14.05.2013 Views

Cash Luna – En Honor al Espiritu Santo - Ondas del Reino

Cash Luna – En Honor al Espiritu Santo - Ondas del Reino

Cash Luna – En Honor al Espiritu Santo - Ondas del Reino

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La unción está y estará para lo<br />

que Dios la dejó y para lo que la P<strong>al</strong>abra<br />

manda, no para lo que cada<br />

quien imagina o desea.<br />

Hay gente que para todo apela<br />

a la unción. Tienen una idea utilitaria<br />

de ella y piensan que puede<br />

resolverles esto y aquello. Hay que<br />

tener mucho cuidado con ese tipo<br />

UN ABISMO LLAMA A OTRO ABISMO<br />

La unción está<br />

y estará para lo<br />

que Dios la dejó<br />

y para lo que la<br />

P<strong>al</strong>abra manda,<br />

no para lo que<br />

cada quien<br />

imagina o desea.<br />

de declaraciones y no jugar ni bromear <strong>al</strong> respecto. Recuerda<br />

que la unción es como la insignia que identifIca a<br />

quienes han buscado <strong>al</strong> Señor y su presencia. Detrás de<br />

dicha búsqueda hay acontecimientos íntimos entre Dios<br />

yesos hombres. Respeta a quienes poseen la unción y<br />

la hacen evidente, porque en ellos es un hecho y no un<br />

concepto.<br />

MÁS DERRAMAMIENTO DE LA UNCiÓN<br />

Aquellas reuniones gloriosas culminaron con un evento<br />

especi<strong>al</strong> para mujeres. Ese sábado, en un hotel de la ciudad,<br />

disfrutábamos de una adoración profunda y una <strong>al</strong>abanza<br />

festiva. Se acercaba el momento de ministrar la<br />

P<strong>al</strong>abra y la unción, y aunque sabía cuál era el mensaje a<br />

predicar, mi fe decía que <strong>al</strong>go muy poderoso ocurriría en<br />

ese lugar.<br />

Cuando llegó el momento de predicar le pedí <strong>al</strong> Espíritu<br />

que me guiara. Abrí mi Biblia como de costumbre<br />

y empecé a hablar la P<strong>al</strong>abra de Dios. A los pocos<br />

minutos de haber comenzado, la atmósfera de aquel<br />

lugar cambió y la presencia de Dios empezó a descender.<br />

Era como un manto que cubría a todas las personas.<br />

83

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!