16.01.2015 Views

El Ocaso de los Idolos (o Como se Filosofa a Martillazos)

El Ocaso de los Idolos (o Como se Filosofa a Martillazos)

El Ocaso de los Idolos (o Como se Filosofa a Martillazos)

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Fe<strong>de</strong>rico Nietzsche - <strong>El</strong> <strong>Ocaso</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> Ído<strong>los</strong><br />

un puente por el que <strong>se</strong> pue<strong>de</strong> ir más lejos o <strong>de</strong>spertar la <strong>se</strong>d <strong>de</strong> ir más lejos... Para él, la<br />

belleza es la liberación <strong>de</strong> la «voluntad» por unos instantes: invita a una liberación<br />

eterna... Especialmente alaba la belleza como re<strong>de</strong>ntora <strong>de</strong> e<strong>se</strong> «foco <strong>de</strong> la voluntad»<br />

que es la <strong>se</strong>xualidad; en la belleza ve negado el instinto <strong>de</strong> reproducción.<br />

Alguien te contradice, santo extraño, y me temo que <strong>se</strong>a la naturaleza. ¿Por qué<br />

hay belleza en <strong>los</strong> sonidos, en <strong>los</strong> colores, en <strong>los</strong> olores y en <strong>los</strong> movimientos rítmicos<br />

<strong>de</strong> la naturaleza; ¿qué es lo que hace que <strong>se</strong> manifieste la belleza Afortunadamente,<br />

también le contradice un filósofo; y nada menos que la autoridad <strong>de</strong>l divino Platón<br />

(como le llama el propio Shopenhauer), quien sostiene una tesis diferente: la <strong>de</strong> que<br />

toda belleza estimula a la reproducción, siendo éste su efecto más característico, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

lo más <strong>se</strong>nsual a lo más espiritual.<br />

23<br />

Platón va más allá. Con una inocencia para la cual <strong>se</strong> necesita <strong>se</strong>r griego y no<br />

«cristiano», dice que no habría habido fi<strong>los</strong>ofía platónica <strong>de</strong> no haber existido en Atenas<br />

jóvenes tan bel<strong>los</strong>: dice que ver<strong>los</strong> transporta el alma <strong>de</strong>l filósofo a un <strong>de</strong>lirio erótico y<br />

no le <strong>de</strong>ja en paz hasta no haber <strong>se</strong>mbrado en un terreno tan bello la <strong>se</strong>milla <strong>de</strong> todas las<br />

cosas elevadas.<br />

¡Vaya un santo extraño que es también Platón! No damos crédito a nuestros<br />

oídos, suponiendo que <strong>se</strong> lo <strong>de</strong>mos a Platón. Por lo menos <strong>se</strong> adivina que en Atenas <strong>se</strong><br />

fi<strong>los</strong>ofaba <strong>de</strong> otro modo, sobre todo en público. No hay nada menos griego que la<br />

telaraña <strong>de</strong> conceptos tejida por un solitario, el «amor intelectual <strong>de</strong> Dios», a la manera<br />

<strong>de</strong> Spinoza. La fi<strong>los</strong>ofía a la manera <strong>de</strong> Platón habría que <strong>de</strong>finirla, más bien, como una<br />

lucha erótica, como un perfeccionamiento y una interiorización <strong>de</strong> la antigua gimnástica<br />

agonal y <strong>de</strong> sus condiciones previas...<br />

¿Qué fue lo que terminó produciendo esa erótica fi<strong>los</strong>ófica <strong>de</strong> Platón Esa nueva<br />

forma artística <strong>de</strong>l agón griego, que es la dialéctica. En contra <strong>de</strong> Schopenhauer y en<br />

honor a Platón, recordaré también que toda la cultura y toda la literatura superiores <strong>de</strong> la<br />

Francia clásica germinaron en el terreno <strong>de</strong>l interés <strong>se</strong>xual. Por todas partes <strong>se</strong> pue<strong>de</strong><br />

buscar en ella la galantería, <strong>los</strong> <strong>se</strong>ntidos, la lucha <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>se</strong>xos, la «mujer»; dicha<br />

búsqueda no <strong>se</strong> verá nunca frustrada.<br />

24<br />

<strong>El</strong> arte por el arte. Luchar en contra <strong>de</strong> que el arte tenga una finalidad equivale a<br />

luchar contra la ten<strong>de</strong>ncia moralizante en el arte, contra su subordinación a la moral. <strong>El</strong><br />

arte por el arte significa «¡que <strong>se</strong> vaya al diablo la moral!» No obstante, incluso esta<br />

hostilidad revela el papel prepon<strong>de</strong>rante que <strong>de</strong><strong>se</strong>mpeña el prejuicio. Aunque <strong>se</strong> haya<br />

excluido <strong>de</strong>l arte la prédica moral y el perfeccionamiento <strong>de</strong>l hombre, todavía no <strong>se</strong><br />

sigue <strong>de</strong> ello, ni mucho menos, que el arte en cuanto tal carezca <strong>de</strong> finalidad, <strong>de</strong><br />

objetivo, <strong>de</strong> <strong>se</strong>ntido; en suma, que <strong>se</strong>a el arte por el arte (es <strong>de</strong>cir, la pescadilla que <strong>se</strong><br />

muer<strong>de</strong> la cola).<br />

La pasión sin más afirma: «¡Es preferible no tener ningún fin que tener un fin<br />

moral!» Pero el psicólogo, en cambio, pregunta: ¿Qué es lo que hace todo arte, ¿no<br />

Proyecto Espartaco 2000 – 2002<br />

44

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!