Manuel Federico Ponce - Grupo América
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Argentina Chiriboga 214 REVISTA<br />
tiene la obligación moral de orientar y aconsejar. Porque inclusive existe<br />
otro argumento, que por sí solo debería bastar, si es que para los<br />
pragmáticos clientelistas el primero no fuera sufucientcmente: el resultado<br />
casi siempre es estéticamente catastrófico. Sobre un rostro mestizo<br />
de altos pómulos y maxilar superior prominente la naricita respingona<br />
y corta se denuncia como un pegote discordante y contradictorio.<br />
Ni el mismo despistado cliente quedará conforme con el resultado a<br />
poco que no esté huérfano de un mínimo de autocrítica y de un espejo.<br />
Definitivamente es falsa la afirmación, que hemos visto repetida en<br />
más de un medio periodístico, de que la cirugía estética tenga como finalidad,<br />
en nuestro medio, el "blanquear", el "desindiar" o "desnegrizar"<br />
a sus demandantes. Si lo pretendiese debería ignorar varios hechos<br />
innegables.<br />
Primero, que es la raza blanca en los países ricos la que más uso hace<br />
de la cirugía estética. Si sus caracteres antropológicos fueran los umversalmente<br />
ideales debería suceder lo contrario. Y, por supuesto, no<br />
me estoy refiriendo a la cirugía para mitigar los signos del envejecimiento.<br />
Narices como las de los Ausburgos, los Borbones o la del Dante<br />
Alighieri se habrían beneficiado de una rinoplastia tanto o más que<br />
las de cualquiera de nuestros aspirantes a "cholo boys" o "cholo girls".<br />
Lo que buscamos, quienes no nos hemos dejado marcar por las perspectivas<br />
de un éxito a cualquier precio y a las demandas de un "marketing"<br />
deformado, es lograr una cierta armonía y proporción, un cierto<br />
equilibrio entre las facciones del paciente, dentro del marco de sus características<br />
antropométricas.<br />
¿Existe mejor ejemplo de lo que no debe hacerse que la imagen de<br />
aquel andrógeno, híbrido desrazado a punta de operaciones y dcpigmentaciones,<br />
que acumula millones gracias a la carencia de criterio<br />
musical de los adolescentes ricos? Su imagen nos trae más bien una remembranza<br />
de "el planeta de los simios" ¿Hacia ello es que queremos<br />
ir? ¿Es ese nuestro modelo? Es evidente que no. Hora es de que en el criterio<br />
de los cirujanos estéticos de esta parte del mundo, en la Puerta del<br />
Sol de Tiahuanaco y los tiempos y pirámides de Uxmall, Bonampak y<br />
Chitchen Itza ya eran antiguos cuando los hoy dominantes "se cubrían<br />
con pieles cíe osos y andaban con cuernos de vacas sobre sus cabezas",<br />
primen la conciencia ética y el sentido estético sobre el interés comercial<br />
RAÍCES DE LA COMIDA<br />
Argentina Chiriboga<br />
AFRO-ESMERALDEÑA<br />
El Ecuador es un país multiétnico y pluricultural, constituyéndose<br />
la cultura afroesmeraldeña en algo muy especial. Cuando preparamos<br />
el "encocao", el "tapao", el "pusandao", el cazabe" y otras recetas, robustecemos<br />
nuestra identidad y unimos con afecto el pasado al presente.<br />
Al revisar la historia encontramos testimonios de que el comercio<br />
de esclavos africanos en el continente americano cubrió un período de<br />
casi cuatro siglos, y constituyó el mayor transplante que registra la historia<br />
universal. Nueve y medio millones de africanos fueron desarraigados<br />
de África para realizar en <strong>América</strong> sembríos de caña de azúcar,<br />
café, tabaco, algodón, cacao, arroz y patatas y búsqueda de oro y plata.<br />
Algunos esclavos, al obtener su libertad, se incorporaron a las actividades<br />
productivas de las sociedades americanas.<br />
Con la trata comenzó el proceso de desculturización, basado en el<br />
reemplazo de algunos valores de la cultura nativa por otros foráneos,<br />
modalidad inherente a toda forma de explotación colonial. Pero la desculturización<br />
total es imposible porque existen formas culturales que<br />
al explotador le interesa conservar, pues contribuyen al mantenimiento<br />
de su hegemonía. Entonces las clases dominadas buscan refugio en<br />
sus valores culturales autóctonos para sobrevivir y afirmar su identidad.<br />
Por esto es que no sabemos, con precisión, cuanto pudieron salvar<br />
los esclavos o perder en la diáspora.