la buena predicación gleen conjurske - Centro de Avivamiento ...
la buena predicación gleen conjurske - Centro de Avivamiento ...
la buena predicación gleen conjurske - Centro de Avivamiento ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
una cabaña hecha <strong>de</strong> leña, con pisos <strong>de</strong> tierra en <strong>la</strong>s montañas <strong>de</strong> Tennessee. Creció en una casa <strong>de</strong><br />
borrachos, en <strong>la</strong> más baja <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pobrezas. Él era completamente analfabeto, tan tartamudo que hasta su<br />
nombre se le dificultaba pronunciar cuando se lo preguntaban, era sujeto a frecuentes ataques epilépticos, y<br />
era no-creyente. En tal condición fue a una reunión en un campamento y fue convertido gloriosamente. La<br />
misma noche, recostado bajo un carretón, mirando <strong>la</strong>s estrel<strong>la</strong>s, <strong>de</strong>masiado feliz para po<strong>de</strong>r dormir, Dios lo<br />
l<strong>la</strong>mó a predicar. Muy pronto él solicitó un permiso para predicar en <strong>la</strong> Iglesia Metodista, y ellos no<br />
queriendo <strong>de</strong>sanimarlo y suponiendo que si no hacía bien tampoco haría mal, con ciertas reservas se lo<br />
concedieron. En <strong>la</strong> siguiente conferencia trimestral, reportó sesenta convertidos. Una persona que lo<br />
conoció dice, “En esos primeros días, lo vi pararse en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>taforma, con su ropa tosca, así como su persona,<br />
tartamu<strong>de</strong>ando y balbuceando en su intenso <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r, hasta que caía postrado al piso, echando<br />
espuma por <strong>la</strong> boca inconsciente. Una y otra vez lo he visto ponerse <strong>de</strong> pie con <strong>la</strong>grimas corriendo por su<br />
cara, no pudiendo mas que <strong>de</strong>cir seis pa<strong>la</strong>bras, “Vengan a Jesús, El les ama”. Y <strong>la</strong> gente venía a Cristo,<br />
llenando el altar. (**).<br />
Posteriormente, “Dios lo sanó <strong>de</strong> su epilepsia, lo sanó <strong>de</strong> su tartamu<strong>de</strong>o, y le soltó <strong>la</strong> lengua, hasta que llegó<br />
a ser uno <strong>de</strong> predicadores más buscados y amados que Estados Unidos ha producido” (***). Sin embargo,<br />
él tenía el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Dios para convertir pecadores antes <strong>de</strong> todo esto, cuando so<strong>la</strong>mente podía balbucear seis<br />
pa<strong>la</strong>bras.<br />
El otro caso que tengo que re<strong>la</strong>tar es aún más admirable. Lo re<strong>la</strong>ta David Marks, un predicador <strong>de</strong> gran<br />
po<strong>de</strong>r y mucho fruto. “Habiéndome retirado <strong>de</strong> <strong>la</strong> asamblea un corto trecho, escuché un sonido muy<br />
singu<strong>la</strong>r en el granero don<strong>de</strong> se llevaba a cabo <strong>la</strong> reunión lo cual me causó gran ansiedad<br />
_____________________________________________________________<br />
(*) “The Soul-Winner”, por C. H. Spurgeon; Londres: Passmore & A<strong>la</strong>baster, 1897. Pag. 75.<br />
(**) “Bud Robinson”, por J. B. Chapman; Kansas City, Missouri: Beacon Hill Press, 1943, Pags. 171-172<br />
(***) ibid., Pag. 172<br />
y a<strong>la</strong>rma. Regresé rápidamente; y al entrar a <strong>la</strong> reunión, ví a un joven al frente <strong>de</strong> el asamblea bañado en<br />
lágrimas; quien con gestos y señas estaba tratando <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir el gozo <strong>de</strong>l cielo y los horrores <strong>de</strong>l<br />
infierno. El sonido <strong>de</strong> su voz era inarticu<strong>la</strong>do, pero cambiaba con <strong>la</strong>s señas que hacía para expresar<br />
felicidad y <strong>de</strong>sdicha. Toda <strong>la</strong> asamblea fue profundamente impresionada; ante mi asombro, <strong>de</strong>scubrí que<br />
este joven, aunque sordomudo, había abierto su boca para persuadir a los perdidos, contra los caminos al<br />
infierno. Recientemente había experimentado una esperanza en Dios y re<strong>la</strong>taba su experiencia por medio <strong>de</strong><br />
señas; mostrando su temor al castigo, mirando al fuego, y apuntando hacia abajo; y su visión <strong>de</strong>l cielo,<br />
tocando cosas bril<strong>la</strong>ntes, doradas y apuntando hacia arriba. El <strong>de</strong>seaba y recibió el bautismo y se convirtió<br />
en un miembro fiel <strong>de</strong> <strong>la</strong> iglesia. Las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> asamblea le parecían tan interesantes, como a<br />
cualquier otro miembro; y aunque no podía ni articu<strong>la</strong>r ni oír pa<strong>la</strong>bras, sí usaba sonidos peculiares para<br />
exhortar, orar y cantar, acompañándolos con gestos a<strong>de</strong>cuados. Comprendí que sus activida<strong>de</strong>s públicas<br />
habían sido ben<strong>de</strong>cidas para <strong>la</strong> conversión <strong>de</strong> varios”. (*).<br />
Marks se refiere otra vez al mismo joven algunos años más tar<strong>de</strong>, esta vez predicando a una gran asamblea:<br />
“Sus sonidos inarticu<strong>la</strong>dos – sus lágrimas corriendo libremente – y sus gestos tan intensos, impresionaron<br />
mucho a <strong>la</strong> asamblea, y aún los corazones más duros parecían sentir”. (**).<br />
Ahora, si predicadores como estos pue<strong>de</strong>n ganar almas, ¿no <strong>de</strong>beríamos avergonzarnos nosotros, quienes no<br />
po<strong>de</strong>mos lograrlo cuando estamos en pleno uso <strong>de</strong> nuestras faculta<strong>de</strong>s mentales y <strong>de</strong>l cuerpo, y<br />
(supuestamente) con una educación bíblica y teológica?. Pero me olvidaba. He dado estos ejemplos para<br />
mostrar que <strong>la</strong> manera <strong>de</strong> nuestro predicar es <strong>de</strong> más peso que el contenido.<br />
Entonces, ¿<strong>de</strong> qué manera <strong>de</strong>bemos predicar? Sin preten<strong>de</strong>r agotar el tema, yo respondo, con autoridad,<br />
con sencillez, con intensidad, con solemnidad, con amor.<br />
10