escena xii - DSpace CEU

D. N e m . ¡Justo! Pero qué, ¿usted conoce á G arlitos
R osa N o se ñ o r, pero le esto y esperando.
D. Nem. Pues no puede v enir. Yo soy el encargado
de decirla á u sted ... q u e... le va á so rp re n ­
der ¿ usted ia noticia... pero...
R osa N o, bí m e la fig u ro . Y a n o m e c o g e rá d e
so rp re s a .
I). Nem. Pues bien. Sépalo usted: Leopoldo se ha
m archado al extranjero.
B o s a ¿Leopoldo
D. Nem. S í señora. E sta m ism a tarde. V a lé jo s ...
m uy léjos... A Escocia... A tom ar el aceite
de hígado de b acalao ... (Rosa bace un gesto
de repugnancift.) Se lo he aconsejado yo. L sta
m uy delicado el pobrecito. (Movimieato d«
Eoaa.) Yo creo que no vuelve. Pero cálm e­
se usted. A un quedan en M adrid personas
de gusto y de dinero dispuestas á todo.
R osa ¿Qué (Cod gran eztrafieza)
D. Nem. ¡C om pletam ente á todol (Acercándosemás.)
R osa P e ro , ¿usted sab e con q u ié n habla
D . Nem. N o se ofenda u sted. Si él m ism o m e h a
c o n ta d o la h isto ria.
R o sa (Cuando digo que este señor no está
bueno...)
D. Nem. U n paseo á la P ro speridad... Una tard e
serena y apacible... De pronto el cielo se
encapota...
R o sa (¡Sí, pues ya escampa!)
D. N e m . L a noche se aproxim a... la tem pestad a rre ­
cia... un horrible trueno estalla en el espacio..
.
R o sa (¡Santa B árbara bendita!)
D . Nem. L o s caballos se d e s b o a ... y u n m agnífico
la n d e a u cae so b re la c u n e ta del c a m in o ...
¿Eh ¿Q ué tal C reía usted q u e yo no sa b ia
n ada
R osa (¡A.y, Dios mío!) (Levantándose.) Caballero, le
suplico á usted q u o ...
D. Nem. Sí, tiene usted razón. He sido un indiscreto.
P ero nada; jsoy una tum ba! Viva usted
tran q u ila. N o volveré á decir una palab
ra . A quí tiene usted lo prom etido. (E s to
la calm ará.) (Dándole la carta con los billetes.)