antena conventual - Franciscanos Conventuales de España

de Asís, una de las ciudades más levíticas
del mundo. Todo ello en el
marco de la consagración al Señor
de la Vida Religiosa. Al día siguiente
la basílica inferior de San Francisco
se vistió de gala litúrgica, pues a la 12
concelebramos con el prefecto para la
Vida Consagrada, el cardenal brasileño
João Braz de Aviz, cercano y afable.
El miércoles 6, de madrugada, partimos
hacia Roma para asistir a la
audiencia del Papa, cuya catequesis
versó sobre la obra creadora de Dios.
Presentes también algunos obispos
conventuales, Benedicto XV saludó a
los asistentes al Capítulo deseando un
feliz trabajo. La jornada se completó
con la visita al Seraphicum (Facultad
Teológica y Colegio Internacional),
donde se nos acogió con suma afabilidad;
compartimos con ellos la comida.
El ágape eucarístico fue concelebrado
por un centenar de religiosos,
entre ellos Fr. Juan Miguel, profesor y
secretario de la Facultad.
Al día siguiente, ya en Asís, hay que
mencionar el encuentro de los capitulares
con diez obispos conventuales,
que hablaron de las tareas en sus
diócesis y de su nostalgia de la vida
fraterna conventual. Seguidamente,
concelebramos con ellos una solemne
eucaristía que solemnizó el coro
basilical con su acostumbrada calidad
profesional.
También tuvimos ocasión de visitar
el primer lugar donde San Francisco
vivió con los primeros compañeros,
Rivotorto, a los pies de Asís, Fuimos
recibimos en la iglesia por el guardián,
Fr. Gianmarco Arrigoni, que estudió
algún año en Madrid; nos dirigió
unas calurosas palabras que sirvieron
de prólogo al rezo de Vísperas.
Reunión de uno de los grupos
del Capítulo General. Al lado,
el asistente general Fr. Joaquín
Agesta preside la eucaristía.
El domingo 10 peregrinamos a
Ósimo y Loreto, en las cercanías del
Adriático, tras atravesar los Apeninos
bastante nevados. En Ósimo está el
santuario que conserva, en un hermoso
sarcófago transparente, el
cuerpo de San José de Cupertino,
santo conventual famoso por sus levitaciones
y por ser un hombre de
fe profunda que cargó con la cruz
de incomprensiones, persecuciones
y prisión.
En la espléndida basílica pudimos
ver la cripta recién remodelada que
invita a la oración, la celda donde
vivió el santo, el modesto oratorio y
el museo, realidades que realzan su
figura, cercanía y estima. En la gran
concelebración se usó el cáliz que
él había utilizado, regalo de la reina
María de Saboya. Aquí estudiaron,
antes de la guerra civil española, unos
cuantos frailes de España, entre ellos
el beato Pedro Rivera.
Tras la comida nos dirigimos a
Loreto, el santuario mariano más
célebre de Italia, donde se venera
la casa de la Sagrada Familia de
Nazaret, dentro de la hermosa basílica.
En primer lugar recitamos, con
el ministro general, que utilizó la
corona franciscana de San José de
Cupertino, un misterio del Rosario
y seguidamente en procesión nos
dirigimos, cantando las letanías a
María, a la casita de Nazaret. Desde
mediados del siglo XIX hasta 1934
aquí siempre hubo un confesor en
español, uno de los cuales es el beato
Dionisio Vicente.
Entrega y fidelidad
Entramos en la última semana capitular.
El martes 12, por la noche, los
croatas nos ofrecieron, con la pasión
y amor a su tierra que les caracteriza,
una entrañable fiesta para conmemorar
a sus patronos –y de Europa– San
Cirilo y San Metodio. Por otra parte,
todos nos alegramos el ver ya en
casa, casi totalmente recuperado, al
ministro provincial de Chequia, que
ha permanecido todo el Capítulo en
el hospital al verse afectado por un
infarto cerebral. La alegría ha sido
mayor aún, también para Hungría,
puesto que estas dos Provincias siguen
adelante y con el horizonte más
despejado.
Los últimos días han ido finalizando
el estudio y la votación de temas
de hondo calado y otros puntuales
sobre los propios reglamentos y sobre
la vida y la misión de los franciscanos
conventuales. Al final del Capítulo,
presente el obispo, el alcalde y los técnicos,
se selló la tumba con los restos
de los cinco primeros compañeros
de San Francisco, a los que, tras su
reconocimiento y colocación en cinco
urnas, se les ha devuelto a su lugar, en
el crucero de la basílica inferior. Y en
esto que llega la insólita noticia de la
renuncia del Papa, que a todos nos
impactó sobremanera, aunque hay
que reconocer la dignidad y la valentía
del gesto.
El domingo 17 se cerró con una
solemne eucaristía la asamblea capitular
de los conventuales, acontecimiento
que se selló con la procesión
a la Tumba de San Francisco y la
entrega a los presidentes de las siete
áreas geográficas de una hermosa
lámpara encendida como símbolo del
compromiso de todos para continuar
–con entrega y fidelidad– la obra iniciada
por el Pobre de Asís.
Antena
Conventual MARZO 2013 / 17