Retratos de Memoria de Carlos Jimenez PDF - Arquitrave
Retratos de Memoria de Carlos Jimenez PDF - Arquitrave
Retratos de Memoria de Carlos Jimenez PDF - Arquitrave
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
La muerte <strong>de</strong> un viajante<br />
Era pintor antes que viajante y el cerebro se le murió en medio <strong>de</strong> lo<br />
que más amaba, el arte, y en la ciudad que más amaba, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Buenos<br />
Aires: Cali. Yo lo vi. Ocurrió el Miércoles <strong>de</strong> la semana pasada, el día<br />
que Miguel Ángel Reyes - otro <strong>de</strong>sterrado - inauguraba su exposición en<br />
la sala alterna <strong>de</strong>l Museo La Tertulia. Era un poco antes <strong>de</strong> las 8 <strong>de</strong> la<br />
noche, los invitados circulaban con una copa <strong>de</strong> vino entre las manos,<br />
hablaban en voz baja como si estuvieran en un templo, y <strong>de</strong> repente Pablo<br />
Obelart se <strong>de</strong>rrumbó <strong>de</strong> un golpe, sin que nadie, ni siquiera él mismo, lo<br />
hubieran previsto.<br />
Un médico aficionado al arte se acercó inmediatamente a ayudarlo.<br />
Otro tanto hizo un visitante, soltando las muletas que le impedían.<br />
Rosemberg Sandoval, el artista conceptual, le agarró los pies y durante<br />
largo rato se los mantuvo en alto. Otro samaritano anónimo le aflojó el<br />
cuello <strong>de</strong> la camisa y alivió la presión <strong>de</strong> la correa <strong>de</strong> cuero negro. Algunos<br />
creían que era un ataque al corazón, otros que era epilepsia y todos<br />
pedían que viniera <strong>de</strong> inmediato una ambulancia. Alguien llamó por teléfono<br />
una y otra vez, inútilmente: nunca llegó. El médico <strong>de</strong>cidió entonces<br />
improvisar una camilla. Pidió una tabla, le trajeron una pequeña tarima,<br />
que había empleado Bernardo Salcedo para exhibir una <strong>de</strong> sus obras, y<br />
entre cuatro cargaron trabajosamente hasta un vehículo el cuerpo gran<strong>de</strong>,<br />
fuerte, <strong>de</strong>sma<strong>de</strong>jado <strong>de</strong> este uruguayo <strong>de</strong> 62 años que respiraba con<br />
sobresaltos y sangraba ligeramente por la boca. Le llevaron a la Clínica<br />
<strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte y cuando escribo esta columna afligida sigue allí, en el pabellón<br />
<strong>de</strong> cuidados intensivos, atado a esas máquinas <strong>de</strong>slumbrantes<br />
con las que la tecnología médica prolonga in<strong>de</strong>finidamente la vida. La<br />
muerte blanca: su cuerpo sigue intacto pero su cerebro está técnicamente<br />
muerto.<br />
Y yo que soy un profesional <strong>de</strong> las asociaciones inesperadas, caprichosas,<br />
entre acontecimientos, datos y formas distantes entre sí no<br />
puedo <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> pensar en esas figuras humanas sin cabeza, que comen-<br />
54