Manuel Federico Ponce - Grupo América

Renán Flores Jaramillo
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis.
Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obre bien
sí la incitáis al mal?
Sor Juana Inés de la Cruz
"Tiene los ojos grandes, un poco oblicuos de su ascendencia criolla,
de que tan orgullosa le mostraba; la boca suavemente dibujada y
llena de pasión; la barbilla redonda e imperiosa. Miran lejos y no se
sabe si sobre sus pupilas o sobre sus labios aletea, inquieta y sutil como
el viento, una mariposa de ironía".
Esta descripción del óleo que retrata a sor Juana Inés de la Cruz, fue
redactada por Matilde Muñoz en el prólogo de una de sus obras. Se
describe así a una religiosa, a una de las mujeres más cultas e
inteligentes de su época, como repitieron incansablemente los cronistas.
Si hubiese que hablar en términos concretos, habría que decir que
Juana Inés fue una mujer total: religiosa en la última etapa de su vida,
integrante de la corte virreinal mexicana en su juventud y niña prodigio
en su infancia. Conoció los silencios y soledades del claustro, pero
también el amor, el lujo y los placeres mundanos. Entregó su vida a los