28.03.2015 Views

VE-12 ABRIL 2015

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Pero llegaba el domingo y aquellos olores cambiaban a pino y<br />

lavanda, cuando entre tú y mamá viajaba a Montserrat para pasar el<br />

día de descanso.<br />

Allí en un viejo pino estaba mi columpio, el que me habías<br />

construido para mi alegría y disgusto de mamá, pero allí estabas tú<br />

para que no me cayera, me fuiste dando empujones como en la vida<br />

misma, poco a poco fuiste soltándome y cada vez llegaba más alto,<br />

pero cuando estaba alcanzando las ramas, llegaron mis hermanos,<br />

compartí mi columpio con ellos y empezó una época en la que<br />

tratábamos a la felicidad de tú a tú.<br />

Pero tus raíces te abrazaron con la nostalgia del pasado y el<br />

columpio se giró hacia tierras castellanas, donde olí por primera vez<br />

el vino y la paja trillada, aunque tú seguiste oliendo a sudor.<br />

Por eso ahora, cierro los ojos y pienso que nos ha faltado tiempo<br />

para darte las gracias por empujar el columpio de mi vida, por tu<br />

sudor y abrazos, pues la vida en el fondo es como un columpio que va<br />

y viene.<br />

Ahora te toca subir a ti y empujar a mí.<br />

El día que te bajes subiré a mi hijo y le daré a él todo lo bueno<br />

que me diste, para que nuestros recuerdos se mezan en el viejo<br />

columpio eternamente, y tu recuerdo me acompañe cuando la vida<br />

me empuje demasiado fuerte, pues la vida es una puerta con muchos<br />

topes en los que tropezar.<br />

Por todo ello, “gracias papá, te quiero “<br />

Rosi Serrano Romero (Móstoles, Madrid)<br />

36

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!