Asambleas y reuniones.pdf
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La moderación de asambleas y <strong>reuniones</strong><br />
Si se trata de una reunión en la que debe tomarse una decisión, tiene que<br />
ponérsele un límite al tiempo para exponer las distintas opciones y<br />
argumentos. Una forma común sería: «Estamos agotando el tiempo para las<br />
exposiciones, vamos a hacer el último turno de palabra cerrado, que levanten<br />
la mano quienes quieran aportar alguna idea o matiz nuevo; una vez hayamos<br />
acabado estas intervenciones, pasaremos a organizar el proceso para tomar<br />
una decisión». En este caso se recogen los nombres de las personas que<br />
quieren hablar y se cierra la posibilidad de seguir con nuevas intervenciones<br />
o réplicas que impliquen un retraso.<br />
A veces, sin embargo, nos encontramos con que el tiempo prefijado no es<br />
suficiente para garantizar el cumplimiento de los objetivos (bien por error de<br />
cálculo, bien porque sobrevienen informaciones que hacen más complejos los<br />
distintos asuntos...). En estos casos, más que resignarse al no cumplimiento del<br />
tiempo, conviene establecer colectivamente «prórrogas» en las que a su vez<br />
marquemos un límite. Esta rectificación colectiva debe hacerse lo antes posible,<br />
en cuanto exista la suficiente certeza sobre el error de cálculo, de forma que<br />
cada cual tenga un margen para cancelar o aplazar citas, o simplemente resituar<br />
sus expectativas. Por supuesto, también cabe la posibilidad de continuar la<br />
reunión otro día, si el asunto no es urgente y el grupo lo estima oportuno.<br />
Ruedas de opinión<br />
Objetivo: fomentar la participación de todas las personas, atendiendo tanto al<br />
punto de vista de quien habla (ofreciéndole un turno a cada persona), como<br />
al punto de vista de quien escucha (ofreciéndole la oportunidad de conocer<br />
todas las opiniones).<br />
En determinadas situaciones, en el inicio de los debates o cuando<br />
constatamos que existe un número amplio de personas que aún no han<br />
intervenido, o incluso cuando necesitamos algún tipo de sondeo sobre cómo<br />
fueron variando nuestras posiciones sobre un tema, es muy conveniente abrir<br />
una rueda de palabras.<br />
La rueda consiste en que hablen todas las personas del grupo,<br />
normalmente por orden de contigüidad (por ejemplo, siguiendo el sentido de<br />
las agujas del reloj si nuestra disposición es en círculo). Puede limitarse o no<br />
el tiempo de intervención de cada uno.<br />
Si proponemos una rueda tenemos que tomar ciertas precauciones. Una<br />
de ellas es el tiempo que consume: en el caso de colectivos muy numerosos,<br />
una rueda puede hacerse excesivamente larga y pesada.<br />
Pero si el grupo es de menos de veinte y contamos con tiempo suficiente,<br />
debemos explicar muy bien que hay que respetar la rueda, es decir, que nadie<br />
puede hablar hasta que no le toque y que no puede volver a hacerlo hasta que<br />
no esté acabada toda la rueda.<br />
Nadie puede interrumpir la rueda, ni siquiera para comentar algo que<br />
acaba de oír, ni para aclarar algo que piensa que se le entendió mal. Para este<br />
tipo de comentarios se abrirá un espacio una vez agotada la rueda.<br />
El moderador o moderadora tampoco debe interrumpir la rueda, sino sólo<br />
dinamizar, pasar el turno o, amablemente, ponerle límite a alguien que se<br />
extienda demasiado.<br />
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