escena xii - DSpace CEU

F osa
C a r .
M a k ía
H o s a
M a r ía
I í o s a
M a r í a
R o s a
— GO -
A los contrarios.
S í , m ujer, á los del Gobierno. A los que
mo han derrotado.
jValientes ignorantes deben ser!
Ellos habrán ganado la votación, pero
le aseguro á Vd. que tam bién se ganaron
algunas palizas.
¿Sí, eh
¡Anda! ¡Anda! ¡Apenas si ha habido jaleo
en el pueblo! Pues si hasta nosotras nos
hem os m etido tam bién en las elecciones.
¿Ustedes también
¡Sí señora! Y aquí donde Vd. m e vé tan
pacífica, una tard e, al salir de la Novena,
tuve un choque con la secretaria del A yuntam
iento, y le calentó la cara de lo lindo.
V a r í a ¡(-¿ué b a r b a r id a d !
R o sa U sted no sabe cóm o e stá el p u eb lo . ¡Si allí
n o se puede vivir!
M a r í a Razón de m á s para que se quede Vd. con
nosotros unos cuantos días...
R osa P ero si no va á ser poí^ible. Si he venido
solam ente con lo puesto. Cosas de mi padre.
Como todo quiere hacerlo así de prisa
y corriendo... Do seguro que anda todavía
á vueltas con sus encargos. Solo falta que
no se atreva á venir aquí.
C a r . ¿No ha de venir ¡Esté Vd. tranquila!
R osa E s q u e com o an tes n o q u isiero n Vds. r e ­
c ib irn o s...
M aría Perdonen V ds., pero nosotros ignorába»
m o s ...
R osa N o, si y a veo q u e son ustedes m u y b u en o s.
Ya se lo decía yo á mi padre. aC uando esos
señores no quieren recibirnos, es porque
no saben que somos nosotros.»
M aría N aturalm ente.
C a r . Leopoldo ha tenido la culpa de esta falta.
R o s a Pero, digan ustedes; ¿quién es ese don Leopoldo
C a r. U n am ig o de casa.
R osa ¿De e sta casa ó d e la otra
C a r. De las dos.
líosA Entonces, ¿por qué m e decían que ese don