El reloj de la vida (Bruno y Louise Huber) - Api Ediciones

excesivamente y nos negamos a cualquier tipo de cambio.
Entonces nos bloqueamos y ponemos una barrera infranqueable
entre nosotros y el mundo exterior. Sin duda, esta
tendencia saturnina al bloqueo es su característica más nefasta
y, por eso, debemos hacer lo posible para no caer en ella.
Si durante la conjunción del PE con Saturno endurecemos
excesivamente nuestras fronteras, podemos llegar a estar
como “enterrados en vida”,totalmente desconectados de las
fuerzas de crecimiento de la naturaleza. De este modo nos
exponemos a caer en dependencias mucho más peligrosas.
No conseguimos, entonces, participar de forma consciente
en la vida, nos sentimos arrollados por los acontecimientos
sobre los que ya no ejercemos ningún tipo de influencia, y
nos atrincheramos cada vez más y más.Si,durante un aspecto
del PE con Saturno, nuestra reacción es buscar la seguridad
en la negación, estamos cometiendo un error. En la
naturaleza, la paralización total no existe: lo que sí existe es
un ritmo constante de cambio y de transformación.
Alcanzamos la máxima seguridad cuando nos volvemos
capaces de reaccionar de forma flexible ante el destino y
desarrollamos la facultad de saber renunciar a nuestras
exigencias, por más justas que nos parezcan. El reconocimiento
de este principio es precisamente lo que nos exigen
los aspectos del PE con Saturno.
En realidad, Saturno debe cumplir una misión de maduración.
El paso del PE por Saturno es una oportunidad
para aprender a asumir nuestra propia responsabilidad.
Como planeta del yo, Saturno nos otorga capacidades en
lo físico y en lo material, así como seguridad y autoridad
interna; pero sólo si hemos tomado conciencia de que
nosotros mismos somos los creadores de nuestro propio
destino y de que todo lo que nos ocurre proviene de
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