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acabado artesanal. Considero que su lenguaje titiritero es prometedor y abierto a futuras
transformaciones.
Miguel Santiesteban Domínguez, formó parte de varios grupos teatrales infantiles y fungió como
Director General y Artístico del Teatro Guiñol de Holguín. Sus concepciones para sus puestas en
escena son muestras representativas del ―todoterreno‖ de los títeres tomando espacios fantásticos
de la vida. Las enormes escalas de la figura animada eran portentosas habitando paisajes,
compartiendo y compitiendo con pérgolas, monumentos, estatuas, fachadas de edificios. El brote de
la espectacularidad en múltiples espacios no convencionales. El tronco de expresión de sus figuras
animadas era el propio titiritero, se desprendían de sus cuerpos corporizando mezclas de técnicas
clásicas en una nueva mirada, la colectividad de titiriteros componía y descomponían figuras en el
juego de desarticulación del títere. Me atrajo ver su espectáculo ―El Ogrito‖, la fuga agresiva de los
ángulos en la monumentalidad de la escenografía y objetos eran un expresionismo inhumano que
anidaba en las figuras- criaturas hermosas.
Teatro Pálpito, La Habana
No puedo dejar de mencionar a Maikel Chávez, con estudios académicos y hoy en la fila de Pálpito
dirigido por Ariel Bouza. Se identifica con un estilo donde está presente ―el teatro con títeres‖, este
ejercicio de su estilo lo han dotado de virtudes autorales y actorales. Lo he visto animando y su
trabajo tiene valores ejemplarizantes. Es autor y de todo un poco, eso me remonta a nuestros inicios.
En el hoy incomparable, este complemento le otorga a su creación tonalidades particulares a los