Termíteme - Roca Editorial

la emperatriz amarga
y la mañana, sagrada y temida por la conmemoración del inframundo
y su cohabitación con nosotros, las palabras de la
Emperatriz y su llamada a personas ya desaparecidas en las llamas
del tiempo, parecían responder con ecos, con leves susurros
y sonidos tenues, casi tácitos, e incluso con la ilusión, o eso
quise creer, de que sus rostros aparecían en las volutas de los
braseros y su rojinegro pálpito, como el de las entrañas de las
aves que escrutaban los arúspices para conocer el destino inminente,
o en el humo oloroso de los inciensos, desde los pebeteros
dorados de la estancia, o incluso con las dimanaciones repentinas
de voces o sus remedos desde la profundidad de las
salas o jardines, o quien sabe si desde alguna profundidad más
honda de la tierra…
Este es el relato de la Emperatriz Vibia Sabina Augusta,
hija de la noble Matidia y nieta de Marcia, sobrina nieta del
Emperador Marco Ulpio Trajano Augusto, el Divino, y esposa,
para la posteridad y su daño, del Emperador Publio Elio
Adriano. Esta es la historia de una mujer fuerte e infeliz; una
mujer noble, no sólo por su ascendencia, sino por su manera de
corresponder con sus ilustres ancestros y enfrentar su destino
funesto con tanta grandeza, incluso en sus más deplorables miserias.
Esta es la narración de una señora tan grande como su
época y víctima de ella. Este es su testimonio que yo, Julia Balbila,
pobre poeta y apenada confidente de Sabina, recogí de sus
labios con la comprensión de otra mujer y sus sufrimientos en
estos tiempos. Esta es la historia de la Emperatriz Amarga.
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