Amor total a Cristo - Revelaciones Marianas
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apartada del mundo y más dispuesta para el recogimiento. Fue en<br />
esa mañana que Jesús me dio el gran deseo de ser religiosa 15 .<br />
Después de su primera comunión, continuó su vida normalmente<br />
entre la familia y los estudios del colegio.<br />
DESEOS DE SANTIDAD<br />
A partir de 1888, sor Julia Sestini será su maestra de religión y<br />
le inculcará deseos de orar y de ser santa. Dice el Padre Germán,<br />
que sería su director espiritual: Cierto día sor Julia quiso entretener<br />
santamente a las niñas de su clase, echando a suertes sobre a<br />
quién le tocaba ser santa. Para ello tomó en la mano tantos palillos<br />
como niñas había. Los palillos eran todos iguales, excepto el de la<br />
suerte, que era el más largo. Ocultos por uno de los extremos,<br />
cada niña iba tirando de uno y la que tiraba del de la suerte, debía<br />
ser santa. Tiró de él, casual o providencialmente, nuestra Gema y,<br />
sin poder contener el júbilo, dio un salto y, viendo en aquello algo<br />
más que un entretenimiento infantil, exclamó resuelta: Sí, me haré<br />
santa16 .<br />
Por eso, no es de extrañar que, a lo largo de su vida, su<br />
oración favorita fue repetir docenas de veces al día: Virgen Santísima,<br />
hacedme santa 17<br />
Su tenor de vida era poco más o menos el de antes:<br />
levantarse temprano por la mañana, rezar sus acostumbradas<br />
oraciones, luego ir a misa y comulgar. Cada día, su predilecta visita<br />
al Santísimo sacramento. Por la tarde, la meditación con otras<br />
prácticas de piedad y el santo rosario de rodillas… De su misma<br />
boca he sabido que entonces se le comunicaba Dios con suaves<br />
apreturas de amor y con vivas ilustraciones en el alma o “claras<br />
luces”, como ella acostumbraba a llamarlas18 .<br />
Sobre su oración dice: Comencé bajo su dirección (de sor<br />
Julia) a tener más deseos de orar. Cada tarde, al salir del colegio,<br />
llegaba a casa, me encerraba en una habitación y rezaba el rosario<br />
de rodillas. Muchas veces de noche, me levantaba y durante un<br />
15 Autobiografía, p. 228.<br />
16 Germán de san Estanislao, Vida de santa Gema Galgani, Ed. Litúrgica<br />
española, Barcelona, 1949, p. 37.<br />
17 Ib. p .197.<br />
18 Ib. p. 46.<br />
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