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Un Compañero Neotropical

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Climas y Ecosistemas Tropicales | 5<br />

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El Niño – La Oscilación del Sur<br />

Sudamérica y, de hecho, el clima global es afectado periódicamente y a veces de manera<br />

dramática por un evento climático todavía poco entendido llamado El Niño, o la<br />

Oscilación del Sur. Originalmente llamado así porque tiende a comenzar alrededor de<br />

Navidad, El Niño causa un cambio climático a corto término suficiente como para<br />

producir alteraciones importantes en los ecosistemas, especialmente en los marinos<br />

(Glynn 1988). <strong>Un</strong> fenómeno El Niño implica el calentamiento impredecible de las<br />

aguas superficiales del este del Océano Pacífico alrededor del ecuador.<br />

El Niño ocurre en forma periódica, aproximadamente cada dos a siete años, cuando<br />

se descompone un sistema climático de alta presión que normalmente se encuentra<br />

estable sobre el Océano Pacífico oriental, destruyendo el patrón de vientos alisios<br />

que soplan hacia el oeste. De este modo los vientos alisios se debilitan severamente,<br />

invirtiendo a veces su dirección de flujo normal hacia el oeste. Agua cálida del Pacífico<br />

occidental fluye hacia el este, realzando la Contracorriente Ecuatorial y provocando<br />

un flujo de agua anormalmente cálida hacia la costa oeste de Sudamérica. Los vientos<br />

alisios, en lugar de empujar agua desde la costa occidental de Sudamérica, creando un<br />

ascenso de agua más profunda, fría y rica en nutrientes (página 13), cesan. Cuando<br />

esto sucede, aguas cálidas fluyen a lo largo de la normalmente fría costa sudamericana,<br />

los patrones globales de calor varían y los sistemas climáticos cambian, causando<br />

inundaciones en algunas regiones y sequías donde debería haber lluvias, efectos que<br />

pueden resultar entre moderadamente estresantes y desastrosos para poblaciones<br />

vegetales y animales. Algunas partes de Sudamérica por ejemplo, sufren chaparrones<br />

anormalmente fuertes mientras que otras áreas, particularmente en América Central,<br />

son afectadas por la sequía. También pueden producirse sequías en lugares tales como<br />

Australia, Indonesia y el sur de África.<br />

Desde 1945, han habido ocho fenómenos El Niño importantes y al menos veinte<br />

durante el siglo XX. En 1982/83 un El Niño considerado hasta ese momento el más<br />

poderoso ocurrido en el siglo XX, causó daños materiales alrededor del mundo estimado<br />

en 8.650 millones de Dólares. <strong>Un</strong> evento El Niño aun más severo se produjo en<br />

1986/87. <strong>Un</strong> El Niño comparable ocurrió en el invierno boreal de 1994/95. La costa<br />

de California fue azotada por lluvias, que produjeron inundaciones masivas y aludes<br />

de lodo desde Los Ángeles hasta el área del Río Russian al norte de San Francisco, en<br />

tanto que Nueva Inglaterra experimentó mucha menos precipitación invernal que la<br />

usual. Datos satelitales indicaron que el nivel del Océano Pacífico norte se encontraba<br />

casi 20 centímetros por encima de lo normal, debido a la afluencia de aguas superficiales<br />

cálidas. Los factores causales responsables de la periodicidad de los fenómenos<br />

El Niño son hasta ahora desconocidos (Canby 1984; Graham y White 1988), pero está<br />

claro que la Convergencia Intertropical, un sistema complejo de corrientes oceánicas<br />

y aéreas, migra hacia una latitud menor, elevando las temperaturas de la superficie del<br />

mar y destruyendo el patrón ascendente normal a lo largo de la costa oeste de<br />

Sudamérica. El cese de un El Niño hace que la ZCIT se desplace hacia el norte a su<br />

posición normal (de ahí el término alternativo utilizado para El Niño; la Oscilación<br />

del Sur). Los ecosistemas tropicales, ya sensibles a la variación estacional (ver siguiente<br />

sección), pueden ser afectados en un grado moderado a severo por los cambios causados<br />

por El Niño (Glynn 1988; ver también Foster 1982b, abajo). De hecho, se ha

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