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09.12 AL.pdf - AELE

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entre 2 y 5 dólares). Si una familia tiene<br />

–exagerando– dos perceptores, dispone<br />

de menos de 7 hamburguesas<br />

para sus 4.3 miembros. 1.6 por persona.<br />

Media hamburguesa para desayunar,<br />

0,6 para almorzar y otra media<br />

hamburguesa para el lonche/comida. El<br />

trabajador promedio peruano se debe<br />

conformar con eso y de eso hablamos<br />

en términos de comparaciones internacionales.<br />

Si se trata de agricultores,<br />

ganaderos o pescadores, de la mitad<br />

que eso: la verdad que el próspero agricultor<br />

nacional promedio se hubiera<br />

muerto si no consumiera la mayor parte<br />

de su producción. En esta comparación,<br />

si no lo han notado, se supone que la<br />

gente no gasta absolutamente nada en<br />

ropa, comida, casa, luz, agua, gas, pasajes,<br />

educación, medicinas, etc., etc.<br />

Sólo se alimenta de medias hamburguesas<br />

tres veces al día.<br />

– Para pintar el cuadro completo, el extremo<br />

más alto del ingreso es el de los<br />

mineros, que son apenas un poco más<br />

del 1 por ciento de la ocupación nacional,<br />

pero ganan el triple del promedio.<br />

Seguramente se pueden alimentar,<br />

en especial porque viven en provincias,<br />

con alimentación más barata,<br />

y en campamentos.<br />

– También se discute la distribución del<br />

ingreso. Con frecuencia se hacen comparaciones<br />

de distribución entre los ingresos<br />

de las familias, las más ricas versus<br />

las más pobres. Hay allí un grave<br />

error, el total de los ingresos en el país<br />

no es para las familias. Para ellas es<br />

menos de la mitad. La mayor parte de<br />

los ingresos, deducidos los impuestos,<br />

son para las empresas.<br />

– Ahora bien, si discutimos en términos<br />

de las familias, concedamos nuevamente,<br />

debe haber mejorado la distribución<br />

si mejoraron los ingresos laborales.<br />

No mucho, pero si en verdad se<br />

dio el salto del 2006 y el 2007, las familias<br />

pobres tienen que haber jalado<br />

algunos puntos para la porción más<br />

baja de la distribución.<br />

– ¿Y si pensamos en todos los ingresos,<br />

los de las empresas y los de los trabajadores?<br />

Vamos a dar un ejemplo. Las<br />

exportaciones mineras y petroleras han<br />

crecido entre el 2004 y el 2008 –para<br />

los años en que tenemos las estadísti-<br />

cas del ingreso de los ocupados– elevándose<br />

de 7770 a 21320 millones de<br />

dólares. Casi el triple, pero en rigor un<br />

poco más del doble si se descuenta el<br />

tipo de cambio y la inflación interna,<br />

ambos. ¿Cuánto creció en ese mismo<br />

lapso el poder adquisitivo de los trabajadores<br />

mineros? ¿También más del<br />

doble? ¿80, 70, 60, 50, 40 por ciento?<br />

No. Ahí lo tienen en el cuadro oficial:<br />

15 por ciento como máximo.<br />

– ¿Que no es bueno hablar de un sector<br />

como el minero, en el que están solamente<br />

poco más del 1 por ciento de<br />

los trabajadores peruanos, y donde con<br />

un par de semanas de ventas al exterior<br />

basta y sobra para pagar la planilla propia<br />

y de los services? Bueno, hablemos<br />

del total. El ingreso de los ocupados, ya<br />

lo vimos, ha crecido, concesivamente,<br />

casi 30 por ciento entre el 2004 y el<br />

2008. Allí están todos los peruanos. El<br />

producto real, aceptando la medida en<br />

soles corrientes y ajustándola con la inflación<br />

limeña, creció casi el doble que<br />

eso. Pero en el producto están también<br />

las ganancias de todos los trabajadores.<br />

Luego, aproximadamente, el aumento<br />

del capital –ahora mayoritariamente<br />

externo– fue como de 3 y el del trabajo,<br />

que es mayoritariamente interno, como<br />

de uno. ¿Había forma de haber tenido<br />

un crecimiento que no se refleje de manera<br />

tan dispareja? ¿Es esto desarrollo?<br />

¿Era lo mejor posible? ¿Hacia adónde<br />

nos lleva?<br />

CONCLUSIÓN MUY PROVISION<strong>AL</strong><br />

Desde luego, la discusión del tipo de<br />

modelo económico a elegir, si alguna vez<br />

hubo o habrá elección, es mucho más amplia.<br />

Estas notas la reducen a los datos oficiales<br />

en dos de sus aspectos más esenciales.<br />

Hay demasiados temas adicionales<br />

que incluir, y si no fuera así ya estaría todo<br />

claro y no quedaría nada por debatir.<br />

Al margen de Porter, y de lo que dijo o<br />

no dijo, hay serias razones para dudar del<br />

crecimiento de los últimos años y sus bondades<br />

para el desarrollo integral del país,<br />

como hay razones para su defensa. Este<br />

crecimiento ha traído avances, y no podría<br />

ser de otra manera con un despegue exportador<br />

tan violento como el que tuvimos,<br />

independientemente de cuales fue-<br />

ANÁLISIS<br />

ron las causas y para quienes fueron la<br />

mayor parte de los beneficios. Hay también<br />

razones importantes a favor del crecimiento<br />

reciente en el equilibrio fiscal y<br />

financiero, y en que se produjo sin inflación<br />

preocupante, lo cual no es poca cosa.<br />

Los equilibrios son condiciones ineludibles,<br />

que deben establecerse a priori.<br />

Porque después de todo, el modelo neoliberal<br />

a la peruana, que es bastante particular<br />

y muy diferente por ejemplo al chileno,<br />

no puede ser el dueño de la sensatez<br />

fiscal o del control de la inflación. Nadie<br />

puede plantear ya un modelo económico<br />

para que haya hiperinflaciones o deuda<br />

externa e interna creciente, o que se ahuyenten<br />

inversiones, o en fin, cualquier despropósito.<br />

Todo lo bueno que con la experiencia<br />

de nuestras vidas se pagó, se debe<br />

defender y rescatar.<br />

El reto es mantener esto y a la vez obtener<br />

mayores beneficios nacionales, entendidos<br />

como de todos los nacionales y<br />

especialmente los más pobres, y dejar de<br />

ser el país primario exportador de casi<br />

siempre, con capitales cada vez más ajenos.<br />

(¿O no? Porque hay quienes piensan<br />

que esto es también debatible).<br />

Para volver al tema de las exportaciones<br />

no tradicionales. Si estas mejoraron del<br />

10 al 25 por ciento del total de exportaciones<br />

en casi 60 años, necesitamos 100<br />

años para que sean mayoritarias, al ritmo<br />

que vamos. Nadie que lea estas líneas lo<br />

llegaría a ver. ¿Y cuándo volveremos a los<br />

ingresos laborales de los años setenta, en<br />

que eran el triple, por engañosos que hayan<br />

sido? ¿Lo veremos?<br />

Ojalá que vuelva Porter u otros como<br />

él y que la discusión sobre nuestra realidad<br />

actual y sus opciones futuras continúe,<br />

de la manera más objetiva permitida<br />

por nuestras pasiones. Que es algo así como<br />

nuestra severidad frente al espejo. Vaya.<br />

1<br />

Sin embargo, cabe anotar que el INEI, nuestra<br />

institución estadística rectora en esta materia, desde<br />

los años 90, no se toma el menor cuidado en este<br />

tema. Publica libros completos, además de informes de<br />

prensa, en los que todos sus cuadros son solamente<br />

porcentajes, y no se guarda el mínimo cuidado de hacer<br />

referencia –en el cuadro, no en una alusión disfrazada<br />

en otro lugar– de los valores absolutos a los cuales<br />

están referidos los porcentajes. Por citar un caso<br />

palmario, ¿tienen sentido las variaciones del índice de<br />

precios al consumidor, sin indicar el valor de la canasta<br />

de consumo y más bien guardar este valor década tras<br />

década como un secreto de Estado?<br />

ANÁLISIS LABOR<strong>AL</strong> / DICIEMBRE 2009 9

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