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Caso clínico
PR 1: 1, 26-27 (2000)
Dermatitis crónica recidivante causada
por Pelodera spp. en ovejas estabuladas
J.J. Ramos, D. F. Luco, J. Lucientes, M.T. Verde Dpto de Patología Animal. Facultad de Veterinaria. Universidad de Zaragoza
Durante tres años consecutivos, entre
los meses de diciembre y abril, observamos
un problema cutáneo que afectó a
un pequeño lote de ovejas. Estos animales,
estabulados de forma permanente,
se encontraban alojados en un aprisco
con una parte exterior y otra cubierta en
la que recibían el alimento (mezcla de
cereales, alfalfa granulada y paja). La
cama se encontraba excesivamente
húmeda, especialmente en las zonas
próximas a los bebederos, pero no
embarrada. El estiércol se sacaba dos
veces al año, en primavera y en otoño.
El cuadro cutáneo se caracterizó, en el
mayor número de animales, por la presencia
de lesiones secundarias de hiperqueratosis
y liquenificación, que indicaban
un proceso cronificado. No obstante, en
algunos animales también se detectaron
zonas eritematosas que parecían representar
la forma inicial del proceso. El patrón
de distribución de las lesiones se caracterizó
por afectar sólo a las zonas de las ovejas
que pueden contactar con el suelo
Afección de las extremidades posteriores.
Dermatitis y pérdida de lana.
Dermatitis perivascular, perifoliculitis y sección de los parásitos en los folículos pilosos.
Tinción hematoxilina-eosina.
cuando el animal se acuesta, esto es:
extremidades, periné, abdomen y tórax
ventral, respetando cabeza y zona dorsal
del tronco. El tercer año estaban afectadas
43 ovejas, de un total de 58.
En la exploración general observamos
que los animales estaban tranquilos, no
mostraban síntomas de prurito, ni señales
de inquietud y una buena condición corporal.
Los resultados de la exploración
junto con las características cutáneas, nos
llevó a plantear un diagnóstico diferencial
en el que cabría incluir, entre otros procesos:
dermatitis de contacto, trombiculidiasis,
dermatitis por larvas de Bunostomun
trigonocephalum o Strongyloides papillosus
y sarna corióptica.
Tomamos muestras de sangre, heces y
piel, raspados y biopsias. En suero determinamos
los niveles de cobre y cinc, las
proteínas totales y las fracciones proteicas,
y en sangre la concentración de glóbulos
rojos y blancos, así como las distintas fracciones
de éstos, hemoglobina y valor
hematocrito, siendo todos los resultados
normales para animales adultos de esta
especie.
A partir de las biopsias de piel comprobamos
que la lesión más extendida era
una dermatitis perivascular constituida
principalmente por eosinófilos y mastocitos.
También pudimos ver algunos linfocitos
y células plasmáticas. Asimismo, apreciamos
perifoliculitis y foliculitis leves con
presencia de neutrófilos, además de linfocitos
y células plasmáticas.
Pérdida de lana y liquenificación en región
esternal y extremidades anteriores.
Los folículos pilosos presentaban en su
interior, tanto a nivel superficial como en
profundidad, fragmentos, en secciones
transversales y oblicuas, de larvas de Pelodera
sp., algunas de las cuales se encontraban
localizadas fuera de los folículos
pilosos, en la propia dermis.
Los resultados obtenidos en el perfil
bioquímico y hematológico, así como la
determinación de los niveles de cobre y
cinc, y el hecho de que sólo la piel de la
mitad inferior del cuerpo de los animales