Navarrete, La vida cotidiana de los mayas - Histomesoamericana
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En buen lío me vi cuando no sabía qué <strong>de</strong>cir. Yo me sentí muy<br />
afligido porque no encontraba qué iba a <strong>de</strong>cir en la fiesta. Por la<br />
noche me acosté y tuve un sueño; vi que venía un hombre, no sé<br />
quién sería, tal vez sería el Dios; pero se parecía mucho a<br />
Domingo <strong>de</strong> la Cruz Chato [uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> ancianos principales <strong>de</strong>l<br />
pueblo]. Lo vi que se me acercaba y me <strong>de</strong>cía al oído todo lo que<br />
ahora digo en la fiesta <strong>de</strong>l carnaval. 24<br />
El texto que le fue dictado en el sueño empezaba así:<br />
¡Chamulas! ¡Loco febrero! Hoy, 20 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1932, el<br />
primer soldado vino a México, vino a Guatemala, vino a Tuxtla,<br />
vino a Chiapas, vino a San Cristóbal; vino con ban<strong>de</strong>ras, vino<br />
con tambores, vino con cornetas: ¡Viva! 25<br />
Pese al temor <strong>de</strong> Juan, todos <strong>los</strong> participantes <strong>de</strong> la fiesta, <strong>los</strong><br />
pasiones con sus músicos y <strong>los</strong> monos, corearon <strong>los</strong> vivas y él<br />
tuvo que repetir el texto una y otra vez a lo largo <strong>de</strong>l día.<br />
Después <strong>de</strong> este triunfo, su carrera pública continuó con<br />
otros cargos: sacristán en la iglesia y alférez <strong>de</strong> la Virgen <strong>de</strong>l<br />
Rosario.<br />
Desgraciadamente esta trayectoria tan exitosa tuvo un grave<br />
inconveniente: todas las acti<strong>vida</strong><strong>de</strong>s rituales se acompañan <strong>de</strong><br />
abundante bebida y pronto, al igual que su padre antes que él,<br />
Juan empezó a sufrir a causa <strong>de</strong>l alcohol. Como él mismo explica<br />
al final <strong>de</strong> su biografía:<br />
Los mayordomos y alférez pue<strong>de</strong>n ven<strong>de</strong>r trago y así sacan lo<br />
que se gasta en la fiesta [...] todos <strong>los</strong> domingos iba a ven<strong>de</strong>r<br />
aguardiente en la plaza <strong>de</strong> mi pueblo. Todos mis compañeros<br />
que me compraban me ofrecían copa y me embolaba<br />
[emborrachaba] yo mucho. Yo no podía <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> tomar, porque<br />
por mi cargo soy una señora, pues la Virgen <strong>de</strong>l Rosario <strong>de</strong> quien<br />
soy alférez es una señora, y a mí me vienen a con<strong>vida</strong>r todos <strong>los</strong><br />
que tienen cargo <strong>de</strong> santos que son hombres [...] "Ya no tomes<br />
más", me dicen [mi hijo y mi esposa], pero ya no puedo <strong>de</strong>jar <strong>de</strong><br />
tomar. Hace días que ya no como... Así murió mi papá. Pero yo<br />
no quiero morirme. Yo quiero vivir. 26<br />
El problema <strong>de</strong> Juan Pérez Jolote no es extraordinario. En el siglo<br />
xvi, <strong>La</strong>nda mencionaba ya las borracheras <strong>de</strong> <strong>los</strong> yucatecos<br />
con balché, una bebida hecha <strong>de</strong> la corteza <strong>de</strong> árbol y fermentada<br />
con miel. Es muy probable que esta costumbre datara <strong>de</strong><br />
tiempos prehispánicos y es seguro que continuó en tiempos coloniales<br />
hasta el presente, en que se utiliza el aguardiente <strong>de</strong> caña<br />
en lugar <strong>de</strong>l tradicional balché.<br />
Esta afición al alcohol, que pue<strong>de</strong> llegar a ser muy dañina<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista personal y familiar, tiene profundas raíces<br />
culturales y religiosas. <strong>La</strong>s bebidas alcohólicas se cuentan<br />
entre las principales ofrendas que se pue<strong>de</strong>n hacer a <strong>los</strong> dioses,<br />
junto con el incienso, el copal, las velas y las flores. El alcohol<br />
es consi<strong>de</strong>rado "caliente" y su consumo da calor a <strong>los</strong> hombres<br />
y <strong>los</strong> prepara para participar en las acti<strong>vida</strong><strong>de</strong>s rituales.<br />
A<strong>de</strong>más, el consumo <strong>de</strong> alcohol era y es una parte fundamental<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> banquetes. En el siglo xvi, <strong>La</strong>nda explicaba que<br />
había dos tipos: unos eran organizados por <strong>los</strong> "principales",<br />
con carne <strong>de</strong> ave, pan y chocolate en abundancia, en <strong>los</strong> que cada<br />
invitado recibía rega<strong>los</strong> <strong>de</strong> mantas, vasos para gustar <strong>de</strong>l<br />
chocolate y bancos para sentarse, y por ello quedaba obligado<br />
a ofrecer un banquete igual; otros eran organizados por las familias<br />
en ocasión <strong>de</strong> bodas o en homenaje a sus antepasados<br />
muertos y <strong>los</strong> invitados sólo quedaban obligados a con<strong>vida</strong>r a<br />
<strong>los</strong> anfitriones a <strong>los</strong> banquetes que organizaran posteriormente.<br />
Estas rondas <strong>de</strong> banquetes a^-udaban a estrechar <strong>los</strong> víncu<strong>los</strong><br />
sociales alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s y entre <strong>los</strong> diferentes<br />
linajes y familias. Realizar<strong>los</strong> era oneroso, pues, como explica<br />
el propio <strong>La</strong>nda, "muchas veces gastan en un banquete lo que<br />
en muchos días merca<strong>de</strong>ando y trompeando ganaban" 27 , pero<br />
contribuía al prestigio <strong>de</strong> <strong>los</strong> anfitriones. A<strong>de</strong>más, <strong>los</strong> banquetes<br />
eran fundamentales para la <strong>vida</strong> política <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s.<br />
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