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pulorum progressio), de 1967: «El desarrollo<br />
no se reduce al simple crecimiento<br />
económico. Para ser auténtico<br />
debe ser integral, es decir, promover a<br />
todos los hombres y a todo el hombre»<br />
(1). Importa recordar esta enseñanza<br />
fundamental acerca de la naturaleza<br />
del desarrollo y recuperar su<br />
verdad primordial al reflexionar sobre<br />
los retos específicos que los PMA<br />
plantean a esta conferencia ministerial.<br />
Desde 1967, se han propuesto y<br />
sometido a prueba numerosas teorías<br />
y enfoques del desarrollo, lo que ha<br />
dado lugar a una comprensión mucho<br />
más profunda de los complejos y<br />
cambiantes desafíos que cualquier estudio<br />
de este tema presenta. Sigue<br />
siendo, sin embargo, cierto que hay<br />
todavía millones de personas que tienen<br />
poco o ningún acceso a los bienes<br />
y beneficios que ofrece el desarrollo.<br />
Una evaluación honrada de los<br />
avances registrados es la que se refleja<br />
en las palabras del Santo Padre, que<br />
escribe que «el progreso […] sigue<br />
siendo aún un problema abierto, que<br />
se ha hecho más agudo y perentorio<br />
por la crisis económico-financiera que<br />
se está produciendo. Aunque algunas<br />
zonas del planeta que sufrían la pobreza<br />
han experimentado cambios<br />
notables en términos de crecimiento<br />
económico y participación en la producción<br />
mundial, otras viven todavía<br />
en una situación de miseria comparable<br />
a la que había en tiempos de Pablo<br />
VI y, en algún caso, puede decirse<br />
que peor» (2).<br />
En otras muchas evaluaciones, con<br />
inclusión del mencionado Informe de<br />
la UNCTAD, se nos ha recordado que<br />
un marco amplio e integrador para el<br />
desarrollo internacional resulta esencial<br />
si se quieren lograr resultados duraderos.<br />
La tradición de la doctrina<br />
social católica ha identificado los siguientes<br />
pilares de dicho marco: el<br />
respeto a la dignidad humana, la tutela<br />
de los derechos humanos, el cuidado<br />
de la creación, la participación en<br />
la comunidad, la subsidiariedad y la<br />
solidaridad. Otros pilares que se consideran<br />
constitutivos de un plan de<br />
desarrollo integral son: la educación,<br />
la explotación de recursos naturales,<br />
973<br />
la agricultura, la industria, el comercio,<br />
los servicios financieros, la infraestructura<br />
y la tecnología.<br />
Continuando nuestra reflexión sobre<br />
los desafíos específicos que plantea<br />
el desarrollo de los PMA, sigue resultando<br />
imprescindible que estos pilares<br />
sirvan de guía en nuestros<br />
esfuerzos por promover y mantener<br />
un enfoque del desarrollo que sea integral<br />
y auténticamente humano (3).<br />
5<br />
El segundo tema se refiere al<br />
tipo de crecimiento necesario<br />
para un desarrollo humano integral.<br />
Toda aproximación al problema del<br />
desarrollo debe reconocer que «el desarrollo<br />
del hombre y de los pueblos<br />
depende también de las soluciones<br />
que se den a los problemas de carácter<br />
espiritual. El desarrollo debe abarcar,<br />
además de un progreso material,<br />
uno espiritual» (4). Con demasiada<br />
frecuencia, el uso de métricas cuantificables<br />
y de criterios económicos para<br />
medir fenómenos como el PIB o el estrecho<br />
horizonte de crecimiento del<br />
mercado de valores no logra captar<br />
toda la medida de lo que significa ser<br />
humano, no tiene en cuenta la dimensión<br />
trascendente de la persona ni,<br />
por lo tanto, lo necesario para fomentar<br />
el desarrollo integral de la persona.<br />
En consecuencia, el crecimiento que<br />
promueve el «desarrollo humano integral»<br />
es el que incluye los pilares que<br />
quedan mencionados, y se evalúa<br />
conforme a la eficacia con que promueve<br />
el desarrollo y las comunidades<br />
sostenibles, crea puestos de trabajo<br />
decente, alivia la pobreza de la<br />
gente y protege el medio ambiente.<br />
Un modelo de crecimiento que incluya<br />
tales objetivos generará un ciclo<br />
económico y comercial interno sostenible,<br />
respetuoso con el medio ambiente<br />
y promotor de desarrollo. Entre<br />
los elementos necesarios para este<br />
modelo de crecimiento –especialmente<br />
en los PMA– se incluyen un sector<br />
agrícola dinámico y la creación de<br />
empleo en toda una serie de sectores<br />
que involucren al gran número de<br />
personas que se incorporan al mundo<br />
laboral.<br />
En los PMA, por ejemplo, el valor<br />
añadido agrícola de los trabajadores<br />
Documentación<br />
aumentó tres veces más lentamente<br />
que el PIB per cápita durante los últimos<br />
veinte años. Al mismo tiempo, la<br />
dependencia de los PMA respecto a<br />
los productos alimentarios importados<br />
ha registrado un gran incremento,<br />
triplicándose entre 2000 y 2008.<br />
Como consecuencia de ello, la mayoría<br />
de las personas que sufren de malnutrición<br />
y de hambre forma parte de<br />
los 2.500 millones de seres humanos<br />
que dependen de la agricultura para<br />
su sustento diario.<br />
Por este motivo, todo modelo de<br />
crecimiento que se adopte debe reconocer<br />
y afianzar el papel crucial de la<br />
agricultura en la actividad económica,<br />
reduciendo así la malnutrición en las<br />
zonas rurales y aumentando la producción<br />
por persona con el fin de<br />
acrecentar la independencia alimentaria<br />
local, regional o nacional.<br />
Se requieren inversiones para mejorar<br />
la productividad en las áreas de<br />
simientes, de formación y de compartición<br />
de aperos de labranza y de medios<br />
para la comercialización. También<br />
se precisan cambios estructurales con<br />
arreglo a la situación específica de<br />
cada Estado. Por ejemplo, tenemos<br />
que garantizar la seguridad de la tenencia<br />
de la tierra para los agricultores,<br />
especialmente para los pequeños<br />
terratenientes. El derecho consuetudinario<br />
de propiedad de la tierra pueden<br />
ser objeto de un replanteamiento.<br />
Un derecho de propiedad claro brinda<br />
al agricultor la posibilidad de pignorar<br />
su tierra a cambio de un crédito de<br />
campaña para comprar los insumos<br />
necesarios. Además, el objetivo de la<br />
tenencia de la tierra se ha vuelto ahora<br />
cada vez más importante ante la<br />
expansión del fenómeno de la apropiación<br />
de tierras. En el África subsahariana,<br />
el 80% de la tierra está ocupada<br />
por pobres que carecen de título<br />
de propiedad.<br />
En todos los sectores de la sociedad,<br />
de la agricultura a la industria y<br />
a la prestación de servicios, hay que<br />
recordar que es trabajo decente el<br />
que, «en cualquier sociedad, sea expresión<br />
de la dignidad esencial de<br />
todo hombre o mujer: un trabajo libremente<br />
elegido, que asocie efectivamente<br />
a los trabajadores, hombres<br />
Número 3.576 25 de junio de 2011 29