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ECCLESIA 3576

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pulorum progressio), de 1967: «El desarrollo<br />

no se reduce al simple crecimiento<br />

económico. Para ser auténtico<br />

debe ser integral, es decir, promover a<br />

todos los hombres y a todo el hombre»<br />

(1). Importa recordar esta enseñanza<br />

fundamental acerca de la naturaleza<br />

del desarrollo y recuperar su<br />

verdad primordial al reflexionar sobre<br />

los retos específicos que los PMA<br />

plantean a esta conferencia ministerial.<br />

Desde 1967, se han propuesto y<br />

sometido a prueba numerosas teorías<br />

y enfoques del desarrollo, lo que ha<br />

dado lugar a una comprensión mucho<br />

más profunda de los complejos y<br />

cambiantes desafíos que cualquier estudio<br />

de este tema presenta. Sigue<br />

siendo, sin embargo, cierto que hay<br />

todavía millones de personas que tienen<br />

poco o ningún acceso a los bienes<br />

y beneficios que ofrece el desarrollo.<br />

Una evaluación honrada de los<br />

avances registrados es la que se refleja<br />

en las palabras del Santo Padre, que<br />

escribe que «el progreso […] sigue<br />

siendo aún un problema abierto, que<br />

se ha hecho más agudo y perentorio<br />

por la crisis económico-financiera que<br />

se está produciendo. Aunque algunas<br />

zonas del planeta que sufrían la pobreza<br />

han experimentado cambios<br />

notables en términos de crecimiento<br />

económico y participación en la producción<br />

mundial, otras viven todavía<br />

en una situación de miseria comparable<br />

a la que había en tiempos de Pablo<br />

VI y, en algún caso, puede decirse<br />

que peor» (2).<br />

En otras muchas evaluaciones, con<br />

inclusión del mencionado Informe de<br />

la UNCTAD, se nos ha recordado que<br />

un marco amplio e integrador para el<br />

desarrollo internacional resulta esencial<br />

si se quieren lograr resultados duraderos.<br />

La tradición de la doctrina<br />

social católica ha identificado los siguientes<br />

pilares de dicho marco: el<br />

respeto a la dignidad humana, la tutela<br />

de los derechos humanos, el cuidado<br />

de la creación, la participación en<br />

la comunidad, la subsidiariedad y la<br />

solidaridad. Otros pilares que se consideran<br />

constitutivos de un plan de<br />

desarrollo integral son: la educación,<br />

la explotación de recursos naturales,<br />

973<br />

la agricultura, la industria, el comercio,<br />

los servicios financieros, la infraestructura<br />

y la tecnología.<br />

Continuando nuestra reflexión sobre<br />

los desafíos específicos que plantea<br />

el desarrollo de los PMA, sigue resultando<br />

imprescindible que estos pilares<br />

sirvan de guía en nuestros<br />

esfuerzos por promover y mantener<br />

un enfoque del desarrollo que sea integral<br />

y auténticamente humano (3).<br />

5<br />

El segundo tema se refiere al<br />

tipo de crecimiento necesario<br />

para un desarrollo humano integral.<br />

Toda aproximación al problema del<br />

desarrollo debe reconocer que «el desarrollo<br />

del hombre y de los pueblos<br />

depende también de las soluciones<br />

que se den a los problemas de carácter<br />

espiritual. El desarrollo debe abarcar,<br />

además de un progreso material,<br />

uno espiritual» (4). Con demasiada<br />

frecuencia, el uso de métricas cuantificables<br />

y de criterios económicos para<br />

medir fenómenos como el PIB o el estrecho<br />

horizonte de crecimiento del<br />

mercado de valores no logra captar<br />

toda la medida de lo que significa ser<br />

humano, no tiene en cuenta la dimensión<br />

trascendente de la persona ni,<br />

por lo tanto, lo necesario para fomentar<br />

el desarrollo integral de la persona.<br />

En consecuencia, el crecimiento que<br />

promueve el «desarrollo humano integral»<br />

es el que incluye los pilares que<br />

quedan mencionados, y se evalúa<br />

conforme a la eficacia con que promueve<br />

el desarrollo y las comunidades<br />

sostenibles, crea puestos de trabajo<br />

decente, alivia la pobreza de la<br />

gente y protege el medio ambiente.<br />

Un modelo de crecimiento que incluya<br />

tales objetivos generará un ciclo<br />

económico y comercial interno sostenible,<br />

respetuoso con el medio ambiente<br />

y promotor de desarrollo. Entre<br />

los elementos necesarios para este<br />

modelo de crecimiento –especialmente<br />

en los PMA– se incluyen un sector<br />

agrícola dinámico y la creación de<br />

empleo en toda una serie de sectores<br />

que involucren al gran número de<br />

personas que se incorporan al mundo<br />

laboral.<br />

En los PMA, por ejemplo, el valor<br />

añadido agrícola de los trabajadores<br />

Documentación<br />

aumentó tres veces más lentamente<br />

que el PIB per cápita durante los últimos<br />

veinte años. Al mismo tiempo, la<br />

dependencia de los PMA respecto a<br />

los productos alimentarios importados<br />

ha registrado un gran incremento,<br />

triplicándose entre 2000 y 2008.<br />

Como consecuencia de ello, la mayoría<br />

de las personas que sufren de malnutrición<br />

y de hambre forma parte de<br />

los 2.500 millones de seres humanos<br />

que dependen de la agricultura para<br />

su sustento diario.<br />

Por este motivo, todo modelo de<br />

crecimiento que se adopte debe reconocer<br />

y afianzar el papel crucial de la<br />

agricultura en la actividad económica,<br />

reduciendo así la malnutrición en las<br />

zonas rurales y aumentando la producción<br />

por persona con el fin de<br />

acrecentar la independencia alimentaria<br />

local, regional o nacional.<br />

Se requieren inversiones para mejorar<br />

la productividad en las áreas de<br />

simientes, de formación y de compartición<br />

de aperos de labranza y de medios<br />

para la comercialización. También<br />

se precisan cambios estructurales con<br />

arreglo a la situación específica de<br />

cada Estado. Por ejemplo, tenemos<br />

que garantizar la seguridad de la tenencia<br />

de la tierra para los agricultores,<br />

especialmente para los pequeños<br />

terratenientes. El derecho consuetudinario<br />

de propiedad de la tierra pueden<br />

ser objeto de un replanteamiento.<br />

Un derecho de propiedad claro brinda<br />

al agricultor la posibilidad de pignorar<br />

su tierra a cambio de un crédito de<br />

campaña para comprar los insumos<br />

necesarios. Además, el objetivo de la<br />

tenencia de la tierra se ha vuelto ahora<br />

cada vez más importante ante la<br />

expansión del fenómeno de la apropiación<br />

de tierras. En el África subsahariana,<br />

el 80% de la tierra está ocupada<br />

por pobres que carecen de título<br />

de propiedad.<br />

En todos los sectores de la sociedad,<br />

de la agricultura a la industria y<br />

a la prestación de servicios, hay que<br />

recordar que es trabajo decente el<br />

que, «en cualquier sociedad, sea expresión<br />

de la dignidad esencial de<br />

todo hombre o mujer: un trabajo libremente<br />

elegido, que asocie efectivamente<br />

a los trabajadores, hombres<br />

Número 3.576 25 de junio de 2011 29

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