escena xii - DSpace CEU

C a r.
M aría
C ar.
M aría
C ar. '
María
C ar.
María
C ar.
María
C ar.
María
C ar.
Sí, pero el caso es q u e á ese le d eb o u n a s
c u a tro m il pesetas por lo q u e tu v o q u e
a d e la n ta r en m i n o m b re.
P u e s se las pagas y en paz.
¡C larol ¡Se Jas pa^as! E so se d ice m u y
bie n ; pero iioy por h o y , n o las ten g o .
¿Que no
No señora. Esa m aldita elección se ha llevado
lodos los fondos que teníam os en
casa, y como el cupón no lo cobrarem os
hasta m ediados del que viene ..
Pue.g no te apures, hom bre. Pídele dinero
á cualquier am igo. A Leopoldo; de seguro
que ese...
N o, no m e g u s ta p e d ir d in e ro á n ad ie.
P o d ría n fig u ra rse o tra c o sa .
¿Q uiéres q u e yo esc rib a á p ap á, com o co sa
m ía
¡De ninguna manera! Y a nos arreglarem os
como podam os.
Sí crees necesario vender alguna de m is
alhajas...
¡Calla por Dios! ¡No os para tanto! Pero
conste que te agradezco en el alm a tu
ofrecim iento. (Abrazándola.)
¡Mi ofreciniienio! ¡Pues no faltaba más
sino que yo no luciera eso por m i queridlsimo
Carlos!
¡Q ué b u e n a eres! (Vuelve áal)razaria.)
ESCENA III
DICHOS, FILüMEN.\ y LEOPOLDO. Los dos en Iraj« di> casn
Pii- (Uesde Ja puerta del foro.) ¿Venimos á estorbar
M aría ¡Adelante!
Ca r. Ustedes no estorban nunca.
F il. ¿Cómo estás, monísima
M a r ía Bien. ¿Y tú
F il. Hija, yo con estos nervios que no m e d e ­
ja n vivir. ¡Buenas tardes, C arlitoa!...
C a r. ¡Señora!
Fii,. ¿Y el pollo