¿Por qué luchan los pueblos? - Biblioteca Virtual en Salud
¿Por qué luchan los pueblos? - Biblioteca Virtual en Salud
¿Por qué luchan los pueblos? - Biblioteca Virtual en Salud
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
v<strong>en</strong>cieron a <strong>los</strong> Pa<strong>los</strong> Rojos que tuvieron que ceder muchos territorios de Alabama; <strong>los</strong> EEUU<br />
dieron lotes de estos terr<strong>en</strong>os a <strong>los</strong> jefes indios colaboracionistas, lotes que les fueron retirados<br />
posteriorm<strong>en</strong>te. En 18125 W. McIntosh firmó <strong>en</strong> secreto otro tratado con <strong>los</strong> norteamericanos<br />
por lo que fue ejecutado por el jefe Manawa 129 .<br />
7. INTERNACIONALISMO ANTICOLONIALISTA<br />
Simultáneam<strong>en</strong>te al esfuerzo ci<strong>en</strong>tífico-crítico realizado <strong>en</strong> la redacción de <strong>los</strong> manuscritos de<br />
<strong>los</strong> Grundrisse y de las “Formaciones...”, ambos amigos escribieron de eso que impropiam<strong>en</strong>te<br />
--desde el método marxista-- se d<strong>en</strong>ominan “textos m<strong>en</strong>ores”, o sea, una serie de artícu<strong>los</strong><br />
g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te sobre problemas internacionales. En uno de sus primeros artícu<strong>los</strong> Marx plantea<br />
que <strong>en</strong> un principio las disputas <strong>en</strong>tre las empresas comerciales privadas inglesas, holandesas<br />
y francesas eran solam<strong>en</strong>te privadas, pero llegó un mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que "adoptó el carácter de<br />
rivalidad nacional" 130 durante el siglo XVIII. Aquí Marx está sintetizando <strong>en</strong> extremo el<br />
complicado y contradictorio proceso histórico de surgimi<strong>en</strong>to del nacionalismo burgués a partir<br />
de <strong>los</strong> sig<strong>los</strong> XV-XVII. Más adelante volveremos a <strong>los</strong> inicios de esta dinámica estudiando la<br />
lucha de liberación nacional checa.<br />
El desarrollo de las revoluciones holandesas e inglesas, con innegables cont<strong>en</strong>idos de<br />
construcción protonacional burguesa, no pudo ni podía concluir <strong>en</strong> la aparición de un<br />
nacionalismo unitario y sin fisuras, tal cual se pres<strong>en</strong>ta así mismo todo nacionalismo burgués.<br />
No podía hacerlo porque las mujeres, <strong>los</strong> explotados y las masas esclavas e inmigrantes<br />
estaban no sólo excluidas de tal nacionalismo sino que, además, el nacionalismo burgués está<br />
p<strong>en</strong>sado para excluir<strong>los</strong> y oprimir<strong>los</strong> con diversos mecanismos que varían con las necesidades<br />
pero manti<strong>en</strong><strong>en</strong> su id<strong>en</strong>tidad de fondo. Más aún, las burguesías europeas fueron incapaces de<br />
construir <strong>en</strong> sus propios Estados criterios comunes interburgueses e intraburgueses sobre<br />
“patriotismo”, “nación”, “pueblo”, etc. T. Munck ha estudiado esta limitación de fondo durante el<br />
siglo XVIII <strong>en</strong> todos <strong>los</strong> Estados burgueses importantes de Europa. Interesa su tesis de que fue<br />
especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Gran Bretaña, el país capitalista que ya avanzaba <strong>en</strong> ese siglo hacia las<br />
primeras fases del industrialismo, <strong>en</strong> donde se puso más de manifiesto “la complejidad<br />
inher<strong>en</strong>te al concepto de patriotismo” 131 . Es <strong>en</strong> el interior de esta complejidad donde podemos<br />
reflexionar sobre el problema de la europeidad, del s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de formación de Europa como<br />
algo difer<strong>en</strong>te al resto de contin<strong>en</strong>tes, y del papel jugado, <strong>en</strong>tre otros, por Voltaire (1694-1778)<br />
tal cual sosti<strong>en</strong>e F. Chabod 132 con una perspectiva totalm<strong>en</strong>te idealista y conservadora.<br />
Marx era muy consci<strong>en</strong>te de estas características de la evolución burguesa, pero ahora nos<br />
interesan sus análisis sobre las formas de dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de <strong>los</strong> Estados colonizador por <strong>los</strong><br />
británicos: "Estos sistemas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> común <strong>en</strong> abandono, por parte de <strong>los</strong> estados nativos, del<br />
derecho a la propia def<strong>en</strong>sa, del derecho a mant<strong>en</strong>er relaciones diplomáticas y a solucionar las<br />
disputas <strong>en</strong>tre el<strong>los</strong>, sin interv<strong>en</strong>ción del gobernador g<strong>en</strong>eral. Todos deb<strong>en</strong> pagar un tributo, ya<br />
sea <strong>en</strong> metálico, o <strong>en</strong> la forma de un conting<strong>en</strong>te de fuerzas armadas comandadas por oficiales<br />
británicos" 133 . Vemos que Gran Bretaña liquidaba la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia práctica de esos pueb<strong>los</strong>,<br />
que Marx resume <strong>en</strong> poseer, <strong>en</strong> primer lugar, el “derecho a la propia def<strong>en</strong>sa”; después, la<br />
capacidad de estar pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el esc<strong>en</strong>ario internacional; además, no deb<strong>en</strong> pagar ningún<br />
tributo, ya sea directam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> dinero o satisfaci<strong>en</strong>do <strong>los</strong> gastos de un ejército indíg<strong>en</strong>a pero<br />
mandado por <strong>los</strong> extranjeros ocupantes. Inmediatam<strong>en</strong>te después, Marx d<strong>en</strong>uncia que:<br />
"Los estados nativos, virtualm<strong>en</strong>te dejaron de existir desde el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el que se<br />
convirtieron <strong>en</strong> estados subordinados a la compañía o protegidos por ella. Si se divide la r<strong>en</strong>ta<br />
de un país <strong>en</strong>tre dos gobiernos, no cabe duda de que se cerc<strong>en</strong>an <strong>los</strong> recursos de uno y la<br />
administración de ambos. Con el sistema actual, <strong>los</strong> estados nativos sucumb<strong>en</strong> bajo el doble<br />
íncubo de su administración nacional y de <strong>los</strong> tributos y excesivos establecimi<strong>en</strong>tos militares<br />
que la compañía les impone. Las condiciones <strong>en</strong> las que se les permite conservar su apar<strong>en</strong>te<br />
129 J. Anthony Paredes: “Indios de <strong>los</strong> Estados Unidos ang<strong>los</strong>ajones”. Ops. Cit. Pág.: 251.<br />
130 K. Marx: "El gobierno de la India". En "sobre el colonialismo". PyP. Arg<strong>en</strong>tina 1973. Pág.: 53.<br />
131 Thomas Munck: “Historia social de la Ilustración”. Crítica. Barcelona 2001. Pág.: 284.<br />
132 Federico Chabod: “Historia de la idea de Europa”. Universidad Complut<strong>en</strong>se. Madrid 1992. Pág.: 129-<br />
158.<br />
133 K. Marx: "El problema de la India Ori<strong>en</strong>tal". Ops. Cit. Pág.: 61.