Grabado en piedra. Las mujeres de Sendero Luminoso - Biblioteca ...
Grabado en piedra. Las mujeres de Sendero Luminoso - Biblioteca ...
Grabado en piedra. Las mujeres de Sendero Luminoso - Biblioteca ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
72 R. Kirk<br />
Ruth aña<strong>de</strong> otro <strong>de</strong>talle. La noche que volvieron a Lima, querían<br />
celebrar. En un bar, se <strong>en</strong>contró a un poeta con el que no había hablado <strong>en</strong><br />
años. Mi<strong>en</strong>tras charlaban, Ruth se dio cu<strong>en</strong>ta que él estaba al tanto <strong>de</strong> su<br />
viaje. Sin <strong>de</strong>cirlo abiertam<strong>en</strong>te, el hombre le <strong>de</strong>jó saber que él había sido uno<br />
<strong>de</strong> los que verificó sus cred<strong>en</strong>ciales, salvándole la vida. En ese mom<strong>en</strong>to, la<br />
estaba examinando. Su informe probablem<strong>en</strong>te iría nuevam<strong>en</strong>te a manos <strong>de</strong><br />
Flor. Mil ojos, mil oídos. Ruth todavía si<strong>en</strong>te el escalofrío que experim<strong>en</strong>tó<br />
<strong>en</strong> ese mom<strong>en</strong>to.<br />
* * *<br />
Entre Betty y yo había un montículo <strong>de</strong> toallitas rasadas con las que se<br />
había secado las lágrimas. A pesar <strong>de</strong> la promesa s<strong>en</strong><strong>de</strong>rista <strong>de</strong> igualdad, al<br />
final había sido un hombre qui<strong>en</strong> la arruinó. Se casó con ella, la golpeó, y<br />
luego la <strong>de</strong>jó. La misma vieja historia.<br />
A medida que avanzaba su embarazo, Betty tomó algunas <strong>de</strong>cisiones;<br />
compró un pasaje <strong>de</strong> vuelta a su pueblo, y se fue a vivir a casa <strong>de</strong> una prima<br />
por dos años, sin salir jamás. P<strong>en</strong>só hacer contacto nuevam<strong>en</strong>te con la<br />
subversión. Pero, ¡cómo explicarles! Su <strong>de</strong>bilidad era imperdonable. Nunca<br />
le creerían.<br />
Y también <strong>de</strong>bía p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> su hijo, Samuel. ¿Quién cuidaría <strong>de</strong> él si ella<br />
moría? Poco a poco, empezó a salir nuevam<strong>en</strong>te. La g<strong>en</strong>te hablaba, pero ella<br />
simplem<strong>en</strong>te se <strong>en</strong>cogía <strong>de</strong> hombros. Les <strong>de</strong>cía que había estado trabajando<br />
<strong>en</strong> Lima. Su marido estaba <strong>en</strong> Lima, dijo, y hacia allá irían pronto ella y su<br />
hijo a unírsele. De pronto, un día, él volvió y ofreció casarse con ella. "Yo<br />
no quería eso", dice Betty, levantando la barbilla. "Prometió <strong>en</strong>viarnos<br />
dinero pero, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la primera vez, no llegó nada más. Estamos mejor<br />
sin él".<br />
Consiguió un trabajo a medio tiempo. Pero los rumores la <strong>en</strong>redaron. La<br />
policía la <strong>de</strong>tuvo, luego que S<strong>en</strong><strong>de</strong>ro realizara un at<strong>en</strong>tado con explosivos <strong>en</strong><br />
la ciudad. La llevaron a un lugar <strong>de</strong>l cual ha "<strong>de</strong>sapareci-