Manuel Federico Ponce - Grupo América

1849) sino otros como el de la destrucción de un barco (por su tripulación)
que salió del puerto completamente nuevo y nunca piensa que
no sea demasiado pequeña para leer sus libros de poesías. Mamá me
lleva al dentista y a los conciertos y yo sabré apreciar ambas cosas en el
futuro. Papá me acompaña a los entrenamientos, lo cual aprecio mucho
en el presente porque ir sola mamá no me dejaría y yo no podía estar
en el equipo del colegio y talvez ser un día campeona olímpica de
cintas o de barra fija como la señorita monitora le explica a papá los Sábados.
Ahora significo un problema para mamá porque soy pequeña,
pero cuando sea mayor iré a la Universidad y viviré en una residencia
de estudiantes y mamá podrá pensar en sí misma sin tener que preocuparse
por mis vacunas ni por mis horarios de rítmica ni por qué hacer
conmigo los domingos no alternos cuando ella tiene asuntos importantes
que resolver y Charito sale y la abuelita está resfriada. Si yo fuera
un niño dice que podría dejarme tranquilamente en casa del tío Luís
pero le molestó muchísimo una vez que mis primos y yo jugamos a médicos,
seguramente por usar sin permiso la consulta del tío Luis y el
aparato de la tensión arterial. A papá le pude explicar como nos habíamos
divertido haciendo yo de enfermera, José Carlos de médico, Montse
de madre del paciente y Luisín de herido en una guerra civil. Le tomamos
la presión y la fiebre, le examinamos los oídos por si le salía masa
fálica, le pusimos mercrobina y esparadrapo en las rodillas y le dimos
medía aspirina efervescente, sin hacer caso de lo herido que decía estar
para que le diéramos más porque sólo tiene tras años y para algo están
los prospectos de las medicinas en las cajas, como bien dijo José Carlos.
Papá no se puso histérico como mamá que después de oír que habíamos
jugado a médicos no quiso escuchar mis explicaciones, "no rompimos
nada mamá" y me mandó a la cama sin cenar, dos semanas sin
televisión y nunca más sola a casa del tío Luis y por decir "dejamos la
consulta tal como estaba" dos bofetadas y "con un niño no tendría yo
estos problemas" dijo. A papá en cambio nunca le ha importado que yo
sea una niña en lugar de un niño y la prueba está en que si tiene que
trabajar en el periódico un domingo alterno el no va a pesar de que le
descuenten de la nómina y dice la abuelita [Oh tu padre! cuando yo le
informo después de hablar por teléfono "dice papá que viene por mí
aunque diluvie".
165 Ximena Montnlvo López
La abuelita espera que el no venga cuando llueve pero siempre se
nuivoca y si yo me resfrío por la lluvia resulto tres problemas para ella
[f tiene que dejar su casa para venir a cuidarme en la mía, llena de córlenles
de aire, segundo problema y tercero es el miedo que le dan mis
microbios del resfriado y ¡Oh tu padre! significa su protesta contra todo
eso y no es una frase de admiración aunque lo parezca.
SIGNO DE ADMIRACIÓN: Tiene la forma de un palito vertical
con un punto encima o debajo según esté al comienzo o al final de la
palabra o frase y sirve para dar énfasis, o sea gran importancia a estas
y expresa admiración, sorpresa o miedo por parte de quien las dice.
Ejemplos: ¡Qué bello día! ¡Es increíble! ¡Una araña!.
Observaciones al ejercicio de Redacción N° 5
1) Mayor extensión de la indicada (un folio)
2) Y el uso de la coma?
3) Subrayar los adverbios pronominales y conceptuales explicados
en la clase.
Corrección del Ejercicio de Redacción N° 5
Mis padres me enseñan lo necesario para ser útil a la sociedad y a
mi misma, resumiendo, cada uno a su manera. Debo aclarar que estaba
equivocada al creer que era un problema para mamá, le pregunté el
momento oportuno (Viernes tarde, cuando regresó tan guapa de la peluquería)
y me dijo que por supuesto que no y que si tu padre te ha dicho
eso. Le expliqué que era el tema de una redacción y mamá le mandó
a Charito a regar las plantas y me preparó ella misma la merienda y
tuvimos una larga conversación de madre a hija mientras yo merendaba.
Yo significo todo para mi madre, que hará cualquier sacrificio por
mi felicidad, y no quiere pensar en el día en que yo vaya a la Universidad
y se quede sola sin mí. Dijo al marcharse que posiblemente yo po-