antena conventual - Franciscanos Conventuales de España

misiones
Católicos
albaneses
celebran
la Misa en
Cristo
un búnker
Albania vivió entre 1944 y 1985 bajo un sistema
estalinista de terror y persecución religiosa. Al frente
de este régimen estaba el dictador Enver Hoxha,
quien quitó a Dios a los albaneses y les proporcionó
búnkeres. De hecho, hizo construir más de 750.000
refugios subterráneos, que durante decenios
arruinaron el paisaje de este país del sureste europeo.
eva maría Kolmann Tirana (Albania)
El objetivo de Hoxha era que
hubiera una de esas estructuras
de protección por cada cuatro
habitantes. Sin embargo, no estaban
previstas tanto para proteger a las
personas como para demostrar el
poder omnipotente y omnipresente
del paranoide dictador. Y es que donde
Dios se declara muerto, el miedo
produce monstruos.
Después del cambio político en
Albania se han destruido muchos de
los búnkeres; sin embargo, algunos
se emplean para nuevos usos: como
extravagante alojamiento para turistas,
por ejemplo; pero también como
iglesias. Así, los franciscanos conventuales
eslovacos de Jaru, al sur de
Antena
24 / MARZO 2013 Conventual
bajo tierra
Albania, transformaron un búnker
de hormigón en un templo, porque
allí no había ninguna iglesia católica.
Parece una señal especial de la
Providencia que un búnker se transforme
en una iglesia. Durante la dictadura
de Hoxha, en Jaru había una
base militar y en la población vecina,
Shtylass, un campo de concentración
para presos políticos. Junto a la
entrada del búnker los frailes han
levantado una gran cruz, algo que en
la época comunista los habría sentenciado
a muerte.
Incluso colgar un crucifijo en el
interior estaba castigado con la pena
capital, por no hablar del espacio público.
Sin embargo, hoy en día en las
paredes desnudas del búnker-iglesia
se encuentran las estaciones del Vía
Crucis; y detrás del altar cuelga una
cruz y una peana con la imagen de
la Virgen. Y para cubrir el muro desnudo
tras el altar se ha colgado una
tela azul.
Iglesia perseguida
La Orden franciscana fue prohibida
en Albania en 1947: más de 30 franciscanos
sufrieron el martirio. Los
franciscanos conventuales que hoy
viven allí son misioneros procedentes
de otros países, al igual que la
mayoría de los sacerdotes católicos.
Se precisará aún tiempo para que
la Iglesia católica pueda tener una
base propia. La mayoría del clero autóctono
fue ejecutado; otros muchos
murieron como consecuencia de los
maltratos.
Cuando la persecución llegó a su
culmen y, en 1967, se terminó por
prohibir por ley toda práctica religiosa,
las 268 iglesias católicas, al igual
que las 2.000 iglesias y monasterios
ortodoxos, y también las mezquitas,
fueron clausuradas, destruidas o pa