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JORGE LUIS BORGES & ADOLFO BIOY CASARES - Lengua ...

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Debe entenderse, sin embargo, que tal es la apariencia de los réprobos vistos a la luz del cielo, pero que<br />

entre ellos se ven como hombres; pues así lo dispone la misericordia divina, para que no se vean tan<br />

aborrecibles como los ven los ángeles.<br />

No me ha sido otorgado ver la forma universal del Infierno, pero me han dicho que de igual manera que el<br />

Cielo tiene, en conjunto, la figura del hombre, así el Infierno tiene la figura del Diablo.<br />

Emanuel Swedenborg, De Coelo et Inferno, párrafo 553 (1758)<br />

INFIERNOS RUINOSOS<br />

Hay infiernos que parecen pueblos incendiados; otros que parecen desiertos; otros, pantanos. Me han dicho<br />

que los réprobos que los habitan ni ven ni sienten esas imperfecciones, pues ahí respiran su propia<br />

atmósfera y alcanzan el deleite de su vida.<br />

Emanuel Swedenborg, De Coelo et Inferno, párrafo 585 (1758)<br />

A SU IMAGEN Y SEMEJANZA<br />

Si las vacas, los caballos y los leones tuvieran manos y con sus manos pudieran pintar y esculpir como los<br />

hombres, las vacas darían formas bovinas a los dioses, los caballos, formas equinas, y así los otros.<br />

Jenófanes de Colofón (siglo VI a. de J. C.).<br />

EL REVERSO DE LOS DIAS<br />

Cuando el hombre se despoja del cuerpo etéreo, vive retrospectivamente su vida. Recorre todas sus<br />

experiencias, pero de un modo nuevo.<br />

Supongamos que un hombre muere a los setenta años, vive retrospectivamente hasta los cuarenta, cuando<br />

abofeteó a otro en la cara; siente el dolor que el otro sufrió. A los treinta, le ha sacado la mujer a un amigo;<br />

cuando llega a esa etapa, se siente engañado por esa mujer.<br />

Rudolf Steiner, Las manifestaciones del Karma, III (1921).<br />

LA LINEA DEL RUBI<br />

El rasgo topográfico dantesco cuya originalidad ha sido más alabada es el de imaginar la sede gloriosa, la<br />

Jerusalén terrestre, la cual, para Dante, ocupa el centro del hemisferio boreal de nuestro planeta.<br />

Exactamente esa misma imaginación existía en el Islam desde el siglo VI de la era cristiana, o sea en el<br />

tiempo del mismo Mahoma. Según un hadiz atribuido a Caab Alabar «el paraíso está en el séptimo cielo,<br />

enfrente de Jerusalén y de la roca del Templo; si del Paraíso cayese un rubí, caería seguramente sobre la<br />

roca; si el rubí atravesara la roca, caería en el centro del Infierno».<br />

Asín Palacios, La escatología musulmana en la Divina Comedia (1919).<br />

SITUACION DEL CIELO Y DEL INFIERNO<br />

Para concebir el infierno y el cielo, no debemos pensar en dos estados o lugares que se excluyen, sino en<br />

un solo mundo espiritual, que es el infierno o el cielo, según la condición de las almas. Como es improbable<br />

que alguien merezca una dicha infinita o un tormento infinito, habrá para todos algunas experiencias que<br />

pueden llamarse infierno y otras que pueden llamarse cielo.<br />

Leslie D. Weatherhead, After death (1923).<br />

PORVENIR ESFERICO<br />

En el día del Juicio Final, las puertas del Cielo se abrirán a los bienaventurados. Estos penetrarán rodando,<br />

ya que habrán resucitado en la más perfecta de las formas: la esférica. Así lo ha revelado Orígenes.<br />

I. A. Ireland: Short Cuts to Mysticism (1904).<br />

EL CENTRO DEL INFIERNO

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