10.05.2013 Views

JORGE LUIS BORGES & ADOLFO BIOY CASARES - Lengua ...

JORGE LUIS BORGES & ADOLFO BIOY CASARES - Lengua ...

JORGE LUIS BORGES & ADOLFO BIOY CASARES - Lengua ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

pradera de perennes asfodelos<br />

donde la sombra del aquero sigue<br />

la sombra de la corza, eternamente;<br />

ni la loba de fuego que en el ínfimo<br />

piso de los infiernos musulmanes<br />

es anterior a Adán y a los castigos;<br />

ni violentos metales, ni siquiera<br />

la visible tiniebla de Juan Milton.<br />

No oprimirá un odiado laberinto<br />

de triple hierro y fuego doloroso<br />

las atónitas almas de los réprobos.<br />

Tampoco el fondo de los años guarda<br />

un remoto jardín. Dios no requiere<br />

para alegrar los méritos del justo,<br />

orbes de luz, concéntricas teorías<br />

de tronos, potestades, querubines,<br />

ni el espejo ilusorio de la música<br />

ni las profundidades de la rosa<br />

ni el esplendor aciago de uno solo<br />

de sus tigres, ni la delicadeza<br />

de un ocaso amarillo en el desierto<br />

ni el antiguo, natal sabor del agua.<br />

En su misericordia no hay jardines<br />

ni luz de una esperanza o de un recuerdo.<br />

En el cristal de un sueño he vislumbrado<br />

el Cielo y el Infierno prometidos:<br />

cuando el juicio retumbe en las trompetas<br />

últimas y el planeta milenario<br />

sea obliterado y bruscamente cesen<br />

¡oh Tiempo! tus efímeras pirámides<br />

los colores y líneas del pasado<br />

definirán en la tiniebla un rostro<br />

durmiente, inmóvil, fiel, inalterable<br />

(tal vez el de la amada, quizá el tuyo)<br />

y la contemplación de ese inmediato<br />

rostro incesante, intacto, incorruptible,<br />

será para los réprobos, Infierno;<br />

para los elegidos, Paraíso.<br />

Jorge Luis Borges, Poemas (1954).<br />

EXTENSIONES<br />

¿No nos permitirá la simple fe entrar un día en el Paraíso? ¿Pero de dónde llegan las flores, las mariposas y<br />

los pájaros que hay en el jardín? Yo creo que del mismo lugar de donde llegan los hombres. La muerte no<br />

sólo eleva al hombre a un plano superior: eleva también a toda la interdependiente cadena de seres vivos.<br />

Me parece una absurda interpretación de la doctrina de la inmortalidad aquella que la restringe al hombre o,<br />

aun, a ciertos hombres intelectual o moralmente desarrollados. En esta cuestión los pueblos más primitivos<br />

dan la mejor respuesta. El habitante de Laponia sabe que hallará a su reno en el otro mundo, y el samoyedo<br />

a su perro.<br />

Gustav Theodor Fechner, Zend Avesta (1851).<br />

UN CIELO INDULGENTE<br />

Me duele, querido lector, separarme de ti. El autor acaba por acostumbrarse a su público, como si éste fuera<br />

un ser razonable. A ti también parece entristecerte que yo deba decirte adiós; estás agitado, querido lector, y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!