Revista Quid 47

se asegura que está el túnel que usaba el pirata galés Henry
Morgan (1635-1689) para programar sus maldades. En ese
mirador está su estatua mirando al horizonte al cumplirse
el centenario de su nacimiento. Entre sus visitantes pasó la
Reina Madre de Inglaterra, y además de Fleming, era habitué
Blanche la madre costarricense de Chris Blackwell
que muchos aseguran que inspiró el rol de Pussy Galore en
Goldfinger. De todas las mujeres Bond era la única que debía
ser mayor que Connery. La actriz británica Honor Blackman
tenía 39 años y Connery, 34; y, salvo Ursula Andress, nadie
la superó en la saga. Hasta el punto que al proyectarse otra
versión de su papel se piensa en Penélope Cruz que cumplirá
40 en el 2014. Christ Blackwell, hijo de padre inglés,
alternaba su vida entre Europa y el Caribe. Antes de la filmación
era un muchacho que no tenía dinero propio pese a
pertenecer a una familia rica. No quiso estudiar y se ganaba
la vida vendiendo discos de reggae que llevaba en el baúl de
su auto. Luego fundaría Island Record, descubriría a U2, Cat
Stevens, Grace Jones y convertiría en leyenda mundial a Bob
Marley. Se lo considera la figura más influyente de los últimos
cincuenta años en la industria grabadora.
De joven era habitué de las casas de Fleming y Coward y
luego hizo posible conservarlas como un tesoro jamaiquino.
A los 19 años trabajó en el rodaje llevando músicos amigos y
tuvo el privilegio de ver la escena de Ursula Andress saliendo
del mar con una bikini blanca con dos caracolas en sus manos
y un cinturón muy grande que le cubría el ombligo. El autor
eligió la playa de Laughing Water, en medio de un jardín tropical
con clima de spa. Actualmente una playa más pequeña
se llama James Bond por la película.
Ursula se convirtió en una de las imágenes más reiteradas de
los 60, una diosa del dos piezas que había llegado para quedarse.
Fleming, que había fracasado en su idea de pedirle a
Noel Coward que se transformara en el Dr. No, la describió
como la “parte trasera de una Venus de Botticelli”.
Fue la primera de las chicas Bond e inolvidable, suiza, de
26 años, con perfil de guitarra (95 de busto, 55 cintura, 90
caderas) y resultó una mezcla explosiva con Sean Connery de
32 años, competidor en fisiculturismo por el título de Míster
Mundo y ex jugador de fútbol pero prefirió ser actor.
El conocimiento de Ian Fleming ayudó a elegir los escenarios
de Jamaica. En especial las Cascadas del Río Dunn, de 180
metros de alto, donde la caída de agua serpentea por terrazas
y pequeñas lagunas que se van intercalando. Subir las cascadas
es una actividad y se cuenta que los guías del parque
ayudan a los turistas para no resbalar. Uno de los paisajes más
atrayentes apenas se muestra es la entrada a las Montañas
Azules donde se cultiva uno de los cafés más apetecidos del
mundo, especialmente por los japoneses que lo compran en
el aeropuerto porque no abunda en los comercios locales.
Ahora hay un puerto para acceder a la ciudad de Falmouth
que poco tiene que ver con los pantanos que se muestran en
las aventuras filmadas aunque se puede hacer rafting por los
rápidos como le gustaba a Errol Flynn otro residente de la
vieja Jamaica. La mina de bauxita del satánico Doctor, que
figura como Cayo Cangrejo, es realmente la explotación de
bauxita. No menos importante y con un gran interés para el
visitante, está la capital de Kingston que se usa en varios escenarios
y por supuesto la casa-museo de Bob Marley.
Hay otra curiosidad que puede ser útil para los fanáticos de
James Bond. No sólo pueden gestionar una visita a los estudios
sino conocer el vecino Hotel de Pinewood con cinco
hectáreas de jardines centenarios, 48 habitaciones y una sala
montada para encontrar el asesino de un crimen imaginario
Horacio de Dios
TESTIMONIO PERSONAL
NO ME GUSTAN LOS ALL INCLUSIVE
Jamaica es el lugar donde abundan los hoteles todo incluido (all
inclusive) que son ciudades dentro de las ciudades, countries. Que
se parecen a los resorts de cualquier lugar del Caribe, desde Cuba a
Puerto Rico.
Son buenos, cómodos y previsibles. Ideales para una luna de miel
reiterada donde uno paga antes de viajar y luego se olvida del dinero
porque no hace falta. Las comidas y las bebidas no se cobran, son un
paquete sin límite de gaseosas o de alcohol.
A mí no me atraen porque me alejan de la calle y la gente que es lo
más divertido y excepcional en una isla que era excepcional hasta
para el propio Ian Fleming. Conocí su casita al lado de la pequeña
playa privada. Un escritorio con ventilador y un enorme ventanal.
No tenía lujos ni los necesitaba. Luego del éxito de James Bond la
propiedad Goldeneye se convirtió en la base de un paraíso de mar y
lagunas rodeado de villas. Está de gran moda y son caras. Lo bueno no
es barato.
Pero hay alternativas diferentes. Elegir alojamiento modesto. Los hay.
Y disfrutar de ese spa natural tomando un masaje mutuo con su pareja
(loving hands) y luego una cerveza Red Stripe que es la más popular,
escuchando reggae que es la música funcional del No Problem.
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