09.05.2013 Views

Grabado en piedra. Las mujeres de Sendero Luminoso - Biblioteca ...

Grabado en piedra. Las mujeres de Sendero Luminoso - Biblioteca ...

Grabado en piedra. Las mujeres de Sendero Luminoso - Biblioteca ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

68 R. Kirk<br />

para la cámara <strong>de</strong> la CBS. Podía haber sido <strong>en</strong> 1862 ó 1762. Así fueron las<br />

cosas por mucho tiempo.<br />

La CBS le <strong>en</strong>vió al Don una copia <strong>de</strong> la película como agra<strong>de</strong>cimi<strong>en</strong>to.<br />

Probablem<strong>en</strong>te p<strong>en</strong>saron que era tan estúpido como fatuo, y que no se daría<br />

cu<strong>en</strong>ta que lo habían embromado. Pero el Don sí se dio cu<strong>en</strong>ta. Con horror,<br />

vio cómo estos gringos <strong>de</strong> rostro pálido, tan amigables y apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />

impresionados, lo habían convertido <strong>en</strong> el villano <strong>de</strong> su historia moralista. ¡A<br />

él, que se había hecho por sí mismo, que había extraído una fortuna <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sierto! La cinta fue guardada bajo siete llaves por la madre <strong>de</strong> Ruth.<br />

Seis años <strong>de</strong>spués, el Don lo perdió todo a causa <strong>de</strong> la reforma agraria<br />

<strong>de</strong>cretada por un grupo <strong>de</strong> g<strong>en</strong>erales <strong>de</strong>l Ejército, comandando una<br />

revolución que <strong>de</strong>rrocó al gobierno civil y se mantuvo <strong>en</strong> el po<strong>de</strong>r por doce<br />

años. Asqueados, él y la madre <strong>de</strong> Ruth se mudaron a Madrid, don<strong>de</strong> la<br />

situación económica los obligó a vivir <strong>en</strong> un apartam<strong>en</strong>to sin v<strong>en</strong>tanas,<br />

amoblado con piezas <strong>de</strong> segunda mano. Un día, el Don reconoció <strong>en</strong> la calle<br />

a una mujer que antes v<strong>en</strong>día verduras cerca <strong>de</strong> la haci<strong>en</strong>da. Sin p<strong>en</strong>sarlo dos<br />

veces, se pres<strong>en</strong>tó. Ella estaba a punto <strong>de</strong> abordar su Merce<strong>de</strong>s, conducido<br />

por un chofer. Con gracia, la señora lo invitó a nadar <strong>en</strong> la mansión que esa<br />

temporada estaba alquilando a la duquesa <strong>de</strong> Alba. Hasta ese mom<strong>en</strong>to, el<br />

Don no se había dado cabal cu<strong>en</strong>ta hasta qué punto su vida había cambiado.<br />

Sin embargo, no se convirtió <strong>en</strong> un hombre mejor. La amargura y el odio<br />

reinaban <strong>en</strong> él. Si hubiera podido, cree Ruth, habría recuperado cada<br />

c<strong>en</strong>tímetro <strong>de</strong> tierra, cada globo gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> fruta, y hubiera hecho pagar por el<br />

<strong>de</strong>spojo incluso a la inoc<strong>en</strong>te v<strong>en</strong><strong>de</strong>dora <strong>de</strong> verduras que le hizo ver cuánto<br />

había caído.<br />

La madre <strong>de</strong> Ruth le <strong>en</strong>tregó la cinta tras la muerte <strong>de</strong>l Don, ocurrida<br />

durante una visita al Perú. "Murió aplastado", aclara Ruth, "como una<br />

cucaracha bajo siete toneladas <strong>de</strong> cem<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la carretera Panamericana".<br />

Así eran las cosas, dice Ruth. Mira cómo son ahora.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!