Revista Quid 47

Tema de tapa
dos
Alimentación extrema
El veganismo es considerado
por Estados Unidos como una de las diez amenazas terroristas más poderosas de este momento,
no porque pueda matar gente, sino porque podría hacer derrumbar el capitalismo
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POR Florencia Álvarez
Hoy, hay quienes desayunan con leche de alpiste, almuerzan
bananas, meriendan frutos secos y cenan mandarinas. Al lado
de las nuevas corrientes alimentarias, los principios de los
vegetarianos parecen tan permisivos y lejanos por aquello de
no comer carnes rojas pero sí huevos y leche.
Los frugívoros o frutarianos –que se alimentan sólo a frutas–,
al igual que los crudívoros –que comen todo crudo– son movimientos
que se desprenden del veganismo. Para ellos, un
asado es pecado capital. Pero no se trata sólo de una forma
de alimentación, es una ética, una filosofía de vida totalmente
fiel al cuidado del medio ambiente, de la salud, y en contra
de cualquier tipo de actividad que implique la explotación
animal en todos sus aspectos. El veganismo es una corriente
que también alcanza a la economía, libertad de mercado, etc.
Una forma de vida que no se apoya sólo en una ética sino en
una macroeconomía racionalísima. Viven en contra del especismo,
un término acuñado por el psicólogo Richard Ryder,
que significa discriminación basada en la diferencia de especie
animal. “Quien se oponga a los derechos de los animales y
sostenga que el hecho de ser persona se basa en ser miembro
de la especie Homo Sapiens no es más que un fanático de
la especie, no más sensato que los fanáticos de la raza que
otorgan mayor valor a la vida de los blancos que a la de los
negros. Después de todo, los demás mamíferos luchan por
seguir vivos, experimentan el placer y sufren el dolor, el miedo
y el estrés cuando su bienestar peligra. Los grandes simios
comparten nuestros placeres más elevados de la curiosidad y
el amor a los parientes, y nuestros dolores más profundos, el
aburrimiento, la soledad y la pena. ¿Por qué se iban a respetar
esos intereses en nuestra especie y no en las demás?”, dijo
el psicólogo experimental canadiense Steven Pinker.
El veganismo se basa en un pensamiento que tiene tantos
fanáticos como detractores. Los acusan de fundamentalistas,
freaks y hasta de terroristas. En Estados Unidos se los considera
una de las diez amenazas terroristas más peligrosas. No
porque vayan a perpetrar un atentado, sino porque, de propa-