Una tipología para la estética de los diseños Diseño gráfico y medio ...

constituye una relación dialéctica entre éste (el objeto)
y un sujeto que lo aprecie” 22 Sin embargo, este
autor no es el único que plantea este tipo de afirmaciones;
respecto al objeto en sí, Katia Mandoki
dice que “la estética sólo vive en los sujetos que la
experimentan” 23
La aparente contradicción (la estética sólo se da
si la vive un sujeto) se ve superada cuando entendemos
que debe haber una relación entre ambos Es
decir, sujeto y objeto pueden vivir independientemente
incluso cuando están juntos El concepto de
valor estético se valida únicamente cuando el individuo
entabla una relación con el objeto y, en consecuencia,
el sujeto es tocado en su sensibilidad; en ese
momento el ser otorga el rango de estético al objeto,
pero he aquí lo importante: la estética del propio
espectador y su concepción de belleza de acuerdo
con su entorno, bagaje cultural y experiencias, son lo
que convierte al objeto en un objeto-estético Esto
nos dice que hay objetos naturales y artificiales cargados
de estética, y este valor surge, precisamente,
por los seres que los aprecian, puesto que tocan la
sensibilidad del individuo sin necesidad de ser entes
derivados de una expresión artística Ya que nuestro
interés se da en función de los objetos artificiales (no
artísticos) creados por el diseño gráfico, tomaremos
esta ruta y olvidaremos los objetos naturales que tocan
la sensibilidad de los sujetos
En torno al mismo asunto, Mandoky platea un
acertado razonamiento al despojar al objeto per se
de la estética: “El ser objeto estético, en tanto estético,
sí depende de la experiencia estética que el sujeto
realiza en relación con él Su ser como objeto físico,
objeto no estético, no depende de esta experiencia
El objeto percibido en forma estética sí es cualitativamente
diferente de la cosa física” 24 Si bien esta
aseveración es cierta, también creemos que pierde
de vista un punto por demás importante: la intencionalidad
del creador del objeto, y es aquí donde
entra el segundo elemento del trinomio “objeto estético
no artístico-creador-espectador”
Dado que hablamos únicamente de objetos artificiales
nos parece difícil obviar la intencionalidad de
su génesis Uno de los principales fines de la creación
de los objetos del diseño es tocar la sensibilidad de
los receptores La importancia radica en que el objeto
creado tiene la intención de convertirse en estético
una vez que alcanza al usuario; pero, cuidado, esta-
la investigación
mos lejos de afirmar que toda cosa con intención de
convertirse en objeto estético lo logra, al menos en la
categoría 25 estética planeada Dicho de otra manera:
el objeto estético no existe a menos que encuentre
un sujeto cuya sensibilidad sea capaz de vibrar en
frecuencia similar a la que pretendía el autor al crear
el objeto
Así, para que un objeto se convierta en objetoestético-no
artístico se deben cumplir dos puntos
importantes:
• El objeto debe ser creado con la intención de tocar
la sensibilidad del sujeto
• El sujeto-receptor debe apreciar y entablar una
relación con el objeto, de acuerdo con su cultura,
entorno y experiencia, para hacerlo objeto estético
Sin olvidar que la estética es la teoría que nos habla
de la sensibilidad, se llega a un punto en donde
se requiere una herramienta que distinga los objetos-estéticos-no
artísticos (del diseño gráfico) de los
objetos-estéticos-artísticos, ya que ambos tocan la
sensibilidad de los sujetos Para tal efecto es posible
acudir a Mandoky y el empleo que le da al concepto
“prosaica”:
La prosaica propone un viraje de la estética para
enfocar a la vida cotidiana No se trata de analizar
lo cotidiano en general, como lo haría un sociólogo
o antropólogo, sino exclusivamente a la sensibilidad
de la vida cotidiana La prosaica se define
no por oposición o por complemento a la poética,
sino como alteridad, se trata de una estética otra…
se podrá distinguir también de la definición… de
diccionario que se refiere tanto a la prosa como a
lo banal 26
Si hiciéramos una comparación muy sencilla en
aras de la claridad, podríamos decir que el artista habla
en poesía y el hombre cotidiano habla en prosa;
es decir, es prosaico, esto guardando toda proporción
con la realidad, pero que valga para el caso de
ejemplificar el punto
En el campo de los estímulos estéticos, los signos
aparecen vinculados por una necesidad que se
remite a costumbres arraigadas en la sensibilidad
del receptor (que es lo que después se llama gusto;
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