Cash Luna – En Honor al Espiritu Santo - Ondas del Reino
Cash Luna – En Honor al Espiritu Santo - Ondas del Reino
Cash Luna – En Honor al Espiritu Santo - Ondas del Reino
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
USADO POR ÉL<br />
vez que nadie podía hacerte sentir menospreciado sin tu<br />
consentimiento. Ofenderte fácilmente es síntoma de un<br />
<strong>al</strong>ma débil que aguanta poco y no es evidencia de una<br />
ofensa grave. Somete tu corazón a la disciplina <strong>del</strong> Señor<br />
y estarás siempre dispuesto a ser usado por él.<br />
<strong>En</strong> una ocasión, me dolió mucho cuando <strong>al</strong>gunas personas<br />
cercanas me ofendieron gravemente. <strong>En</strong>tonces,<br />
como siempre, oré de inmediato para perdonarlos pero<br />
en la medida que la paz <strong>del</strong> Señor me llenaba, descubrí<br />
que él mismo estaba muy enfadado por lo que me habían<br />
hecho. Tenía la certeza de que actuaría a mi favor si se<br />
lo pedía. Mi espíritu sabía que él movería su mano contra<br />
ellos y reflexioné. Comprendí que debía hacer otra oración.<br />
Le pedí <strong>al</strong> Señor que no actuara contra ellos como<br />
pensaba hacerlo y que pasara por <strong>al</strong>to la ofensa. Aunque<br />
sabía que podía pedir justicia o simplemente dejar que él<br />
la hiciera, creía que no era lo mejor para mí. Yo deseaba<br />
crecer en amor, por lo que dije <strong>al</strong> Señor que siendo yo<br />
el ofendido, tenía derecho a pedir misericordia para mis<br />
agresores. Actué de esta forma para tener mi corazón en<br />
paz y sentirme libre de toda ofensa con el objetivo de poder<br />
ministrar en su unción, porque no podría hacerlo con<br />
un <strong>al</strong>ma enferma, deseosa de venganza.<br />
Los mismos demonios quieren usar las ofensas que<br />
otros te hacen para que te canses y dejes de hacer el bien.<br />
Por eso debes perdonar en oración toda ofensa que recibas,<br />
pues de lo contrario el <strong>al</strong>ma se enferma y comienza<br />
a tener deseos de devolverles m<strong>al</strong>. No hay una excusa v<strong>al</strong>edera<br />
cuando se trata de ser usado por Dios. Debes tener<br />
un <strong>al</strong>ma sana, pues no hay cosa más grata que vivir libre<br />
de sentimientos negativos contra de los demás.<br />
Jesús es el obispo y el guardián de tu <strong>al</strong>ma, y quiere<br />
que esté siempre sana para ser usada por él. Por eso, de-<br />
159