Cash Luna – En Honor al Espiritu Santo - Ondas del Reino
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SANANDO A LOS ENFERMOS<br />
ción que provocó en la enseñanza, pero el Señor no. Él<br />
se detuvo, miró a aquel hombre recostado en su camilla<br />
y vio a sus amigos determinados a encontrar un milagro,<br />
quienes seguramente miraban lo que sucedía desde el<br />
agujero que habían hecho. No se habían detenido cuando<br />
no encontraron cómo entrar a la casa ni cuando la multitud<br />
no les dio permiso de pasar. Ellos creían que sería<br />
sano. Así que lo llevarían ante Jesús de cu<strong>al</strong>quier forma, y<br />
de seguro a uno de ellos se le ocurrió la idea de subirlo en<br />
la camilla <strong>al</strong> techo, abrir el tejado y bajarlo por <strong>al</strong>lí. ¡Imagínate<br />
los peligros a los que se arriesgaronl Ellos creían,<br />
y seguramente cada obstáculo que vencían incrementaba<br />
su fe. Por eso el Señor los vio, porque a él le agrada la fe.<br />
Cu<strong>al</strong>quiera pensaría que obraría un milagro de inmediato,<br />
pero no fue así. Aunque tenía a un par<strong>al</strong>ítico enfrente y el<br />
poder estaba sobre él para sanar, no lo sanó, sino que le<br />
dijo que sus pecados quedaban perdonados. Esto escand<strong>al</strong>izó<br />
a los fariseos y maestros de la ley, que pensaban<br />
que el Señor no tenía autoridad para perdonar pecados.<br />
Así que les preguntó qué era más fácil, si decirle a este<br />
hombre que sus pecados eran perdonados o que tomara<br />
su lecho y caminara. Nadie respondió, así que el Señor<br />
rompió el silencio y declaró la P<strong>al</strong>abra. Al hacerlo, aquel<br />
hombre que hasta ese día había sido par<strong>al</strong>ítico, se enderezó<br />
poniéndose en pie en presencia de todos, tomó su<br />
camilla en la que estaba recostado y comenzó a caminar<br />
hacia su casa, glorificando a Dios. Este hombre quedó<br />
sano porque el Señor declaró la<br />
P<strong>al</strong>abra y así activó el poder sanador<br />
que estaba sobre él.<br />
<strong>En</strong> tu boca hay poder. Puedes<br />
hacer uso de tus p<strong>al</strong>abras y declarar<br />
con autoridad la sanidad.<br />
No confieses solo tus problemas,<br />
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<strong>En</strong> tu boca hay<br />
poder. Puedes<br />
hacer uso de tus<br />
p<strong>al</strong>abras y declarar<br />
con autoridad la<br />
sanidad.