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El Ciervo 750 Enero/Febrero 2015

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Máximo visto por Máximo<br />

En los últimos días de diciembre falleció el dibujante Máximo San Juan, colaborador de numerosas publicaciones. Fue<br />

uno de los grandes ilustradores en la prensa española. Fue buen amigo de ‘<strong>El</strong> <strong>Ciervo</strong>’. En nuestras páginas cultivó<br />

más su faceta de escritor. Le gustaba responder a preguntas que le formulábamos. En sus respuestas explica cómo<br />

se imaginaba el cielo, afirma que era de izquierdas y que le hubiera gustado ser William Shakespeare. Reproducimos<br />

algunos de esos textos como pequeño homenaje.<br />

¿Es usted alegre?<br />

Ser para la vida<br />

Si ser alegre es serlo siempre, llueva<br />

o luzca el sol, me temo que no<br />

soy alegre. Si ser alegre es serlo<br />

cuando la felicidad, la serenidad, o el<br />

ruido y la furia me visitan, entonces<br />

soy (¿o debería decir estoy?) alegre. En<br />

resumen: soy triste como “ser para la<br />

muerte” y soy alegre como “ser para<br />

la vida”. <strong>El</strong> <strong>Ciervo</strong> 617-618, agostosetiembre<br />

2002<br />

Quién me hubiera<br />

gustado ser<br />

Modestamente, William<br />

Shakespeare<br />

Si por el mismo precio se puede<br />

elegir a lo mejor y a lo peor,<br />

modestamente me pongo en la<br />

piel de William Shakespeare. Pese a que<br />

el trasplante total de cuerpo y espíritu<br />

no me cabe en la cabeza. Pese a que el<br />

problema de la alteridad es para mí el<br />

más inasumible y misterioso.<br />

Las razones para elegir al Bardo<br />

son obvias literariamente, aunque<br />

inquietantes en otros aspectos: ni se<br />

sabe con seguridad si Shakespeare es<br />

Shakespeare, si los sonetos tienen destinataria<br />

o destinatario, si sus obras las<br />

escribió él o tal locura fue el sueño de<br />

una noche de verano. Lo elijo porque,<br />

en sus tragedias sobre todo, hay crónica<br />

y filosofía, poesía y espectáculo<br />

en armonía de hierro y seda, en sabiduría<br />

con hondura, humor y naturalidad.<br />

Es asombrosa la equidistancia<br />

con que monta su tablado, cada personaje<br />

es un ser humano vivo e integral,<br />

con biografía. Shakespeare no moraliza,<br />

no juzga salvo con los hechos<br />

escénicos, no arropa o desabriga a los<br />

personajes. Y como dijo Hamlet: “<strong>El</strong><br />

resto es silencio”. <strong>El</strong> <strong>Ciervo</strong> 664-665,<br />

julio 2006<br />

Cómo se imagina<br />

usted el cielo<br />

Pierdo el reto<br />

Soy consciente de que estoy<br />

contraviniendo el mandato de<br />

<strong>El</strong> <strong>Ciervo</strong> y que el “reto” lo<br />

estoy perdiendo. Pero jugar a un cielo<br />

minimalista que va del desierto a las<br />

constelaciones; o a un cielo barroco y<br />

polifónico y ortodoxo y eclesiástico;<br />

o a un cielo de diseño como parque<br />

temático de la felicidad perenne<br />

simplemente estirando y estilizando<br />

la arquitectura, la luz y el sonido (e<br />

ignorando a los resucitados pululantes),<br />

también me parecería un fracaso: pues<br />

la insoslayable “imagen y semejanza”<br />

de todo, incluido el cielo, invalida cualquier<br />

paraíso no terrestre, cualquier<br />

“Jerusalén nueva”. Y proyectar el margen<br />

de la angustia derivada de la presunta<br />

eternidad un falseamiento técnico<br />

y ¿espiritual? del proyecto.<br />

En fin, me gustaría que lo que ni la<br />

Biblia ni Hollywood han conseguido<br />

lo consiguiese alguno de los consultados<br />

por <strong>El</strong> <strong>Ciervo</strong>. <strong>El</strong> <strong>Ciervo</strong> 640-641,<br />

julio-agosto 2004<br />

¿Es usted malo?<br />

Ante el espejo<br />

La respuesta automática es “no”,<br />

pero el automatismo puede<br />

jugarme una buena pasada. Para<br />

saber con mayor precisión si la maldad<br />

me habita, miro al espejo. <strong>El</strong><br />

espejo es el artefacto más peligroso<br />

y misterioso que tenemos en casa. A<br />

nada que nos demoremos en su contemplación<br />

empieza a convertirse en<br />

un individuo capaz de todo. ¿De ser<br />

malo también?<br />

Es un extraño sin dejar de ser uno<br />

mismo. ¿O somos varios? ¿Por qué<br />

está en esa pared profunda? ¿Por qué<br />

reproduce los muebles que la impregnan?<br />

La explicación que nos darían las<br />

leyes físicas no explica más allá de la<br />

piel teórica de las cosas. La ciencia sabe<br />

más de lo que muestra. La ciencia da<br />

respuestas inocentes.<br />

Ante el fracaso del impávido<br />

espejo, confío la respuesta a la simetría<br />

elemental y de nuevo el pez se me<br />

escapa. Puedo contestar que soy malo<br />

y miento. Puedo contestar que soy<br />

28 <strong>El</strong> <strong>Ciervo</strong> ˜ <strong>Enero</strong>-<strong>Febrero</strong> <strong>2015</strong>

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