo de toda Europa nos muestran<br />

calabazas, zapal<strong>los</strong> y calabacines<br />

de todo tipo y para todos <strong>los</strong><br />

gustos. Todo venía de nuestra<br />

mitad del Mundo.Un escrito<br />

reciente nos dice que ahora se<br />

produce en Europa bastante más<br />

de un millón de toneladas de calabazas.<br />

En Italia, menos del 5% de la<br />

producción es de zapal<strong>los</strong> o calabazas<br />

grandes y maduras. Los italianos<br />

prefieren <strong>los</strong> zucchini... a <strong>los</strong> que<br />

nosotros, cortésmente, les llamamos<br />

"calabacitas italianas". Porcariño.<br />

El zapallo grande es de uso<br />

común en muchos guisos y potajes en el<br />

Perú. El más popular es el ''1ocro'', una<br />

adaptación criolla del original "rocro"<br />

de <strong>los</strong> antiguos quechuas que hemos<br />

mencionado anteriormente.<br />

Hay otras cucurbitáceas importantes<br />

(*) Nota: Varios alimentos provenientes de América<br />

recibieron en Europa el sobrenombre de "turcos" (el<br />

maíz, el pavo, la calabaza) por ser materia de<br />

comercio de <strong>los</strong> tomerciantes y marinos turcos que<br />

cruzaban el Mediterráneo.


en nuestra alimentación que no<br />

son de nuestro continente como la<br />

sandía que nos llegó del África y<br />

<strong>los</strong> melones que vinieron del Asia<br />

Menor. Son frutas de postre que<br />

no necesitan descripción aquí.<br />

Pero dentro de esta amplia<br />

familia botánica, nuestros visitantes<br />

necesitarán que les expliquemos que la<br />

caigua (Cyclanthera pedata) es cultivada<br />

en el Perú <strong>desde</strong> hace cerca de mil años<br />

y la seguimos usando para guisos y<br />

preparándola rellena con diversas<br />

mezclas y combinaciones. Su nombre<br />

quechua es "achoccha". El otro día me<br />

dijeron que su consumo baja el<br />

colesterol. Parece que es cierto.<br />

Nuestros zapal<strong>los</strong> no se salvaron<br />

de la obsesiva preocupación que<br />

algunos científicos de sotana tenían por<br />

la castidad de sus feligreses. En el siglo<br />

XVI, las "cuatro semillas frías" de las<br />

farmacopeas españolas eran la semilla<br />

de zapallo, de cohombrillo, de melón y<br />

de sandía. Tenían la santificante<br />

facultad "de enfriar el excesivo ardor<br />

del sexo y de disminuir la producción<br />

del semen"... Cuídense <strong>los</strong> galanes y<br />

tomen nota las señoras ce<strong>los</strong>as.<br />

Otra calabaza, llamada en<br />

México "Chayote" y entre nosotros<br />

"caigua chilena" (Sechium edule) se usa<br />

también en guisados diversos y su<br />

cáscara, vaciada del contenido con el<br />

que se hace puré, se rellena con diversas<br />

mezclas de pan, azúcar y queso para<br />

hornearla y preparar ricos entremeses.<br />

102<br />

LA GUAYABA<br />

(Psidium Guajava)<br />

Cuando <strong>los</strong> bajeles<br />

españoles llegaron a las<br />

Antillas, se encontraron con<br />

esta fruta que, en <strong>los</strong> idiomas de esa<br />

región, se denominaba con algún<br />

vocablo algo parecido a "guayaba", que<br />

fue castellanizado y absorbido. En taíno<br />

era guaiava, en calina era koyabu y en<br />

caribe era walaba.<br />

Después, como veremos, fue<br />

llevada a todo el Mundo conocido<br />

donde ha recibido nombres que suenan<br />

más o menos igual, con excepción de<br />

vocab<strong>los</strong> provenientes de lenguajes y<br />

dialectos muy circunscritos. Por de<br />

pronto, en toda la América española<br />

está generalizado el nombre de<br />

"guayaba" que le dio Fernández de<br />

Oviedo en Haití <strong>desde</strong> 1514; <strong>los</strong><br />

franceses le llamaban "goyave"; <strong>los</strong><br />

holandeses, "goeajaaba"; <strong>los</strong><br />

portugueses "goiaba". Después de<br />

cruzar el Pacífico, en las Filipinas la<br />

bautizaron "bayábas", ''bayabás'' o<br />

"guayabas" y al cruzar el Atlántico sur<br />

hacia el Continente africano, recibió el<br />

nombre de "eguaba" "oguawa", o<br />

"aguaba".<br />

Los ingleses economizaron una<br />

sílaba y se quedaron con "guava", lo<br />

que produce un problema pues ese es el<br />

nombre que <strong>los</strong> peruanos le damos al<br />

"pacae" (lnga feullei), un fruto


completamente diferente descrito en el<br />

capítulo de las leguminosas.<br />

Hay muchas variedades de<br />

guayaba, pero las dos principales se<br />

caracterizan por la forma del fruto: unas<br />

de fruto redondo y otras de fruto<br />

piriforme. La diferencia es tal que hasta<br />

hace poco tiempo <strong>los</strong> botánicos<br />

consideraban dos especies<br />

diferentes: Psidium pomiferum<br />

(redondo) y Psidium pyriferum<br />

(forma de pera).<br />

Ahora se acepta que ambas<br />

pertenecen a una sola especie<br />

Psidium guajava, y las otras<br />

son simplemente variedades.<br />

Sin embargo, la gente sigue<br />

considerando ambas guayabas un tanto<br />

diferentes y en la India, por ejemplo, la<br />

guayaba piriforme recibe el nombre de<br />

"amrud", que en persa y en hindú<br />

significa "pera". Es más, en <strong>los</strong><br />

alrededores de<br />

Bombay le dicen "perala" e inclusive<br />

algunos le llaman "perú".<br />

Uno puede ver la misma<br />

corrupción lingüística en Cuba, donde a<br />

la guayaba de esta forma le dicen<br />

"guayaba perulera" y hasta "guayaba del<br />

Perú" sin que esto signifique un<br />

reconocimiento de su origen peruano<br />

sino una facilitación idiomática que<br />

también hemos visto en México. Es<br />

perulera porque tiene forma de pera. Así<br />

quedamos y no peleamos.<br />

103<br />

Por otro lado, todos conocemos<br />

aquella fruta roja del elegante árbol que<br />

en el Perú llamamos "pomarosa". Es la<br />

Eugenia jambos que fue traída a la<br />

América tropical procedente del<br />

archipiélago malayo donde se llama<br />

vulgarmente "jambu" o "djambu" y ese<br />

vocablo cruzó <strong>los</strong> mares por lo que en<br />

algunas partes del Brasil y de<br />

las Guayanas, la guayaba es<br />

llamada simplemente<br />

"djambo". (La pomarosa y la<br />

guayaba pertenecen a la<br />

misma familia de las<br />

Mirtáceas).<br />

Oviedo, en su Historia<br />

General y Natural de las<br />

Indias, escrita entre 1514 y<br />

1557, menciona la guayaba <strong>desde</strong> Haití.<br />

El nombre de guayaba aparece en <strong>los</strong><br />

escritos de varios naturalistas que en el<br />

Siglo XVI visitaron el Caribe<br />

(Hernández, Monardes, Bauhin, etc.)<br />

No hay duda, pues, de que <strong>los</strong> españoles<br />

la descubrieron en las Antillas, aunque<br />

esto noda ningún pie para el estudio de<br />

la paleobotánica de esta planta. Por las<br />

características de su sabroso fruto y por<br />

la indigestibilidad de sus semillas, la<br />

difusión natural de esta planta, mediante<br />

las aves fruteras y <strong>los</strong> mamíferos<br />

nomádicos, ha sido muy notoria <strong>desde</strong><br />

<strong>los</strong> tiempos precolombinos. A fin de<br />

cuentas, <strong>los</strong> recién venidos de España la<br />

encontraron en toda la América<br />

Tropical. El hombre, <strong>desde</strong> luego, debe<br />

haber contribuido activamente a esta<br />

difusión; y el mar y las corrientes


marinas no han de ser totalmente<br />

inocentes.<br />

Por lo general, se dice que la<br />

guayaba es originaria de Centroamérica<br />

y México, pero nosotros hemos<br />

encontrado guayabas secas en las<br />

tumbas de Chongos, cerca de Nazca,<br />

que tienen una antigüedad de más de<br />

dos mil años.<br />

Se encontraron también<br />

guayabas en <strong>los</strong> antiquísimos<br />

cementerios de Ancón, Gallinazo, Virú,<br />

Pachacamac, Cahuachi, Estaquería,<br />

Ocucaje, etc., lo que nos asegura que si<br />

la guayaba no salió del Perú, por lo<br />

menos llegó aquí muy temprano. Total,<br />

tampoco es para pelear.<br />

Los españoles la llevaron muy<br />

pronto a las Filipinas, y de allí se<br />

generalizó a todo el archipiélago<br />

malayo y a la India, donde ahora crece<br />

silvestre o es cultivada como una fruta<br />

de alto valor comercial e industrial.<br />

También fue llevada al África a través<br />

del tráfico esc1avista, y ahora puede<br />

decirse que es una fruta de todo el<br />

Trópico sin que haya un estudio claro<br />

sobre el lugar exacto de su origen y sin<br />

que nadie pueda negar que la guayaba<br />

más antigua de que tenemos noticia es<br />

la del Perú.<br />

Ya hemos visto arriba que el hecho de<br />

que en Cuba y en México se le llama<br />

"Guayaba del Perú" a una variedad,<br />

viene de una corrupción lingüística y no<br />

de una investigación paleobotánica.<br />

El uso principal de la guayaba es<br />

el alimenticio. Sus usos medicinales,<br />

104<br />

aunque importantes, no hacen de su<br />

cultivo un atractivo comercial. Las<br />

hojas constituyen el más efectivo<br />

antidiarreico de la naturaleza.<br />

La guayaba se consume<br />

generalmente cruda, ya sea completa o<br />

quitándole la pulpa y las semillas, en<br />

pequeños trozos, preparando ensaladas<br />

de fruta o adornando otros postres.<br />

Separando la pulpa, quedan <strong>los</strong><br />

llamados "cascos de guayaba" que<br />

sirven para preparar deliciosos postres,<br />

y podría escribirse un libro entero con la<br />

multitud de recetas de toda índole para<br />

preparar la guayaba en la cocina.<br />

Además de su importante contenido en<br />

vitaminas y minerales, tiene alrededor<br />

de 40 calorías por cada 100 gr.<br />

El jugo de guayaba se prepara<br />

rebanando <strong>los</strong> frutos, hirviéndo<strong>los</strong> por<br />

10 minutos y después desmenuzándo<strong>los</strong><br />

y desliéndo<strong>los</strong> y colando la solución<br />

para servirla como refresco.<br />

Industrialmente se prepara tratando la<br />

guayaba molida con una enzima<br />

especial (patentes industriales),<br />

pasterurizándola y filtrándola después.<br />

El producto comercial más<br />

aceptado y conocido es la famosa pasta<br />

y la jalea de guayaba (llamada<br />

"goiabada" en el Brasil) y que es muy<br />

fácil de preparar en la cocina haciendo<br />

un puré de guayaba después de separar<br />

las semillas y cocinándolo a fuego lento<br />

con o sin azúcar hasta que tome punto.<br />

Para la jalea se agrega pectina o ácido<br />

tartárico.


Las guayabas enlatadas, el jugo<br />

de guayaba y la pasta y jalea de guayaba<br />

son productos industriales de gran<br />

demanda en <strong>los</strong> países desarrollados y<br />

constituyen importantes rubros de<br />

exportación de Hawai Puerto Rico y<br />

Brasil.<br />

LA PIÑA<br />

(Ananas comosus)<br />

Cuando Cristóbal Colón y sus<br />

acompañantes llegaron al Caribe, una de<br />

las frutas que más llamaron su atención<br />

fue la que ahora nos ocupa. Su forma<br />

les hacía recordar el fruto de <strong>los</strong> pinos<br />

europeos y esto hizo que la bautizaran<br />

con el nombre de "Piña", aunque<br />

también recogieron el vocablo usado<br />

por <strong>los</strong> indígenas: "naná" o "Ananás".<br />

Estos dos nombres, resultantes<br />

del encuentro de dos Mundos, han dado<br />

origen a la mayor parte de <strong>los</strong> nombres<br />

vernácu<strong>los</strong> con que esta fruta es<br />

conocida en todo el orbe. Los nombres<br />

vulgares y científicos que llevan la raíz<br />

"naná", tienen su probable origen<br />

lingüístico en el jíbaro "yananásh" o en<br />

el tupiguaraní "naná" que corresponde a<br />

las áreas geográficas donde se originó<br />

esta planta. El nombre quechua original<br />

es "achupaya" pero éste es un nombre<br />

genérico que corresponde a varias<br />

especies de bromeliáceas existentes en<br />

<strong>los</strong> Andes.<br />

En el Perú usamos en forma<br />

coloquial, y para algo distinto, una<br />

105<br />

antigua palabra quechua: "Piña". Con<br />

este vocablo se designaba en el<br />

Tahuantinsuyo a aquel<strong>los</strong> individuos del<br />

más bajel estrato social. Aquel<strong>los</strong> que<br />

no tenían derecho a nada y eran<br />

despreciados hasta por <strong>los</strong> dioses. "Piña<br />

" es ahora, en el Perú moderno, aquel<br />

sujeto rodeado de infortunios e indigno<br />

de todo respeto o consideración. En<br />

nuestro argot criollo, puedes ser "piña",<br />

o simplemente estar "piña". Pero mejor<br />

regresamos a la piña.<br />

Aunque Pedro Mártir de Anglería nos<br />

dice que el primero que habló de la piña<br />

en Europa fue el mismo Colón al<br />

haberla encontrado en la Isla de<br />

Guadalupe en el Caribe en 1493, otros<br />

dicen 'que esa primicia le correspondió<br />

a Miguel de Cúneo, un acompañante de<br />

Colón, en 1495. Después, Oviedo, en<br />

1513, nos muestra un dibujo de ella y<br />

varios otros naturalistas la describen<br />

hasta que Clusius, en 1605, en su libro<br />

"Exoticorum libri…" la describe<br />

botánicamente. Ya a fines del siglo XVI<br />

se habrían hecho esfuerzos serios por<br />

cultivarla en España e Italia. Pero antes,<br />

mucho antes de eso, ya <strong>los</strong> Nascas y <strong>los</strong><br />

Moches, al principio de la Era Cristiana,<br />

la habían mostrado en la cerámica<br />

precolombina, y <strong>los</strong> Mayas la habían<br />

esculpido en piedra en su ciudad de<br />

Tulúm. Nadie duda que la piña,.1a reina<br />

de las frutas como la bautizaron varios<br />

cronistas españoles, se originó en<br />

nuestro Continente.<br />

Parece ser que no estaba en todas las<br />

islas del Caribe cuándo llegaron <strong>los</strong><br />

españoles y que éstos, en


alguna forma, contribuyeron a<br />

diseminarla por todas las Antillas.<br />

Bartolomé de las Casas nos dice, por<br />

ejemplo, que no había piñas en la<br />

Española (Santo Domingo) cuando él<br />

llegó en 1507, aunque hay evidencia<br />

documental de que la planta era ya<br />

silvestre en 1510 y el Bachiller Enciso<br />

la describe ya como común en 1519.<br />

El misionero Francisco Jiménez<br />

opinó a comienzos del Siglo XVI que<br />

fue llevada a México <strong>desde</strong> las<br />

costas del Brasil; y Orellana, el<br />

descubridor del Amazonas, la<br />

encontró en la selva en 1542. Ya<br />

<strong>los</strong> viajeros portugueses la habían<br />

encontrado en el Brasil, donde le<br />

llamaban "naná" (en Tupi, el<br />

idioma que se hablaba en esa<br />

zona).<br />

Hay consenso, entre <strong>los</strong><br />

paleobotánicos, en que la piña es<br />

originaria de la Amazonía y, por el<br />

pedacito que nos toca, hasta podríamos<br />

decir que es peruana. Ya te dije que hay<br />

repraduccionea cerámicas de este fruto<br />

en el arte mache y en Nasca.<br />

Fue uno de <strong>los</strong> descubrimientos<br />

naturalistas que más entusiasmó a <strong>los</strong><br />

europeos de la época. Fernando el<br />

Católico, Car<strong>los</strong> V, Oliver Cromwell,<br />

Car<strong>los</strong> n de Inglaterra y un sinnúmero<br />

.de hombres famosos recibieron<br />

fascinados el regalo de una fruta tan<br />

exótica, y tan aromática, y tan deliciosa;<br />

y antes de que terminara el Siglo XVI<br />

ya había llegado a las Filipinas, a la<br />

106<br />

India y a la China y, a través del tráfico<br />

marítimo primitivo, a la Polinesia y<br />

aparentemente hasta el Hawai.<br />

Los interesados en más detalles<br />

históricos, encontrarán abundante<br />

entretenimiento y amenas descripciones<br />

en <strong>los</strong> cronistas de la Conquista del<br />

Perú: Estete, Cieza, Cobo, Garcilaso...<br />

Todos la mencionan.<br />

Permaneció largamente, sin<br />

embargo, como una fruta exótica<br />

y difícil de comercializar por la<br />

lentitud de las comunicaciones<br />

marítimas. Intentos de cultivarla<br />

en Europa no progresaron más<br />

allá de curiosidades botánicas de<br />

invernadero. Los franceses la<br />

llevaron de las Guayanas y se la<br />

vendieron a <strong>los</strong> ingleses del Kew<br />

Gardens de Londres.<br />

Pero a comienzos del Siglo XIX<br />

fue llevada <strong>desde</strong> Londres a Australia y<br />

a Jamaica dando así la vuelta al mundo<br />

y llegando pronto, en un tercer intento,<br />

a Hawai. Ya estaba allí <strong>desde</strong> el Siglo<br />

XVI. Dicen que la llevó Pedro Alvarado<br />

de Saavedra que salió de México en<br />

1547. Había sido vuelta a llevar en 1813<br />

por un señor Don Francisco de Paula y<br />

Marín. Esta vez, en 1886, la volvieron a<br />

llevar pero acompañada con la<br />

tecnología del enlatado de conservas y,<br />

en <strong>los</strong> primeros años del Siglo XX, se<br />

convirtió en la exportación principal de<br />

Hawai. Ahora resulta que mucha gente<br />

cree que la piña es originaria de por<br />

allá". ¡Ni hablar!


La fruta madura contiene más<br />

del 80% de agua y el 12 a 14% de<br />

diversos azúcares, siendo su mayor<br />

concentración en sacarosa (8-10%)-la<br />

que está acompañada de levu<strong>los</strong>a y<br />

otros azúcares reductores. Contiene<br />

menos del 0.5% de proteínas y menos<br />

del 0.3 de grasas. Tiene una cantidad<br />

apreciable de Vitaminas A y B, Y es<br />

una excelente fuente de Vitamina C.<br />

Desde comienzos del siglo<br />

(1905.Caldwell), se sabe que la piña<br />

contiene sustancias proteolíticas, es<br />

decir, compuestos químicos que rompen<br />

<strong>los</strong> enlaces internos de Jia, proteínas y<br />

destruyen sus moléculas. El<br />

conocimiento de estas sustancias, que se<br />

denominan proteasas, ha permitido<br />

compararlas en su acción la tripsina (del<br />

jugo pancreático) que permite la<br />

digestión de las proteínas en el tubo<br />

digestivo, reduciéndolas a moléculas<br />

pequeñas (aminoácidos y polipéptidos)<br />

que fácilmente pasan a la sangre al ser<br />

absorbidas por la mucosa intestinal. En<br />

el reino vegetal, las Uamqdas "Tripsinas<br />

vegetales", o encimas proteolíticas,<br />

existen en la piña (Ananas comosus), en<br />

la papaya (Carica papaya) y en el ojé<br />

{Picus antihelmíntica), tres princesas de<br />

la medicina tradicional de nuestra<br />

Amazonía. Son la bromelina, la papaína<br />

y la ficina respectivamente. Esta última<br />

se encuentra también en el higo verde<br />

(Ficus carica). Por su capacidad de<br />

suavizar la carne, estas sustancias han<br />

adquirido un notorio valor industrial<br />

después de la segunda Guerra Mundial<br />

(ablandadores de carne,<br />

107<br />

industrialización de cueros, clarificación<br />

de cervezas, etc.) pero su acción al<br />

disolver la defensa cutánea de quitinas<br />

con que muchos parásitos intestinales<br />

evitan ser digeridos en el intestino, es<br />

conocida <strong>desde</strong> tiempo inmemorial por<br />

nuestros antiguos curanderos quienes<br />

usan la piña, la papaya y el ojé como<br />

medicación antiparasitaria.<br />

Las "tripsinas vegetales" son<br />

importantes subproductos de la<br />

agronomía frutera (piña, papaya), y<br />

deben ser tomadas en cuenta para todo<br />

enfoque industrial.<br />

La piña tiene otro componente<br />

químico que es necesario tener en<br />

cuenta: es el oxalato de calcio que se<br />

encuentra diseminado en la pulpa<br />

agridulce del fruto, en forma de<br />

diminutos cristales en forma de aguja.<br />

Estas pequeñas espículas, transparentes<br />

e invisibles, son las que nos producen<br />

esa sensación quemante y ardorosa en la<br />

lengua después de comer piña cruda.<br />

Algunas variedades presentan este<br />

problema más que otras. Teóricamente,<br />

el oxalato de calcio así ingerido puede<br />

causar daño renal, aunque no se observa<br />

esto con frecuencia. El oxalato de calcio<br />

se disuelve fácilmente con un hervor o<br />

con <strong>los</strong> procedimientos habituales de la<br />

preparación de conservas de piña.<br />

La piña se consume fresca o en<br />

jugo, como fruta de postre, o como<br />

parte de ensaladas y para adornar platos<br />

de carne. Cocida, se preparan con ella<br />

compotas, mermeladas, conservas


diversas y platos calientes exóticos en la<br />

comida oriental. Para esto último, se<br />

aprovecha su cualidad ablandad ora de<br />

carnes para hacer más digerible y<br />

masticable el producto de la caza.<br />

Cuando se prepara en compotas, es<br />

conveniente descartar las primeras<br />

aguas del hervor que eliminan así el<br />

ácido oxálico de que hablamos arriba.<br />

LA PAPAYA<br />

(Carica papaya L.)<br />

Alguien le dijo a Linneo que Femández<br />

de Oviedo le había llamado a esta fruta<br />

"higo de mastuerzo" y que Hemán<br />

Cortés escribió sobre "unos higos" en la<br />

Nueva España. Por eso, no le pareció<br />

mala la idea de clasificarla como un<br />

higo; y como además dicen que las<br />

muestras que le llevaron provenían de la<br />

India, y especialmente de una región del<br />

Asia que se llamaba en ese tiempo<br />

Caria, bautizó este género con el<br />

vocablo Carica y lo apellidó con la<br />

denominación universal de papaya.<br />

Llegó así a tomar ciudadanía el nombre<br />

latino de Carica papaya que es el que<br />

usaremos en esta nota.<br />

El nombre común de "Papaya"<br />

proviene del caribe "abbabai".<br />

El vulgo adoptó el nombre de<br />

"papaya" para distribuirlo por toda<br />

América y transportarlo a las Filipinas<br />

donde se transformó en Kapaya,<br />

Lapaya, papaye, paypás, tapaya,<br />

capayo, etc., y a la India donde se<br />

disfrazó de papita, pappaiya, papeya,<br />

108<br />

payi, palipipiya y lo que se te pueda<br />

imaginar...<br />

Los africanos, más<br />

conservadores, inventaron una larga<br />

docena de otros nombres sin tomar en<br />

cuenta a <strong>los</strong> caribes, por lo que nosotros<br />

no <strong>los</strong> transcribiremos aquí. Pero no <strong>los</strong><br />

culpemos de rebeldes sin causa, porque<br />

nuestros propios indígenas de la<br />

Amazonía peruana tampoco le hicieron<br />

mucho caso a <strong>los</strong> caribes: a la papaya se<br />

le llama capaidso (culima), naimi<br />

(amahuaca), mampucha (cashibo),<br />

napucha (pano), papué (amuesha),<br />

pucha (shipiboconibo) y chamburú<br />

(indígenas del Brasil), etc.<br />

Curiosamente, ni <strong>los</strong> aztecas ni <strong>los</strong><br />

quechuas dejaron en claro cómo le<br />

llamaban a fruta tan deliciosa, aunque<br />

Hemández, el protomédico de México,<br />

menciona "Chichialxochitl" (flor de las<br />

tetas) como vocablo "nahuatl" que la<br />

designaba.<br />

Al lado de estos nombres tan<br />

diversos, la mojigatería latinoamericana<br />

ha complicado aún más la<br />

nomenclatura:<br />

Resulta que a alguien se le<br />

ocurrió usar el vocablo "papaya" para<br />

designar <strong>los</strong> genitales femeninos. No he<br />

podido averiguar quién fue el ocurrente<br />

ni por qué lo hizo, pero la idea pegó y<br />

se generalizó en <strong>los</strong> trópicos caribeños.<br />

Y, como sucedió con el culantro que en<br />

México le dicen cilantro, con perdón de<br />

usted, a la Carica papaya no le dicen<br />

papaya ¡Ave María Purísima! sino le<br />

llaman "lechosa" en Colombia y Puerto


Rico, “fruta bomba” en Cuba,<br />

"melónzapote" en algunas regiones de<br />

México, "Mamón" en la Argentina y<br />

Paraguay, "Mamao" en Brasil y siga<br />

usted diciéndome pero no le diga<br />

papaya, porque me ruborizo. Y a otra<br />

cosa.<br />

Hay consenso en que la papaya<br />

es originaria de la América Tropical,<br />

pero hay cierta confusión histórica<br />

sobre la región geográfica<br />

específica, ya que algunos<br />

favorecen a Centroamérica, otros<br />

a México y la mayoría a la Hoya<br />

Amazónica que incluye el Perú.<br />

No se trata de una votación<br />

democrática, pues en cuestiones<br />

científicas la mayoría<br />

frecuentemente es derrotada; pero<br />

en este caso debemos recordar que el<br />

Padre Oviedo, el primero que la<br />

"descubrió", dice que fue llevada a las<br />

islas del Caribe <strong>desde</strong> la Costa Norte de<br />

Sudamérica por Don Alfonso de<br />

Valverde. Lo más probable es que,<br />

como muchas especies pan-tropicales,<br />

su origen geográfico exacto quede<br />

sepultado en las oscuridades de la<br />

prehistoria pues se trata de una fruta<br />

cuyas semillas son fáciles de transportar<br />

y mantienen largamente su fertilidad.<br />

Además, la papaya es muy atractiva<br />

para las aves fruteras que se encargan de<br />

propagada. Woodson y sus<br />

colaboradores, en 1958, llegaron a la<br />

conclusión de que la papaya es<br />

originaria de las laderas occidentales de<br />

<strong>los</strong> Andes Peruanos, aunque Soms<br />

<strong>desde</strong> 1889 ha insistido que la cosa fue<br />

109<br />

en México. Como fueron <strong>los</strong> pájaros <strong>los</strong><br />

que se ocuparon de propagada, sólo <strong>los</strong><br />

pájaros saben. Nosotros, naturalmente y<br />

de puro patrioteros, respaldamos la<br />

peruanidad de la papaya. Hemos<br />

encontrado semillas inconfundibles en<br />

tumbas de Nasca, y en el Perú hay un<br />

buen número de especies del género<br />

Carica, lo que no sucede en México ni<br />

en Centroamérica.<br />

Apenas llegaron, <strong>los</strong><br />

españoles y <strong>los</strong> portugueses se<br />

encargaron de llevada a todo el<br />

trópico del orbe, empezando por<br />

las Filipinas y la India,<br />

aprovechando después el tráfico<br />

esclavista con el Africa y<br />

diseminándola además por la<br />

Malasia y por todas las islas del<br />

Pacífico.<br />

Hasta el primer cuarto del siglo<br />

XX, la papaya no pasó de ser una fruta<br />

popular en la mesa tropical y su<br />

producción fue de índole básicamente<br />

doméstica. A ningún patio trasero del<br />

trópico le faltó papaya. En todos <strong>los</strong><br />

mercados de la región, la papaya<br />

compitió en baratura con el plátano.<br />

Ya <strong>desde</strong> fines del Siglo XVIII<br />

se sabía que algunos grupos indígenas<br />

sudamericanos usaban las hojas del<br />

papayo para envolver la carne de <strong>los</strong><br />

animales que cazaban con el objeto de<br />

haceda más suave y sabrosa. Además,<br />

Edlicher y Vanquelin habían reportado,<br />

en 1756, la acción vermicida y digestiva<br />

del látex. Esto fue objeto de una serie de<br />

experimentos


que durante dos años realizó Wurtyz<br />

quien, en 1880, comunicó al mundo<br />

científico el descubrimiento de la<br />

papaína, una sustancia que Chittenden<br />

calificó como "fermento vegetal" en<br />

1883. Sobre esto ya hemos hablado<br />

cuando nos ocupamos de la piña.<br />

Hubo después una serie de<br />

investigaciones y descubrimientos<br />

complementarios que progresivamente<br />

fueron atrayendo la atención de<br />

empresarios e industriales. Hasta la<br />

cuarta década de este siglo, el país más<br />

organizado en la producción masiva de<br />

papaya para papaína era Ceilán (Sri-<br />

Lanka), pero alrededor de 1935, Becker<br />

promovió su cultivo industrial en el<br />

África. Comenzó con Tanganica<br />

(Tanzania) y siguió con Uganda, Kenya,<br />

el Congo Belga, etc., animando de paso<br />

a <strong>los</strong> australianos y a <strong>los</strong> sudafricanos.<br />

Actualmente, la industria de la<br />

papaína ocupa un importante nicho en la<br />

economía agrícola de la India, las<br />

Filipinas, México, Hawai, Jamaica,<br />

etc... Como algunos decimos que la<br />

papaya es peruana, aquí no se produce<br />

papaína...<br />

Al lado de su popular uso como<br />

fruta de postre cuando está madura, la<br />

papaya verde se usa también,<br />

debidamente cocida, como acompañante<br />

de carnes y guisos; sirve para preparar<br />

diversos encurtidos en vinagre así como<br />

salsas de tipo "curry". Su uso para el<br />

ablandamiento de carnes a nivel<br />

110<br />

doméstico es tradicional en muchos<br />

pueb<strong>los</strong> (envolver la carne en hojas<br />

majadas o hervirla con un pedazo de<br />

papaya verde o lavaria con jugo diluido<br />

de papaya verde) la industria prepara<br />

polvos y soluciones de papaína para uso<br />

comercial y doméstico. La papaína se<br />

encuentra solamente en la fruta verde y<br />

en las hojas. Desaparece en la papaya<br />

madura.<br />

Las hojas tiernas de la papaya se<br />

cocinan y se comen como espinacas. Si<br />

son hojas maduras, son amargas y hay<br />

que botar el agua del primer hervor.<br />

En la preparación industrial de<br />

cerveza, el uso de la papaína está muy<br />

generalizado para la clarificación de la<br />

bebida; y en la industria del caucho<br />

natural se usa para acelerar la<br />

maduración del producto.<br />

LA PAPAYA AREQUIPEÑA Y<br />

OTRAS MÁS<br />

(Carica cundamarcensis,etc.)<br />

Al lado de la papaya de pura<br />

sangre, con todas sus variedades hay<br />

una serie de frutas andinas del mismo<br />

género Carica que <strong>los</strong> botánicos y las<br />

amas de casa diferencian dándoles<br />

diferentes nombres. Veremos dos de<br />

ellas:<br />

En el Perú tenemos, por<br />

ejemplo, la papaya arequipeña cuya<br />

ciudadanía, con pasaporte y todo, le ha


sido conferida, sin consultas ni<br />

referéndum, por la rebelde ciudad<br />

blanca ¡Se pasaron!. Se trata de una<br />

papayita muy aromática, muy sabrosa,<br />

de gran rendimiento agronómico que se<br />

cultiva <strong>desde</strong> Panamá hasta Chile y<br />

Argentina, en las zonas altas, pero no<br />

muy altas. Un poco entre la costa y la<br />

sierra, como Arequipa. Los botánicos le<br />

llaman Carica cundamarcensis. Ningún<br />

diccionario botánico le llama Carica<br />

arequipensis, pero como <strong>los</strong> del Misti<br />

son tercos, el futuro quizás la depare un<br />

triunfo. La papayita arequipeña es<br />

deliciosa en jugos y mermeladas y el<br />

que ha ido a Arequipa y no ha bebido<br />

un buen refresco de papayita, no ha<br />

probado la mejor Carica del mundo.<br />

Para bautizarla como<br />

compatriota, <strong>los</strong> arequipeños han<br />

olvidado todos <strong>los</strong> otros nombres que<br />

recibe en el resto de <strong>los</strong> Andes:<br />

chamburo, papaya de altura, papayuela,<br />

chihuacán, etc. etc.<br />

La otra fruta peruana de este<br />

género es el Mito, (Carica candidans),<br />

muy frecuente en nuestras quebradas<br />

costeñas de media altura. Es silvestre,<br />

pero muchos hogares rurales lo anidan<br />

en la huerta. Es un árbol ramificado,<br />

resistente a las sequías y sin mayores<br />

exigencias de sue<strong>los</strong> ni cuidados<br />

agronómicos. El fruto es agridulce y,<br />

aunque algunos lo comen crudo, su<br />

mejor presentación es en jugos,<br />

ensaladas o cocido en un potaje de<br />

carne.<br />

111<br />

Otra papaya de por aquí, es el<br />

babaco (Carica pentagono) muy<br />

frecuente en <strong>los</strong> mercados de Chile<br />

donde se consume para dulces y postres<br />

preparados y se industrializa para<br />

preparar papaína; y otra más es una<br />

papayita minúscula llamada Carica<br />

angusti, conocida en Ayacucho como<br />

"Pati" y que no es comestible pero crece<br />

casi exclusivamente en forma<br />

espontánea en las ruinas Huari, razón<br />

por la cual se piensa que era fruto de<br />

usos rituales.<br />

EL PEPINO<br />

(Solanum muricatum)<br />

En cualquier país de habla<br />

castellana, decir "pepino" es referirse a<br />

un calabacín alargado y cilíndrico,<br />

originario del Mediterráneo, que<br />

algunos llaman también "cohombro" o<br />

pepinillo y que se consume crudo, en<br />

ensaladas, en curtidos y más como fruto<br />

que como fruta. Pero en el Perú<br />

llevamos siempre la contracorriente, y<br />

aunque le decimos "pepino" a lo mismo,<br />

también llamamos así a una fruta de la<br />

familia del tomate que, con mucho,<br />

algunos le decimos "pepino dulce" para<br />

no confundir. Otros dicen el "pepino<br />

fruto" y el "pepino fruta". Pero como ya<br />

nuestro pepino dulce está saliendo al<br />

extranjero, en <strong>los</strong> países de habla<br />

inglesa están aprendiendo a decirle<br />

simplemente "pepino" (pronunciado<br />

pipino, con perdón de usted) sin<br />

adjetivo que lo califique o proteja.<br />

El pepino de que hablamos se


llama "cachun" en quechua y<br />

Solanum muricatum en latín.<br />

Hasta hace unos cincuenta<br />

años, cuando existía una<br />

migración estacional en nuestra<br />

agricultura costeña y venían en el<br />

verano multitud de gentes de la sierra a<br />

ayudar en la cosecha del algodón, más<br />

de un recién llegado se comía un pepino<br />

verde y se pescaba un dolor de barriga o<br />

una intoxicación más seria que no le<br />

dejaba ganas de repetir la travesura. Por<br />

eso, algunas señoras le llaman todavía<br />

"mataserrano".<br />

Efectivamente, muchas<br />

solanáceas, incluyendo la papa y el<br />

tomate, contienen una sustancia tóxica<br />

en las hojas y en las frutas verdes. Se<br />

llama solanina y desaparece con la<br />

maduración y con la cocción. No hay<br />

peligro al comer pepino o tomate<br />

maduro, aunque usted sea serrano.<br />

En la cerámica nasca y mochica<br />

encontramos excelentes reproducciones<br />

de esta deliciosa fruta que ha<br />

acompañado al pueblo peruano <strong>desde</strong><br />

entonces. Tiene un pronunciado aroma a<br />

melón y es dulce y fresco como fruta de<br />

mano y de ensalada que es la forma más<br />

frecuente de consumo. Pero además se<br />

prepara en sopas, cebiches, potajes,<br />

salsas y guisos de carne o de pescado.<br />

Puede congelarse, deshidratarse y<br />

embotellarse o enlatarse en jugos y<br />

conservas, sobre todo ahora que ya<br />

superó <strong>los</strong> límites del Antiguo Perú y es<br />

cultivado en grandes cantidades en<br />

Nueva Zelandia y exportado al Japón<br />

112<br />

donde es una delicadeza gastronómica.<br />

Fuera de ser delicioso, el pepino es una<br />

fruta de gran futuro comercial.<br />

LA LUCUMA<br />

(Pouteria lucuma)<br />

La fruta más antigua en el gusto<br />

y costumbres del peruano antiguo es la<br />

Lúcuma o ruenta que hasta hace poco<br />

<strong>los</strong> botánicos llamaban Lucuma obovata<br />

y que ahora, por nuevas reglas del<br />

juego, le dicen Pouteria lucuma. No hay<br />

cuestión. Es peruana. Pero 10 es tanto<br />

que por más que todos la alaban, no ha<br />

salido mucho más allá de <strong>los</strong> antiguos<br />

límites del Imperio Inca.<br />

Es una fruta de tamaño variable,<br />

<strong>desde</strong> un huevo de gallina hasta un puño<br />

de hombre grande; <strong>desde</strong> 100 gr. hasta l<br />

Kg. de peso, de cáscara gruesa pero<br />

maleable, consistencia harinosa y<br />

semilla grande. Tiene un sabor<br />

inconfundible. Sabe a lúcuma. Por ahí<br />

alguien dice que tiene un aroma<br />

parecido a la miel de arce, una<br />

referencia poco útil para nosotros. Más<br />

bien, podríamos decir que la miel de<br />

arce sabe a lúcuma. Pero no tanto. El<br />

aroma de la lúcuma es sui géneris, un<br />

poco reminiscente del perfume de la<br />

tierra después de la lluvia.<br />

Muchos extranjeros la<br />

encuentran tan extraña que demoran en<br />

aceptarla con gusto. Pero una vez<br />

aceptada, es muy popular y deseable<br />

como postre, para hacer salsas dulces,<br />

helados, refrescos y diversas


confecciones sabrosas.<br />

La lúcuma tiene la ventaja de poder ser<br />

fáci1mmte deshidratada y reducida a<br />

harina que resiste largo tiempo m<br />

condiciones ambientales normales, sin<br />

deteriorarse.<br />

Por eso, m Lima puede tomar<br />

helados o batidos de lúcuma todo el<br />

año, sin interrupción estacional.<br />

LAS PASIONARIAS<br />

(Passiflora sp.)<br />

Las pasionarias se llaman así<br />

porque sus bellas flores muestran una<br />

especial conformación de sus diversos<br />

elementos que, a <strong>los</strong> hombres de buena<br />

voluntad, nos recuerdan <strong>los</strong> símbo<strong>los</strong> de<br />

la Pasión del Señor... Gentes menos<br />

místicas les llaman "ñorbos" y <strong>los</strong><br />

comparan con <strong>los</strong> amorosos ojos de<br />

bellas mujeres legendarias. El género<br />

Passiflora time una gran cantidad de<br />

especies, varias de las cuales nos<br />

proporcionan, deliciosas frutas.<br />

El nombre de Passiflora, o de<br />

flor de la pasión, parece que fue ideado<br />

por <strong>los</strong> primeros misioneros cristianos<br />

que llegaron a nuestro continente.<br />

Dentro de su misticismo colonialista,<br />

vieron m la flor de estas frutas <strong>los</strong><br />

instrumentos de la Pasión: <strong>los</strong> clavos, el<br />

martillo, las cinco heridas y la corona de<br />

espinas... También le llamaron m ese<br />

tiempo la "flor de las cinco heridas",<br />

destinada por Dios a la conversión de<br />

<strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> paganos de América.<br />

113<br />

En 1553 ya había llegado a<br />

Italia, donde adquirió pronta<br />

popularidad; y a fines del XVII la<br />

granadilla era cultivada en Inglaterra<br />

por la Duquesa de Belfort.<br />

A mediados de ese siglo, la<br />

Passiflora incarnata, una especie más<br />

resistente al frío y que se adaptó<br />

fácilmente al clima europeo y<br />

mediterráneo, ya servía para preparar<br />

una tintura roja que se utilizaba<br />

medicina1mmte como sedante.<br />

La granadilla (Passiflora<br />

lingularis), el maracuyá (Passi flora<br />

edulis), el llamado "tumbo del "norte"<br />

(Passiflora quadrangularis), el llamado<br />

"tumbo serrano" (Passiflora mollis), etc.<br />

son <strong>los</strong> miembros más notorios de este<br />

grupo de plantas. Todo este género es<br />

de origen andino, dicen <strong>los</strong> que saben,<br />

pero es indudable que las aves<br />

migratorias se encargaron, por orden de<br />

Viracocha, de repartir la simiente por<br />

toda la América tropical antes de que<br />

Colón iniciase su<br />

aventura. Los jugos y<br />

la pulpa de estas<br />

sabrosas frutas<br />

alegran banquetes y<br />

fiestas de todo el<br />

Continente.<br />

La más coman<br />

en la mesa peruana y en <strong>los</strong> mercados<br />

de Lima es la granadilla, que <strong>los</strong><br />

antiguos quechuas llamaban


tintin y que tiene una cáscara dura,<br />

quebradiza, del tamaño de un huevo de<br />

ganso y con un contenido constituido<br />

por abundantes semillas. Cada<br />

semilla está recubierta por una<br />

bolsa membranosa que <strong>los</strong><br />

botánicos llaman "arilo" y que<br />

contiene un líquido dulce, fresco<br />

y aromático. Las semillas son<br />

indigestibles. Pasan por todo el<br />

tubo digestivo humano con una<br />

tranquilidad e indiferencia<br />

pasmosas y, cuando salen por el otro<br />

extremo, mantienen su fertilidad. No<br />

causan ni reciben ningún daño y<br />

algunos agricultores dicen que, al<br />

contrario, al pasar por el ser humano,<br />

son más fértiles. Vaya usted a averiguar.<br />

El jugo de granadilla, también<br />

dicen, es muy bueno para las molestias<br />

digestivas de <strong>los</strong> niños. Por lo menos,<br />

tiene agua y tiene potasio, y eso es<br />

bueno para un niño con diarreas. Pero<br />

dejémonos de medicina. Como fruta, la<br />

granadilla es excelente, ya sea comida<br />

directamente después de abrir la<br />

cáscara, o en platil<strong>los</strong> diversos de<br />

postre, mezclado con otras frutas o<br />

hasta con un poquito de licor aromático.<br />

(Cointreau, Benedictino...). El jugo se<br />

prepara masajeando las semillas dentro<br />

de un lienzo para filtrarlo, o poniendo el<br />

contenido del fruto en una licuadora a<br />

baja velocidad. Las semillas rotas o<br />

pulverizadas mediante este<br />

procedimiento son bien digeridas y<br />

tienen una buena cantidad de proteínas.<br />

114<br />

El maracuyá tiene usos<br />

parecidos, un aroma diferente pero<br />

también muy agradable y un sabor más<br />

ácido, por lo que frecuentemente<br />

se le agrega azúcar. Es<br />

industrializado para preparar<br />

jugos que se usan para refrescos<br />

o para mezclar<strong>los</strong> con bebidas<br />

alcohólicas. Un vodka con<br />

maracuyá es ya clásico en todo<br />

el Continente y a más de un<br />

chauvinista le gusta recordar que<br />

sin la papa no se habría inventado el<br />

vodka y sin la amazonía no habría<br />

maracuyá. Nuestros primos del norte le<br />

dicen "passion fruit juice" y lo tienen en<br />

todos sus bares y super markets.<br />

Los tumbos, el grandote del<br />

norte y el pequeño de la sierra, son<br />

menos frecuentes en las mesas de Lima,<br />

pero se encuentran en <strong>los</strong> mercados y la<br />

gente <strong>los</strong> aprecia mucho para hacer<br />

refrescos y preparar postres."<br />

LAS ANONAS<br />

(Anona sp.)<br />

La Chirimoya es una fruta reina y no<br />

necesita acompañantes ni


vestiduras para triunfar en todas las<br />

mesas. Lo mejor es comerla fresca y<br />

sola. Algunos la comen rociada con<br />

jugo de naranja, otros en ensalada de<br />

frutas, otros en postres diversos. Pero el<br />

que la prueba no la deja. ¡Es una fruta<br />

inmejorable! Los botánicos le llaman<br />

Anona cherimolia, dos palabras<br />

indígenas latinizadas para impresionar<br />

bien.<br />

Aunque el Padre Coba dice que<br />

la Chirimoya fue traída al Perú <strong>desde</strong><br />

Centroamérica a fines del siglo XVI, es<br />

evidente que se equivocó pues <strong>los</strong><br />

arqueólogos han encontrado<br />

inconfundibles semillas de esta fruta en<br />

tumbas prehispánicas de la costa<br />

peruana. Ferreyra y Cerrate han<br />

demostrado variedades silvestres en el<br />

norte del Perú, con frutas de casi 2 Kg<br />

de peso.<br />

Julia Morton nos dice que la<br />

Chirimoya fue introducida en Hawai en<br />

1790 y fue llevada a Haití en 1785 y a<br />

Italia en 1797.<br />

El género botánico Anona fue<br />

bautizado inspirándose en una palabra<br />

indígena del Caribe (anón) que Oviedo<br />

deletreaba como "hanón" y el Padre de<br />

las Casas como "annón". Con una buena<br />

dosis de etnocentrismo poco frecuente<br />

en él, Linneo dijo que era "annona",<br />

palabra latina que significa "provisión<br />

de alimentos para un año". Este género<br />

tiene más de una docena de especies en<br />

el Perú, pero no vamos a describirlas<br />

todas.<br />

115<br />

De todas las especies, la<br />

A.muricata, conocida en el Perú con el<br />

nombre de guanábana es la mejor<br />

distribuida por todos <strong>los</strong> países<br />

tropicales del mundo y la que más se<br />

presta, por su fuerte aroma y su<br />

delicioso gusto agridulce, para ser<br />

industrializada en jugos y conservas. Su<br />

presencia en semillas y en la excelente<br />

escultura naturalista de <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong><br />

preincas del norte peruano nos asegura<br />

su existencia muy antigua entre<br />

nosotros. Como muchos alimentos<br />

indoamericanos, fue hallada por <strong>los</strong><br />

hombres de Colón en el Caribe y fue<br />

una de las primeras frutas de nuestro<br />

Continente que llegaron a España y, a<br />

través del Pacífico, a la China, Malasia,<br />

Indonesia y Australia.<br />

Se come cruda en todas formas,<br />

tanto fresca como en diversos<br />

preparados, mezclas y jugos, en<br />

conserva o embotellados, y es objeto de<br />

comercio internacional dada su amplia<br />

aceptación en <strong>los</strong> países<br />

industrializados.<br />

En la selva peruana, es común<br />

encontrar algún árbol de Anona<br />

reticulata en cualquier patio trasero.<br />

Poco se conoce esta especie en la sierra<br />

y en la costa. Su uso es similar al de sus<br />

primas.<br />

LA COCONA<br />

(Solanum topira)<br />

Cercana pariente del tomate es la fruta<br />

que llamamos cocona


(Solanum topiro o S. sessiliflorum).<br />

Hace tanto tiempo que es cultivada en el<br />

Perú que no se conoce ninguna variedad<br />

silvestre. Es una fruta ovoide, a veces<br />

tan grande como un puño, aunque<br />

generalmente del tamaño de un huevo<br />

de gallina. Su color rojo o intensamente<br />

amarillo, la hace llamativa en <strong>los</strong><br />

mercados. De sabor agridulce, se come<br />

fresca y sola, como fruta de mano.<br />

Agregándole sal y especias, se<br />

confeccionan salsas, y con azúcar se<br />

hacen jaleas y mermeladas. Puede<br />

cocinarse en guisos de carne o pescado<br />

y el jugo puede comercializarse fresco o<br />

enlatado.<br />

EL HUITO<br />

(Genipa americana)<br />

Esta fruta es de un árbol grande<br />

y frondoso de la selva y, aunque es muy<br />

popular entre <strong>los</strong> nativos, no llega con<br />

frecuencia a la mesa como no sea en<br />

conservas o en jugos preparados. Tiene<br />

un sabor fuertemente ácido y se sirve en<br />

refrescos diluida en agua y agregándole<br />

azúcar. Con frecuencia se hace<br />

fermentar para preparar un vino de alto<br />

contenido alcohólico. .<br />

El huito tiene el inconveniente<br />

de teñir la piel con un negro azulado<br />

indeleble yeso lo hace poco frecuente<br />

como fruta de mano o de mesa. Pero <strong>los</strong><br />

indígenas de muchas tribus selvícolas lo<br />

utilizan como cosmético para teñirse la<br />

piel con dibujos embellecedores,<br />

rituales o mágicos.<br />

116<br />

EL MARAÑÓN<br />

(Anacardium ocddentale)<br />

El marañon o cashú (cashew),<br />

es, vale decirlo, originario de la región<br />

del río Marañon, aquí en el Perú. Por lo<br />

menos, allí fue encontrado por <strong>los</strong><br />

primeros colonos y después por <strong>los</strong><br />

caucheros del siglo pasado. Es una fruta<br />

extraña: la parte pulposa, con la forma y<br />

apariencia de una manzana, no es sino<br />

el pecíolo monstruosamente<br />

desarrollado. Contiene una pulpa jugosa<br />

que puede consumirse cruda o usarse<br />

para preparar jugos, postres o ensaladas.<br />

Su jugo es muy apreciado y sirve de<br />

base a excelentes refrescos. El fruto es,<br />

en realidad, una formación que corona<br />

la "manzana" como una excrecencia o<br />

apéndice. Tiene la forma de un pequeño<br />

guante de box o la cabeza de un mono.<br />

En el centro de esta porción está la<br />

semilla que, debidamente procesada y<br />

tostada, se conoce internacionalmente<br />

como nuez de cashú o cashew-nut. Ha<br />

invadido todas las fiestas y cocteles del<br />

mundo. En estado fresco, esta nuez está<br />

recubierta por un tejido extremadamente<br />

cáustico y tóxico, formado por resinas<br />

fenólicas, que suele producir<br />

quemaduras químicas severas en manos<br />

y labios de <strong>los</strong> no advertidos y cuyos<br />

vapores, al ser asados, pueden ocasionar<br />

graves lesiones oculares o respiratorias.<br />

Se habla de ceguera y muerte como<br />

accidentes industriales en grupos<br />

inadvertidos. Corro traslado.


Se calcula que el consumo anual<br />

de la nuez cashú es de 440,000<br />

toneladas, de las cuales el 41% se<br />

produce en el Asia, 32% el Africa y<br />

solamente el 27% en nuestro continente.<br />

El Perú no exporta. Es el padre de la<br />

criatura...<br />

LA FRESA<br />

(Fragaria sp.)<br />

La pequeña fresa silvestre<br />

(Fragaria vesca) era conocida en Europa<br />

<strong>desde</strong> antes de la transculturación. Pero<br />

las fresas grandes y jugosas que ahora<br />

adornan nuestra mesa son el producto<br />

de cruces obtenidos con variedades de<br />

origen andino.<br />

No hay sino que caminar por<br />

Machu Picchu en el mes de setiembre, y<br />

uno puede comer a dos carril<strong>los</strong> las<br />

deliciosas fresas silvestres que allí<br />

crecen.<br />

Había en la Europa<br />

precolombina tres fresas pequeñas y<br />

rudimentarias. La fresa del bosque<br />

"fraise du bois", llamada .por <strong>los</strong><br />

botánicos Fragaria vesca y que crece<br />

silvestre en todo el Continente; la fresa<br />

alemana, Fragaria moschata, silvestre<br />

también en la Europa central; y otra<br />

pequeña y pálida que <strong>los</strong> científicos<br />

llaman Fragaria viridis. Todas esas<br />

pequeñas frutillas silvestres no tenían<br />

ninguna importancia alimenticia.<br />

Servían nada más para entretener a <strong>los</strong><br />

muchachos que se iban a pasear por el<br />

campo en un "día de vaca". En el siglo<br />

117<br />

XIV: había en Francia algunos cultivos<br />

domésticos.<br />

La Fragaria virginiana llegó a<br />

Francia e Inglaterra, procedente de<br />

Norteamérica, durante la primera mitad<br />

del siglo XVII. Todas estas fresas no<br />

atrajeron mayormente la atención de las<br />

amas de casa ni de <strong>los</strong> cocineros.<br />

En 1712, Amadeo Francisco<br />

Frezier, un ingeniero de fortificaciones<br />

del ejército francés, hizo un viaje a la<br />

América del Sur y, al pasar por<br />

Concepción (Chile), se llevó cinco<br />

plantitas de una fresa muy atractiva que<br />

crece silvestre en nuestra cordillera de<br />

<strong>los</strong> Andes. Por la procedencia, fue<br />

llamada por <strong>los</strong> botánicos Fragaria<br />

chiloensis. La cruzaron con la Fragaria<br />

moschata, la fresa alemana, y se obtuvo<br />

una fresa grande y muy atractiva por lo<br />

cual la región bretona se convirtió en la<br />

cuna de las mejores fresas del siglo<br />

XVIII, hasta que a finales de ese siglo<br />

un botánico francés, Antonio Nicolás<br />

Duchesne, logró un híbrido entre<br />

F.chiloensis y F. virginiana y lanzó al<br />

mercado las fresas que ahora<br />

conocemos.<br />

Este híbrido fue perfeccionado<br />

más adelante obteniéndose mutaciones<br />

más estables. Los holandeses<br />

produjeron pronto la Fragaria<br />

grandiflora y <strong>los</strong> ingleses la Fragaria<br />

ananassa. La fresa quedó <strong>desde</strong><br />

entonces consagrada como una<br />

excelente


fruta de mesa con todos sus<br />

derivados, a partir del<br />

matrimonio entre una fresa<br />

norteamericana y una fresa<br />

andina. El que quiera repasar la<br />

historia, le recomendamos ir a<br />

visitar Machu Picchu en<br />

setiembre. Allí podrá recoger del suelo<br />

todas las fresas silvestres que quiera,<br />

fresas andinas, dulces y sabrosas. ¡Son<br />

LA COSTILLA DE ADÁN<br />

(Monstera deliciosa)<br />

En la mesa de algún lugar de<br />

nuetra selva, podemos ver la deliciosa<br />

fruta de la deliciosa fruta de la Monstera<br />

deliciosa, una planta trepadora de<br />

enormes hojas con múltiples agujeros<br />

que recibe el nombre de "costilla de<br />

Adán".<br />

Por algún capricho lingüístico,<br />

<strong>los</strong> brasileños le dicen "piña japonesa"<br />

aunque no tiene nada de piña ni de<br />

japonesa. Es una planta<br />

ornamental que rara vez fructifica<br />

en Lima. Tuvo una época de<br />

popularidad entre <strong>los</strong> agricultores<br />

entre <strong>los</strong> Agricultores de Florida<br />

quienes la enviaban a <strong>los</strong><br />

restaurantes sofisticados de<br />

Washington y Nueva York. Es una fruta<br />

deliciosa, con un sabor muy aromático.<br />

Como dice Julia Morton, sabe entre<br />

plátano y piña.<br />

118<br />

pequeñas pero deliciosas!<br />

Otros la asemejan ala<br />

chirimoya. Dulce, ligeramente<br />

ácida, se sirve con crema, en<br />

ensaladas o en helados,<br />

conservas y postres. Tiene un<br />

poco de ácido oxálico y a veces hace<br />

irritar la lengua. En eso sí se parece a la<br />

piña.<br />

LAS CIRUELAS CRIOLLAS<br />

(Spondia sp; Bunchosia armeniaca)<br />

Debemos aclarar que las ciruelas<br />

llamadas "claudias" son de origen<br />

europeo y vinieron en algún momento<br />

que por ahora no he podido averiguar.<br />

Son frecuentes entre nosotros y las<br />

mejores las importamos de Chile. Las<br />

veremos cuando hablemos de las<br />

Rosáceas.<br />

Las criollas pertenecen a tres<br />

géneros. Las que vemos en nuestros<br />

mercados de Lima aparecen<br />

cuando llega el verano y hacen<br />

las delicias de niños y viejos. Es<br />

una fruta de mano que "envicia".<br />

Ya ésta es la última, pero todavía<br />

quieres una más. Generalmente le<br />

llamamos ciruela agria (Spondia<br />

purpurea) y es pantropical en todo<br />

nuestro Continente. El jugo puede<br />

obtenerse del fruto crudo o cocido. Esto<br />

último rinde más. Con este producto se<br />

hacen refrescos, pero mediante la<br />

fermentación puede prepararse


un vino O un vinagre, que son de gusto<br />

muy atractivo.<br />

En la selva tenemos la taperiba<br />

(Spondia mombin) que también es<br />

llamada ciruela-mango o ciruela de jobo<br />

y tiene <strong>los</strong> mismos usos que la ciruela<br />

agria aunque es menos popular en la<br />

costa del Perú.<br />

Por último, tenemos la "ciruela<br />

de fraile" producida por un árbol<br />

serrano. Es una fruta poco frecuente en<br />

la mesa de Lima, pero a veces aparece<br />

por ahí. Del tamaño de un huevo de<br />

gallina, tiene un atractivo color rojo y<br />

un sabor dulce pero un tanto insípido.<br />

Los botánicos le dicen Bunchosia<br />

armeniaca. El<strong>los</strong> sabrán por qué, ya que<br />

nada tiene que hacer Armenia con esta<br />

fruta peruanísima.<br />

LA TUNA<br />

(Opuntia sp.)<br />

El vocablo "tuna" procede de un<br />

lenguaje indígena del Caribe donde <strong>los</strong><br />

marineros de Colón vieron por vez<br />

primera esta fruta que <strong>los</strong> botánicos<br />

después bautizaran como Opuntia ftcus<br />

indica (higo de las Indias) adoptado,<br />

dicen, por la ciudad Opuntia, "en las<br />

costas griegas del Mediterranéo. Por si<br />

acaso, todo el género Opuntia es de<br />

origen americano y <strong>los</strong> griegos están<br />

aquí por mera cortesía (*).<br />

La misma especie tiene dos<br />

variedades, una verde, llamada también<br />

119<br />

tuna blanca, y otra roja. Si usted come<br />

dos o tres tunas rojas no se asusten<br />

como le pasó al naturalista Oviedo<br />

cuando andaba por el Caribe, en el siglo<br />

XVI, averiguando de plantas y frutas.<br />

Nos dice que..."La primera vez que la<br />

comí, y <strong>desde</strong> a una hora, quise hacer<br />

aguas, que como vi la color de la orina,<br />

me puso en tanta sospecha de mi salud<br />

que quedé como atónito y espantando,<br />

pensando que de otra causa intrínseca o<br />

nueva dolencia me hubiese recrescido; y<br />

sin duda la imaginación me pudiera<br />

causar mucha pena sino que fui avisado<br />

de <strong>los</strong> que conmigo iban y me dijeron la<br />

causa..."<br />

Casi todos <strong>los</strong> expertos están de<br />

acuerdo en que la tuna, tal como la<br />

conocemos, se originó en Mesoamérica,<br />

y todos vemos su imagen en <strong>los</strong><br />

antiguos grabados mexicanos. El águila<br />

y el nopal se han perennizado en el<br />

escudo nacional de México.<br />

Pero con frecuencia vemos<br />

imágenes en el dibujo mochica que nos<br />

demuestran que plantas similares<br />

existían en el inventario botánico de <strong>los</strong><br />

antiguos peruanos. Lo cierto es que las<br />

aves migratorias se han encargado de<br />

integrar nuestras costumbres <strong>desde</strong><br />

mucho antes de la llegada<br />

(*) Nota: Aquella ciudad griega que inspiró a Lineo<br />

ahora se llama Negroponte. Allí crecían plantas<br />

parecidas a <strong>los</strong> cactus. El vocablo "opuntia" era usado<br />

por <strong>los</strong> romanos <strong>desde</strong> el tiempo de Plinio. Fue dado<br />

a la tuna en 1752.


ibérica a nuestras costas. Por otro lado,<br />

hay otras especies muy similares, como<br />

el "airampu" (Opuntia airampu)<br />

(Opuntia petlandii) que es nopal que da<br />

unas deliciosas tunas de bellísimo color<br />

rojo, y cuya ciudadanía peruana no<br />

admite discusión. La tuna, tuna blanca<br />

para ser más específicos, .la que <strong>los</strong><br />

primos del Norte llaman "prickly pear",<br />

es una sabrosa, dulce y<br />

refrescante compañera en la mesa<br />

peruana. Se come cruda, tomadas<br />

debidamente las precauciones<br />

para evitar las diminutas pero<br />

agudas y molestosas espinas. Un<br />

delicioso postre se hace con<br />

rebanadas de tuna, higos y<br />

helados de lúcuma. y olvídese usted de<br />

que las semillas le pueden causar<br />

apendicitis. Esa superstición la inventó<br />

en 1918 un cirujano que no tenía mucho<br />

que hacer.<br />

Estos cactus tienen una notoria<br />

importancia en la alimentación, no<br />

solamente por el consumo de sus frutos,<br />

las tunas, sino porque sus tal<strong>los</strong> planos o<br />

paletas son comestibles especialmente<br />

cuando están tiernos. Se preparan en<br />

ensaladas y guisos y en México les<br />

llaman "nopalitos". Son también<br />

preparados en conservas y encurtidos.<br />

Como todos <strong>los</strong> cactus, tienen<br />

una savia mucilaginosa con una especial<br />

acción absorbente, es decir, que atrae y<br />

fija las partículas (micelas) sólidas que<br />

se encuentran en <strong>los</strong> líquidos turbios.<br />

Aprovechando esa cualidad, se ponen<br />

unos cuantos fragmentos de nopal en un<br />

120<br />

recipiente con agua turbia y, en unas<br />

cuantas horas, el líquido se aclara y las<br />

impurezas quedan absorbidas a <strong>los</strong><br />

pedazos de cactus.<br />

Otro importante aspecto<br />

nutritivo de esta planta es su calidad de<br />

huésped de un insecto llamado<br />

cochinilla (Dactylopius coccus) que<br />

produce el tinte rojo que todos<br />

conocemos, el carmín y el ácido<br />

carmínico.<br />

Después del<br />

Descubrimiento de México, la<br />

cochinilla se convirtió en un<br />

producto de primera necesidad<br />

para todos <strong>los</strong> tintoreros de Europa.<br />

Hasta entonces, conseguir un buen tinte<br />

rojo era un problema casi insoluble en<br />

la fabricación de telas de este color.<br />

La cochinilla resolvió ese<br />

problema y pronto la planta de tuna, así<br />

como otras especies (Opuntia<br />

cochenillifera), eran cultivadas en<br />

Andalucía, en las islas Canarias y en<br />

Algeria.<br />

Debido a diversos problemas<br />

agrícolas, la producción mexicana de<br />

cochinilla perdió terreno y ahora es el<br />

Perú el que produce el mejor carmín del<br />

mundo. La cochinilla era usada por <strong>los</strong><br />

antiguos peruanos que le llamaban<br />

"magno" y ahora podemos ver en<br />

nuestros museos <strong>los</strong> preciosos tapices<br />

prehispánicos teñidos con "magno" hace<br />

miles de años y sin perder un ápice de<br />

su vivo color rojo.


La cochinilla, junto con<br />

otros colorantes rojos y amaril<strong>los</strong><br />

derivados de plantas americanas,<br />

perdieron rápidamente mercado<br />

en <strong>los</strong> países industriales con el<br />

descubrimiento de las anilinas<br />

alemanas. Estos compuestos<br />

sintéticos desplazaron a la<br />

cochinilla por sus grandes ventajas<br />

económicas. Pero recientemente la<br />

cochinilla ha vuelto por sus fueros al<br />

comprobarse que sus rivales, las<br />

anilinas, son potencialmente<br />

cancerígenas. El color rojo es<br />

extremadamente importante en la<br />

industria alimenticia, como decimos al<br />

hablar del achiote y, por 10 tanto, puede<br />

usted tener la seguridad que se está<br />

LA GRANADA<br />

(Punica granatum)<br />

Esta fruta era llamada<br />

originalmente "manzana<br />

graneada" (Malum granatum) y<br />

como venía originalmente del<br />

norte de Afriea, <strong>los</strong> romanos le<br />

llamaron Malum púnicum<br />

(Manzana púnica o de Cartago),<br />

Por eso, <strong>los</strong> botánicos le llaman Punica<br />

granatum. Es una fruta bíblica.<br />

Es atractiva por el intenso color<br />

rojo de sus semillas que se asemejan a<br />

un puñado de rubíes. La constitución de<br />

estas semillas es muy parecida a las de<br />

LOS DE MÁS ALLÁ DEL MAR<br />

121<br />

usted comiendo un pedacito de<br />

insecto cuando consume bebidas,<br />

carame<strong>los</strong>, quesos, salsas,<br />

embutidos y mermeladas que la<br />

industria nos vende con color<br />

rojo.<br />

La tuna fue llevada a<br />

España y a Italia muy pronto después<br />

del Descubrimiento de Colón. Fue<br />

descrita y dibujada por Ovieido en 1535<br />

y por varios botánicos europeos durante<br />

<strong>los</strong> años siguientes y, tanto por su fruto<br />

como por su aspecto exótico de planta<br />

de adorno, como por su fácil cultivo Y<br />

sus otros usos, se generalizó<br />

rápidamente por todo el Mediterráneo.<br />

nuestra granadina, pues el núcleo fértil<br />

está envuelto en una bolsita (el arilo)<br />

que contiene líquido rojo y agridulce.<br />

Uno puede comerse toda la semilla,<br />

con arilo y jugo, pero muchos<br />

prefieren exprimida en la boca y<br />

descartar la parte sólida. Se prepara<br />

el jugo rompiendo <strong>los</strong> ari<strong>los</strong> y<br />

filtrando con una tela. En algunos<br />

países, especialmente en la india Y<br />

en las Antillas, el jugo de granada es<br />

consumido con avidez por su sabor<br />

refrescante.<br />

En todas sus partes, la granada<br />

contiene altas concentraciones de<br />

taninos, lo que la hace un buen producto


medicinal para algunos procesos<br />

diarreicos. Pero, como bien nos<br />

advierte Julia Morton, el<br />

consumo crónico de soluciones<br />

de tanino puede ser nocivo<br />

contribuyendo al desarrollo de<br />

neoplasias.<br />

Los CITRICOS<br />

(eitrus sp.)<br />

Si hablamos de las frutas que vinieron<br />

de España, no podemos continuar sin<br />

acordar a Don Antonio de Rivera y a su<br />

esposa Doña Inés Muñoz.<br />

Esta pareja de españoles son<br />

ciertamente <strong>los</strong> pioneros en la<br />

transculturación agrícola pues, tanto en<br />

su pequeño solar de la Plaza de Armas<br />

como en su chacra de San Isidro, ya<br />

tenían en 1560 uvas, higos, granadas,<br />

melones, naranjas, limas y "otras frutas<br />

y legumbres de España" que cultivaban<br />

no solamente para acallar la nostalgia<br />

sino para acumular fortuna con<br />

la venta del producto.<br />

El jesuita Cobo<br />

puntualiza que Lima ya tenía<br />

naranjas, limones, cidras y<br />

toronjas a <strong>los</strong> diez años de la<br />

Conquista y que las primeras<br />

naranjas las plantó Baltasar<br />

Gago, vecino fundador, en su huerta que<br />

quedaba a media legua de la de Don<br />

Francisco Pizarro. Seguramente, ambos<br />

122<br />

amigos intercambiaban<br />

productos de sus huertas.<br />

El género Citrus, al que<br />

pertenecen las naranjas, las<br />

cidras, toronjas, mandarinas y<br />

limones, tiene más de una<br />

docena de especies y todas<br />

vienen de diversas regiones del Asia, de<br />

donde pasaron a España. Quién trajo<br />

qué, cuándo y cómo es muy difícil de<br />

establecer ahora para cada especie.<br />

El verdadero origen del limón<br />

no se conoce, pero tenga usted la<br />

seguridad, querido lector, de que no es<br />

el Perú como algunos aseguran. Viene<br />

de algún sitio en el noroeste de la India,<br />

fue cultivado en Italia en el siglo III<br />

D.C. y en la China en el siglo VIII.<br />

Cristóbal Colón trajo semillas de limón<br />

al Caribe en su segundo viaje… A fines<br />

del siglo pasado empezó a cultivarse en<br />

Florida y tuvo un éxito inicial pero<br />

todas las plantaciones fueron destruidas<br />

en la primera helada seria (1894).<br />

Los limones no aguantan el frío.<br />

¿Verdad?<br />

Hay muchos países que<br />

producen limón no solamente para<br />

su consumo como fruta ácida sino<br />

para la producción del aceite<br />

esencial. El Perú es un buen<br />

productor de esto último y el consumo<br />

de fruta para "cebiches" y "pisco sour"<br />

es un importante rubro agrícola.


Los otros cítricos, como decimos arriba,<br />

llegaron pronto al Perú conquistado y se<br />

han establecido aquí como en su casa.<br />

Hemos perdido interés en el cultivo de<br />

la naranja agria, que ya casi no<br />

encontramos en nuestros mercados, a<br />

pesar de que es tan buena para el<br />

cebiche. Tampoco se ve frecuentemente<br />

el limón dulce y la cidra. Los<br />

demás son fruta de todos <strong>los</strong><br />

días en todo el Perú.<br />

Hay una fruta que no es<br />

cítrica, pero la mencionaremos<br />

aquí por que le decimos<br />

cariñosamente "naranjita de Quito".<br />

Sabe a naranja agria y el fruto es de<br />

color anaranjado. Es naranjita porque no<br />

crece más de 4 ó 5 cm. de diámetro. Su<br />

jugo es delicioso y sirve para hacer<br />

bebidas refrescantes. No la trajeron <strong>los</strong><br />

españoles. Es de la misma familia que la<br />

cocona y que el tomate. Se llama<br />

Solanum quitoense y algunosle dicen<br />

"lulo". Es andina.<br />

Los HIGOS<br />

(Ficus carica)<br />

Entre nosotros, <strong>los</strong> higos son<br />

consumidos frescos, como fruta de<br />

postre, generalmente sin pelados, o en<br />

diversas clases de postres crudos o<br />

cocidos, con helados, con dulces de<br />

leche y en diversos platil<strong>los</strong>. El exceso<br />

de producción es secado al sol y<br />

vendido como higo seco o deshidratado,<br />

123<br />

una forma muy efectiva de conservarlo<br />

durante largo tiempo para emplearlo en<br />

dulces diversos o comerlo como fruta<br />

seca. En el proceso de deshidratación,<br />

algunos industriales <strong>los</strong> fumigan con<br />

vapores de azufre, lo que mejora su<br />

tiempo de conservación.<br />

De algún lado salió la<br />

leyenda que dice que Don<br />

Francisco Pizarro se trajo de<br />

España una higuera que todavía<br />

vemos en el Palacio de<br />

Gobierno. El Padre Cobo no<br />

confirma tal versión. Nos dice,<br />

en cambio, que <strong>los</strong> primeros higos de<br />

Lima se plantaron en <strong>los</strong> años<br />

inmediatos a la Conquista "a media<br />

legua de la ciudad", en una chacra que<br />

quedaba cerca de lo que hoyes el Paseo<br />

de Aguas. Parece que la higuera del<br />

Palacio de Gobierno es el rezago de una<br />

aventura republicana al haber sido<br />

plantada por alguno de <strong>los</strong> efímeros<br />

huéspedes del ansiado local.<br />

J.J.Vega nos dice que lo que<br />

regalaba Pizarro a sus huéspedes no<br />

eran higos sino naranjas. Seguramente<br />

fue así, pues dadivoso era Don<br />

Francisco. Quizás <strong>los</strong> que hablan de <strong>los</strong><br />

higos del Marqués están recurriendo a<br />

algún simbolismo oscuro.<br />

El higo es fruta bíblica. Su relación con<br />

el hombre del Mediterráneo se sumerge<br />

allá atrás, en <strong>los</strong> sig<strong>los</strong>


<strong>oscuros</strong>; y su historia más reciente está<br />

plagada de anécdotas,leyendas y<br />

refranes amenamente hilvanados por<br />

Font Quer.<br />

Uno de <strong>los</strong> hechos más curiosos<br />

es que esta planta parece no tener flores.<br />

Sin ninguna preparación, nos da el fruto<br />

sin mayor trámite. ¿Has visto alguna<br />

vez la flor del higo? Ese joven es tan<br />

tacaño, que ni flores de higo le regaló a<br />

ella....<br />

La noción de que el higo no da<br />

flores fue siempre aceptada no sólo por<br />

el hombre común sino por la comunidad<br />

científica al punto que el mismo Linneo,<br />

el padre de la botánica, escribió sobre<br />

este asunto en 1737. Poco tiempo<br />

después se descubrió que, en realidad, la<br />

higuera tiene flores, pero muy<br />

pequeñitas. Las flores crecen dentro de<br />

un receptáculo en forma de fruto, muy<br />

apretadas en el interior del "higo verde",<br />

y se comunican con el exterior mediante<br />

una abertura en la base de ese<br />

receptáculo en forma de pera. A esa<br />

abertura le llaman "el ojo" del higo.<br />

Entre esa multitud de florecitas las hay<br />

masculinas y femeninas. Cuando las<br />

flores femeninas son fertilizadas con el<br />

polen masculino, se forma una miriada<br />

de pequeños frutos que empiezan a<br />

crecer y a formar la pared de lo que<br />

llamamos "higo". El higo verde es, por<br />

consiguiente, un apretado racimo de<br />

flores que,en vez de mirar hacia afuera<br />

como establecen las buenas costumbres,<br />

mira hacia adentro. Y el higo maduro es<br />

una superpoblada comunidad de frutos;<br />

y esas pelotitas duras que sentimos al<br />

mascar un higo, son las semillitas de<br />

124<br />

esos frutos. Complicado había sido el<br />

higo, lector amigo.<br />

En las costas del Mediterráneo<br />

hay higos silvestres que el vulgo ibérico<br />

llama cabrahigos. En la fecundación de<br />

las higueras que no producen sino<br />

florecitas femeninas, juega un rol<br />

importante una avispa diminuta y otros<br />

pequeños insectos que se meten por el<br />

ojo del higo verde y fertilizan las<br />

pequeñas flores con polen traído de<br />

otros higos. Los campesinos españoles,<br />

nos dice Font Quer, traen sartas de<br />

cabrahigos para fertilizar las higueras<br />

aparentemente estériles. Aquí en el<br />

Perú, tenemos la suerte, me dicen, de<br />

que nuestros higos son hermafroditas y<br />

se fertilizan a sí mismos. Aunque no<br />

estoy tan seguro de que alguna avispita<br />

no sea la responsable del amor entre <strong>los</strong><br />

higos...<br />

Los higos mejores son <strong>los</strong> que se<br />

dejan madurar en la planta. Su piel se<br />

arruga al concentrarse sus jugos, el<br />

pecíolo se marchita y el higo cuelga<br />

cabizbajo; y del ojo brota una especie<br />

de lágrima formada por el néctar. Es<br />

cuando la fruta está más dulce. Por eso<br />

dice el refrán: "El higo, para ser bueno,<br />

ha de tener cuello de ahorcado, ropa de<br />

pobre y ojo de viuda". Para <strong>los</strong> limeños,<br />

<strong>los</strong> mejores higos son <strong>los</strong> de Chilca,<br />

donde numerosas y bien cuidadas<br />

higueras crecen en <strong>los</strong> "jaguayes" o<br />

pozas de arena, cuyo subsuelo está<br />

empapado de agua freática para rendir<br />

homenaje a otro antiguo adagio español:<br />

"La higuera, con <strong>los</strong> pies en el agua y la<br />

cabeza al sol".


EL NISPERO<br />

(Eriobotrya japónica)<br />

En todos nuestros mercados<br />

costeños, en pleno verano, se ve<br />

también el níspero que es tan<br />

común en el Perú que más de<br />

uno cree que es indígena. Es<br />

original de la Oúna y, algunos piensan,<br />

del sur del Japón. En este último país ha<br />

sido cultivado <strong>desde</strong> hace más de mil<br />

años y <strong>desde</strong> allí lo trajeron, a principios<br />

de este siglo, <strong>los</strong> inmigrantes japoneses.<br />

Se comen frescos, uno a uno,<br />

quitándoles la cáscara y la semilla que<br />

se separan fácilmente. O mezclándo<strong>los</strong><br />

con jugo de naranja, con raspaduras de<br />

coco o con rodajas de plátano, o en una<br />

ensalada de frutas. Cocidos, forman<br />

salsas, rellenos de pasteles, gelatinas y<br />

hasta mermeladas. Pero fuera de ser<br />

dulzones y frescos, generalmente son<br />

insípidos por lo que se aconseja<br />

consumir<strong>los</strong> en sabrosa compañía.<br />

Adaptado a nuestro país, el níspero<br />

tiene un tamaño pequeño. Vaya usted a<br />

España y se encontrará nísperos del<br />

tamaño de una manzana.<br />

MANGO<br />

(Mangífera indica)<br />

El mango es originario de la<br />

India y fue llevado al resto del Asia<br />

Oriental por <strong>los</strong> monjes budistas <strong>desde</strong> 4<br />

ó 5 sig<strong>los</strong> antes de nuestra era. De allí<br />

125<br />

fue llevado por <strong>los</strong> portugueses a<br />

ambas costas de Sudamérica y de<br />

allí fue transferido a Centro<br />

américa y al Caribe. Su llegada al<br />

Perú, sin embargo, fue solamente<br />

a finales del siglo pasado. El<br />

Padre Soukup nos dice que el<br />

primer mango fue traído al Perú<br />

<strong>desde</strong> la India a pedido de don Andrés<br />

Delgado, propietario de la hacienda<br />

Batán Grande, cerca de Chiclayo. Ahora<br />

el Perú exporta varios tipos de mango<br />

de excelente calidad, especialmente<br />

<strong>desde</strong> el norte de la Costa.<br />

Como una gran variedad de<br />

frutas pantropicales, el mango es<br />

consumido en una amplia gama de<br />

formas, guisos, platil<strong>los</strong> y preparados<br />

diversos; y aunque este no es un libro de<br />

recetas, tenemos la tentación de<br />

mencionar algunas formas de comerlo.<br />

Lo que no podemos hacer, sin embargo,<br />

es instruir al lector de cómo comerse un<br />

mango maduro pulcramente y sin<br />

terminar con todo pintado de amarillo.<br />

Han inventado hasta tenedores<br />

especiales, con el vástago central<br />

alargado, para trinchar la fruta por el<br />

extremo del pedúnculo e irlo mondando<br />

con delicadeza y buenas maneras. Pero<br />

al final, uno cae en la tentación del<br />

último pedacito, y termina como no<br />

quería. ..Claro que se puede servir el<br />

mango pelado y en pedacitos en


diferentes combinaciones con otras<br />

frutas, en jugos, ensaladas, helados,<br />

postres y confecciones diversas, crudo o<br />

cocido. Pero así, dicen que no vale. La<br />

cosa es chupar una pepa de mango<br />

como Dios manda... y embarrarse de<br />

mango hasta las orejas.<br />

El mango verde se come con sal<br />

y ají. En pequeñas cantidades, no causa<br />

ningún daño y es rico.<br />

La semilla del mango tiene un<br />

núcleo comestible, aunque en el Perú<br />

nunca llega a la mesa. Tiene una buena<br />

proporción de proteínas yen otros países<br />

es preparado industrialmente para<br />

alimento humano o para forraje de<br />

animales domésticos.<br />

EL PLÁTANO<br />

(Musa sp.)<br />

Aunque no todos están de<br />

acuerdo, parece que <strong>los</strong> plátanos<br />

solamente llegaron al Perú cuando ya se<br />

había estabilizado el Virreinato. Unos<br />

del África, a través del tráfico<br />

esclavista, y otros <strong>desde</strong> las Filipinas.<br />

Hay quienes dicen que algún<br />

tipo de plátanos es originario de este<br />

Continente, pero no hay mucha<br />

evidencia al respecto.<br />

El plátano o banana es llamado<br />

por <strong>los</strong> botánicos Musa paradisiaca<br />

porque, nos dice Font Quer, "según las<br />

leyendas orientales era el árbol del bien<br />

y del mal" ... "y ayudado de la figura del<br />

126<br />

fruto" dio lugar a que algunos<br />

imaginaran que éste fue "el fruto vedado<br />

a nuestros primeros padres y, por la<br />

magnitud, no sin razón, presumen<br />

muchos que sus dilatadas hojas<br />

cubrieron la desnudez de Adan y Eva...<br />

"No sé por qué, quizás por simple<br />

economía, se recurrió después a la hoja<br />

de parra.<br />

Garcilaso y Acosta dicen que<br />

había plátanos en el Perú precolombino,<br />

pero toda evidencia histórica y<br />

arqueológica es contraria a esa tesis. El<br />

plátano es conocido <strong>desde</strong> muy<br />

temprano por la civilización europea,<br />

adonde fue llevado <strong>desde</strong> la India.<br />

Aunque algunos autores de la<br />

antigüedad lo mencionan como una<br />

fruta exótica <strong>desde</strong> el siglo ID A.C., fue<br />

realmente introducido y aceptado en la<br />

Europa mediterránea recién en el siglo<br />

X D.C.<br />

Cobo nos asegura que el primer<br />

plátano llegó al Nuevo Mundo en la Isla<br />

La Española (Sto. Domingo), traído<br />

<strong>desde</strong> el África por Fray


Tomás de Verlanga el año de 1516.<br />

Por su procedencia, se le llamó <strong>desde</strong><br />

entonces "guineo" y de allí vino al Perú,<br />

aunque ya vimos que algunos cronistas<br />

nos quieren convencer de que <strong>los</strong> Incas<br />

ya conocían esta fruta. Más adelante,<br />

procedente de las Filipinas, llegó otra<br />

variedad, a la que ahora le decimos<br />

"plátano de la Isla" por ese antecedente.<br />

Hay mil formas de comer el<br />

plátano, una fruta tentadora y<br />

paradisiaca que ha recolectado formas<br />

de presentación en todas las cocinas<br />

regionales del orbe. Desde comerlo así a<br />

la mano hasta servirlo en rebanadas, en<br />

ensaladas dulces y saladas, sandwiches,<br />

pasteles y gelatinas, crudo, asado, frito<br />

y en guisos diversos; en conservas,<br />

helados, panes y bizcochos. Verdes o<br />

maduros, frescos o deshidratados en<br />

rodajas en <strong>los</strong> ya famosos "chifles".<br />

Para viejos, jóvenes y papillas de<br />

lactantes, el plátano es ideal. Constituye<br />

uno de <strong>los</strong> alimentos más importantes<br />

de <strong>los</strong> habitantes de nuestra selva.<br />

LOS DÁTILES<br />

(Phoenix dactylifera)<br />

La palmera datilera es también<br />

muy antigua en su relación con el<br />

género humano. Los babilonios, <strong>los</strong><br />

asirios y <strong>los</strong> egipcios la muestran en<br />

dibujos y esculturas <strong>desde</strong> <strong>los</strong> más<br />

remotos tiempos. El dátil es también<br />

una fruta bíblica, unida a la vida del<br />

hombre nómada del desierto. Por su<br />

resistencia terca a la sequía y a las<br />

127<br />

tempestades de arena, por su respuesta<br />

siempre triunfal a las peores<br />

viscisitudes, por lo enhiesto de su porte<br />

y su victoria legendaria contra lo más<br />

hostil de la naturaleza allá en la cuna de<br />

la civilización, sus grandes hojas, las<br />

palmas, han sido siempre el símbolo del<br />

heroísmo, de la victoria y del éxito.<br />

Los dátiles maduros y secos son<br />

largamente resistentes al deterioro, y<br />

siempre constituyen una importante<br />

reserva alimenticia para el hombre del<br />

desierto.<br />

Alguien tendrá que escribir<br />

alguna vez la historia de la palmera<br />

datilera en el Perú y relatar cómo,<br />

durante el siglo pasado, un visionario<br />

que vivía por allá, al reconocer en el<br />

desierto entre Pisco e lea un ambiente<br />

similar al de <strong>los</strong> desiertos del Cercano<br />

Oriente, se le ocurrió sembrar <strong>los</strong><br />

extensos arenales con palmeras datileras<br />

y traer camel<strong>los</strong> para el transporte antes<br />

de que a alguien se le ocurriese inventar<br />

<strong>los</strong> automóviles y las carreteras. Los<br />

camel<strong>los</strong> cumplieron alguna función,<br />

me dicen, pero terminaron por<br />

extinguirse. Cuentan también que por<br />

ahí hay un cementerio de camel<strong>los</strong><br />

como lágrima final de la aventura. Sería<br />

bueno localizarlo y registrarlo<br />

adecuadamente antes de que algún<br />

arqueólogo despistado lo encuentre y<br />

nos sorprenda con una nueva teoría<br />

sobre el camélido precolombino. Las<br />

palmeras datileras están allí diezmadas<br />

y dispersas pero regalándonos todavía<br />

con sus dulces frutos.


128


Oiga usted, la idea no era mala....<br />

LAS UVAS<br />

(Vitis vinifera)<br />

Las uvas, fruto de la vid, fruta<br />

de mesa por excelencia, llegaron al Perú<br />

no como fruta sino como materia prima<br />

indispensable para hacer vino "Más<br />

pudieron <strong>los</strong> borrachos que <strong>los</strong><br />

glotones" me dijo una vez el Corregidor<br />

Mejía. Por eso, sáltese usted las<br />

páginas, amigo lector, y pásese al<br />

capítulo de las bebidas. Allá nos<br />

encontramos...<br />

LAS ROSAS QUE COMEMOS<br />

(Familia Rosáceas)<br />

Cuando éramos niños hace<br />

mucho, mucho tiempo, una pueril<br />

fanfarronada consistía en arrancarle <strong>los</strong><br />

péta<strong>los</strong> a una rosa y comer<strong>los</strong> uno a<br />

uno.<br />

Teman, tienen todavía, un sabor<br />

amarguito, no del todo desagradable,<br />

bien compensado con el perfume de la<br />

reina de las flores. Aquello ya pasó y a<br />

nadie se le ocurre tal travesura aunque<br />

más de una vez he sugerido adornar una<br />

ensalada verde con un puñado de<br />

péta<strong>los</strong> de rosa roja. Oídos sordos o<br />

mohínes de desprecio cariñoso...<br />

Pero el agua de rosas y el aceite de<br />

rosas, la pasta de rosas con miel, el<br />

jarabe de rosas, en fin, lo que quieras de<br />

las rosas, aparece por todas partes en <strong>los</strong><br />

129<br />

antiguos recetar<strong>los</strong> de cocina de la<br />

España morisca donde se generalizó su<br />

uso culinario <strong>desde</strong> el siglo XI o XII,<br />

aparentemente bajo las ceremoniosas<br />

recomendaciones del médico gastrómo<br />

persa Mohamed Abú<br />

BekribnZakariyalRazzi, aquí entre<br />

nosotros conocido como el Razzí, por<br />

cariño.<br />

Desde luego, el uso de rosas en<br />

la comida alcanzó algo a las costumbres<br />

iniciales del Virreinato del Perú, pero<br />

no prendió bien y pronto desapareció.<br />

Esto fue probablemente debido a que,<br />

por razones que desconozco, fue muy<br />

difícil adaptar la rosa (Rosa indica,<br />

Rosa centifolia) al clima de Lima.<br />

Parece ser que en ese tiempo la rosa se<br />

cultivaba por semillas y no por estacas o<br />

acodos. Vaya usted a saber. Lo cierto es<br />

que, como se afirma, el primero que<br />

logró que un rosal floreciese entre<br />

nosotros, fue el Arzobispo Loayza. Fue<br />

todo un acontecimiento y el rosal<br />

primigenio fue, por un tiempo, huésped<br />

de honor en el altar mayor de la<br />

Catedral de Lima y le dio a Don<br />

Jerónimo un puntito más para hacerlo<br />

célebre, veinte años después de la<br />

prisión de Atahualpa. En vista de tantos<br />

fracasos previos, habían traído de<br />

España a Lima semillas de rosa; las<br />

pusieron en el altar de la capilla del<br />

Hospital del Espíritu Santo, les dijeron<br />

misa y las bendijeron "para que tuvieran<br />

feliz suceso" y luego las plantaron en la<br />

huerta del hospital. Al fin tuvieron'<br />

rosas en Lima y por algo fue también<br />

que,


aunque llevaba ya flores en su apellido<br />

paterno, la mística Isabel recibió<br />

después el nombre de Santa Rosa de<br />

Lima (*).<br />

Pero volvamos a la cocina. Si<br />

quieres más detalles de cómo y cuándo<br />

alimentarte con péta<strong>los</strong> de rosa, lee el<br />

jugoso artículo de Xavier Domingo,<br />

gastrónomo y periodista, habilidades no<br />

solo compatibles sino amorosamente<br />

complementarias. Nos cuenta don<br />

Xavier que la costumbre de usar rosas<br />

en la cocina se conserva todavía en<br />

Bulgaria, lo que no se traduce en el<br />

comportamiento de sus futbolistas que<br />

no tratan a sus adversarios con péta<strong>los</strong><br />

de rosa.<br />

Aquí en el Perú ya no usamos<br />

tan lindas flores en nuestra comida.<br />

Aunque varios escritos del siglo XVI y<br />

xvn mencionan con frecuencia el aceite<br />

de rosas en sus usos medicinales, está<br />

claro que <strong>los</strong> cocineros pemanos no<br />

usaron flores en sus potajes, con<br />

excepción de las alcachofas y de las<br />

tortillas de girasol.<br />

Pero ¿ha visto usted, querido<br />

lector, qué le pasa a una rosa cuando no<br />

la cortan y la dejan marchitarse en la<br />

planta? Le pasa, yeso 10 veráusted en<br />

<strong>los</strong> jardines descuidados, 10 que le pasa<br />

a cualquier flor de cualquier planta:<br />

Viene una abeja, la poliniza, la fertiliza,<br />

se caen <strong>los</strong> péta<strong>los</strong> y empieza a crecer<br />

un fruto don de están las semillas. El<br />

fruto de la rosa es una manzanita,<br />

generalmente roja, dura y con gusto<br />

130<br />

amargo y astringente. Aquí es donde<br />

queríamos llegar. Al momento en que la<br />

rosa produce una manzanita. Porque en<br />

la gran familia botánica de las Rosáceas<br />

están las otras rosas que sí comemos en<br />

el Perú. Son rosáceas las manzanas, las<br />

peras, <strong>los</strong> duraznos, <strong>los</strong> membril<strong>los</strong> (*),<br />

etc. Esas frutas fueron todas traídas al<br />

Perú poco tiempo después de la<br />

Conquista. El Padre Cobo nos ilustra:<br />

"Los primeros membril<strong>los</strong> (Cydonia<br />

oblonga) se dieron en el tiempo del<br />

alzamiento de Gonzalo Pizarro a quien<br />

se <strong>los</strong> remitieron <strong>desde</strong> cierta población<br />

de la costa"... "todavía alcancé a<br />

conocer a personas que vieron las<br />

primeras peras (Pirus comunis) que se<br />

dieron en esta ciudad de Lima" Y junto<br />

con <strong>los</strong> membril<strong>los</strong> llegaron las<br />

manzanas (Pirus malus), <strong>los</strong><br />

melocotones (Prunus persica), las<br />

almendras (Amygdalus comunis), <strong>los</strong><br />

albaricoques (Prunus armeniaca) las<br />

cerezas (P.serotina), las ciruelas<br />

c1audias (P.domestica), las guindas<br />

(P.avium),<br />

(*) Nota:<br />

Santa Rosa de Lima fue bautizada como Isabel Flores<br />

de Oliva.<br />

(*) Nota:<br />

La rosa original, la que le da su nombre a la familia<br />

de las Rosáceas, es la rosa silvestre o "rosa de perro",<br />

"rosa canina", que solamente tiene cinco péta<strong>los</strong> y un<br />

montón de estambres como las flores de la manzana,<br />

melocotón y todas las rosáceas. Su fruto la rosa<br />

mosqueta, es delicadeza de gran consumo en la<br />

Argentina para mates, infusiones y jaleas.


y todas esas frutas foráneas que<br />

tanto nos gustan. Son todas de<br />

la familia de las Rosáceas. Son<br />

las rosas que comemos. Todas<br />

las trajeron <strong>los</strong> españoles al<br />

poco tiempo de fundar Lima.<br />

A propósito, entre todas<br />

las Rosáceas, la manzana es la<br />

que se lleva el premio como heroína de<br />

leyendas, cuentos y tradiciones... la<br />

manzana del paraíso... la que comió<br />

Blanca Nieves... la de la discordia... la<br />

de Las Tres Gracias... Quizás lo<br />

deberíamos dejar aquí para no<br />

desilusionar a <strong>los</strong> que creen firmemente<br />

en el valor de las imágenes legendarias.<br />

Pero vale la pena recordar que la<br />

palabra "manzana", que en nuestro buen<br />

castellano tiene un significado único y<br />

claro, en otros idiomas (apple, apfel,<br />

pomme, mela, etc.) significa solamente<br />

un fruto redondo. Ni más ni menos. Al<br />

tomate, ya hemos visto, sólo por ser<br />

redondo lo bautizaron como pomodoro<br />

(manzana de oro), pome d'amour<br />

(manzana del amor), love apple<br />

(manzana del amor), etc. A la papa, <strong>los</strong><br />

franceses le dicen "pomme de terre"<br />

(manzana de tierra) solamente porque es<br />

redonda. Así que todas esas "manzanas"<br />

de historia mágica y legendaria, pueden<br />

referirse a la deliciosa manzana chilena<br />

que te comiste hoy en la mañana, o a<br />

otro fruto redondo cualquiera, de<br />

costumbres dudosas. El fruto del<br />

131<br />

chamico, por ejemplo, (Datura<br />

stramonium) se llama "manzana<br />

del diablo" en el idioma de<br />

Shakespeare, y en Mesopotamia,<br />

donde dicen que estaba el<br />

Paraíso y donde se originó la<br />

noticia, se originó también una<br />

especie de chamico (Datura<br />

metel) que si la comes te hace<br />

sentirte mejor que Dios, con perdón del<br />

Padre Felipe. Así que no sería raro que<br />

Eva haya "enchamicado" a nuestro<br />

padre Adán... y la bruja fea que le dio la<br />

manzana venenosa a Blanca Nieves,<br />

quién sabe que clase de fruto redondo le<br />

habrá proporcionado. La dejódormida y<br />

le habrá ocasionado algún sueño erótico<br />

que terminó con el beso de un príncipe.<br />

Leyendas son leyendas. En castellano,<br />

puedes comer manzanas con<br />

tranquilidad y paciencia que también en<br />

inglés te dicen que es una fruta muy<br />

sana (An apple a day keeps the doctor<br />

away...)<br />

LA CARAMBOLA<br />

(Averrhoa carambola)<br />

La fruta llamada "carambola" ha<br />

sido recientemente incorporada a la<br />

mesa peruana y rápidamente está<br />

adquiriendo popularidad. Como es<br />

frecuente, hay quienes creen que es<br />

originaria de nuestra selva porque se<br />

está cultivando allá. Es originaria de<br />

Ceilán (Sri Lanka)


y ha sido cultivada en Malasia por<br />

muchos sig<strong>los</strong>. Común en Filipinas y en<br />

Australia, fue traída a nuestra selva vía<br />

Brasil. m cuidadoso inventario de<br />

Soukup no la menciona en 1970, pero<br />

ya étparece en el de Rutter en 1990. .<br />

132<br />

Es muy vistosa y atractiva; su<br />

sabor agridulce la hace popular y es<br />

frecuente en ensaladas y en la<br />

preparación de refrescos y postres,<br />

cruda o cocida, combinada con azúcar,<br />

clavo y especias y con otras frutas.


133


134


135


CAPÍTULO IV<br />

LAGRIMAS DEL SOL<br />

__________________________________________<br />

Los diccionarios nos dicen que "<strong>los</strong><br />

cereales" son "plantas gramíneas !fe<br />

semillas farináceas", etc. etc. porque así<br />

nos lo dicen <strong>los</strong> europeos, cuyos granos<br />

comestibles son todos provenientes de<br />

plantas gramíneas. Por extensión<br />

etnocentrista, y para hacer más fácil el<br />

asunto, muchos autores les dicen<br />

"cereales" también a otros granos<br />

comestibles del Perú, como la quinua, la<br />

kañiwa y la kiwicha, que no son plantas<br />

gramíneas pero que se usan igual que<br />

<strong>los</strong> cereales tradicionales y por ahí hay<br />

alguien nos incluye en la lista las<br />

semillas que el girasol Además, la<br />

industria Norteamericana de alimentos<br />

se olvidó ya de la botánica y le dice<br />

"cereal" (sírial, por si acaso) a todos <strong>los</strong><br />

preparados alimenticios que se venden<br />

para el desayuno, contengan o no<br />

cereales, confeccionados con frutas<br />

secas, semillas, nueces, granos diversos<br />

y lo que les da la imaginación. Por todas<br />

esas razones, no hablaremos aquí de<br />

"cereales" sino de "granos comestibles".<br />

Esto debería incluir al ajonjolí, las<br />

semillas de amapola, de apio y,<br />

volviendo a las gramíneas, al alpiste. No<br />

veremos a todas ellas, porque éste no es<br />

un libro de botánica; pero algo<br />

LOS GRANOS COMESTIBLES<br />

136<br />

contaremos de las más notables.<br />

Uno de <strong>los</strong> componentes más<br />

importantes de todos <strong>los</strong> organismos<br />

vivientes son las proteínas, esos<br />

compuestos químicos que forman <strong>los</strong><br />

elementos esenciales de todos nuestros<br />

órganos: Vísceras, múscu<strong>los</strong>, glándulas,<br />

sangre... todo está formado por estas<br />

sustancias que llamamos proteínas.<br />

Las proteínas son sustancias<br />

constituidas por largas cadenas de otros<br />

compuestos más sencil<strong>los</strong> que se llaman<br />

aminoácidos. Una cadena de<br />

aminoácidos es una proteína; más o<br />

menos compleja; más o menos larga;<br />

más o menos variable en el número y<br />

calidad de <strong>los</strong> aminoácidos que la<br />

forman.<br />

Los aminoácidos son <strong>los</strong><br />

ladril<strong>los</strong>, <strong>los</strong> bloques que constituyen el<br />

elemento esencial para la formación de<br />

las proteínas. Sin aminoácidos no hay<br />

proteínas; y sin proteínas no hay vida.<br />

Cada proteína puede compararse a un<br />

edificio. En ese edificio, la base de la<br />

estructura son <strong>los</strong> ladril<strong>los</strong>. Los ladril<strong>los</strong><br />

de las proteínas


se llaman aminoácidos. Hay una<br />

veintena de aminnoácidos diferentes.<br />

No tiene limitaciones en su ingreso de<br />

"ladrill.os" y puede c.onstruir to<br />

Un organismo viviente necesita fabricar<br />

sus propios aminoácidos para construir<br />

sus propias proteínas. Y <strong>los</strong> que no<br />

puede fabricar, <strong>los</strong> tiene que importar.<br />

Los tiene que obtener de <strong>los</strong><br />

alimentos que ingiere. El ser humano<br />

que come carne, pescado, leche o<br />

huevos (cualquier tejido animal)<br />

puede importar toda la gran variedad<br />

de aminoácidos que requiere para<br />

fabricar las proteínas animales que<br />

necesito su propio mantenimiento y su<br />

crecimiento. Pero si solamente consume<br />

sustancias vegetales, puede tener el<br />

déficit de algunos aminoácidos que<br />

difícilmente están integrando las<br />

proteínas vegetales. Si la dieta es<br />

exclusivamente vegetal, el déficit puede<br />

acarrear problemas en la formación de<br />

nuevas proteínas animales o en el<br />

reemplazo de las proteínas animales<br />

perdidas. A esos aminoácidos que se<br />

encuentran en cantidades demasiado<br />

pequeñas se les llama aminoácidos<br />

limitantes porque su ausencia marca el<br />

límite entre una buena y una mala<br />

nutrición. Esos aminoácidos son la<br />

lisina, la metionina u el triptofano. Tres<br />

palabrotas que pueden ser misteriosas<br />

para un ama de casa, pero que <strong>los</strong><br />

nutricionistas usan en todas sus<br />

plegarias.<br />

Cuando un niño recién nacido<br />

toma la leche de la madre, recibe todas<br />

137<br />

las proteínas que necesita para<br />

sobrevivir y para crecer. Perno es fácil<br />

encontrar una dieta totalmente<br />

vegetariana que le permita progresar a<br />

un niño recién nacido, porque <strong>los</strong><br />

vegetales que conocemos tienen poca<br />

cantidad de aquel<strong>los</strong> aminoácidos<br />

limitantes.<br />

Aunque un adulto puede<br />

sobrevivir normalmente con una<br />

dieta puramente vegetal que<br />

contenga cantidades pequeñas de<br />

esos aminoácidos limitantes, se<br />

recomienda complementar la dieta<br />

con huevo, queso y leche, que<br />

tienen proteínas animales (con <strong>los</strong><br />

aminoácidos adecuados) y que no<br />

significan ni la destrucción de una vida<br />

ni la ingestión de toxinas colaterales que<br />

el vegetariano trata de evitar. En un<br />

niño en crecimiento, este complemento<br />

de proteínas animales es indispensable,<br />

aunque es verdad que el uso de cereales<br />

.o de leguminosas que contienen una<br />

cierta cantidad de <strong>los</strong> aminoácidos<br />

limitantes, puede constituir una<br />

alternativa discutible.<br />

Ya veremos, en el capítulo de<br />

las leguminosas, que las proteínas<br />

vegetales del pallar, de <strong>los</strong> frijoles, y<br />

especialmente del tarwi tienen esas<br />

características y ahora, cuando<br />

hablamos de 1os granos comestibles, es<br />

importante entender que en tres granos<br />

del Perú: la quinua, la cañihua y la<br />

kiwicha, el contenido de lisina y de<br />

triptofano


es excelente y el contenido de metionina<br />

es adecuado. Esto hace que estos tres<br />

granos peruanos constituyan un<br />

alimento casi perfecto, a diferencia de<br />

otros cereales y muchos otros alimentos<br />

vegetales.<br />

LA QUINUA<br />

(Chenopodium quinoa)<br />

Según <strong>los</strong> señores botánicos la<br />

familia de las Quenopodiáceas, que<br />

se caracteriza por una forma<br />

especial de sus hojas que asemejan<br />

la pata de un ganso, nos da una serie de<br />

especies amigas del cocinero: la<br />

remolacha, la betarraga, la acelga, la<br />

espinaca, el paica, etc. Entre estas están<br />

dos granos alimenticios de muy antigua<br />

historia en el Perú: la quinua<br />

(Chenopodium quinoa) y la cañihua<br />

(C.pallidicaule).<br />

Al lado del maíz y de la papa, la<br />

quinua constituyó la base de la<br />

alimentación vegetal de <strong>los</strong> peruanos<br />

prehispánicos. Es un grano típico del<br />

Ande, llamado "hupa" en aimara, y<br />

138<br />

existen diversas variedades que reciben<br />

nombres específicos en quechua. Su<br />

diferenciación está basada en el color, el<br />

tiempo de maduración y la zona<br />

geográfica de su producción.<br />

De acuerdo con lo que nos<br />

dicen <strong>los</strong> paleobotánicos, la<br />

quinua es originaria de <strong>los</strong><br />

alrededores del lago Titicaca, pero<br />

hace mucho, mucho tiempo. En<br />

tumbas peruanas de más de dos<br />

mil años, <strong>los</strong> arqueólogos ya<br />

encuentran estos granos; y<br />

mayores averiguadores nos han<br />

indicado que <strong>los</strong> Incas promovieron su<br />

cultivo <strong>desde</strong> el norte de Colombia<br />

hasta el sur de Chile, en tal forma que<br />

cuando llegó Pizarra ya había quinua en<br />

todos <strong>los</strong> Andes.<br />

Es un grano de alto poder nutritivo y de<br />

excelente rendimiento como producto<br />

agrícola. Está muy arraigado en la<br />

civilización andina y su cultivo<br />

reemplaza o se alterna con el del maíz<br />

por encima de 3,000 metros sobre el<br />

nivel del mar.


Desde el punto de vista de la nutrición<br />

humana, y recordando lo que dijimos<br />

sobre las proteínas y <strong>los</strong> aminoácidos, la<br />

quinua contiene una cantidad apreciable<br />

de algunos de <strong>los</strong> "aminoácidos<br />

limitantes" de que hablamos más arriba.<br />

No quisiera entrar en el terreno<br />

bioquímico más allá de lo indispensable<br />

pero (vea el cuadro anterior) ahí van<br />

algunos números (en . gramos % de<br />

peso seco).<br />

A esto hay que agregar que la<br />

cantidad total de proteínas en la quinua<br />

sobrepasa largamente a cualquier otro<br />

cereal, con valores frecuentemente<br />

superiores al 20%. Con la quinua se<br />

preparan cenas de diversas sopas,<br />

guisos, tamales, panes y galletas, salsas,<br />

fideos, bebidas, bocadil<strong>los</strong>, etc., y hay<br />

largos y bien informados libros de<br />

cocina que nos muestran recetas y<br />

consejos para usar eficaz y<br />

plancenteramente este grano tan<br />

nutritivo.<br />

Es una planta muy útil que no<br />

solamente nos proporciona el grano sino<br />

también las hojas que, cuando tiernas,<br />

son comestibles crudas o cocidas, en<br />

ensaladas y guisos. A diferencia de sus<br />

primas, la acelga y la espinaca, su<br />

contenido en ácido oxálico y en nitratos<br />

es muy bajo y por lo tanto su consumo<br />

es mucho más saludable y seguro.<br />

El grano de quinua contiene, en<br />

su cáscara, unos compuestos químicos<br />

llamados saponinas que le dan sabor<br />

amargo, razón por la cual debe ser<br />

tratado después de la cosecha y antes de<br />

139<br />

ser preparado como alimento humano.<br />

Por supuesto, ya <strong>los</strong> genetistas<br />

intentaron con algún éxito obtener<br />

variedades de quinua que no sean<br />

amargas; pero resulta que la quinua no<br />

tiene saponinas por puro gusto sino<br />

porque esas substancias amargas la<br />

protegen contra insectos y pájaros a<br />

quienes, como al ama de casa, no les<br />

gusta la quinua amarga. Siembras<br />

quinua dulce y tu cosecha se la llevan<br />

<strong>los</strong> animalitos del campo, o le tienes que<br />

echar insecticidas y otras cosas lo que te<br />

cuesta más y la hace peligrosa. No sé si<br />

<strong>los</strong> antiguos peruanos sabían eso; pero<br />

el<strong>los</strong>, grandes genetistas, nunca<br />

produjeron quinua dulce. Nosotros<br />

también nos quedamos con la amarga y<br />

nos vamos a lo que nos recomienda<br />

Mario Tapia: procedimientos<br />

domésticos o industriales de<br />

desamargado de la quinua, lo que<br />

elimina las saponinas y nos da un<br />

producto excelente para la alimentación<br />

humana.<br />

Debe evitarse el<br />

almacenamiento prolongado de la<br />

quinua no tratada porque, además de las<br />

saponinas, <strong>los</strong> granos contienen una<br />

cierta cantidad de grasa con<br />

componentes químicos poco estables, lo<br />

que fácilmente conduce a su<br />

enranciamiento y olor desagradable.<br />

Además, tiene una gran capacidad de<br />

germinación, aun en condiciones<br />

adversas, lo que disminuye su calidad.<br />

No obstante su excelencia como<br />

alimento de humanos y animales<br />

domésticos, la quinua perdió


pronto terreno ante el arroz y el trigo,<br />

no solamente a raíz de la Conquista,<br />

sino en forma más pronunciada durante<br />

la primera mitad de este siglo. Ha<br />

habido varias razones para ello, <strong>desde</strong><br />

luego, y vale la pena enumerar algunas:<br />

su poco prestigio como "alimento de<br />

indios", su presencia en ciertos ritos<br />

religiosos perseguidos, la necesidad de<br />

su preparación para El desamargado y<br />

algunas supersticiones entre las que se<br />

menciona que puede producir<br />

parasitismo en el hombre y en <strong>los</strong><br />

animales domésticos. Esto último es un<br />

grave error basado en que tanto la<br />

triquinosis como la cisticercosis<br />

producen en <strong>los</strong> múscu<strong>los</strong> de animales y<br />

hombres lesiones que parecen granos de<br />

quinua hinchados. Nada que ver. Pero<br />

Eduardo Estrella nos dice que en el<br />

Ecuador, <strong>los</strong> campesinos le llaman<br />

erróneamente la quinua a la cisticercosis<br />

de <strong>los</strong> cerdos.<br />

140<br />

estudios y el entusiasmo de grandes<br />

líderes como Plutarco Naranjo en el<br />

Ecuador, la fama de la quinua como<br />

alimento y como producto de brillante<br />

futuro comercial ha ido ascendiendo<br />

rápidamente en <strong>los</strong> últimos años. En <strong>los</strong><br />

Estados Unidos ya se le encuentra no<br />

solamente en tiendas de naturistas sino<br />

en supermercados y restaurantes y no es<br />

desconocida en Europa, Australia y el<br />

Japón. Esto, con la ventaja de que,<br />

como pasa con la papa amarilla y el<br />

maíz morado, el éxito del cultivo de la<br />

quinua depende mucho de las horas-sol<br />

y por lo tanto no es fácil producirla<br />

fuera de <strong>los</strong> Andes.<br />

LA KAÑIWA<br />

(Chenopodium pallidicaule)<br />

Después de la Conquista, la<br />

En ese hostil ambiente de las<br />

altas punas, donde la temperatura<br />

promedio es de unos 10 grados C. y<br />

donde ocho o nueve meses al año hiela<br />

cada noche, donde <strong>los</strong> violentos aires<br />

frígidos y las nevadas y la intensa<br />

quinua fue, <strong>desde</strong> luego, un foco de radiación solar son las peores enemigas<br />

interés para <strong>los</strong> botánicos que trataron de cualquier vegetación, una prima<br />

de estudiar su cultivo. Garcilaso nos hermana de la quinua, que en quechua<br />

habla de <strong>los</strong> primeros intentos se llama kañihua y en latín le dice<br />

(frustrados, por lo demás) de introducir Chenopodium pallidicaule, crece,<br />

la quinua en Europa. De eso nada se florece, fructifica y progresa sin<br />

volvió a saber hasta <strong>los</strong> años de la importarle las terribles inclemencias del<br />

Primera Guerra Mundial, cuando en clima. Junto a la maca (ver pag),<br />

Checoslovaquia y en el Cantón de San resultan <strong>los</strong> únicos alimentos vegetales<br />

Gall en Suiza se hicieron exitosos cuyo cultivo es totalmente confiable en<br />

cultivos. Pero nuevamente el interés se esos páramos. La Kañihua, que también<br />

sumergió en el olvido.<br />

se escribe cañihua ó cañiwa, tiene una<br />

prima cercana allá muy lejos, en <strong>los</strong><br />

A pesar de eso, recientes Himalayas,<br />

que es también Chenopodium y que también aguanta fríos y nieves y es


uen alimento de reserva para <strong>los</strong><br />

pueb<strong>los</strong> que viven allá, como <strong>los</strong><br />

nuestros, en regiones tan inhóspitas.<br />

La Kañiwa es casi silvestre y su<br />

cultivo no necesita mayor cuidado. Poco<br />

se ve de ella en <strong>los</strong> mercados. Algo allá<br />

en Puno, en Sicuani en Pucará... Es que<br />

no llega fácilmente al comercio. Toda, o<br />

casi toda, es consumida por la familia<br />

que la cultiva. Generalmente la<br />

diminuta semilla, más pequeña que la<br />

quinua, es tostada y molida para hacer<br />

una harina de color oscuro a la que le<br />

agregan azúcar o la echan en la sopa<br />

para espesarla, generalmente sin saber<br />

que es uno de <strong>los</strong> granos que contiene<br />

mayor porcentaje de proteínas y de<br />

aminoácidos "limitantes". Esa harina,<br />

diluida en leche caliente, hace un rico<br />

"chocolate" que puedes tomar en el<br />

mercado de Puno para quitarte el frío. A<br />

la harina tostada le dicen "Cañihuaco".<br />

El grano, con un pequeño porcentaje de<br />

harina de pescado y otro poco de pasta<br />

de semillas de algodón, resulta un<br />

excelente alimento para las aves de<br />

corral que, dada la facilidad de cultivo<br />

en <strong>los</strong> páramos deshabitados, puede<br />

resultar en una excelente fuente de<br />

forraje ya que las hojas son también<br />

muy alimenticias para el ganado. Se<br />

consumen también como hortalizas, con<br />

un alto contenido proteico (30% de peso<br />

seco) y con buena proporción de calcio<br />

y hierro.<br />

La harina de Kañihua contiene<br />

141<br />

además un buen porcentaje de grasa<br />

(8%) lo que, por un lado, mejora su<br />

calidad nutritiva, pero tiene el<br />

inconveniente de ponerse rancia<br />

fácilmente, lo que le da mal olor y<br />

disminuye su palatabilidad.<br />

Bien cultivada, esta planta da<br />

fácilmente tres toneladas de semilla, y<br />

más de veinte toneladas de forraje por<br />

hectárea en sitios donde no crece otra<br />

cosa.<br />

LA KIWICHA<br />

(Amarantus caudatus)<br />

Los que saben de estas cosas<br />

dicen que la Kiwicha, llamada también<br />

achita, conocida por <strong>los</strong> eruditos como<br />

amaranto y por <strong>los</strong> botánicos como<br />

Amarantus caudatus, era un grano<br />

alimenticio muy difundido en el Perú<br />

prehispánico. En México, otro amaranto<br />

muy parecido era un alimento muy<br />

popular pero, como estaba incluido en<br />

una serie de ritos mágico-religiosos de<br />

<strong>los</strong> aztecas, fue prohibido por <strong>los</strong><br />

españoles. Así dicen. Pero el cuento es<br />

más largo. También dicen que aunque<br />

aquí en el Perú no tenía nuestra kiwicha<br />

ninguna implicancia sagrada, también la<br />

prohibieron <strong>los</strong> españoles. acaso... Otros<br />

dicen que <strong>los</strong> curas misioneros<br />

encontraron que la kiwicha, llamada<br />

sangorache en el Ecuador, tenía fama de<br />

afrodisíaco y que por eso la prohibieron<br />

aquí en <strong>los</strong> Andes. Plutarco Naranjo no<br />

cree esto


último. Yo tampoco. Más bien, en el<br />

Ecuador usan las hojas de la kiwicha<br />

para adornar <strong>los</strong> potajes que se ofrecen<br />

a <strong>los</strong> difuntos el Día de <strong>los</strong> Muertos (el<br />

2 de noviembre) y por ahí algo de<br />

"idolatría" queda. Quizás en el tiempo<br />

de la Conquista el asunto iba más allá...<br />

De toda forma, la cosa es que lo<br />

prohibieron o que por ser alimento<br />

desprestigiado, o por tener que competir<br />

con el arroz y el trigo, o por razones<br />

religiosas, o por defensa de la castidad<br />

amenazada, la kiwicha o sangorache<br />

desapareció largo tiempo de nuestros<br />

mercados.<br />

Quien ha visto alguna vez un<br />

campo de kiwicha con sus grandes<br />

penachos de flores y semillas maduras,<br />

rojas, violetas, amarillas, y sus anchas<br />

hojas, alegrando la brisa, nunca olvidará<br />

la belleza de esta planta que produce un<br />

grano tan nutritivo. Como hemos visto,<br />

perdió popularidad por razones que<br />

realmente se desconocen. Eso de las<br />

prohibiciones no funciona cuando se<br />

trata de un buen alimento. Pero lo cierto<br />

es que su consumo declinó<br />

marcadamente hasta hace pocos años,<br />

cuando, tanto el Estado como un grupo<br />

de agricultores entusiastas, tomaron la<br />

decisión de recobrar la popularidad de<br />

este grano comestible.<br />

La kiwicha es un grano muy<br />

pequeño. Un poco más grande que la<br />

cabeza de un alfiler. Pero, aunque es<br />

pequeña, es abundante: una planta<br />

puede producir 'más de cien mil<br />

142<br />

semillitas a <strong>los</strong> cuatro o seis meses de la<br />

siembra, y todas juntas dan alrededor de<br />

cuatro toneladas por hectárea. Contiene<br />

bastante más proteínas que el maíz, y<br />

una buena proporción de <strong>los</strong><br />

aminoácidos "limitantes" de que hemos<br />

hablado. Tiene el doble de la lisina que<br />

tiene el trigo y es rica en calcio, hierro,<br />

fósforo, potasio, zinc y vitaminas B y E.<br />

Si su harina se mezcla con la del trigo,<br />

el pan resultante tiene un elevado poder<br />

nutritivo. Pero además se usa en<br />

infinidad de recetas, sopas, guisos,<br />

salsas, galletas, etc., y como revienta<br />

como el pop-com cuando se le tuesta,<br />

sirve también para preparar dulces y<br />

bocadil<strong>los</strong> muy buscados en las ferias<br />

de pueblo. Su incorporación a la dieta<br />

de <strong>los</strong> niños en crecimiento es una<br />

exitosa tendencia en <strong>los</strong> últimos años.<br />

EL MAIZ<br />

(Zea mays)<br />

Como <strong>los</strong> mexicanos y <strong>los</strong><br />

mayas, <strong>los</strong> antiguos peruanos formaron<br />

una civilización del maíz. El cereal (este<br />

sí es una gramínea) aparece reproducido<br />

en la cerámica peruana de todas las<br />

culturas locales, aun de las muy<br />

antiguas. Bonavía ha probado que el<br />

maíz era ya cultivado entre nosotros<br />

<strong>desde</strong> la época pre-cerámica. Tiene una<br />

poderosa significación mitológica, tanto<br />

en lo que se refiere al antropomorfismo<br />

de sus imágenes como a las leyendas,<br />

mitos y ritos mágicos y religiosos en <strong>los</strong><br />

cuales intervino a todos <strong>los</strong> niveles.<br />

Quizás


esto se explica por el hecho de que con<br />

el maíz se hacía la chicha; Y esta<br />

bebida, por su contenido alcohólico y su<br />

mezcla con otras sustancias, era la base<br />

de brebajes de uso religioso.<br />

La antigüedad y la difusión del<br />

maíz en <strong>los</strong> linderos del Ande antiguo<br />

todavía es motivo de discusión. Aunque<br />

Enge1s afirmaba que en ningún punto<br />

de nuestro territorio se había encontrado<br />

restos de este cereal en una época previa<br />

a <strong>los</strong> 3300 A.C., Bonavía, en su<br />

profunda y extensa investigación, le da<br />

una vigencia mucho más larga,<br />

alrededor de 5000 años A.C. Se<br />

asegura, por otro lado, que en México el<br />

maíz apareció aproximadamente por la<br />

misma época y esto permite suponer<br />

que la domesticación de esta<br />

importantísima planta fue<br />

probablemente simultánea en México<br />

yen el Perú. El origen del maíz siempre<br />

ha sido motivo de interminables<br />

discusiones. Hay inclusive quien ha<br />

considerado, con remoto grado de<br />

probabilidad, (ver Horkheimer) que esta<br />

planta era conocida en la China antes<br />

del descubrimiento de Colón y que por<br />

lo menos una de las variedades<br />

originales del maíz proviene del Asia.<br />

Aunque <strong>los</strong> contundentes<br />

argumentos de Bonavía y de<br />

Grobman parecen ya acabar con la<br />

discusión de quién fue primero y quién<br />

después, las bases de estos alegatos en<br />

estudios genéticos, cromosómicos y que<br />

se yo, ha adquirido complicaciones más<br />

143<br />

allá del tono de estas líneas.<br />

Estas eran teorías poco<br />

compartidas, sin embargo, y la gran<br />

mayoría de <strong>los</strong> sectores eruditos<br />

consideró siempre que el maíz es<br />

totalmente de origen americano.<br />

Cuando menos, está aceptado que en<br />

ningún continente se desarrolló el<br />

cultivo de esta útil planta al grado en<br />

que fue encontrado por <strong>los</strong> españoles en<br />

América.<br />

Dentro de nuestro Continente, aunque<br />

hace cuatro o cinco décadas continuaba<br />

la discusión, se acepta ya sin muchas<br />

protestas lo que <strong>los</strong> paleobotánicos<br />

señalaban con frecuencia: México<br />

parece ser la fuente original del maíz<br />

silvestre. Pero se acepta también, sin<br />

mayor argumentación, que fue en el<br />

Perú donde <strong>los</strong> antiguos agricultores<br />

lograron la mayor sofisticación de<br />

nuevas variedades adaptables a las más<br />

diversas circunstancias geográficas y<br />

climáticas así como a las necesidades de<br />

producción y variada utilización. Hay<br />

zonas andinas donde el maíz se cultiva a<br />

una altura superior<br />

A <strong>los</strong> 4,000 metros sobre el nivel del<br />

mar y hay variedades prehispánicas para<br />

todos <strong>los</strong> climas.<br />

Valdizán y Maldonado nos<br />

dan una larga y descriptiva lista de<br />

las variedades de maíz en <strong>los</strong><br />

alrededores del Cusco. Cada una tiene<br />

su empleo específico y su nombre en el<br />

dialecto local.


Había muchas formas de<br />

consumir el maíz en el Perú<br />

prehispánico: cocido en agua<br />

le llamaban Muti que ahora se<br />

traduce a Mote; tostado le<br />

llamaban camcha, que ahora se dice<br />

cancha; a medio cocer en agua y secado<br />

después al sol, le llamaban y aún le<br />

llaman chochoca. Se preparaba con la<br />

harina unos panecil<strong>los</strong> o tortillas que<br />

llamaban tanta; el maíz molido y cocido<br />

en envolturas diversas, como tamales,<br />

se llamaba "huminta" que ahora se dice<br />

humita; y había un preparado ritual<br />

llamado zancu, que ahora se llama<br />

sango o sanguito; y que cuando era para<br />

las grandes celebraciones se mezclaba<br />

con sangre de <strong>los</strong> animales sacrificiales<br />

y se llamaba yahuarzancu. El uso ritual<br />

del maíz en esta forma ha desaparecido<br />

por la persecución religiosa del siglo<br />

XVI.<br />

Uno de <strong>los</strong> principales usos que<br />

tenía el maíz en el Antiguo Perú era en<br />

la preparación de la chicha,<br />

tal como vemos en el<br />

capítulo dedicado alas<br />

bebidas.<br />

El maíz tierno rara<br />

vez se comía crudo, excepto en maneras<br />

rituales relacionadas con la religión y el<br />

ayuno severo. La mazorca inmadura se<br />

llamaba y se sigue llamando choclo.<br />

Los mexicanos la llaman "elote".<br />

En quechua, el maíz recibía el<br />

nombre de sara que ha evolucionado a<br />

jora (chicha de jora).Y como toda la<br />

144<br />

planta estaba relacionada a<br />

la alimentación, había<br />

vocab<strong>los</strong> especiales, que<br />

todavía son usados en el<br />

Perú, para todas las partes<br />

anatómicas: choclo es la mazorca tierna,<br />

huiro es la caña fresca, dulce y<br />

refrescante; chala es el follaje seco<br />

utilizado como forraje; parhuay es .la<br />

espiga de flores masculinas; panca es la<br />

envoltura de la mazorca, etc.<br />

El maíz, encontrado en Cuba por<br />

<strong>los</strong> hombres de Colón, (*) fue pronto<br />

llevado a España antes de que el Perú<br />

fuera siquiera imaginado. Llegó a<br />

Sevilla traído por el mismo Almirante<br />

en su segundo viaje y, después de<br />

diversos intentos, se había ya extendido<br />

por toda la península ibérica hacia el<br />

año de 1525.<br />

Se le llamaba panizo o panicum,<br />

vocab<strong>los</strong> de origen italiano con el que<br />

se denominaba al mijo. Los<br />

portugueses le llamaron mijo<br />

para diseminarlo en el<br />

África. Colón lo mencionó<br />

en sus cartas <strong>desde</strong> el<br />

segundo Viaje y, si nos<br />

vamos a poner a rebuscar entre libros<br />

apolillados, encontraremos que en 1511<br />

lo describe<br />

(*) Nota:<br />

Fueron Rodriga de Jerez y Luis Torres enviados por<br />

Colón a explorar la isla de Cuba.


Pedro Martin de Anglería y en 1532 lo<br />

menciona Jean Ruel. Sí. En 1532,<br />

cuando Pizarro andaba recién por<br />

Cajamarca, <strong>los</strong> españoles ya conocían el<br />

maíz <strong>desde</strong> que lo encontraron en el<br />

Caribe y lo llevaron a Sevilla en 1495, a<br />

la Nueva Castilla en 1498 hasta que, en<br />

1532, se había extendido prácticamente<br />

por toda la península ibérica.<br />

Italia no se quedó atrás. Después<br />

de recibir el maíz de manos de algún<br />

marinero genovés en 1495, adoptó este<br />

fabu<strong>los</strong>o cereal en casi toda la península<br />

italiana aunque, cosa curiosa, toda<br />

la Liguria fue lenta y no lo aceptó<br />

hasta ya entrado el siglo XVIII.<br />

A Francia también entró<br />

cruzando rápidamente <strong>los</strong> Pirineos<br />

en pleno siglo XVI. Cruzó también<br />

<strong>los</strong> Alpes e invadió Alemania en la<br />

misma época, viajando entonces<br />

prontamente por <strong>los</strong> Balcanes y pasando<br />

a Hungría, Rumanía y Turquía.<br />

Al Africa lo llevaron <strong>los</strong><br />

portugueses y en el Asia lo introdujo el<br />

mismo Magallanes <strong>desde</strong> las costas<br />

americanas, y también otros marinos<br />

portugueses por el camino de la India y<br />

la China.<br />

Pero a pesar de que todo el<br />

mundo lo conoció tempranamente y de<br />

que se supo pronto de su mayor<br />

rendimiento agrícola, (*) el maíz no<br />

pudo derrotar al trigo, cereal engreído<br />

de Europa y durante más de un siglo fue<br />

145<br />

usado solamente para alimentar aves de<br />

corral y como forraje para bovinos y<br />

cabal<strong>los</strong>.<br />

Recién en el siglo XVIII<br />

comenzó a ser aceptado en Europa<br />

como alimento humano y como para ese<br />

entonces el maíz llegaba a Italia<br />

frecuentemente <strong>desde</strong> el extremo<br />

oriental del Mediterráneo en barco de<br />

Turquía, nuestro cereal americano<br />

recibió en ese país el apodo de "grano<br />

turco" lo que algunos interpretan como<br />

un certificado de ciudadanía de aquel<br />

país asiático. Es esta circunstancia,<br />

y el hecho de que fueron también<br />

<strong>los</strong> marinos y comerciantes lo<br />

llevaron a Inglaterra y Alemania,<br />

que nuestro maíz fue conocido<br />

como "blé de Turquía", "Turquisher<br />

Kom", "Turkey wheat", etc.<br />

Al final, Linneo zanjó las<br />

diferencias y lo bautizó Zea mays,<br />

aceptando el origen del caribe (arawak)<br />

que era mahits o como se pronunciase<br />

en un lenguaje que no tenía escritura.<br />

De todas formas, como hemos<br />

visto, algunos botánicos del siglo XVII<br />

y XVIII defendieron la teoría de que el<br />

maíz venía del Asia. Ya arriaron esas<br />

banderas.<br />

(*) Nota:<br />

50 a 150% más que el trigo, multiplicando la semilla<br />

8 a 10 veces más y proporcionando más forraje seco<br />

y más combustible.


A comienzos de siglo XVI, el<br />

gran médico-escritor Francisco Rabelais<br />

incluyó el maíz en el pantagruélico<br />

menú preparado por el cocinero<br />

Machecrut para el gigante<br />

Gargantúa, y el maíz ganó adeptos<br />

en la mesa nobiliaria de Italia a<br />

través de la polenta que pronto se<br />

convirtió en un alimento popular.<br />

A principios del siglo XVII<br />

ya era usado en todo el mundo en la<br />

alimentación humana. Pero tardó<br />

fácilmente cien años más antes de ser<br />

reconocido como un excelente alimento<br />

y un cereal de buen rendimiento. Hoy el<br />

mundo no podría vivir sin maíz. Su<br />

verdadero triunfo se afirmó en el siglo<br />

XVIII.<br />

Sobre el maíz se ha escrito<br />

mucho y se seguirá escribiendo. Si<br />

fuéramos a poner en este papel siquiera<br />

la mitad de <strong>los</strong> apuntes que se están<br />

apolillando entre mis libros y<br />

mis notas, terminaría yo<br />

escribiendo otro libro. Pasa así<br />

con la papa y el tomate y <strong>los</strong><br />

frijoles. Pero mejor dejamos<br />

esto como está y renuncio a ser<br />

enciclopedista.<br />

Cuando hablamos del maíz<br />

como alimento, debemos recalcar que,<br />

por sí solo, no llega a constituir un<br />

adecuado factor nutritivo, pues le faltan<br />

146<br />

algunos aminoácidos limitantes, de <strong>los</strong><br />

que hablamos al comienzo de este<br />

capítulo. Tiene muy poco triptofano y<br />

muy poca lisina, lo que lo hace<br />

deficiente como fuente de<br />

proteínas. Sin que supieran este<br />

importantísimo detalle, <strong>los</strong> antiguos<br />

mexicanos y peruanos siempre<br />

cultivaban el maíz con otras plantas<br />

alimenticias, como el frijol, el tarwi<br />

y las calabazas, que se aliaban al<br />

maíz para proporcionar al hombre una<br />

dieta adecuada. Esas otras plantas no<br />

solamente aportan lo que falta en<br />

aminoácidos, sino que proporcionan el<br />

ácido nicotínico y la riboflavina, que<br />

son vitaminas indispensables para el ser<br />

humano. Una dieta que tenga el maíz<br />

como base exclusiva y excluyente,<br />

provoca a corto plazo una grave<br />

enfermedad llamada pelagra, que se<br />

evita comiendo frijoles o calabazas. Los<br />

antiguos peruanos y ya sabían eso.<br />

El Maíz morado.-<br />

Muchos de nuestros amigos nos<br />

han de decir, sacando pecho, que<br />

el maíz morado es muy peruano<br />

y que fuera de nuestro territorio<br />

es muy difícil, casi imposible,<br />

cultivarlo. Eso es parcialmente<br />

cierto. Parcialmente no más.<br />

Lo que pasa es que aquí crece<br />

bien, tiene larga tradición y lo<br />

empleamos con gusto y orgullo en la


chicha y en la mazamorra morada<br />

porque tenemos un octubre morado y<br />

una procesión morada y, para nosotros<br />

<strong>los</strong> médicos peruanos, el 5 de octubre<br />

morado nos da el derecho de usar ese<br />

color como emblema de la Medicina.<br />

Está muy bien. Pero <strong>los</strong> peruanos<br />

debemos saber que sí hay maíz morado<br />

en otras partes del Continente.<br />

De acuerdo a Paul Stanley,<br />

quien publicó hace tiempo un excelente<br />

libro sobre la flora de Yucatán, el maíz<br />

morado crece muy bien en las parcelas<br />

de <strong>los</strong> campesinos mayas. Recibe allí el<br />

nombre de chikintsonot.<br />

En Nuevo México y en Arizona,<br />

por otro lado, <strong>los</strong> indios<br />

norteamericanos de las tribus Hopi y<br />

Navajo cultivan un maíz morado muy<br />

parecido al nuestro, y lo usan como<br />

fuente de modificaciones genéticas para<br />

la obtención de razas resistentes a la<br />

sequía y a la falta de abono. Uno de <strong>los</strong><br />

maíces morados más llamativos es el<br />

147<br />

cultivado por el pueblo Hopi en el<br />

noroeste de Arizona. Aunque la planta<br />

tiene solamente alrededor de un metro<br />

de altura, produce mazorcas de 40 cm.<br />

de largo. Así es que no valen<br />

fanfarronadas de que sólo <strong>los</strong> peruanos<br />

podemos cultivar maíz morado. Pero lo<br />

que sí te puedo asegurar, es que<br />

nosotros somos <strong>los</strong> que mejor le<br />

sacamos provecho con todo lo que<br />

hacemos con el "morosara" que es como<br />

le llamaban <strong>los</strong> quechuas antes de que<br />

llegase Pizarro. Además, no solo te da<br />

mazamorra y chicha morada: este maíz<br />

tiene 20 % más de proteínas que<br />

cualquier otro tipo de maíz.<br />

EL GIRASOL<br />

(Helianthus annum)<br />

Cuando digo que <strong>los</strong> girasoles son<br />

originarios del Perú, más de uno se<br />

queda mirándome como si yo fuera


un chauvinista recalcitrante que usa la<br />

paleobotánica como arma contundente.<br />

Con frecuencia me discuten,<br />

diciéndome que esta planta viene de<br />

Rusia y, hasta hace poco, creían que yo<br />

negaba tal cosa para que no me creyeran<br />

comunista. Bueno... eso ya pasó.<br />

Uno de <strong>los</strong> conquistadores más<br />

dísco<strong>los</strong> y rebeldes, don Francisco<br />

Hemández Girón, fue quien lo llevó del<br />

Perú a España y lo describió por<br />

primera vez. Más adelante perfeccionó<br />

esa descripción, en 1568, el naturalista<br />

Monardes. Es posible que haya llegado<br />

a Europa antes de esto, traído <strong>desde</strong><br />

México o <strong>desde</strong> el Caribe ya que sus<br />

semillas sirven de alimento a las aves<br />

migratorias y hay girasoles en toda<br />

América.<br />

Debemos admitir, sin embargo,<br />

que no hay ninguna indicación clara de<br />

que el girasol haya servido de alimento<br />

a <strong>los</strong> habitantes prehispánicos de<br />

148<br />

América y que, en Europa, el girasol fue<br />

considerado, al comienzo, únicamente<br />

como planta ornamental. Es solamente<br />

durante el siglo XVIII que comienza a<br />

despertarse el interés de <strong>los</strong> campesinos<br />

rusos por la semilla de esta planta que,<br />

sirviendo de alimento a <strong>los</strong> pájaros,<br />

podía dar también un buen aceite para la<br />

cocina.<br />

Es recién en 1820 cuando las<br />

provincias sureñas de Rusia comienzan<br />

el desarrollo de una poderosa<br />

agroindustria del girasol como fuente de<br />

aceite comestible y pronto este impulso<br />

se extendió a Hungría, Rumania y<br />

Bulgaria. Italia desarrolló entonces el<br />

mismo interés que hasta ahora<br />

mantiene. Lo que es aquí, en el Perú, la<br />

agroindustria del girasol ha sido de<br />

impulsos aislados, escasos


y descoordinados de tal forma que,<br />

como algunas otras cosas, no nos ha<br />

servido de mucho el ser <strong>los</strong> padres de la<br />

criatura, y está bien que Rusia se lleve<br />

algunos aplausos por ser allá donde se<br />

educó y se perfeccionó esta útil planta.<br />

Desde <strong>los</strong> comienzos de nuestra<br />

vida republicana, se utilizaba la semilla<br />

del girasol para molerla y fabricar pan o<br />

para hacer papillas para alimentar a <strong>los</strong><br />

niños y lactantes dada su fácil<br />

digestibilidad. Se comen también las<br />

flores, antes de que la semilla madure,<br />

preparándolas en potajes, tortillas de<br />

huevo y otros guisos.<br />

Su sabor, una vez cocidas,<br />

recuerda al de la alcachofa; y un libro<br />

149<br />

de cocina del siglo XVIII dice que en<br />

Andalucía era ya comida común de <strong>los</strong><br />

pueb<strong>los</strong>.<br />

La semilla de girasol alimento<br />

codiciado por todos <strong>los</strong> pájaros del<br />

mundo, se vende ahora tostada, con salo<br />

con azúcar, en la floreciente industria de<br />

bocaditos de cóctel, haciéndole<br />

competencia al maní, las almendras, el<br />

cashew y otras semillas que no por ser<br />

más grandes son más deliciosas.


El trigo… el arroz… el centeno… la<br />

cebada… base esencial de la<br />

alimentación europea en el siglo XVI,<br />

pronto invadieron <strong>los</strong> campos del Perú<br />

como alimentos de prestigio y como<br />

base de la nostalgia gastronómica que es<br />

uno de <strong>los</strong> principales motivos de la<br />

transculturación agrícola.<br />

En la desordenada marejada<br />

cultural que invadió el Perú tras <strong>los</strong><br />

cabal<strong>los</strong>, el acero y la pólvora, llegaron<br />

de inmediato otros granos farináceos,<br />

cereales puros estos sí, que pronto se<br />

enraizaron en nuestros campos y en<br />

nuestra cultura alimenticia.<br />

EL TRIGO<br />

(Triticum vulgare)<br />

El cultivo del trigo es<br />

antiquísimo en Europa y se ha<br />

encontradQ f!videncia de su uso en ese<br />

Continente <strong>desde</strong> las edades<br />

paleolíticas.<br />

Desde el Trujillo español, nos<br />

dice Garcilaso, llegó el trigo traído<br />

por doña María Escobar, esposa de<br />

Diego de Chávez. Doña María trajo<br />

medio almud (unos diez ki<strong>los</strong>) de la<br />

preciada semilla y se dedicó<br />

pacientemente a repartirla, a razón de<br />

LOS CEREALES FORÁNEOS<br />

150<br />

treinta o cuarenta granos por cabeza,<br />

entre todos <strong>los</strong> españoles con chacra en<br />

el valle de Lima y otros valles cercanos.<br />

"Habían de ser <strong>los</strong> más amigos". Parece<br />

que la primera cosecha digna de hacer<br />

noticia se obtuvo en el valle de Cañete,<br />

pero fue tan exigua que solamente tres<br />

años después se produjo cantidad<br />

suficiente para comenzar a hacer pan.<br />

Afortunadamente, las cosas mejoraron<br />

después y, unos cuantos años más tarde,<br />

Lima producía anualmente alrededor de<br />

ochenta mil fanegas (una fanega<br />

equivale a 55 litros áridos). Por esta<br />

razón, nos dice Garcilaso, Doña María<br />

recibió un repartimiento de indios como<br />

premio a sus esfuerzos...<br />

Otros alegan que la triguera fue<br />

doña Beatriz, esposa del veedor don<br />

García de Salce do, que encontró unos<br />

granos de trigo en cierta harina mal<br />

molida venida de España para hacer<br />

hostias.<br />

Y todo estaría casi perfecto<br />

para la historia, si no fuera porque el<br />

padre Cobo no le da ningún mérito a<br />

Doña María Escobar ni a Doña Beatriz<br />

de Salce do sino a Doña Inés Muñoz.<br />

Doña Inés tiene fama de haber<br />

sido la primera señora española que


pisó nuestro territorio. Parece ser así.<br />

Por ahí, alguien menciona a una tal<br />

Juana Hernández que vino con<br />

Hernando de Soto (él de entonces).<br />

Esa sería la primera mujer...<br />

pero no era muy señora, según las malas<br />

lenguas. De todas maneras, primera o<br />

segunda, la señora Doña Inés Muñoz<br />

llegó aquí casada con Don Martín de<br />

A1cántara, hermano materno de Don<br />

Francisco Pizarra. A esta pareja le tocó,<br />

en el repartimiento, un terreno en la<br />

esquina que queda "entre las casas<br />

reales y las casas del cabildo". (*)<br />

AllíDoña Inés, nos dice el Padre Coba,<br />

"hizo traer de España <strong>los</strong> más de <strong>los</strong><br />

árboles y plantas que ahora goza esta<br />

tierra". Un día de 1535, apenas fundada<br />

Lima, habiendo traído de España un<br />

barril de arroz, Doña Inés se puso a<br />

escoger y limpiar un poco del preciado<br />

grano "para hacer un potaje para regalar<br />

a su cuñado", don Francisco. En<br />

aquel<strong>los</strong> días, un guisado con arroz era<br />

un regalo extraordinario. Limpiando el<br />

arroz, la señora Inés encontró unos<br />

granos de trigo que sembró en una<br />

maceta. Esta fue la primera cosecha de<br />

trigo en el Perú, nos dice el Padre Coba,<br />

y de allí, multiplicándose, creció hasta<br />

que en 1539 se hizo el primer molino de<br />

trigo en Lima.<br />

(*) Nota:<br />

Esta parcela quedaría situada, según esta descripción,<br />

donde a1wra está el monumento ecuestre de Don<br />

Francisco.<br />

151<br />

Doña Inés Muñoz enviudó. Su<br />

esposo cayó atravesado por <strong>los</strong> aceros<br />

almagristas en el atentado que acabó<br />

con la vida de Don Francisco Pizarra.<br />

Pero tan agraciada señora no quedaría<br />

sola por mucho trecho.<br />

Casó al poco tiempo con Don<br />

Antonio de Ribera a quien encontramos<br />

al hablar de las aceitunas.<br />

De todas maneras, con trigo de<br />

Doña María, de Doña Beatriz, de Doña<br />

Inés o de algún conquistador anónimo,<br />

más de un español aficionado a la tierra<br />

sembró su pedacito de terreno. Todos se<br />

dedicaron entonces a engreír su pequeña<br />

parcela de trigo, algunos con éxito,<br />

otros con fracasos.<br />

Es evidente que <strong>los</strong> cronistas son<br />

muy dadivosos en alabanzas para las<br />

damas limeñas de entonces, pero lo<br />

cierto es que en el Cusco ya se había<br />

sembrado trigo <strong>desde</strong> 1539 y en la<br />

época de La Gasca se cosechaba en<br />

abundancia; para 1547, quince años<br />

después de la tragedia de Atahualpa ya<br />

había "molinos de pan" no solamente en<br />

Lima y en Cusca, sino en Arequipa y en<br />

Cajamarca. A fines del siglo XVI se<br />

cosechaba trigo en todo el territorio del<br />

Perú conquistado y, <strong>desde</strong> entonces,<br />

este Virreinato se convirtió en el<br />

granero de la América del Sur hasta que<br />

en 1687 una epidemia de roya destruyó<br />

todos <strong>los</strong> cultivos y paralizó la<br />

agricultura triguera por casi medio<br />

siglo.<br />

A partir de entonces, la producción<br />

triguera del Perú ha tenido


altibajos muy notorios y, por una serie<br />

de factores que no discutiremos aquí, el<br />

costo de producción ha sido con<br />

frecuencia más alto que el del trigo<br />

importado <strong>desde</strong> países que lo<br />

subsidian.<br />

EL CENTENO<br />

(Secale cereale)<br />

El centeno, otro cereal muy<br />

antiguo en el Mediterráneo,<br />

probablemente <strong>desde</strong> la Edad de<br />

Bronce, era en la Edad Media el pan de<br />

<strong>los</strong> pobres y de <strong>los</strong> anacoretas. En otra<br />

ocasión hemos escrito sobre la facilidad<br />

con la que este cereal se infesta con un<br />

hongo, el "cornezuelo de centeno", que<br />

contiene tóxicos que, al lado de<br />

ocasionar graves trastornos circulatorios<br />

de <strong>los</strong> miembros (gangrena, úlceras,<br />

etc.), llamados "fuego de San Antonio"<br />

en <strong>los</strong> antiguos escritos, producen<br />

también severos trastornos mentales con<br />

intensos y floridos procesos<br />

alucinatorios. De ese famoso hongo se<br />

obtuvo el LSD, ahora conocido por<br />

todos <strong>los</strong> psicofarmacólogos.<br />

Tratado con propiedad e higiene,<br />

el centeno es un buen alimento, pero no<br />

es muy usado entre nosotros. Font Quer<br />

nos dice que el pan de centeno es<br />

"amargo, negro y solamente grato a <strong>los</strong><br />

desperecidos de hambre".<br />

152<br />

LA CEBADA<br />

(Hordeum vulgare)<br />

La cebada ya se producía en<br />

Lima "cuando aún vivía Don Francisto<br />

Pizarro" . Varios lo afirman pero nadie<br />

dice quién y cómo lo trajeron <strong>desde</strong><br />

España.<br />

Es poco frecuente su uso entre<br />

nosotros como alimento; excepto en<br />

sopas mixtas o como base para tizanas y<br />

nuestros mal llamados "emolientes".<br />

Son infusiones con fines diuréticos que<br />

de emolientes no tienen sino el nombre,<br />

que en este caso es apodo. Busque<br />

usted, querido lector cómo, en el<br />

diccionario, emoliente es una<br />

preparación que sirve para ablandar las<br />

durezas de la piel. Pero no le quitemos<br />

méritos a la cebada que, <strong>desde</strong> Egipto y<br />

Roma, ha sido la base de las cervezas. A<br />

donde vaya usted en la sierra peruana,<br />

encontrará campos cultivados con<br />

cebada para la floreciente industria<br />

cervecera de nuestro país. En general,<br />

fuera de su uso alimenticio puro, la<br />

cebada en todo el mundo está<br />

principalmente al servido de las<br />

bebidas: cerveza y whisky. Para esto, el<br />

primer paso es la preparación de la<br />

malta.<br />

La malta se prepara con el grano<br />

de la cebada. Pueden usarse otros<br />

granos, pero la mejor malta es la de<br />

cebada. El grano se remoja en agua para<br />

provocar la germinación. Cuando<br />

aparece la pequeña raíz del germen, se<br />

sabe que las transformaciones


químicas de <strong>los</strong> almidones del grano ya<br />

han tenido lugar se han formado las<br />

dextrinas. En este momento, se seca el<br />

grano germinado y se le calienta para<br />

tostarlo.<br />

La malta tostada a poca temperatura<br />

(60-65 grados C.) adquiere un color<br />

dorado y sirve para preparar la cerveza<br />

rubia". Si se tuesta más (80 grados C) se<br />

obtiene una malta oscura o negra, con<br />

un amargor y muy aromática. Esa sirve<br />

para preparar la cerveza "negra" y<br />

algunos la usan para adulterar o para<br />

reemplazar al café.<br />

Diversos procesos patentados<br />

permiten preparar las diversas clases<br />

de cerveza o de whisky. La idea es<br />

que gran parte de la malta y del<br />

almidón restante pueda fermentar<br />

para constituir diferentes con<br />

centraciones de alcohol.<br />

El proceso para preparar la<br />

malta es muy parecido al que usamos en<br />

el Perú para preparar la "jora", base de<br />

la "chicha" o cerveza de maíz. Cómo se<br />

llegó antes de Colón a este paralelismo<br />

tecnológico es uno de esos misterios de<br />

<strong>los</strong> sig<strong>los</strong> obscuros. Más sobre este tema<br />

en el capítulo de las bebidas.<br />

EL ARROZ<br />

(Oryza sativa)<br />

El arroz era uno de <strong>los</strong> grandes<br />

cultivos en España y no fue traído<br />

primero por <strong>los</strong> chinos como alguien<br />

dice. Es verdad que el arroz se ha<br />

153<br />

cultivado en la China <strong>desde</strong> hace más de<br />

cinco mil años y se extendió por el Asia<br />

y después por toda Europa <strong>desde</strong> mucho<br />

antes del viaje de Colón. Pero, gracias a<br />

<strong>los</strong> árabes, su cultivo era ya muy<br />

popular en España cuando se descubrió<br />

el Perú, y fue traído a Lima muy poco<br />

tiempo después de la Conquista. Por<br />

limpiar su arroz, Doña Inés Muñoz<br />

encontró el trigo que la hizo famosa a<br />

través del Padre Cobo.<br />

Fueron pues <strong>los</strong> árabes <strong>los</strong> que<br />

introdujeron el, cultivo del arroz en<br />

España a partir de su origen en el<br />

Asia donde aún constituye la base<br />

alimentaria del 90% de la población y<br />

entre nosotros, aunque fue traído por<br />

<strong>los</strong> españoles, fueron <strong>los</strong> chinos del<br />

siglo pasado <strong>los</strong> que reforzaron su<br />

cultivo y su consumo por toda la<br />

población del Perú. Es un alimento muy<br />

deficiente, pero no hay peruano de pura<br />

cepa que pueda sobrevivir sin comer<br />

arroz todos <strong>los</strong> días, una costumbre<br />

profundamente arraigada en todos <strong>los</strong><br />

estratos de nuestra sociedad. Arroz<br />

blanco, arroz con choclo, arroz<br />

arvejado, arroz con pato, con leche,<br />

tacu-tacu... como quieras, cholito, pero<br />

sin arroz no caminamos.<br />

El arroz, reforzado así por <strong>los</strong><br />

chinos, ya había agarrado carne, como<br />

se dice en criollo, <strong>desde</strong> que lo trajeron<br />

<strong>los</strong> conquistadores con sus mujeres<br />

moriscas. Desde fines del siglo XVI<br />

llamaba ya la atención de <strong>los</strong> que por<br />

aquí pasaban y el Padre


Acosta nos decía que en el Perú, aunque<br />

había ya abundante trigo, "cómese el<br />

arroz por guisado y vianda, y no por<br />

pan, cociéndose en leche, o con el graso<br />

de la olla y en otras maneras..."<br />

En esos años, nos recuerda J.J.Vega,<br />

nació el "concolón" y el "aguadito" y el<br />

"arroz con leche" y se instaló la antigua<br />

costumbre árabe de lanzar arroz al aire<br />

en señal de alegría tal como lo seguimos<br />

haciendo después de celebrar unas<br />

En <strong>los</strong> primeros años después de<br />

la Conquista, se comenzaron también a<br />

cultivar en el Perú el ajonjolí (Sesamun<br />

indicum) y la avena. (Avena sativa). El<br />

primero no es un cereal. Es la semilla de<br />

una planta herbácea llamada también<br />

sésamo. Se usa principalmente para<br />

producir un aceite comestible. Es<br />

originario de la India y nos llegó vía<br />

Arabia y España. En el Perú se usa<br />

OTROS<br />

154<br />

bodas.<br />

Lo que no fue fácilmente incorporado<br />

aquí pero prendió con cariño en<br />

México, fue la ''horchata'' que ahora se<br />

hace principalmente de arroz.<br />

Era confeccionada en un comienzo a<br />

base de cebada. La cebada recibía el<br />

nombre de hordeum y el refresco<br />

original era el hordeate, de donde deriva<br />

el vocablo "horchata".<br />

como condimento y adorno de panes y<br />

confituras.<br />

La avena no es muy popular en<br />

nuestra cocina a pesar que muchos<br />

pueb<strong>los</strong> europeos la aprecian por su<br />

almidón fácilmente digestible por<br />

estómagos delicados de niños y<br />

ancianos."


155


CAPÍTULO V<br />

AROMAS, SABORES Y COLORES<br />

__________________________________________<br />

Cuando la Reina de España<br />

patrocinó el viaje de Colón, esperando<br />

que éste encontrase una vía fácil para<br />

llegar a la India, estaba pensando en las<br />

especias del Oriente que hacían más<br />

sabrosa la insípida dieta europea de esa<br />

época. Con el Renacimiento, surgió en<br />

Europa un impulso en el arte culinario,<br />

y <strong>los</strong> primeros libros de cocina de la<br />

civilización occidental son casi<br />

contemporáneos con el Descubrimiento<br />

de América.<br />

Ahí está, por ejemplo, un libro<br />

llamado "La Opera", que cualquier<br />

hombre de buena voluntad podría creer<br />

que es un tratado de música.<br />

Pero es un divertido recetario de<br />

cocina firmado por Bartolomeo Scappi<br />

que se titula a sí mismo "Cocinero<br />

secreto del Papa Pío V (que rigió Roma<br />

de 1566 a 1572). Otros libros de cocina<br />

que vale la pena hojear son "El<br />

Trinciante", publicado en 1581 por<br />

Vicente Cernío, cocinero del Cardenal<br />

Alejandro Farnesey ''BArte de la buena<br />

cocina" (1662) por Bartolomé Stefani,<br />

cocinero del Duque de Mantua. Estas<br />

obras son el resultado de la gran<br />

LOS CONDIMENTOS<br />

156<br />

revolución gastronómica ocasionada por<br />

el encuentro de <strong>los</strong> dos mundos.<br />

Antes de Colón, de las lejanas<br />

rutas de Oriente llegaban a la mesa<br />

europea un puñado de especias:<br />

pimienta, canela, clavo de olor, nuez<br />

moscada y unos cuantos más.<br />

Por la lejanía de su origen, y por<br />

lo peligroso de la ruta infestada de<br />

piratas árabes, el consumo de<br />

condimentos raros y costosos reflejaba<br />

un afán de exhibicionismo y lujo<br />

característico de las cortes europeas.<br />

Pero aunque el descubrimiento de<br />

Colón no trajo muchas especias nuevas,<br />

no solamente amplió el ámbito<br />

geográfico y económico del hombre<br />

europeo, sino que echó las bases para<br />

una nueva gastronomía. La mente<br />

española más imaginativa nunca habría<br />

previsto el tremendo impacto que la<br />

odisea del navegante genovés iba a<br />

causar en las aventuras gastronómicas<br />

de la humanidad. Aunque fueron pocos<br />

<strong>los</strong> condimentos peruanos que pudieron<br />

romper la barrera transcultural, al<br />

sentamos a la mesa de un restaurante<br />

moderno hallamos realmente muchas<br />

cosas que no podrían


gozarse hoy si no fuera por la<br />

incansable y cuidadosa investigación<br />

llevada a cabo por <strong>los</strong> agricultores<br />

indígenas en la aurora de las<br />

civilizaciones andinas. La dieta del<br />

hombre europeo fue profundamente<br />

modificada por el viaje de Colón, pero<br />

no fue nada de lo que alguna vez Isabel<br />

había proyectado.<br />

Ya Braudel nos dijo sabiamente<br />

que "un simple olor de cocina puede<br />

evocar toda una civilización" . Los<br />

aromas, <strong>los</strong> colores y <strong>los</strong> sabores<br />

caracterizan la forma de alimentar se de<br />

cada pueblo y, al despertar y reforzar<br />

raíces instintivas, enlazan memorias con<br />

placeres gastronómicos y construyen<br />

lazos sociales y étnicos a veces<br />

indestructibles. En este capítulo<br />

recordaremos algo de <strong>los</strong> principales<br />

condimentos que constituyen el núcleo<br />

de la cocina contemporánea del Perú.<br />

EL AJI<br />

(Capsicum sp.)<br />

Esta planta triunfó en Europa sin<br />

mayores problemas transculturales. La<br />

llevó Colón a España <strong>desde</strong> su primer<br />

viaje y su similaridad con la pimienta lE<br />

abrió las puertas con el nombre de<br />

pimiento americano. Al comienzo del<br />

siglo XVI el ajíya era conocido en toda<br />

España e Italia y había viajado hasta <strong>los</strong><br />

157<br />

Balcanes. Hungría lo adoptó con el<br />

nombre de "paprika" <strong>desde</strong> 1526 y en<br />

ese tiempo se originó el famoso refrán<br />

húngaro: "Algunos pueden desear la<br />

fama, otros la riqueza, pero todos<br />

desean un goulash con paprika".<br />

Después de todo, Isabel la<br />

Católica había aprobado el viaje de<br />

Colón porque le faltaba pimienta, y este<br />

fruto del Nuevo Mundo, tan fácil de<br />

cultivar en España, resultaba una buena<br />

respuesta a sus deseos. "Se seca, se<br />

pulveriza y se usa como la pimienta<br />

auténtica" decía un escrito de la época.<br />

Este cáustico saborizante, tan<br />

difundido en toda América, y tan bien<br />

recibido en Europa <strong>desde</strong> el principio de<br />

la transculturación, no podía pasar<br />

desapercibido a <strong>los</strong> naturalistas del siglo<br />

XVI. Diego Alvarez Chanca, médico de<br />

la flota de Colón, Miguel de Cúneo y<br />

Pedro de Anglería escribieron sendas<br />

comunicaciones sobre la picante<br />

respuesta a la invasión europea. Y no<br />

había terminado el siglo XVI cuando ya<br />

Leonardo Fuchs, Pedro Andrés Mattioli,<br />

Ulises Aldrovandi, Andrés Cesalpino,<br />

Juan Geralde, etc, todos el<strong>los</strong><br />

sofisticados botánicos, habían movido<br />

la pluma para saludar al cáustico recién<br />

llegado.


Al igual que el maíz, el ají cruzó<br />

cordilleras en el Continente europeo y<br />

se extendió por todos <strong>los</strong> países rectores<br />

de ese tiempo. Los portugueses se<br />

encargaron de inmediato de llevado al<br />

Africa y al Asia. En todos <strong>los</strong> idiomas<br />

europeos, recibió nombres derivados de<br />

la pimienta pues fue recibido con<br />

alborozo para reemplazar tan caro<br />

y escaso saborizante: pimiento,<br />

pimentón, pepper, peperoni, etc.<br />

Su aceptación fue tan general y tan<br />

duradera que es, de lejos, el<br />

saborizante que más se consume<br />

en todo el mundo. Aunque originario de<br />

por acá, el 90% del ají cultivado en el<br />

planeta se produce en el Viejo Mundo.<br />

Calcule usted no más, querido lector,<br />

que la ex Unión Soviética produjo en<br />

1990 unos 2.4 millones de toneladas de<br />

ají. y no le cuentes a <strong>los</strong> arequipeños.<br />

Este condimento de origen<br />

andino ha sido aprovechado en forma<br />

universal: Tenemos las diversas formas<br />

de ají (varias especias del género<br />

Capsicum) que, en una u otra forma, y<br />

aún con sus variantes poco caústicas,<br />

han llegado a la mesa cosmopolita. El<br />

uso de estos frutos de acción<br />

fuertemente irritante estaba difundido<br />

también en todo el continente<br />

americano antes del Descubrimiento, de<br />

tal manera que el primer contacto que<br />

<strong>los</strong> españoles tuvieron con este<br />

condimento fue en el Caribe, de donde<br />

proviene el vocablo "ají". En México<br />

<strong>los</strong> indígenas le llaman "chile" y esta<br />

denominación ha sido también<br />

158<br />

localmente incorporada al castellano.<br />

En el Perú se llamaba "uchu", "rocoto",<br />

etc., nombres que solamente mantienen<br />

vigencia local. El uso de este cáustico<br />

aditivo es muy antiguo en el Ande<br />

prehispánico, y las imágenes de estos<br />

frutos se repiten con profusión en la<br />

cerámica de diversas culturas<br />

precolombinas locales. Es más,<br />

como condimento, era tan<br />

importante como la sal, a tal punto<br />

que el ayuno religioso consistía en<br />

privarse de sal y ají por el tiempo<br />

que el ritual aconsejase.<br />

Desde el punto de vista botánico,<br />

pertenece al género Capsicum, que tiene<br />

alrededor de 25 especies silvestres y<br />

cinco domesticadas. Todas ellas,<br />

salvajes o mansas, son originales del<br />

Continente Americano, excepto una, el<br />

Capsicum anomalum que parece<br />

haberse originado en el sur de China;<br />

pero esto es tan raro que por eso le<br />

llaman "anomalum". Hay otra especie,<br />

el Capsicum chinense, originaria del<br />

Caribe y Sudamérica, que nadie me da<br />

información del por quéde su latinaje<br />

chino. A nosotros nos interesan<br />

principalmente dos especies: el<br />

c.anuum.que es el ají corriente con<br />

todas sus variedades y el C.pubescens,<br />

que es el rocoto. El primero es de flor<br />

blanca y el segundo es de flor morada.<br />

Además, nuestros amigos de la selva<br />

siempre nos presentan el C.Frutescens,<br />

que las personas recatadas llama "ají de<br />

pajarito" y las chicas inocentes le dicen<br />

"pipilín de mono".


No hay duda de que el<br />

rocoto es originario de <strong>los</strong> Andes,<br />

y allí dejamos que se peleen <strong>los</strong><br />

arequipeños con <strong>los</strong> cusqueños. En<br />

realidad, parece ser, según <strong>los</strong><br />

grandes botánicos, que el área<br />

focal de desarrollo de esta especie<br />

y de otras silvestres cercanas, fue en el<br />

sur de Bolivia. En esa área geográfica<br />

parecen haberse originado también las<br />

otras especies de ají que fueron<br />

evolucionando y formando razas y<br />

variedades al descender hacia la hoya<br />

amazónica, de allí hacia <strong>los</strong> afluentes<br />

del Orinoco y de allí a Centro América,<br />

México y el Caribe. Pero eso fue hace<br />

un montón de sig<strong>los</strong>, gracias a las aves<br />

que les encanta el ají y que, incapaces<br />

de digerir las semillas, las descargan<br />

enteritas en el ámbito de sus vue<strong>los</strong><br />

migratorios. Los botánicos tienen una<br />

serie de teorías; pero, como en mucho<br />

de la paleobotánica, sólo <strong>los</strong> pájaros<br />

saben...<br />

Se acepta, a partir de estos<br />

conceptos paleobotánicos, que 10<br />

que llegó a México y al Caribe fue<br />

un tipo de ají silvestre y que éste dio<br />

origen, gracias a <strong>los</strong> agricultores<br />

mexicanos, a la gran profusión de<br />

razas y variedades que allá existen. Hay,<br />

por lo tanto, dos focos de desarrollo y<br />

cultivo del ají: México y el Ande.<br />

No le voy a contar aquí, mi<br />

querido lector, a qué sabe el ají. Ese<br />

159<br />

sabor picante, cáustico, quemante<br />

(y doloroso a veces) es debido a<br />

un complejo químico que se llama<br />

capsaicina. Cuando se consume en<br />

concentraciones adecuadas<br />

produce una sensación urente muy<br />

estimulante del apetito, irritando a<br />

veces la garganta y ocasionando una<br />

agradable sensación de calor en el<br />

estómago y una tibieza placentera en<br />

todo el cuerpo. No es realmente una<br />

sensación que pueda llamarse "gusto".<br />

Es un estímulo generalizado de toda la<br />

mucosa bucal y faringea en las<br />

terminaciones nerviosas que transmiten<br />

el dolor y se conocen como fibras C que<br />

nada tienen qué hacer con las papilas<br />

gustativas. Lo único que te saben decir<br />

las papilas es si está salado, dulce,<br />

amargo ó ácido. Lo demás es aroma. Y<br />

en el caso del ají, es todo junto y<br />

revuelto, en el colmo del estímulo<br />

aperitivo pero se trata en realidad de un<br />

dolor urente.<br />

Hasta hace pocos años, la<br />

capsaicina ha sido considerada<br />

como un solo alcaloide, pero<br />

recientes estudios en el Japón han<br />

determinado que se trata en<br />

realidad de un conjunto de<br />

alcaloides (más de cinco) que forman un<br />

complejo difícil de desenredar. Por<br />

consiguiente, haciendo a un lado la<br />

filigrana química, seguiremos hablando<br />

de la capsaicina como una entidad<br />

individual ya que


así es industrializada y<br />

comercializada por su gran<br />

importancia en el mercado<br />

farmacológico y alimenticio.<br />

La industria médica lo requiere<br />

en la preparación de<br />

carminativos, aperitivos, tónicos,<br />

contrairritantes, rubefacientes y que se<br />

yo. La alimenticia bien lo sabemos,<br />

prepara salsas, cayena, tabasco, paprika,<br />

y un montón de saborizantes para todos<br />

<strong>los</strong> gustos y tolerancias.<br />

Los que nos metemos a la cocina<br />

de vez en cuando, sabemos bien que la<br />

mayor concentración de capsaicina está<br />

en las venas (o sea en lo que <strong>los</strong><br />

botánicos llaman la placenta). No está<br />

en la cáscara ni en la parte<br />

carnosa. Las semillas,<br />

aunque usted lo dude,<br />

tampoco tienen mucha<br />

capsaicina excepto en su<br />

cobertura (arilo) y en el<br />

extremo que se inserta en la placenta.<br />

Tomando todo el fruto, el<br />

contenido de estos alcaloides varía entre<br />

0.2 y1 % existiendo, <strong>desde</strong> luego,<br />

variedades sin compuestos cáusticos<br />

como son <strong>los</strong> pimientos dulces. Hay<br />

mucha información sobre la extracción<br />

industrial de que no transcribiremos<br />

aquí pero hay algunos datos que pueden<br />

interesar a <strong>los</strong> gastrónomos: el<br />

contenido de capsaicina vaaumen tando<br />

160<br />

conforme madura el fruto y es<br />

mayor cuando aparecen <strong>los</strong><br />

primeros cambios de coloración<br />

que indican una incipiente<br />

madurez. Pero la madurez total<br />

hace bajar después el contenido<br />

de capsaicina. El ají seco aumenta en<br />

capsaicina, pero ésta es destruida<br />

parcialmente por la luz del sol, por lo<br />

que, si usted quiere que pique más, no<br />

lo seque al sol como es costumbre sino<br />

en aire seco, caliente y a la sombra.<br />

Hay un gran número de razas y<br />

variedades de Capsicum anuum y <strong>los</strong><br />

que se llevan el premio en ese<br />

multiracismo son <strong>los</strong> mexicanos con su<br />

numerosa colección de "chiles". Aquí<br />

en el Perú la cosa se<br />

simplifica: Por un lado<br />

tenemos el que llamamos ají<br />

verde que en realidad es<br />

amarillo o anaranjado y que<br />

vendido seco se llama ají<br />

mirasol. Lo secan al sol. Su hermano es<br />

el ají colorado, tan colorado que es casi<br />

negro y que cuando se vende seco le<br />

llaman ají panca. Estas dos variedades<br />

del Capsicum bacatum, llamadas en <strong>los</strong><br />

círcu<strong>los</strong> botánicos "ají del Ande", tienen<br />

determinada individualidad que,<br />

considerada por algunos taxonomistas,<br />

ha sido aislada en una especie separada<br />

que recibe el nombre de Capsicum<br />

baccatum.


Al lado de éstos, que son grandes y<br />

robustos, está el ají limo con sus<br />

variedades multicolores, rojo, verde,<br />

amarillo, azul, blanco, morado y como<br />

te guste. Desde luego, <strong>los</strong> pimientos<br />

morrones son una variedad sin<br />

capsaicina y por eso no pican. y si te<br />

gusta el ají pero no quieres que pique<br />

mucho, recuerda que la capsaicina<br />

concentra en las venas y que es muy<br />

poco soluble en agua fría. Por lo tanto,<br />

lo abres, le quitas las semillas y sobre<br />

todo las venas, lo remojas en agua con<br />

sal, le das un hervor y botas el agua.<br />

Puede repetirse el procedimiento y<br />

queda un ají castrado, inofensivo y<br />

aromático. Con el rocoto puedes hacer<br />

lo mismo, pero el diminuto ají de<br />

pajarito no es tan fácil de desarmar dado<br />

su pequeño tamaño.<br />

Hay un chorro imparable de<br />

información médica y fisiológica sobre<br />

la capsaicina que no podemos incluir<br />

aquí sin sacar <strong>los</strong> pies del plato. Tiene<br />

que hacer con las fibras C, la sustancia<br />

P y las endorfinas y con la aplicación de<br />

estos conceptos en el tratamiento de<br />

muchos dolores crónicos. Anuncio por<br />

eso aquí la próxima publicación de mi<br />

próximo libro sobre la "Antropología<br />

del Ají".<br />

161<br />

EL MOLLE<br />

(Schinus molle)<br />

Este es un árbol originario del<br />

Perú y extendido a toda el área andina<br />

durante el período prehispánico.<br />

Después de la Conquista, fue llevado<br />

por <strong>los</strong> españoles a Centroamérica y a<br />

México (aprox. 1540), donde recibió,<br />

por eso, el nombre de "Perú" o de<br />

"Arbol del Perú". Posteriormente, a<br />

fines del siglo XVIII, se introdujo en<br />

California, a partir de la Misión de San<br />

Luis Rey en San Diego. Parece que,<br />

simultáneamente, llegó a Europa, ya<br />

que varios botánicos de ese siglo lo<br />

mencionan en España por entonces.<br />

En la actualidad, existe en todo<br />

el trópico y su uso es mencionado en el<br />

Mediterráneo, en Africa y en la India.<br />

El género Schinus pertenece a la<br />

familia de las Anacardiáceas, y<br />

comprende alrededor de veinte especies.<br />

Las dos especies más importantes de<br />

este especie son el Schinus molle, que<br />

nos ocupa, y. su compañero Schinus<br />

therebintífolius, llamado también Molle<br />

Brasilero. Este es originario de la costa<br />

atlántica de Sudamérica, principalmente<br />

del Brasil, pero es fácilmente adaptable<br />

y puede vérsele cada vez con mayor<br />

frecuencia en nuestros jardines.


El vocablo "molle", "molli"<br />

proviene del quechua y corresponde a la<br />

denominación habitual que el árbol<br />

tenía en el Antiguo Perú.<br />

"Cullash" es otro nombre<br />

indígena, El nombre Pirú, Pirulo Árbol<br />

del Perú, es común en México y<br />

Centroamérica en atención al origen.<br />

Debido a su parecido con la pimienta,<br />

en muchos otros países se le conoce<br />

como Pimiento Americano, Pimiento<br />

Rosacto, Pimiento de Arbol o Pimiento<br />

Falso. En el Paraguay y Argentina se le<br />

llama "Aguaraibá", y cuando ftulz y<br />

Pavón, en el siglo XVIII, -conocieron<br />

162<br />

de sus múltiples propiedades, le<br />

llamaron "Arbol de la Vida:'. En <strong>los</strong><br />

Estados Unidos se le conoce como<br />

"California Pepper Tree".<br />

Cuando llegaron <strong>los</strong> españoles al<br />

Perú encontraron que este árbol era una<br />

panacea. Servía para todo en la<br />

medicina indígena. Sin embargo, poco a<br />

poco, muchos de esos usos fueron<br />

desapareciendo para ser reemplazados<br />

por nuevas plantas o remedios<br />

provenientes de otras tierras,<br />

El uso tradicional de <strong>los</strong> frutos<br />

es en la preparación de bebidas. La


de más larga tradición es la llamada<br />

"chicha de Molle" para lo cual existen<br />

diversas recetas, según el origen<br />

geográfico. Básicamente, todas<br />

consisten en diluir la parte dulce de la<br />

semilla madura en agua tibia, para lo<br />

cual se estrujan suavemente las semillas<br />

dentro del agua hasta que sueltan <strong>los</strong><br />

azúcares (principalmente fructuosa) y<br />

las sustancias aromáticas, sin que se<br />

contamine el líquido con las sustancias<br />

amargas o picantes de la misma semilla.<br />

El agua dulce así obtenida se filtra y se<br />

deja fermentar tres o cuatro días. Se<br />

obtiene una refrescante chicha con 56%<br />

de contenido alcohólico.<br />

Filtrada esta chicha,<br />

pasteurizada, dejada decantar y<br />

embotellada constituye el "vino de<br />

molle" El aguamiel de molle, aún no<br />

fermentado, puede ser concentrado a<br />

fuego lento y se obtiene así el "jarabe de<br />

molle". Con el agregado de pectina o de<br />

ácido tartárico, puede obtenerse una<br />

jalea. Estos productos se usan como<br />

postre, pero algunos le dan empleo<br />

medicinal.<br />

La chicha de molle puede dar<br />

lugar, continuando su fermentación, al<br />

vinagre de molle, una delicadeza<br />

gastronómica. Y la maceración de <strong>los</strong><br />

frutos en aguardiente azucarado,<br />

produce un cordial digestivo muy<br />

agradable.<br />

Todos estos usos tienen un nivel<br />

artesanal, aunque su valor industrial en<br />

licorería puede tener resultado lucrativo.<br />

163<br />

Es muy importante el uso del<br />

fruto del molle como saborizante. Su<br />

sabor urente y su peculiar aroma, que lo<br />

asemeja tanto a la pimienta, han hecho<br />

que se le comercialice y se le<br />

industrialice con objeto de reemplazar,<br />

adulterar o mejorar la pimienta común.<br />

Es muy importante diferenciar<br />

<strong>los</strong> tipos de molle que arriba indicamos,<br />

pues "el molle brasilero" es<br />

frecuentemente tóxico y el peruano es<br />

inocente. Se sirve con creciente<br />

frecuencia en <strong>los</strong> más sofisticados<br />

restaurantes de Europa con el nombre<br />

de "pimienta rosada" y es considerado<br />

una delicadeza gastronómica.<br />

LA VAINILLA<br />

(Vanilla planifolia)<br />

Otro condimento de origen<br />

americano que ha adquirido importancia<br />

universal es la vainilla.<br />

La usamos en todo el mundo<br />

para aromatizar nuestros alimentos,<br />

especialmente postres y bebidas, y tiene<br />

también algún uso en la compleja<br />

industria de la perfumería. Pero cuando<br />

tomamos un delicioso helado de<br />

vainilla, pocos sabemos que nos<br />

estamos comiendo un pedacito de<br />

orquídea. Es una planta que pertenece a<br />

esa familia y que se puede encontrar en<br />

estado silvestre en nuestra selva<br />

amazónica. Los españoles la<br />

encontraron por primera vez en México.<br />

La historia de la vainilla resume<br />

dramáticamente mucho de lo


que ha sucedido con una serie de<br />

plantas útiles originarias de<br />

nuestro Continente. No hay una<br />

idea clara de dónde se originó<br />

esta planta que, como todos<br />

saben, es una orquídea silvestre<br />

en toda la América Tropical. Hay por<br />

ahí quienes favorecen su origen<br />

amazónico y eso les interesa a <strong>los</strong> que<br />

estudian paleobotánica. Pero lo cierto es<br />

que cuando llegaron <strong>los</strong> españoles, ya<br />

esta aromática planta estaba en todas las<br />

selvas de América y eran <strong>los</strong> mexicanos<br />

quienes habían aprendido muy<br />

tempranamente a aprovechar sus<br />

magníficas cualidades saborizantes.<br />

Sahagún (Bernardino Rivera, 1488-<br />

1590), un conocido cronista de la<br />

Conquista de México, habla del empleo<br />

y cultivo de esta planta en el Imperio<br />

Azteca.<br />

Francisco Hernández, médico de<br />

Felipe Segundo, quien describió muchas<br />

plantas útiles de México, también prestó<br />

especial atención a la vainilla.<br />

Desde el siglo XVI, <strong>los</strong><br />

españoles empezaron a importar <strong>desde</strong><br />

México este aromático producto que fue<br />

utilizado en la preparación de postres y<br />

bebidas; y hasta mediados del siglo<br />

XIX, México mantuvo el monopolio de<br />

la producción. Se dice que esto era<br />

debido a que no se había logrado el<br />

cultivo de la vainilla en ninguna otra<br />

parte del mundo, porque la polinización<br />

de las flores de esta planta se lograba<br />

solamente por la presencia de una<br />

164<br />

especie muy particular de avispa ó<br />

de una clase especial de colibrí.<br />

Cierto o no cierto, resulta que en<br />

<strong>los</strong> años 40 de ese siglo se inventó<br />

una forma artificial de polinización<br />

y se logró el cultivo en Java y su<br />

extensión a otras regiones del sudeste de<br />

Asia y Oceanía. De allí se extendió más<br />

tarde a Madagascar y otras regiones del<br />

África. Terminó así el monopolio<br />

mexicano.<br />

Durante el primer cuarto de<br />

nuestro siglo, la producción mundial de<br />

vainilla llegaba a 600 toneladas anuales<br />

de las cuales solamente el 25 %<br />

provenía de América, 40% del Asia y<br />

35% del África. Y en pocos años más,<br />

con una producción de 900 toneladas, el<br />

África tomó la delantera con 75 %<br />

dejando a América con 15 % Y al Asia<br />

con 10%.<br />

En la década de <strong>los</strong> 70,<br />

Madagascar produjo el 90% de toda la<br />

producción mundial de vainilla natural<br />

cuya demanda comenzó a disminuir, sin<br />

embargo, a partir de 1874, cuando <strong>los</strong><br />

químicos aprendieron a sintetizar la<br />

vainilina.<br />

De todas maneras, <strong>los</strong> que<br />

tenemos buen paladar sabemos<br />

diferenciar la deliciosa vainilla natural<br />

de la vulgar esencia sintética.<br />

EL ACHIOTE<br />

(Bixa orellana)<br />

Para darle un nombre científico


a esta planta, Linneo utilizó dos<br />

términos que tienen importancia<br />

histórica y quizás es por eso que su<br />

denominación original es la que ha<br />

persistido: la llamó Bixa porque ese fue<br />

el nombre indígena original que <strong>los</strong><br />

hombres de Colón encontraron en la isla<br />

La Española (ahora Sto. Domingo). Y la<br />

apellidó Orellana, en honor al<br />

aventurero compinche de Pizarra que<br />

descubrió el Amazonas.<br />

Quedó así bautizada la<br />

planta que nos ocupa con el<br />

nombre científico de Bixa orellana,<br />

Linneo, que es el que usaremos en<br />

este apunte.<br />

Los nombres vulgares, como es<br />

natural, también son múltiples. En el<br />

lenguaje taíno de <strong>los</strong> indígenas de la<br />

Española, el nombre era "Bixa"<br />

(pronunciado bisha) lo que dio origen a<br />

"bija", '!bixia", "bisha". Esto parece<br />

haber dado origen también, en el siglo<br />

XVI, a un vocablo que se incorporó al<br />

castellano por un corto tiempo: "bixio"<br />

significó entonces lo cárdeno, rojizo o<br />

amoratado. "Embijarse" significa<br />

pintarse la piel de rojo con la bija.<br />

Del Caribe, <strong>los</strong> bajeles españoles<br />

pasaron a México donde encontraron<br />

que la planta recibía el nombre nahuatl<br />

de "achiote". Esto dio origen a una serie<br />

de nombres locales encabezados por<br />

"achiote", que es el que usaremos en<br />

este apunte. Surgieron así: achiote,<br />

achiotillo, achite amarillo, achite<br />

colorado, achihuiti, etc.<br />

165<br />

Cuando <strong>los</strong> ingleses se<br />

posesionaron de las islas del norte del<br />

Caribe, encontraron que <strong>los</strong> indígenas<br />

de esa región llamaban El esta planta<br />

"Onoto", y de allí se derivó el término<br />

"Annatto" con que es conocida en la<br />

literatura inglesa y en mucho del<br />

mercado internacional. De allí se derivó<br />

también arnato, onoto, onotillo, etc.<br />

Por último, <strong>los</strong> indígenas del<br />

norte del Brasil y de la cuenca del<br />

Orinoco le llamaban "urucú", de lo<br />

que se derivó "urcú", "uru uva", y<br />

<strong>los</strong> viajeros franceses lo adoptaron<br />

y lo escribieron a su manera, por lo que<br />

nuestro achiote es conocido en Francia<br />

como "roucou".<br />

El achiote fue llevado a las<br />

Filipinas y de allí al sureste de Asia, a la<br />

India, al Medio Oriente y al África. Allí<br />

recibió a su turno diversos nombres que<br />

no transcribiremos aquí. Solamente<br />

recordaremos algunos nombres<br />

indígenas americanos, aunque no todos:<br />

Los mayas le llamaban "kubuk", <strong>los</strong><br />

quechuas "mantur" o "Shambu", <strong>los</strong><br />

ashánincas "potsoti", <strong>los</strong> aimaras<br />

"waturu ", <strong>los</strong> shipibos "atase"...<br />

Nadie duda de su antiguo origen<br />

en la América Tropical y de su<br />

primordial hallazgo en el Caribe por <strong>los</strong><br />

hombres de Colón. Pero hay pocos<br />

datos sobre su historia paleobotánica y<br />

su migración prehispánica. Hay quienes<br />

insisten en sus raíces


mesoamericanas, y hay partidarios de su<br />

ciudadanía amazónica (Candolle). Lo<br />

cierto es que, cuando llegaron <strong>los</strong><br />

españoles a todas las regiones<br />

americanas, encontraron esta planta no<br />

solamente en uso, sino en forma<br />

silvestre, lo que hace un tanto bizantino<br />

prolongar la discusión. Es una planta de<br />

la América Tropical, y a otra cosa.<br />

Como hemos visto, <strong>los</strong> activos<br />

exploradores y navegantes ibéricos la<br />

llevaron a las Filipinas, de allí pasó a<br />

Indonesia vía las Molucas, y de allí a la<br />

India. Pero también fue directamente a<br />

España, de allí fue al Mediterráneo, al<br />

Medio Oriente y por último al África y<br />

a la India. Ahora se conoce en todo el<br />

orbe tropical y es silvestre en la mayor<br />

parte de las regiones mencionadas. El<br />

achiote es por eso una planta pantropical.<br />

Cuando las tripulaciones de<br />

Colón la encontraron, esta planta era<br />

utilizada principalmente con fines<br />

cosméticos. Fernández de Oviedo, el<br />

primer naturalista que llegó del Viejo<br />

Mundo, así 10 declaró en La Española<br />

(Sto. Domingo) y en las Costas del<br />

Caribe en 1535.<br />

Pero no debemos olvidar que el<br />

fin de <strong>los</strong> cosméticos no era siempre,<br />

como es ahora, un asunto de adornar o<br />

de embellecer el cuerpo humano.<br />

Originalmente, <strong>los</strong> cosméticos tenían<br />

fines rituales, bélicos, defensivos,<br />

religiosos, mágicos y que se yo. Su<br />

color de sangre hacía que <strong>los</strong> guerreros<br />

lo usaran para atemorizar a sus<br />

enen1igos o para disimular sus heridas o<br />

166<br />

para atraer las fuerzas sobrenaturales<br />

que decidían la suerte en el fragor de la<br />

batalla. Y <strong>los</strong> sacerdotes y hechiceros<br />

usaban .su color de sangre para<br />

dramatizar <strong>los</strong> ritos y actos litúrgicos<br />

que tenían que ver con la vida y la<br />

muerte. Era así como, además de ser<br />

usada para embadurnar la piel, la<br />

usaban también <strong>los</strong> nativos de<br />

Nicaragua para preparar bebidas<br />

litúrgicas a base de cacao con un color<br />

rojo de sangre que era consumido<br />

ritualmente en forma simbólica en<br />

solemnes ceremonias religiosas.<br />

Esta tendencia colectiva de<br />

simbolizar la sangre (subconsciente en<br />

forma solamente parcial), no era<br />

exclusiva del Nuevo Mundo. Desde que<br />

el hombre es hombre, sus tendencias<br />

carnívoras se han traducido en sus<br />

preferencias gastronómicas y, al escoger<br />

sus alimentos, ha jugado siempre un<br />

importante papel el color de la sangre.<br />

A nadie se le ocurre, por ejemplo,<br />

comer alimentos azules. Los europeos<br />

que llegaron a América traían ya en sus<br />

costumbres el uso del azafrán para dar<br />

un tinte recordatorio de la sangre diluida<br />

a <strong>los</strong> guisos y fiambres. Cuando<br />

llegaron a América, encontraron en el<br />

achiote un excelente sucedáneo del<br />

azafrán y lo comenzaron a usar como<br />

colorante de alimentos, no precisamente<br />

como condimento saborizante.<br />

Debemos ahora aclarar que el,<br />

achiote no tiene gusto ni aroma. Es<br />

simplemente un colorante que hace más<br />

atractivos <strong>los</strong> alimentos. En vez de<br />

comer arroz blanco, muchos grupos<br />

humanos lo prefieren con el color


que le da el azafrán o el achiote. La<br />

carne cocida o salada toma un color gris<br />

o bruno. Para mantener su apariencia de<br />

carne fresca y sangrante, gústenos o no,<br />

le ponemos algo que le dé color rojo o<br />

rojizo. En esto hay tonos, variaciones e<br />

intensidades dictadas por la costumbre;<br />

o la moda; pero en el fondo está el<br />

rezago atávico de nuestras antiguas<br />

raíces carnívoras.<br />

Muy pronto, pero gradualmente,<br />

en todos <strong>los</strong> países tropicales, el achiote<br />

se convirtió así en el colorante ideal de<br />

la cocina. Y esta tendencia pronto<br />

contaminó a <strong>los</strong> países de clima<br />

templado donde las carnes curadas y <strong>los</strong><br />

productos lácteos o <strong>los</strong> licores fueron<br />

teñidos de rojo bajo ese potente impulso<br />

en el subconsciente colectivo del<br />

humano carnívoro. Quesos y<br />

mantequillas, jamones y embutidos,<br />

recogieron así el rubor del achiote<br />

compartido en algún momento (como<br />

hemos visto al hablar de la tuna en el<br />

capítulo de las frutas) con la rubicundez<br />

de la cochinilla, otro producto<br />

americano de color rojo.<br />

Esto produjo un floreciente<br />

comercio del achiote en todo el mundo.<br />

Las exportaciones de achiote hacia<br />

Europa y a <strong>los</strong> Estados Unidos de<br />

América se incrementaron hasta<br />

constituir uno de <strong>los</strong> rubros más<br />

importantes del intercambio norte-sur<br />

durante el siglo XIX. Los usos de esta<br />

planta como colorante alimentaría se<br />

complementaron con su empleo en la<br />

industria textil. Aunque su durabilidad y<br />

resistencia como colorante no son<br />

167<br />

ideales, se diseñaron diversos<br />

procedimientos en tintorería que<br />

popularizaron su uso en algunos grupos<br />

humanos y el achiote llegó a ocupar un<br />

nicho interesante en este aspecto<br />

industrial. Esto fue iniciado en Europa<br />

por Barcroft, una tintorera británica en<br />

1775. Es un buen tinte para la seda y la<br />

lana, resistente al jabón, ácidos y<br />

álcalis; pero muy sensible a la luz del<br />

sol que lo destiñe. Excelente para teñir<br />

la ropa interior, allí donde no da el sol...<br />

Pero todo esto se vino<br />

bruscamente abajo. A fines del siglo<br />

pasado (1884), la invención de las<br />

anilinas por la pujante industria alemana<br />

(el rojo del Congo) causó un destructivo<br />

terremoto en el ambiente industrial y, de<br />

pronto, el achiote y la cochinilla<br />

perdieron el amplio terreno que habían<br />

ganado durante <strong>los</strong> tres sig<strong>los</strong><br />

precedentes. Los rojos y amaril<strong>los</strong> de<br />

anilina <strong>los</strong> destronaron en forma<br />

catastrófica. En 1917, la revista<br />

"Scientific American", prestigiosa<br />

publicación norteamericana, nos decía:<br />

"... en <strong>los</strong> últimos años, el uso del<br />

achiote (anatto) ha declinado y no es<br />

improbable que, antes de que pase<br />

mucho tiempo, la mayor parte de esta<br />

industria que ha sido tan floreciente,<br />

quedará abandonada. Esto es debido a la<br />

competencia de tintes sintéticos más<br />

baratos...".<br />

Así fue. Pero la cosa no quedó<br />

allí. Recientemente, <strong>los</strong> colorantes<br />

anilínicos han sido declarados nocivos<br />

debido a su toxicidad crónica y su<br />

tendencia a provocar el cáncer. Tal cosa<br />

no sucede con <strong>los</strong> colorantes naturales


como el achiote, y por eso esta planta<br />

está ahora en una trayectoria<br />

rápidamente ascendente que la lleva a<br />

recuperar mercados y prestigio. Como<br />

base para la fabricación de bixina y<br />

orellina, excelentes colorantes<br />

industriales, el achiote resulta en el Perú<br />

un rubro presente explotado de<br />

agricultura de exportación.<br />

Su importancia industrial,<br />

repetimos, crece cada vez más<br />

rápidamente por una serie de<br />

circunstancias relacionadas<br />

principalmente a la especial atracción<br />

que el ser humano tiene por el color rojo<br />

en sus alimentos/ en sus tegumentos yen<br />

sus adornos. Ya en parte hemos<br />

mencionado algunas de las razones que<br />

respaldan esta atracción <strong>desde</strong> el<br />

subconsciente colectivo de toda la<br />

humanidad.<br />

A esto debemos agregar antiguos<br />

atavismos refugiados en su persticiones<br />

ocultas o expresas.<br />

El color rojo en <strong>los</strong> alimentos,<br />

cosméticos, adornos y pertenencias así<br />

como en objetos de rito/ etc., tiene<br />

mucho que hacer con la sangre y con la<br />

vida. Las vestiduras de <strong>los</strong> cardenales/<br />

la alfombra roja con que se recibe a <strong>los</strong><br />

huéspedes ilustres, la tinta roja con que<br />

se escriben o su brayan las heridas<br />

económicas, el color rojo de joyas y<br />

adornos, la cinta roja con la que se<br />

protege a <strong>los</strong> seres indefensos contra la<br />

mirada hostil de <strong>los</strong> extraños, el rojo del<br />

peligro/ del diablo, de la violencia, del<br />

patriotismo y de <strong>los</strong> reclamos políticos/<br />

168<br />

y el rojo con él que teñimos carnes/<br />

guisos y productos lácteos, son<br />

solamente una corta enumeración de<br />

cómo el rojo, que simboliza la sangre,<br />

es buscado por el ser humano para<br />

despertar emociones e instintos.<br />

La invención de tintes rojos y<br />

anaranjados sintéticos a base de anilinas<br />

en las postrimerías del siglo pasado<br />

produjo, como hemos visto, el rápido<br />

desplazamiento de <strong>los</strong> pigmentos<br />

naturales en el campo comercial e<br />

industrial. Sin embargo la reciente<br />

condena de las anilinas con elementos<br />

nocivos, la prohibición de su uso y su<br />

desprestigio alimentado por la<br />

cancerofobia universal nos hace<br />

recordar que aquí está el achiote, la<br />

cochinilla y la cúrcuma pigmentos de<br />

fácil producción en el Perú.<br />

Pintarse de rojo la piel y <strong>los</strong><br />

labios, que en su expresión más<br />

primitiva parece haber tenido relación<br />

íntima con la sangre en sus aspectos<br />

violentos, vitales y místicos, sufrió muy<br />

temprano una adaptación menos<br />

truculenta: El color rosado y rojo de <strong>los</strong><br />

carril<strong>los</strong> y labios se convirtió así en<br />

signo de salud y belleza y <strong>los</strong> pigmentos<br />

de ese color fueron pronto utilizados<br />

para cosméticos en escala industrial. Por<br />

eso el achiote es ahora utilizado en<br />

grandes cantidades en la preparación de<br />

lápiz de labios, coloretes y arreboles,<br />

barniz de uñas, lociones contra la luz<br />

del sol y aceites para el pelo.<br />

Lo mismo sucede en la<br />

preparación de alimentos. Desde que el<br />

achiote fue descubierto por la<br />

civilización occidental su uso para dar


color rojo, anaranjado o amarillo a <strong>los</strong><br />

alimentos se generalizó en el mundo<br />

entero. Las naciones mediterráneas<br />

habían estado usando el azafrán y las<br />

naciones del sudeste asiático empleaban<br />

con el mismo fin la cúrcuma (el palillo).<br />

En la actualidad, prohibidas ya las<br />

anilinas, el achiote es uno de <strong>los</strong> pocos<br />

colorantes aceptados legalmente en la<br />

preparación de alimentos.<br />

Gran importancia industrial y<br />

económica tiene por eso el uso del<br />

achiote y sus derivados en la<br />

preparación de productos lácteos o sus<br />

sucedáneos como la mantequilla, el<br />

queso y la margarina, el chocolate, <strong>los</strong><br />

aceites comestibles, helados, bizcochos,<br />

postres preparados, salsas, conservas de<br />

carne y pescado, embutidos y otros<br />

productos cárneos, licores, vinos y<br />

bebidas gaseosas de tinte anaranjado,<br />

etc. etc. La coloración de tendencia<br />

rojiza despierta escondidas preferencias<br />

instintivas y hace que <strong>los</strong> huevos cuya<br />

yema es pálida o la carne de ave poco<br />

pigmentada tengan menos aceptación en<br />

el mercado, por lo que la adición de<br />

carotenoides a <strong>los</strong> alimentos de las aves<br />

de corral se ha convertido en una<br />

necesidad industrial imprescindible.<br />

Esto se obtiene con achiote, cúrcuma,<br />

marigold o mezclas purificadas de<br />

carotenos. El uso de las semillas del<br />

achiote en la dieta de las aves de corral<br />

tiene la ventaja de agregar un apreciable<br />

porcentaje de vitamina A, lo que acelera<br />

el crecimiento y la productividad de <strong>los</strong><br />

animales, además de hacerles producir<br />

huevos de color atractivo.<br />

169<br />

OTROS SABORES INDÍGENAS<br />

Muchos otros condimentos y<br />

aditivos eran utilizados y continúan<br />

siendo usados en el Perú primitivo<br />

contemporáneo.<br />

Algunos de el<strong>los</strong> llegan a las<br />

elegantes mesas de nuestros estratos<br />

sociales superiores, como sucede con el<br />

"huacatay" (Tagetes minuta) y el<br />

"Paico" (Chenopodium ambrosoides).<br />

Otros no han roto la barrera aún. No <strong>los</strong><br />

mencionaremos todos por no cansar al<br />

lector; pero no podemos dejar de<br />

nombrar por lo menos a la "muña"<br />

(Minthostacus se tosa), una labiada muy<br />

aromática que, además de haber sido<br />

usada como condimento, fue utilizada<br />

para preservar <strong>los</strong> tubércu<strong>los</strong> almacena<br />

dos. Las propiedades antiparasitarias de<br />

sus hojas protegen <strong>los</strong> alimentos contra<br />

<strong>los</strong> insectos depredadores.<br />

Todo el género Tagetes al que<br />

pertenece el huacatay, es de origen<br />

americano. Font Quer dice que el<br />

huacatay (T.minuta) llegó<br />

tempranamente a España, no se sabe<br />

cómo. Fue "traído subrepticiamente",<br />

dice, y a mediados del siglo pasado era<br />

silvestre en <strong>los</strong> cañaverales de Málaga<br />

donde le dicen chinchilla o menta<br />

americana y tiene usos medicinales.<br />

Otro primo hermano del huacatay, el<br />

llamado "chincho" (Tagetes elliptica) se<br />

une a <strong>los</strong> saborizantes


indígenas que encontramos en las<br />

sabrosas sopas serranas al lado de otros<br />

primos Tagetes menos conocidos en la<br />

cocina de la costa. Aún otro, el Tagetes<br />

patula, llamado marigold, se usa como<br />

colorante en <strong>los</strong> alimentos para aves de<br />

corral.<br />

Tenemos también el Paico<br />

(Chenopodium ambrosoides). No cabe<br />

la menor duda de que esta importante<br />

planta medicinal era conocida antes de<br />

Colón por las culturas prehispánicas de<br />

toda América. Los españoles entraron<br />

en contacto con ella en el Caribe y en<br />

México, pero ya antes del viaje de<br />

Colón era bien conocida en el Perú. Los<br />

Aztecas y otros pueb<strong>los</strong> mexicanos le<br />

llamaban apazote y la usaban como<br />

saborizante de sus alimentos, pero<br />

170<br />

conocían además su buen efecto como<br />

digestivo y tomaban una infusión de la<br />

hierba para controlar "la disentería y<br />

otras- inilamaciones". Los antiguos<br />

mayas lo llamaban "Luxumxiu" que<br />

puede traducirse como "hierba de <strong>los</strong><br />

gusanos". Yen el Perú, Garcilaso y el<br />

Padre Valera nos cuentan que cuando<br />

Atahualpa estuvo enfermo mientras<br />

Pizarro lo tenía prisionero, el médico<br />

indígena que fue llamado para atenderlo<br />

le dio un preparado "a base de paico" y<br />

lo sanó prontamente.<br />

Esta aromática hierba, tan<br />

popular como condimento entre <strong>los</strong><br />

mexicanos, fue llevada a España poco<br />

tiempo después de la invasión de<br />

Mesoamérica.


Está aquí también, la altamisa, el<br />

pampa-orégano, el ajo-sacha y unos<br />

cuantos más que rara vez cruzan la<br />

brecha para llegar a la mesa de un<br />

restaurante limeño. Algo tenemos que<br />

dejar en el bolígrafo para justificar una<br />

tercera edición...<br />

LOS CONDIMENTOS QUE<br />

VINIERON<br />

Carlomagno, el gran Emperador,<br />

hijo del Rey Pepino, empleaba sus ratos<br />

de ocio cultivando plantas medicinales<br />

en <strong>los</strong> jardines de su palacio en<br />

Aquisgrán (Aache) y un grupo de estas<br />

plantas que despedían agradable aroma<br />

y que eran también usadas como<br />

saborizantes en la cocina, recibían del<br />

Emperador un cuidado especial porque<br />

eran "las amigas del médico y el<br />

cocinero".<br />

La necesidad de saborizantes en<br />

la Europa Medieval era tan notoria y<br />

tenía tal significación social, que ya<br />

sabemos cómo Isabel la Católica se<br />

decidió a ayudar a Colón porque pensó<br />

que el terco navegante encontraría una<br />

vía más expedita para traer a España <strong>los</strong><br />

saborizantes que se cultivaban en la<br />

India.<br />

Cuando <strong>los</strong> españoles vinieron a<br />

conquistar y a dominar América, una de<br />

las primeras cosas que trajeron a nuestro<br />

Continente fueron esas amigas del<br />

cocinero y del médico cuyo sabor les<br />

recordaba el terruño.<br />

171<br />

Con la Conquista también<br />

llegaron el ajo y la cebolla. Cuando<br />

Pizarro fue asesinado, ambos productos<br />

podían verse en el mercado de Lima,<br />

traídos de las chacras cercanas. Y junto<br />

a estos dos saborizantes, también ya se<br />

cultivaban el comino, la albahaca, el<br />

anís, el orégano, la hierba buena, el<br />

perejil... El romero, más bien, tardó en<br />

llegar; recién vino en 1579. Y el<br />

jengibre (el popular Kion) fue traído al<br />

Perú a fines del siglo XVTII,<br />

proveniente de la China, vía Guayaquil.<br />

EL AJO y LA CEBOLLA<br />

(Allium sativam y Allium cepa).<br />

Entre <strong>los</strong> múltiples saborizantes<br />

traídos por <strong>los</strong> españoles, el ajo y la<br />

cebolla constituyen una pareja que no<br />

solamente ha sido <strong>desde</strong> siempre<br />

utilizada como condimento, sino<br />

también como alimento en la<br />

confección de sopas y guisos muy<br />

populares en todos <strong>los</strong> niveles sociales<br />

de las costas mediterráneas.<br />

Oriundas del Asia, llegaron<br />

ambas plantas al cercano Oriente <strong>desde</strong><br />

hace más de cuatro mil años. Antiguas<br />

noticias de Egipto nos hablan ya de<br />

sopas de ajo, y de cebollas asadas que<br />

no dejan de ser mencionadas por <strong>los</strong><br />

judíos del Antiguo Testamento. Y en<br />

España, esencial contribuyente de<br />

nuestra cocina peruana, antiguos<br />

adagios tantan su importancia como<br />

alimento: “Contigo, pan y<br />

cebollas"..."tomer ajo y beber vino no es<br />

desatino”… “ajo crudo y vino puro<br />

llevan a puerto seguro”....


No hemos de entretener al lector<br />

con la descripción de estos excelentes<br />

compañeros de la cocina criolla del<br />

Perú. Una mención solamente de las ya<br />

reconocidas propiedades medicinales<br />

del ajo y una nota sobre una sustancia<br />

química, el disulfuro de alilpropilo, que<br />

es quien le da a la cebolla cruda esa<br />

esencia que se difunde en el aire<br />

cuandola cortamos y nos hace llorar. A<br />

mediados del siglo XVI, Don Andrés<br />

Laguna nos decía que con esa esencia<br />

de cebolla..." alcohólanse las mujeres<br />

cuando, no pudiendo llorar, quieren<br />

provocar lágrimas para enternecer a sus<br />

asnos maridos”… Y la cosa se complica<br />

cuando Don Andrés nos dice que el<br />

comer cebollas... "acrecienta la esperma<br />

aunque ofusca la razón y el sentido. Lo<br />

172<br />

cierto es que eso es ya meterse en<br />

camisa de once varas al considerar<br />

asuntos de tanta intimidad. Yo me<br />

quedo con el refrán: “come cebolla y no<br />

te de pena, cuida tu casa y deja la ajena"<br />

y si no lo haces así, un día tu mejor<br />

amigo te va a recibir" con ajos y<br />

cebollas". Si quieres que te cuente de<br />

dónde viene ese dicho, avísame...<br />

LA CANELA<br />

(Cinnaamomum zeylanicum)<br />

Una de las especies más<br />

apreciadas en la Corte de España en la<br />

época de Colón era la canela, corteza de<br />

un árbol de Ceilán (Sri-Lanka) que<br />

llegaba a la mesa de <strong>los</strong> Reyes


Católicos a través de distantes viajes por<br />

regiones infestadas de piratas árabes y<br />

turcos. Se trata de un árbol largamente<br />

cultivado en la India oriental, y el uso<br />

de su corteza sigue siendo muy popular<br />

en la cocina de todo el mundo conocido,<br />

para aromatizar postres bebidas y guisos<br />

de todos <strong>los</strong> gustós. Hay una prima<br />

suya, la canela china (Cinnamomum<br />

cassia) también de amplio cultivo, que<br />

muy frecuentemente reemplaza ahora a<br />

la canela original. Otras canelas, la de<br />

Birmania, la de Saigón, etc., especies<br />

botánicas diferentes, tienen aroma y<br />

usos parecidos y entre todas ellas se<br />

reemplazan y se intercambian<br />

competitivamente en el mercado<br />

mundial. Todo queda en familia.<br />

Pero el ver ahora tanta canela en<br />

todas partes no debe permitimos olvidar<br />

que en el siglo XVI eso no era como<br />

hoy. La búsqueda de la canela en aquel<br />

tiempo era una verdadera obsesión en<br />

las motivaciones exploratorias de <strong>los</strong><br />

conquistadores castellanos y muchos de<br />

el<strong>los</strong> murieron en la tenaz tarea de<br />

descubrir el "País de la Canela", allá en<br />

la inconquistable región amazónica.<br />

Díganlo si no <strong>los</strong> que han leído de las<br />

aventuras de Gonzalo Pizarro, Orellana<br />

y Lope de Aguirre.<br />

En la cuenca del Amazonas, lo<br />

sabemos ahora, no hay ni una sola<br />

prima, ni siquiera una pariente lejana,<br />

de la canela que ansiaba la Reina Isabel.<br />

Pero la cosa era encontrar algo que por<br />

lo menos se le pareciera.<br />

Entre <strong>los</strong> muchos árboles que<br />

173<br />

presentaban algunos aroma evocador de<br />

la canela, está uno llamado Espingo,<br />

ishpingo o moena (Ocotea quixos),<br />

prohibido <strong>desde</strong> el comienzo por el<br />

Padre Arriaga en sus instrucciones para<br />

extirpar las idolatrías en 1621. Era<br />

usado por <strong>los</strong> indígenas para dar sabor a<br />

algunos brebajes alcohólicos de uso<br />

religioso y mágico y "era ordinaria<br />

ofrenda para las huacas". Suficiente.<br />

Fue prohibido. cuando Jorge Juan y<br />

Antonio de Ulloa llegaron por aquí a<br />

comienzo del siglo XVIII, describieron<br />

"interminables bosques incultos" "de<br />

este árbol y se lamentaron de la poca<br />

estima que <strong>los</strong> españoles tenían por esta<br />

planta... a pesar de que "en la fragancia<br />

y dulzura excede a la de Zeylán". Y,<br />

fijarse bien <strong>los</strong> amigos de la música<br />

fascinante de Chabuca Granda, estos<br />

exploradores nos dicen: "el ishpingo es<br />

la flor de la canela". Por si acaso, la<br />

canela de Ceilán tiene una florecilla que<br />

ni mirarla ni por qué dedicarle una<br />

canción. Pero para <strong>los</strong> botánicos<br />

debemos recordar que Chabuca no se<br />

refería a ninguna flor de ningún árbol<br />

sino al erótico tono canela de la piel de<br />

una linda mulata de "bajo el puente". Y<br />

aquí no hay pleito. Además si quieres<br />

intoxicarte de canela, lee la nota de la<br />

página 228.<br />

Como nos contaba Eduardo<br />

Estrella, a fines del siglo XVIII creció el<br />

interés por la explotación comercial del<br />

espingo que se producía en <strong>los</strong> bosques<br />

de la región nor-oriental del Ecuador.<br />

Es una lástima que <strong>los</strong> apuntes<br />

históricos de Eduardo no hayan sido<br />

todavía publicados,


pero él nos hizo saber sobre las<br />

expediciones geográficas, botánicas y<br />

comerciales que se interesaron en el<br />

espingo y la formación de una<br />

Compañía de Explotación en Quito que<br />

fracasó después por complicaciones<br />

burocráticas en España.<br />

Seguiremos, por un tiempo,<br />

consumiendo la' canela importada del<br />

Asia, cultivando en pequeña escala la<br />

canela asiática en Pucallpa y en<br />

Tarapoto, y cantándole a la flor de la<br />

canela que es la tibia piel de la<br />

muchacha que lleva jazmines en el pelo<br />

y rosas en la cara...<br />

LA PIMIENTA<br />

(Piper nigrum)<br />

Para el ama de casa, hay dos<br />

pimientas: la negra y la blanca. Para <strong>los</strong><br />

botánicas solo hay una. Si dejas<br />

madurar y secar la semilla, la cáscara<br />

adquiere un color negro. Si las cosechas<br />

cuando está madura pero fresca, la<br />

remojas en agua por varios días y<br />

cuando está así suavizada le quitas la<br />

cáscara y la secas después, te queda<br />

blanca y un poco menos picante. Te la<br />

venden negra, blanca o una mezcla de<br />

ambas; en grano ó molida. Y si eres<br />

muy exigente, te venden también un<br />

aceite esencial de pimienta que es un<br />

extracto industrial que se usa en la<br />

industria alimenticia.<br />

A la Reina Isabel, ya lo hemos<br />

comentado, le gustaba la pimienta que<br />

es originaria del Malabar, región litoral<br />

174<br />

del suroeste de la India, bañada por el<br />

Mar Arábigo donde pululaban <strong>los</strong><br />

piratas árabes que andaban muy<br />

resentidos con <strong>los</strong> españoles que <strong>los</strong><br />

habían expulsado de la península<br />

ibérica. Ahora, <strong>desde</strong> hace 500 años, la<br />

pimienta se cultiva en el África y <strong>desde</strong><br />

hace 20 Ó 30 años la cultivamos en<br />

varios países sudamericanos. Vaya<br />

usted a Pucallpa, querido lector, y verá<br />

<strong>los</strong> plantíos de pimienta.<br />

Para <strong>los</strong> que les gusta la botánica<br />

y las plantas medicinales, les<br />

recordaremos que el género Piper, al<br />

que pertenece la pimienta, tiene varios<br />

socios peruanos, uno de <strong>los</strong> cuales es el<br />

Piper elongatum mejor conocido como<br />

matico o hierba del soldado. El nombre<br />

quechua es moccomocco y muchos lo<br />

llaman cordoncillo y hasta hay quien le<br />

dice pipilongo. Por la forma del fruto....<br />

El nombre de matico fue puesto<br />

por <strong>los</strong> españoles. Se trata de uno de <strong>los</strong><br />

mejores cicatrizantes de heridas que hay<br />

en la naturaleza. Y cuando llegaron las<br />

tropas españolas, uno de <strong>los</strong> soldados<br />

traía una herida infectada que no<br />

cicatrizaba por nada del mundo. Un<br />

curandero indígena lo curó en una<br />

semana con mocco mocco. El soldado<br />

se llamaba Matico.<br />

Pero regresemos a la olla.<br />

Ahora, en <strong>los</strong> mejores restaurantes<br />

europeos, le ponen a uno pimienta<br />

negra, pimienta blanca y pimienta<br />

rosada. La rosada es el Molle Peruano<br />

de la página 162.


EL CLAVO DE OLOR<br />

(Eugenia caryophyIlata)<br />

Un archipiélago de Indonesia,<br />

entre las Célebes y la Nueva Guinea,<br />

tiene fama de ser el origen de muchas<br />

hierbas de olor. Son las Islas de las<br />

Especias. Se llaman Las Molucas. De<br />

allá viene el famoso clavo de olor que<br />

vemos arriba cómo se llama en latín,<br />

pero que muchos botánicos le llaman<br />

también Syzygium aromaticum. Corro<br />

traslado y no me meto en la discusión.<br />

Pasada ya la época del siglo XVI<br />

en que no llegaba fácilmente a España,<br />

ahora se cultiva en el África,<br />

especialmente en Madagascar y<br />

Tanzania. Hay también grandes plantíos<br />

en lava.<br />

Esta aromática especia es ya<br />

mencionada en la literatura china tres<br />

sig<strong>los</strong> antes de Cristo y apareció en<br />

España, llevada por <strong>los</strong> árabes, en el<br />

siglo VIII. Es el botón de la flor de un<br />

árbol grande, de unos diez metros de<br />

alto. Las hojas son también aromáticas,<br />

pero no tanto como las flores<br />

imnaduras.<br />

"Azúcar, canela y clavo", verso<br />

de rigor en el cante jondo, es la fórmula<br />

para aromatizar un vino que se esté<br />

torciendo. Y el uso del clavo de especia<br />

para saborizar guisos y postres está<br />

profundamente arraigado (enclavado<br />

podríamos decir) en nuestra comida<br />

175<br />

criolla.<br />

En la selva tenemos una liana<br />

cuyos tal<strong>los</strong> tienen un aroma muy<br />

similar al del clavo de olor. Le dicen<br />

"clavo-huasca" (Mandevilla scabra) y<br />

tiene diversos usos medicinales. Se<br />

prepara en una agradable mistela que<br />

alegra las fiestas de por allá y dicen que<br />

da energías para lo que viene después<br />

de la fiesta.<br />

LAS MOSTAZAS<br />

(Brassica sp.)<br />

Ya hemos visto, en el capítulo<br />

de las hortalizas, que el género botánico<br />

Brassica es de una admirable<br />

versatilidad y no solamente nos ofrece<br />

la col, el repollo, la coliflor, el brócoli y<br />

la col morada sino también nos da el<br />

nabo, el colinabo y sigue contando.<br />

Aquí no para: Los botánicos más serios<br />

nos dicen que Brassica nigra y Brassica<br />

alba son <strong>los</strong> latinajos oficiales de la<br />

mostaza negra


y la mostaza blanca que algún rebelde<br />

por ahí pone en el género Sinapis por<br />

que así se le llama a las mostazas en <strong>los</strong><br />

tratados antiguos y en <strong>los</strong> libros sa<br />

grados. De allí viene el vocablo<br />

sinapismo, que es un cataplasma hecho<br />

de harina de mostaza y que, puesta<br />

sobre la piel, me dicen que hace bien,<br />

pero te hace ver a Judas. .<br />

Ambas, la negra y la blanca, son<br />

originarias del Medio Oriente y de la<br />

Eurasia. La negra tiene semillas de<br />

cáscara marrón oscuro y son amarillas<br />

por dentro; la blanca las tiene marrón<br />

claro y son blancas por dentro. La<br />

diferencia entre ambas es de interés para<br />

<strong>los</strong> botánicos, pero ambas crecen<br />

silvestres entre el campo cultivado,<br />

como mala hierba, y se han adaptado<br />

muy bien a nuestros climas serranos<br />

donde molestan al agricultor pero<br />

embellecen el paisaje con sus flores<br />

amarillas. Para cosechar las semillas,<br />

deben recogerse cuando empiezan a<br />

madurar, antes de que la vaina se abra<br />

espontáneamente dejando caer las<br />

simientes que son muy pequeñas. Se<br />

muelen para producir el polvo o harina<br />

de mostaza que, mezclada con agua o<br />

con leche, constituye el saborizante que<br />

toda ama de casa conoce.<br />

Es muy común el preparado<br />

francés de mostaza que consiste en una<br />

pasta suelta de harina de mostaza con<br />

vinagre, sal y cúrcuma (palillo) para<br />

darle color. Las mostazas vinieron con<br />

<strong>los</strong> españoles, sus semillas<br />

probablemente mezcladas con algún<br />

176<br />

cereal que llegó encostalado. Nadie sabe<br />

cómo ni cuando, pero como se trata de<br />

plantas muy vivaces y adaptables, se<br />

han generalizado y ahora son silvestres<br />

en todo el Perú, para molestia de<br />

muchos agricultores que las consideran<br />

malas plagas.<br />

LOS OLIVARES<br />

(Olea europea)<br />

Nadie discute ahora que don<br />

Antonio de Rivera, de <strong>los</strong> primeros<br />

vecinos de Lima, fue el que trajo el<br />

olivo al Perú. Lo que se discute, y no sé<br />

a quien más preguntarle, es si la chacra<br />

donde puso <strong>los</strong> primeros olivos fue la<br />

que ahora llamamos "el Olivar de San<br />

Isidro", o fue en algún otro sitio por ahí<br />

cerca.<br />

La historia peruana del olivo es<br />

un poco conflictiva y Garcilaso tiene<br />

aquí el campo libre: parece que don<br />

Antonio, esposo segundo de


nuestra ya conocida Doña Inés Muñoz,<br />

la del trigo, hizo un viaje a España y, en<br />

1560, trajo más de cien arbolil<strong>los</strong> de<br />

olivo. No tuvo mucha suerte, y<br />

solamente llegaron vivas tres plantas<br />

que recibieron, de allí en adelante, toda<br />

clase de protección contra la envidia y<br />

la codicia de sus vecinos. Las plantó en<br />

una linda chacra que tenía "en las<br />

afueras de Lima" y puso a cuidar<strong>los</strong> a<br />

"un gran ejército que tenía más de cien<br />

negros y treinta perros". Pero la mala<br />

suerte y algún descuido o complicidad<br />

de negros o de perros resultó, ¡Dios nos<br />

ayude! en la misteriosa desaparición de<br />

una dejas tres sobrevivientes que, días<br />

más tarde, apareció en Chile.<br />

Don Antonio averiguó,<br />

investigó, castigó a justos, inocentes y<br />

sospechosos, y hasta logró varios<br />

edictos de excomunión contra quienes<br />

le habían privado de su plantita, pero<br />

todo fue inútil. Con argucias legales no<br />

desprovistas de buen humor, el olivo<br />

secuestrado quedó en Chile donde dio<br />

una buena cantidad de hijue<strong>los</strong> en el<br />

término de tres años; y con esta nutrida<br />

descendencia, <strong>los</strong> españoles de Chile<br />

cultivaron sus olivares. Un buendía ¡oh<br />

sorpresa! el olivo viajero apareció<br />

puesto "en el mismo lugar de donde lo<br />

habían sacado, con tan buena maña y<br />

secreto, que ni el hurto ni la restitución<br />

supo su dueño jamás quién lo hubiese<br />

hecho"....<br />

¡Seguían allí <strong>los</strong> cien negros y<br />

<strong>los</strong> treinta perros!.<br />

177<br />

A partir de <strong>los</strong> tres olivos, se<br />

plantó así el primer u1ivar de Lima y el<br />

primero de Chile. Peto parece ser que<br />

dos de <strong>los</strong> olivos no vivieron largamente<br />

y sólo uno sobrevivió ¿Sería el de<br />

Chile? Porque, cuando vino por acá el<br />

Padre Cobo, unos cincuenta años más<br />

tarde, en medio del olivar de Don<br />

Antonio sólo había un precioso olivo<br />

viejo que era, se decía, el padre de todos<br />

<strong>los</strong> otros olivos. De <strong>los</strong> otros dos<br />

originales no había memoria.<br />

Los deseos de monopolio que<br />

alimentaba Don Antonio en sus entrañas<br />

debieron sufrir, sin embargo, otro fuerte<br />

golpe: Profundo devoto como era el<br />

buen caballero, quiso honrar una<br />

solemne procesión que salía de la<br />

Catedral y, cortando una rama de su<br />

famoso olivo (por podarlo dicen<br />

algunos y no por devoción), la puso en<br />

las andas del Santísimo Sacramento<br />

para realzar quizás la pacificación del<br />

país, emulando así, con su rama de<br />

olivo, a la palomita de Noé. Terminada<br />

la procesión, un canónigo llamado<br />

Bartolomé Leones se llevó<br />

disimuladamente la rama de olivo y se<br />

la dio a un tal Gonzalo Guillén, "muy<br />

dado a la agricultura", para que lo<br />

plantase y fuesen <strong>los</strong> dos a medias en la<br />

ganancia que de él se sacase. Ese fue el<br />

origen del segundo olivar de Lima, en lo<br />

que ahora es el Convento de <strong>los</strong><br />

Descalzos. Guillén le compró después<br />

su parte al canónigo por una barra de<br />

plata y logró pingües ganancias.<br />

Haber pasado tanto problema


por sus olivos, solamente se justifica<br />

por la gran importancia que la oliva y su<br />

aceite tenían, y siguen teniendo, para el<br />

pueblo español.<br />

El olivo crece silvestre en gran<br />

parte del territorio de España. Cuando<br />

es silvestre, le dicen acebuche, sus<br />

aceitunas son acebuchinas y <strong>los</strong> bosques<br />

de olivos son <strong>los</strong> acebuchales. El olivo<br />

cultivado. y su relación con el hombre<br />

es muy antigua. Se acordará usted,<br />

amigo lector, que el Padre Noé, después<br />

del diluvio, consideró que la paz con<br />

Dios se había consolidado cuando la<br />

palomita le trajo en el pico una rama de<br />

olivo. Lo dice la Biblia y debe ser<br />

cierto. Por eso, para que hagas la paz<br />

con Dios antes de morirte, el sacerdote<br />

te unge con <strong>los</strong> santos óleos que no son<br />

otra cosa que aceite de olivo "oleado y<br />

sacramentado". Una antigua costumbre<br />

judía en recuerdo simbólico de Noé. La<br />

palomita fue suprimida por cuestiones<br />

de austeridad.<br />

Pero regresemos a la cocina. La<br />

aceituna contiene una buena cantidad de<br />

aceite que se extrae por compresión.<br />

Una compresión moderada hace exudar<br />

un aceite fino, llamado flor del aceite o<br />

aceite virgen. Es el buscado por <strong>los</strong><br />

gastrónomos. El aceite com\1n u<br />

ordinario se saca después,<br />

é\provechando las aceitunas de la<br />

primera prensadura que, metidas en<br />

sacos, se sumergen en agua caliente y<br />

vuelven a prensarse. Una tercera<br />

prensada, más severa y definitiva, da<br />

aceites más groseros destinados a la<br />

industria y a la fabricación de jabón. Por<br />

178<br />

ultimo, también puede sacarse aceite de<br />

las semillas de la aceituna, trituradas y<br />

prensadas.<br />

El español de la Conquista<br />

nunca conoció de ningún aceite<br />

comestible que no fuera de oliva. Y <strong>los</strong><br />

peruanos de la Conquista nunca usaron<br />

ninguna clase de aceite en sus comidas.<br />

De allí la ansiedad de Don Antonio de<br />

Rivera por obtener y mantener su<br />

monopolio.<br />

Por lo general, en España<br />

siempre se consumió la aceituna ya<br />

desarrollada pero aún ligeramente<br />

inmadura. Es la aceituna "verde". La<br />

aceituna madura es negra, como todos<br />

sabemos. Pero la costumbre de comer<br />

aceitunas negras la trajo nuestro<br />

contacto con las mujeres moriscas que<br />

así nos transmitieron la antigua forma<br />

de consumo en el Medio Oriente. El<br />

gusto por la aceituna negra es mucho<br />

más común en el Perú que en el resto de<br />

América, pues, fue reforzado el siglo<br />

pasado por una breve ola inmigratoria<br />

de familias de Jordania y Líbano.<br />

La aceituna en punto de madurez<br />

o ya madura, tiene un pronunciado<br />

amargor debido a una substancia<br />

llamada oleuropeína que es bastante<br />

soluble en agua por lo cual, para<br />

"endulzar" las olivas, es necesario<br />

sumergidas en agua dulce o salada y<br />

cambiarles el agua con frecuencia hasta<br />

que pierden el amargor. Después, se<br />

conservan muy bien en salmuera, a la<br />

que se agregan hierbas de olor y otros<br />

condimentos.


EL PALILLO O CÚRCUMA<br />

(Cúrcunna longa)<br />

Esta planta es antiquísima en su<br />

relación con el ser humano y, por 10<br />

tanto, tiene decenas de nombres<br />

diferentes en <strong>los</strong> dialectos indios,<br />

malayos, filipinos, árabes, africanos y,<br />

<strong>desde</strong> luego, en el español de <strong>los</strong><br />

diversos países de Indoamérica.<br />

Hay dos nombres vulgares que<br />

predominan: Cúrcuma y turmérico. El<br />

primero es el más antiguo y fue<br />

adoptado por Linneo en el Siglo XVIII<br />

para bautizar técnicamente a la planta<br />

con la denominación de Cúrcuma longa<br />

L. con que es conocida mundialmente.<br />

Nosotros le decimos "palillo ".<br />

El vocablo "Cúrcuma" proviene<br />

de una palabra semítica para denominar<br />

el color: amarillo.<br />

El vocablo Turmeric, con el que<br />

es conocido en todos <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> de<br />

habla inglesa y algunos de sus vecinos,<br />

proviene en realidad del francés. Los<br />

que leemos retazos de la historia de <strong>los</strong><br />

medicamentos nos hemos de acordar<br />

que durante la Edad Media, y un poco<br />

más acá, era frecuente hablar de<br />

diversas "tierras" que tenían valor<br />

curativo. Se prescribían y se<br />

comercializaban en medallones, obleas,<br />

comprimidos, paquetil<strong>los</strong> y cajitas para<br />

multitud de síntomas y enfermedades<br />

(tierra de la tumba de San Fulano, tierra<br />

de Jerusalén, etc.) Una de esas tierras<br />

era un buen anti-inflamatorio y hacía<br />

bien para el hígado y mejoraba la<br />

179<br />

menstruación. Tenía muchos méritos y<br />

<strong>los</strong> franceses le decían "Terra merita".<br />

Mis amigos lingüistas me dicen que de<br />

allí <strong>los</strong> ingleses la bautizaron como<br />

Terr-merit, Turmeric. Corro traslado.<br />

Lo que no hemos podido<br />

averiguar con certeza, es el por qué del<br />

apodo peruano de "palillo", con que<br />

todos lo conocen aquí. Llamarle palillo<br />

a una planta que ni siquiera tiene tallo<br />

es el colmo del optimismo. Pero esa<br />

denominación se la damos <strong>los</strong> peruanos<br />

a varios vegetales que tienen el común<br />

denominador de ser amaril<strong>los</strong> como si<br />

quisiéramos abreviar "palo amarillo".<br />

Le decimos así, por ejemplo a dos<br />

plantas de la familia de las<br />

Escrofulariáceas, la Escobedia<br />

grandiflora Kuntze y la E. scabrifolia<br />

Ky P. Probablemente es a esta planta de<br />

nuestra Selva a la que el Padre Cobo le<br />

llamó "Azafrán de <strong>los</strong> Andes". Le<br />

llaman "palillo" porque sus raíces son<br />

como unos palitos que se usan para dar<br />

color a las comidas. Quizás de allí viene<br />

el nombre de "palillo" que ahora le<br />

damos a la cúrcuma....<br />

Otro "Palillo" es la<br />

Campomanesa lineatifolia Ky P., una<br />

mirtácea. El fruto, que es una guayabita<br />

casi inconfundible, es hallado en las<br />

tumbas del Antiguo Perú <strong>desde</strong> la época<br />

precerámica. Soukup nos dice que las<br />

raspaduras de la madera (de <strong>los</strong> palitos)<br />

tienen valor medicinal. Este "palillo" da<br />

también un color amarillo. Para rematar<br />

a <strong>los</strong> curiosos, Richard Rutter nos<br />

enumera nueve especies de<br />

Campomanesia que recibian el nombre<br />

de “palillo”.


Mencionemos también la<br />

SeJaginella stellata Kuntze, una<br />

Selaginácea que recibe también el<br />

nombre de "palillo" o el más mágico de<br />

"sapomaqui", y la Capparis prisca que<br />

también ha sido bautizada como<br />

"palillo" y se encuentra en el Cerro<br />

Campana, al norte de Trujillo. Hay<br />

inclusive un plátano también amarillo<br />

(Musa acuminata), que le dicen "palillo"<br />

o "guayabo" para damos mayor idea de<br />

lo inoperante que resulta el uso de <strong>los</strong><br />

nombres vulgares de las<br />

plantas. La gente inventa un<br />

nombre que le gusta y se lo<br />

pone a cosas muy diferentes<br />

entre si. O a una misma cosa le<br />

ponen nombres diferentes en<br />

diversos sitios.<br />

Al lado de su importante<br />

pigmento anaranjado (la curcumina) y<br />

de su aromático aceite esencial, la<br />

Cúrcuma Janga tiene una apreciable<br />

cantidad de almidones que, cuando son<br />

industrializados y comercializados, caen<br />

dentro de una denominación<br />

generalizada que en inglés se llama<br />

"arrow root" y en castellano se arrulla<br />

con "arru-rruz". Por lo general, ese<br />

producto es una mezcla de almidones<br />

provenientes de varias especies con<br />

rizomas harinosos entre <strong>los</strong> cuales está<br />

la cúrcuma, pero destaca la Maranta<br />

arundinacea, y otras de <strong>los</strong> géneros<br />

Zamia, Taca, Canna y Musa... .<br />

Como la cúrcuma es la base<br />

180<br />

esencial en la preparación de la<br />

combinación de especias llamada<br />

"Curry", este nombre sirve para<br />

identificarla en muchos países europeos<br />

aunque, como veremos, no es ni casi lo<br />

mismo.<br />

La cúrcuma es originaria del<br />

Sureste de Asia, donde existen especies<br />

silvestres del género Cúrcuma, aunque<br />

pocos son <strong>los</strong> que alegan haber<br />

encontrado ejemplares silvestres de la<br />

planta que nos ocupa (Ingle,<br />

Ochse, Safford) pues hay casi<br />

total consenso en que esta es un<br />

triploide estéril que solamente<br />

puede reproducirse por sus<br />

rizomas, para lo cual le es<br />

indispensable la mano del<br />

hombre. Esto, naturalmente,<br />

implica que la relación entre la especie<br />

humana y Cúrcuma Janga es muy<br />

antigua y esto es fácil de comprobar<br />

porque aparece mencionada <strong>desde</strong> muy<br />

antiguo en la historia de la India.<br />

La cúrcuma llegó a América con<br />

<strong>los</strong> bajeles españoles, pero su cultivo y<br />

su utilización en este Continente se<br />

generalizó a raíz del tráfico esclavista<br />

africano y se reforzócon el comercio<br />

con las Filipinas y con la India. A<br />

mediados del siglo XVII, el Padre<br />

Bemabé Cobo menciona el "Azafrán de<br />

<strong>los</strong> Andes", lo que ha dado pie para que<br />

algunos piensen que en alguna forma la<br />

cúrcuma ya era conocida en nuestra<br />

Selva antes de la Conquista. Pero ya


hemos visto más arriba, que <strong>los</strong> que<br />

saben de estas cosas, nos dicen que lo<br />

que vio Coba fue el "palillo" de la Selva<br />

que es una Escobedia.<br />

Las amas de casa usan la<br />

cúrcuma para colorear <strong>los</strong> alimentos<br />

diarios: el arroz, <strong>los</strong> guisos, las salsas...<br />

y el gastrónomo occidental ya encontró<br />

el gusto del "curry", esa mezcla<br />

abigarrada de especias cuyas variadas<br />

recetas a base de cúrcuma sirven de<br />

condimento y de digestivo a la vez, en<br />

un laberinto de sabores con culantro,<br />

canela, comino, jengibre, cardamón, aji,<br />

pimentón, pimienta, clavo, hinojo, nuez<br />

moscada... Y el almidón de la cúrcuma,<br />

formando parte del arrurruz con <strong>los</strong><br />

almidones de otros rizomas<br />

emparentados, para alimentar <strong>los</strong><br />

estómagos delicados de inválidos y<br />

convalecientes.<br />

Todo va amarillo en la India y la<br />

cúrcuma le regala luz del sol de Oriente<br />

al hombre que la usó <strong>desde</strong> tiempo<br />

inmemorial para teñir la lana y la seda y<br />

el algodón con un amarillo anaranjado<br />

que el sol destiñe con su luz como si<br />

quisiera rescatar el color que el hombre<br />

le robó... y la madera, y el cuero y la<br />

canasteria... Por último, <strong>los</strong> cosméticos,<br />

<strong>los</strong> jabones, las cremas faciales, <strong>los</strong><br />

dentífricos y la perfumería sofisticada.<br />

Todo lleva cúrcuma en la India. El<br />

amarillo de cúrcuma es un color sagrado<br />

que se usa <strong>desde</strong> las vestiduras de <strong>los</strong><br />

monjes budistas hasta <strong>los</strong> más variados<br />

objetos rituales. Pero aquí en el Perú, la<br />

181<br />

cúrcuma ha perdido toda su magia y no<br />

sirve sino para teñir de amarillo <strong>los</strong> más<br />

variados platil<strong>los</strong>.<br />

LA MANZANILLA<br />

(Matricaria Chamomilla)<br />

(Anthemis nobi1is)<br />

La denominación de<br />

"Manzanilla" es utilizada para teferirse<br />

a diversas especies bothücas,<br />

generalmente complementándola con un<br />

adjetivo que las clasifica de acuerdo a<br />

sus propiedades específicas.<br />

Las dos "manzanillas" más<br />

comunes son la llamada "manzanilla<br />

común" o "manzanilla alemana", cuyo<br />

nombre botánico es Matricaria<br />

chamomilla; y la "manzanilla romana",<br />

cuya denominación científica es<br />

Anthemis nobilis. Ambas pertenecen a<br />

la familia de las Asteráceas<br />

(Compuestas) aunque a géneros<br />

diferentes. Las características<br />

organolépticas de ambas son muy<br />

similares por lo que sus usos populares<br />

se superponen.<br />

El nombre de Matricaria<br />

chamomilla fue acuñado por Linneo<br />

atendiendo a su uso frecuente, en ese<br />

tiempo, para las enfermedades uterinas.<br />

La planta es originaria del<br />

Mediterráneo, y es muy común en<br />

Grecia. La palabra "chamomilla" es la<br />

traducción del griego "chamaimeIon"<br />

que significa "manzana enana" y que<br />

alude al botón floral


que despide un olor a manzana y es<br />

redondo.<br />

Esta planta era conocida y usada<br />

con fines medicinales en Egipto, Grecia<br />

y la Roma Antigua. Dioscórides la<br />

describe <strong>desde</strong> el Siglo I de nuestra era.<br />

En la industria alimenticia se usa como<br />

saborizante. En el Perú, es empleada, se<br />

dice, en la preparación de algunas<br />

bebidas gaseosas. En Europa es<br />

empleada en licorería. El Benedictino<br />

D.O.M. es basado en extractos de<br />

manzanilla. Se usa también en la<br />

saborización de helados, carame<strong>los</strong>,<br />

chicles, y pasteles y otros dulces<br />

producidos industrialmente.<br />

LA YERBA LUISA<br />

(Cymbopogon citratus)<br />

El género Cymbopogon, de la<br />

familia de las Gramineas, tiene<br />

alrededor de setenta especies, y ninguna<br />

de ellas es originana del Perú.<br />

El origen del género, y<br />

probablemente del C.citratus, es el<br />

Norte de África (Libia, Egipto) <strong>desde</strong><br />

donde se supone que pasó a la India.<br />

Hay varias especies, que no existen en<br />

el Perú, que tienen usos industriales<br />

similares y cultivo parecido, por lo que<br />

pueden ser de interés para nuestro país<br />

en el futuro.<br />

Aquí vamos a tratar únicamente<br />

del Cimbopogon citratus, que es<br />

182<br />

conocido entre nosotros como "yerba<br />

luisa".<br />

Aunque se dice frecuentemente<br />

que es originaria de la India, no hay<br />

mayores datos confirmatorios. Hemos<br />

visto que otros autores nos dicen que<br />

proviene del Norte de Africa de donde<br />

fue llevado a la India. Su venida a<br />

nuestro Continente parece originarse<br />

<strong>desde</strong> la India y parece que el primer<br />

lugar a donde llegó fue a las islas del<br />

Caribe, probablemente a Jamaica o a<br />

Trinidad, a principios del siglo pasado.<br />

Tomado en infusión tibia es un<br />

buen digestivo, combate <strong>los</strong> gases<br />

intestinales y es antiespasmódico. A<br />

estos usos, debemos agregar algunos<br />

que son muy populares tanto en el Perú<br />

como en algunos países de nuestro<br />

continente: Es conocido su uso como<br />

saborizante. Se emplea como<br />

condimento en platil<strong>los</strong> y en bebidas en<br />

el hogar, pero además se usa<br />

artesanalmente para la preparación de<br />

salsas y conservas y algunas mezclas de<br />

tabaco.<br />

LA CAÑA DE AZÚCAR<br />

(Sacharum officinale)<br />

La caña de azúcar se<br />

consideraba, <strong>desde</strong> el tiempo de la<br />

Antigua Roma, como una especia<br />

saborizante muy apreciada en la India y<br />

en Arabia.


Pero el sabor dulce se le daba a<br />

<strong>los</strong> alimentos en ese entonces<br />

principalmente con miel y frutas dulces<br />

como las pasas y <strong>los</strong> higos. El azúcar de<br />

caña, llamada entonces "sacaro" (de<br />

donde viene azúcar, sacarosa, sugar,<br />

etc.), fue una de las especias que<br />

llegaban a España <strong>desde</strong> la India para el<br />

regocijo de la nobleza española y me<br />

dicen que estaba en la lista de<br />

saborizantes que Isabella Católica le<br />

había encargado a Colón. Resultó lo<br />

contrario, pues Colón llevó la caña de<br />

azúcar <strong>desde</strong> España hasta el Caribe.<br />

Venía de allá lejos, a través de<br />

Creta, Chipre, Egipto y Arabia y fue<br />

llevada a España en el siglo VII<br />

precisamente por <strong>los</strong> árabes quienes<br />

empezaron su cultivo en Andalucía. Al<br />

llegar <strong>los</strong> españoles al Caribe, se<br />

generalizó su cultivo en las Antillas y<br />

en el Continente Americano, y se<br />

extendió su uso en tal forma que ahora<br />

el empleo de la sacarosa es considerado<br />

como una costumbre malsana y<br />

prácticamente un fármaco-dependencia<br />

dañino en toda la civilización moderna.<br />

La caña de azúcar fue traída a<br />

América por Cristóbal Colón en su<br />

segundo viaje, en 1493, a la Hispaniola<br />

(Santo Domingo).<br />

Al Perú llegó traída directamente<br />

<strong>desde</strong> México por Don Diego de Mora,<br />

uno de <strong>los</strong> primeros vecinos de nuestra<br />

ciudad de Trujillo. Don Diego era<br />

encomendero de Chicama, y es allí<br />

donde se desarrolló primero este cultivo<br />

en el siglo XVI.<br />

183<br />

Ya hemos visto, al final del<br />

primer capítulo, cómo evolucionó el<br />

cultivo y la industria del azúcar durante<br />

el siglo XIX.<br />

EL HINOJO<br />

(Foeniculum vulgare)<br />

También esta planta aromática<br />

está entre las de más longeva historia en<br />

el Viejo Mundo, especialmente como<br />

planta medicinal. Como sucedió con<br />

otras plantas aromáticas, <strong>los</strong> monjes<br />

benedictinos la llevaron como<br />

saborizante de licores a la Europa<br />

Central y <strong>los</strong> colonizadores españoles la<br />

trajeron a América donde se generalizó<br />

y escapó el cultivo haciéndose silvestre<br />

en las pampas argentinas. Aunque en la<br />

actualidad su empleo más generalizado<br />

es el de saborizante de alimentos y<br />

bebidas, su uso más conocido es como<br />

digestivo, carminativo y aperitivo,<br />

sustituyendo frecuentemente al anís<br />

tanto en infusiones como en licores.<br />

El cultivo tiene como objetivo la<br />

obtención de la semilla, pero <strong>los</strong> brotes<br />

tiernos son consumidos en ensalada por<br />

<strong>los</strong> gastrónomos europeos. No es muy<br />

exigente en la calidad de la tierra y en<br />

España crece silvestre en eriales y<br />

ribazos. Pero cuando se le abona y se le<br />

trata bien, es una planta muy<br />

agradecida.


EL PEREJIL<br />

(Petroselinum hortense)<br />

La historia del perejil es muy<br />

antigua como planta medicinal. Es<br />

originario del Meditarráneo y fue traído<br />

a América por <strong>los</strong> españoles.<br />

Al lado de su empleo culinario<br />

como saborizante y como adorno de<br />

manjares sofisticados, tanto el tallo<br />

como la raíz de esta planta tienen uso<br />

popular como aperitivo y estimulante.<br />

El jugo de perejil, obtenido por<br />

expresión de las partes verdes, es<br />

aperitivo a la dosis de 15 a 20 cc.<br />

diarios.<br />

El perejil es de cultivo sencillo,<br />

a partir de la semilla. Escapa fácilmente<br />

al cultivo y crece silvestre en zonas<br />

soleadas y con buen riego. Básicamente,<br />

es una planta anual. Puede durar más de<br />

un año, pero nunca dos.<br />

EL ANIS<br />

(Pimpinella anisum L.)<br />

La historia del anís se sumerge<br />

también en la antigüedad del<br />

Mediterráneo pues era ya mencionado<br />

por <strong>los</strong> egipcios veinte sig<strong>los</strong> antes de<br />

nuestra Era. Ha sido usado como<br />

saborizante y como planta medicinal<br />

por griegos y romanos <strong>desde</strong> tiempos<br />

inmemoriales.<br />

Pedanio Dioscórides, en el<br />

primer siglo después de Cristo, nos dice<br />

184<br />

que el anís mejora el aliento, mitiga el<br />

dolor, provoca la orina... es útil contra<br />

las ventosidades, restriñe el vientre y las<br />

purgaciones blancas de las mujeres,<br />

acrecienta la leche yestimula la lujuria.<br />

¿Qué más puede pedirse? Y como<br />

saborizante, Andrés de Laguna nos dice<br />

en el siglo XVI, <strong>desde</strong> España, que el<br />

anís es "buen condimento de muchas y<br />

muy diversas viandas da buen gusto al<br />

pan, se enjuagan las botas de vino para<br />

dar buen sabor y olor al contenido, se<br />

perfuman pozos y aljibes para evitar el<br />

mal olor de las aguas guardadas y se<br />

corrige la corrupción y hediondez del<br />

aliento". Esto último no debió ser factor<br />

despreciable para la popularidad del<br />

anís pues <strong>los</strong> árabes lo llevaron a<br />

España y, en el siglo XI, lo catalogaban<br />

entre las plantas "tornamaritos" porque"<br />

devuelven <strong>los</strong> maridos a las esposas<br />

abandonadas, tanto por acción mágica<br />

como por la desaparición del mal<br />

aliento..."<br />

El anís fue llevado a Europa<br />

Central por <strong>los</strong> monjes benedictinos en<br />

tiempos de Carlomagno, y fue traído al<br />

Perú por <strong>los</strong> bajeles españoles. Al lado<br />

de sus conocidas cualidades<br />

saborizantes ha sido empleado durante<br />

muchos sig<strong>los</strong> como digestivo,<br />

carminativo y expectorante. Es decir,<br />

"se toma una infusión de una<br />

cucharadita de semilla de anís en una<br />

taza de agua después de la comida para<br />

mejorar la digestión y eliminar <strong>los</strong><br />

gases" y como <strong>los</strong> compuestos activos<br />

del anís se eliminan por la leche, la<br />

madre puede tomar


anís antes de lactar a su niño si éste<br />

tiene problemas de indigestión o<br />

diarrea; "pues como tiene la propiedad<br />

de provocar la producción de leche (en<br />

la mujer y en el ganado lechero), la<br />

dulce madre matará dos pájaros de un<br />

tiro" . Las cabras mejoran su producción<br />

lechera con 15 grs. diarios de semilla;<br />

las vacas con 50 grs. diarios.<br />

No está demás recordar aquí que<br />

el anís es usado para la preparación de<br />

licores de diversa fórmula. El más<br />

conocido entre nosotros es el "anisado".<br />

El aceite esencial de anís es muy<br />

soluble en alcohol, pero es<br />

prácticamente insoluble en el agua. Por<br />

eso, cuando una solución alcohólica de<br />

anís (anisado) se vierte sobre un poco<br />

de agua, ésta se pone lechosa<br />

("conejito") y es usada como digestivo<br />

(bajativo) en todos <strong>los</strong> grupos sociales<br />

del Perú.<br />

Los frutos del anís tienen entre<br />

un 2 a 6% de aceite esencial que está<br />

más concentrado en las semillas (20%)<br />

al lado de almidones, azúcares y<br />

proteínas. El olor característico está<br />

dado por el anetol, llamado también<br />

alcanfor de anís, purificado<br />

industrialmente en la forma de escamas.<br />

EL ROMERO<br />

(Rosmarinus officinalis,L)<br />

En la antigüedad humana, el<br />

romero estaba considerado, como el<br />

incienso y otras sustancias productos<br />

naturales llamados "libanotis", que<br />

185<br />

servían para preparar soluciones<br />

empleadas en el acto de libar.<br />

Libar, que en el lenguaje diario<br />

significa beber, en esos tiempos era otra<br />

cosa. Consistía en el acto de llenar una<br />

copa con líquido ritual, beber un<br />

pequeño sorbo y derramar el resto sobre<br />

algún objeto, algún animal sacrificia1 o<br />

simplemente sobre el piso como una<br />

ofrenda a la Madre Tierra. Era pues, el<br />

romero, una planta con empleo<br />

religioso.<br />

El nombre "romero" (en inglés<br />

"rosemary") viene del griego rhops<br />

(arbusto); y myrinos (aromático).<br />

Hay otras interpretaciones, pero<br />

ésta parece ser la cierta.<br />

Se recomienda el romero en una<br />

infusión de 30-40 gm. por litro de agua.<br />

Tomando tres o cuatro tazas al día, abre<br />

el apetito, tonifica el organismo y se'<br />

dice que tiene acción excitante sobre la<br />

producción de bilis.<br />

El romero llegó a Lima en 1579<br />

traído por don Alonso Gutiérrez. Lo<br />

plantó en su huerta y se dice que,<br />

cuando había logrado su cultivo, el<br />

virrey Toledo se encantó tanto con la<br />

noticia que "vino a la huerta e<br />

hincándose de rodillas la besó..."<br />

El romero escapa fácilmente al<br />

cultivo volviéndose silvestre. Es una<br />

planta perenne, que vive varios años


si es bien cuidada. Crece <strong>desde</strong> el nivel<br />

del mar hasta <strong>los</strong> 1500 mts. de altura.<br />

El objetivo del cultivo es la<br />

cosecha de hojas, flores y tal<strong>los</strong> jóvenes.<br />

Se expende fresco o seco para su<br />

empleo como condimento o como<br />

hierba medicinal y sirve como<br />

sucedáneo del incienso en <strong>los</strong> ritos<br />

religiosos.<br />

EL COMINO<br />

(Cuminum cyminum L.)<br />

Es un condimento usado también<br />

<strong>desde</strong> muy antiguo en el Viejo Mundo y<br />

se le menciona en <strong>los</strong> papiros egipcios.<br />

Se usa casi exclusivamente <strong>los</strong><br />

frutos secos que guardan sus<br />

características saborizantes durante<br />

mucho tiempo sin mayor deterioro.<br />

Tiene un claro efecto excitante<br />

sobre el peristaltismo intestinal y<br />

gástrico y en ese sentido es un buen<br />

aperitivo y, por lo tanto, tiene fama de<br />

reconstituyente. Desde el tiempo del<br />

Imperio Romano, se menciona el efecto<br />

que tiene el comino provocando la<br />

salida de gases digestivos ya sea en<br />

eructos o en ventosidades, lo que hacía<br />

poco recomendable servir platos con<br />

comino en una mesa elegante. Pero al<br />

Emperador Claudio (10 A.C.-54 D.C.)<br />

le gustaba tanto que mediante un<br />

decreto permitió servirlo en <strong>los</strong><br />

banquetes más sofisticados de la corte.<br />

Y al diablo con <strong>los</strong> gases.<br />

186<br />

Se emplea en polvo (1 gr.) o en<br />

infusión de las semillas machacadas (2<br />

gr.), antes de las comidas como<br />

aperitivo, o después de ellas como<br />

digestivo. Desde luego, su uso como<br />

saborizante está descrito en todos <strong>los</strong><br />

libros de cocina.<br />

Industrialmente, se le emplea en<br />

la confección de alimentos preparados y<br />

en la fabricación de licores diversos.<br />

Es una hierba anual cuyo cultivo<br />

es fácil. Tan fácil que, según Teofrasto<br />

(372-287 A.C.) en su "Tratado de las<br />

causas de la vegetación", es una de las<br />

plantas que mejor se logran en las<br />

peores condiciones y es conveniente<br />

sembrada "echando maldiciones" ...<br />

Requiere, sin embargo, buen sol y riego<br />

frecuente.<br />

EL CULANTRO<br />

(Coriandrun sativum)<br />

Prácticamente todos <strong>los</strong><br />

naturalistas de la antigüedad, <strong>desde</strong> <strong>los</strong><br />

autores egipcios del famoso Papiro


de Ebers hasta Teofrasto, Galeno, Plinio<br />

y Dioscórides, mencionan las virtudes<br />

del cu1antro así como su relativa<br />

toxicidad a muy altas dosis,<br />

produciendo una especie de borrachera<br />

que ha dado lugar al conocido dicho de<br />

"bueno es cu1antro, pero no tanto". Fue<br />

traído al Perú por <strong>los</strong> españoles.<br />

Se emplean las hojas frescas<br />

como saborizante; <strong>los</strong> frutos secos y<br />

pulverizados en dosis de 4 a S gramos,<br />

pueden tomarse con miel o como base<br />

para una infusión aperitiva.<br />

Su beneficiosa acción digestiva<br />

parece consistir básicamente en una<br />

excitación de <strong>los</strong> movimientos<br />

peristálticos intestinales aunque hay<br />

quien lo recomienda como un tónico<br />

general. Esto último puede ser<br />

consecuencia de lo primero, al abrir el<br />

apetito y mejorar la digestión.<br />

Los efectos tóxicos se hacen<br />

notar con dosis superiores a <strong>los</strong> 80<br />

gramos, cantidad rara vez consumida<br />

con excepción de grandes comilonas<br />

condimentadas fuertemente con esta<br />

planta aromática. El seco de cabrito y el<br />

arroz con pato a la chiclayana, por<br />

ejemplo.<br />

Pero aún. así, no es realmente<br />

peligroso: puede provocar muy marcada<br />

somnolencia, mareos y descoordinación<br />

motora, aunque no se han reportado<br />

secuelas o Consecuencias graves.<br />

En la industria, el culantro se usa<br />

187<br />

también como saborizante de alimentos<br />

preparados, quesos, mantequilla, panes<br />

y bizcochos y hasta ciertas marcas de<br />

cerveza o licores y aperitivos.<br />

Su cultivo es fácil. Es hierba<br />

anual que crece en tierras de<br />

preferencias calcáreas, poco arcil<strong>los</strong>as y<br />

bien drenadas. Los frutos se cosechan<br />

cuando empiezan a tomar un color<br />

amarillento. Las semillas se secan y<br />

pueden mantener su viabilidad durante<br />

varios años.<br />

Si acaso va usted a México, allá<br />

se dice "cilantro" y no "culantro" (con<br />

perdón de usted) para no despertar<br />

recónditas memorias de la anatomía<br />

pudorosa.<br />

EL TOMILLO<br />

(Thymus vulgaris L.)<br />

Aunque hay consenso en que<br />

esta planta es originaria del<br />

Mediterráneo Occidental, no es<br />

mencionada por ninguno de <strong>los</strong><br />

naturalistas de la antigüedad grecoromana<br />

y muchos opinan que su<br />

incorporación al uso culinario y<br />

medicinal español es relativamente<br />

reciente, quizás durante la Edad Media.<br />

Está claro que fue traída a América por<br />

<strong>los</strong> europeos.<br />

Su aroma, que inunda el<br />

ambiente cuando se arroja sobre<br />

carbones encendidos, parece ser que<br />

inclinó a Linneo a darle ese nombre<br />

latino al género, pues "Thymus" se dice<br />

en griego de una ofrenda incinerada


que se convertía en humo.<br />

Probablemente el tomillo fue usado<br />

originalmente en ceremonias religiosas<br />

pues "Thymus" es también una raíz<br />

griega relacionada al alma y a las<br />

emociones. Pero bautizado así, por una<br />

razón o por otra, <strong>desde</strong> hace varios<br />

sig<strong>los</strong> esta hierba es usada en infusión<br />

como digestiva y aperitiva.<br />

Una fonna práctica de usado<br />

como aperitivo es una sopa de tomillo<br />

preparada por una buena cocinera, o una<br />

copita de una mistela de tomillo para<br />

cuya preparación hay muchas fórmulas.<br />

EL ORÉGANO y LA MEJORANA<br />

(Origanum vulgare y, Origanum<br />

mejorana)<br />

Hay varias plantas que se llaman<br />

"Orégano", dos de las cuales hemos<br />

incluido en esta lista. Estas dos tienen<br />

aproximadamente <strong>los</strong> mismos usos en la<br />

cocina y, <strong>desde</strong> el punto de vista<br />

práctico, son intercambiables al punto<br />

que aun en <strong>los</strong> más importantes<br />

diccionarios ingleses, son tratadas<br />

en pareja y Linneo las colocó en<br />

el mismo género. Otros oréganos<br />

en América son el orégano de<br />

monte o pampa-orégano (Lantana<br />

involucrata, L.) (Hyptis capitata),<br />

el orégano de burro (Lippia alba),<br />

el orégano de cerro (Lippia<br />

graveolens ), el orégano poleo<br />

(Lippia micromera), el orégano<br />

cimarrón (Lippia origianoides) (Hyptis<br />

pectinata), e. orégano de Cartagena<br />

188<br />

(Coleus aromaticus), etc., etc. Algunos<br />

de estos oréganos son plantas<br />

originarias de América.<br />

Los dos oréganos que aquí<br />

describimos son originarios del<br />

Mediterráneo y fueron traídos a<br />

América por <strong>los</strong> españoles.<br />

Ambas tienen uso popular como<br />

saborizantes de guisos, sopas y dulces, y<br />

ambos son considerados buenos<br />

digestivos, aperitivos y carminativos,<br />

con alguna acción antiespasmódica y<br />

sedante.<br />

En general, se dice que el<br />

orégano vulgar es silvestre en España y<br />

la mejorana es silvestre en el Medio<br />

Oriente.<br />

Ambos son fáciles de cultivar y<br />

muy agradecidos por <strong>los</strong> buenos<br />

cuidados. Deben cosecharse cuando<br />

empiezan a florecer, se secan a la<br />

sombra y se guardan en sitio seco o en<br />

frascos bien tapados, conservándose<br />

bien el aroma durante largas<br />

semanas.<br />

EL TORONJIL<br />

(Melissa officinalis)<br />

Para darle nombre<br />

oficial a esta planta, Linneo<br />

no vaciló en tener en cuenta<br />

cuán atractivo era su aroma para las<br />

abejas que fabrican


la mejor miel a partir de su néctar. Ya<br />

<strong>desde</strong> Dioscórides su relación con la<br />

miel era conocida: le llamaban melisa y<br />

también apiastro por las mismas<br />

razones.<br />

En tiempos del Virrey Toledo,<br />

trajo de España el cultivo de Toronjil un<br />

religioso jesuita...<br />

Su delicioso aroma, que en algo<br />

recuerda al de <strong>los</strong> cítricos (fue llamado<br />

también citronela), ha llegado a ocupar<br />

la casi totalidad de su imagen como<br />

yerba útil y por lo tanto como<br />

saborizante de bebidas y alimentos.<br />

Desde comienzos del siglo XVI,<br />

<strong>los</strong> monjes Carmelitas Descalzos<br />

popularizaron un cordial que era en<br />

realidad un "Alcoholato de Melisa" que<br />

llegó a constituir, como dice Leclerc, "el<br />

antiespasmódico más popular, aquél al<br />

que recurren todas las clases de la<br />

sociedad en <strong>los</strong> momentos patéticos de<br />

la existencia: indigestiones, síncopes,<br />

crisis de nervios, escaramuzas<br />

matrimoniales, etc..." El que quiera<br />

prepararla ahora deberá poner una<br />

buena cantidad de toronjil en buen ron y<br />

agregarle cáscara de limón y naranja,<br />

nuez moscada, culantro y canela. Filtrar<br />

y ponerle azúcar al gusto. Dado el bajo<br />

rendimiento de la planta, no es<br />

infrecuente la adulteración comercial de<br />

la esencia de toronjil con aceite de<br />

limón o de naranja.<br />

En España, y en general en el<br />

Mediterráneo, esta planta crece silvestre<br />

189<br />

en <strong>los</strong> bordes de ríos y torrenteras. Se<br />

recomienda reproducirla por esquejes<br />

durante el rebrote primaveral.<br />

Es una planta perenne que se<br />

renueva anualmente con brotes tiernos.<br />

Los tal<strong>los</strong> permanentes se en maderan<br />

fácilmente y pueden llegar a constituir<br />

pequeños arbustos hasta cerca de un<br />

metro de altura. Las hojas se cosechan<br />

antes de la floración y se desecan para<br />

su comercialización o industrialización.<br />

EL APIO<br />

(Apium graveolens)<br />

Egipcios, griegos y romanos<br />

hablan de varios "apios" o "selinos",<br />

uno de <strong>los</strong> cuales debe ser la planta que<br />

nos ocupa. El vocablo "selinos" que,<br />

con diversos apelativos agrupa a estas<br />

plantas, dio origen al "seleri" o "celeri"<br />

de <strong>los</strong> franceses y al "celery" de <strong>los</strong><br />

ingleses. Es más, un "apio" que crece<br />

silvestre entre las piedras recibió de<br />

Linneo el nombre de "Petroselinumtl y<br />

resulta ahora nuestro perejil.<br />

Originalmente, el apio motivo de este<br />

apunte no fue usado sino como planta<br />

medicinal. Su uso como saborizante es<br />

más reciente. En el siglo XVI, el gran<br />

naturalista español, Don Andrés de<br />

Laguna, nos dice que el apio "nadie lo<br />

mezcla en las viandas por dar de sí un<br />

olor muy hediondo y ser muy ingrato al<br />

gusto ti. Font Quer nos dice que,<br />

durante la Edad Media en España, el<br />

apio era una planta medicinal muy<br />

popular y que originó el comentario<br />

irónico de esos tiempos:


"El hijo muerto; y el apio ¿ en el<br />

huerto?"<br />

El apio fue traído al Perú por <strong>los</strong><br />

españoles. Además de sus muchos usos<br />

culinarios actuales, crudo en ensaladas,<br />

cocido en potajes, y en semilla como<br />

condimento, el apio es considerado un<br />

buen aperitivo y su raiz forma parte del<br />

compuesto español llamado "cinco<br />

raíces" (apio, espárrago, hinojo, perejil<br />

y arrayán) que se prepara con 15<br />

gramos de cada componente en medio<br />

litro de agua hirviendo, macerando 24<br />

horas y formando después un jarabe con<br />

cantidad suficiente de azúcar (1 kg.),<br />

para ser administrado por cucharadas<br />

como aperitivo.<br />

El apio crece silvestre en el sur<br />

de Europa, en las tierras húmedas, en<br />

<strong>los</strong> bordes de acequias y arroyue<strong>los</strong>,<br />

mostrando una gran tolerancia a la<br />

salinidad de <strong>los</strong> sue<strong>los</strong>. Crece así bien<br />

en salinas, marismas y terrenos<br />

salobres, pero crece mejor en terrenos<br />

bien cultivados. El color blanco de <strong>los</strong><br />

tal<strong>los</strong> se obtiene cultivándolo en la<br />

oscuridad (un procedimiento poco<br />

práctico) o cubriendo con tierra, la parte<br />

190<br />

inferior de la planta un mes antes de la<br />

cosecha.<br />

Es una hierba anual que solo<br />

forma tallo al empezar el segundo año<br />

de su desarrollo, muriendo después.<br />

LA HIERBA BUENA<br />

(Mentha viridis, M.piperita)<br />

Una hija de Cócito, el dios de <strong>los</strong><br />

ríos, resultó, de la noche a la mañana o<br />

de la mañana a la noche, amante de<br />

Plutón, el dios de <strong>los</strong> parajes<br />

subterráneos donde habitan <strong>los</strong> muertos:<br />

dios de <strong>los</strong> infiernos y hermano de Zeus.<br />

Ella se llamaba Menta y, por su<br />

seductor comportamiento, despertó <strong>los</strong><br />

terribles ce<strong>los</strong> de Proserpina, la esposa<br />

de Plutón. En mal momento, porque la<br />

reina del infierno convirtió a la pobre<br />

Menta en una planta y allí la dejó en la<br />

orilla dé <strong>los</strong> ríos, para la satisfacción del<br />

olfato humano y solaz de <strong>los</strong> buenos<br />

cocineros.<br />

Hasta aquí la mitología griega;<br />

pero buen maestro de amores ha de<br />

haber sido Plutón y buenas razones<br />

habrán asistido a la cruel Proserpina,<br />

pues Menta ha continuado sus<br />

travesuras y todos sus descendientes<br />

constituyen ahora una tribu de niñas<br />

promiscuas que se mezclan y<br />

entremezclan en la forma más<br />

escanda<strong>los</strong>a posible, produciendo entre<br />

<strong>los</strong> pobres botánicos una caótica con-


fusión de la que no se salvan ni<br />

encomendando su alma a Proserpina.<br />

Para que no me crean mojigato ni<br />

exagerado, vale la pena transcribir aquí<br />

un párrafo del muy serio botánico<br />

catalán Don Pío Font Quer: “Cuando las<br />

mentas se entrecrían,lo cual ocurre con<br />

frecuencia porque todas andan en pos de<br />

la frescura y la humedad, nunca dejan<br />

de mestizar; sus estirpes se adulteran y,<br />

a menudo, menguando o perdiéndose<br />

sus progenitores sin mezcla, <strong>los</strong> híbridos<br />

pasan por nobles y <strong>los</strong> padres por<br />

corrompidos”<br />

En esa mezcla de hijas bastardas,<br />

adulterinas, incestuosas, ilegítimas,<br />

fomecinas y caricarillas estála deliciosa<br />

hierba buena que todos conocemos. Por<br />

lo general, es un producto híbrido, muy<br />

rara vez una legítima descendiente de<br />

uno de <strong>los</strong> troncos principales de la<br />

comunidad de las mentas que son la<br />

Mentha viridis y la Mentha piperita. Y<br />

no me voy a pelear, por supuesto, con el<br />

primero que me diga que él sí tiene en<br />

su jardín una que es hija legítima y fruto<br />

de una bendición sacramental de alguna<br />

menta de buenas costumbres. Le creeré<br />

a pie juntillas, y a otra cosa.<br />

Las mentas llegaron a España<br />

<strong>desde</strong> la época de <strong>los</strong> romanos, y la<br />

hierba buena está aquí en el Perú <strong>desde</strong><br />

191<br />

pocos años después de la llegada de<br />

Pizarro. La sembraron por primera vez<br />

en el Hospital de Santa Ana. El que no<br />

sepa cómo se usa la hierba buena, mejor<br />

que no lea este libro. Está en la calle.<br />

La Menta piperita, si se puede<br />

conseguir pura, casta y fiel, es la base<br />

para todas las buenas esencias de menta<br />

y para el mentol que todos conocemos.<br />

Pero ahora lo hacen sintético para<br />

complicar aún más la enrevesada moral<br />

genealógica de la compleja familia de<br />

las mentas.<br />

Seguramente, alguno de mis<br />

amigos botánicos ha de protestar por mi<br />

irreverente difamación de las mentas.<br />

Mi querida Julia Morton, con su<br />

enciclopédica erudición, nos menciona<br />

una, dos... ¡diecinueve!, cada una con su<br />

latinajo, identificándolas con el cariño y<br />

la paciencia de hada madrina. En su<br />

respetuoso amor por las mentas y por<br />

todas las hierbas aromáticas, nos dice<br />

que la hierba buena debe ser llamada<br />

Mentha nemorosa o, si mucho apura,<br />

Mentha sylvestris, varo nemorosa. La<br />

verdad es que yo nunca le discuto a<br />

Julia porque me destruye con el dedo<br />

meñique de su mano izquierda.


CAPÍTULO VI<br />

VERDE TE QUIERO VERDE…<br />

__________________________________________<br />

Basta revisar superficialmente<br />

<strong>los</strong> escritos españoles y mestizos del<br />

Perú del siglo XVI y xvn para darnos<br />

cuenta de que <strong>los</strong> antiguos peruanos<br />

consumían como hortalizas<br />

prácticamente toda hierba a la que<br />

podían echar mano. Las frescas y<br />

dulces, las comían crudas; las amargas<br />

las procesaban para quitarles el mal<br />

gusto; las hervían y las secaban para<br />

guardarlas y comerlas en mejor<br />

momento. Yuyos, llamaban en forma<br />

genérica a las hierbas comestibles, un<br />

vocablo que el ama de casa perúana de<br />

hoy usa casi exclusivamente para hablar<br />

de las algas. Pero en aquel entonces,<br />

yuyos eran todas las hierbas; y aunque<br />

cada una tenía su nombre, la gran<br />

mayoría de <strong>los</strong> que en ese tiempo<br />

escribieron confiesan haber olvidado tan<br />

compleja nomenclatura. Antúnez de<br />

Mayolo recuperó una larga serie de esos<br />

nombres perdidos, algunos todavía<br />

vigentes.<br />

Escasamente unos cuantos han<br />

resistido el embate de la<br />

transculturación, especialmente <strong>los</strong> que,<br />

como la muña, el huacatay, el paica, el<br />

chincho, el pucherí, y otros, fueron<br />

LAS HORTALIZAS<br />

192<br />

defendidos de hi catástrofe por su<br />

peculiar aroma y sus cualidades<br />

saborizantes. Nos ocupamos de ellas en<br />

el capítulo anterior.<br />

En su excelente libro sobre la<br />

Nutrición en el Antiguo Perú, este sabio<br />

peruanista nos da lo que él considera<br />

una lista resumida de las muchas plantas<br />

silvestres que el habitante prehispánico<br />

consumía rutinariamente.<br />

Debemos aclarar, <strong>desde</strong> luego,<br />

que el concepto de "hortalizas" que<br />

nosotros tenemos ahora es muy<br />

diferente del que tuvo el peruano<br />

prehispánico. Hoy en día, las hortalizas<br />

que comemos son provenientes de<br />

plantas especialmente seleccionadas por<br />

la calidad de sus hojas, y cultivadas con<br />

objeto de consumir precisamente esas<br />

hojas: lechuga, col, escarola, acelga,<br />

espinaca, etc. En cambio, <strong>los</strong> peruanos<br />

antiguos usaban, como hortaliza, las<br />

hojas de vegetales cultivados con otro<br />

propósito: hojas de quinua, de kiwicha,<br />

de papa, de olluco, de oca, etc.etc. y, al<br />

lado de eso, de cuanta planta silvestre<br />

pudieran echar mano, más aún si se<br />

trataba de vegetación colateral o<br />

invasora. Era ya cuestión gastronómica<br />

si recolectaban las hojas maduras o <strong>los</strong> cogol<strong>los</strong>; las hojas tiernas o las que ya


amarilleaban.<br />

Las hojas de la Kiwicha son<br />

utilizadas como hortaliza (generalmente<br />

cocidas en agua), y reciben el nombre<br />

de Lliccha en el Cuzco y de chiwa en<br />

Puno. Las hojas del tarwi se agregan a<br />

las sopas y <strong>los</strong> guisos, recibiendo el<br />

nombre de kanchiyuyo; y las hojas del<br />

oyuco se denominan Llutush. Así es que<br />

todas estas hortalizas no son<br />

simplemente hojas de talo cual planta<br />

sino que adquieren personalidad propia<br />

por la popularidad que les confiere el<br />

uso.<br />

Existió en el antiguo Ande una<br />

especial predileccción por las hojas<br />

verdes. Muchas de estas eran<br />

simplemente recolectadas, y no hay<br />

seguridad de cuáles fueron cultivadas.<br />

Cuando uno recurre a <strong>los</strong> léxicos<br />

quechuas del siglo XVI encuentra<br />

docenas de vocab<strong>los</strong> que<br />

identifican estas hierbas<br />

comestibles que el indígena<br />

consumía diariamente. Los<br />

cronistas de la Conquista dicen<br />

por eso que <strong>los</strong> guerreros<br />

autóctonos podían subsistir largos días<br />

en el campo con un puñado de maíz y<br />

unas cuantas hojas de coca,<br />

alimentándose de las hierbas que<br />

recogían. En el estudio moderno de<br />

recursos naturales que llevan a cabo<br />

Ciro Hurtado y Berta Balbín muchas de<br />

estas plantas han sido ya identificadas.<br />

Incluyen además muchos tipos de algas<br />

193<br />

de agua dulce y de mar y se estudia en<br />

la actualidad su valor nutritivo que<br />

resulta sorpresivamente elevado.<br />

Algunas plantas silvestres de<br />

antaño son ahora cultivadas e<br />

industrializadas, como sucede con <strong>los</strong><br />

cogol<strong>los</strong> del Pijuayo (Bactris gassipae)<br />

que aquí en el Perú llamamos "palmito".<br />

Son ahora, aquí y en el extranjero, una<br />

delicadeza gastronómica, crudos o<br />

cocidos, frescos o en conserva. Es<br />

admirable comprobar que vegetales tan<br />

suaves y delicados puedan ser <strong>los</strong><br />

formadores de una de las maderas más<br />

duras y más resistentes, la "chonta", que<br />

sirve para fabricar instrumentos y armas<br />

de caza.<br />

Dentro del mecanismo de la<br />

transculturación, el gusto por las<br />

hortalizas introducidas por <strong>los</strong> españoles<br />

se afianzó prontamente después de la<br />

Conquista. El desarrollo reciente de la<br />

industria de <strong>los</strong> espárragos puede<br />

hacerle pensar a algún ingenuo que esa<br />

planta (Asparragus offcinale) es<br />

más o menos nueva entre nosotros.<br />

Pero Garcilaso de la Vega dice que<br />

en 1555 Don García de Melo, del<br />

Trujillo español, le regaló un día al<br />

padre del cronista tres deliciosos<br />

"espárragos de España", cultivados en<br />

su chacra de Lima: Cómo y cuándo<br />

llegó esta verdura al Perú, queda oscuro<br />

en la historia de esos días. Además, las<br />

verduras de ensalada, la lechuga, <strong>los</strong><br />

berros, la col, la coliflor, etc., llegaron,<br />

vieron y vencieron antes de que Manco<br />

Inca fuese asesinado.


Los espárragos aparecen<br />

ya en las pinturas de algunas<br />

tumbas egipcias hace cinco o seis<br />

mil años. De Egipto pasaron a<br />

Grecia, a Roma y por fin a<br />

España. De allá <strong>los</strong> trajo García<br />

de Melo y aquí nuestros<br />

agricultQres han logrado variedades de<br />

excelente rendimiento.<br />

Entre estas hortalizas que<br />

llegaron con <strong>los</strong> españoles, tenemos un<br />

género botánico, perteneciente a la<br />

familia de las Crucíferas, que es el<br />

género Brassica de gran antigüedad en<br />

las costas mediterráneas. Es un grupo de<br />

especies de lo más útil en la<br />

alimentación europea adaptada a<br />

nuestro territorio y a él pertenece<br />

la Brassica olerácea que tiene<br />

diversas variantes: la capitata es<br />

la col con su hermana llamada<br />

repollo y la botrys es la coliflor y<br />

el brócoli. Al lado de éstas, la<br />

Brassica napus y la Brassica rapa<br />

son dos formas de nabo;' y la Brassica<br />

juncea y la Brassica nigra son las<br />

mostazas, tan usadas como condimento.<br />

Desde el tiempo de Dioscórides,<br />

aquel gran botánico que era médico de<br />

<strong>los</strong> ejércitos de Nerón, se sabe que la<br />

lechuga era consumida por <strong>los</strong> romanos<br />

y el Dr. Laguna, durante el siglo XVI,<br />

nos dice que esta planta es amiga del<br />

estómago, provoca sueño, ablanda el<br />

vientre y acrecienta la leche. Cocida,<br />

dice, es mejor. La verdad, yo nunca la<br />

comí cocida. ¿Tú?....<br />

194<br />

La semilla de lechuga "es<br />

útil a <strong>los</strong> que sueñan<br />

continuamente sueños muy<br />

lujuriosos y refrena <strong>los</strong> apetitos<br />

venéreos". Apunte usted, padre.<br />

Las acelgas también están<br />

clasificadas por <strong>los</strong> botánicos en un<br />

género denominado Beta, que las<br />

incluye junto a la betarraga y a la<br />

remolacha dulce, como hemos visto<br />

entre las raíces. Como hojas<br />

comestibles, deben ser hervidas primero<br />

para disolver algunos componentes que<br />

se descartan con la primera agua.<br />

La albahaca, por otro<br />

lado, es también de antiquísima<br />

estirpe mediterránea. Los<br />

botánicos le llaman Ocimum<br />

basillicum porque en griego<br />

okiman significa perfumado.<br />

Vaya si lo es.<br />

Aunque esta hortaliza llegó<br />

tempranamente en la colonia, su<br />

popularidad se hizo más notoria a raíz<br />

de la inmigración genovesa, a mediados<br />

del siglo pasado.<br />

Las espinacas (Spinacia<br />

oleracen) son de historia enrevesada<br />

aunque al fin de cuentas la mayoría<br />

coincide en que fueron introducidas a<br />

España por <strong>los</strong> árabes que las llamaban<br />

"isfinaj". Ya llevaban varios sig<strong>los</strong> en la<br />

península ibérica cuando se hizo el<br />

contacto con América,


y algún español o española anónimo la<br />

trajo por acá. 'Es una buena fuente de<br />

hierro, pero no mejor que otras<br />

verduras. Lo que pasa es que se<br />

popularizaron mucho como<br />

energizantes <strong>desde</strong> la época de<br />

Popeye, el marinero peleador de<br />

hace seis décadas.<br />

y cuando digo: más arriba<br />

que ahora cultivamos todas<br />

nuestras hortalizas, es un decir. Lo<br />

cierto es que nuestros gastrónomos no<br />

leen suficiente y no tienen imaginación,<br />

pues fui y una serie de hierbas que<br />

.crecen por ahí y que son muy sabrosas<br />

verduras de ensalada.<br />

El "Diente de León", por<br />

ejemplo, (Taraxacum officfuale) no era<br />

muy frecuente en la mesa europea hasta<br />

después del siglo XI, cuando sus<br />

propiedades medicinales y su sabor<br />

amargo como aperitivo lo hizo más<br />

popular en su consumo como hortaliza.<br />

Mucha gente de muy buen gusto en<br />

Europa sale ahora a pasear por el campo<br />

y recolecta las hojas tiernas, que no son<br />

tan amargas, y hacen ensaladas<br />

195<br />

riquísimas, o les quitan el amargo con la<br />

primera agua de un hervor y <strong>los</strong> comen<br />

como acelgas. Todos nuestros parques<br />

están llenos de esa planta cosmopolita,<br />

con sus lindas flores amarillas y sus<br />

motas blancas de semillas<br />

voladoras.<br />

Y más allá tenemos <strong>los</strong><br />

berros, la verdolaga, el mastuerzo,<br />

la lengua de vaca o ataco, el canayuyo<br />

o amargón ¡ah! y la alfalfa...<br />

Todos creen, aquí en el Perú,<br />

que la alfalfa es para que coman <strong>los</strong><br />

animales domésticos. Pero olvidan que<br />

es un alimento estupendo, con alto<br />

contenido de proteínas, de hierro y de<br />

vitaminas. Su gran valor fue reconocido<br />

<strong>desde</strong> hace doscientos años cuando <strong>los</strong><br />

botánicos la bautizaron Medicago<br />

sativa, o sea, "la medicina que se<br />

come". La alfalfa fue traída <strong>desde</strong><br />

Valencia (España) por un portugués,<br />

soldado de Almagro, llamado Cristóbal<br />

Gago. Si la comes en ensalada o en<br />

guisos, ya verás que no eres burro.


196


En un libro sobre nutrición no<br />

podemos olvidamos de la coca. Y<br />

alguien dice por ahí que Cabieses no<br />

puede escribir más de dos páginas si no<br />

menciona a la coca. Ambas cosas son<br />

verdad pero, en este caso particular,<br />

tenemos que hablar de la coca porque el<br />

uso tradicional de este estimulante<br />

andino ha sido siempre relacionado con<br />

el estado de nutrición de nuestro pueblo,<br />

y este es un libro sobre nutrición.<br />

Mucho se ha escrito sobre este<br />

arbusto andino. Hay una abundante y<br />

florida leyenda negra sobre esta planta<br />

que <strong>los</strong> Incas consideraban sagrada. Y<br />

hay suficiente evidencia científica que<br />

prueba que esa leyenda negra es un<br />

cajón de sastre dentro del cual se han<br />

acumulado, disfrazadas de coca, todas<br />

las lacras sociales que la historia nos<br />

relata en sus catastróficos resultados<br />

antropológicoso La coca resulta así<br />

responsable del abandono, explotación,<br />

pobreza, marginación, hambre y falta de<br />

educación de que ha sido víctima<br />

durante cuatro sig<strong>los</strong> el indígena<br />

peruano. Pero vamos al grano. Sobre<br />

una sólida base: aquí hablamos<br />

solamente de coca. No hablamos del<br />

consumo fatídico de la cocaína, uno de<br />

<strong>los</strong> catorce alcaloides de la coca.<br />

Las hojas de coca, consumidas<br />

en la forma tradicional de <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong><br />

andinos, constituyen un estimulante<br />

social que combate la fatiga, disminuye<br />

el sueño y anula la sensación de<br />

LA COCA<br />

197<br />

hambre.<br />

Con un puñado de hojas de coca<br />

bajo el carrillo, el consumidor indígena<br />

puede caminar o trabajar sin sufrir con<br />

la fatiga ni la sed ni el hambre. Es por<br />

eso que muchos sabios de salón dicen<br />

que el consumo de coca, al suprimir el<br />

hambre, contribuye a la desnutrición.<br />

Pero no tienen en cuenta que la acción<br />

farmacológica de <strong>los</strong> principios activos<br />

de la coca desaparece en diez o quince<br />

minutos tan pronto como se descarta el<br />

bolo de hojas. La sangre y el hígado,<br />

mediante bien estudiados procesos<br />

químicos, destruyen la pequeña<br />

cantidad de alcaloides que se ha<br />

absorbido; y el apetito, la sed y la fatiga<br />

regresan. El coquero consume<br />

alimentos, cuando <strong>los</strong> hay, en cantidad y<br />

calidad normales. La desnutrición del<br />

andino tiene sus causas en la pobreza, la<br />

marginación y la ignorancia. No en la<br />

coca.<br />

Se dice también que la coca se<br />

ha utilizado, en el sistema de<br />

explotación del trabajador indígena,<br />

como parte del salario. Esto también es<br />

verdad. Pero si fue o si es aceptada<br />

como parte del salario, ha sido porque el<br />

valor de cambio, el valor del trueque de<br />

la coca, siempre fue más estable, más<br />

confiable y más comprensible para el<br />

indígena que el valor del dinero. En<br />

gran medida, la aceptación de la coca<br />

como parte del salario no reflejó nunca<br />

un deseo de consumir más coca, sino un


conocimiento de que la coca ha sido y<br />

sigue siendo un elemento útil en el<br />

intercambio comercial en el entorno de<br />

la economía rural de muchas regiones<br />

andinas. Vale más que el dinero, por su<br />

valor de cambio, para adquirir<br />

productos de primera necesidad en la<br />

economía rural.<br />

Poco a poco, lentamente, la<br />

aceptación de la coca por la sociedad<br />

occidentalizada de nuestro país ha<br />

tomado el camino de la herboristería.<br />

Aprovechando sus propiedades<br />

medicinales, especialmente sobre el<br />

aparato digestivo, el "mate de coca" o el<br />

"té de coca" (no es mate ni es té), es<br />

decir, la infusión de coca, ha tomado<br />

carta de ciudadanía en restaurantes y<br />

hoteles modernos de nuestro país. Es<br />

tanto una ayuda a la digestión, como un<br />

útil amigo para tolerar mejor las<br />

inclemencias de la altura sobre el nivel<br />

del mar.<br />

198<br />

Desde luego, algunos<br />

nutricionistas, panegiristas de la coca<br />

que también <strong>los</strong> hay, alegan que la hoja<br />

de coca es nutritiva porque <strong>los</strong> análisis<br />

químicos prueban que tiene un alto<br />

contenido de proteínas y de vitaminas.<br />

Linda idea. Pero tampoco es tan verdad,<br />

porque nadie deglute la coca y, si<br />

analizamos el bolo de hojas que el<br />

coquero descarta después de haberlo<br />

exprimido durante dos horas bajo el<br />

carrillo, veremos que las proteínas, y<br />

probablemente las vitaminas, se van al<br />

canasto.


199


CAPÍTULO VII<br />

JOYAS EN SU ESTUCHE<br />

__________________________________________<br />

A ese fruto alargado, que se abre<br />

en dos valvas y muestra adentro una fila<br />

muy ordenada de semillas redondas,<br />

ovaladas o arriñonadas, en número<br />

variable, se le llama legumbre. Otro<br />

nombre menos conflictivo es el de<br />

"vaina" para el cual más abajo tenemos<br />

una graciosa anécdota. Pero el vocablo<br />

“legumbre”, que es el término<br />

adecuado, muchas personas lo usan por<br />

extensión para denominar cualquier<br />

vegetal comestible cultivado en el patio<br />

trasero. La corrupción lingüística así<br />

producida es tan frecuente que hasta<br />

algunos diccionarios bajan la cabeza y<br />

la aceptan.<br />

Pero <strong>los</strong> botánicos no toleran esa<br />

generalización y solo aceptan la palabra<br />

“legumbre” para esos frutos en forma de<br />

vaina o de estuche que caracterizan a la<br />

amplia familia de las leguminosas.<br />

Otros les llaman "menestras" a<br />

las legumbres secas, lo que está bien.<br />

Entre, nosotros <strong>los</strong> peruanos, menestras<br />

es lo que <strong>los</strong> botánicos entienden por<br />

legumbres. Pero en otros países de<br />

habla castellana, menestra puede ser<br />

cualquier sopa de hortalizas con<br />

LAS LEGUMBRES<br />

200<br />

pedazos de carne. Eso nos viene del<br />

italiano con su "minestrone".<br />

El autor de estas líneas se<br />

enamoró de la botánica <strong>desde</strong> allá por<br />

1939 cuando llevábamos en la Facultad<br />

de Ciencias el curso regentado por el<br />

gran científico alemán Don Augusto<br />

Weberbauer, profundo y tenaz estudioso<br />

de la flora peruana, con quien salíamos<br />

todos <strong>los</strong> sábados a <strong>los</strong> campos para<br />

aprender a reconocer lo verde que nos<br />

rodeaba. Una vez, el genial viejito,<br />

como cariñosamente yo lo llamaba, se<br />

agachó y recogió el fruto de una<br />

leguminosa y, en su castellano<br />

chapurreado, le preguntó a uno de <strong>los</strong><br />

estudiantes:<br />

- ¿Cómo se llama este fruto?<br />

El joven, que despues llegó a ser<br />

un excelente biólogo pero que no había<br />

estudiado mucho las aburridas clases de<br />

Don Augusto, se quedó estático y<br />

desorientado sin saber qué responder. y<br />

ante su avergonzado silencio, el<br />

profesor le dijo un tanto molesto:<br />

-¡Esto es una legumbre! Es una<br />

vaina!


Compungido, el joven aceptó:<br />

- Si, profesor, Usted tiene razón<br />

¡Soy una vaina! No he tenido tiempo de<br />

estudiar.<br />

Siempre me quedé con la<br />

sospecha de que el sabio teutón nunca<br />

apreció debidamente la carcajada<br />

general que rubricó aquella escena.<br />

Volviendo a las vainas de la<br />

enorme familia de las leguminosas,<br />

éstas son tan pequeñas como la de la<br />

alfalfa o tan grandes como la del pacae,<br />

pasando por <strong>los</strong> frijoles y <strong>los</strong> pallares.<br />

En esta numerosísima familia hay de<br />

todo; <strong>desde</strong> las más alimenticias hasta<br />

las más venenosas; <strong>desde</strong> las más<br />

inocentes hasta las que te producen<br />

alucinaciones y locura farmacológica;<br />

<strong>desde</strong> las más inútiles hasta las más<br />

provechosas; <strong>desde</strong> plantas rastreras<br />

hasta árboles enormes.<br />

Nos ocuparemos aquí solamente<br />

de las que comemos, no sólo porque de<br />

eso trata este libro sino porque una de<br />

las mejores cosas que este Continente le<br />

ha dado al resto del Mundo, son<br />

precisamente Leguminosas. Los frijoles,<br />

<strong>los</strong> pallares, el maní, el tarwi... Pero<br />

antes de sentamos a la mesa vale la pena<br />

señalar aquí que las plantas de esta<br />

familia tienen la particularidad química<br />

de fijar el nitrógeno del aire y<br />

acumulado en sus raíces en fórmulas<br />

fácilmente digestibles por ellas mismas<br />

y por las plantas vecinas. Eso no lo<br />

puede hacer cualquier planta. Como<br />

usted sabe, amigo lector, el aire que<br />

201<br />

respiramos está principalmente<br />

compuesto de Nitrógeno (78%) y de<br />

Oxígeno (21%). Usted y yo, y todos <strong>los</strong><br />

seres vivos, aprovechamos el Oxígeno<br />

mediante la respiración. Nuestro<br />

organismo no puede usar el Nitrógeno.<br />

Sería estupendo que pudiéramos<br />

hacerlo, porque el nitrógeno sirve para<br />

formar las proteínas que son tan<br />

importantes para la vida. Pero nadie<br />

puede aprovechar tanto nitrógeno que<br />

nos rodea. Excepto las leguminosas que<br />

toman el nitrógeno del aire y lo fijan en<br />

unos nódu<strong>los</strong> que se forman en sus<br />

raíces, de donde lo recuperan conforme<br />

lo van necesitando. El nitrógeno así<br />

acumulado en las raíces del fríjol, por<br />

ejemplo, le puede servir muy bien como<br />

excelente abono a una planta de maíz<br />

que sea su vecina. Esto lo 'descubrieron<br />

<strong>los</strong> mexicanos hace muchos sig<strong>los</strong> y<br />

parece que <strong>los</strong> andinos también sabían<br />

algo de eso con sus pallares, sus frijoles<br />

y su tarwi. Sembraban una línea de<br />

tarwi por cada dos de quinua y decían<br />

que el primero le daba "calor" a la<br />

segunda, protegiéndola del frío de la<br />

puna y permitiéndole crecer mejor. Y<br />

todos sabemos que cuando comienza a<br />

cultivar una parcela en el desierto<br />

arenoso, para "enriquecer" la tierra<br />

conviene sembrarla primero con alfalfa<br />

que es una leguminosa. Todas estas son<br />

formas empíricas y muy antiguas de<br />

aprovechar las sustancias nitrogenadas<br />

que las leguminosas saben formar a<br />

partir del aire.<br />

Antes de llegar a nuestro<br />

Continente, <strong>los</strong> europeos no conocían


sino las habas, <strong>los</strong> garbanzos, las arvejas<br />

y la lenteja. Había, <strong>desde</strong> luego, muchas<br />

otras leguminosas en Europa, pero<br />

solamente éstas eran las que llegaban<br />

con frecuencia a la cocina. Cuando<br />

llegaron a América, nuestras<br />

leguminosas invadieron Europa.<br />

LOS FRIJOLES<br />

(Phaseolus vulgaris)<br />

Unos le dicen frijoles, otros<br />

frejoles y otros le ponen acento en la é y<br />

pronuncian fréjoles. A todos <strong>los</strong> acoge<br />

el diccionario de la Academia. Además,<br />

se aceptan también otros sinónimos. En<br />

España se les dice alubias y en toda la<br />

literatura hasta hace algunos años se les<br />

llama judías. Además les puedes decir<br />

faseo<strong>los</strong>, fasoles, fresoles, frisoles,<br />

frégoles y qué se yo. Aquí en el Perú, la<br />

mayoría les dice frijoles y, por<br />

extensión, "ganarse <strong>los</strong> frijoles" quiere<br />

decir ganarse el sustento como quien se<br />

"gana el pan" aunque todavía no<br />

pedimos a Dios <strong>los</strong> frijoles nuestros de<br />

cada día.<br />

Font Quer nos dice que el<br />

vocablo "frijol" y sus sinónimos<br />

similares derivan del latín<br />

"phaseolus" que era antes el<br />

vocablo griego con el que <strong>los</strong> 'del<br />

Peloponeso llamaban a unas<br />

plantas muy similares que <strong>los</strong><br />

botánicos han puesto ahora en el género<br />

Dolichos. Linneo plagió el término<br />

202<br />

Phaseolus para todo el género de <strong>los</strong><br />

faseo<strong>los</strong>, fresoles y frijoles.<br />

No hay un consenso entre <strong>los</strong><br />

expertos sobre el origen paleobotánico<br />

de <strong>los</strong> frijoles. Hay quien dice<br />

alegremente que se originaron en el<br />

Perúporque en tumbas pre-hispánicas<br />

muy antiguas se encuentran muestras de<br />

estas legumbres. Otros dicen, también<br />

muy entusiastas, que fueron <strong>los</strong> mayas o<br />

<strong>los</strong> antiguos mexicanos <strong>los</strong> que primero<br />

cultivaron estos utilísimos vegetales.<br />

Desde luego, su "descubrimiento" por<br />

<strong>los</strong> españoles fue en el Caribe, como la<br />

mayoría de <strong>los</strong> alimentos americanos,<br />

por haber sido esa región visitada por<br />

el<strong>los</strong> antes de haber llegado al Perú. Y<br />

aunque en el Perú hay mas especies y<br />

variedades afines al fríjol domesticado,<br />

debemos aceptar que fueron <strong>los</strong><br />

mexicanos <strong>los</strong> que más provecho<br />

sacaron de <strong>los</strong> frijoles al cultivar<strong>los</strong> en<br />

estrecha relación con el maíz. Esta<br />

combinación es ideal, como hemos<br />

visto. No sólo porque la presencia del<br />

fríjol mejora el cultivo del maíz, sino<br />

porque la combinación dietética<br />

maíz-fríjol es una excelente<br />

amalgama nutricional.<br />

Cristóbal Colón llevó<br />

frijoles a España en su segundo<br />

viaje, y Alvaro Núñez Cabeza de<br />

Vaca <strong>los</strong> hizo llegar a Europa<br />

<strong>desde</strong> la Florida en 1528, antes de que<br />

Pizarro conquistara


el Perú. Después, <strong>los</strong> primeros que<br />

describieron botánicamente <strong>los</strong> frijoles<br />

fueron Hieronimus Bock en 1539 y<br />

Leonardo Fuchs en 1542.<br />

Ya en 1544, Pedro Andrés<br />

Mattioli nos dice que en Italia "<strong>los</strong><br />

frijoles son vulgares... <strong>los</strong> hay de todas<br />

clases...blancos, rojos, amaril<strong>los</strong>, de<br />

diversos colores y, <strong>desde</strong> entonces, este<br />

gastrónomo italiano nos recomienda<br />

diversas formas de<br />

preparar<strong>los</strong>...cocinar<strong>los</strong> con leche... usar<br />

mostaza...<br />

Ya <strong>desde</strong> 1528 se había iniciado<br />

el cultivo de <strong>los</strong> frijoles en <strong>los</strong> jardines<br />

del Vaticano y el Papa Clemente VII,<br />

que excomulgó a Enrique VIII de<br />

Inglaterra, recibió como regalo de<br />

Car<strong>los</strong> V, a quien había hostilizado, una<br />

buena cantidad de frijoles traídos de<br />

América. El Papa se volvió entonces un<br />

gran propagandista de esta alimenticia<br />

semilla e inició su cultivo en mediana<br />

escala.<br />

Por esa época, ya <strong>los</strong> frijoles<br />

habían llegado a todo el Mediterráneo y<br />

eran cultivados en mayor escala en el<br />

cercano Oriente. Por eso, algunos<br />

escritos de entonces les dicen "habas<br />

turcas" y otros generalizaron la<br />

costumbre de llamar<strong>los</strong> "judías".<br />

En 1550, Agustín Gallo remarca<br />

ya que son "muy abundantes, se<br />

conservan por largo tiempo... y gustan a<br />

todos universalmente... aunque es<br />

verdad que generan demasiadas<br />

203<br />

ventosidades y son difíciles de<br />

digerir...".<br />

Esto es algo que continúa siendo<br />

una de esas cualidades innatas a <strong>los</strong><br />

frijoles que <strong>los</strong> aficionados a esas<br />

legumbres toleran mal que bien. La<br />

cáscara del frijol tiene una substancia<br />

que interfiere con la buena digestión de<br />

algunas proteínas, lo que produce la<br />

acumulación de gases intestinales<br />

generalmente de mal olor. Aquí no hay<br />

nada qué decir: frijoles y lentejas, o <strong>los</strong><br />

comes o <strong>los</strong> dejas... Don Andrés<br />

Laguna, famoso botánico, humanista y<br />

médico de Car<strong>los</strong> V y del Papa Julio III,<br />

nos decía que <strong>los</strong> frijoles no sólo<br />

producen ventosidades sino que con<br />

frecuencia se acompañan de pesadillas<br />

engendran humor melancólico el cual<br />

suele después ser la causa de aquel<strong>los</strong><br />

sueños terríficos......<br />

Los inconvenientes digestivos de<br />

<strong>los</strong> frijoles y otras leguminosas han sido<br />

estudiados en detalle por la ciencia<br />

bromatológica. No <strong>los</strong> detallaremos<br />

aquí pero debemos recalcar que algunos<br />

de estos problemas son ocasionados por<br />

la presencia de sustancias llamadas<br />

"antinutrientes" que actúan a diversos<br />

niveles en la química digestiva.<br />

En fin, lo cierto es que con estos<br />

inconvenientes y con las grandes<br />

ventajas que todos conocemos, <strong>los</strong><br />

frijoles de América llegaron a instalarse<br />

en las mejores cocinas de Europa.<br />

Diversas noticias desparramadas aquí y<br />

allá en las fuentes de la Historia nos


dicen, por ejemplo, que en un banquete<br />

.ofrecido en 1570 por el Papa Pío V,<br />

ocupaba un lugar prominente en el<br />

menú una "torta de frijoles".<br />

En 1587, Baltazar Pisanelli, un<br />

gastrónomo italiano, decía que <strong>los</strong><br />

frijoles eran buen alimento para <strong>los</strong><br />

labriegos pero no para personas de<br />

licadas y estudiosas. Por supuesto, es<br />

cuestión de opiniones y <strong>desde</strong> entonces<br />

hasta la actualidad, todos conocemos a<br />

cogotudos intelectuales y a delicadas<br />

damitas que saben gozar muy bien de<br />

una buena frijolada.<br />

El famoso gourmet napolitano<br />

Vicente Corrado, que escribió "El<br />

cocinero galante", recomendaba en<br />

1781 comer <strong>los</strong> frijoles fritos en aceite y<br />

condimentados con pimienta y jugo de<br />

limón o en potajes con perejil, jamón,<br />

ají entero y jugo de carne....<br />

Lo cierto es que <strong>los</strong> frijoles, y la<br />

mayor parte de las leguminosas de<br />

semillas comestibles, son un excelente<br />

alimento, con un alto porcentaje de<br />

proteínas, gracias a su capacidad para<br />

procesar el nitrógeno atmosférico. En<br />

nuestro país, hay un gran consumo,<br />

tanto en la costa como en la selva. En la<br />

sierra, sin embargo, <strong>los</strong> frijoles son poco<br />

populares por una razón puramente<br />

física.<br />

Una vez maduras y secas, las<br />

semillas de las leguminosas tienen una<br />

cubierta dura y resistente, y su<br />

ablandamiento mediante la cocción<br />

204<br />

generalmente toma un período<br />

prolongado. En la sierra, donde el agua<br />

hierve a temperaturas mucho menores,<br />

mientras mayor es la altura sobre el<br />

nivel del mar, el consumo de estos<br />

alimentos es menor pues toman un largo<br />

período para cocinarse bien, lo que<br />

implica no solamente una pérdida de<br />

tiempo sino un mayor consumo de<br />

combustible.<br />

Hay muchas variedades de fríjol.<br />

De todos <strong>los</strong> colores: blancos, negros,<br />

más negros, bayos, rojos, amaril<strong>los</strong>, con<br />

pintas, grises y lo que se te ocurra. Cada<br />

uno de el<strong>los</strong> es conocido por las amas<br />

de casa con diferentes nombres y<br />

apodos que no enumeraremos aquí<br />

porque muchas de estas denominaciones<br />

tienen grandes variaciones localistas.<br />

Pero hay uno que sí vale la pena<br />

mencionar y se le llama "ñuño". Ese<br />

tiene la gran ventaja de necesitar muy<br />

poco combustible para ser cocinado. No<br />

se hierve. Se tuesta en una plancha<br />

caliente o en una sartén seca, con un<br />

poco de grasa o aceite, y revienta como<br />

el "pop-corn" proporcionando un<br />

agradable entretenimiento gastronómico<br />

sin mayor gasto de combustible.<br />

Aunque lo mencionamos de<br />

último, quizás debimos de iniciar este<br />

capítulo con esta variedad, pues parece<br />

ser el más antiguo de <strong>los</strong> frijoles. En un<br />

depósito arqueológico de hace algo más<br />

de 10,000 años (Guitarrero), se han<br />

encontrado evidencias de su cultivo.<br />

Ahora es fácilmente cultivado entre <strong>los</strong><br />

2000 y 3000 metros de altura.


EL FRIJOL DE PALO<br />

(Erythrina edulis)<br />

Hay un poco de confusión con<br />

este apodo popular que se usa<br />

principalmente para dos especies<br />

totalmente diferentes.<br />

El más conocido en <strong>los</strong> valles de<br />

la costa, es un fríjol pequeño, redondo,<br />

del tamaño de una arveja, que es el<br />

producto de un arbusto muy<br />

comúnmente cultivado en jardines y<br />

huertos <strong>desde</strong> Tumbes hasta Tacna. Es<br />

llamado por <strong>los</strong> botánicos Cajanus<br />

cajanus. Es una planta introducida<br />

recientemente en el Perú, pero gracias a<br />

su muy fácil cultivo y su gran<br />

productividad, se ha hecho muy popular<br />

entre nosotros.<br />

El que sí es peruano, también<br />

llamado Fríjol de palo, fríjol de árbol,<br />

anteporoto, basul, canaro, pajuro, etc.,<br />

es llamado por <strong>los</strong> botánicos Erythrina<br />

edulis y es un árbol en toda la extensión<br />

del término. Grande, robusto, de gran<br />

vitalidad, que se reproduce fácilmente<br />

por estacas y sirve para hacer cercos<br />

vivos y adornar el paisaje con sus bellas<br />

flores rojas de abundante néctar.<br />

Produce un frijol delicioso.<br />

Lo malo de este útil árbol son<br />

<strong>los</strong> parientes. El género Erythrina tiene<br />

una serie de especies que, siendo<br />

también árboles muy bel<strong>los</strong>, atractivos y<br />

útiles en variados aspectos, producen<br />

semillas venenosas. Los botánicos,<br />

205<br />

<strong>desde</strong> luego, no las confunden y las<br />

tienen claramente identificadas. La<br />

Erythrina crista-galli por ejemplo, es<br />

llamado entre nosotros "pisonay" o<br />

"árbol sagrado de <strong>los</strong> Incas", y lo<br />

podemos ver en toda su majestuosidad<br />

en Calca, en Urubamba y en el camino a<br />

Machu Picchu. Los argentinos se<br />

enamoraron de él y lo han adoptado<br />

como árbol nacional. El<strong>los</strong> nos dieron a<br />

Don José de San Martín y lo menos que<br />

podíamos hacer es corresponderles con<br />

un bello árbol. La corteza, por si acaso,<br />

contiene alcaloides sedantes del sistema<br />

nervioso... Erythrina coralodendron, con<br />

semillas rojas, como huayruros, y muy<br />

venenosas... Erythrina falcata, toda ella<br />

con alcaloides que paralizan <strong>los</strong><br />

múscu<strong>los</strong>... Erythrina poepigiana, tan<br />

frecuente en toda la selva como árbol de<br />

sombra... en fin... diez o doce más. Y el<br />

problema no es con <strong>los</strong> botánicos que se<br />

defienden bien con sus latinajos y con la<br />

cuidadosa descripción de cada especie.<br />

El problema está con nosotros que<br />

muchas veces dependemos del nombre<br />

vulgar, de la denominación vemácula,


que confunde todo y que<br />

frecuentemente se repite peligrosamente<br />

señalando diyersas plantas con el<br />

mismo apodo. Y le dicen amasisa a<br />

diversas Erythrinas, y le dicen pisonay a<br />

otro grupo de especies diferentes, y le<br />

dicen oropel a cualquiera de ellas, y le<br />

dicen huayruro a otras tres más... y le<br />

dicen basul a otras, sin tener en cuenta<br />

su composición química.<br />

La Erythrina edulis, el árbol que<br />

nos interesa ahora, una vez claramente<br />

identificado, es una excelente fuente de<br />

alimento. Crece en la vertiente oriental<br />

de <strong>los</strong> Andes, entre 1500 Y 2500 mts.<br />

de altura. Produce unas vainas enormes,<br />

hasta de 50 cm. de largo, conteniendo<br />

semillas grandes, de 4 a 5 cm. de<br />

diámetro, relativamente blandas,<br />

suculentas que no deben consumirse<br />

crudas por ser tóxicas. Después de todo,<br />

tú no comes frijoles crudos, ni<br />

garbanzos, ni habas, ni lentejas, ni<br />

papas, ni yuca cruda ¿algo más? Así que<br />

las semillas del fríjol de palo, a<br />

cocinarlas bien. Bien cocidas, son muy<br />

alimenticias y contienen un 20% de<br />

proteínas. Es una leguminosa excelente<br />

y el árbol es muy fácil de cultivar ya sea<br />

en la forma de cercos vivos, en<br />

posquecil<strong>los</strong> pequeños Ó como árboles<br />

de sombra para proteger otros cultivos<br />

muy sensibles al sol (café, hortalizas,<br />

etc.). El árbol vive largos años y puede<br />

dar hasta 200 kgs de frijoles por año, sin<br />

mayores cuidados agronómicos, lo que<br />

lo señalé, como una excelente especie<br />

forestal, fuente de alimento y otros<br />

productos (madera, miel, etc.).<br />

206<br />

LOS PALLARES<br />

(Phaseolus lunatus)<br />

El pallar común, como hemos<br />

visto, es quizás la planta más<br />

antiguamente cultivada entre nosotros,<br />

junto con algunas calabazas y la achira<br />

(Canna edulis). Pronto, en <strong>los</strong> sig<strong>los</strong><br />

<strong>oscuros</strong>, estuvo acompañado por<br />

diversos frijoles, casi todos variedades<br />

del Phaseolus vulgaris.<br />

Pero el Viejo Mundo nunca tuvo<br />

noticias claras del pallar antes de que<br />

<strong>los</strong> españoles llegaran al Perú. Junto con<br />

la papa, esta legumbre fue poco<br />

conocida fuera de nuestro territorio en<br />

la época pre-hispánica y por eso se<br />

justifica el nombre de "Lima-bean" o<br />

"Frijol de Lima" con que es conocido en<br />

Norteamérica y Europa. .<br />

Hay una variedad de grano<br />

pequeño que era cultivada hace unos<br />

2,500 años en Centroamérica, pero el<br />

verdadero pallar aparece en <strong>los</strong> restos<br />

arqueológicos del Perú fechados hace 7<br />

y 8,000 años. Además, en toda el área<br />

andina, incluyendo al actual territorio<br />

argentino, se han encontrado pallares<br />

silvestres, lo que atestigua su antigua<br />

estirpe sudamericana. Los pallares se<br />

consumen en el Perú <strong>desde</strong> <strong>los</strong> sig<strong>los</strong><br />

más <strong>oscuros</strong>. Tienen, como todas las<br />

leguminosas, un alto contenido de<br />

proteínas y se comen verdes o maduros,<br />

después de ser des amargados. El<br />

amargor que presentan es debido a la<br />

presencia de glucósidos cianogénicos<br />

que son tóxicos. Por eso es necesario


emojar largamente <strong>los</strong> pallares<br />

y darles un primer hervor botando el<br />

agua después.<br />

Estas legumbres fueron llevadas<br />

muy pronto al resto del Mundo, después<br />

del Descubrimiento del Perú. Llegaron<br />

primero a las Filipinas <strong>desde</strong> donde<br />

alcanzaron pronto el Sudeste de Asia; Y<br />

a través del Brasil llegaron al África.<br />

Madagascar cultiva pallares en gran<br />

escala y es el mayor exportador de esta<br />

legumbre a Europa. Allá le llaman<br />

"White butter beans" (frijoles de<br />

mantequilla blanca) y ya se olvidaron de<br />

Lima. En <strong>los</strong> Estados Unidos de<br />

América son muy populares y Se<br />

cultivan con gran éxito para su consumo<br />

como legumbre fresca (verde),<br />

legumbre seca y la confección; de<br />

conservas. Se calcula que en ese pais se<br />

producen alrededor de 100,000<br />

toneladas anuales, principalmente en<br />

California.<br />

Aunque el pallar que<br />

consumimos es de color blanco, existen<br />

muchas variedades de color marrón o<br />

negro y, sobre todo, variedades con<br />

pintas negras, marrones o rojizas sobre<br />

207<br />

fondo blanco. Sobre estas variedades se<br />

ha especulado mucho. El notable<br />

arqueólogo y escritor Don Rafael Larco<br />

Hoyle, al constatar la presencia de esos<br />

pallares "pintados" en la iconografía<br />

Mochica e inclusive en Paracas,<br />

estructuró la hipótesis de que podía<br />

tratarse de una especie de escritura. Esta<br />

idea no ha sido compartida por otros y<br />

no ha ido más allá de una posibilidad<br />

sin mayores intentos de interpretación.<br />

La identificación de estas "pintas" como<br />

un proceso natural, intrínseco a la<br />

pigmentación propia de la cáscara de la<br />

semilla, ha restado posibilidades a la<br />

hipótesis original. Es posible, sin<br />

embargo, que hayan tenido mucho uso<br />

mágico-religioso y que la gran<br />

variabilidad individual de <strong>los</strong> pallares<br />

pintados haya servido para ritos de<br />

adivinación o de augurio cuya huella se<br />

ha perdido.


EL TARWI o CHOCHO<br />

(Lupinus mutabilis)<br />

Esta leguminosa de nuestras<br />

serranías es, sin lugar a dudas, la mejor<br />

fuente vegetal de proteínas que existe en<br />

el mundo. La única que le hace<br />

competencia es la soya.<br />

Y es también una excelente<br />

fuente de grasas, igual que la soya y que<br />

el maní.<br />

Sin embargo, por diversas<br />

circunstancias, relacionadas con su<br />

propia historia, es una planta que<br />

bien puede compararse con la<br />

Cenicienta, tanto en su actual<br />

condición como en relación a sus<br />

excelentes posibilidades futuras.<br />

Cuando Colón se lanzó a su<br />

fantástica aventura, <strong>los</strong> campesinos de<br />

España consumían unas especies de<br />

Lupino que el<strong>los</strong> llamaban<br />

"altramuces". Al llegar a la región<br />

andina, <strong>los</strong> cronistas de la Conquista<br />

mencionaron frecuentemente que <strong>los</strong><br />

indígenas comían unos altramuces de<br />

estas tierras. Los altramuces o lupinos,<br />

pertenecen al género botánico Lupinus.<br />

Los lupinos europeos comestibles son el<br />

L.luteus y el L.albus que cultivaban <strong>los</strong><br />

faraones egipcios. Nuestro lupino, el<br />

altramuz de <strong>los</strong> cronistas, ilamado por<br />

nosotros el tarwi o chocho, es el<br />

Lupinus mutabilis. Los botánicos han<br />

clasificado alrededor de trescientas<br />

especies de Lupinus. El nombrecito, que<br />

yo creía que venía de lupus (lobo), dice<br />

208<br />

el Padre Soukup que viene de lypes<br />

(amargo). Así será pues. Hay en el Perú<br />

cerca de un centenar de Lupinus, pero el<br />

que comemos es el L. mutabilis. Los<br />

otros son generalmente silvestres y<br />

algunos, de atractivas flores azules y<br />

violetas, adornan en primavera <strong>los</strong><br />

caminos de la sierra.<br />

El tarwi es una planta bellísima<br />

que inunda de color la campiña serrana<br />

en la época de la floración. Son lindas<br />

columnas de flores azules que después<br />

dan lugar a pequeñas vainas que hacen<br />

el estuche de 3 a S semillas redondas,<br />

ligeramente puntiagudas en su<br />

ombligo, y de diversos colores<br />

según la variedad, que va <strong>desde</strong><br />

blanco puro a pintas o pequeñas<br />

manchas abigarradas de color<br />

marrón o negro. Los antiguos<br />

nazcas lo muestran con frecuencia<br />

en <strong>los</strong> dibujos de su cerámica funeraria.<br />

El tarwi tiene un 40% de<br />

proteínas y un 20% de aceite<br />

comestible. Es, por eso, una inmejorable<br />

fuente alimenticia. Aunque parece ser<br />

que su uso humano era bastante<br />

generalizado en el Ande pre-hispánico,<br />

su cultivo y mercadeo ha quedado<br />

relegado a las zonas de refugio de la<br />

cultura indígena y no se ha popularizado<br />

en las zonas urbanas del Perú. Esto es<br />

un contrasentido. Pero en <strong>los</strong> últimos<br />

años, está apareciendo un mayor interés<br />

en <strong>los</strong> mercados y se ha desarrollado<br />

una benéfica tendencia hacia la<br />

investigación


agronómica y bromatológica que augura<br />

una pronta ampliación de su consumo.<br />

La industrialización de su harina, sola o<br />

integrando mezclas nutritivas, permite<br />

asegurar una expansión del interés<br />

comercial en esta planta; y su<br />

utilización como recurso genético en la<br />

mejora de <strong>los</strong> lupinos europeos,<br />

especialmente en Polonia, debería servir<br />

de acicate a <strong>los</strong> genetistas locales para<br />

la producción de nuevas variedades.<br />

El tarwi tiene el inconveniente<br />

de contener sustancias muy amargas en<br />

su cáscara. Para consumirlo, es por eso<br />

necesario "desamargarlo", lo que <strong>desde</strong><br />

hace muchos sig<strong>los</strong> hace el campesino<br />

peruano poniendo una buena cantidad<br />

de tarwi en un saco y colocando el saco<br />

en la corriente de una acequia por varios<br />

días, o utilizando cantidades menores<br />

para remojarlas en un recipiente con<br />

agua cambiada diariamente. Las<br />

sustancias amargas son muy solubles en<br />

agua y mediante estos procedimientos<br />

se obtiene un tarwi listo para ser<br />

incorporado a sopas y guisos diversos.<br />

La sustancia amarga está<br />

formada por varios alcaloides, siendo el<br />

principal la lupinina. Es un tóxico que<br />

produce náuseas, vómitos y diarreas,<br />

209<br />

pero que, a mi buen entender, no es<br />

letal. Algunos grupos étnicos usan el<br />

agua amarga del primer lavado para<br />

curar a <strong>los</strong> niños con parásitos<br />

intestinales. Esto no ha sido bien<br />

investigado y no es del todo<br />

recomendable. Pero también se usa esa<br />

misma agua para lavarse el pelo y en el<br />

aseo de la piel, una excelente forma de<br />

acabar con <strong>los</strong> piojos y con la sama. Se<br />

usa también esta agua para regar el piso<br />

de las viviendas y eliminar las pulgas.<br />

En otras palabras, es un excelente<br />

insecticida.<br />

Una vez desamargado, el tarwi<br />

es fácil de cocinar hirviéndolo y pasa a<br />

formar parte de diversos guisos de la<br />

culinaria serrana. Sopas, ensaladas,<br />

bocaditos, etc.<br />

Las plantas de tarwi, como todas<br />

las leguminosas, constituyen un<br />

excelente "abono verde" por su<br />

capacidad de fijar nitrógeno. Además, la<br />

robustez de su raíz hace que su cultivo<br />

contribuya a soltar la tierra,<br />

suavizándola para cultivos ulteriores. Su<br />

sembrío combinado con la quinua o con<br />

el maíz no sólo mejora la calidad de<br />

estos vegetales sino conduce a una dieta<br />

mixta de excelente valor nutricional.


Desde que Esaú vendió su<br />

primogenitura (Génesis 25:30-34) por<br />

un plato de lentejas (Lens culinaris),<br />

sabemos que estas menestras no se<br />

originaron en el Continente Americano<br />

y que eran un potaje por el cUal se<br />

jugaron importantes privilegios entre <strong>los</strong><br />

antiguos judíos del Medio Oriente.<br />

Quién, cómo y cuándo trajo las lentejas<br />

al territorio peruano es un dato que está<br />

sumergido en el período inicial de<br />

transcu1turación alimenticia que tuvo<br />

lugar durante el siglo XVI. Lo mismo<br />

ocurre, sin metemos con el Antiguo<br />

Testamento, con las habas (Vicia fava),<br />

<strong>los</strong> garbanzos (Cicerarietinum) y las<br />

arvejas, chícharos o guisantes, (Pisum<br />

sativum), como quieras Hamar<strong>los</strong>, que a<br />

mí y al diccionario nos da lo mismo.<br />

Las que más se han metido en la<br />

cocina peruana son las habas, la<br />

menestra más consumida en nuestras<br />

regiones serranas, dado su fácil cultivo<br />

y rápida cocción por hervido cuando es<br />

tierna, o por tostado cuando está seca.<br />

Hasta hace relativamente poco tiempo,<br />

y antes de que viniese la revolución de<br />

<strong>los</strong> plásticos, el hollejo o cáscara del<br />

haba, que es resistente y<br />

relativamente impermeable, era<br />

utilizado por <strong>los</strong> farmacéuticos<br />

como pequeño estuche o bolsa<br />

para preparar obleas de<br />

medicamentos amargos o<br />

desagradables.<br />

LAS LEGUMBRES QUE VINIERON<br />

210<br />

Desde el tiempo de Dioscórides,<br />

ese gran botánico que fue médico de<br />

Nerón, se sabe que las habas<br />

"engendran muchas ventosidades". Para<br />

<strong>los</strong> curiosos de creencias y<br />

supersticiones en el curso de la historia,<br />

apuntaremos aquí que en aquel<strong>los</strong><br />

tiempos se decía que <strong>los</strong> alimentos que<br />

producen ventosidades "irritan la<br />

sensualidad de la carne estimulando la<br />

lujuria porque el vapor que por una<br />

parte no halla libre salida, por fuerza<br />

tiene de divertir a otra..." En este<br />

sentido, Dioscórides agrega que las<br />

habas "no solamente perturban<br />

gravemente <strong>los</strong> cuerpos, empero<br />

también alteran <strong>los</strong> ánimos..." Demás de<br />

esto, conviértanse en humor<br />

melancólico..." Afortunadamente, ya<br />

pasaron aquel<strong>los</strong> tiempos de la corte de<br />

Nerón y para excitar .nuestra lujuria no<br />

son necesarios ni prudentes las habas o<br />

<strong>los</strong> garbanzos rojos que, según la<br />

edición salamantina de 1570, también<br />

despiertan las tendencias eróticas.<br />

Las leguminosas en general, y<br />

esto va para las que vinieron y para las<br />

que estaban aquí, tiene, cuando están<br />

crudas, una gran variedad de<br />

productos químicos<br />

antifisiológicoso Perturban la<br />

digestión. Quizás el que más tiene<br />

de estos anti-nutrientes es el frijol<br />

de soya. Estas sustancias son en<br />

su mayoría termolábiles, es decir,


son destruidas por el calor de la<br />

cocción. Entre ellas, están factores<br />

inhibidores de la tripsina pancreática,<br />

hemoaglutininas y factores<br />

baciogénicos (perdón por las palabrotas)<br />

<strong>los</strong> que, si se consumen con frecuencia,<br />

interfieren con la asimilación de las<br />

proteínas y, por lo tanto, disminuyen el<br />

crecimiento de <strong>los</strong> niños. Hay otras<br />

sustancias que no desaparecen tan<br />

fácilmente con la cocción entre las<br />

cuales están las saponinas, <strong>los</strong><br />

flatulantes y pequeñas cantidades de<br />

estrógenos que pueden explicar lo que<br />

deáan <strong>los</strong> botánicos antiguos sobre la<br />

asociación entre las flatulencias y <strong>los</strong><br />

deseos sexuales. Algo habrá de cierto en<br />

<strong>los</strong> libros antiguos...<br />

El consumo de garbanzos fue<br />

especialmente favorecido por <strong>los</strong><br />

conquistadores españoles pues era un<br />

producto de "Castilla que viajaba bien"<br />

y podía ser guardado largo tiempo;<br />

además es muy nutritivo y, por su<br />

digestión lenta y retardada, suprime el<br />

hambre por muchas horas. En el tiempo<br />

de la Conquista había en España varios<br />

tipos de garbanzos, algunos de <strong>los</strong><br />

cuales tenían diversos usos medicinales.<br />

Garbanzos "blancos" como <strong>los</strong> que<br />

ahora comemos en el Perú, garbanzos<br />

rojos y garbanzos negros. Don Andrés<br />

de Laguna, en el siglo XVI, insiste en<br />

211<br />

que <strong>los</strong> garbanzos, cualquiera de el<strong>los</strong>,<br />

"son productivos de esperma, por donde<br />

no es maravilla que inciten a fornicar..."<br />

y a una docena más de acciones<br />

salutarias y medicinales.<br />

Como todas las leguminosas,<br />

estas cuatro menestras, introducidas a<br />

nuestro país por <strong>los</strong> españoles, son<br />

productos vegetales que, cuando están<br />

bien preparados, son muy nutritivos y<br />

contienen una apreciable cantidad de<br />

aquel<strong>los</strong> aminoácidos "limitantes" que<br />

no existen en el maíz, el trigo o el arroz.<br />

A falta de proteínas de origen animal,<br />

son un excelente complemento<br />

alimentario. Por otro lado, son<br />

relativamente fáciles de cocinar si están<br />

tiernos e inmaduros como comemos<br />

generalmente las habas y las arvejas, o<br />

constituyen un agradable<br />

acompañamiento cuando se tuestan y<br />

fríen. Si se les deja madurar y secar,<br />

pueden almacenarse largamente sin<br />

deterioro espontáneo y por eso<br />

constituyen un estupendo alimento de<br />

reserva. Los inconvenientes que ya han<br />

sido señalados por la presencia de "antinutrientes",<br />

y por su cáscara tan dura,<br />

son fácilmente superados en la<br />

preparación y en su apropiado consumo.


Si vamos a escribir sendos<br />

capítu<strong>los</strong> para cada una de las<br />

leguminosas que consumimos en el<br />

Perú como parte de nuestra dieta,<br />

caeremos fácilmente en la trampa<br />

enciclopédica. Mencionaremos<br />

simplemente, así como de paso, algunas<br />

más de estas vainas que nos rodean y se<br />

meten de vez en cuando a nuestra<br />

cocina.<br />

Hay en todo el mundo,<br />

especialmente en las zonas áridas o<br />

desérticas, unos árboles y arbustos de la<br />

familia de las leguminosas que<br />

producen vainas que encierran sus<br />

semillas dentro de una sustancia<br />

resinosa y dulce. A todos estos árboles<br />

les llamamos en castellano "algarrobos",<br />

un vocablo que viene del árabe "alcarob".<br />

Si vamos a ser puristas de la<br />

traducción, el nombre español debería<br />

ser simplemente carobo o garrobo como<br />

es en inglés (carob tree) o en italiano<br />

(carrubio). Pero el uso ya consagró el<br />

vocablo algarrobo, y así nos quedamos<br />

sin mover más el piso. Los algarrobos<br />

son árboles muy parecidos entre sí, pero<br />

de diversas especies. Entre nosotros,<br />

son del género Prosopis. Pero en otras<br />

partes le dicen algarrobo a otros árboles<br />

de <strong>los</strong> géneros Gleditsia, Hymenea,<br />

Parkia, Robinia, Acacia, Ceratonia, etc.<br />

Si quieres saber más consulta con Don<br />

Angel Díaz, el gran botánico de<br />

Lambayeque.<br />

La vaina madura y el follaje de<br />

OTRAS Y OTRAS MÁS<br />

212<br />

nuestros algarrobos son usados por lo<br />

general para alimentar el ganado.<br />

El consumo humano del fruto es<br />

muy ocasional, un tanto exótico, y casi<br />

nunca llega a la mesa. Pero, a partir de<br />

las sustancias dulces que contiene, se<br />

prepara una miel espesa y dulce llamada<br />

"algarrobina" que se emplea como base<br />

para mezclas tónicas y alcohólicas de<br />

gran consumo en el Norte del país.<br />

Estos árboles nuestros nada<br />

tienen que hacer con <strong>los</strong> algarrobos de<br />

España que pertenecen al género<br />

Ceratonia. Pero su presencia en <strong>los</strong><br />

desiertos cercanos al mar y su parecido<br />

en porte y figura, hizo que <strong>los</strong> primeros<br />

españoles bautizaran a <strong>los</strong> nuestros con<br />

el vocablo de origen árabe que venía<br />

<strong>desde</strong> las costas de Marruecos. Esos<br />

algarrobos de origen marroquí y español<br />

dan unas vainas llenas de semillas de un<br />

tamaño muy uniforme que en la Edad<br />

Media se conocían como "quilates". Su<br />

uniformidad es tan regular y notoria que<br />

casi siempre caben cinco en un gramo y<br />

<strong>desde</strong> entonces fueron usadas para pesar<br />

joyas y medicamentos. ¿De cuantos<br />

quilates es su brillante, señora? En el<br />

sistema métrico, un quilate tiene 205<br />

mg.<br />

Otras leguminosas usadas como<br />

alimento en el Perú, son las que <strong>los</strong><br />

botánicos han clasificado en el género<br />

Canavalia. Son frijoles de


diverso tamaño, con un ombligo largo, y<br />

se encuentran con frecuencia en las<br />

tumbas pre-hispánicas pues es evidente<br />

que en aquello tiempos eran de uso<br />

frecuente en la alimentación. Parece que<br />

su consumo declinó o llegó a<br />

desaparecer en algunas partes del Perú,<br />

pero ahora se está haciendo nuevamente<br />

popular especialmente en el Norte<br />

costeño y en muchas partes de la selva.<br />

Se le encuentra en <strong>los</strong> mercados con el<br />

nombre de parca, cazza, pallar de <strong>los</strong><br />

gentíles, lentejón, etc. Por lo general es<br />

de la especie Canavalia ensifornís,<br />

aunque hay especies selváticas que dan<br />

vainas y frijoles de gran tamaño que,<br />

precisamente por su tamaño o por sus<br />

efectos, el vulgo llama "frijol-bomba".<br />

Los antiguos peruanos no<br />

conocían aquella otra leguminosa muy<br />

frecuente también en el norte: La Plaza<br />

de Armas de Piura muestra lindos<br />

árboles que producen abundantes<br />

tamarindos, que fueron traídos al Perú<br />

recién durante el siglo pasado. En árabe,<br />

el nombre del dátil es "tamar"; y a un<br />

dátil que creían que venía de la India,<br />

<strong>los</strong> árabes le llamaron "tamar-hindi" que<br />

se convirtió después en "tamarindo" a<br />

pesar de que había sido conocido y<br />

cultivado por <strong>los</strong> egipcios y que <strong>los</strong><br />

griegos lo habían consumido <strong>desde</strong><br />

cuatro sig<strong>los</strong> antes de Cristo y que todo<br />

el mundo sabe ahora que este fruto se<br />

originó en el Sudán."Cría fama y échate<br />

a la cama" . Sigue siendo tamarindo,<br />

dátil de la India. Nosotros lo usamos<br />

poco en nuestra cocina, excepto cuando<br />

hacemos honor a las influencias chinas<br />

213<br />

de nuestro arte culinario y pedimos<br />

salsa de tamarindo o guisos agridulces<br />

de diversas carnes. En Piura y en<br />

Tumbes <strong>los</strong> muchachos comen la fruta<br />

madura y las señoras hacen a veces la<br />

pasta de tamarindo, un postre poco<br />

frecuente pero delicioso, muy popular<br />

en otras regiones de la América<br />

Tropical. Los refrescos de tamarindo<br />

son buenos para la sed del verano<br />

piurano y tienen un efecto laxante<br />

buscado con frecuencia por las señoritas<br />

estreñidas.<br />

Hay otros árboles de la familia<br />

de las leguminosas que son, éstos sí,<br />

completamente peruanos. Se trata de un<br />

género botánico que, por poderosas<br />

razones, <strong>los</strong> científicos han bautizado<br />

Inga. Tiene un montón de especies, y la<br />

más conocidas por nosotros es Inga<br />

feuilleí, que todos conocemos como<br />

pacae o guava y que algún anglohablante<br />

muy ocurrente ha bautizado<br />

como "ice-cream bean" (frijol de<br />

helado) (?)<br />

Nos quedamos con pacae,<br />

aunque en el norte le dicen guava por<br />

ser esta la denominación caribeña. Lo<br />

malo de guava es que <strong>los</strong> ingleses le<br />

dicen así a la guayaba y contribuyen<br />

malévolamente a la confusión de <strong>los</strong><br />

pobres peruanos que viven en Miami.<br />

Los árboles del género Inga (I.<br />

feuilleí, I. Vera, I. edulis, I. densifora, I.<br />

adenophylla, y una larga serie más) son<br />

buenos productores de fruta, madera y<br />

sombra. El que vemos más en la costa


peruana, como decimos arriba, es I.<br />

feuílleí, una vaina que llega a medir<br />

entre 60 y 70 cm. de largo, con semillas<br />

grandes cubiertas con una envoltura<br />

algodonosa y dulce que es la delicia de<br />

<strong>los</strong> niños <strong>desde</strong> <strong>los</strong> 4 a <strong>los</strong> 80 años de<br />

edad. A quí en el Perú, la semilla se<br />

descarta; pero en algunas partes de<br />

Mesoamérica se come hervida o tostada,<br />

como bocadil<strong>los</strong> a la salida de misa.<br />

Hay quienes piensan que es algo<br />

indigesta. Lo cierto es que, con un poco<br />

de imaginación, el algodón dulce del<br />

pacae puede ser presentado en una gran<br />

variedad de postres o de ensaladas.<br />

Los antiguos peruanos,<br />

especialmente <strong>los</strong> pre-Incas de la costa,<br />

tenían una especial predilección por el<br />

pacae y no solamente lo mostraban en<br />

su cerámica con mucha frecuencia, sino<br />

que utilizaban sus hojas en grandes<br />

cantidades para envolver sus momias.<br />

Su importancia como elemento<br />

funerario no ha sido suficientemente<br />

estudiada.<br />

La rápida y eficaz germinación<br />

de sus semillas (que forman un embrión<br />

aún cuando la fruta está en el árbol)<br />

debió quizás tener un valor simbólico en<br />

el deseado renacimiento de la vida<br />

perdida. Y la facilidad con que fermenta<br />

la dulce envoltura de las semillas pudo<br />

haber servido en la preparación de<br />

bebidas rituales relacionadas con la<br />

muerte y el viaje al más allá. Vaya usted<br />

a averiguar.<br />

214<br />

En la selva amazónica es donde<br />

mayor variedad de Ingas vemos. Por lo<br />

general se trata de vainas delgadas,<br />

largas y con frecuencia retorcidas, en<br />

árboles robustos y frondosos de hasta<br />

veinte metros de alto.<br />

No nos olvidemos, al tratar de<br />

las leguminosas, de otras dos plantas ya<br />

mencionadas y descritas en el capítulo<br />

n. El maní y la jícama. Son leguminosas<br />

que mencionamos al describir<strong>los</strong><br />

alimentos subterráneos y ya el lector<br />

habrá satisfecho parte de su curiosidad<br />

con aquel<strong>los</strong> renglones.<br />

Por último, para despedimos<br />

transitoriamente de esta familia botánica<br />

tan numerosa y tan útil, y aunque nada<br />

tengan que hacer sus efectos con la<br />

nutrición, mencionaremos a la Willka<br />

(Anadenanthera colubrina), un árbol<br />

sagrado de <strong>los</strong> antiguos Huari y de <strong>los</strong><br />

antiguos qüribayas y de <strong>los</strong> antiguos<br />

Nascas. Con <strong>los</strong> frijolil<strong>los</strong> de la Willka,<br />

<strong>los</strong> sacerdotes de esas culturas<br />

preparaban un rapé alucinógeno que les<br />

permitía ponerse en contacto con el<br />

mundo mágico-religioso de su cultura.<br />

Su mención ahora se justifica porque<br />

más de un interpretador de huacos te<br />

dice que esas vainas que aparecen<br />

dibujadas en las manos de <strong>los</strong><br />

sacerdotes o en el pico de <strong>los</strong> picaflores<br />

eran leguminosas comestibles. Los<br />

picaflores no comen frijoles. Son las<br />

aves simbólicas del vuelo alucinatorio.


215


216


217


CAPÍTULO VIII<br />

LAS CARNES<br />

__________________________________________<br />

Llamaremos así, genéricamente,<br />

a todos <strong>los</strong> alimentos de origen<br />

animal, tanto marinos como<br />

terrestres, tanto silvestres como<br />

domésticos, sin detenemos<br />

mayormente en <strong>los</strong> productos<br />

secundarios como la leche y <strong>los</strong><br />

huevos, que ya hemos visto en el<br />

primer capítulo, no jugaron mayor<br />

papel en la nutrición del peruano<br />

prehispánico y fueron introducidos a<br />

la cocina peruana como un subproducto<br />

de dos fuentes de carne, <strong>los</strong><br />

bovinos y las gallinas.<br />

Nos hemos ocupado ya también<br />

de <strong>los</strong> productos de la caza y de la pesca<br />

que, formando en un comienzo el<br />

sustento diario de <strong>los</strong> grupos nómadas<br />

en la aurora de las civilizaciones<br />

andinas, continuaron llegando a la mesa<br />

durante <strong>los</strong> cien sig<strong>los</strong> que abarcan estas<br />

páginas. .<br />

Veremos solamente, para no<br />

caer en redundancia, algunas especies<br />

domésticas que han mantenido y siguen<br />

manteniendo nuestros instintos<br />

218<br />

carnívoros, y revisaremos en forma<br />

somera algo de la historia de estos<br />

animalitos que siguen alegrando<br />

nuestra cocina diaria.<br />

Como fuente de alimentos,<br />

la ganadería de camélidos alcanzó<br />

notable desarrollo en el Perú<br />

Antiguo.<br />

Más arriba hemos<br />

mencionado, al hablar de la<br />

caza, la presencia en el<br />

paleolítico de auquénidos<br />

que fueron después domesticados. La<br />

llama, la alpaca y la vicuña continúan<br />

hasta ahora siendo objeto de cría y<br />

explotación para su carne, lana, piel y<br />

huesos. Son animales totalmente útiles y<br />

lo han sido siempre. Cuando <strong>los</strong><br />

españoles llegaron, grandes rebaños de<br />

auquénidos pastaban en las altas<br />

mesetas y en <strong>los</strong> valles costeños de<br />

donde ahora han desaparecido. Todos<br />

<strong>los</strong> arqueólogos nos muestran<br />

evidencias de que las llamas y las<br />

alpacas eran comunes en


las culturas costeñas; y <strong>los</strong><br />

cronistas no hacen distinción de<br />

costa y sierra cuando hablan de<br />

estos útiles animales. Ahora<br />

solamente están en las alturas<br />

Es evidente que <strong>los</strong> auquénidos,<br />

como fuente de proteínas animales,<br />

tienen una serie de ventajas sobre <strong>los</strong><br />

ovinos y caprinos introducidos en el<br />

siglo XVI. El resumen presentado por<br />

Antúnez de Mayolo nos recuerda que,<br />

por su especial metabolismo, una llama<br />

requiere tan solo 6 a 7.5 kgs de forraje<br />

para formar un kilo de carne, mientras<br />

que una oveja necesita de 10 a 12 kgs.<br />

Y mientras una llama de dos años de<br />

edad pesa un promedio de 100 kgs., una<br />

oveja en el mismo<br />

lapso sólo llega a<br />

pesar 25 kgs.<br />

La poca<br />

utilización actual de<br />

estos camélidos en la cocina peruana<br />

se explica por una serie de factores<br />

que enumeraremos:<br />

Las crónicas de la época nos<br />

cuentan que, apenas llegaron <strong>los</strong><br />

españoles, se les ocurrió que un<br />

buen platillo para la mesa conquistadora<br />

eran <strong>los</strong> sesos de llama para lo cual<br />

sacrificaban <strong>los</strong> animales y dejaban la<br />

carne para que comiesen <strong>los</strong> sirvientes y<br />

esclavos. Esto ya ocasionó un abusivo<br />

desperdicio y un desprestigio de la<br />

219<br />

carne de llama.<br />

Antes de la Conquista, el<br />

manejo de <strong>los</strong> camélidos como<br />

fuente alimenticia se encontraban muy<br />

cuidadosamente regulado y el consumo<br />

de su carne estaba organizado por reglas<br />

sociales y rituales, privilegios y<br />

limitaciones, que mantenían, como<br />

todas las fuentes de alimento, un<br />

abastecimiento adecuadamente<br />

reglamentado. En el caos económico y<br />

social que sucedió al colapso del<br />

Imperio, reinó el desorden y el abuso y<br />

esto fue seguido de escasez. Por otro<br />

lado, la organización del trajín minero,<br />

que se hizo necesaria por las nuevas<br />

orientaciones de la economía, requirió<br />

el uso de las llamas como bestia<br />

de carga e hizo que su consumo<br />

como fuente alimenticia se<br />

viera fuertemente restringido.<br />

Vino después, a <strong>los</strong><br />

pocos años de la<br />

consolidación del yugo<br />

español una terrible<br />

epidemia que diezmó<br />

trágicamente a la<br />

población auquénida. Fue<br />

una penosa infección de<br />

la piel, una fatal "caracha" que no<br />

solamente mató muchos animales por lo<br />

severo de sus consecuencias di rectas,<br />

sino que obligó a matar e incinerar a<br />

todos aquel<strong>los</strong> que presentaban


el menor síntoma de haber sido<br />

contaminados.<br />

Y encima de todo esto, alguien<br />

inició el rumor-que aún resuena en<br />

nuestras quebradas serranas- de que el<br />

consumo de la carne de llama era una<br />

forma segura de contagiarse con la<br />

sífilis. Esto consagró definitivamente el<br />

desprestigio de la carne de llama como<br />

un "alimento de indios sucios",<br />

afirmándose como consecuencia la<br />

popularidad de la carne de <strong>los</strong> anima1es<br />

importados: bovinos, ovinos, caprinos,<br />

porcinos...<br />

No hay nutricionista, ni siquiera<br />

una pepona seria, que alimente hoy esas<br />

220<br />

ideas. Todo el mundo en el Perú sabe, o<br />

debería saber, que la carne de llama o de<br />

alpaca es un excelente alimento, y <strong>los</strong><br />

esfuerzos de <strong>los</strong> últimos treinta años<br />

coinciden en revitalizar la ganadería<br />

auquénida. Pero la costumbre es la<br />

costumbre, y las preferencias<br />

nutricionales necesitan un manejo mejor<br />

coordinado para aprovechar esta<br />

excelente fuente de proteínas para<br />

nuestra población, quizás no como<br />

carne fresca -lo que podría resultar un<br />

poco forzado-sino en embutidos,<br />

conservas y otros preparados<br />

industriales.


EL PATO<br />

(Cairina moschata)<br />

El pato doméstico, llamado<br />

ñuñuma en quechua, es muy antiguo en<br />

el Perú y aparece no solamente en<br />

nuestras tumbas pre-hispánicas, sino<br />

repetidamente retratado en la cerámica<br />

pre-Inca.<br />

Los patos, ánades, ocas, gansos<br />

y cisnes, por lo general, son aves<br />

migratorias y no entraremos aquí a<br />

disquisiciones paleontológicas para<br />

saber dónde se originó cada pato.<br />

Recordemos sí que las aves emigran de<br />

norte a sur y viceversa, pero no en el<br />

sentido transversal. Por eso, <strong>los</strong> patos y<br />

gansos y otras aves migratorias de<br />

América se quedaron en este lado del<br />

Mundo hasta que vino Colón a<br />

trastornar el programa.<br />

Hay alguna discusión sobre el<br />

verdadero origen del ñuñuma y no falta<br />

quien alega, con buenas razones, que<br />

apareció por primera vez en la América<br />

Central. Pero nadie discute el hecho,<br />

totalmente comprobado,<br />

que su domesticación<br />

tuvo lugar a quíen el<br />

Perú y que cuando<br />

llegaron <strong>los</strong> españoles<br />

encontraron que era criado en <strong>los</strong><br />

hogares, como lo sigue siendo ahora,<br />

con objeto de aprovechar su carne.<br />

221<br />

En estado silvestre y migratorio,<br />

ya lo había encontrado Colón; y Pedro<br />

Mártir de Anglería lo describió en 1493<br />

como un pato "más grande que el<br />

nuestro, blanco como el cisne y de<br />

cabeza roja"...<br />

En 1526, Oviedo lo<br />

encontró en Cartagena y<br />

aclaró que tenía diversas<br />

variedades de plumaje, y<br />

que las verrugas rojas de la cabeza eran<br />

solamente de la variedad doméstica.<br />

Desde luego,<br />

como pato doméstico,<br />

tenía ventaja sobre el<br />

pato de las regiones<br />

norteñas del mundo, no<br />

domesticado aún cuando llegaron <strong>los</strong><br />

europeos a nuestro continente. Me<br />

refiero a ese pato tan bonito de cuerpo<br />

pardo, cabeza verde, tornasolado y de<br />

collar blanco (Anas platyrhynchudes).<br />

Este lindo pato ahora domesticado en<br />

parte, ha sido el segundo tronco<br />

genético de todos <strong>los</strong> patos domésticos<br />

del mundo actual. El nuestro toleraba<br />

muy bien <strong>los</strong> calores del<br />

Mediterráneo y al mismo<br />

tiempo, refugiándose en el<br />

hogar humano, sobrevivía<br />

el frío. Nuestro buen pato<br />

fue llevado a España y, por la cercanía,<br />

llegó al. norte de Africa donde se adaptó<br />

a las mil maravillas. De peruano se<br />

convirtió en egipcio


y, cuando fue reimportado a<br />

Europa, Ulises Aldrovandi lo<br />

bautizó con ellatinajo de Cairina<br />

(del Cairo) moschata, que es el<br />

nombre que ahora le dan <strong>los</strong><br />

naturalistas serios. Otros le quisieron<br />

llamar pato de Guinea, pato de Libia, de<br />

México, del Perú, etc. Pero ganó el<br />

Cairo por ser más carismático en pleno<br />

Renacimiento. Lo de Cairina resultó<br />

entonces un apodo porque nadie nos<br />

quita que el pato doméstico del Cairo<br />

fue el bisnieto de un pato peruano.<br />

El Cairina moschata es una<br />

especie muy robusta y adaptable, al lado<br />

de que su incapacidad de rechazar<br />

amores es ejemplar y proverbial.<br />

Gracias a ello, <strong>los</strong> criadores de patos<br />

han promovido cualquier<br />

cantidad de infidelidades,<br />

cruces y relaciones promiscuas,<br />

lo que ha contribuido a una<br />

interesante proliferación de<br />

bastardías, hibridaciones, variedades y<br />

razas al exponer a estos pobres animales<br />

a las tentaciones de la carne. Pero así es<br />

la vida. La carne de pato, dicen <strong>los</strong><br />

expertos, ha ido mejorando.<br />

Si te paseas por el mundo ahora,<br />

222<br />

vas a encontrar una profusión de<br />

descendientes con diverso grado de<br />

parentesco y variados apodos: pato<br />

turco, pato moscovita, pato<br />

almizclado, pato pekinés, pato<br />

mudo... Todos el<strong>los</strong> el resultado tardío<br />

de que...<br />

la pata voló<br />

y el pato también<br />

y allá entre <strong>los</strong> juncos<br />

no sé qué pasó...<br />

Lo cierto es que uno de <strong>los</strong><br />

primeros contactos que Pizarro tuvo en<br />

la costa con las autoridades Incas, en su<br />

entrevista con el embajador de<br />

Atahualpa en las afueras de Sarán, éste<br />

le trajo de regalo unos patos asados....<br />

- "Estos patos tienen el<br />

aroma de la cocina del<br />

Inca…"<br />

Y uno de <strong>los</strong> soldados de Pizarro<br />

comentó en voz baja:<br />

- "Esa es la forma como el indio<br />

éste quisiera vemos a todos <strong>los</strong><br />

cristianos: muertecitos y bien asados<br />

¡Dios nos proteja!"


EL CUY o COBAYO<br />

(Cavia porcelus)<br />

Más de mil años antes de la<br />

llegada de <strong>los</strong> españoles al Perú, este<br />

dócil roedor había sido ya<br />

domesticado por el antiguo<br />

peruano que lo usaba como<br />

fuente de proteínas animales. Su<br />

origen es inconfundiblemente<br />

andino, aunque el sitio exacto donde lo<br />

puso el Creador no está muy claro. Se<br />

sospecha que fue en la vertiente oriental<br />

de <strong>los</strong> Andes, por ahí por Colombia o<br />

por el norte del Ecuador. Aunque las<br />

tropas españolas lo encontraron<br />

conviviendo con el hombre en <strong>los</strong><br />

hogares indígenas, también<br />

comprobaron que habían razas y<br />

variedades silvestres que casi han<br />

desaparecido en el Perú pero que son<br />

vistos en algunas zonas rurales de esos<br />

países hermanos. Aquí <strong>los</strong> vemos sin<br />

mucho buscar, en el lago de Junín.<br />

Alrededor de 1570, el<br />

Licenciado Salazar de Villasante<br />

escribía que en algunas regiones de la<br />

sierra la población de cuyes<br />

silvestres era tal que un grupo de<br />

muchachos armados con<br />

garrotes trajo un día cerca de<br />

300 cuyes apaleados; y don Jacinto<br />

Ignacio Lequanda recalca que en el<br />

valle de Trujillo <strong>los</strong> cuyes silvestres<br />

eran casi una plaga.<br />

No necesitaba exagerar. Estos<br />

223<br />

animalitos gozan reproduciéndose y un<br />

grupo de dos cuyes machos y veinte<br />

hembras, a diez por cabeza para no<br />

pelear, estando bien cuidados, pueden<br />

proporcionar suficiente número de<br />

animales para que una familia<br />

humana pueda comer un cuy cada<br />

día durante todo el año.<br />

Como decimos arriba, el<br />

cobaya había sido domesticado en el<br />

Perú alrededor de mil años antes de la<br />

llegada de <strong>los</strong> españoles, pero en el<br />

momento de la Conquista y muchos<br />

años después, seguía existiendo una<br />

raza silvestre que casi ha desaparecido<br />

en el Perú, excepto en Junín. El cobayo<br />

llegó al Caribe como animal doméstico,<br />

traído por <strong>los</strong> españoles <strong>desde</strong> el Perú,<br />

poco tiempo después de la Conquista.<br />

Desde allá, tras una interesante<br />

descripción hecha por Oviedo en 1547,<br />

fue llevado a España como animal de<br />

mascota. En esta función llegó pronto a<br />

Holanda e Inglaterra, donde nunca fue<br />

aceptado como alimento.<br />

Para llegar a Inglaterra, me<br />

dicen, utilizó el tráfico esclavista<br />

e hizo escala en Guinea, por lo<br />

que recibió el apodo de Guinea<br />

pig. Sin embargo, en un libro de<br />

cocina escrito en 1570 por Scappi, el<br />

cocinero del Papa Pío V, se dan<br />

instrucciones de cómo cocinarlo y se<br />

dice que no sólo en Roma sino en otras<br />

ciudades itálicas era considerado un<br />

platillo agradable.


No tuvo mayor éxito como<br />

alimento en <strong>los</strong> demás países europeos,<br />

sin embargo, pero es incalculable el<br />

bien que este animalito peruano le ha<br />

hecho a la humanidad al ser utilizado<br />

"como conejillo de Indias" en todos <strong>los</strong><br />

más importantes experimentos de<br />

bacteriología, farmacología,<br />

toxicología, infectología y genética. La<br />

salud del género humano le debe todo<br />

esto al antiguo habitante peruano que lo<br />

domesticó tempranamente en su<br />

historia.<br />

224<br />

OTRAS CARNES INDÍGENAS<br />

Las crónicas del siglo XVI nos<br />

hablan, casi al pasar, de otros animales<br />

domesticados que eran criados para la<br />

alimentación. Al lado de <strong>los</strong> patos, que<br />

llamaron especialmente la atención de<br />

<strong>los</strong> ibéricos, había palomas, perdices y<br />

gallipavos que ahora son silvestres y<br />

objetos de caza.<br />

Otra fuente de proteínas<br />

animales en la selva eran las tortugas


Que en cada villorino<br />

eran criadas en grandes<br />

cantidades en pozas y lagunas<br />

artificiales como nos lo<br />

refieren <strong>los</strong><br />

conquistadores y<br />

misioneros de esta<br />

zona.<br />

La huangana (Tayassu pecari), el<br />

agutí (Agouti sp.) y el sajino (Tayassu<br />

tacaju), especie de cerdo salvaje que<br />

vemos reproducido en la cerámica<br />

Vicús de cactus como y que ahora<br />

encontramos salvaje en hace el<br />

mocherito la selva, era domesti"cado<br />

por <strong>los</strong> habitantes pre-hispánicos de<br />

Tumbes. Ahora sólo lo vemos como<br />

producto de la caza aunque es fácil de<br />

domesticar.<br />

También se recurría, como<br />

fuente de proteínas animales, a <strong>los</strong><br />

caracoles de tierra, de una especie<br />

particular, frecuente en el Perú. Son del<br />

género Scutálus. Reconocidos <strong>desde</strong><br />

hace mucho tiempo por <strong>los</strong> arqueólogos<br />

como un producto alimenticio qué te<br />

encuentra en las tumbas pre-hispánicas<br />

y está retratado en la cerámica Mochica<br />

como objeto de ceremoniosas y<br />

bien organizadas cosechas,<br />

continúa siendo objeto de consumo<br />

como una delicadeza gastronómica<br />

entre <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> Iqueños.<br />

Es un producto estacional en<br />

225<br />

relación con las ocasionales<br />

temporadas lluviosas (fenómeno del<br />

Niño), durante las cuales proliferan en<br />

asombrosas cantidades. Basta con<br />

recoger<strong>los</strong>, lavar<strong>los</strong> y<br />

hervir<strong>los</strong> y se comen<br />

como se hace en París con<br />

<strong>los</strong> “escargots” que no son<br />

otra cosa que <strong>los</strong> caracoles<br />

que te malogran el jardin. Es ya<br />

cuestión de sacar<strong>los</strong> de su cáscara con el<br />

pinchito especial que usa el gourmet<br />

huarango o de cactus como hace el<br />

mocherito.<br />

La salsa también es cuestión de<br />

gustos y te aseguro que un cebiche de<br />

caracoles te lo sirven en Virú como lo<br />

pide Dios (que dicen que nació por ahí).<br />

Algunos, <strong>los</strong> más, toman la<br />

precaución de "purgar" a <strong>los</strong> caracoles<br />

antes de mandar<strong>los</strong> a la olla. Dicen que<br />

es para quitarles la baba que es amarga.<br />

Para "purgar<strong>los</strong>", <strong>los</strong> ponen vivos en un<br />

recipiente ancho con harina de maíz<br />

durante tres o cuatro días. Eso les hace<br />

comer maíz y botar la baba. Otros dicen<br />

que basta con lavar<strong>los</strong> bien y cortarles<br />

"la colita" que es donde guardan el<br />

amargor como algunas niñas que<br />

conozco. Pero eso de "purgados"<br />

parece que tiene además otra causa<br />

que valdría la pena investigar: Los<br />

caracoles se alimentan de la corteza<br />

y de la savia de <strong>los</strong> vegetales donde se<br />

crían y uno de sus alimentos


226


más apreciados son <strong>los</strong> cactus<br />

columnares cuyo representante más<br />

atractivo es el sanpedro (Trichocereus<br />

pachanoi). El contenido de éste en<br />

sustancias alucinógemis lo conocen<br />

hasta <strong>los</strong> turistas más ingenuos.<br />

Un cebiche de caracoles no<br />

"purgados" te puede hacer volar<br />

!Agárrate Catalina!<br />

EL PAVO Y LAS PAVITAS<br />

Como hemos<br />

mencionado aquí y allá, una<br />

especie muy parecida al "pavo<br />

de Navidad", la pavita de ala<br />

blanca (Penelope albipense), fue<br />

hallada muy frecuentemente y<br />

consumida ávidamente por <strong>los</strong><br />

primeros españoles y sus<br />

seguidores en el norte del Perú. Fue<br />

cazada y perseguida con malévola<br />

persistencia a tal grado que pronto se<br />

llegó a su casi total extinción y recién<br />

ahora se está recuperando gracias al<br />

esfuerzo privado del señor del Solar en<br />

su hacienda de Olmos.<br />

En <strong>los</strong> tiempos pre-hispánicos y<br />

probablemente también durante <strong>los</strong><br />

primeros años del Virreinato, existieron<br />

en <strong>los</strong> valles costeños otras primas de la<br />

pava de ala blanca que ahora vemos con<br />

frecuencia en la selva, donde son objeto<br />

de la caza y con frecuencia de la<br />

domesticación hogareña. Se trata de la<br />

227<br />

pucacunga (Penelope jacquaca) o cuello<br />

colorado, de la pava de monte (Pepila<br />

cumanensis) y del Paujil (Mitu-Mitu).<br />

Con cualquiera de estas deliciosas<br />

carnes podemos retar a lli1 cocinero<br />

amigo que nos reciba con una gallinácea<br />

común y corriente. Pero en Lima, estas<br />

pavitas ya son exóticas y no podemos<br />

presumir con ellas.<br />

El pavo que ahora engordamos<br />

para sacrificado en diciembre se llama<br />

en latín Meleagris gallopavo.<br />

Es indudablemente de<br />

origen mexicano. Fue<br />

encontrado por <strong>los</strong> colonizadores<br />

europeos en forma<br />

silvestre <strong>desde</strong> el<br />

sur del Canadá<br />

hasta Centroamérica.<br />

Todavía es objeto de caza en<br />

Norteamérica donde es una especie<br />

restringida por medida precautoria<br />

contra su extinción. Pero hoy, todos lo<br />

sabemos bien, la variedad doméstica es<br />

más robusta, de mejor carne y de<br />

apariencia más ceremoniosa que la de<br />

algún político que acaba de ganar una<br />

elección.<br />

Esta variedad doméstica es el<br />

resultado de un largo proceso de<br />

selección realizado por <strong>los</strong> habitantes<br />

prehispánicos de México, por lo menos<br />

<strong>desde</strong> dos sig<strong>los</strong> antes de Cristo.


En 1499 llegó el pavo mexicano<br />

a Europa llevado por Pedro Alonso<br />

Niño que lo había encontrado en las<br />

costas caribeñas. En México ya<br />

encontraron pavos domésticos por todas<br />

partes y de allí fue llevado a todo el<br />

Mundo. Hernán Cortés habla de el<strong>los</strong> en<br />

sus cartas y les dice simplemente<br />

gallinas de la tierra. En Sevilla se hizo<br />

pronto muy popular como ave<br />

doméstica y era comprado en cantidades<br />

comerciales por <strong>los</strong> marineros y<br />

comerciantes turcos que llegaban <strong>desde</strong><br />

el Medio Oriente haciendo escala allí y<br />

en Cádiz con destino a puertos del<br />

Atlántico y a Inglaterra. Llegando así al<br />

pueblo ang<strong>los</strong>ajón, esta ave de<br />

porte tan extraño y de carne tan<br />

deliciosa recibió pronto el apodo<br />

de "ave de Turquía", o "Turkeybird"<br />

que muy pronto se abrevió<br />

a "Turkey" como todavía lo<br />

228<br />

conoce todo el mundo de habla inglesa.<br />

Algo parecido les pasó a <strong>los</strong><br />

brasileros que ya conocían las pavitas<br />

que les llegaban <strong>desde</strong> el Perú. Cuando<br />

el pavo mexicano vino a nuestras costas<br />

traído por <strong>los</strong> españoles y cruzó después<br />

hacia el Brasil, fue bautizado como<br />

"Ave del Perú" y se quedó con "Perú"<br />

que ahora muestra en sus tarjetas de<br />

visita brasileras. Una injusticia histórica<br />

de la que no somos culpables.<br />

Como nosotros con el pato,<br />

México ha invadido todo el mundo con<br />

su pavo. Se calcula que solamente en<br />

Europa, durante el mes<br />

de Noviembre, 250<br />

millones de pavos<br />

esperan la Navidad. Aquí<br />

en el Perú, pasamos de<br />

tres millones.


CARNES DE ULTRAMAR<br />

No he podido encontrar<br />

suficiente información sobre cómo<br />

llegaron las carnes europeas al Perú.<br />

Quién trajo el primer cerdo, la primera<br />

cabra, la primera vaca, la<br />

primera oveja, la primera<br />

gallina... No es que no se sepa.<br />

Yo no lo sé. No porque a Pizarro<br />

le cuelguen el cuento de que era<br />

hijo de una criadora de puercos,<br />

lo vamos a colmar de laureles por <strong>los</strong><br />

buenos chicharrones que ahora<br />

comemos en la Tablada de Lurín.<br />

Los cerdos constituían, en la<br />

España de la Conquista, una excelente<br />

industria ganadera, muy socorrida. El<br />

papá del que sería después conquistador<br />

del Perú, parece que tenía intereses en<br />

ese negocio y algún entendimiento<br />

tendría con la señora administradora de<br />

su ganado porcino, una ocupación muy<br />

honesta y lucrativa. Parece ser también<br />

que de ese entendimiento nació Don<br />

Francisco y después <strong>los</strong> almagristas<br />

ampliaron el chisme para<br />

crear la leyenda negra que<br />

trató de opacar <strong>los</strong> méritos<br />

del bastardo Marqués. Y a<br />

otra cosa. Cierto que comer<br />

carne de cerdo en España<br />

durante el siglo XVI era<br />

229<br />

una especie de certificado permanente<br />

de que no eras ni judío ni musulmán, lo<br />

que era mucho cuento. Así que la<br />

primera carne viva que llegó al Caribe-y<br />

de allí a toda América-fue la carne de<br />

cerdo.<br />

Esto no resultó tan ventajoso<br />

como ahora podríamos suponer<br />

porque <strong>los</strong> primeros cerdos que<br />

cruzaron el Atlántico trajeron al<br />

Caribe el virus de la encefalitis<br />

porcina, terrible destructor de<br />

vidas indígenas, lo que acarreó<br />

una rápida despoblación de<br />

las Antillas y obligó a la<br />

pronta y masiva importación<br />

de esclavos africanos para las<br />

tareas agrícolas. Alguien dijo<br />

entonces que si no fuera por <strong>los</strong><br />

chanchos no habría tanto negro en Haití.<br />

Pero tampoco es así, porque al lado de<br />

la encefalitis porcina llegó el sarampión<br />

y llegaron las viruelas y llegó el<br />

paludismo y <strong>los</strong> pobres indígenas<br />

sufrieron el horrendo impacto de la<br />

primera guerra bacteriológica de la<br />

historia americana.<br />

Esta cuestión de<br />

comer o no comer carne de<br />

cerdo es algo que se viene<br />

debatiendo <strong>desde</strong> hace<br />

largos sig<strong>los</strong>. Hay quien<br />

afirma que ya hace cinco<br />

mil


años <strong>los</strong> chinos decían que mejor no;<br />

pero casi nadie niega ya que el tabú de<br />

comer cerdo viene por lo menos de<br />

1800 A.C. basado, dicen <strong>los</strong> que saben,<br />

en que es un animal que no se<br />

acostumbra a una dieta vegetariana y<br />

que no le gusta vivir en rebaño,<br />

teniendo en cuenta que todos<br />

<strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> que poblaron<br />

Europa eran nómades que<br />

vivían de sus rebaños. Por<br />

alguna razón, <strong>desde</strong> hace<br />

muchísimo tiempo, el género<br />

humano no come animales<br />

carnívoros. No comen gato ni perro<br />

y mucho menos tigre, hiena, lobo o<br />

león.<br />

Una serie de otras<br />

recomendaciones incorporadas como<br />

leyes en las regulaciones mosaicas, y<br />

cuya racionalización no trataremos<br />

ahora, fueron conformando<br />

recomendaciones interpretadas<br />

diversamente por las tres grandes<br />

religiones: Judaísmo, Cristianismo y el<br />

Islam. "No pondrás a una madre y a su<br />

hijo en la misma olla, ni en la misma<br />

cama"... una ley basada en la<br />

prohibición del incesto llevó a prohibir<br />

cocinar el cabrito en leche de cabra....<br />

"Y añadió Dios: Ved que os he<br />

dado todas las hierbas que producen<br />

simiente sobre la tierra, y todos <strong>los</strong><br />

árboles que tienen en sí mismos<br />

simiente de su especie, para que os<br />

sirvan de alimento" (Génesis 1:29), lo<br />

que fue interpretado como una<br />

230<br />

invitación al vegetarianismo excepto<br />

que, después del Diluvio, Jehová revisó<br />

sus conceptos nutricionales y le dijo a<br />

Noé: "… todos <strong>los</strong> animales de la tierra<br />

y todas las aves del cielo y todo cuanto<br />

se mueve sobre la tierra; y todos <strong>los</strong><br />

peces del mar estén sujetos a<br />

vuestro poder. Y todo lo que<br />

tiene movimiento y vida os<br />

servirá de alimento; todas estas<br />

cosas os las entrego así como<br />

las legumbres y yerbas..."<br />

(Génesis 9:2 y 3) pero le<br />

dijo bien claro: "Excepto<br />

que no habréis de comer<br />

la carne con sangre"<br />

(Génesis 9:4) lo que<br />

<strong>desde</strong> entonces obliga a<br />

<strong>los</strong> judíos a comer<br />

animales sacrificados en tal forma que<br />

toda la sangre salga de su carne, como<br />

lo hace el rabino que cumple el rito<br />

Kosher. Y en <strong>los</strong> mismos libros santos,<br />

Jehová les dijo a <strong>los</strong> judíos: "Separad,<br />

pues, también vosotros el animal puro<br />

del impuro y el ave limpia de la<br />

inmunda; no contaminéis vuestras almas<br />

por causa de <strong>los</strong> animales y de las aves<br />

y demás vivientes que se mueven sobre<br />

la tierra y que yo os he señalado como<br />

inmundos" (Levítico 20:25) y como<br />

consecuencia de ello pronto <strong>los</strong> doctores<br />

de la ley decidieron que animales puros,<br />

<strong>los</strong> que se podían comer, eran <strong>los</strong><br />

herbívoros y, entre el<strong>los</strong>, <strong>los</strong> rumiantes<br />

y, entre el<strong>los</strong>, <strong>los</strong> que tenían <strong>los</strong> cascos<br />

partidos. Ni el caballo, ni el camello ni<br />

el burro... Ni el cerdo ¡Por Dios! que no<br />

es herbívoro, ni la liebre


que no tiene cascos. Y así, si el<br />

lector quiere seguir averiguando sobre<br />

prohibiciones dietéticas, agarre usted su<br />

Biblia y póngase a leer. Si no encuentra<br />

lo que busca, de todas maneras le hará<br />

bien.<br />

¿Y el pan sin levadura? ¿Y el<br />

cordero pascual? Lea usted,<br />

amigo, todo el capítulo Xli<br />

del Libro del Exodo, y verá<br />

por qué <strong>los</strong> judíos usan<br />

solamente ese pan durante<br />

siete días de la Semana<br />

Santa y porqué <strong>los</strong><br />

cristianos usamos pan sin<br />

levadura para las hostias de<br />

consagrar. A leer la Biblia, amigo mío.<br />

Y no creas que sólo <strong>los</strong> judíos y<br />

sus seguidores nos han llenado la<br />

cabeza con prohibiciones y tabúes<br />

culinarios. Nada te digo de las diversas<br />

castas de la India donde eso de comer y<br />

no comer es todo un problema. Por de<br />

pronto, hay que ver quién te ha<br />

preparado el alimento. Si lo hizo un<br />

asesino, acuérdate que eso es<br />

contagioso. Si lo preparó una<br />

persona de casta inferior, su<br />

consumo es intolerable; yeso<br />

de quién lo cocina o quién lo<br />

prepara abarca una serie de personas<br />

prohibidas como <strong>los</strong> eunucos, las<br />

prostitutas, <strong>los</strong> usureros y ¡agárrate! <strong>los</strong><br />

maridos que se dejan mandar por sus<br />

mujeres y la forma de prepararlo puede<br />

hacer que el alimento quede impuro y<br />

231<br />

esté prohibido consumirlo. Además,<br />

<strong>desde</strong> luego, no puedes matar ningún<br />

animal para comértelo porque puede ser<br />

la reencarnación de algún buen señor<br />

que se está preparando para ser tu nieto.<br />

Con todo respeto.<br />

Con las aves no había problema,<br />

fuera de la nostalgia por <strong>los</strong> sabores de<br />

la lejana patria. Aquí en América<br />

encontraron <strong>los</strong> españoles las palomas,<br />

las perdices, <strong>los</strong> pavos y <strong>los</strong> patos, que<br />

de más compensarían la ausencia de<br />

las gallinas. En un bajel español<br />

nunca fue difícil traer gallinas porque<br />

hasta servían para amenizar alguna<br />

celebración a bordo durante el largo<br />

viaje. Cabras y ovejas sí resultaban<br />

bienvenidas en el Caribe y en<br />

Mesoamérica durante <strong>los</strong> largos<br />

cuarenta años que pasaron entre la<br />

llegada a las Antillas y el<br />

descubrimiento del Perú, la única parte<br />

del Nuevo Mundo que tenía "carneros<br />

de la tierra" (llamas, alpacas, vicuñas,<br />

guanacos).<br />

Y las vacas y <strong>los</strong> toros también<br />

llegaron temprano, mezclados<br />

con <strong>los</strong> cabal<strong>los</strong> tan<br />

indispensables para las acciones<br />

de descubrimiento y conquista.<br />

No tengo datos sobre la primera vaca,<br />

pero a <strong>los</strong> pocos años de fundada Lima<br />

(en 1535), ya Don Francisco Pizarro se<br />

daba el lujo de rejonear un toro en la<br />

flamante Plaza de Armas de la nueva<br />

capital ¡olé!.


232


Ya hemos visto que la<br />

civilización andina tuvo su ancla en el<br />

mar. Fueron el mar, el roquedal,<br />

la arena y la brisa salobre <strong>los</strong> que<br />

detuvieron al nómada ancestral y<br />

le ofrecieron alimento y reposo<br />

en un océano que, aún ahora, es<br />

el más rico del planeta. No hay<br />

en el Perú asentamiento humano<br />

prehistórico que no haya dejado<br />

abundantes conchales y montones de<br />

basura acumulada donde figura<br />

profusamente el residuo marino. El<br />

antiguo peruano se alimentó de<br />

mariscos, moluscos, erizos, cangrejos,<br />

LOS ALIMENTOS DEL MAR<br />

233<br />

peces de toda figura y tamaño,<br />

mamíferos acuáticos, tortugas, en fin,<br />

toda la biología marina de este<br />

ubérrimo mar nuestro formó,<br />

hizo crecer y fortaleció tejidos<br />

humanos y forjó así, en <strong>los</strong><br />

sig<strong>los</strong> obscuros, la civilización<br />

andina que siguió buscando su<br />

sustento en <strong>los</strong> ríos y <strong>los</strong> lagos<br />

de la sierra y de la selva.<br />

No hemos de detenemos ahora a<br />

detallar las múltiples maneras en que el<br />

peruano pre-hispánico obtuvo y<br />

consumió <strong>los</strong> alimentos acuáticos.


Sería ocioso, además de interminable, y<br />

caeríamos fácilmente en la culinaria<br />

enciclopédica.<br />

Pero sí caben aquí unos<br />

renglones de rechazo a la ingratitud. Un<br />

ceño fruncido para quienes alguna vez<br />

generalizaron la idea de que el pescado<br />

es dañino ¡Dañino! Que el pescado<br />

"encona" las heridas. Que <strong>los</strong> niños y<br />

<strong>los</strong> viejos se enferman si comen<br />

pescados o mariscos ¡Horror de<br />

ingratitud! Malévola especie dejada caer<br />

siglo tras siglo en el seno de una nación<br />

que siempre vivió del mar. Gran<br />

mentira, gran calumnia surgida de las<br />

entrañas del demonio. Depredación del<br />

mar, no para alimentar a nuestros<br />

hermanos sino para formar miles de<br />

toneladas de harina maloliente que ha<br />

de alimentar <strong>los</strong> cerdos de más allá del<br />

mar. Un bofetón de desprecio a la<br />

historia del hombre andino que forjó<br />

imperios y civilizaciones solamente<br />

porque un nómada hambriento y<br />

fatigado encontró su alimento jugando<br />

con las olas ¡Horror de ingratitud!.<br />

En toda el área andina se<br />

conoce, <strong>desde</strong> comienzo de la<br />

234<br />

civilización, el consumo de algas de<br />

mar (y de agua dulce) en la<br />

alimentación humana. Poco llega este<br />

consumo a las mesas sofisticadas de las<br />

grandes ciudades, excepto como adorno<br />

comestible de platil<strong>los</strong> diversos. En la<br />

costa, es frecuente acompañar el<br />

cebiche con unas cuantas ramitas de<br />

"yuyo" un alga verde, de trazos finos<br />

(Ulvapurpurea) que con este fin se<br />

expende en <strong>los</strong> mercados de productos<br />

del mar. Es una delicadeza culinaria del<br />

buen gusto criollo. En la sierra se usan<br />

unas algas de agua dulce, de hojas muy<br />

pequeñas, que sobrenadan en las aguas<br />

estancadas. Les llaman "llullucha"<br />

(Nostroc sp.).<br />

Las algas constituyen un recurso<br />

alimenticio de enorme importancia que<br />

es poco aprovechado todavía. El trabajo<br />

pionero del maestro Augusto Aldave ha<br />

trazado ya el camino hacia el desarrollo,<br />

cultivo e industrialización de esta<br />

riquísima fuente alimentaria de nuestro<br />

pueblo.


235


CAPÍTULO IX<br />

LAS BEBIDAS<br />

__________________________________________<br />

Cuando éramos muchachos,<br />

después de jugar un partido de tenis, nos<br />

íbamos al chino de la esquina (que<br />

ahora se llama Wong) a tomamos "una<br />

cola inglesa en dos vasos", lo que<br />

costaba siete centavos: un níquel y un<br />

gordo. Ya para entonces se había<br />

generalizado el consumo de gaseosas en<br />

todo el Perú. Y eso de cola inglesa era<br />

el resultado de la invasión encabezada<br />

por la Coca-Cola en un país que<br />

proporcionaba la coca en forma honesta<br />

y con genuino interés comercial.<br />

Veamos cómo, por el año de<br />

1863, la coca encontró un camino en la<br />

civilización occidental, independiente<br />

de su diabólica hija, la cocaína.<br />

Un sujeto de <strong>los</strong> más pintorescos<br />

y genial, aunque de dudosa moralidad,<br />

el doctor Angelo Mariani, originario de<br />

Córcega, instaló en las afueras de Paris<br />

lo que se consideró en ese tiempo el<br />

Santuario de Mama Coca, la misteriosa<br />

planta del Antiguo Perú. En <strong>los</strong><br />

invernaderos, jardines y amplias<br />

instalaciones de Mariani, sé veneraba la<br />

Planta Sagrada de <strong>los</strong> Incas como<br />

alguna vez soñaron <strong>los</strong> antiguos<br />

LAS BEBIDAS GASEOSAS<br />

236<br />

sacerdotes del Cusco. El culto a la coca<br />

se enseñoreó en París como nunca nadie<br />

lo imaginó entre <strong>los</strong> viejos curanderos<br />

peruanos.<br />

Mariani inventó varios<br />

preparados de coca entre <strong>los</strong> cuales<br />

había un cordial y un té. Pero el más<br />

importante y popular, fue el vino<br />

Mariani cuya comercialización y<br />

popularización fue abrumadora,<br />

utilizando todos <strong>los</strong> medios que en ese<br />

tiempo eran considerados más útiles y<br />

más efectivos para hacer conocer las<br />

bondades del preparado de Mariani.<br />

La fórmula exacta del "Vino de<br />

<strong>los</strong> Incas" nunca fue conocida.<br />

Evidentemente, contenía dos elementos<br />

básicos: la coca y el vino: Pero <strong>los</strong> que<br />

atisbaron alguna vez su preparación<br />

guiñaban el ojo cuando relataban que el<br />

último toque que Mariani daba a su vino<br />

era agregarle subrepticiamente una<br />

porción adecuada de un polvito blanco<br />

de composición secreta... Lo cierto es<br />

que, debido a sus excelentes<br />

propiedades euforizantes, antifatigantes,<br />

antidepresivas y que sé yo y, por otro


lado, debido a la exitosísima campaña<br />

publicitaria de Mariani las grandes<br />

personalidades del mundo intelectual y<br />

político estamparon su firma<br />

recomendando sin limitaciones el uso<br />

del vino Mariani.<br />

El Zar de Rusia, La Princesa de<br />

Gales, El Presidente Mac<br />

Kinley, Alejandro Dumas,<br />

Emilio Zola, Tomás<br />

Edison...; M. Roty,<br />

Presidente de la<br />

Academia de Bellas Artes<br />

de París, rindió<br />

públicamente un especial homenaje a la<br />

coca premiándola con una artística<br />

medalla de oro "Al Mérito", se<br />

diseñada especialmente por él rodeaba<br />

de lujos y honores en París, Músicos de<br />

la talla de Gounod, Massenet y Faure,<br />

asiduos concurrentes al Santuario de<br />

Mariani, cantaron dulces melodías las<br />

grandes cualidades de la planta peruana<br />

que hasta el sumo Pontífice, Leon XIII,<br />

envió a Mariani una medalla de oro con<br />

la mas entusiasta aprobación<br />

eclesiástica del uso de la coca. Los<br />

tiempos habían cambiado <strong>desde</strong> el<br />

concilio Limonense de 1551 que la<br />

había condenado. Según las noticias de<br />

la época, el Santo Padre encontraba un<br />

útil apoyo a su ascética vida en un<br />

frasquito que siempre llevaba consigo y<br />

contenía un cordial hojas de coca que<br />

Mariani le hacía llegar regularmente<br />

como una cortesía hacia su alta<br />

investidura.<br />

Naturalmente, la fama europea<br />

237<br />

del vino Mariani llegó a las playas de<br />

Norteamérica. La industria<br />

norteamericana, encabezada<br />

entusiastamente por Parke Davis,<br />

también comercializó sus cordiales de<br />

coca y otros laboratorios intentaron<br />

ganar el mercado con otros productos;<br />

pero por una razón o por otra, el vino<br />

Mariani continuó<br />

manteniendo su prestigio<br />

en <strong>los</strong> altos círcu<strong>los</strong>. Las<br />

recomendaciones de<br />

Tomás Edison y del<br />

Presidente Mac Kinley no<br />

eran letra muerta.<br />

Por <strong>los</strong> años en que Mariani se<br />

rodeaba de lujos y honores en París, un<br />

hombre de 50 años, que <strong>desde</strong> hacia ya<br />

tres lustros se había radicado en Atlanta,<br />

Georgia (EE.UU.), tuvo la infusión de<br />

lo que el “vino de Mariani” podia llegar<br />

a significar: John Styth Pemberton,<br />

farmacéutico que andaba siempre en<br />

busca de formulas interesantes para su<br />

clientela, registro oficialmente en <strong>los</strong><br />

EE.UU. en el año 1880 el “Vino<br />

Francés de coca, tónico y estimulante<br />

ideal”.<br />

Pronto, con. El impulso inicial<br />

que este descubrimiento le dio a su<br />

negocio, se formo la Pemberton<br />

Chemical Company que, al año<br />

Siguiente, lanzo al mercado un nuevo<br />

producto que revolucionaria al mercado.<br />

En realidad, fue una total modificación<br />

del vino francés: para poder inscribirla<br />

como una mezcla no alcohólica


le quitó el vino; para hacerla más<br />

estimulante, le agregócafeína, y como el<br />

líquido resultante sabía a diab<strong>los</strong>, le<br />

agregó una serie de esencias y de<br />

aceites aromáticos. Por último, teniendo<br />

en cuenta que la odisea de Livingstone<br />

y Stanley en el Africa había atraído la<br />

atención del mundo hacia otro<br />

gran estimulante y antifatigante<br />

africano, la nuez de cola, le<br />

agregó también este<br />

componente y registró la marca<br />

CocaCola.<br />

Nunca se ha llegado a saber con<br />

exactitud la fórmula original que<br />

Pemberton utilizó, pero hay listas que<br />

provienen del inventario oficial del<br />

primer laboratorio donde se preparaba<br />

la Coca-Cola original. Contienen<br />

diversas esencias y aceites, pero lo más<br />

notorio es la presencia de la coca, de la<br />

cola y de la cafeína.<br />

Al principio, esta nueva bebida<br />

se expendía en forma de jarabe para ser<br />

mezclado con agua gaseosa en las<br />

llamadas fuentes de soda. El primer<br />

vaso de Coca-Cola fue vendido a un<br />

cliente desconocido en la fuente de soda<br />

de la farmacia Jacobs de Atlanta en<br />

Mayo de 1886.<br />

Era un tónico estimulante y un<br />

excelente remedio para contrarrestar, el<br />

lunes por la mañana, <strong>los</strong> efectos de un<br />

domingo divertido. Pronto se hizo muy<br />

popular. Era, con puritánico disfraz de<br />

esencias, una agradable mezcla de<br />

cocaína y cafeína.<br />

238<br />

En 1873, había llegado a Atlanta<br />

un señor llamado Asa G. Candler,<br />

hombre legendario que, a su llegada a la<br />

cuna de la Coca-Cola, no tenía sino un<br />

dólar con 75 centavos en su bolsillo.<br />

Movió ruedas, jaló hi<strong>los</strong>, hizo pases y,<br />

en 1889, le compró la fórmula del<br />

tónico a Pemberton. Un año<br />

después fundó la Coca Cola<br />

Company, y quince años más<br />

adelante, tenía un capital de<br />

cincuenta millones de dólares.<br />

Fue Candler, el religioso y<br />

puritano líder industrial de Atlanta,<br />

quien dio el impulso para embotellar la<br />

bebida y fue el que hizo de la Coca-<br />

Cola una necesidad internacional.<br />

A fines de siglo, la Coca-Cola<br />

comenzó a variar su imagen con el logo<br />

que nunca ha abandonado después y que<br />

diseñó el Sr. Robinson, contador de la<br />

firma. Ya no era un tónico para <strong>los</strong><br />

nervios ni un remedio para la<br />

"perseguidora". Ya no era recomendable<br />

para la jaqueca o para la indigestión.<br />

Ahora era un refresco: una pausa que<br />

refresca.<br />

Manteniendo su nombre y su<br />

composición a base de hojas de coca y<br />

nuez de cola, Candler logró allanar <strong>los</strong><br />

serios conflictos que enfrentaron a la<br />

Coca-Cola con la legislación<br />

norteamericana y mundial relacionada<br />

con <strong>los</strong> alcaloides. Se eliminó así de la<br />

bebida todo trazo de cocaína (según lo<br />

exigía la ley de 1914) y quedó esa<br />

mezcla carbonatada que


campea por todo el mundo y que<br />

tiene cafeína, nuez de cola (que contiene<br />

más cafeína), esencias diversas, azúcar<br />

y todos <strong>los</strong> componentes no alcaloidicos<br />

de la hoja de coca en lo que se llama<br />

oficialmente: "un extracto no narcótico<br />

de hojas de coca descocainizadas".<br />

Que la Coca-Cola tiene coca,<br />

que no tiene cocaína, es indudable y<br />

fácil de comprobar. Pero como están las<br />

cosas ahora, calculen ustedes cuántas<br />

toneladas de coca serían necesarias para<br />

poner una hojita de coca en cada botella<br />

de <strong>los</strong> miles de millones de Coca-Cola<br />

que se venden en el mundo entero: ¡toda<br />

la producción lícita e ilícita de coca del<br />

Perú, Bolivia y Brasil!.<br />

Pero no es así tampoco. A través<br />

de canales oficiales, notariales,<br />

legalizados y sacramentados, el Perú<br />

envía a New Jersey una cantidad muy<br />

apreciable de coca de Trujillo. Allí le<br />

quitan la cocaína y así, debidamente<br />

castrada, como componente de una<br />

mezcla secretísima llamada compuesto<br />

7x, la envían a Atlanta para ponerle una<br />

pequeña cantidad en cada botella y<br />

poder decir que la Coca-Cola tiene<br />

coca, pues de otra manera se verían<br />

obligados a quitarle el nombre a lo que<br />

constituye la marca registrada más<br />

exitosa de la economía consumista. Las<br />

leyes norteamericanas (Pure Food and<br />

Drug Act) prohiben usar el nombre de<br />

un producto natural si no lo contiene el<br />

producto comercializado.<br />

En un principio, la Coca-Cola<br />

239<br />

vendida como jarabe se mezclaba en las<br />

"fuentes de soda" en presencia del<br />

cliente. Pero Asa Candler pronto la<br />

embotelló en una horrible botella que<br />

tenía tapa de caucho contenida por un<br />

resorte. Alguien por ahí inventó la tapa<br />

en corona que revolucionó la venta de<br />

bebidas envasadas y, poco después de la<br />

Primera Guerra Mundial, Asa Candler<br />

en cargó a un señor Samuelson que<br />

diseñara una nueva botella.<br />

La imagen actual de la CocaCola<br />

apareció así en 1915. Pocos saben que<br />

la fuente de inspiración de Samuelson<br />

fue precisamente la forma de la semilla<br />

de la coca que el diseñador encontró en<br />

un grabado de la Enciclopedia<br />

Británica.<br />

Llevando en su seno la historia<br />

de la planta sagrada de <strong>los</strong> Incas, con un<br />

envase que se inspiró en su semilla y<br />

con <strong>los</strong> colores rojo y blanco de la<br />

bandera peruana, la CocaCola ha<br />

invadido de sabor peruano <strong>los</strong> cinco<br />

continentes y <strong>los</strong> rincones más<br />

olvidados de la tierra.<br />

Hemos creído que entrar a<br />

relatar la historia de todas las bebidas<br />

gaseosas habría sido pecado de<br />

prolijidad. Todas las "colas" negras o de<br />

colores diversos, son copia, imitación o<br />

rivalidad de la Coca-Cola original.<br />

EL TE<br />

Desde hace muchos sig<strong>los</strong><br />

(Dinastía Tang, sig<strong>los</strong> IX y X), el té ha


ha sido una popular bebida en la China<br />

y en el Japón y fue primero conocido en<br />

Europa <strong>desde</strong> mediados del siglo XVI<br />

cuando <strong>los</strong> viajeros comenzaron a traer<br />

noticias y raras mercancías <strong>desde</strong> el<br />

Lejano Oriente. Parece ser que las<br />

noticias más consistentes y las primeras<br />

remesas comerciales llegaron a Holanda<br />

<strong>desde</strong> el Japón a comienzos del siglo<br />

XVII. Como toda hierba rara que<br />

llegaba <strong>desde</strong> tan lejos, <strong>los</strong> comerciantes<br />

crearon alrededor del té una atmósfera<br />

de excelente medicamento que fue<br />

vendido como un cúralo-todo: para la<br />

jaqueca, la apoplejía, la parálisis, el<br />

vértigo, la epilepsia, la tubercu<strong>los</strong>is, <strong>los</strong><br />

cálcu<strong>los</strong> billares, <strong>los</strong> cólicos y que se<br />

yó. Los ingleses fueron <strong>los</strong> que más se<br />

entusiasmaron con esa propaganda y<br />

pronto lo adoptaron casi como una<br />

bebida nacional cuya demanda creó y<br />

crió serios problemas internacionales<br />

entre <strong>los</strong> cuales no solamente está el<br />

detonante de la Independencia<br />

Norteamericana sino la Guerra del opio<br />

con China y <strong>los</strong> problemas económicos<br />

de la India y de Ceilán.<br />

Otro país que pronto se<br />

involucró en la economía del té fue la<br />

Rusia Imperial. Según algunos viajeros<br />

de la época, <strong>los</strong> nómades de las estepas<br />

de Siberia tenían una especial forma de<br />

preparar el té, en esas frígidas regiones,<br />

con sal, mantequilla y leche.<br />

Probablemente esto seria desaprobado<br />

por las exquisitas damas londinenses.<br />

Pero cuando reinó Catalina la Grande ya<br />

el té en infusión, como lo conocemos<br />

hoy, era popular en toda Rusia.<br />

240<br />

El té se hizo conocido en el Perú<br />

a partir de mediados del siglo pasado,<br />

cuando <strong>los</strong> inmigrantes ingleses, que<br />

siempre estuvieron bien colocados en el<br />

seno de la alta sociedad limeña, fueron<br />

imponiendo esa buena costumbre del<br />

"five o' dock tea", acompañado de<br />

bocaditos y sandwiches diversos lo que<br />

completaba la agenda del día a cuatro<br />

comidas. La de las cinco de la tarde,<br />

para honrar la costumbre del té, pronto<br />

se acriolló para tener lugar a las seis, y<br />

<strong>los</strong> salones de té proliferaron en Lima<br />

para reunir a caballeros con objeto de<br />

discutir la política y <strong>los</strong> chismes<br />

sociales. En las casonas de Lima, las<br />

señoras "decentes" se reunían a la<br />

misma hora "a tomar el té".<br />

Como nos gusta cambiado todo,<br />

ya por <strong>los</strong> años treinta era una<br />

costumbre muy popular eso de hacer<br />

una pequeña reunión a las 6 p.m. y la<br />

cena se servía a las 9 p.m. Pero poco a<br />

poco hubo quienes cambiaron el té por<br />

el chocolate o por café con leche o<br />

quienes cambiaron por alguna bebida<br />

gaseosa, desvirtuando así la buena<br />

intención de <strong>los</strong> ingleses, y olvidando el<br />

"five o clock tea” que era muy difícil de<br />

pronunciar y más de recordar. Por eso<br />

se comenzó a utilizar la palabrita<br />

"lunch", menos específica respecto a la<br />

bebida, más amplia para el contenido<br />

sólido, y más adaptada al lenguaje<br />

limeño que lo transformó en "lonche".<br />

Así es que, aunque no tomes té, pásate<br />

por mi casa mañana


"gargajo", "escupitajo", "salivazo" y<br />

para de contar. Dejémos<strong>los</strong> discutir<br />

asquerosidades y lleguemos pronto a la<br />

conclusión común y de consenso de que<br />

"chicha" es una palabra que encontraron<br />

<strong>los</strong> españoles en el Caribe para definir<br />

las cervezas, generalmente a base de<br />

maíz, que <strong>los</strong> diversos grupos étnicos<br />

indoamericanos obtenían mediante la<br />

fermentación alcohólica de soluciones<br />

amiláceas. Aquí en el Perú, la chicha<br />

recibía el nombre común de "acca" o<br />

como quiera usted escribirlo, pero que<br />

suene así: acca, akha, aga, aka, acar,<br />

acap, azua, etc. Y no vayamos al aimara<br />

ni a <strong>los</strong> diversos guajes y dialectos<br />

locales porque nos vamos a desviar<br />

enciclopédicamente. Lo que importa<br />

aquí es saber que la palabra "chicha" no<br />

es peruana sino caribeña; pero junto con<br />

muchos vocab<strong>los</strong> de ese origen (maní,<br />

ají, maíz, yuca, etc., etc.) la adoptamos<br />

cariñosamente en el uso vernáculo de<br />

este lindo país nuestro.<br />

Y no sólo para la cerveza de<br />

maíz a la cual, como veremos, <strong>los</strong><br />

peruanos le llamamos "chicha de jora",<br />

sino también para otras cervezas de<br />

productos amiláceos o azucarados, e<br />

inclusive para refrescos no alcohólicos<br />

como resulta con nuestra incomparable<br />

"chicha morada". Para ejemplo, basta<br />

con recordar las siguientes:<br />

En el Norte, se hace una<br />

deliciosa chicha dulce a base de <strong>los</strong><br />

frutos del algarrobo. En Ayacucho, ya<br />

lo hemos visto al hablar del Molle, se<br />

prepara una riquísima chicha de esta<br />

241<br />

frutilla tan aromática. También se<br />

prepara una "chicha de siete semillas",<br />

con trigo, cebada, arroz, maíz, molle,<br />

quinua y kiwicha. En Huánuco, <strong>desde</strong><br />

hace cuatro sig<strong>los</strong>, se hace una chicha<br />

con jugo de caña de azúcar a la que<br />

llaman "huarapo". Hay otra chicha<br />

hecha a base de higos secos que se<br />

originó en Chilca y después se extendió<br />

por toda la costa hacia el sur. Se le<br />

llama "chimbango" o "chicha de higos";<br />

algunos le agregan cáscara de naranja o<br />

de chirimoya, y no falta quien la destila<br />

para hacer el aguardiente de higos que<br />

para qué te cuento. Pero no dejemos<br />

atrás al "masato", chicha de yuca de la<br />

que ya hemos hablado en el capítulo<br />

correspondiente; y a la chicha de cebada<br />

que conocen en el Cusco y Puno como<br />

"mama-acca" según nos cuentan<br />

Valdizán y Maldonado; y la chicha de<br />

frutas que todavía preparan algunas<br />

familias arequipeñas con un prolongado<br />

cocimiento de huiñapo, cebada tostada,<br />

polvo de maíz blanco, anís, ajonjolí,<br />

maní molido, pan tostado, higos secos,<br />

nueces molidas, pasas, canela, pimienta,<br />

orejones de durazno, cáscara de naranja<br />

y chirimoya, piña, membril<strong>los</strong><br />

machacados, manzanas, uvas, ramas de<br />

hinojo y chancaca (azúcar negra). La<br />

fermentas tres días y verás lo que es<br />

bueno... si es que te olvidaste ya del<br />

"chinchiví", la alucinante chicha de las<br />

jaranas "de color" con su buena dosis de<br />

nuez moscada (*).<br />

(*) Nota:<br />

Es conocida la capacidad alucinógena de la nuez<br />

mascada en dosis altas así como su relación con las<br />

anfetaminas y otras sustancias neuroestimulantes.


242


En el Perú pre-hispánico, la<br />

chicha más común era, <strong>desde</strong> luego, la<br />

chicha de maíz. Hemos visto en su<br />

oportunidad que el nombre quechua del<br />

maíz es "Sara" y que el maíz germinado<br />

se llama "jora". Ahora siempre decimos<br />

"chicha de jora" para no confundida con<br />

las otras chichas. La chicha de jora era<br />

la bebida habitual en todos <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong><br />

pre-hispánicos en el Perú. De acuerdo<br />

con la información a nuestro alcance, el<br />

hombre común nunca consumía agua<br />

pura. O hacía sopas, hirviéndolas con<br />

diversos alimentos, o preparaba chicha<br />

que llevaba en calabazos o recipientes<br />

cerámicos. Verse obligado a consumir<br />

agua era signo de la pobreza más<br />

abyecta. Esto, <strong>desde</strong> luego, nada tiene<br />

qué hacer con la bacteriología del agua<br />

común y corriente. Cuando uno lee la<br />

historia, con la mente contaminada por<br />

el pensamiento moderno, cae fácilmente<br />

en una trampa interpretativa y elabora<br />

conclusiones atractivas pero<br />

frecuentemente falsas. Pasa así, por<br />

ejemplo, cuando nos dicen que <strong>los</strong><br />

judíos no comían carne de cerdo <strong>desde</strong><br />

el comienzo de su historia, porque<br />

"sabían" o porque "intuían" que el cerdo<br />

tiene parásitos que hacen daño al ser<br />

humano. Lo cierto es que no comían<br />

chancho porque ese era el animal<br />

sacrificial de <strong>los</strong> idólatras de<br />

Mesopotamia. El Padre Abraham inició<br />

esta prohibición por razones religiosas y<br />

usó al cordero como animal sacrificial.<br />

También nos dicen que <strong>los</strong><br />

antiguos curanderos usaban telarañas<br />

para hacer cicatrizar las heridas porque<br />

243<br />

"sabían" o porque "intuían" que en la<br />

telaraña hay hongos de esos que<br />

producen la penicilina y otros<br />

antibióticos. La cantidad de antibiótico<br />

que contiene una telaraña es tan irrisoria<br />

como la conclusión de <strong>los</strong> imaginativos<br />

intérpretes de nuestra historia médica.<br />

Lo mismo, o algo parecido, pasa<br />

con la chicha peruana. Es cierto que <strong>los</strong><br />

antiguos peruanos nunca tomaban agua<br />

pura sino en casos de emergencia. Es<br />

cierto también que sus necesidades de<br />

agua en la alimentación las cubrían<br />

ampliamente con su consumo de chicha<br />

y sopas. Pero eso no nos autoriza para<br />

decir que el<strong>los</strong> "sabían" que el agua en<br />

su forma natural podía contener<br />

parásitos dañinos que desaparecían con<br />

la fermentación de la chicha o con la<br />

ebullición de la sopa. El hombre de<br />

campo en Francia rara vez toma agua en<br />

las comidas. Toma vino o toma sopas<br />

como el antiguo peruano, yeso lo hace<br />

<strong>desde</strong> mucho antes de que Pasteur nos<br />

hiciera tenerle miedo a lo invisible.<br />

La chicha o el vino, en gran<br />

parte debido a su bajo contenido<br />

alcohólico o a su agradable sabor<br />

cuando se trata de preparados no<br />

fermentados, son un elemento<br />

socializador que hace que comer o<br />

beber en grupo constituida un<br />

importante factor en la cohesión de las<br />

relaciones humanas y además, estos<br />

líquidos ligeramente alcoholizados,<br />

bebidos en gran cantidad o mezclados<br />

con aditivos psicoactivos, se convierten


fácilmente en elementos que favorecen<br />

la aparición de estados alterados de la<br />

conciencia y el desencadenamiento de<br />

estados de trance que favorecen el amor<br />

humano, el misticismo y la<br />

comunicación con <strong>los</strong> misteriosos<br />

espacios sobrenaturales. Esta es la razón<br />

del simbolismo del vino en actos<br />

religiosos contemporáneos. Esta es la<br />

razón del alcohol en todas las mezclas<br />

llamadas afrodisíacas. La posible acción<br />

del alcohol como desinfectante no es<br />

sino una graciosa e irresponsable<br />

conclusión de las mentes cientifistas<br />

modernas.<br />

En el Antiguo Perú, la cerveza o<br />

chicha (ambos son vocab<strong>los</strong> foráneos<br />

para decir lo mismo) fue preparada con<br />

diversas materias primas. Lo más<br />

frecuente era usar el maíz germinado<br />

que ahora llamamos "Jora". La chicha<br />

de jora sigue siendo la bebida más<br />

popular en el Perú profundo. Pero<br />

también había chicha de chuño (papa),<br />

oca, camote, yuca, quinua, maní,<br />

cañihua, molle, pijuayo, algarrobo, etc.<br />

etc.<br />

Quizás es por eso que muchos de<br />

<strong>los</strong> recipientes cerámicos ("huacos")<br />

que se encuentran en las tumbas y que<br />

evidentemente estaban diseñados para<br />

contener líquidos, tienen esculturas con<br />

la efigie de estos diversos vegetales.<br />

Todos el<strong>los</strong> servían quizás para preparar<br />

líquidos que favorecían la comunicación<br />

con <strong>los</strong> mundos sobrenaturales del<br />

trance y de la inspiración mágica. Todos<br />

el<strong>los</strong> le servían al difunto para viajar al<br />

más allá.<br />

244<br />

Grandes cantidades de chicha de<br />

maíz eran consumidas en comidas,<br />

banquetes y ceremonias; y chichas<br />

especiales eran la base de <strong>los</strong> ritos<br />

sociales y religiosos en las grandes<br />

ocasiones y festividades. La chicha era<br />

uno de <strong>los</strong> productos más<br />

frecuentemente usados en las<br />

ceremonias sacrificiales para el Sol, la<br />

Madre Tierra, las huacas y las<br />

divinidades. Dos formas frecuentes eran<br />

empleadas en estas ofrendas:<br />

Una era la versión individual<br />

que se llamaba "Ttinca" y que consistía<br />

en mojar en chicha el dedo medio de la<br />

mano derecha y a continuación dar un<br />

"papirotazo" al aire, lanzando así unas<br />

gotas del líquido ofrecido en dirección<br />

al objetivo de la ofrenda. Se "tinca"<br />

antes de cruzar un abra o una<br />

encrucijada del camino, antes de<br />

dirigirse a un objeto sagrado, a una<br />

huaca o hacia algún accidente<br />

geográfico de importancia mágica. Y en<br />

ese momento, se murmura una plegaria,<br />

o una ofrenda, o una promesa... o puede<br />

pedirse un favor o la solución a una<br />

incógnita o a un dilema... ¿Cómo<br />

resolviste ese problema?... Me tincó,<br />

pues, me tincó... El apu me lo dijo...<br />

La otra forma de ofrenda es<br />

derramar un poco de la chicha<br />

ofrendada sobre el suelo, para que la<br />

Madre Tierra, la Pacha-mama, con<br />

suma el líquido ofrendado. Objetos<br />

sagrados para este aspecto litúrgico eran<br />

sitios especialmente labrados en<br />

temp<strong>los</strong> y santuarios, rodeando un<br />

agujero en el cual el sacerdote<br />

derramaba la chicha sagrada. El agujero


conducía el líquido sacrificial a las<br />

entrañas profundas de la tierra, al Ukju-<br />

Pacha, el mundo de las cavernas y de<br />

las oscuridades insondables. Mire usted,<br />

por ejemplo, la cabeza del cóndor<br />

sagrado en Macchu Pichu. Pero ahora<br />

ya no hay eso. Ahora el respetuoso de<br />

las antiguas tradiciones "paga la tierra"<br />

derramando sobre ella parte de la chicha<br />

que ha bebido y cumple así con la<br />

ofrenda ancestral. Y si usted va a una<br />

fiesta criolla y estamos tomando<br />

cerveza, verá usted cómo todos, al<br />

terminar de beber lo que le fue ofrecido<br />

en el vaso común, derraman al suelo<br />

una pequeña parte sobrante,<br />

generalmente sin darse cuenta que se<br />

está cumpliendo con el antiguo rito<br />

mágico de "pagar la tierra".<br />

Eso de "pagar la tierra" y<br />

derramar un poco o mucho del líquido<br />

ofrecido sobre el piso no es solamente<br />

peruano. Quizás somos <strong>los</strong> de por acá<br />

<strong>los</strong> que más lo hemos conservado, a<br />

sabiendas o no. Pero es un acto que nos<br />

viene a todos <strong>los</strong> grupos étnicos <strong>desde</strong><br />

el antiquísimo subconsciente colectivo.<br />

Los antiguos griegos y romanos<br />

hacían lo mismo. Bebían un poco del<br />

líquido de la ofrenda, y derramaban el<br />

resto sobre la tierra o sobre un animal<br />

sacrificial o sobre una parte del cuerpo<br />

que querían así santificar. A ese acto de<br />

derramar el líquido se denominaba libar<br />

y el acto se llamaba libación. Libar es<br />

un acto religioso. Vaya usted al<br />

diccionario si no lo cree. Pero ahora<br />

libar, por extensión hedonística, es<br />

245<br />

ingerir una bebida intoxicante o, en todo<br />

caso, tomar cualquier líquido agradable<br />

porque hasta las abejas y las mariposas<br />

liban el néctar de una flor, sin pensar en<br />

las deidades de la naturaleza. Pero<br />

régresemos a la chicha.<br />

La acción intoxicante de la<br />

chicha sagrada, que favorecía el<br />

desencadenamiento del trance místico,<br />

era reforzada, en el Perú del tiempo de<br />

la Conquista, con una sustancia<br />

evidentemente alucinatoria que en aquel<br />

tiempo se llamó "yale" o "espingo"<br />

según nos ha contado el Padre<br />

Villagómez. Ahora ya no sabemos qué<br />

era el "espingo". Este es uno de <strong>los</strong> más<br />

claros ejemp<strong>los</strong> de confusión histórica<br />

que ilustran una de las formas en las<br />

cuales <strong>los</strong> antiguos misioneros<br />

cristianos lograron hacer desaparecer<br />

muchas costumbres y ritos que<br />

integraban las "idolatrías" autóctonas.<br />

Si usted quiere ahora reforzar su<br />

chicha con espingo o ishpingo, va a<br />

entrar en un laberinto botánico


donde 10 único alucinante es el<br />

soberano desorden. Porque ahora le<br />

dicen espingo hasta a la madera con que<br />

han hecho la silla donde está usted<br />

sentado. El padre Soukup nos cuenta<br />

sobre las diversas especies vegetales<br />

que ahora se llaman así (*).<br />

Otra cosa que le agregaban a la<br />

chicha para obtener el trance místico era<br />

la Willka, que ahora ha sido identificada<br />

botánicamente como la semilla de un<br />

árbol que <strong>los</strong> botánicos llaman<br />

Anadenanthera colubrina.<br />

Fuera de las diversas chichas<br />

arriba mencionadas y que tienen una<br />

cierta identificación localística, en el<br />

Perú moderno se usa comúnmente la<br />

chicha de jora y la chicha morada.<br />

La chicha de jora, como hemos<br />

visto, está preparada a base de maíz<br />

germinado. Se produce la germinación<br />

en recipientes (crecederas) o "poyos"<br />

amplios, con humedad y tibieza que<br />

favorece ese proceso. Al germinar, <strong>los</strong><br />

almidones del maíz se transforman en<br />

azúcares. Cuando el grano se abre y el<br />

embrión con sus raicillas se muestra ya<br />

claramente,<br />

(*)Nota:<br />

Varias Lauráceas de <strong>los</strong> géneros Aniba, Ajonea,<br />

Eendlichera y Ocotea así como la Amburana<br />

cearensis (una Leguminosa) y la Jacaranda Copaia<br />

(una Bignoniácea) son llamadas vulgarmente espingo<br />

o ishpingo. Ninguna de ellas es alucin6gena. Todas<br />

huelen a canela.<br />

246<br />

se interrumpe el proceso y se seca el<br />

producto al solo tostándolo muy<br />

ligeramente. Se muele después, se le<br />

agrega abundante agua y se hierve<br />

largamente para después filtrado y<br />

dejado fermentar el tiempo necesario<br />

para obtener el grado alcohólico<br />

deseado.<br />

En diversas regiones del Perú,<br />

este proceso puede variarse agregándole<br />

azúcar blanca o negra, y modificando<br />

diversamente <strong>los</strong> pasos arriba descritos.<br />

La chicha morada es,<br />

generalmente, un refresco dulce, no<br />

fermentado, a base de maíz morado,<br />

azúcar y especias, generalmente canela<br />

y clavo. Y no me pregunte usted,<br />

querido lector, por qué le dicen "chicha"<br />

a un ritmo musical y por qué le dicen lo<br />

mismo a una imitación o falsificación<br />

de alguna obra artística. Si vamos a<br />

hablar también de eso, el de la imprenta<br />

nos va a cobrar más por la edición de<br />

estas páginas.<br />

Todas las chichas que bebemos<br />

en el Perú son en realidad cervezas. La<br />

cerveza de cebada fue traída por <strong>los</strong><br />

españoles y perfeccionada en el Perú<br />

por la tecnología alemana. Regrese<br />

usted, querido lector, al capítulo de la<br />

cebada para leer algo sobre la<br />

preparación de la malta. (pág. 153)


LAS CERVEZAS<br />

Hasta el siglo XVI, la única<br />

bebida alcohólica que se consumía en el<br />

Perú era la chicha, chicha de jora, de<br />

molle, de chuño, de yuca (mas ato ),<br />

etc., etc.. Era, como sigue siendo ahora,<br />

una bebida de contenido alcohólico<br />

relativamente bajo, similar al "ale" de<br />

<strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> primitivos europeos. A<br />

partir del siglo XVII, y ya iniciada la<br />

producción de vino, se inició la<br />

producción de pisco y de aguardiente de<br />

caña. Durante el siglo XVIII, el pueblo<br />

seguía consumiendo chicha en su gran<br />

mayoría indígeno-mestiza, con el vino y<br />

el pisco consumido principalmente por<br />

la élite criolla y europea, y el<br />

aguardiente de caña invadiendo<br />

lentamente <strong>los</strong> gustos de <strong>los</strong> estratos<br />

sociales inferiores. Con la<br />

Independencia, y a través de todo el<br />

siglo XIX, comenzó a desarrollarse el<br />

gusto por la cerveza de tipo europeo y, a<br />

finales de siglo, ya esta bebida echó<br />

raíces entre nosotros. Ahora, durante el<br />

siglo XX se enseñoreó en nuestro país<br />

invadiendo todas las capas de la<br />

sociedad y desplazando inclusive a la<br />

chicha, aún en <strong>los</strong> más alejados<br />

villorios.<br />

La primera fábrica de cerveza en<br />

el Perú, pasada ya la mitad del siglo<br />

XIX fue la del señor Aloyse Kiefer, un<br />

ciudadano de Alsacia, tronco de una<br />

notable familia peruana. El señor Kiefer<br />

se lanzó al ruedo en vista de la<br />

popularidad que iban adquiriendo las<br />

cervezas europeas y norteamericanas<br />

que llegaban en cantidades crecientes al<br />

247<br />

puerto del Callao.<br />

Luis Alberto Sánchez nos ha<br />

dejado un travieso libro sobre la historia<br />

de la cerveza en el Perú, especialmente<br />

enfocando la industria de <strong>los</strong> señores<br />

Backus y Johnston, que es una amplia<br />

fuente de información sobre cómo<br />

evolucionó el gusto y el consumo<br />

peruano de esta bebida.<br />

Después del señor Kiefer y de<br />

algún otro industrial que escapa a<br />

nuestra búsqueda, quienes realmente<br />

fueron <strong>los</strong> responsables por la<br />

instalación de una industria cervecera,<br />

como Dios manda, fueron <strong>los</strong> señores<br />

Jacobo Backus y John H. Johnston,<br />

nombres tan íntimamente ligados a la<br />

cerveza peruana.<br />

Ambos ciudadanos<br />

norteamericanos vinieron, ingenieros<br />

el<strong>los</strong>, como asistentes de Henry (don<br />

Enrique) Meiggs, a construir<br />

ferrocarriles por gestión del Presidente<br />

Balta. Les fue bien. Se enamoraron del<br />

Perú y metieron parte de su plata en<br />

comprar una fábrica de hielo que<br />

convirtieron después en la industria que<br />

hasta ahora sigue liderando la cerveza<br />

del país.<br />

Por si acaso no lo sabe usted, la<br />

fábrica de hielo, y la de cerveza que la<br />

heredó, estaba en lo que había sido la<br />

casa que el Virrey Amat le había<br />

regalado a la Sra. Micaela Villegas (es<br />

decir, la casa de la Perricholi,<br />

sonsonazo) y lo que usted ahora conoce<br />

como la cervecería más famosa del<br />

Perú, que ahora embriaga y divierte a un<br />

chorro de peruanos, fue el mismo sitio<br />

donde Doña Micaela hizo soñar


paradisíacos momentos al catalán virrey<br />

que un día se calentó y le clavó el<br />

epíteto peyorativo de Perricholí perra<br />

chola, y que es la digna antecesora de<br />

toditos <strong>los</strong> Amat de Lima. Brindemos<br />

pues, con un buen vaso de cerveza, a la<br />

memoria de Micaela y de todos <strong>los</strong><br />

Amat, y olvidémonos de 10 que algún<br />

guía turístico o algún intelectual<br />

trasnochado nos quiera mostrar, en la<br />

quinta Presa o en algún otro rincón<br />

apolillado de Lima, como la "casa de la<br />

Perricholi". Aquel<strong>los</strong> tórridos amores se<br />

diluyeron en hielo y en cerveza.<br />

La cerveza la inventó el hombre<br />

antes que el vino de uva; y el hecho de<br />

que <strong>los</strong> peruanos la hayamos<br />

descubierto tan tardíamente es culpa de<br />

nuestras propias circunstancias<br />

históricas. En la mitología griega anda<br />

escondido el dato que el dios Dionisio<br />

(Baco para <strong>los</strong> romanos) huyó de la<br />

Mesopotamia por que estaba hastiado<br />

de ver a <strong>los</strong> sumerios tan enviciados con<br />

una porquería de cerveza que fabricaban<br />

nada menos que con más del 40% de<br />

toda su producción de cereales. Tenían<br />

siete u ocho tipos de esa cerveza<br />

primitiva hecha de cebada y otras tantas<br />

variedades fabricadas con trigo y otros<br />

cereales y de acuerdo al código de<br />

Hammurabi (1750 a.c.), la calidad de<br />

estas cervezas primitivas pronto requirió<br />

una dura reglamentación en el control<br />

de calidad.<br />

Los egipcios aprendieron de <strong>los</strong><br />

sumerios, y en <strong>los</strong> antiguos jeroglíficos<br />

del Nilo vemos que preparaban el "hag",<br />

una cerveza cruda hecha de la cebada<br />

roja de aquel valle maravil<strong>los</strong>o. Y no<br />

248<br />

debió ser una cerveza de despreciar. Ya<br />

<strong>los</strong> faraones tenían vino de uva, pero la<br />

cerveza mantenía sus posiciones aún en<br />

las mesas nobles, y su contenido<br />

alcohólico era bien reconocido al punto<br />

de que un papiro egipcio de 1400 a.c.<br />

citado por Tannahill nos recomienda:<br />

"No te embriagues en las tabernas<br />

donde se vende la cerveza ("ale") pues<br />

la gente puede repetir las palabras que<br />

salieron de tu boca sin que te hayas<br />

dado cuenta de que las pronunciaste...".<br />

Durante el resto de la historia, la<br />

cerveza, fabricada generalmente a base<br />

de cebada germinada, fue la base del<br />

consumo alcohólico en <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong><br />

europeos. En la Edad Media, comenzó a<br />

fabricarse una cerveza más parecida a la<br />

actual, gracias a la adición de hierbas<br />

aromáticas y especialmente del lúpulo,<br />

un componente indispensable de la<br />

cerveza moderna.<br />

A <strong>los</strong> que les queda un poco de<br />

fibra patriotera, les diré que la cerveza<br />

moderna de todo el mundo no sería<br />

posible sin una antigua contribución<br />

peruana: Antes de terminar su<br />

preparación, la cerveza presenta un<br />

aspecto turbio debido a la presencia en<br />

su seno de partículas y filamentos<br />

proteicos como residuo de la<br />

fermentación. Para que a usted le<br />

puedan servir un vaso de ese líquido<br />

rubio y transparente que le gusta, es<br />

necesario destruir esas impurezas, 10<br />

que se logra agregándole una pequeña<br />

cantidad de papaína, una enzima<br />

proteolítica que se extrae de la papaya,<br />

fruta que parece haberse originado en el<br />

Antiguo Perú.


En realidad nadie ha dicho en<br />

serio que Noé "inventó" el vino. La<br />

Biblia es muy clara: "Y Noé, que era un<br />

labrador, comenzó a labrar la tierra, y<br />

plantó una viña... y bebiendo de su vino,<br />

quedó embriagado, y echóse<br />

desnudo dentro de su tienda".<br />

(Génesis 9: 20 y 21). La vid,<br />

madre del vino, era conocida<br />

<strong>desde</strong> hace más de 5,000 años<br />

en Mesopotamia. Y el vino, como tal,<br />

era anterior al vino de uva, pues lo<br />

hacían de dátiles y de higos <strong>los</strong><br />

sumerios primigenios.<br />

Diez años después del asesinato<br />

de Pizarro, cuando ya las cosas parecía<br />

que se estaban calmando, (¡vana<br />

esperanza!) y mientras se fundaba la<br />

Universidad de San Marcos, apareció en<br />

el mercado de la Lima naciente un buen<br />

cargamento de uvas, y unos pajecil<strong>los</strong><br />

tocaron la puerta de las nuevas casas<br />

para ofrecer a <strong>los</strong> caballeros españoles<br />

esa maravilla de fruta, largo tiempo<br />

ansiada en estas tierras tan alejadas de<br />

la Madre Patria. Don Hernando de<br />

Montenegro, uno de <strong>los</strong> primeros<br />

pobladores de esta joven ciudad de <strong>los</strong><br />

Reyes, había traído poco tiempo antes<br />

algunos sarmientos y el cariño con que<br />

<strong>los</strong> cuidó había dado el resultado<br />

apetecido en 1551.<br />

A la hora de cobrar, vino el lío.<br />

A raíz del reparto del botín de<br />

EL VINO Y EL PISCO<br />

249<br />

Cajamarca, casi veinte años atrás, <strong>los</strong><br />

precios de las cosas y el valor de <strong>los</strong><br />

metales preciosos habían entrado en un<br />

caos inflacionario digno de nuestros<br />

tiempos recientes pero escanda<strong>los</strong>o y,<br />

desquiciador entonces. Según<br />

las teorías en boga, hubo<br />

necesidad de controlar <strong>los</strong><br />

precios de bienes y servicios. El<br />

malo de la película, el que tenía<br />

tan penosa tarea, era el Licenciado Niño<br />

que sabía como viejo. Sin más ni más,<br />

le puso precio oficial a las uvas de Don<br />

Hernando: ¡Medio peso de oro la libra!<br />

Blasfemias, voto a tales, maldiciones.<br />

Pero la leyes la lee y el que es terco es<br />

terco. Los dos eran tercos y el asunto,<br />

dice el Padre Cobo, llegó hasta la Real<br />

Audiencia. No sé en qué paró todo esto,<br />

pero ya vemos aquí que esta clase de<br />

líos no son nuevos entre nosotros.<br />

La cuestión no ha de haber sido<br />

solamente cuestión de precios pues, en<br />

esos tiempos, había también el asunto<br />

de quién y cómo había sido el primero<br />

en cultivar qué. Desde 1522, diez años<br />

antes de lo de Cajamarca, existía una<br />

ordenanza dada por la Casa de<br />

Contratación de Sevilla en la cual se<br />

mandaba que "todos <strong>los</strong> barcos que<br />

salgan hacia el Nuevo Mundo, deberán<br />

llevar cepas" y no solamente era la vid.<br />

Los Reyes Católicos y Car<strong>los</strong> V habían<br />

mandado que se diesen dos barras


de plata al primero que en<br />

cualquier pueblo de españoles<br />

en el Nuevo Mundo lograse<br />

producir un fruto de España<br />

en la cantidad reglamentaria<br />

que, para el caso del vino,<br />

"había de ser cuatro arrobas".<br />

Debe haber habido mucho pleito<br />

y pocas barras de plata pues, hasta<br />

ahora, hay alguna discusión sobre quién<br />

o quiénes se llevaron el premio.<br />

Garcilaso nos habla de Francisco de<br />

Caravantes, uno de <strong>los</strong> primeros<br />

conquistadores (aunque no parece haber<br />

estado en Cajamarca). Era un caballero<br />

de Toledo, aparentemente de sangre<br />

azul, que hizo traer cepas <strong>desde</strong> las islas<br />

Canarias, así un poco más cerca, para<br />

que sufrieran menos acortando la larga<br />

travesía de dos anchos mares. Fue uva<br />

negra, como toda la que llegó en<br />

un principio, y todos coinciden en<br />

señalar que durante <strong>los</strong> primeros<br />

años de la Colonia solamente se<br />

tomó vino tinto o, a lo más,<br />

aloque que es como se llamaba lo<br />

que ahora denominamos vino<br />

"rosé".<br />

Otro que disputa la primacía de<br />

la uva es Bartolomé de Terrazas. En<br />

realidad, su nombre era Bartolomé<br />

Sánchez, así no más. Pero hubo en ese<br />

tiempo, aquí en el Perú, varios<br />

homónimos, por lo menos dos más. Y<br />

para diferenciarse y darse cierto tono<br />

nobiliario, este Sánchez adoptó el<br />

250<br />

nombre de su lugar de origen.<br />

No era tan de sangre azul,<br />

pero era hijo de un boticario<br />

allá en España,<br />

probablemente un hombre<br />

cultivado y estudioso que dio<br />

a su vástago una buena<br />

educación que le hizo decir a<br />

Garcilaso que era un hombre noble.<br />

Llegó con Almagro, fue fundador del<br />

Cusco, viajó a Chile y al regresar a la<br />

Ciudad Imperial, supo conservar el<br />

equilibrio entre pizarristas y almagristas<br />

y llegó a ser regidor de la ciudad.<br />

Dadivoso y amiguero, regalaba<br />

abundantemente las uvas de sus parrales<br />

a cuanto caballero de importancia<br />

estaba a su alcance, entre el<strong>los</strong> al<br />

Capitán Garcilaso, padre de nuestro<br />

cronista.<br />

Por último,<br />

mencionaremos también a<br />

Pedro López de Cazalla que<br />

hizo todo lo posible por ganar el<br />

premio, no por las barras de<br />

plata sino por el honor histórico,<br />

como nos dice Garcilaso. No<br />

que hubiera él cultivado las<br />

primeras uvas del Perú. Pero resulta que<br />

todos se comían la fruta y nadie hacía<br />

vino suficiente para juntar las cuatro<br />

arrobas de reglamento. Don Pedro, que<br />

había sido secretario del presidente La<br />

Gasca, era vecino del Cusco y tenía<br />

unas tierras en Marcahuasi (a unos<br />

cuarenta kilómetros de la ciudad)<br />

donde,


con la ayuda de un agrónomo<br />

portugués, Alfonso Vaez, cultivó<br />

amplios viñedos, prohibió que nadie<br />

comiera la fruta, y se dedicó, ahora sí, a<br />

producir vino.<br />

Lo cierto es que, cuando el<br />

cronista-soldado Cieza paseaba por el<br />

Perú de 1553, encontró viñas en todo el<br />

territorio nacional, pero también<br />

encontró que el vino era muy<br />

escaso. Hasta entonces, <strong>los</strong><br />

glotones ganaban a <strong>los</strong><br />

borrachos. La escasez era tan<br />

severa que en 1555 no había<br />

vino ni para decir misa y la<br />

Consagración se hacía con unas<br />

gotas de vino en un copón lleno<br />

de agua. Felizmente, en una<br />

búsqueda casi inquisitorial, el<br />

Arzobispo Gerónimo Loayza logró<br />

encontrar media botija del precioso<br />

líquido escondida en algún desván y con<br />

eso se medio solucionó la horrenda<br />

crisis. Al poco tiempo arribó al Callao<br />

un bajel con dos mil botijas que fueron<br />

vendidas a precio de oro y<br />

administradas cuidadosamente de allí en<br />

adelante. Para dar nos una idea, basta<br />

leer <strong>los</strong> relatos de esa época cuando era<br />

frecuente que el anfitrión ostentoso<br />

sirviese copas llenas de vino a todos sus<br />

comensales y era de buen gusto y<br />

excelente educación no tocar el vino<br />

ofrecido para que éste pudiera ser<br />

devuelto intacto a las bodegas del<br />

dadivoso dueño de casa.<br />

Pero como todo pasa en el Perú,<br />

esto también pasó. Los agricultores se<br />

251<br />

crecieron ante el reto y, pocas décadas<br />

más tatdll, tos valles de la costa<br />

peruana, Uma, Pisco, Chincha, lea,<br />

Moquegua, Locumba, etc., comenzaron<br />

a producir tal cantidad de vino que se<br />

convirtieron en la fuente inacabable de<br />

este regalo de <strong>los</strong> dioses. Baco se<br />

enseñoreó en las costas del Perú y el<br />

Padre Cobo nos dice, a mediados del<br />

siglo XVII, que de aquí salían cada año<br />

lo menos cien navíos cargados<br />

de vino para Chile, Panamá y<br />

Guatemala. La cosa se puso<br />

brava y <strong>los</strong> que de España<br />

mandaban vinos al Nuevo<br />

Mundo vieron agotarse sus<br />

entradas y protestaron<br />

amargamente, lo que indujo a la<br />

Corona a prohibir la<br />

exportación de vino peruano a Panamá<br />

y a Centroamérica, mandato que no<br />

duró mucho tiempo porque el Nuevo<br />

Mundo protestó ya que el vino de<br />

España resultaba muy caro y "viajaba<br />

mal". En 1630, salieron de Pisco<br />

150,000 botijas de vino y <strong>desde</strong><br />

entonces, hasta fines del siglo pasado, el<br />

Perú a través de Pisco, lea y Moquegua<br />

se transformó en el mayor productor de<br />

vino y de aguardiente en este<br />

Continente. Vea todo esto, el lector<br />

interesado, en el excelente libro sobre<br />

"El Pisco" que editó el Banco Latino en<br />

1990. Pero hablemos ahora del Pisco:<br />

!Oh néctar de <strong>los</strong> dioses!<br />

!Oh, divino portento!<br />

¿Qué haces afuera?<br />

!Métete adentro!


Ya sabemos, por las Sagradas<br />

Escrituras, que el vino lo usaba ya Noé,<br />

lo que le produjo un serio conflicto<br />

doméstico por haberse embriagado.<br />

Sabemos también que las uvas no las<br />

descubrió él sino que eran conocidas<br />

<strong>desde</strong> <strong>los</strong> más antiguos tiempos de<br />

Mesopotamia y de Egipto tal como<br />

podemos ver en <strong>los</strong> antiquísimos<br />

grabados de las viejas civilizaciones.<br />

Pero ni a Noé ni a <strong>los</strong> faraones se les<br />

ocurrió destilar el vino o el mosto para<br />

obtener el aguardiente. Para eso tuvo<br />

que pasar mucho tiempo y recién al<br />

final de la Edad Media <strong>los</strong> alquimistas<br />

empezaron a buscar el espíritu de las<br />

cosas y a averiguar por dónde andaban<br />

esas sustancias que ahora llamamos<br />

"principios activos".<br />

El espíritu del vino es el alcohol.<br />

Por eso, nuestros primos del Norte le<br />

252<br />

dicen "spirits" a las bebidas de alcohol<br />

destilado. Y usted y yo nos<br />

emborrachamos si consumimos bebidas<br />

espirituosas. Noé no sabía nada de eso y<br />

<strong>los</strong> españoles aprendieron a fabricar<br />

bebidas espirituosas gracias a <strong>los</strong><br />

alquimistas y a <strong>los</strong> árabes. Alcohol y<br />

alambique son palabras árabes, mi<br />

querido lector. Desde luego, cuando ya<br />

<strong>los</strong> borrachos ganaron a <strong>los</strong> glotones y<br />

las uvas se emplearon en grandes<br />

cantidades para hacer vino, a alguien<br />

con más ansias de pachanga se le<br />

ocurrió empezar a destilar el vino y el<br />

mosto. No sabemos realmente quién fue<br />

el primero, pero sí tenemos noticia de la<br />

primera noticia, que fue el testamento<br />

de un señor griego, Pedro Manuel, que<br />

vivía en lea y que dejó cuidadosamente<br />

escrita su última voluntad inventariando<br />

una buena cantidad de "botijuelas" de<br />

aguardiente


y todo el equipo necesario para destilar<br />

y preparar tan importante producto. El<br />

testamento, encontrado por Don<br />

Lorenzo de Huertas hace poco tiempo<br />

está fechado en 1613, pero es claro que<br />

el griego iqueño estaba preparando el<br />

“puro de Ica” <strong>desde</strong> algunos años a esa<br />

parte. Así es que bien podemos decir<br />

que el aguardiente peruano<br />

comienzos de sig<strong>los</strong> XVII.<br />

Pero lea queda tierra adentro<br />

y, para exportar sus productos, ha<br />

dependido siempre del puerto de Pisco.<br />

Un paréntesis para recordar que el<br />

vocablo “pisco” es el nombre con el que<br />

se denominan unos lindos pajaritos de<br />

colores muy comunes en grandes<br />

cantidades en ese valle. Ya no hay (pero<br />

ahora, si tomas un buen pisco en<br />

cantidades adecuadas, ves pajaritos de<br />

colores). Antes había, de verdad, y por<br />

grandes bandadas pero, por una razón o<br />

por otra, se han extinguido y solamente<br />

253<br />

quedan, en toda la costa, las enormes<br />

bandadas de aves guaneras, grandes<br />

pajarracos grises, que a veces hasta<br />

oscurecen la luz del sol. Más de un<br />

literato daltónico dice que esos son <strong>los</strong><br />

“piscos”, pero no es así.<br />

De todas formas, Pisco es<br />

Pisco, el puerto lindo de <strong>los</strong><br />

pajaritos y pajarrotes. Y por esa<br />

lindarada, <strong>desde</strong> el siglo XVII,<br />

salen <strong>los</strong> navíos cargados del<br />

famoso aguardiente de uva que en<br />

todo el mundo se conoce como “pisco”<br />

y que, con la patente que da la historia,<br />

con el buen comportamiento comercial<br />

y con el respeto por la ética y por la<br />

cultura, es peruano hasta lo mas<br />

espirituoso de su aromática sustancia. El<br />

nombre de “pisco” aparece así en<br />

docenas de documentos antiguos y ese<br />

nombre esta ligado a la tradición del<br />

buen beber en el Perú como puede usted<br />

ver, querido lector, revisando la<br />

literatura a su alcance, que es abundante<br />

y amena.<br />

El pisco, ya sin comillas y con el<br />

orgullo de su ciudadanía peruana, no<br />

tuvo que competir, a partir del siglo<br />

pasado, con el aguardiente de caña de<br />

azúcar que se producía en grandes<br />

cantidades en el valle vecino de Nasca.<br />

Muchos le llamaban “nasca” a ese ron<br />

tan embriagador, y de allí viene el<br />

comentario de que un amigo mío anda<br />

siempre “entre pisco y nasca”. Es un<br />

decir… Lo cierto


es que a mi amigo le gusta el<br />

aguardiente. De uva, de caña o de lo que<br />

buenamente venga. Y, como decía el<br />

siglo pasado "El Murciélago", le gusta<br />

tomar "las once". No a las once de la<br />

mañana o de la noche, sino "las once".<br />

Las once letras del "a-g-u-a-r-d-i-e-n-te"<br />

Y volviendo al pisco. Este es un<br />

nombre geográfico, en relación directa<br />

con la rada de Pisco, unida<br />

históricamente al aguardiente de uva<br />

que allí se producía. Es como hablar de<br />

"champagne" o de "Cognac". Si el<br />

producto no está físicamente unido a<br />

esas regiones geográficas de Francia,<br />

podrás fabricar imitaciones de vino<br />

blanco espumoso "tipo champagne" o<br />

de aguardiente "tipo cognac", pero no<br />

plagiar irresponsablemente una<br />

denominación consagrada por la<br />

tradición y la historia.<br />

EL CHOCOLATE CACAO<br />

(Theobroma cacao)<br />

Cuando Colón recorría las costas<br />

de Honduras en su cuarto viaje,<br />

comentó que las "dos cosas nuevas" que<br />

más habían impresionado a las gentes<br />

de buen gusto en el Viejo Mundo (entre<br />

las cuales se incluía el mismo Don<br />

Cristóbal), eran el pavo y el cacao. Del<br />

pavo ya hemos hablado al tratar sobre<br />

las carnes. Dediquemos ahora unas<br />

líneas a esa maravil<strong>los</strong>a contribución<br />

americana a la alimentación mundial<br />

254<br />

que es el cacao y, como su original<br />

empleo era como bebida, la estamos<br />

poniendo en este capítulo, aunque ahora<br />

comemos el cacao sólido, líquido y en<br />

todas las formas posibles, y no falta<br />

quien lo usa en forma gaseosa, como<br />

escondido componente en la industria<br />

perfumera.<br />

No había pasado ni un año de la<br />

llegada de Don Hemán Cortés al<br />

Imperio Azteca cuando ya el<br />

conquistador le había enviado a Car<strong>los</strong><br />

V una muestra de cacao diciéndole que<br />

<strong>los</strong> aztecas usaban estas "almendras"<br />

como moneda y que tostadas, molidas y<br />

desleídas en agua constituían un "agua<br />

amarga" (chocol-atl) que era muy<br />

estimulante, y reconfortaba a la élite<br />

imperial mexicana y a <strong>los</strong> deportistas y<br />

guerreros fatigados.<br />

Bemandino de Sahagún escribió,<br />

poco tiempo después, que <strong>los</strong> .naturales<br />

de México tomaban esta bebida con pan<br />

de maíz y la preparaban con diversos<br />

aditivos: miel... varias clases de frutas...<br />

y, aunque usted no lo crea, con diversos<br />

tipos de ají. Esta última combinación no


es del todo bizarra como podría parecer.<br />

En la comida típica mexicana<br />

contemporánea, el "mole negro" es una<br />

salsa a base de cacao y tres clases<br />

diferentes de ají ¡Delicioso!<br />

De acuerdo con lo que hemos<br />

podido averiguar, <strong>los</strong> aztecas recibían el<br />

cacao <strong>desde</strong> regiones situadas al sur de<br />

su imperio y algunos piensan que fue<br />

importado <strong>desde</strong> las etnias mayas de<br />

Chiapas. Ahora, <strong>los</strong> de Chiapas les están<br />

sacando el chocolate a <strong>los</strong> mexicanos<br />

del norte. Es más, <strong>los</strong> paleobotánicos<br />

nos dicen que lo más probable es que el<br />

cacao se haya originado en la hoya<br />

amazónica donde viven muchos<br />

parientes cercanos a esta especie. Pero<br />

no por eso hemos de quitarle la más<br />

pequeña dosis de mérito a <strong>los</strong><br />

mexicanos que realizaron todas las<br />

modificaciones, recetas y aplicaciones<br />

para el consumo humano del cacao.<br />

En su "Historia del Nuevo<br />

Mundo", publicada en 1565, Gerolamo<br />

Benzoni hace ascos a aquella mezcla<br />

preparada con cacao y con ají que "más<br />

parece una bebida de cerdos que de<br />

hombres". Pero alguien lo convenció<br />

después, porque más adelante nos<br />

cuenta que la bebió un día a falta de<br />

vino y que, a pesar del mal sabor..."<br />

sacia y conforta el cuerpo sin<br />

embriagar…"<br />

Recién en 1631 aparece por ahí<br />

una receta que en algo se aproxima a lo<br />

que ahora hacemos con el cacao: Don<br />

Antonio. Colmenero de Ledesma es el<br />

primero que recomienda echarle azúcar,<br />

255<br />

vainilla, canela, rosas en polvo y,<br />

todavía, su buena dosis de ají. De otra<br />

fuente contemporánea nos llega la<br />

receta más completa: "Para cada cien<br />

semillas de cacao tostado debe<br />

agregarse dos pimientos picantes (ají),<br />

una taza de flores de vainilla, seis rosas<br />

pulverizadas, dos dracmas de canela,<br />

una docena de almendras, otra de<br />

nueces y media libra de azúcar." ...<br />

Todo eso se molía mezclándolo bien y<br />

se desleía después en agua caliente.<br />

Dicen que la princesa castellana<br />

María Teresa de Austria, que casócon<br />

Luis XIV, era muy go<strong>los</strong>a y que ella fue<br />

la responsable de la introducción del<br />

chocolate en Francia a mediados del<br />

siglo XVII. Hay quien duda de esto, sin<br />

embargo, diciendo que en esa época no<br />

era todavía popular esta bebida en<br />

España. Lo era, sí, en las nobles mesas<br />

de Florencia. En la segunda mitad de<br />

ese siglo, Francesco Redi, que era<br />

médico de Cósimo Medici,<br />

recomendaba las buenas propiedades<br />

medicinales del chocolate.<br />

Pero aún no se le ocurría a nadie<br />

mezclar el chocolate con la leche. Lo<br />

mezclaban con té, con café, con<br />

diversas especias, pero siempre con<br />

agua. Caliente o fría... La leche llegó al<br />

chocolate recién a mediados del siglo<br />

XVIII. Muy pronto <strong>los</strong> españoles,<br />

cediendo al empuje de <strong>los</strong> que habían<br />

residido en México y en el Perú,<br />

adoptaron esta estimulante sustancia<br />

mezc1ándola con cuanto pudieron<br />

imaginar para confeccionar con el cacao<br />

no solamente "aguas


amargas" sino bebidas calientes, dulces,<br />

postres y salsas. La confitería francesa,<br />

suiza e italiana se subieron al carro y<br />

ahora se pelean el mérito de preparar<br />

industrialmente <strong>los</strong> mejores chocolates,<br />

cocoa, bombones y todo 10 que ves al<br />

entrar a una tienda de comestibles.<br />

Solamente para dejar una nota<br />

chauvinista, y prometiendo<br />

solemnemente no regresar con esta<br />

impertinencia, apuntaremos aquí que<br />

son oriundas de nuestra selva<br />

amazónica dos primas hermanas del<br />

cacao: el cupuazú (Theobroma<br />

grandiflora) y el macambo (Theobroma<br />

bicolor) que, junto con otras parientes<br />

que merodean por ahí, hacen pensar a<br />

algunos botánicos que, si bien el<br />

chocolate preparado es mero, mero<br />

mexicano, el cacao primitivo parece<br />

haberse originado por aquí cerca.<br />

Sea cual sea su origen en la<br />

profundidad de <strong>los</strong> sig<strong>los</strong> <strong>oscuros</strong>, lo<br />

cierto es que, a partir de la Conquista<br />

Española, el centro de cultivo del cacao,<br />

con miras hacia el consumo europeo, se<br />

centró en la costa caribeña de<br />

Sudamérica, especialmente en<br />

Venezuela y en Curazao; y a fines del<br />

siglo pasado, el mayor productor<br />

mundial era el Ecuador que, por<br />

desgracia, cayó víctima del monocultivo<br />

y sufrió una dolorosa tragedia<br />

económica con el drama inexorable de<br />

una epidemia que, en 1918, destruyó en<br />

pocos años la mayor parte de las<br />

plantaciones.<br />

256<br />

El Brasil, la Isla Trinidad, la<br />

costa occidental del África, Ceilán y la<br />

Malasia han ocupado después sucesivos<br />

primeros puestos en la producción<br />

mundial de este vegetal que es ahora un<br />

producto de primera necesidad que,<br />

<strong>desde</strong> el tiempo de Linneo, recibió el<br />

nombre técnico de Theobroma, es decir,<br />

"alimento de <strong>los</strong> dioses" .<br />

Fuera de <strong>los</strong> dulces y otros<br />

preparados industriales de cacao, el<br />

consumo doméstico del chocolate con<br />

leche es tradicional tanto en México<br />

como en el Perú. Una taza de chocolate<br />

para iniciar una linda tertulia familiar da<br />

calor de amistad al grupo más frío al<br />

comienzo de la noche. Pero a cada uno<br />

le gusta un poco diferente de 10 que le<br />

gusta al vecino. Yo tenía una vieja tía<br />

que, cuando invitaba a su casa, a la hora<br />

del chocolate, le preguntaba a cada uno<br />

de sus invitados cómo le gustaba<br />

tomado. A éste le gustaba espeso, al de<br />

allá con bastante azúcar, al de por acá le<br />

gustaba ralito, al otro amargo... en fin.<br />

Ella apuntaba religiosamente y con<br />

benevolente acuciosidad <strong>los</strong> deseos de<br />

cada uno. Llegaba así a la cocina y<br />

preparaba una olla de chocolate como le<br />

daba la gana. Servía las tazas<br />

individuales con la mezcla homogénea,<br />

las ponía a todas en una bandeja y salía<br />

a la sala...<br />

- "A usted, espesito ¿no? " le<br />

daba cualquier taza.<br />

- " y a usted medio amarguito<br />

¿verdad?" y le endilgaba otra taza<br />

cualquiera.<br />

Créame usted, amigo, que todo


el mundo quedaba encantado de la<br />

cuidadosa y amable hospitalidad de la<br />

257<br />

tía Sarita...


ÍNDICE ANALÍTICO<br />

Achiote 164 Chocolate 240<br />

Achira 72 Ciruelas 118<br />

Ají 157 Cítricos 122<br />

Ajo 171 Coca 197<br />

Ajonjolí 136 Coca-Cola 236<br />

Algarrobo 212 Cocona 115<br />

Anís 184 Comino 186<br />

Anonas 114 Costilla de Adán 118<br />

Apio 189 Chocho 208<br />

Arracacha 75 Clavo de olor 175<br />

Arroz 153 Culantro 186<br />

Avena 154 Cúrcuma 179<br />

Betarraga 91 Cuy 223<br />

Cacao 254 Dátil 127<br />

Fresa 117<br />

Café 240 Frijoles 202<br />

Calabazas 99 Fríjol de palo 205<br />

Camote 71 Girasol 147<br />

Canela 172 Granada 121<br />

Caña de azúcar 182 Granadilla 113<br />

Guanábano 115<br />

Carambola 131 Guava 102<br />

Carnes 218 Guayaba 216<br />

Cebada 152 Hierba Buena 190<br />

Cebolla 171 Higo 123<br />

Centeno 152 Hinojo 183<br />

Cerveza 247 Hortalizas 192<br />

Chicha. 241 Huacatay 169<br />

Chincho 169 Huito 116<br />

Chirimoya 114 Jícama 76<br />

Kañiwa 140 Papaya 108<br />

Kiwicha 141 Papaya arequipeña 110<br />

Legumbres 200 Pasionarias 113<br />

Limón 122 Pato 217<br />

Lúcuma 112 Pavo 223<br />

Pepino 111<br />

Maca 74 Perejil 184<br />

258


Maíz 142 Pimienta 174<br />

Maní 88 Piña 105<br />

Mango 125 Pisco 249<br />

Manzanilla 181 Plátano 126<br />

Maracuyá 114<br />

Marañón 116 Quinua 138<br />

Mashua 77 Rábano 91<br />

Mauka 78 Remolacha 91<br />

Mejorana 188 Romero 185<br />

Menestras 200 Sajino 229<br />

Menta 190 Tamarindo<br />

Tarwi 208<br />

Molle 161 Té 239<br />

Mostaza 175 Tomate 93<br />

Nabo 91 Tomate de Arbol 97<br />

Naranjo 122 Tomillo 187<br />

Naranjo de Quito 123 Toronjil 188<br />

Níspero 125 Trigo 150<br />

Oca 79 Tumbo 114<br />

Oliva 176 Tuna 119<br />

Olluco 80 Uvas 129<br />

Orégano 188 Vainilla 163<br />

Pacae Vino 249<br />

Paico 169 Willka 214<br />

Palillo 179 Yacón 87<br />

Palta 98 Yerba Luisa 182<br />

Pallares 206 Yuca 89<br />

Pan de Árbol 97 Zanahoria 75<br />

Papa 81<br />

259


BIBLIOGRAFIA Y<br />

LECTURAS RECOMENDADAS<br />

ALDAVE PAJARES A. Algas.- Editorial Libertad. Trujillo. 1989<br />

ANTÚNEZ DE MAYOLO, S.E.- La Nutrición en el Antiguo Perú.- Bco. Central de<br />

Reserva. Perú. 1981.<br />

ARROWHEAD, M.- Puple pancakes.- American Health. March 1987.<br />

BONAVÍA, D.- Los Gavilanes. COFIDE. Lima. 1982.<br />

BONAVÍA. D y A. GROBMAN.- Andean maize: its origins and domestication.<br />

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