Número 2 - EII al dÃa
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Debate<br />
cia de RAI, situándose entre un 10-20% de los pacientes.<br />
Los factores asociados fueron la presencia<br />
de niveles de ATI ≥ 8 μg/ml, el co-tratamiento con IMM<br />
en un período inferior a 4 meses y el sexo femenino (2-9) .<br />
Tras la publicación inici<strong>al</strong> en el estudio de Baert (2) , un<br />
nuevo estudio confirmó que el tratamiento concomitante<br />
con IMM reducía de forma marcada el desarrollo<br />
de ATI (10) . En este estudio con 53 pacientes tratados con<br />
infliximab “a demanda”, aquellos que desarrollaban ATI<br />
presentaban una mayor incidencia de RAI y pérdida de<br />
respuesta <strong>al</strong> tratamiento inici<strong>al</strong> a diferencia de los pacientes<br />
que no los desarrollaban (40% vs 4% y 52% vs<br />
14%, respectivamente). Cuando los pacientes recibían<br />
además tratamiento con IMM se reducía la tasa de formación<br />
de ATI (63% vs 24%, respectivamente).<br />
Estos datos precipitaron la recomendación gener<strong>al</strong>izada<br />
de la necesidad del co-tratamiento con el fin de reducir<br />
la inmnogenicidad de infliximab. Pero, el primer<br />
y único estudio prospectivo que ha ev<strong>al</strong>uado la utilidad<br />
de los IMM concomitantes en reducir la inmunogenicidad<br />
de infliximab se ha publicado recientemente (11) . En<br />
él un tot<strong>al</strong> de 174 pacientes con EC lumin<strong>al</strong> tratados con<br />
infliximab “a demanda”, de los cu<strong>al</strong>es un 34% no recibían<br />
IMM concomitantes, un 57% tiopurinas y un 43%<br />
metotrexate, fueron ev<strong>al</strong>uados prospectivamente en relación<br />
a la evolución clínica y <strong>al</strong> desarrollo de ATI. La incidencia<br />
glob<strong>al</strong> de ATI fue del 55%, la formación de ATI<br />
se redujo de forma significativa cuando los pacientes recibían<br />
IMM (46% vs 73%, p < 0,001), sin existir diferencias<br />
en la incidencia de ATI según los IMM se iniciasen<br />
previamente o de forma conjunta <strong>al</strong> inicio de infliximab<br />
(ni en el grupo tiopurinas ni en el grupo metotrexate).<br />
Por otra parte, no existieron diferencias <strong>al</strong> respecto<br />
entre tiopurinas y metotrexate (48% vs 44% respectivamente).<br />
Perfil de seguridad del co tratamiento<br />
Recientemente se ha disparado la <strong>al</strong>arma en cuanto a<br />
los riesgos de utilizar de forma concomitante agentes<br />
anti-TNFα e IMM por un supuesto incremento en el riesgo<br />
de desarrollar linfoma hepatoesplénico. El linfoma<br />
hepatoesplénico es un tipo de linfoma descrito por primera<br />
vez en la década de los ochenta y <strong>al</strong> que no se dotó<br />
de entidad propia hasta 1990, habiéndose documentado<br />
unos 200 casos en pacientes transplantados o tratados<br />
con IMM, con una mediana de edad de presentación<br />
de 32 años y que en el 70% de los casos afecta a<br />
varones y con un desenlace fat<strong>al</strong>. De los 14 casos descritos<br />
en pacientes con enfermedad inflamatoria intestin<strong>al</strong><br />
(<strong>EII</strong>), 10 habían recibido co-tratamiento con tiopurinas<br />
e infliximab. En una revisión recientemente publicada,<br />
los autores concluyen que dados los datos disponibles<br />
“lo más razonable es administrar el tratamiento<br />
mínimo necesario para el control de la enfermedad”,<br />
poniendo en duda la necesidad del co-tratamiento en<br />
muchos casos (12) . Otro estudio multicéntrico it<strong>al</strong>iano ha<br />
ev<strong>al</strong>uado prospectivamente los diagnósticos de nuevas<br />
neoplasias (1999-2004) en 2 cohortes de más de 400 pacientes<br />
con EC tratados o no tratados con infliximab y<br />
apareados por edad, sexo y distintas variables clínicas<br />
entre las que también se incluyó el uso de IMM (13) . Aunque<br />
el estudio demostró que infliximab no incrementa<br />
el riesgo de neo plasia, 6 de los 9 pacientes con nuevas<br />
neoplasias del grupo infliximab habían seguido<br />
co-tratamiento. Cabe la posibilidad de que no se asociase<br />
a un mayor riesgo de neoplasia por un error de<br />
tipo beta, por lo que esta cuestión queda todavía por<br />
responder. Katsanos (14) ev<strong>al</strong>uó retrospectivamente el<br />
diagnóstico de neoplasias entre más de 700 pacientes<br />
con <strong>EII</strong> tratados con tiopurinas durante una mediana de<br />
7 años, de los cu<strong>al</strong>es 232 también habían recibido cotratamiento.<br />
De los 15 pacientes con neoplasia, 13 habían<br />
recibido co-tratamiento por sólo 2 pacientes que<br />
sólo habían sido tratados con azatioprina. Por tanto,<br />
con los datos disponibles hasta el momento, existe una<br />
duda razonable sobre el riesgo de neoplasia en pacientes<br />
que siguen co-tratamiento y que nos obliga a buscar<br />
<strong>al</strong>ternativas terapéuticas a éste.<br />
¿Co-tratamiento siempre?<br />
En primer lugar debemos plantearnos si el co-tratamiento<br />
es necesario en todos los pacientes. En la actu<strong>al</strong>idad podríamos<br />
pensar en tres estrategias de tratamiento a medio-largo<br />
plazo para los pacientes candidatos a tratamiento<br />
con agentes biológicos.<br />
En el esquema clásico, administraríamos biológicos para<br />
la inducción y mantenimiento a la vez que se mantiene<br />
o se introduce conjuntamente tratamiento inmunomodulador.<br />
Una segunda opción sería utilizar únicamente<br />
biológicos como inducción y mantenimiento. La tercera<br />
y última <strong>al</strong>ternativa sería inducir la remisión con biológicos<br />
e intentar el mantenimiento con sólo IMM. Entre<br />
estas tres <strong>al</strong>ternativas, sólo la primera de ellas podría<br />
ser considerada como verdadero co-tratamiento.<br />
Cuando optamos con el mantenimiento sólo con IMM<br />
tras inducir la remisión con infliximab, aunque disponemos<br />
de pocos datos <strong>al</strong> respecto, en un estudio re<strong>al</strong>izado<br />
en tres centros españoles con un número limitado<br />
de pacientes afectos de EC lumin<strong>al</strong> que respondieron a<br />
una pauta de inducción con tres infusiones de infliximab,<br />
el 66% de los pacientes mantenían la remisión a<br />
los 3 años sólo con IMM (15) . La respuesta parci<strong>al</strong> en el momento<br />
de la tercera infusión fue el único factor asociado<br />
a recidiva en el seguimiento (p=0,01). En este mismo<br />
estudio, se demostró en un tot<strong>al</strong> de 27 pacientes tratados<br />
con infliximab periódico cada 8 semanas durante<br />
más de un año, de los cu<strong>al</strong>es 13 presentaban una afección<br />
lumin<strong>al</strong> y 14 perian<strong>al</strong>, que en la enfermedad lumin<strong>al</strong><br />
la remisión se mantenía en casi el 75% de los pacientes<br />
tras su retirada, lo que sugiere que la estrategia<br />
del co-tratamiento puede abandonarse tras un determinado<br />
tiempo.<br />
Esto no fue así para la enfermedad perian<strong>al</strong>, en la que<br />
la retirada de infliximab se asoció a la recidiva precoz<br />
de la enfermedad en la práctica tot<strong>al</strong>idad de los pacientes.<br />
Por tanto, es razonable plantearse la induc-<br />
107 • Enfermedad Inflamatoria Intestin<strong>al</strong> <strong>al</strong> día - Vol. 7 - Nº. 2 - 2008