escena xii - DSpace CEU

La misma decoración del acto primero
ESCENA PRÍMEUA
IUAIiÍA, r o s a y CARLOS.— Se supone que acalian de Hogar de la calle d»
Bdén.— Nariu y Rosa, soDtailas on o! sofá, aquella quilúndosc la maotílla
; ésta el sombrero.— Carlos sale de su liubilación segunda dcreclia.
M aría ¡Nada! ¡Nada! Tiene usted que quedarse
con nosotros una tem poradita.
K osa P o r m i, d e b u é n a g a n a , pero no só si m e
d e ja rá m i p adre.
C ar. Y o m e encarg o de sacarle el p erm iso; ¡pues
no faltab a m át! T en em o s q u e c o rre sp o n d e r
de a lg ú n m odo á las m u ch ísim as atencio>
nes q u e les debem os.
M aría Carlos m e ha dicho m uchas veces lo a g ra ­
decidísim o ({ue le está á su padre de Vd-
Car. C om o q u e el h o m b re h a tra b a ja d o co m o
u n n eg ro .
K osa ¡Eso sí! ¡Hemos pasado unos días, que ya,
ya! Mi p ad rees alróz para estas cosas.—
Cuando le escribieron diciéndole que se
presentaba V d., dijo: Me alegro m ucho.
A hora veremos quién lleva el gato al agua.
C a r. M uchas gracias......por lo de gato.
R o sa Lo dijo así, porque lo que él quería á todo
trance, era darles en la cabeza á los otros.
M a ría ¿A los otrosV