Grabado en piedra. Las mujeres de Sendero Luminoso - Biblioteca ...
Grabado en piedra. Las mujeres de Sendero Luminoso - Biblioteca ...
Grabado en piedra. Las mujeres de Sendero Luminoso - Biblioteca ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
- -----<br />
<strong>Las</strong> <strong>mujeres</strong> <strong>de</strong> S<strong>en</strong><strong>de</strong>ro <strong>Luminoso</strong> 61<br />
"Nuestro Jefe es Gonzalo<br />
el <strong>de</strong>l p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to y acción brillantes,<br />
inspirado por Marx, L<strong>en</strong>in y Mao, <strong>de</strong>sarrolla<br />
nuestra po<strong>de</strong>rosa i<strong>de</strong>ología<br />
cuando ante el mundo <strong>en</strong> llamas se <strong>de</strong>sarrolla<br />
la inv<strong>en</strong>cible guerra popular".<br />
Con sus ban<strong>de</strong>ras, marcharon hacia el patio exterior. Los policías que<br />
miraban <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el techo eran astillas negras contra el sol <strong>de</strong>l mediodía. Detrás<br />
<strong>de</strong> las <strong>mujeres</strong> aparecía un <strong>en</strong>orme mural <strong>de</strong> Guzmán, con cara <strong>de</strong> luna ll<strong>en</strong>a<br />
y sus anteojos <strong>de</strong> armazón plástico barato, agitándose como un ángel <strong>de</strong> la<br />
v<strong>en</strong>ganza que bajara <strong>de</strong> un cielo escarlata. <strong>Las</strong> <strong>mujeres</strong> gritaban lemas y<br />
aplaudían. Sólo una <strong>de</strong> ellas no levantaba el puño para acompañar los cantos.<br />
Su cara t<strong>en</strong>ía la apari<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> algui<strong>en</strong> que ha sido víctima <strong>de</strong> golpizas.<br />
Después supe que su brazo <strong>de</strong>recho había quedado <strong>de</strong>struido al estallar un<br />
explosivo que estaba fabricando. Los médicos pudieron reemplazar su brazo<br />
izquierdo con un garfio <strong>de</strong> metal.<br />
La esc<strong>en</strong>a era precisam<strong>en</strong>te lo que Vera y yo esperábamos. Allí estaban,<br />
formadas como soldados. Sus palabras eran vivificantes. Su hombros<br />
estaban t<strong>en</strong>sos, sus rostros d<strong>en</strong>otaban fiereza. Eso es lo que me querían<br />
mostrar: coraje y resolución. Fervor revolucionario. Eran las legiones <strong>de</strong><br />
hierro.<br />
Sin embargo, s<strong>en</strong>tí ganas <strong>de</strong> reír. Era tan fastidioso, tan<br />
<strong>de</strong>slumbrantem<strong>en</strong>te limpio. Era como una propaganda <strong>de</strong> la revolución,<br />
hecha según los mismos principios que las <strong>de</strong> productos <strong>de</strong> limpieza. Fuerte,<br />
<strong>de</strong> acción rápida, y eficaz contra esas manchas rebel<strong>de</strong>s (el capitalismo<br />
mundial). Abrazaban el otro lado <strong>de</strong> la anarquía latina: el autoritarismo<br />
latino, con su sombrío antecesor.<br />
Se me ocurrió que esa era la fruta exótica <strong>de</strong> Guzmán, la que no llegó a<br />
fabricar con Augusta. Sin embargo, como otros niños <strong>de</strong> padres estrictos,<br />
parecían haber sido incubados <strong>en</strong> un lugar especial, quizá fuera