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Consciencia y conciencia<br />
<strong>El</strong> caso Terri Schiavo<br />
josé ramón alonso<br />
José Ramón Alonso es doctor en Neurobiología<br />
y catedrático de la Universidad de Salamanca<br />
(jalonso.es).<br />
“En los quince<br />
años en que<br />
estuvo en un<br />
estado vegetativo<br />
se sucedieron los<br />
recursos y juicios<br />
Los avances científicos nos<br />
ponen cada cierto tiempo frente<br />
a dilemas éticos. En la biología<br />
humana los avances en temas tan<br />
cercanos a nosotros son lógicamente<br />
aún más delicados. Aún así, no nos<br />
vendría mal cierta memoria histórica<br />
y recordar cómo las técnicas de fecundación<br />
asistida que fueron vistas por<br />
algunos como un ataque a la maternidad<br />
o una agresión a la dignidad de<br />
aquellos “niños probeta” hoy se ven<br />
por la mayoría como una herramienta<br />
que ha permitido llevar la alegría de<br />
la paternidad a muchas familias. La<br />
ciencia nos sigue poniendo delante del<br />
espejo para que nos planteemos quiénes<br />
somos y qué consideramos que<br />
es humano y qué es, por el contrario,<br />
inhumano e inaceptable.<br />
Quizá recuerde el caso de Theresa<br />
Marie, Terri Schiavo, de soltera<br />
Schindler. La madrugada del 25 de<br />
febrero de 1990 su esposo la encontró<br />
tirada en el suelo de su casa en St.<br />
Petersburg, Florida. Su corazón no<br />
latía y no respiraba. Cuando llegó la<br />
ambulancia, los médicos calcularon<br />
que llevaba más de una hora en parada<br />
cardíaca pero pudieron salvar su vida.<br />
La falta de oxígeno provocada por<br />
ausencia de riego le causó un profundo<br />
daño cerebral. Tras unos meses<br />
en coma, los médicos le diagnosticaron<br />
un estado vegetativo persistente,<br />
una situación en la que no cabe esperar<br />
una recuperación. A pesar de ello,<br />
en los años siguientes, los médicos<br />
intentaron sin éxito diversas terapias.<br />
A mediados de 1993, tras contraer<br />
Terri una infección del tracto urinario,<br />
su marido pidió una orden de “no<br />
resucitación”, un acuerdo que implica<br />
no tomar medidas extraordinarias y<br />
dejar que la naturaleza siga su curso.<br />
<strong>El</strong> juez nombró lo que se llama un<br />
guardián ad litem, un “vigilante junto<br />
al lecho”, que vela por los derechos<br />
del paciente y cinco años después,<br />
en mayo de 1998, su esposo Michael<br />
Schiavo pidió al juzgado que se le retirara<br />
la sonda con la que era alimentada<br />
y se le dejara morir, una decisión que<br />
fue recurrida por los padres de Terri,<br />
Robert y Mary Schindler, quienes<br />
defendían que ella era consciente, les<br />
sonreía e intentaba comunicarse. En<br />
los quince años que Terri Schiavo<br />
estuvo en estado vegetativo se sucedieron<br />
decenas de recursos, mociones,<br />
peticiones, audiencias, juicios y<br />
cambios de legislación. Pero eso no<br />
fue todo. Los Schindler acusaron a<br />
su yerno de perjurio, una enfermera<br />
declaró que veía señales de actividad<br />
mental en Terri y los padres probaron<br />
nuevas técnicas para intentar provocar<br />
una recuperación. Mientras tanto, con<br />
Terri en estado vegetativo, el marido<br />
inició una nueva relación de pareja y<br />
tuvo dos hijos, por lo que también se<br />
le acusó de adulterio y se reclamó que<br />
se le retirasen todos los derechos sobre<br />
la enferma. Al inicial enfrentamiento<br />
entre miembros de la familia se unieron<br />
grupos, asociaciones y partidos<br />
que defendían una u otra de las dos<br />
posturas enfrentadas. <strong>El</strong> mismo papa<br />
Juan Pablo II se pronunció al respecto<br />
y dijo que proporcionar agua y<br />
comida, incluso de forma artificial, era<br />
“moral y obligatorio”. Finalmente, el<br />
juez ordenó retirar la sonda y Terri<br />
murió trece días después.<br />
La autopsia aclaró algunas cosas.<br />
En contra de lo manifestado por sus<br />
padres y sus apoyos, que sostenían que<br />
Terri era consciente, mantenía capacidad<br />
de pensamiento, sonreía e intentaba<br />
comunicarse, el análisis postmortem<br />
demostró que el cerebro estaba<br />
gravemente atrofiado y, evidente-<br />
32 <strong>El</strong> <strong>Ciervo</strong> ˜ <strong>Enero</strong>-<strong>Febrero</strong> <strong>2015</strong>