antena conventual - Franciscanos Conventuales de España
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aBel garcía-cezóN<br />
Asís directo<br />
El hechizo <strong>de</strong>l Evangelio vivido<br />
Es una situación que nos preocupa. No hay<br />
nada que escon<strong>de</strong>r porque está a la vista <strong>de</strong><br />
todos: la Provincia <strong>de</strong> los <strong>Conventuales</strong> en <strong>España</strong><br />
sufre una fuerte carencia <strong>de</strong> vocaciones.<br />
Lo notamos nosotros, los frailes, que cada vez<br />
nos vemos con menos fuerzas y, consecuentemente,<br />
en la necesidad siempre difícil <strong>de</strong> cerrar<br />
“casas”. Y lo notáis también los laicos, que compartís,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> vuestra vocación laical, carisma y<br />
misión, constatando que en nuestros conventos<br />
hay muy poco relevo generacional. La situación,<br />
a<strong>de</strong>más, es generalizada en la Iglesia europea.<br />
Es verdad: vivimos un momento histórico difícil.<br />
Estamos inmersos en un proceso <strong>de</strong> transformación<br />
cultural, social, económica, religiosa…<br />
<strong>de</strong> profundo calado, que<br />
no sabemos bien hacia<br />
dón<strong>de</strong> nos llevará. Los<br />
jóvenes <strong>de</strong> hoy, dicen los<br />
analistas, tienen una serie<br />
<strong>de</strong> características generacionales<br />
y unos modos<br />
<strong>de</strong> estar y <strong>de</strong> ser que no<br />
favorecen la acogida <strong>de</strong><br />
la propuesta vocacional<br />
y, más concretamente,<br />
<strong>de</strong> la propuesta religiosa.<br />
Una parte <strong>de</strong> verdad hay<br />
en ello, pero no po<strong>de</strong>mos<br />
pensar que todo está perdido,<br />
que no hay margen<br />
<strong>de</strong> movimiento. ¡Al contrario!<br />
La situación actual,<br />
asumiendo su gran complejidad,<br />
contiene numerosos<br />
gérmenes <strong>de</strong> vida,<br />
prometedoras expectativas<br />
y esperanzas, no pocos<br />
interrogantes y <strong>de</strong>safíos que nos <strong>de</strong>berían<br />
estimular para que una vez más “<strong>de</strong>mos razón<br />
<strong>de</strong> la esperanza que hay en nosotros” (1Pe 3,15)<br />
y la expresemos visiblemente con un estilo <strong>de</strong><br />
vida significativo. ¡Qué importante es esto para<br />
los jóvenes <strong>de</strong> hoy!<br />
El Señor no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> llamar. Esta es la certeza<br />
que motiva nuestra esperanza. También hoy<br />
sigue tocando el corazón <strong>de</strong> muchos jóvenes<br />
para que entreguen su vida al servicio <strong>de</strong>l Reino,<br />
pero con frecuencia esta llamada no llega a ser<br />
escuchada, reconocida, acogida por múltiples<br />
factores. De ahí la importancia <strong>de</strong> hacer más viva<br />
nuestra oración y <strong>de</strong> cuidar hasta el más pequeño<br />
germen <strong>de</strong> vocación en nuestras familias, en<br />
nuestros ambientes pastorales, especialmente<br />
con nuestro testimonio <strong>de</strong> vida, que ha <strong>de</strong><br />
transparentar la alegría <strong>de</strong> haber encontrado a<br />
Cristo. Y también haciendo propuestas explícitas<br />
cuando la ocasión lo permita y difundiendo con<br />
entusiasmo las que, por parte <strong>de</strong> la Provincia, se<br />
van poniendo en marcha, como la Jornada Vocacional<br />
Mensual y el Camino San Damián. Es<br />
necesario que se vaya afianzando entre nosotros<br />
esta humil<strong>de</strong> certeza: la cuestión <strong>de</strong> las vocaciones<br />
no solo incumbe a unos pocos, es tarea <strong>de</strong><br />
todos, frailes y laicos.<br />
Sí, todos tenemos la responsabilidad <strong>de</strong> hacer<br />
“circular” este don precioso <strong>de</strong> Dios que es<br />
la vocación consagrada, haciendo posible que su<br />
llamada llegue al corazón <strong>de</strong> los jóvenes a través<br />
<strong>de</strong> nuestra mediación. Sabemos que el inicio <strong>de</strong><br />
muchas vocaciones está marcado con frecuencia<br />
por el encuentro con un religioso/a o un sacerdote,<br />
también con un catequista o animador,<br />
cuya vida cuestiona y va <strong>de</strong>spertando poco a<br />
poco una sana inquietud y el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> algo más.<br />
La promoción y el cuidado <strong>de</strong> nuevas vocaciones<br />
para la vida franciscana no es cuestión <strong>de</strong><br />
proselitismo o <strong>de</strong> supervivencia institucional. Las<br />
vocaciones son para Cristo, para el Reino, para<br />
la Iglesia, para servir más y mejor al hombre y a<br />
la mujer <strong>de</strong> nuestro tiempo en sus alegrías y tristezas,<br />
sueños y esperanzas, sufrimientos y <strong>de</strong>sencantos.<br />
En nuestras manos está el ir afinando<br />
la vista y el oído para <strong>de</strong>tectar y acompañar a los<br />
que Dios llama.<br />
Los jóvenes parecen tener dificulta<strong>de</strong>s a la<br />
hora <strong>de</strong> optar por una vida religioso-franciscana<br />
que se les presenta poco significativa en la nueva<br />
sociedad y con estructuras anacrónicas que<br />
parecen cortar las alas y sofocar inútilmente<br />
energías generosas. En cambio, permanece intacto<br />
el hechizo <strong>de</strong>l Evangelio vivido, <strong>de</strong> una vida<br />
gozosamente entregada <strong>de</strong> no pocos hermanos<br />
y fraternida<strong>de</strong>s.<br />
Antena<br />
Conventual MARZO 2013 / 19