Cash Luna – En Honor al Espiritu Santo - Ondas del Reino
Cash Luna – En Honor al Espiritu Santo - Ondas del Reino
Cash Luna – En Honor al Espiritu Santo - Ondas del Reino
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
CERRADA LA PUERTA<br />
Recuerdo que también fue en lo íntimo y secreto que<br />
el Señor me hizo la siguiente pregunta: «¿Cuánto estarías<br />
dispuesto a pagar por mostrar mi gloria a las naciones?».<br />
Le respondí: «Lo que fuera necesario». De inmediato comencé<br />
a buscar la mejor forma de preguntarle a mi esposa<br />
Sonia si podíamos vender la que en aquel tiempo era<br />
nuestra nueva casa. Nos había costado once años de ahorros,<br />
absteniéndonos de cu<strong>al</strong>quier gasto para poder construirla.<br />
Cuando me casé le había prometido a Sonia que<br />
si tenía paciencia le construiría una casa libre de deudas.<br />
Pero ahora quería proponerle que la vendiéramos para<br />
invertir en re<strong>al</strong>izar Noches de Gloria en otros países. Una<br />
noche me armé de v<strong>al</strong>or y se lo propuse, y su respuesta<br />
fue una sorpresa para mí: «Si es para que más gente sea<br />
bendecida, puedes venderla)). De esta forma comenzaron<br />
nuestras reuniones internacion<strong>al</strong>es de milagros en estadios<br />
y coliseos. Fue entonces cuando el Señor me reveló<br />
que él usa a quienes están dispuestos a pagar, ya que son<br />
los que tienen el carácter semejante <strong>al</strong> suyo.<br />
El ministerio por televisión comenzó de forma similar.<br />
Yo sabía que el Espíritu <strong>Santo</strong> quería hablarme <strong>al</strong> respecto,<br />
pero lo evadía por razones person<strong>al</strong>es. La verdad es<br />
que no quería hacer televisión, porque no soy de las personas<br />
a las que les gusta s<strong>al</strong>ir en todas partes, pues soy<br />
más tímido de lo que parezco. También sabía que s<strong>al</strong>ir en<br />
televisión me haría una persona pública, y esto tiene sus<br />
implicaciones y sus incomodidades, con las cu<strong>al</strong>es, por<br />
amor a Dios y a la gente, hemos aprendido a convivir.<br />
Me negaba a hacer televisión y por lo tanto no quería hablarle,<br />
sabía que iba a tocar el tema. Aunque no lo creas,<br />
dejé de orar por un tiempo, tratando de evadir la voz <strong>del</strong><br />
Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
De pronto sucedió lo que me sospechaba pero no ocurrió<br />
como imaginaba que pasaría. Recibí una invitación<br />
61