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salía por la mañana temprano y no volvía hasta el final de la jornada.Así fue como la tarde del jueves 6 de marzo de 2008 se produciríaun acontecimiento que decidí olvidar inmediatamente: descubríque Harry había tenido relaciones con una chica de quince añoscuando él tenía treinta y cuatro. Ocurrió durante el año 1975.Me topé de bruces con su secreto cuando, registrando frenéticamentey sin escrúpulos los estantes de su despacho, encontré,disimulada tras unos libros, una gran caja de madera lacada con unatapa de bisagras. Presentí que me había tocado el gordo, quizás elmanuscrito de Los orígenes del mal. Cogí la caja y la abrí, pero, parami gran decepción, dentro no había manuscrito alguno, sólo unascuantas fotos y algunos artículos de periódico. Las fotografías mostrabana Harry en sus años jóvenes, la suprema treintena, elegante,orgulloso, y, a su lado, una chica jovencísima. Había cuatro o cincofotos y aparecía en todas. En una de ellas se veía a Harry en una playa,el torso desnudo, bronceado y musculoso, estrechando contra éla la sonriente joven, que le besaba en la mejilla mientras sus gafas desol quedaban en equilibrio enganchadas a su larga melena rubia. Enel reverso de la foto había una anotación: Nola y yo, Martha’s Vineyard,finales de julio de 1975. En ese instante, demasiado apasionadopor mi descubrimiento, no oí a Harry que volvía inusualmentetemprano de la universidad: no escuché ni el chirrido de los neumáticosde su Corvette <strong>sobre</strong> la grava del camino de Goo se Cove ni elsonido de su voz cuando entró en la casa. No escuché nada porqueen esa caja, bajo las fotos, encontré una carta, sin fechar. Una escriturainfantil <strong>sobre</strong> un bonito papel que decía:No te preocupes, Harry, no te preocupes por mí, me las arreglarépara verte allí. Espérame en la habitación número 8, megusta esa cifra, es mi número preferido. Espérame en esa habitacióna las siete de la tarde. Después nos marcharemos juntos.Te quiero tanto...Con mucha ternura,Nola¿Quién era esa Nola? Con el corazón latiendo a cien porhora, me puse a hojear los recortes de periódico: todos los artículosmencionaban la desaparición de una tal Nola Kellergan una

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